Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Puntos de sutura. (Traducción finalizada) por yuniwalker

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Fue un día infernal para Dohan, física y mentalmente hablando.

Las cirugías importantes no dejaban de llegar y de llegar y después de dormir con Hyewon durante dos días seguidos, todo su cuerpo estaba tan infinitamente débil que sintió que en definitiva iba a morir en el momento mismo en que diera un paso en falso.

Dohan logró salir de la sala de operaciones solo para desplomarse en la estación de enfermería en el momento justo en que la alarma de su reloj había comenzado a sonar. Era hora de que saliera el sol, y lo había agendado para que no se le fuera a pasar el momento. En realidad, existieron muchas veces en que perdía el sentido del tiempo y no sabía si el sol salía o se ponía después de estar encerrado en la sala de quirófano durante tanto. Era solo que, en poco tiempo, sería hora de que Hyewon se levantara para ir a trabajar y Dohan había pensado que sería agradable reunirse con él en el vestíbulo. Por supuesto que sería un poco incómodo hablarse pero, al mirarlo a la cara, solo por un segundo solamente, imaginó que en definitiva los pasos que daría en el camino de regreso a casa serían muchísimo menos pesados.

De repente, Dohan incluso pensó que sería mejor permanecer como su pareja sexual que confesar que estaba enamorado. Por supuesto, no iba a ser algo completamente satisfactorio para él pero, aun así, era mejor que pensar en la posibilidad de perderlo. Además, no importaba cuántas veces reflexionara o pensara sobre esto, sintió que no podría vivir un solo día sin ver el rostro de hierro de Kang Hye-won en el trabajo o en la calle o de camino a casa.

Después de terminar su turno, Do-han se cambió de ropa y caminó lentamente por los pasillos del hospital hacía la sala de operaciones. Cuando se fuera, Hye-won entraría a trabajar, y cuando Do-han regresara, Hye-won se marcharía a casa. Pensó que definitivamente sería difícil encontrarse cara a cara con él si no lo buscaba ahora así que, tomando un enorme aliento, pasó por su oficina y extendió la mano. En un momento dado, fingió estar actuando de un modo infinitamente relajado pero, de alguna manera, después de mezclar su cuerpo tres veces con el hombre había algo dentro de él que...

Algo dentro de él que quería hacer que las cosas entre los dos realmente llegaran a resultar.

Dohan consultó el reloj de su muñeca de nuevo, se detuvo deliberadamente en medio del pasillo y se apoyó contra la barandilla de las escaleras para descansar. Allí, vio gente entrando al hospital desde muy temprano en la mañana. Doctores, enfermeras y también un montón del personal de administración. A las 6:30 am, sus colegas, que habían estado de servicio durante toda la noche, irían a pedir desayuno en la cafetería y después, se formaría una larga fila en la sala de extracción de sangre alrededor de las 7:00. Y así, aunque de un modo bastante apagado, pronto comenzaría otro día pesado en el hospital. 

Do-han, que no tenía intención de irse a casa todavía, miró tranquilamente a toda la gente en el pasillo y a los que iban entrando en el elevador. Su cuerpo estaba pesado, pero de alguna manera, incluso así, se sintió tan fresco y renovado que hasta había comenzado a reírse. Lo único que se resolvió, en todo caso, fue el deseo sexual que se había acumulado por la impronta de su imaginación y de todos modos, no sabía por qué se sentía tan terriblemente feliz de haber despertado junto a Hyewon en la noche. Tan emocionado...

Entonces, alguien palmeó el trasero de Dohan mientras todavía permanecía de pie tranquilamente, medio apoyado contra la barandilla, y con la mirada un tanto perdida en sus pensamientos. Y volteando hacia atrás, descubrió que era Choi Ki-joon, a quien no había visto en mucho, mucho tiempo debido a que las horas de trabajo no coincidían entre los dos.

"¿Entonces qué pasó? ¿Vas a ir a mi boda este fin de semana?"

"Estoy trabajando."

"Naaaa, si te va a dar tiempo. Además, el lugar de la boda está super cerca del hospital. Tienes que ir."

Ahora que lo pensaba bien, había olvidado por completo que recibió la invitación para su boda desde muchísimo antes. Ya le había prometido que haría tiempo para él.

"Ven con el doctor Kang."

"¿Por qué... Crees que vamos a ir juntos?"

"¿No son amigos?"

"… Así es, pero..."

No sabía qué decir, pero había logrado ponerlo muy nervioso.

"Además, si vienes tú, Kang también lo hará sin poner ninguna excusa."

"Bien. Haré todo lo posible".

"Entonces nos vemos el fin de semana, amigo".

Choi Ki-joon, quien golpeó el trasero de Do-han con la palma de la mano justo como lo hizo cuando apareció, se fue en dirección al elevador que estaba cruzando el pasillo. La verdad era que aunque ese era un saludo especial de los dos, esta vez había logrado hacerle sentir un dolor increíblemente punzante en el culo. Aunque obviamente no podía quejarse porque no había manera de que le dijera el motivo por el que estaba así para empezar.

"Un matrimonio ¿Eh?"

Dohan murmuró esto para si mismo mientras miraba a Choi Ki-joon alejarse. En realidad, aunque todavía tenía los mismos pensamientos de antes de descubrir que le gustaba Hyewon, después de darse cuenta de que estaba locamente enamorado de él, su cabeza pareció estar un poco... Complicada. Matrimonio, novio, familia, antes pensó que eran cosas que estaban demasiado lejos de su alcance. Sin embargo, como hijo pródigo de una familia adinerada, siempre imaginó que llegaría un día en que estaría bajo presión para encontrar una mujer adecuada con quien pudiera casarse. E incluso pasaría lo mismo con Hye-won eventualmente. Pero más que temer por su vida y el fin de su libertad, la idea de Hye-won, casándose con otra persona, siempre había logrado ocasionarle un horrible dolor en el estómago que hasta le daba náuseas. Esto era más vertiginoso que cuando veía a la anestesióloga pegada a él.

Kang Hye-won podía ser un hombre que no estaba precisamente interesado en las relaciones amorosas para empezar pero, aún así, su rostro era hermoso y su cuerpo siempre estuvo bastante bien entrenado. Era inteligente, tenía una buena familia y tenía un camino prometedor como médico cirujano. Pareció estar completamente desinteresado en el sexo hasta el punto en que dudaba seriamente que hubiera un problema con la función de su pene pero, ya lo había probado tres veces en estos últimos días y había confirmado que estaba funcionando increíblemente bien para ser verdad. Excelente en realidad. Y la idea de que algún día podría estar al lado de una mujer, como ahora estaba pasando con Choi Ki-joon, le hizo sentir un tanto miserable.
Estaba claro que era un pensamiento irreflexivo, una preocupación innecesariamente prematura. Lo sabía en su cabeza pero... La verdad era que el repentino sentimiento de miedo y los pensamientos desagradables, no parecieron querer desaparecer tan fácilmente de su mente ni siquiera después de intentar.

Demonios. En momentos como este, de verdad necesitaba ver el rostro de Kang Hye-won. Después de hacerlo, como si nunca en su vida hubiera tenido pensamientos tan inútiles, se sentiría más relajado y comenzaría a tener una gran sonrisa en la cara.

Dohan consultó su reloj, suspiró, y caminó nuevamente hacia la sala de cirugía general. Sin embargo, no pudo entrar a la habitación tan fácil como lo creyó así que terminó por deambular por el pasillo un montón de veces como si estuviera perdido. Vino hasta aquí pensando que sería maravilloso ver su rostro para recargarse de energía pero, cuando trató de entrar, pensamientos fatalistas inundaron su mente por tercera vez en lo que iba del día. La principal preocupación era su propia boca. Es decir, le asustaba que pudiera volver a decir tonterías sin razón solo por la vergüenza de su último encuentro, y le preocupaba recordar la forma en la que se veía durante el sexo lo suficiente como para quedarse en blanco.

Y mientras Dohan seguía dando un montón de vueltas por el pasillo, vio a uno de los internos, Marton, caminando en su dirección con una cara cansada y el cabello tan desordenado como para hacerle sentir que una rata había creado su nido allí. Incluso aunque el día acababa de comenzar.

Y cuando vio a Do-han, lo saludó como si lo conociera desde hace muchísimo tiempo aunque en realidad eran un par de extraños.

"¿El doctor Kang está aquí?"

Dohan negó con la cabeza ante su pregunta, aunque en realidad ni siquiera lo sabía. No se había acercado porque todavía no tenía el coraje de llamar a la puerta. Pero mientras Marton seguía rascándose la cabeza y golpeando la madera de la entrada de la oficina como si no supiera donde estaba la manija, la voz de Hyewon se filtró por cada una de las ventanas hasta que ocasionó que se pusiera a temblar. El pasante abrió la puerta de la oficina de tiempo completo y saludó a la persona que estaba adentro. Dijo los nombres de varios pacientes y habló sobre uno en particular que estaba muy grave. Y mientras le informaba de esto y de lo otro, Dohan dio un paso hacia un lado solo para poder ver la cara de Hyewon. Asomó la cabeza por encima del hombro del interno y miró dentro de la habitación hasta que unos ojos negros, con pestañas largas y párpados dobles, se colocaron con gracia en Dohan y lo miraron atentamente.

Dohan, que miró a Hyewon a los ojos, sonrió torpemente, levantó la mano y la agitó por encima de la cabeza del interno. Hyewon todavía estaba asintiendo ante el informe del hombre, pero su mirada igual estaba fija en Dohan más que en alguna otra cosa en el mundo.

Dohan, que era juguetón de por sí, movió las manos detrás de Malton. Hizo cuernitos con los dedos en la cabeza del interno, luego estiró los brazos y simuló acariciar su cabello, que era muy chino, antes de "darle una mordida"como si se lo fuera a comer. Cuando Hyewon miró por encima del hombro del interno, sin mover demasiado su expresión, entonces Dohan comenzó a hacer una mueca graciosa. Algo infantil que incluso los estudiantes de primaria no harían, como abrir los ojos deliberadamente y sacar la lengua. Al final, Hye-won, que no sabía que hacer con él, se echó a reír tan fuerte que por un momento, Malton, que estaba de pie frente a Dohan, se sobresaltó y se quedó en blanco. Y ante la hermosa sonrisa de Hyewon, Dohan se cruzó de brazos con una expresión triunfante y sonrió también, de la forma que lo haría un general que ganó la guerra. Sin embargo, solo el pasante, que malinterpretó la risa de Hyewon, se quedó quieto sin levantar la cabeza incluso después de que terminó de dar el aviso. El doctor devolvió a la víctima, que no sabía nada, a la sala de operaciones con una sola palabra contundente así que tembló igual a si hubiera visto algo que no debería. Luego se inclinó y desapareció rápidamente por la puerta principal.

Todavía parecía que había visto un fantasma.

"No hagas eso. Los espantas".

Fingiendo escuchar atentamente a Hye-won, Do-han se metió las manos en los bolsillos y caminó hasta ponerse a su lado. Después de todo, este era el famoso lugar donde Hyewon, el mejor cirujano del mundo, se quedaba a perder el tiempo por las tardes. Había dos escritorios más además del de Hyewon, pero en lugar de estar vacíos, los libros y documentos estaban apilados aquí y por allá hasta parecer un desastre. Por otro lado, en la esquina más alejada, había una cama plegable barata donde se podía dormir la siesta así que pareció que sería más apropiado llamarlo "sala de almacén" en lugar de la "sala de doctores".

Hyewon miró alrededor de la habitación, empujó la pila de materiales en su escritorio a un lado y se sentó en su silla con rueditas. Dohan se acomodó encima, con las piernas cruzadas y los dedos de los pies en movimiento mientras miraba a Hyewon una vez más. Cuando se encontraron cara a cara hace un momento, su corazón se relajó lo suficiente como para jugar bromas como un niño inocente que solo quería pasar un buen momento con su amigo. Ahora, Hyewon tenía la mirada en el monitor y las manos moviéndose a toda prisa por el teclado de tal manera, que el sonido de sus dedos largos y blancos era lo único que llenaba el silencio.

Y como Hyewon ni siquiera lo miró, Dohan se estiró y observó el monitor como un niño que quería llamar su atención. Cuando el rostro de Dohan apareció de repente frente al suyo, Hyewon se echó hacia atrás por puro reflejo.

"¿Qué haces?"

"Una tesis".

Dohan fue el primero en decir que quería cuidar de sus acciones cuando estuviera a su lado y aun así, estaba tan cerca de Hyewon que hasta daba un poco de miedo. Y cuando dirigió su atención al monitor lleno de escritura que definitivamente no podía entender, de repente notó que algo frío le estaba tocando un punto preciso del cuello hasta bajar por su clavícula. Sorprendido por la sensación, se dio la vuelta y descubrió que en realidad, era el dedo de Hyewon.

"¿Qué...?"

"Se te ve un chupetón."

Ante las palabras de Hyewon, Dohan instantáneamente se sonrojó y tiró del cuello de su camisa para adelante. Sin embargo, el botón de su ropa, que sostenía en su mano, cayó sobre el escritorio y giró hasta parecer un trompo fuera de control.

Ambos tenían la cara roja debido a esto.

Estaban tan cerca que costaba respirar y el aliento caliente del otro circulaba entre ambos hasta parecer como si se robaran el oxígeno.

Dohan, que estaba rojo desde las orejas hasta la nuca, tosió, se echó el cuello de la camisa hacia atrás y miró para abajo. Hyewon presionó el botón, que aún giraba en el escritorio, con su dedo índice, y lo detuvo lo suficiente para que ya no hiciera ruido. Pero esta extraña corriente de aire todavía dificultaba la respiración. Dohan se aclaró la garganta haciendo un sonido de "hmmhmmm" y luego dijo, intentando ocultar su voz temblorosa:

"Deberías... Hacer esto en un lugar que no se note".

"… Perdón."

Ante las palabras de Dohan, un extraño color rosa apareció en su pálido rostro hasta que no tuvo más remedio que frotarse la nuca.

"Oye, yo... Choi Ki-joon me dijo de su boda así que..."

"Iré si tú vas".

"Si estás ocupado, no tienes que ir. Puedo ir solo."

"No. Iré".

Había sido tan cómodo y cálido hace un momento pero, en un instante, el aire en la habitación se volvió lo suficientemente bochornoso e incómodo como para que se quedara quieto.

"Entonces, ah... Yo creo que... Me voy a casa ¿Bueno? Trabaja con moderación".

Al escuchar las palabras de Do-han, Hye-won sonrió en medio de la incomodidad y dijo que "Sí." Aunque Hye-won era una persona que no era "moderada" en nada de lo que hacía. Ya fuera trabajo, estudio o incluso con Dohan. Era algo así como su comportamiento natural.

Dohan salió de la oficina de su amigo y, justo detrás de él, incluso aunque no había mirado en su dirección, Hye-won agitó suavemente la mano antes de bajarla en completo silencio.

Y de pie, con la espalda apoyada en el pasillo fuera de la oficina, Dohan se agarró el pecho que estaba a punto de explotar, y respiró de un modo realmente hondo y agitado. Luego, ocultando su rostro enrojecido, corrió de regreso a casa y se preparó para darse una ducha bien fría y terriblemente larga. Su cara caliente y su corazón palpitante no podían calmarse. Corrió las cortinas opacas y se acostó en la cama a oscuras para intentar descansar del trabajo pero, igual resultó que no podía dormir en absoluto. Estaba frustrado porque siempre se convertía en un idiota cuando se paraba frente a Hyewon, así que pataleó en el aire por un rato y se golpeó la cabeza contra la pared un montón de veces. E incluso mirando la luz del sol, que entraba por los pequeños agujeritos que no había cubierto, le vino a la mente el rostro de Kang Hye-won y la manera en la que le sonrió esa mañana. ¡Hasta la lámpara redonda del techo le recordó su cara y definitivamente ni siquiera sabía que aparecería en sus sueños también! Esto era entonces, un signo de enamoramiento muy serio.

Dohan, que había estado dando vueltas y vueltas, se durmió profundamente tres horas después.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).