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Puntos de sutura. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Dohan estaba caminando por el pasillo del hospital así que, cuando se detuvo tan abruptamente, el Americano helado en la caja de café que sostenía con ambas manos, se balanceó y traqueteó hasta formar un pequeño charquillo en el suelo.

Estaba de muy buen humor ese día, así que se le ocurrió dejar su puesto en el quirófano y salir a comprar café para él y su compañero de turno. Pero entonces, Hee-jae, que estaba siguiendo los pasos de Do-han muy de cerca, se detuvo de repente cuando una gran espalda lo bloqueó.

"Auch... ¿Maestro?"

"¿Qué...?"

"¿Qué?"

"¿Qué es eso?"

Heejae miró a su alrededor ante la voz temblorosa de Dohan. Kang Hye-won estaba riéndose, RIÉNDOSE, con un mujer de vestido blanco y zapatillas de tacón.

"¿Qué? ¿Kang Hye-won?"

Hee-jae miró a Do-han como si estuviera muy confundido sobre lo que aparentemente debería de ver.

"No, eso no. ¿Quien es... Esa mujer?"

"Pues no sé. Es la primera vez que la veo"

"¿Teníamos un doctor así en nuestro hospital para empezar?"

En respuesta a la voz de Heejae, Dohan volvió a preguntar. Especificando lo que quería saber de su objetivo con bastante precisión. Pero, la respuesta que obtuvo no fue precisamente muy útil. "Quién sabe." Dijo. Porque al igual que Dohan, era la primera vez que él la estaba viendo dentro de las instalaciones. Sin embargo, la tarjeta de identificación de empleado del Hospital Universitario Deokwon estaba colgada alrededor de su cuello y vestía la misma bata corta que utilizaban todos los empleados por lo que, estaba claro que era médico en este hospital.

Después de que Dohan se quedó mirando a Hyewon y a la mujer misteriosa, Mihee Kim se acercó lentamente y le susurró al oído:

"Su nombre es Park Eun-soo. Es una becaria que vino a nuestro hospital ayer después de trabajar en el Departamento de Salud Mental del Hospital Universitario Sunhwa".

"¡Aaaaaaaah!"

Dohan estaba tan absorto con Hyewon, que no pudo evitar gritar al sentir el aliento de Mihee directo en su oreja. Ella se elevó de hombros por un momento y continuó explicando:

"No sé qué tipo de relación tengan, pero se dice que ella y Hyewon Kang coincidieron en un seminario una vez y que desde entonces son muy amigos."

Mihee habló con una voz bastante misteriosa, como una detective de la brigada de homicidios que investigaba a un criminal bastante importante. Dohan, por otro lado, escuchó la explicación hasta el final y miró lentamente a la mujer que estaba parada frente a Hyewon, con el cabello atado en una coletita alta y un par de medias de red de color negro. Se veía muy cómoda frente a él así que, naturalmente, metió las manos en los bolsillos de su bata y colocó una pierna frente a la otra de una manera muy elegante. Además, era una mujer con una impresión bastante pulcra encima. Tan bien vestida que de alguna manera se parecía bastante a Hyewon. Y cuanto más observaba a Park Eun-soo, más se elevaban las cejas oscuras de Do-han hasta que pareció de verdad alguien completamente enojado. Luego, se formaron arrugas en su frente y la vena en la cabeza le saltó hasta que creyó que le iba a estallar. La razón era que, Kang Hye-won no dejaba de sonreír. ¡Era la primera vez que veía a Kang Hye-won sonriendo así en el pasillo e incluso era la primera vez que notaba que estaba hablando con un médico en el hospital! ¡Nadie le hablaba porque él no platicaba para empezar!

¡¡¡Robodoc estaba sonriendo y hablando con una mujer en el puto pasillo!!!

El chisme circuló durante todo el turno de la noche y, a la mañana siguiente, se habían difundido un montón de rumores de que los dos estaban saliendo y también, de que incluso estaban comprometidos. Lo común en el hospital. Sin embargo, se estaba sintiendo como si su corazón estuviera helado. Más helado que el hielo en su café Americano que tenía todavía en la mano. Todo esto eclipsó el pensamiento de que él era la única persona en el mundo que podía ver la hermosa sonrisa de Hye-won o el único con quién se sentía cómodo de estar. No podía escuchar bien la conversación entre los dos pero, al ver que hablaban y se reían, fue obvio que se llevaban increíblemente bien. De maravilla incluso.
En primer lugar, Hyewon, cuya única conversación con los demás era un "sí" o un "no" muy ocasionalmente, había estado hablando con ella como si tuviera muchísimas cosas que contarle.

Los ojos de Dohan tenían llamas adentro.

"¿Estás bien?"

"¿De qué está hablando Kang Hye-won? ¿Sabes?"

"Jajaja ¿Cómo voy a saber eso, tonto?"

Era la hora de que comenzaran con su turno, pero con Hyewon sonriendo así... Dohan no podía ni encontrar la motivación para hacerlo:

"Maestro, tenemos que subir ahora".

Los ojos marrones de Dohan miraron ferozmente a Hyewon una última vez, como si estuviera disparándole directo a la cabeza.

Después de eso, comenzó el aburrido turno de noche así que, Dohan, que estaba completamente tumbado en la estación porque no tenía un horario de cirugía específico, sacudió las piernas con tanta fuerza que pudo escuchar como la silla en la que estaba había comenzado a quejarse. Y es que la imagen de Hye-won, que vio de camino al trabajo, no había abandonado su mente en todo este tiempo así que no era una exageración decir que se estaba volviendo terriblemente loco.

"Hey, cálmate ya."

Mihee golpeó la espalda de Dohan utilizando toda la palma de su mano. Sin embargo, aunque debió ser bastante doloroso, el hombre no dejaba de mover las piernas para adelante y para atrás como si estuviera haciendo un baile bastante extraño y además, para su mala suerte, los síntomas de ansiedad empeoraron tan significativamente con el paso de las horas que estaba concentrando toda su energía en darle vuelta a un bolígrafo utilizando las yemas de los dedos. Casi como si esperara que se fuera volando. Fue justo como si hubiera presenciado la escena de su novio teniendo una aventura con la chica sexy del trabajo. Al final, la pluma, que había decidido hacer rodar encima de su libreta, cayó sobre el escritorio con un chasquido y rodó bajo la puerta hasta dejarlo sin nada que hacer.

Dohan recordó el rostro de Eunsoo Park sin darse cuenta. ¡Maldita sea! Era una mujer bastante hermosa así que no era un rostro que pudiera olvidar tan fácil. Dohan trazó su memoria hasta los días en que Hyewon se fue de seminario por una semana e incluso intentó recordar lo que pasó después. Porque ¿Cómo es que Hye-won tenía una amiga que Do-han no conocía? Ja. Literalmente las palabras "Do-han no sabe" y "algo sobre Hye-won" eran dos cosas que no existían en el mundo. O al menos eso era lo que siempre había pensado. Además ¿Cuál era el maldito punto de contacto entre una psiquiatra y un cirujano? ¡¡¡Estaban tan separados como Cartoon network y Disney!!! Por supuesto, para ser honesto, no conocía a todas las personas que Hyewon frecuentaba en el hospital pero si entendía a Hyewon mejor que nadie en el universo entero y Hye-won no tenía las agallas para reírse así con alguien a quien había visto una o dos veces. Debió ser algo más. Algo íntimo. Después de pensar por un momento, Dohan agarró su cabeza con las manos y la apretó.

"¿... Tengo que preocuparme por esto?"

La voz de Mihee se podía escuchar desde atrás, pero a él no le importaba en absoluto. Ahora, todos los nervios de Do-han estaban estáticos en la cara sonriente de Hye-won. En su risa ¡De repente estaba sintiendo que se estaban llevando al amor de su vida delante de su cara! ¡¡Puta madre!! ¿¡Por qué nadie veía lo grave que era esto en realidad!?
Dios. De ninguna manera… ¿Era alguien con quien pensaba formalizar una relación? Porque cuando Dohan llamó a Hyewon al club el otro día, había recordado que dijo que quería casarse ¿¡Se iba a casar!?

Estaba tan desesperado que su mente pareció fluir a una velocidad incontrolable. Tanto y tanto y tanto que llegó a un momento en que imaginó a Hye-won casado con una doctora llamada Park Eun-soo y sosteniendo a un bebé entre sus brazos que no tenía expresión fácil.

El rostro de Dohan se volvió terroso. 

Sus pensamientos se estaban saliendo de control tan rápido que ni siquiera se dio cuenta del momento en que lo hicieron. ¡Quería correr de inmediato, agarrar a Hye-won por el cuello y preguntarle cuál era su relación con ella y por qué demonios estaba sonriendo así! Pero no. No. Esos eran pensamientos muy tontos y sucios. Eran amigos y tal vez una pareja sexual muy ocasional así que ¿Qué derecho tenía a cuestionarlo y preguntarle sobre tal cosa? Además, Dohan estaba actuando como si le hubiera puesto los cuernos.

Pero si se los puso ¿No? Porque el Kang Hye-won sonriente era algo que solo él podía ver.

Y cuando la cosa de la que estaba bastante orgulloso finalmente se desvaneció, pronto comenzó a compararse con la mujer que ni siquiera conocía. La edad, los antecedentes, la personalidad, definitivamente estaba perdiendo. Park Eun-soo era Beta también y además era una doctora. Dohan de repente miró hacia atrás en su vida y comenzó a lamentarse por no haber estudiado con más ganas y por no haber cumplido con su promesa de convertirse en doctor también. ¿¡Por qué había sido tan idiota!? ¿¡Por qué perdió el tiempo cogiendo con tantos Omegas!? ¿¡Por qué no le había dicho que le gustaba en todas las oportunidades que tuvo frente a la cara!?

Sus pensamientos se ramificaban en tantas direcciones, que definitivamente pareció muy difícil que las llegara a controlar. Obviamente había pensado que algún día Hyewon podría casarse con alguien más y dejarlo a un lado pero, cuando notaba que podía hacerlo de inmediato, entonces sentía que su vida era muchísimo más frágil de lo que imaginó y que cada uno de sus cimientos comenzaban a hundirse bajo la tierra. Y aunque no tuviera nada seguro, era difícil pensar en cualquier cosa que no fuera él y un futuro en que ya no lo tuviera. 

Dohan bajó la mano, que tiraba de su cabello, y la acomodó contra su pecho sin pensarlo demasiado. El lugar que tocó se sintió tan doloroso que incluso pensó en si mismo como una persona que acaba de perder un par de trocitos de su corazón.

Quería desaparecer del hospital.

Quería convertirse en aire y evaporarse como si nunca hubiera existido desde el principio.

Y es que, aunque trató de decirse a si mismo que estaba haciendo un drama bastante exagerado, no ayudó mucho que digamos porque ese lado racional que todavía tenía en la cabeza se había destrozado gracias a la sonrisa de Hyewon. Una sonrisa que le pertenecía. ¡Era lo único que Dohan había monopolizado todo este tiempo! Y sí, se sentía como si le hubieran quitado algo precioso, y odiaba a esa mujer y quería patear a esa mujer aunque solo conociera su nombre. Fue como si un ladrón hubiera entrado en su casa y antes incluso de decirle que le diera a Hyewon, esa persona ya lo tuviera entre sus brazos y estuviera caminando rumbo a la puerta ¡Así se sentía!

Pero entonces Dohan, que había caído en su propio mundo, escuchó las palabras: "El doctor Kang" y se aproximó otro poquito para la derecha con toda la intención de poder escuchar. Como era de esperar, la historia de Hyewon y la doctora se estaba convirtiendo en un tema candente entre todos los enfermeros del quirófano.

Al parecer, Park Eun-soo, que era hija de doctores, era muy popular debido a su apariencia elegante y personalidad tranquila cuando trabajaba en el Hospital del Sur. También había intentado entrar a medicina interna pero, ya que le gustaban demasiado los niños, recurrió a psiquiatría pediátrica y consiguió una base. Y el hecho de que le gustaran los niños, que tuviera una apariencia elegante, y que tuviera una personalidad amable y amistosa, le estaba haciendo tener los nervios de punta.

E incapaz de soportar los celos y la curiosidad, Do-han finalmente encontró la cuenta de Facebook de Park Eun-soo y se metió.

Mientras esperaba en la estación del quirófano, agarró su teléfono y revisó sus fotos una tras otra con mucho cuidado de no ponerle "Me gusta". Y si había algo afortunado de esto, era que al menos no se había tomado ninguna foto con Hyewon. De hecho, en la pantalla del teléfono celular, solo estaba Park Eun-soo una y otra vez, sosteniendo un cachorrito o un gatito o un conejo mientras sonreía igual a si fuera el mejor día de su vida. Y que se tratara de una médico que amaba a los niños y a los animales, era tan de revista que pareció casi cegador.

El tiempo pasaba desesperadamente lento cuando se tenían muchos pensamientos estúpidos en la cabeza así que, al final, tuvo que sentarse sobre sus manos para no llamarle a Hye-won de inmediato y comenzar a interrogarlo sobre sus "supuestas actividades de hombre infiel".


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