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Corriendo el riesgo por La loca de los gatos fujoshi

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Dicen que la delgada línea entre el cariño y el amor no debe romperse cuando de esta depende la estabilidad de una buena amistad, eso Horo Horo lo sabía de sobra, desde que comenzó a desarrollar un gusto culposo hacia uno de sus mejores amigos, trató por todos los medios de no pensar, de no sentir, y así, se mantuvo lo más alejado, sentimentalmente hablando, de su amigo.


Una mañana en la Preparatoria, Horo Horo salió de clases y se reunió con sus amigos en la cafetería de siempre, entró y ahí los vio a todos, o a casi todos, estaban Yoh y su novia Anna, el siempre alegre Ryu, Lyserg el chico de intercambio, Chocolove el bromista y Manta, quizás el más normal de todos ellos, sin embargo, faltaba alguien


—Hola muchachos —saludó con una sonrisota— ¿Y Ren? —miró hacia todos lados


—Bueno él —habló Yoh— Está ocupado —sonrió nervioso, recordando la escena de momentos atrás


Mientras esperaban a Horo, una chica de otra clase, de nombre Tamao, pidió a Ren que la acompañara pues quería decirle algo, aunque él se negó al principio, sus amigos lo animaron a ir, pues imaginaban de qué podía tratarse


—Ya veo —expresó Horo Horo asombrado, jamás habría creído que una chica estuviera interesada en su frío amigo— Bien, compraré mi almuerzo —se alejó del grupito para ir a comprar.


Del otro lado de la escuela…


Tamao miraba de reojo a Ren, siempre fue una chica muy tímida, pero estaba decidida a decir lo que tenía planeado, aunque recibiera una negativa


—Bueno yo…


—Habla de una vez, tengo clase —respondió enojado, no le gustaba que le hicieran perder el tiempo


—La verdad es que quisiera, yo quiero pedirte ¡Que por favor salgas conmigo! —habló por fin, llevándose una mano al pecho, estaba con la cara toda roja


Ren la miró con un poco de sorpresa, era la primera vez en toda su vida que alguien se le declaraba y no estaba seguro sobre qué sentir al respecto. Hubo mucho silencio en un instante


—Está bien —dijo sin más, volteando la mirada a otro lado


—¿De verdad? —cuestionó sorprendida, todo mundo le dijo que no lo conseguiría


—¿En qué clase estás?


—2B —respondió nerviosa


—Voy por ti a la salida —informó como si hubieran quedado para un asunto de negocios


Ren avanzó, metiendo las manos a los bolsillos de su pantalón y alejándose como si no hubiera aceptado ser el novio de alguien que ni siquiera conocía. Entonces se detuvo de pronto, se giró hacia atrás y miró que la chica aún seguía en su mismo sitio


—¿Cómo te llamas? —preguntó un poco avergonzado, pero no se le notaba debido a su actitud fría de siempre


—Ta… Tamao Tamamura —respondió tímidamente


—Conque es así —musitó sin que la otra oyera— De acuerdo Tamao, te veo al rato —volvió a girarse hacia su destino y se alejó


—Me dijo que sí —intentó asimilarlo— ¡Me dijo que sí! —gritó con entusiasmo, los que pasaban por ahí la vieron extraño y se avergonzó mucho más.


Ren regresó a la cafetería, ahí lo esperaban sus amigos con una gran sonrisa, todos esperando que dijera algo sobre lo que pasó, pero Ren llegó, se sentó donde había dejado su bebida y sorbió sin prestarles atención


—Dinos de una vez, no nos dejes así —pidió a gritos Chocolove


Todos asintieron al mismo tiempo, todos excepto Horo Horo, pues no dejaba de comer


—Tengo novia, supongo —respondió como si nada, dejando a todos boquiabiertos


Horo Horo dejó caer la cuchara que sostenía, la cual cayó sobre su plato, sin voltear hacia él se quedó esperando que el otro dijera más


—¿Qué? ¿Y lo dices solo así? —preguntó alterado Ryu— Si ella es tan bonita y cálida, ¿Cómo le pudiste gustar? —estaba todo indignado, pues a él le gustaban todas las chicas lindas


—Pobre chica —dijo Anna con indiferencia, bebiendo de su té herbal


—Bueno, felicidades Ren —habló Yoh con sus calmas de siempre


Mientras tanto, ni Lyserg, Manta o Horo Horo dijeron algo, Ren se sintió un poco acosado, pero como siempre, su actitud fría lo disimuló muy bien


—Tiene novia —pensó Horo Horo con tristeza, agachando un poco la mirada— Debo irme, tengo clase —dijo de pronto y se levantó rápido


Todos voltearon a verlo, se veía muy serio para ser él, que siempre estaba alegre


—Espera, yo también —expresó Ren, dejando su bebida sin terminar— Estamos juntos en Química ¿lo olvidaste?


—Sí, vamos —dijo sin entusiasmo— Adiós chicos


Se despidieron de todos sus amigos y partieron hacia el Laboratorio. Los dos amigos caminaron uno al lado del otro, rumbo a su clase, Horo no se atrevía a sacar el tema, pero se armó de valor


—Y así que, tienes novia —suspiró un poco— Ella debe ser muy bonita


—Lo es, creo —respondió poco convencido y con indiferencia


—No pareces interesado ¿Por qué la aceptaste? —preguntó desconcertado, pero su amigo tardó un poco en responder


—Quiero probar, supongo —encogió los hombros— Y ya deja de preguntar —aceleró el paso


Horo Horo vio a su amigo entrar en el Laboratorio, le siguió los pasos. Pocos minutos después, la clase comenzó, como siempre, el profesor hablaba y hablaba antes de comenzar con la práctica del día, mientras Ren estaba muy atento, Horo no podía dejar de pensar en que ahora Ren tenía novia, incluso pensó que quizás debía seguir sus pasos, tal vez así podría sacarse ciertas ideas de la cabeza


Terminaron las clases de ese día y los amigos salieron todos juntos para ir a comer, mientras estaban en la mesa, conversaban de las cosas que sucedieron en el día, entonces Ren miró la hora en su teléfono y luego se dirigió a sus amigos


—Quedé de ir por Tamao —recordó entonces, pues lo había olvidado— Nos vemos


—Suerte galán —dijo Chocolove en broma, pero Ren le dio un coscorrón, avergonzado


Mientras Ren se marchaba, Horo Horo comía de su plato, ajeno al mundo, mientras los demás hablaban y bromeaban, de pronto Ryu comenzó con sus cosas, molestando a Lyserg, pues siempre le decía cosas como si se tratara de una chica, ya que era muy bonito


—Déjalo en paz Ryu —regañó de pronto Horo, se veía muy molesto, pero nadie sabía que le pasaba


—Tranquilo, así bromeo con él —abrazó al susodicho, Lyserg solo sonrió


Horo miró a su amigo de forma adusta y luego se levantó del asiento


—Debo irme —sin decir más se alejó, sin siquiera pagar su cuenta


—Y ahora ¿Qué le pasa? —preguntó desconcertado Yoh, nunca había pasado algo así


—¿Será que tal vez? —musitó Anna, analizando la situación


—Como sea, sigamos comiendo —dijo Ryu, quitándole importancia a lo anterior


Mientras tanto, Lyserg pensaba en lo que pasó, Horo se enojó justo en el momento en que Ryu bromeó con él, abrazándolo y diciéndole lo lindo que era, eso lo dejó dudando.


Ren llegó por Tamao, ya sus amigas se habían ido y estaba sola, esperándolo, él no sintió ni un poco de culpa, pero ella al verlo cumplir su promesa se emocionó, llegó tarde, pero al menos llegó


—¿Tienes hambre? Vamos a comer —sugirió ella emocionada, esa sería su primera cita


—No tengo hambre —recordó que acababa de comer algo— Pero te llevo a casa —dijo sin emoción alguna, él no pensaba en tener una cita, solo la acompañaría a casa


—Ya veo —susurró cabizbaja, agachando la cabeza


La nueva pareja se alejó, Tamao guiaba el camino, pues Ren no sabía dónde vivía ella


—¿Y qué hiciste hoy? —indagó la chica


—Solo fui a clases, platiqué con mis amigos, es todo


—Ya veo —sonrió un poco tímida, luego pensó en contarle algo de ella, al menos para romper el hielo


Así fue como Tamao comenzó a platicar cosas aleatorias de su día de hoy, Ren oía, pero no escuchaba del todo, no estaba muy interesado. No sabía cómo era tener novia, era la primera vez que salía con alguien, no conocía los protocolos en absoluto, ni siquiera había dado su primer beso


Justo cuando pensaba esas cosas, sintió que alguien agarraba su mano, volteó enseguida y notó a la chica con el rostro todo rojo, avergonzada, le había tomado de la mano


—¿Te molesta si hago esto?


—Está bien —respondió indiferente, caminando de la mano con ella


Llegaron a la casa de Tamao y se detuvieron en la puerta, ella soltó la mano de Ren y se giró hacia él, quedaron de frente, ella de espaladas a su casa


—Sé que es extraño porque es el primer día y no nos conocemos, pero espero esto funcione —dijo con una gran sonrisa, él solo la miró


—¿Debería besarla? —pensó un poco confundido, no sabía si era correcto ya darle un primer beso, además que él nunca lo había hecho, quizás lo haría mal, eso no se sentía cómodo de pensar


—¿Qué pasa? —preguntó al verlo tan pensativo, el agitó su cabeza en negativa


—Descansa, te veo mañana —dijo sin más, luego se giró y se alejó, sin esperar respuesta


—Vaya, creí que iba a besarme —pensó con decepción, luego solo entró a su casa.


Pasaron los días desde que Ren y Tamao comenzaron a salir, aunque él era amable, realmente no parecía interesado en ella en lo más mínimo, a lo mucho incluso, solo se habían agarrado de la mano, pero ni siquiera un abrazo, mucho menos un beso.


Mientras tanto el grupo de amigos, se vieron durante el almuerzo, se sentaron todos juntos debajo de un árbol en el jardín de las instalaciones educativas


—Ese Ren, pasa más tiempo últimamente con Tamao —comentó con curiosidad Chocolove— Antes solo iba por ella a la salida


—Hasta alguien frío como él, puede caer ante alguien, así es el amor —comentó Anna convencida


—Vaya, seguro lo dices por experiencia —bromeó divertido Chocolove, ganándose un golpe certero por parte de la chica


Luego, sin que lo esperara, Yoh recibió otro golpe


—¿Yo por qué?


—Te estabas riendo —dijo avergonzada, mirando a otro lado


—Bueno ya, dejen de molestar a Ren con eso —habló Manta apenado


—Él ni siquiera está aquí —dijo Ryu


—Bien, yo iré por una bebida —dijo de pronto Lyserg— ¿Alguien quiere algo?


—Te acompaño —respondió Horo, poniéndose de pie


—En ese caso voy yo también —contestó Ryu, intentando abrazarse a Lyserg


—Deja de molestar —comentó Horo Horo— Vamos Lyserg


Los dos chicos se alejaron de ahí, sus amigos los observaban


—Últimamente el temperamento de Horo Horo no es muy bueno —musitó con tranquilidad Yoh— Seguro está por reprobar —rio divertido, aquello no era poco común


—Interesante —musitó Anna, viendo a los dos amigos aún alejarse.


—Dime algo Horo —habló Lyserg mientras caminaban— ¿Te molesta Ryu? ¿No te agrada?


—Pero ¿Qué dices? Somos amigos, claro que me agrada —sonrió un poco


—A veces pareciera que te molesta


—No es nada en particular, él es un poco empalagoso contigo, ¿acaso no te molesta?


—Es divertido —admitió sonriendo


—Ya veo —se quedó callado y siguió caminando


Mientras continuaban su andar, Lyserg vio de reojo a Horo Horo, se veía muy serio y no sabía que le pasaba, al igual que los demás, percibía que algo no estaba bien y quería averiguarlo.


Siguieron pasando los días. Una mañana, habían pasado más de veinte minutos y el profesor de química no había llegado al laboratorio para la práctica de ese día, poco después llegó el director a avisarles a los alumnos que el maestro estaba enfermo y no iría, tampoco había quien lo sustituyera, así que podían irse


—Ni modo —dijo Horo con una sonrisa, odiaba esa clase de todos modos— ¿Irás con tu novia? —preguntó hacia su amigo, este calló un momento, luego negó con la cabeza


Mientras los alumnos salían en grupos del laboratorio, ellos se quedaron en su mesa de trabajo, Ren estaba demasiado silencioso, mientras el peli azul guardaba sus cosas en la mochila


—¿Qué opinas de ella? —preguntó de pronto Ren, mirando al frente, su amigo lo miró


—¿De tu novia? —el otro asintió


—Creo que ella tiene mal gusto —bromeó, luego echó a reír


—Ya veo —expresó Ren con más seriedad de la acostumbrada, luego, sin más, agarró sus cosas y se fue, Horo lo miró marcharse y le dio alcance


—¿Estás enojado?


—No —respondió indiferente


Caminaron juntos por el pasillo, frente a ellos, no muy lejos ni muy cerca, miraron a Ryu y Lyserg conversar, el primero se acercó al otro como de costumbre, solo que estaba vez lo abrazó efusivamente y no de broma como solía hacer, en ese momento Horo se alborotó el cabello


—Otra vez molestándolo —expresó algo incómodo


Ren se sorprendió de la reacción de su amigo, nunca lo había visto tan sacado de onda, el otro suspiró ampliamente y luego avanzó hacia el otro par


—Oye Ryu, deja en paz al pobre de Lyserg —regañó alzando la voz, los otros dos voltearon


—Ah, Horo, hola —saludó el de cabello verde


—Vamos, aléjate de ese pervertido —sin más, Horo agarró de la muñeca al otro y se lo llevó, para asombro de Ryu, pero más que de él, de Ren, pues no entendía lo que pasaba


—¿Acaso Horo Horo está? —confundido por la escena, miles de pensamientos llegaron a la mente de Ren, pero ninguno positivo


—Ah Ren, estás ahí —saludó Ryu como si nada


Sin embargo, Ren no contestó, le pasó por un lado y se fue de largo


—Todos son tan extraños últimamente —pensó el joven.


Unos cuantos días después, ya era fin de semana, Tamao invitó a Ren a pasear por el parque de la reserva natural de la ciudad, era un área protegida pero había secciones donde las personas podían ir a pasar el día, era una especie de día de campo, la chica cocinó esa tarde


—Toma —extendió a su novio un tazón de arroz y este lo sujetó


—Gracias —respondió él, luego ambos comenzaron a comer


—Estoy muy emocionada —expresó la chica— Pronto cumpliremos 3 meses de novios


Ren se quedó todo pensativo, el tiempo realmente que pasaba rápido, parecía que había sido ayer cuando la chica se le declaró y lo invitó a salir. Habían estado juntos todo ese tiempo, pero él seguía sin sentir nada por ella, sin embargo…


—Quiero presentarte a mis papás


Al oír eso, Ren casi se atraganta con su arroz, pues se le hacía demasiado pronto para semejantes formalidades, pero Tamao sonreía convencida


—Les he hablado mucho de ti —sonrió avergonzada— ¿Sabes? Eres mi primer novio


—Ya veo —musitó dubitativo. Ella también era su primera novia, así que no sabía mucho como actuar


—¿Puedo hacerte una pregunta?


—Dime —respondió él con seriedad


—¿Por qué nunca me has besado? —cuestionó con la cara toda roja


Ren lo pensó, la verdad es que nunca había tenido ganas de hacerlo y no le parecía del todo raro, después de todo tenía a Yoh y Anna como ejemplo, ellos solo se besaban si no estaban frente a los demás, pero en más de alguna ocasión le tocó verlos, solo que en su caso, ambos estaban enamorados del otro, aunque no fueran expresivos, se notaba


—Puedo hacerlo ahora, si quieres —respondió fríamente


—No si te sientes obligado —agachó la cabeza con tristeza


Ren la miró fijamente un instante, luego dejó su tazón de arroz y se acercó a ella, Tamao levantó el rostro y vio el de su novio muy cerca de ella, luego, sin más, Ren la besó y ella correspondió, toda nerviosa y tímida, pues era su primer beso, solo que ella no sabía que el de él también.


Caminando por ahí, se encontraban Horo Horo, Chocolove y Manta, los tres habían ido a un centro de videojuegos, luego decidieron ir a la reserva natural a pasar el resto del día, los demás no habían podido acompañarlos


—Ya pronto acaba el semestre —dijo con emoción Horo Horo


—Sí, es una lástima —respondió Manta con el sentimiento opuesto


—Oigan chicos, miren, es Ren —interrumpió Chocolove, señalando a la pareja


Los otros dos voltearon al mismo tiempo y los vieron, a Ren y a Tamao, se estaban besando, los dos sentados, estaban sorprendidos, jamás los habían visto tan cerca


—Dejemos de mirar, vámonos —dijo Horo Horo y se alejó, notoriamente afectado, pero los otros dos no se dieron cuenta


—Espéranos —habló Chocolove y fue tras él, luego Manta también.


Ren y Tamao se alejaron uno del otro, ella estaba toda roja como tomate, él un poco avergonzado, pero no mucho, besar no era la gran cosa, no se sentía nada, no entendía porque tantas personas se preocupaban por el primer beso y esas cosas, para él fue nada especial.


Continuaron con su día de campo como siempre


—Oigan yo, creo que me iré —dijo de pronto el peli azul, sus amigos lo miraron extrañado


—¿Estás bien? Te ves algo…


—Estoy bien —sonrió extrañamente exagerado, luego les dio la espalda— Nos vemos el lunes —se alejó de ellos


—¿Qué le pasa? ¿No crees que está muy raro últimamente?


—Creo que… está enamorado —comentó Chocolove— Solo las personas distraídas por amor actúan así


—¿Enamorado? Pero ¿de quién?


Los dos se quedaron pensativos, luego ambos se miraron mutuamente


—¡Lyserg! —dijeron al mismo tiempo


Ambos lo habían notado, como Horo se enojaba por la actitud de Ryu hacia el chico mencionado, después de todo, encajaba con la situación


—Pero ¿Ryu no está también enamorado de él?


—No, él solo juega —aseguró Manta


—Tengo una idea —Chocolove agarró a Manta del brazo y lo jaló hacia él, como era pequeño no tuvo problema en arrastrarlo hacia su idea


Le dieron alcance a Horo Horo, quien estaba por salir del área natural


—Espera amigo


—¿Qué sucede?


Chocolove soltó a Manta y se dirigió solo hacia el otro


—No tiene nada de malo si te gusta otro hombre, sabes que siempre te vamos a apoyar —dijo convencido de ello, Horo estaba confundido


—¿De qué hablas?


—Sabemos que estás enamorado de nuestro amigo, pero no te preocupes, él no está interesado en esa persona


—¿No está interesado? —preguntó todo confundido


—Sí, te lo aseguro, así que por favor, no te molestes y solo dile cómo te sientes —aconsejó


—Chocolove tiene razón Horo, tú solo, atrévete a confesarle tus sentimientos


—Gracias muchachos —emocionado les dio un abrazo a cada uno, luego se fue corriendo, pensando en que no perdía nada si confesaba sus sentimientos.


Al día siguiente era domingo, repentinamente, Horo recibió una llamada de uno de sus amigos, ni siquiera la esperaba, pero no dudó en responderla


—¿Hola? ¿Qué pasa?


—¿Estás ocupado? —sonó la voz del otro lado


—No, ¿por qué?


—¿Estás en tu casa?


—Sí, Pirika se fue a su clase de piano y estoy solo ¿Por qué?


—Estoy afuera


Horo Horo se asomó por la ventana y vio a su amigo, sonrió y le abrió la puerta


—No te esperaba Lyserg —dijo asombrado— Pasa


El chico entró y se dirigieron a la sala


—Manta me llamó ayer, dijo que quizás querías verme


—¿Qué? —preguntó Horo todo confundido


—Y bueno, yo también quería verte —dijo, sintiéndose cohibido


Hubo un rato largo de silencio


—Cuando lo escuché, no pensé que tú te sintieras igual


—No sé de qué me hablas —estaba más confundido que nunca


—Por favor Horo, todos se dieron cuenta ya, hasta Ren


Al oír ese nombre, Horo se sorprendió, luego recordó la charla con Chocolove y Manta, entonces ya todos lo sabían y él se sentía muy preocupado, no quería perder a su amigo por eso


—¿Ren lo sabe? —musitó preocupado. Recordó la pregunta que él le hizo en el laboratorio, sobre qué pensaba de su novia, seguramente ahora lo odiaba, pensando que él conspiraría contra la chica, pero esas no eran sus intenciones


—¿Estás bien? —preocupado por su amigo, lo agarró de la mano— Si no estás listo para hablarlo, déjame a mí hacerlo


—No entiendo —comentó confundido


Lyserg sonrió nervioso, luego se inclinó hacia Horo y le dio un beso cerca de la boca, dejándolo completamente helado


—También me gustas —confesó apenado— Entre Ryu y yo, solo hay amistad, por favor, deja de pensar mal sobre él


Horo no entendía nada de lo que estaba pasando, solo sabía que le daba vueltas la cabeza y quería salir huyendo, pero esa era su casa y no podía hacer eso


—Ahora soy yo quien no entiende —dijo el peli verde


—Escucha Lyserg, lamento si pensaste otra cosa, pero yo no…


—¿Acaso no estás enamorado de mí? —cuestionó confundido


Horo tiñó todo su rostro de rojo, sorprendido, pero también avergonzado, la situación se había salido de control, entonces todos creían que le gustaba Lyserg, el propio chico lo creía, pero entonces cuando él dijo que hasta Ren lo sabía quería decir que…


—¿Ren cree que me gustas? —preguntó alterado


—Sí ¿Por qué?


—Perdóname Lyserg, pero hubo una confusión, yo no te veo de esa forma, si te apartaba de Ryu era porque creí que te resultaba incómodo, perdóname si te hice creer otra cosa


Lyserg no entendía por qué dolía tanto oír eso, pero sabía que el amor no se podía forzar, pero entonces ¿a quién amaba Horo?


—Debo irme, estás en tu casa —salió huyendo de ahí


No tuvo ni siquiera oportunidad de explicarse de mejor, pero aquel rechazo se sintió muy triste, Lyserg solo suspiró largo y cansado, su primera decepción amorosa le dejaba un mal sabor de boca.


Horo Horo corrió lo más rápido que pudo, dirigiéndose a la gran mansión de los Tao, llegó y un sirviente le abrió, él ni siquiera esperó que lo anunciaran


—Ren ¿estás en casa? Ren —llamó a su amigo un par de veces


—El señorito salió con su novia joven Horo Horo —dijo el sirviente


—¿Dónde fue?


—Creo que al parque de diversiones —respondió aunque no muy convencido


—Gracias —Horo salió corriendo de ahí a toda prisa, debía decirle a su amigo cómo se sentía, no quería que creyera que gustaba de Lyserg, a Horo no le gustaban las mentiras, las odiaba, aunque no tuviera una respuesta como la quería, su amigo tenía novia después de todo.


Dentro de aquel lugar lleno de gente, Ren y Tamao caminaban tomados de la mano, ella platicaba mientras él solo miraba curioso alrededor, no le gustaban las ferias, no le gustaba estar rodeado de tanta gente


Mientras veían, se toparon con Yoh y Anna que estaban en una cita


—Hola chicos —saludó Yoh alegre, como siempre


—Hola —respondió seco Ren


—Si van a la montaña rusa, está la fila muy larga —dijo Anna con tranquilidad


—A mí me dan miedo esas cosas —respondió Tamao avergonzada— Por cierto, ¿puedo hacerte una consulta sobre el taller de confección? —cuestionó Tamao hacia la otra chica


Anna asintió y ambas se alejaron un poco


—No esperaba verlos aquí, no creí que te gustara venir a estos sitios


—En realidad los odio —respondió Ren— ¿Y los demás? Que raro no verlos pegados a ustedes


—Si vinieron, están por ahí, bueno, solo Lyserg y Horo no, ellos —rascó su cabeza un poco— Tenían cosas que hablar


Ren se quedó todo petrificado al oír eso, por alguna razón sentía que su corazón latía inquieto, lo que había visto en las últimas semanas no lo tenía para nada contento


—Ya vámonos —pidió Anna una vez que terminó de hablar con Tamao


—Nos vemos chicos —se despidió Yoh. La pareja se alejó de los otros dos


—Oye ¿Qué pasa? Te ves algo…


—Creo que me iré a casa —dijo de pronto Ren


—¿Qué? Pero…


—Perdóname, pediré a uno de mis sirvientes que te lleve a casa —mientras se alejaba de ella, llamó por teléfono a su casa para pedirles ese favor, sin dar más explicaciones


—No es justo ¿Por qué me hace esto en medio de una cita? —pensó algo molesta.


Ren se alejó, caminando a paso lento, no sacaba de su cabeza todas esas palabras, las escenas, sus sentimientos, todo se sentía tan mal, todo lo que tenía que ver con Horo le hacía doler el estómago ¿Qué era ese sentimiento?


Mientras corría de camino al parque de diversiones de la feria, Horo pensaba en lo que Lyserg le dijo, en su confesión, en sus propios sentimientos, todo estaba tan revuelto dentro de su cabeza.


Caminaba lento hacia su casa, Ren decidió caminar porque tenía muchas cosas en qué pensar y se sentía muy confundido, su cabeza estaba a punto de explotar.


Por ir andando distraído pensando en sus cosas, Horo ni siquiera se dio cuenta cuando chocó contra alguien y ya que él iba corriendo, la fuerza hizo que cayera de espaldas y sentado al suelo


—¡Fíjate por donde vas, idiota! —dijo una voz cerca que le resultó familiar, la otra persona no cayó al suelo, pero sintió el dolor del golpe


—Será mejor que… —levantó la cabeza y entonces lo vio, chocó con Ren


El hijo de los Tao también vio contra qué chocó, sorprendiéndose de la casualidad, era como si su mente lo hubiese invocado de algún modo. Entonces, el mundo se detuvo y solo estaban ellos dos, frente a frente


Ren extendió la mano y ayudó a su amigo a levantarse


—No corras como idiota —regañó molesto— ¿Te lastimaste?


—Estoy bien


—¿Por qué corrías?


—Yo, quiero hablar contigo


—¿De qué?


—Lyserg vino a verme y…


—No me interesa —lo interrumpió, sintiéndose molesto— Adiós, estoy agotado


Ren metió las manos en sus bolsillos y avanzó, alejándose de su amigo


—Fue un error —lo llamó, deteniéndolo— No es lo que todos piensan


—¿De qué hablas? —se giró hacia Horo, sin entender qué sucedía


—El propio Lyserg lo pensó y yo lo rechacé


—¿De qué estás hablando? —preguntó poniéndose todo nervioso, sus ojos estaban abiertos con amplitud, su corazón comenzaba a latir de prisa


—No es él —se puso rojo y tardó en terminar la frase— No es quien me gusta, ese es… ese es… eres tú —confesó finalmente


Como un eco en una cueva enorme, Ren escuchó la última frase un par de veces, difuminándose a lo lejos pero haciéndolo agitarse, su mente trataba de asimilar esas palabras, Horo se acercó a Ren


—Aquel día me preguntaste qué pensaba de ella y yo mentí, lo que realmente pienso —miró fijo a su amigo a los ojos— Que ella es muy afortunada, por derretir tu estúpido corazón de hielo


Las palabras de Horo aún se sentían confusas, pero poco a poco cobraron un significado, entonces Ren se encontró a sí mismo sonriendo, por primera vez en su vida sentía una calidez que hasta antes le era desconocida


—Sé que no te sientes igual, que estás con ella, pero si no hablo de esto entonces…


Ni siquiera pudo terminar de hablar, Ren dio un paso al frente y juntó sus labios con los de Horo Horo, dejándolo impactado por completo. La primera vez que besó a Tamao no sintió ni siquiera deseo de hacerlo, lo hizo porque creyó que era lo siguiente en su distante relación, pero ahora, besó a su amigo porque nunca antes tuvo un deseo tan fuerte que fuera incapaz de reprimir


Horo tardó en reaccionar, pero cuando lo hizo finalmente, correspondió al beso, no entendía lo que estaba pasando, pero no tenía cabeza para eso, solo quería besar al chico que le gustaba, a su querido amigo


Cuando terminaron se separaron y se miraron a los ojos, ambos avergonzados


—¿Por qué tú? ¿Por qué lo hiciste?


—Sabía que estaba mal —comenzó a hablar Ren— Sentía que algo me pasaba contigo y me dije a mí mismo que no era correcto, entonces llegó ella y fue mi escape de la realidad, yo sabía que estar con ella sería lo correcto, que nadie me juzgaría, pero no se sintió bien, nunca


Aunque Ren era de pocas palabras, aquella confesión fue lo más sincera posible, Horo estaba boquiabierto, no podía creer que era correspondido


—Eres hombre y mi mejor amigo, no era fácil admitirlo —terminó de confesar el chico Tao


—El amor sincero siempre será correcto —afirmó, acercándose de nuevo a Ren— Te amo


Ren sonrió, agarró a Horo por la cintura y lo atrajo, dándole de nuevo un beso. Los dos se besaron sin importar nada más, estaban en la vía pública, había autos pasando por ahí, pero nada de eso importó, ahora que se habían confesado, podían estar juntos.


Llegó el lunes por la mañana, Ren era consciente de que debía terminar su falso noviazgo con Tamao, falso porque él nunca la quiso, aunque no se sentía del todo culpable, pero no podía engañarla. Cuando quiso hablar con ella a la salida, ni siquiera pudo comenzar a hablar, recibiendo de ella una bofetada


—No te quiero volver a ver


—¿Qué pasa? —preguntó confundido, ella sonrió con burla


—Descarado —limpió algunas de sus lágrimas— Tu sirviente fue por mí, yo los vi


—¿Qué cosa? —trató de saber lo que hablaba, luego le llegó la iluminación y se quedó callado


—Iba dentro del auto y ahí estabas con ese amigo tuyo, besándose. Si eras gay no tenías porque usarme de tu tapadera —dijo enojada


—Perdón, pero supongo que fui cobarde, igual no me arrepiento


—Tú…


—No quise hacerte perder el tiempo, adiós —sin más, simplemente se alejó, dejándola muy molesta pero también decepcionada.


—¿Cómo te fue con Tamao? –preguntó curioso Horo cuando ambos se reunieron en el campus


—Me abofeteó —confesó sin interés


—Eres tan frío —rio divertido, luego sintió que una mano agarraba la suya, bajó la mirada y vio a Ren sujetarlo fuerte— Bueno, no con todos —dijo apenado


—Ahora digámosles a esos tontos —dijo Ren, su novio estuvo de acuerdo


El par de amigos llegó a la mesa donde solían almorzar con sus amigos, ahí estaban todos, o al menos casi todos, faltaba Lyserg, pronto Horo se sintió muy mal por él


—Hola —saludó el peli azul


—Hola —respondieron todos, nadie captó que estaban tomados de la mano


—Que sorpresa verte aquí y no con Tamao, Ren —comentó Ryu extrañado


—Esperen, algo hay diferente —dijo Manta, mirando a los recién llegados, pero nadie notaba nada


Anna miró fijo al par de amigos y fue la única que vio la unión de sus manos, disimuladamente bebió de su jugo y miró hacia otro lado, ahora entendía por qué Lyserg no estaba en la mesa en ese momento


—Chicos, nosotros queremos decirles que…


—¡Ah! Pero ¿Qué es eso? —preguntó alterado Chocolove, parándose sobre la silla donde antes estaba sentado, ahora señalaba a los otros dos


—¿Qué cosa? —preguntó Yoh


En pocos segundos, todos notaron lo de las manos, menos el chico Asakura, que era poco observador para esas cosas


—Vaya, que calladitos se lo tenían —dijo Ryu asombrado


—No entiendo —habló Yoh, aún sin notar nada


Pronto todos estaban hablando de eso, Ren y Horo no tuvieron siquiera que platicarles nada, ya todo estaba dicho, solo Yoh continuaba sin entender.


El resto del día no supieron de Lyserg, aunque intentaron llamarle, no respondía al teléfono, pensaron que tal vez estaba enfermo. Llegó la hora de salir, se reunieron en la puerta


—Nosotros nos vamos por acá —señaló Ren el otro lado


—Hasta mañana —se despidieron los demás


Mientras la nueva pareja se alejaba, Yoh los miró fijamente, entonces asombrado señaló a los dos


—Esperen, ellos están… tomados de la mano ¿cierto? —preguntó alterado


—Apenas lo notas, eres un idiota —regañó Anna a su novio, este se rascó la cabeza


—Lo siento —rio nervioso


—No tienes remedio. Ya mejor nos vamos


Manta, Chocolove y Ryu se fueron hacia otro lado


—¿Sabes? Creo que Lyserg no está resfriado o algo así —comentó Anna


—¿Ah sí? ¿Por qué lo crees? —preguntó el distraído de Yoh


—Ay, olvídalo —enojada por la torpeza del otro, la chica se alejó de ahí, Yoh la siguió sin dudarlo.


Algunos meses después…


Dentro de la mansión Tao, se encontraban Ren y Horo en la habitación del primero, estaban acostados sobre la cama, con ropa, casi abrazados, mientras disfrutaban un tiempo a solas. Luego de un beso, hubo un poco de silencio


—He estado pensando —comentó Ren— En poco tiempo estaremos en la Universidad, y tal vez, quieras mudarte conmigo


—¿Qué? ¿Hablas en serio? —preguntó sorprendido, separándose un poco del pecho del otro y mirándolo a los ojos, Ren asintió


—Vi un departamento cerca de la Universidad, está en medio de la facultad donde quieres ingresar y la mía


—Vaya, lo tienes todo planeado


Ren sonrió, como pocas veces hacía, luego compartieron otro beso, Horo volvió a acostarse, abrazándose a la cintura de su novio, nunca había sido tan feliz


—Antes tenía miedo del cambio, pasar de amigos a amantes, no parecía tan sencillo hace unos meses —confesó el peli azul


—Lo sé —admitió Ren— Me alegra que tuvieras el valor de buscarme ese día


—Soy feliz a tu lado, gracias por todo —se abrazó más fuerte a su cintura


Ren no dijo nada, lo abrazó en silencio, él también era muy feliz, aunque le costara más trabajo admitir sus sentimientos abiertamente.


Unos meses después, luego de que Horo llegara de la Universidad al departamento donde vivía con Ren, este le mostró una carta invitación que les había llegado, era para la boda de Yoh y Anna


—Como pasa el tiempo, esos dos ya van a casarse —comentó sorprendido Horo


—Mi padre decía que no duraríamos, que eras solo un capricho —habló con molestia Ren


—Eso fue antes, ahora vio que es en serio y me aceptó como tu novio


—Eres más que eso —habló Tao avergonzado— Eres el hombre de mi vida


—Ay, estás siendo cursi —comentó en burla Horo, acercándose para abrazarlo


—Claro que no, aléjate —dijo apenado, la cara toda roja de la vergüenza


—Es lindo verte apenado después de tanto tiempo


—Eso es porque eres un idiota —habló avergonzado, volteándole la cabeza


—Soy más que un idiota, soy tu idiota —llegó hasta él y lo abrazó por la espalda, Ren sonrió— Te amo —besó su cuello con delicadeza


—Y yo te amo a ti, idiota —respondió, girándose hacia él lo abrazó por la nuca


Luego de eso compartieron un largo y apasionado beso, el tiempo juntos hasta entonces había sido tan maravilloso que se pasó volando, sabían que aún les quedaba mucho más juntos, los mejores amigos que se convierten en amantes sin duda había valido la pena.

Notas finales:

¡Hola! Gracias por haber leído, espero que les haya gustado este fanfic, dejen sus opiniones


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