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Puntos de sutura. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Mientras los dos hombres forcejeaban en la cama, el colchón pareció sacudirse violentamente de un lado para otro. Dohan, que estaba borracho, no pudo moverse cuando Hyewon, que era más alto que él, lo presionó para abajo con todo su peso. Normalmente era un hombre rudo, lo habría golpeado y pateado hasta dejarlo inconsciente y lo insultaría por haber jugado con su honor como Alfa. Pero, ahora pareció estar tan honestamente mal, que ni siquiera podía manejar su pene de manera correcta.

Hyewon agarró sus hombros con firmeza y lo mantuvo quieto antes de que le volviera a dar un cabezazo. No sabía nada sobre las feromonas de un Alfa, pero al menos podía olfatear ese olorcito típico de la piel de Dohan sobre la suya. Hyewon entonces puso sus labios en sus labios y lo chupó hasta que el sabor amargo a alcohol le impregnó la saliva. Sin embargo, no era algo que le molestara en absoluto. Más bien, podía decir que le gustaba tanto, que su corazón, que se había enfriado con el nombre desconocido de "Kim Tae-min", comenzó a latir con mayor intensidad.
Lo había atacado porque estaba enojado con él, eso era completamente cierto. Pero, una vez que comenzó, Hyewon se encontró con que ya no podía detenerse. 

Era irresistible. 

Hye-won metió la lengua en el pequeño espacio de su boca, pero Do-han pareció no querer que lo tratara así. Más bien, él deseaba tomarse su tiempo para sentirlo bien. Acariciarlo, chuparlo, beberlo un poquito mejor y consentirlo. Y sorprendido por esa reacción tan inesperada, Hyewon se encontró respirando muy profundo. Obviamente, había sido Kang Hye-won quien lo atacó primero, pero era agradable sentir que también estaba involucrándose en esto.

La boca de Dohan estaba muy caliente. Tanto y tanto, que fue como si su saliva, que estaba brotando por sus comisuras, fuera a secarse y a evaporarse de un momento para otro. La lengua, que se le retorcía como una serpiente que estaba increíblemente hambrienta, subía y bajaba de un modo tan encantador, que incluso el aliento que llegó a tocarle la mejilla le hizo suspirar.

"Ah, ah..."

Cuando Hyewon agarró las manos de Dohan y ​​las fijó en la parte de atrás de su cabeza, sus músculos trapecios y sus hombros, que eran perfectos sin importar donde se miraran, se destacaron tan perfectamente que fue como si quedara en shock. Sus brazos estaban muy levantados y revelaban unos duros deltoides y también, unos grandes músculos pectorales que estaban bien abultados debido al ejercicio. ¿Y cuántas veces había estado pensando en este cuerpo, en su propio espacio, donde no había nadie más que ellos dos gritando sus nombres? Era perfecto. Tanto que Hyewon puso sus labios con cuidado en su pecho, siguiendo la ilusión que había repetido innumerables veces en las imaginaciones de su cabeza. Desde la clavícula hasta los pezones, que ya se le habían endurecido lo suficiente bajo su boca, Hyewon comenzó a acariciarlo utilizando la punta de una lengua que ya estaba bastante caliente. Y cuando Hyewon incluso levantó los dientes y mordió su pezón, Dohan exclamó: "¡Aah!", Dejó escapar un gemido y giró su cuerpo hacia el otro lado casi inconscientemente. Entonces aparecieron sus flancos retorcidos, con músculos fuertemente entrelazados y costillas marcadas, como para mostrarle lo hermoso que era sin importar el ángulo que comenzara a tomar.

Hyewon no pudo contenerse más después de eso. 

No podía deshacerse de todas esas emociones y sensaciones que corrían por su cabeza e incluso, por un momento, fue como si la herida punzante de su pecho finalmente hubiera estallado para comenzar a supurar.

"Do-han..."

Hyewon llamó el nombre de Dohan en voz baja. Contrariamente al habitual tono frío y seco que ponía siempre en el hospital, la de esta vez pareció estar agrietada y rebosante de calor.

Dohan entonces se volvió hacia un lado y sacudió la espalda en el aire, haciendo que su pene bien erecto quedara más expuesto y los hoyuelos le aparecieran y le desaparecieran de esas caderas tan bonitas de las que había estado tan orgulloso antes. Hyewon lo llamó por su nombre una vez más, pero Dohan no respondió de inmediato. Solo hubo un sonido de dolor de tono bajo que hizo que su garganta se pusiera a vibrar.

El hombre miró su gesto descarado por un momento, luego agarró cuidadosamente sus genitales, con una mano blanca, y lo acarició hasta hacer que se pusiera a temblar justo como lo había hecho la primera vez. Los pilares mojados y brillantes de su pene, aparecían y se ocultaban repetidamente mientras se pegaban a la piel humedecida de sus palmas y luego, como si estuviera tragando un gemido, pudo ver incluso la fuerza que Do-han había puesto en las líneas de la mandíbula para intentar resistir.

Hyewon agarró su pene aún más fuerte y pasó su otra mano entre sus nalgas. ¿De quién creía que era la mano que le estaba haciendo esto? ¿De Kim Tae-min? Dios, no quería ser el sustituto de Kim Tae-min esta noche, pero pareció que ya no tenía remedio. Hyewon extendió con cuidado sus largos dedos entre su cuerpo así que, mientras jugueteaba con sus caderas de manzana, le hizo torcer su torso una vez más hasta que incluso se preguntó si lo estaba sintiendo bien.

Dohan giró su cuerpo boca abajo, levantó las nalgas en lo alto y comenzó a tomar las sábanas entre sus manos como si este fuera el modo que había adoptado para no enloquecer. Hyewon agarró sus caderas temblorosas con ambas manos y le abrió las piernas de par en par sobre la cama. Los testículos que se balanceaban a través de sus muslos eran claramente visibles, y la entrada rosada pareció comenzar a punzarle intermitentemente. Luego, Kang Hye-won se quedó mirando ese ano en el que nadie había entrado antes de él, y empujó suavemente su largo dedo índice hasta dentro. Naturalmente, solo se tragó la punta de la uña. Pero cuando no apretó, decidió levantarse para colocar la lengua en su lugar.

"¡¡Aaah!!"

Dohan, que había estado sacudiendo la espalda durante mucho tiempo, se detuvo por un momento y luego respiró increíblemente hondo cuando algo caliente y húmedo tocó ese lugar. El hombre agarró el dobladillo arrugado de la sábana con ambas manos y repetidamente apretó y aflojó esta parte según el placer que sentía entre sus nalgas.

La respiración de Hyewon, que estaba demasiado agitada y áspera, llegó a meterse entre la piel del trasero de Dohan así que se agarró al colchón y tembló ante la extraña sensación que sintió cuando su lengua puntiaguda tanteó alrededor del agujero y se empujó finalmente hasta el tope. Entonces, cuando dejó de moverse, Hyewon metió su mano entre sus piernas y agarró sus genitales para intentar volverlo a masturbar. Podía sentir su verga creciendo, hinchando su carne en la punta de sus dedos sin ningún tipo de filtración.

"Ah, ah, es... Es extraño..."

Dohan, que había apretado los dientes y hablado de una manera un tanto reprimida, pareció haber llegado a un punto perfecto de excitación sexual. Sin embargo, de vez en cuando, abría los labios y dejaba escapar un pequeño gemidito. Extendía las manos o dejaba caer la frente contra la sábana mientras se ponía a gritar.

Hyewon, que miraba a Dohan de una manera absolutamente fija, perdió la cabeza, distorsionó su impresión y metió tres dedos a la vez. El agujero que había estado abierto de par en par mientras se retorcía por el placer que estaba haciéndole sacudir hasta la espalda, se cerró ante la repentina intrusión. Palpitó de nuevo y ocasionó que Dohan abriera la boca de un modo que se sintió un tanto exagerado. Se derrumbó sobre la sábana, con un sonido extraño y luego dijo que era "algo completamente nuevo para él." Y que "era vergonzoso." Pero Hyewon igual quería cuidar a Dohan. El hecho de que fuera un Beta no significaba que no supiera como era el sexo anal así que movió los dedos suavemente incluso ante el acto de su amigo, gritando con toda su fuerza y moviéndose para arriba y para abajo sin parar. Los fuertes muslos de Dohan temblaron cuando lo abrió un poquito más con las manos y luego los testículos, que parecieron bastante pesados a través de sus piernas abiertas, se estremecieron y se quejaron hasta que, en un punto, vomitó un montón de semen en su palma. Pero el líquido blanco y espeso era tanto y tan exagerado, que pareció derramarse. 

Do-han, que había derramado todos los deseos acumulados sobre él, relajó la espalda y cayó sobre la cama mientras comenzaba a respirar con muchísima fuerza. ​​Hye-won miró sus dedos sucios, sus palmas sucias, y luego se la llevó de inmediato a la boca y a la nariz ¿Podían los Omegas oler las feromonas en el semen de Dohan? Hyewon respiró hondo y lo olfateó. Pero, incapaz de resistir la sed ardiente que estaba creciendo dentro de él, puso su lengua en su mano y lo probó como si fuera chocolate. Olía como la piel de Dohan, pero tenía un sabor salado. Y mientras hacía eso, incluso sintió que su pene se había comenzado a hinchar otra vez. 

Hye-won volvió a separar las nalgas de Do-han con una mano apresurada y torpe.

El semen que tenía entre la mano actuó como lubricante cuando metió sus dedos manchados a través del agujero y luego, los sacó lentamente como para que se pudiera acostumbrar. Entonces, Dohan, que estaba acostado en la cama, exhalando con dificultad y jadeando, hizo un intento por arrodillarse y se acomodó para que esa mano presionara justo en ese punto que pareció gustarle mucho.

Hyewon fue quemado hasta la médula por culpa de lo sexy que se veía, como si fuera un río expuesto en una sequía. Sus genitales estaban dolorosamente excitados, su pecho ardía y sentía una sed increíblemente loca por él. Cuando Dohan volvió a torcer su cuerpo e intentó levantarse un poquito más, Hyewon, bastante impaciente, comenzó a meter ese voluptuoso pene que tenía, dentro de su pequeña entrada rosada y necesitada por él. No había forma de que ese objeto pudiera caber en el ano que apenas y había aflojado con sus torpes manos, pero lo intentó tan despacio como la mente le decía que lo hiciera.

Hyewon y Dohan soltaron un gemido al mismo tiempo.

"Ah..."

"Umm..."

Cuando Hyewon trató de empujar su pene con fuerza dentro de él, Dohan arrojó su rostro contra la almohada e hizo una voz extrañamente más fuerte. Luego, Hye-won palmeó la parte inferior del abdomen de Do-han con una mano que pareció bastante urgente, le agarró el pene, y comenzó a sacudirlo mientras hacía lo mismo con su cintura. Y allí descubrió que Do-han, que era muy promiscuo, también era extremadamente débil ante el placer. 

Cuando la entrada, que había estado apretada como si fuera a cortarle los genitales de un solo tajo, volvió a aflojarse tanto como la primera vez, Hyewon se empujó hasta hundirse.

"Ah, ah, ah, ah..."

"Dohan, ah, Dohan..."

Su pared interna y caliente envolvió sus genitales hasta el punto en que Hyewon gimió y gritó el nombre de Dohan con toda su fuerza. El interior lo tenía tan caliente que no sería extraño que lo hiciera eyacular de un momento para otro, y aunque estaba un poco apretado, era infinitamente suave. Era agua hirviendo. Un sentimiento de éxtasis breve acompañado con arrepentimiento y resentimiento junto con el placer que le estaba haciendo cosquillas en todas direcciones.
 
"Lo siento, ah... Lo siento..."
 
En primer lugar, no quería tener una relación así con Dohan. Al contrario de lo que decía su mente, su corazón pareció comenzar a desgarrlo desde el centro del pecho. Y cada vez que Hye-Won cavaba en su agujero, Do-Han dejaba escapar un gemido lastimero y reprimido que sonaba como:
 
"¡Aaah! ¡Ah, ah, ah!"
 
Sin saberlo, eyaculó dentro de Dohan de una manera increíblemente pesada. Y cada vez que entraba y salía de su agujero después de eso, el semen blanco brotaba hasta mancharle todo el pene. Intentó meter el dedo a la vez.

"Oh, waaaaa... Ah, ah..."

"Dohan, Dohan... Ah, Dohan..."

"Ah, un poco más.... ¡Ah!"

Kang Hye-won sintió que su corazón estaba a punto de estallar. Exhaló con tanta violencia que sacudió sus hombros y después, agarró la cintura de Dohan con ambas manos y lo aproximó un poquito más hacia él para poder sentirlo mejor. Entonces, cuando la pelvis de Dohan fue sujetada con firmeza por sus gruesos antebrazos, los movimientos del hombre comenzaron a incrementar e incrementar e incrementar uno por uno hasta que de repente, el estrecho agujero se le llenó de semen una vez más. Y Hyewon, que pareció no darse cuenta de lo desencajada que estaba su expresión facial, solo abrazó a Dohan, como si fuera una bestia, y se movió con él como le vino en gana.
 
Hyewon, que abrazó la cintura de Dohan con ambos brazos, como un perro en celo, perdió la razón y palmeó el trasero de Dohan con muchísima fuerza cuando pareció llegar hasta su propio orgasmo. Y ya que eran unas nalgas bastante musculosas, un chasquido resonó en toda la habitación del hotel.
 
"¡Ay! Ah, ah, Dios... ¡Ah!"

Tan pronto como Hye-won empujó su largo y grueso pene en el agujero de Do-han, justo hasta el final de la raíz, se escuchó un chirrido extraño y, al mismo tiempo, los testículos de Hyewon parecieron estrellarse muy duro contra su carne.
 
El hombre gritó el nombre de Dohan casi como si estuviera llorando. A pesar de que no era la primera vez, el cuerpo promiscuo de su mejor amigo sentía tan constantemente el placer, que comenzó a tragarse sus genitales con muchísima más fuerza que la de la primera vez. E incapaz de tragar, la saliva comenzó a fluir de su boca bien abierta y el sudor comenzó a caerle por la cara y por el pecho. Dohan agarró el antebrazo de Hyewon, que sostenía su cintura, y comenzó a decir:

"Ay, Kang Hye-won. Kang, Kang..."
 
El nombre de Hyewon repentinamente salió de la boca de Dohan. 

Hye-won, que fue despertado por la voz que lo llamaba tan suavemente, se volvió hacia Do-han y lo tocó para mirarle la cara:

"¿Qué dijiste?"

"Ah..."

"¿Dohan?"

"Hyewon... Um..."

Hyewon torció el rostro, cerró los ojos y acarició lentamente la mejilla de Dohan mientras lo escuchaba pronunciar su nombre. Un montón de pelo teñido de rojo se aferraba a su rostro igualmente enrojecido así que Hye-won tuvo que darle un par de palmaditas en la cara para confirmar que estaba bien. Sin embargo, Do-han no abrió los ojos y siguió murmurando para si mismo:

"Hyewon... Más. Quiero más... Hyewon. Hyewon."
 
Antes de que Dohan pudiera terminar de hablar, Hyewon volvió a penetrarlo, incluso aunque pareció que se había detenido por un tiempo. Fue un gesto tan violento, que la cabecera de la cama se estrelló contra la pared del hotel toda la noche.


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