Su mente aún no lo lograba entender, no entendía en qué punto todo había dado un giro radical, hasta solo hacía unos días todo era como siempre, su hermano rondaba la casa, con aquella curiosa sonrisa que a pesar de estar rodeada de sombras, dejaba ver el ápice de humanidad y amor que quedaba en el interior de Alex. Pero ahora, hasta la casa dentro se sintió más callada de lo habitual, como si la madera vieja de la estructura quisiera callar los sucesos ocurridos de sí, y más cuando el pequeño Joshua subió a su cuarto y notó que las cosas de Alex no estaban , el espacio en el armario donde iba su ropa estaba vacío.
—Mamá, ¿Dónde está Alex? ¿Por qué sus cosas no están?
Josh bajaba por las escaleras, viendo a sus padres en la sala. El joven Shepherd pudo percibir cómo sus padres se estremecían al escuchar su pregunta. Incluso notaba el estado catatónico de su madre; él sabía que su madre siempre tenía ese gesto, pero podía notar que esta vez, ese gesto era más profundo y vacío; se notaba su aflicción desbordante, el dolor y el sufrimiento en su alma. El pequeño podría ver los labios de su madre vibrar, como si buscara las palabras a decir, pero sin hallar algo.
—Se marchó. Tu madre y yo ya habíamos hablado con él desde hace un tiempo, y pensamos que era mejor que él se uniera al ejército al terminar la secundaria. No sabía qué hacer de su vida, y su comportamiento siempre ha sido un problema. Así que se enlistó en el ejército. Le pedí a un viejo colega de batallón que le diera un lugar. Así podrá poner su vida en orden… Y podrá juntarte con niños de tu edad y dejes de seguirle como un cachorro.
Dijo Adam, quitándole la palabra a su esposa, a pesar de hablarle a su hijo «preferida», Josh notaba un tono de molestia en sus palabras, dándole a entender que había hecho una pregunta incómoda respecto a un tema prohibido, pero él pequeño no entendía por qué, ni siquiera lograba creer del todo las palabras de su padre. Era como si su padre estuviera mintiendo para ocultar algo, incluso las miradas que cruzaron sus padres, de complicidad le hizo dudar de aquella versión.
—Pero… Alex se fue sin despedirse. Él nunca haría algo así… me lo hubiera dicho… ¡Se hubiera despedido!
Dijo triste Josh incrédulo, su hermano jamás le hubiera ocultado algo así. A pesar de que su padre le había prohibido jugar con Alex, hablar demasiado, incluso de pasar mucho tiempo juntos, cuando la tarde comenzaba a caer y ambos hermanos estaban en su habitación, las leyes impuestas de su padre perdían validez. Dentro de esa habitación, sólo imperaba el amor de ese par de hermanos.
—Pues sus razones ha de haber tenido para no decirte… y deja de preguntar por él, seguramente cuando pueda contactar con nosotros te explicara todo. Ahora vete a dar un baño niño, estás sucio y aún tienes deberes que hacer en casa ¡Vamos!
—S-Sí señor…
Josh sintió un poco de temor al ver el tono frío y duro con el que le hablaba Adam, tan similar como el que usaba para hablarle a Alex. Por primera vez sintió tal vez lo que Alex sintió durante 18 años. El joven Shepherd se dirigió a su cuarto por su toalla y de ahí al baño en la habitación de su padre, detestaba que el baño de la casa estuviera ahí, le daba cierto pánico tener que cruzar la habitación de sus padres para ir a éste.
El agua estaba tibia, una temperatura que debería ser agradable y reconfortante al tacto con la piel, pero Josh la sensación fría, su cuerpo se siente raro al estar metido en aquella tina, su corazón latía fuerte, como si su sexto sentido le dijera que algo estaba mal con esa habitación, miraba hacía todos lados, como esperando ver algo o alguien, pero no era así, el silencio llenaba el cuarto. Josh abrazaba sus rodillas con la mirada fija hacía el espejo, con la mente nublada de ideas, seguía sin entender a dónde había ido Alex, algo le decía que lo que le decía su padre no era cierto, pero ¿Por qué su padre le mentiría en algo así? Sabía que él y Alex no se llevaban bien, pero era su hijo, su padre debía cuidarlo y saber en dónde estaba, como siempre lo hizo. También el tono con el que le acababa de hablar su padre, jamás le había hablado de esa manera, ¿Qué era lo que a su padre le estaba molestando tanto de él para que le hablara de forma tan fría? Josh dejó salir un ligero suspiro, ocultando su rostro entre sus rodillas.
—¿Por qué tuve que ir con la tía Mary el fin de semana? ... Si me hubiera quedado, tal vez me hubiera podido despedir de Alex.
El día después de la celebración del 150 aniversario de Shepherd's Glen, Mary Shepherd, la hermana menor de Adam, que vivía en Ashfield llegó de visita, era extraño que la tía viniera de visita, normalmente sólo iba de visita el día de Acción de Gracias , Navidad y en los cumpleaños familiares. Pero esa mañana llegó casi con la salida del sol. Todos saludaron a la tía, Alex sonrió a verla, fuera de Josh, ella era la única que le tenía al menos cierta empatía, o sabía fingir que quería un poco más a Alex. Toda la familia desayuno, fue la única ocasión que recordaba Josh que el ambiente no era tenso ni callado, los adultos hablaban con suma alegría y calma, incluso Alex se había puesto un poco parlanchín sin ser juzgado o callado por Adam. Incluso pudo decir un par de bromas haciendo que todos rieran, incluso Josh tiró la leche por la nariz, sin recibir regaño alguno. Después de ello, todos fueron a caminar al centro de Shepherd's Glen, comprando unos helados y visitados las tiendas de ropa donde Lilian y Mary pasaban el rato viendo los vestidos. Joshua trataba de hacer que Alex jugara con él, pero el mayor se sintió cohibido al sentir su padre tan próximo, Adam solo desvió la mirada, como si hiciera de ojos ciegos ante los juegos de sus hijos, dándoles permiso de hacerlo. Había sido una bonita mañana, Josh se sintió alegre y podía notar que una inocente sonrisa se mostraba en el rostro de Alex, Josh imaginaba que tal vez todo podría ser así ahora. Cosa que descubrió que no podría ser cuando volvieron a casa, pues Adam y Mary se encerraron en la habitación de costura de Lilian, donde pasaron dos horas hablando quién sabe de qué, También Lilian cambió su semblante vivo y energético, a su estado habitual, dirigiéndose a la cocina a preparar la cena. La casa se llenó de silencio de nuevo. Alex y Josh salieron al patio, mientras jugaban con algunos soldados de plástico, cuando la cena estuvo lista, todos se dirigieron al comedor. El cual, al contrario del desayuno, fue en silencio, hasta que Mary habló.
—Josh, ¿Qué te parece si pasas el fin de semana conmigo y el tío James? Él consiguió unos boletos para Devil's Pitt y pensamos que podría ser divertido.
Josh se emocionó, siempre había querido visitar Devil's Pitt. Cuando se hizo una excursión por parte de la escuela, sus padres no lo dejaron. Así que sin pensarlo dijo que sí.
—Alex también puede ir, ¿Verdad tía?
Dijo Josh emocionado, Alex dejó su cubierto para mirar a su tía, esperando que ella dijera que sí.
—Lo siento cariño, pero me temo que no podrá ir, tu padre dijo que necesitaba un Alex en casa para unos deberes, así que esta vez no podrá ir, pero podremos ir en otra ocasión con Alex. ¿Verdad Alex?
Dijo Mary con un gesto dolido y culpable, dirigiéndole una mirada extraña al hermano mayor, el gesto del Shepherd fue de desilusión, pero comprensión.
—Sí tía, no te preocupes.
Alex le dedicó una sonrisa suave. Josh se vio decaído, volviendo a su plato, la cena continúa en silencio.
Cuando llegó la hora, la mochila con ropa de Josh estaba a un lado de la puerta de salida, mientras la tía se despedía de todos. Le dio un beso en la mejilla a Lilian y un gran abrazo, como si la tratara de consolar, abrazó a su hermano de un forma muy íntima, como de esa forma que los hermanos se abrazan para consolar y cuidar a su hermano. Al último, Mary se dirigió a Alex, quien lo vio por unos instantes, para luego jalar del brazo a Alex y darle un gran y fuerte abrazo, incluso los ojos de Mary se humedecieron un poco, mientras acariciaba el cabello de Alex, como si de un niño pequeño fuera, Alex se sonrojó un poco, se sintió extraño, cálido el abrazo, incluso se dejó hacer, escondiendo un poco su rostro en el cuello de su tía, un abrazo que tuvo que haber sido dado por su madre cuando era niño, pero nunca fue así.
—Mi niño… Te quiero mucho mi niño, siempre fuiste un niño tan lindo, y ahora que eres un joven apuesto, seguramente tienes un gran corazón, no olvides que tu tío y yo siempre te amamos… y tus padres igual.
Susurró Mary al oído de Alex, para que sólo él lo pudiera escuchar, Alex se quedó extrañado, era como si a tía se estaba despidiendo de él. Ambos se separaron y Mary le dedicó una linda y cálida sonrisa a Alex, devolviendo el gesto él.
Josh se despidió de sus padres, y de un saltó se colgó del cuello de Alex, Alex rio un poco, sujetando a Josh de las piernas para cargarlo.
—Ve amiguito, diviértete y no les des problemas a tía Mary ni a tío James.
Josh dio un pequeño beso en la mejilla a su hermano, saltando de sus brazos, yendo tras su tía para subir a su auto y partir.
—¿Josh? ¡Josh! Ya llevas casi una hora en el baño, ya sal de ahí, hay cosas que hacer.
La voz de Adam sacó a Josh de sus pensamientos, cuando se percató, notó que su piel estaba erizada por el agua ya helada.
—V-Voy papá, lo siento.
Dijo Josh, sin recibir respuestas, solo pudo ver como la sombra de su padre se alejaba a través de la rendija entre la puerta y el suelo. El pequeño Shepherd salió de la tina, colocándose la toalla alrededor de su cuerpo. Mientras llevaba su ropa sucia a la cesta de ropa, pudo ver la camisa negra de Alex en ella. Se le quedó viendo unos momentos, para luego levantarla. La exposición por unos momentos, aún se sintió húmedo, seguramente Alex la dejó cerca de la tina cuando se duchó por última vez antes de irse. Aun así, cuando Josh la acercó a su nariz, logró sentir el aroma de Alex y de su perfume. No supo por qué, pero sintió la necesidad de llevarla, sabía que no vería a Alex pronto, así que esta sería a menos el recuerdo de su tan amado hermano mayor.