"¡Maestro!"
Dohan, que había regresado a la sala de descanso solo para quedarse sentado, sin expresión facial y con la vista perdida en la pared, fue despertado por una mano que comenzó a sacudirlo como loco.
Como un chico que se había enamorado por primera vez, la cara sonriente de Hye-won comenzó a aparecer tanto en su cabeza que solo respondió por reflejo:
"Sí."
"Maestro... ¿Por qué está tan perdido? ¿Pasó algo?"
"¿Qué? Ah, eres Heejae."
"Sí, me temo que solo soy Heejae, maestro." Heejae sonrió ante la actitud visiblemente decepcionada de Dohan. "Está diferente últimamente."
"¿Yo?"
"Sí. Ha estado muy tranquilo y callado".
"¿Eso es un cumplido o algo malo?"
"Jajaja, no lo sé. A veces lo veo muy perdido ¿Está enfermo? ¿Sabe que había rumores de que estaba grave? No quiero ser metiche, pero dijeron que tenía cáncer."
Maldita sea.
"No. Estoy libre de cáncer."
Dohan, que ya lo había experimentado a través de Hyewon, cortó sus palabras de inmediato sin dar algún tipo de explicación.
De hecho, desde que Heejae ingresó al hospital, siempre veía a Do-han yendo de una estación a otra, riendo y hablando con especialistas o enfermeras que eran de la misma edad que él. Obviamente, que ahora estuviera en una silla y pusiera una tremenda cara de estúpido no le estaba ayudando para nada a los chismes sobre él.
"Maestro ¿De casualidad consiguió pareja? Ese es otro chisme que ronda por la recepción."
A la pregunta inesperada de Heejae, Dohan no respondió fácilmente y en su lugar, solo abrió los ojos el doble de su tamaño y miró para todos lados como si quisiera asegurarse de que nadie más lo estuviera escuchando. Y en respuesta a su reacción, Hee-jae solo atinó a reírse.
"Uy, ¿Quién es?"
"¡No dije nada!"
"¿Es del mismo hospital?" Do-han trató de poner excusas, pero la expresión de Hee-jae se había vuelto muy eufórica por alguna razón. "¿Es mujer?"
"No es así, ya te lo dije."
Las cejas de Dohan se elevaron hacia el cielo. Primero que nada, porque era terriblemente vergonzoso y segundo, porque en realidad no era algo que le importara a nadie. Sin embargo, incluso si no se trataba de una verdadera o convencional historia de amor, cuando pensaba en él las sonrisas comenzaban a derramarse de su boca de la manera más sincera posible y no dejaba de sonreír o de ver hacía la nada.
La expresión de Dohan se distorsionó, pero Kim Hee-jae solo lo miró a los ojos con un poco más de curiosidad de la que tenía al inicio:
"Bueno, pero no me tome mucha importancia... Lo que pasa es que estoy preocupado por usted."
Dohan lo miró también. De repente, hasta se le ocurrió la idea de que Hee-jae podía no ser el único que estuviera pendiente de sus cambios
"Oye Hee-jae. ¿Puedo preguntar algo? Ya que estamos con el tema... Bueno ¿Qué podría significar si... Alguien que me... Importa, se pone muy amigable de pronto? Así como, más lindo o... Más accesible."
"Ajá, ¡Ya sabía que iba por allí!"
Mirando la sonrisa despreocupada de Heejae, Dohan quitó las emociones de su rostro por un momento y le preguntó algo que lo tenía ciertamente muy preocupado. El estudiante lo pensó, suspiró y sonrió tan amable como de costumbre.
"Pero creo que depende del contexto. A veces, hay personas que son amigables sin pensar. Hay bondad sin causa."
Así que le llegó una respuesta plausible y comprensiva. Dohan asintió con la cabeza. Sin embargo, que le tocara la cara mientras estaba dormido, que comiera rapidísimo para poder alcanzarlo en su tiempo libre y sobre todo, como hace un momento, que lo mirara con una sonrisa hermosa cuando nunca lo hacía, era algo que normalmente ocasionaría que se pusiera a pensar erróneamente. Es decir, no pareció algo de amigos.
"La actitud entre nosotros realmente no ha cambiado mucho pero, en estos días, más hoy... Siento que está diferente. Ya sabes, me da una sonrisa de la nada o dice algo extraño como para ver lo que hago y luego... Actúa como si nada. O eso creo."
"Umm... Tal vez está tanteando el terreno."
"¿Cómo qué tanteando?"
"Pues, ya que usted anda diciendo: "¡Yo no quiero un novio!" todo el tiempo, tal vez esa persona siente que no puede expresar su interés tan... Abiertamente ¿Me explico?"
"..."
"Bueno, pero obviamente se están coqueteando. Eso es tierno".
"¿Crees?"
Wo ¿Hyewon Kang intentaba coquetear? ¿Podía ser posible? Dohan se quedó mirando la pared con una expresión bastante desconcertada. Fue como recibir un golpe en la cabeza con un martillo. Por un momento, su frente comenzó a palpitar tanto que incluso su cuello se sintió rígido.
"¿Crees que le...? ¿Crees que le gusto también? ¿Será coqueteo de verdad?"
"Pienso que sí. Digo, creo que estas situaciones son siempre diferentes para cada persona, pero si yo fuera esa persona, lo haría así. Me daría algo de miedo, sentiría vergüenza pero... Intentaría acercarme de a poquito para ver si soy bien recibido."
"Oh, pareces un experto Heejae ¿Tienes novia?"
"No tengo. ¡No la necesito para dar consejos!"
Hee-jae chilló ante su pregunta, que estaba envuelta en una sutil desconfianza.
"Solo digo lo que veo. Cuando abre la boca, solo está diciendo cosas como: "No necesito una relación" o "solo necesito sexo." Y si le escuchó decir eso, entonces debe estar inseguro sobre lo que hacer o no hacer ¿Ya lo pensó?"
Cuanto más profunda era su plática, más desaparecía la sonrisa del rostro de Dohan. Las comisuras de sus labios, que siempre estaban juguetonamente curvadas, se hundieron como si estuviera a punto de golpearse en la cabeza otra vez contra cualquier artículo que tuviera en la mano.
"Tal vez debas hablar con honestidad sobre lo que siente y preguntarle si tienes dudas."
"No lo sé. También me da un poco de nervios porque... Bueno, es un Beta. Un Omega y un Alfa pueden enlazarse pero ¿Qué pasa en esta situación? Sin esto... Yo siento que puede dejarme ¿Sabes? Puede irse cuando quiera y no va a importar. Entonces... Tengo miedo."
Dohan escupió sus verdaderos sentimientos. No podía hacerlo con Hye-won, porque era quien le gustaba, y tampoco con Mi-hee, porque le daba vergüenza al ser tan cercana, pero se sintió bien decirle a Hee-jae, que era su compañero de trabajo y su estudiante. Más bien, había cosas que se podían explicar más fácilmente cuando la otra persona no lo conocía del todo:
"Bueno... Incluso un Omega y un Alfa no tienen nada seguro. Hay algunos de ellos que no permanecen con la persona con la que se enlazan. Beta, omega o alfa, nada asegura que el amor dure, o que la relación funcione, o que se mantenga igual. Pienso que las preocupaciones son iguales para todos".
Heejae a veces le parecía un poco ignorante debido a su edad, pero había momentos en los que era innecesariamente agudo. En ese momento, recordó el momento en que Hyewon se fue de su lado. Por supuesto, no conocía los detalles, pero descubrió que desapareció porque estaba enfermo. Aunque eso no significaba que no lo hiciera otra vez. Como siempre, pensaba que si una vez fue difícil, dos sería insoportable ¿Y qué pasaría si Hyewon desapareciera de nuevo? ¿Esperaría a que volvieran a encontrarse algún día? ¿Se saludarían con la misma sonrisa, como si nada hubiera pasado y volverían a empezar desde el principio? Dohan negó con la cabeza ante la repentina duda. A los ojos de los demás, podía haber parecido un tonto que coqueteaba sin detenerse, pero caminaba como un cachorrito detrás de Hyewon. Para empezar, antes de que se fuera, quería que ambos utilizaran una bata y trabajaran en el mismo hospital como doctores, pero ni siquiera tenía un gran espíritu de sacrificio como para lograrlo si no estaba allí con él. Sus sueños siempre eran causados por Kang, por lo que nada tenía sentido si desaparecía. Ya no quería hacer nada, ya ni siquiera podía moverse. El asiento que dejó, era tan grande que se sintió como si estuviera parado en un yermo todo el día. Se reía demasiado, hacía bromas y trataba de pasarla bien, pero estaba vacío por dentro. Metido en un agujero tan grande que pareció tragarse todo lo que tenía.
Dohan apoyó la frente en sus manos. En realidad, ciertamente no importaba mucho que fuera un Beta o un Omega, Solo tenía miedo de perder a Kang Hye-won nuevamente. Tenía miedo de que se le escapara otra vez si decía algo equivocado así que lo trataba cobardemente, ocultaba sus emociones y, de hecho, estaba revoloteando a su alrededor como un satélite que quería, pero no podía cerrar la distancia. Y ciertamente ya estaba un poco harto de eso.