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Puntos de sutura. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Dohan hizo una pausa por un momento y miró las linternas blancas que estaban colgando del techo del hospital. Como cada día de verano, el sol brillaba por la ventana y el cielo pareció completamente despejado ahora, pero el interior del edificio, especialmente la pequeña salita donde esperaba, pareció tan fría como la expresión que siempre enseñaba Kang Hye-won.

Contrariamente a las palabras del hombre, de que terminaría en un máximo de dos horas, la operación tomó muchísimo más tiempo de lo previsto y comenzó a volverse aburrido estar allí para esperarlo. Normalmente, pasaría el rato en la estación, comería algo y buscaría a alguien con quien pudiera ponerse a jugar, pero debido a la conversación que tuvo con Hee-jae, Do-han pensó mucho en lo que quería hacer para que sus sentimientos fueran escuchados. Se cambió de ropa y se sentó frente al centro de cirugía, en la sala de espera para familiares, mientras monitoreaba todos los movimientos en la sala de enfrente. En la pantalla del monitor que estaba en la pared, se mostraba el nombre del paciente que estaba siendo operado actualmente y el nombre del tratamiento al que se estaba sometiendo ahora. Se sentó en la silla del rincon, miró la televisión, hojeó la lista con los nombres de los departamentos y los médicos que estaban en la intervención y luego, remarcó la palabra "Doctor Hyewon", que estaba en rojo y que había estado allí desde hace ya un buen tiempo.

Luego, cuando estaba a punto de perder la paciencia, la puerta del centro de cirugía se abrió y Hyewon, con un traje completo, se reveló antes de que se levantara, entrara y lo sacara a la fuerza.

"... Disculpa ¿Esperaste mucho?"

"Realmente no."

Cuando Hyewon preguntó, mientras se quitaba la bata, Dohan se levantó y comenzó a estirarse hasta que cada parte de su cuerpo pareció crujir de una manera muy similar a una verdura.

Do-han siguió a Hye-won a la habitación de médicos de tiempo completo y, mientras él se preparaba para salir, decidió matar el tiempo acomodando todos los libros que tenía desparramados en el escritorio.
Siempre que recordaba el último beso en esta habitación, pensaba que ni siquiera podría sentarse en la cama, tocar el escritorio o acomodarse en la silla sin sentir escalofríos,pero resultó que no se sintió tan abochornado como pensaba. Suspiró, desvió la mirada de entre los libros hacía Hyewon y luego bajó la cabeza tan rápido que el movimiento ni siquiera fue perceptible. Todo esto fue porque la espalda blanca de Hyewon, que se había quitado el traje quirúrgico color azul que usaba como un uniforme estéril, se había extendido frente a él igual a si fuera un paisaje verdaderamente hermoso. Además, al igual que como ocurría con su propio cuerpo, las huellas de esa "noche de amor desconocido" que tuvieron en su casa aún no habían desaparecido del todo y eran completamente evidentes en el hombro y algunas partes de su cuello. Y tal vez no se había dado cuenta, pero incluso estaba la mancha exacta del momento en que le mordió la nuca. Y ya que no era un Omega, las marcas de sus dientes parecieron lo suficientemente escandalosas como para pensar que necesitaba de algunas puntadas.

"Estoy loco." Pensó "La próxima vez realmente tengo que atarme las manos y los pies y amordazar mi boca."

Dohan se maldijo por dentro y lo miró una vez más, levantando solo los ojos y espiando como si tuviera bastante miedo de que llegara a descubrirlo. Dios, ¿Pero habían tenido sexo o una pelea? Tenía moretones azules por todo el cuerpo, manchas rojas, y las marcas de las manos de Dohan cuando se había aferrado a él tan desesperadamente. Era como el cuerpo de un Omega que había sido aplastado por el amor de su Alfa.

"Ah, no. No. No puedes pensar en atarte para él. Gobiernate."

Pero el sudor le brotó de repente e incluso comenzó a sentir que sus palmas se estaban humedeciendo sobre las cubiertas de los libros de anatomía. Y sintiendo la incomodidad del momento, Dohan se frotó los dedos en su pantalón y luego las sacudió en el aire como para intentar que se secaran.

"Im Do-han, ¿Todo está bien?"

Pero cuando no tuvo respuesta a su pregunta, Hyewon se metió la camiseta muy rápidamente y se acercó a él como para intentar comprender un poco mejor el motivo por el que sacudía tanto las palmas. Y sintiéndose extraño al ver que no apartaba la mirada de su libro y que además estaba sudando como si se hubiese metido al sauna, suspiró y llevó de inmediato una mano a su frente.

"Ah..."

Do-han, quien se despertó debido a los dedos fríos de Hye-won, miró rápidamente para arriba. Era incómodo observarlo a la cara incluso aunque había tapado toda la luz de fondo con su cuerpo.

"Creo que tienes fiebre de nuevo ¿Estás cansado? ¿Te duele algo?"

"¿Qué? Oh, no. No. Después de mirar un libro por mucho tiempo... De repente sudo."

"..."

"Te lo juro."

El rostro preocupado de Hye-won se suavizó un poco ante el sonido de Do-han.

"Te pregunté si había algún lugar al que quisieras ir a comer, pero no me respondiste."

"No lo sé... ¿Te gusta la carne?"

En realidad quería evitar ir a un restaurante tranquilo donde estuvieran solos. Ahora tenía una mente tan complicada que, si comieran juntos, cara a cara y con las manos a centímetros del otro, se avergonzaría tanto de sus pensamientos que en definitiva no sabría cómo comportarse después. Además, no iba a entender que decirle o por el contrario, lo que diría sería una completa tontería. Así que Dohan terminó por guiar a Hyewon a un restaurante de panceta de cerdo que estaba un poco alejado del hospital, pero que prometía ser muy delicioso.

"Claro."

Como esperaba Dohan, el interior del restaurante, que ya olía a asado, se llenó de borrachos que alzaban la voz ruidosamente y de niños que no podían dejar de gritar para pedir la atención de sus padres. Pero aunque era un paisaje sin la posibilidad de crear una atmósfera íntima, cuando se sentó en el borde de la ventana, frente a Hye-won, incluso algo muy desordenado como esto se convirtió en un "coqueteo". Y es que, como si fuera el protagonista de una popular película juvenil, uno de esos tipos que bebía una copa de vino en una fiesta importante, el rostro blanco y bien cuidado de Hye-won creaba un tipo de ambiente que le hacía no tener más remedio que tragar saliva para que no se le fuera a escurrir por la boca. Y como además de eso el aire acondicionado no funcionaba bien, Dohan, que se estaba calentando rápidamente, tuvo que agarrar el dobladillo de su camisa y agitarla de un lado para otro en un intento por crear al menos una pequeña brisa.

"Este lugar se calienta de inmediato."

"Tienes razón."

"¿El aire acondicionado no funciona?"

"Ven, cambia de asiento conmigo. Aquí se cruza el aire."

"Está bien."

En respuesta a la consideración cariñosa de Hyewon, Dohan dibujó una pequeña sonrisa en su boca y dejó las pinzas de carne con las que había estado jugando.

"A ver, lo hago yo." 

Hyewon extendió la mano y agarró las tenazas. Pareció un camarero guapo, alguien de lujo que estaba además muy acostumbrado a asar carne. Fue porque, cuando salían en plan de amigos, Do-han siempre estaba charlando, jugando y coqueteando, y Hye-won estaba volteando el cerdo para que todos pudiera comer.

"Me recuerda a los viejos tiempos. En la Universidad. Solíamos venir a menudo."

"Lo recuerdo, claro."

"No me gustaba nada."

"¿Por qué?"

Hyewon pareció tan sorprendido por las palabras de Dohan que detuvo la mano que estaba asando la carne. Era cierto que al hombre le gustaban los ambiente ruidosos y las multitudes desorganizadas pero, para ser honesto, no le encantaba eso de asar carne ni de tener que hacer las cosas por su cuenta. Era porque siempre pareció estar más ocupado bebiendo y jugando y por eso mismo prefería un lugar donde los bocadillos se prepararan individualmente y el punto principal fuera el alcohol.

Dohan, quien hizo contacto visual con Hyewon, pensó por un momento y luego dijo:

"En el pasado, mis compañeros de clase me pedían que fuera aquí con ellos para lograr que vinieras también."

"¿En serio?"

"Jajaja ¿No lo sabías?"

"No."

Era una cosa muy infantil. El Departamento de Enfermería estaba en el edificio de la facultad de medicina así que tenían que trabajar en conjunto como resultado de un nuevo programa en el que fomentaban la formación práctica para el trabajo. La mayoría de los estudiantes en el departamentos de enfermería eran mujeres así que, naturalmente, cuando se reunían en el campus había un nombre que subía y bajaba entre todas ellas, y ese era nada más y nada menos que el de Kang Hye-won. El joven más guapo e inteligente del mundo. A diferencia de Dohan, a quien era relativamente fácil acercarse, Hyewon siempre pareció una persona de voluntad fuerte y reservada así que en realidad no hablaba con nadie. Aunque ellos ingresaron a la escuela con un promedio relativamente normal, él tuvo el porcentaje necesario como para poder matricular para una clase avanzada sin hacer examen, tenía una apariencia linda, era educado y venía de una buena familia por lo que todas apuntaban a él. Entonces, por eso mismo sus compañeras de enfermería invitaban a Do-han a una fiesta de tragos, y luego lo utilizaban para obligar a Hye-won a unirse a ella también. Y para ese momento, estaba tan borracho que no tenía más remedio que llamarlo para que viniera por él y se acercara a la mesa, en donde 5 o 6 personas ya estaban esperando para abordarlo. Por supuesto, Hye-won siempre venía a buscarlo con una apariencia limpia y refrescante, como una persona que acababa de despertarse por la mañana después de una buena noche de sueño, sin importar la hora o la distancia que tuviera que recorrer.
Y cuando Hyewon, quien normalmente se alejaba, aparecía, las personas a su alrededor siempre se volvían no menos que locas. Querían beber, intercambiar correos y hablarle, pero aún así él no les tomaba importancia. Claro que a Dohan le preocupaba un poco que pudiera haberse estresado por el acoso hasta un punto en que ya no quisiera regresar pero nunca se quejó o reclamó o actuó de una manera irrespetuosa. Eso en primer lugar, porque Kang Hye-won realmente no les prestaba mucha atención que digamos.

"Estaban coqueteando contigo, así que me utilizaban para eso. Y a mí me convenía que vinieras porque me invitaban los tragos así que..."

"...Yo no lo sabía."

"¿En serio?"

Dohan también estaba atónito. Incluso si ya había pasado mucho tiempo, era sorprendente que ni siquiera entendiera que todas esas personas se le estaban insinuando descaradamente o al menos que desconociera que fuera tan popular. No era que estuviera ignorando esto a propósito, realmente estaba viviendo en su propio mundito.

"... Sabía que estabas ocupado y de todos modos... No lo sé, lo siento por eso".

Aunque era obvio que se sentía incómodo estando allí, Dohan de todos modos sonreía, bebía aunque no quisiera beber, bromeaba con las personas con las que no quería hablar y hacia todo lo posible para que pudiera encajar en un espacio y con más personas. Incluso aunque eso significara perjudicar a su mejor amigo.

"Es tarde para eso, pero acepto tus disculpas."

"Jajaja, muchas gracias."

Dohan se sonrojó ante las palabras tan repentinas de Hyewon y luego desvió un poco la mirada. En esta atmósfera, Dohan era infinitamente débil. Se sentía avergonzado y torpe y todo su cuerpo comenzaba a actuar muy extraño. Los ojos de Hyewon eran tan brillantes que no podía ni ver bien.

"Pero no entendía el motivo por el que venías. Siempre, ni una sola vez me quedaste mal. No importaba el día."

Dohan le preguntó esto a Hyewon con el corazón ligeramente acelerado. No estaba claro cuál sería la respuesta, pero tenía una ligera ilusión de que fuera algo... Romántico.

No notó que lo había hecho enojar.

"Porque eras mi amigo."

Dohan levantó la cabeza y miró a Hyewon. Al contrario de lo que esperaba, el rostro del hombre no tenía ni amabilidad ni una pequeña sonrisa. Y como si solo estuviera diciendo algo obvio, respondió a esto mientras volteaba la carne con una atmósfera tan inexpresiva como de costumbre. A Dohan se le heló el corazón gracias a eso, pero no lo expresó y respondió de manera incómoda pero con su característico tono sarcástico de siempre.

"De seguro contestabas para tener una excusa con la que ya no estudiar."

"Ni siquiera estudiaba. Yo esperaba tu llamada todas las noches."

"¿Qué?"

"Tenía miedo de que te emborracharas y durmieras en la calle".

"¡Oye! Jamás en mi vida me ha pasado algo como eso".

"¿Y qué tal si te llevaba la policía?"

"Menos. Creo que tengo autocontrol."

"¿Y ellas qué? ¿Ellas tenían autocontrol?"

Cuando Dohan negó con la cabeza, diciendo que sus regaños no tenían sentido, Hyewon puso la carne cocinada en el plato frente a él sin decir ninguna otra palabra al respecto. Bueno. No esperaba nada grandioso tampoco. Heejae dijo que tal vez estaba haciendo movimientos sutiles para acercarse a él pero, cuando los buscaba, solo encontraba que lo veía como su amigo cercano o tal vez su hermano menor.
Do-han, pensando que tal vez su pensamiento había sido un malentendido, se enderezó y recogió la carne que Hye-won había cocinado para él. Y ya que se había metido un buen trozo de cerdo en la boca una y otra vez para intentar calmar la frustración que estaba sintiendo por todos lados, Hyewon pensó que tenía mucha hambre y siguió llenando su plato con más trozos de esto y de aquello.

"Pero supongo que lo hiciste porque te urge ser popular."

Dohan entrecerró los ojos ante las palabras de Hyewon. Si hubiera sido como antes, habría sacado a relucir su autoestima y dicho cosas como: "¡Obviamente amo ser popular! ¿Ya viste mi cara?" Pero ahora, estas palabras se sintieron como una ofensa.

"No te entiendo."

"Tienes la costumbre de hacer cosas que todos los demás quieren que hagas aunque tú lo odies. Y lo haces solo para encajar que es lo peor."

"No hago eso."

Dohan dejó sus palillos en la mesa con un fuerte sonido.

"Es lo que acabas de decir."

"No".

"Pero la cosa es que no tienes que lucir bien para todos. No siempre tienes que ser un buen tipo o el más popular o el que más habla en el hospital o el que más hombres se consigue en una noche. O el Alfa perfecto."

"Ja, lo dices porque tú eres un..." Dohan se tragó lo que estaba a punto de decir y mantuvo la boca cerrada por un segundo. "Mira. Yo tenía mis propios motivos. Además era joven. Yo no pensaba bien lo que hacía en ese momento."

"¿Por qué sigues comportándote así entonces?"

Como era de esperar, Hyewon dejó las tenazas en su mano ante el tono tan agudo de Dohan, incluso aunque él lo estaba mirando con unos ojos tranquilos y apagados.

"No me malinterpretes. Lo estoy diciendo porque me preocupo por ti. Quiero decir que, no tienes que esforzarte solo para que te acepten en algún grupo. Siento que eso está complicando las cosas con... No lo sé, con cada cosa en tu vida".

"¿Cómo en qué según tú?"

"Como en la pelea de la sala de emergencias. Habría estado bien incluso si no te hubieras agarrado a golpes con el tipo".

"Oye, la sala de emergencias era un desastre, ¿Qué querías que hiciera? ¿Esperabas que me cruzara de brazos hasta que alguien más se encargara de eso"

Las ganas de seguir comiendo desaparecieron. Sabía que Hye-won no era bueno para hablar y que era fácil malinterpretarlo, pero era imposible que Do-han lo aceptara cuando parecía estar atacando todo lo que hacía. Al final, Dohan, que estaba completamente enojado, se apoyó en el respaldo de la silla con los brazos cruzados y las piernas abiertas. Era una actitud de autodefensa y también, una actitud para intentar ampliar la distancia que existía entre él y Hyewon.

"Sí, se habría resuelto igual si no me hubiera presentado. Pero si ese fuera el caso, si no me hubiera metido, la seguridad habría venido después de que te golpearan de nuevo ¿Eso querías o qué?"

"Nada más te digo que pienso que como eres un Alfa, crees que necesitas tener un exceso de sentido de la justicia".

"¿Un exceso de qué?"

"Piensas que si no ayudas, todos se darán cuenta de que no hiciste nada y que eso a la vez te dará una mala imagen. No tienes que lucir bien para todo el mundo."

Hyewon trató de resolver lo que quería decir, pero todo sonaba muy molesto para los oídos de Dohan. No lo había hecho con esa mentalidad sino porque no quería que Kang Hye-won sufriera daños o se involucrara en una situación que no le gustara. Do-han frunció el ceño y miró fijamente a Hye-won, que estaba sentado y hablando tonterías sobre "un sentido de la justicia" que no tenía. La atmósfera cosquilleante y tímida desapareció y en su lugar pareció que su rostro se había llenado solo de ira. El ruido de la gente hablando a su alrededor ahora era simplemente asqueroso.

"Y por eso mismo puede haber gente que te malinterprete."

"¿¡Qué me malinterprete cómo!? ¿Qué la gente piense que solo sirvo para pelear? ¿Qué solo estoy aquí por ser el hijo del presidente?"

En respuesta a la voz de Dohan, Hyewon cerró la boca. Y al ver que su rostro ya blanco se había vuelto más pálido gracias a sus palabras, Dohan se llevó la mano a la frente para intentar frenarse un poco ¿Cómo habían llegado hasta esto? Maldita sea.

"Perdón."

Pero como siempre, Kang Hye-won fue el primero en disculparse.

"No pidas perdón".

"Lo siento, no quise decir eso de esa manera".

Sus miradas se dividieron.

Los dos estaban en silencio, pero el significado que giraba alrededor de ellos era bastante pesado. Dohan mantuvo la boca cerrada, temiendo que Hyewon se lastimara por las palabras que diría, y Hyewon cerró la boca por temor a que su cerebro causara un malentendido mayor.

Nadie dijo nada. Do-han de repente comenzó a masticar su comida y Hye-won se rascó la cabeza igual a si no pudiera ocultar su impaciencia por la situación que había creado. Incluso sintió una extraña sensación de distancia cuando miró a Dohan y notó que estaba concentrando toda su atención en su vaso de agua.
Para ser honestos, Hyewon solo estaba intentando conocer lo que pensaba y estaba intentando hacer notar que le molestaba cuando se aprovechaban de él solo porque creía que tenía que darles gusto a todos. Hyewon abrió la boca otra vez:

"Es solo que... Me sorprendió un poco. Pensé que te conocía mejor que nadie, pero creo que no es así."

Hyewon de verdad pensaba que durante sus días de universidad, a Dohan simplemente le gustaba pasar el rato con varias personas y beber. Hasta ahora, nunca dudó de su personalidad y siempre pensó que era naturalmente fiestero. Creyó que hacía esto por placer, pero al parecer era porque se sentía solo. Y lo peor era que él deliberadamente estudiaba durante las tardes para que pudiera ir siempre que Dohan lo necesitara y hasta podía decirse que lo andaba cuidando todo este tiempo para que no le pasara nada malo.

Si estaba enojado pero no precisamente con él.

"Yo me siento igual contigo."

Dohan, que estaba mirando su reflejo en el cristal, levantó la cabeza para mirar a Hyewon. Los ojos de los dos estaban enredados así que ninguno de los dos se movió o bajó la cabeza por muy incómodo que fuera.

"Realmente no te lo dije porque tenía miedo de que te sintieras incómodo y, sabía que no ibas a responder pero..."

"¿Qué?"

"Quiero que me hables sobre los años que Eun-soo conoce y yo no".

"..."

Hyewon no tuvo más remedio que mantener la boca cerrada. Dohan tenía razón. No importaba cuánto preguntara, Hyewon no iba a responder. Hacerlo significaría confesar los sentimientos que tenía por él y, además, de una forma increíblemente patética.

"No importa. Te dije que es porque estaba enfermo. Pero... Recibí tratamiento y ahora estoy mucho mejor."

"¿Dónde, cómo y qué tan enfermo estabas? ¿Por qué no me dijiste? ¿Por qué solo desapareciste?"

"Yo..."

"..."

"Lo siento. No tengo intención de decírtelo. No puedo..."

"Perfecto."

"¿Es tan importante para ti?"

"Sí. Para mi lo es. Yo te cuento todo, o trato al menos. Incluso sobre la receta del medicamento para la disfunción eréctil, te dije la verdad.  Te enojas por lo que yo hago pero cuando te pido que también seas honesto, resulta que tú no puedes."

"Dohan-ah..."

Hyewon suspiró mientras se frotaba la frente. Do-han, con los brazos fuertemente cruzados, lo miró una última vez y sintió la forma en que la decepción comenzaba a deslizarse por su corazón.

"... Entonces por eso digo que esa es mi frase. Pensé que yo era quien mejor te conocía, pero ahora veo que no."

"Dohan".

"Me voy primero. Me encontraré con Byeong-jun de todas maneras."

Cuando Hyewon suspiró en lugar de responder, Dohan se levantó sin remordimientos y jaló la silla. La excitación y los escalofríos habían desaparecido y todo lo que quedaba era un corazón que hervía como una bochornosa noche de verano.

Hyewon se giró y miró a Do-han cuando se iba, pero igual no pudo hacer nada para atraparlo. Para eso, tenía que sacar todas estas viejas historias que no quería recordar y confesar lo que había hecho y... No, todavía no estaba listo para algo tan grande como eso. Pero al final, cuando Hyewon no hizo nada para detenerlo, Dohan rechinó los dientes y salió del restaurante tan rápido como pudo. Después, caminó en dirección opuesta al hospital. Mencionó el nombre de Byeong porque no quería quedarse con él, pero la verdad era que seguramente ahora mismo ese hombre estaría completamente lleno de trabajo en la sala de emergencias y no quería molestar contando sobre lo horrible que era su vida amorosa.

Dohan, que estaba temblando del puro enojo, compró una cerveza en una tienda de conveniencia cercana y se sentó en un banco del parque. Y mientras bebía, el teléfono celular en su mano comenzó a sonar como loco. Se apresuró a comprobar si era Hyewon, pero resultó ser Mihee.

[Mihee Kim: ¿Ya preparaste tu maleta para el viaje?]

Do-han revisó el mensaje de Mi-hee y cerró el teléfono de nuevo.

"Maldita sea..."

Se golpeó el pecho con el puño en señal de frustración. 

La decepción de que Hye-won no le diera una respuesta y el arrepentimiento de haber sacado a relucir una historia sin sentido por la que empezaron a pelear, se mezclaron mitad y mitad hasta presionarlo por dentro.

"Soy un asco para esto."

Dohan murmuró para si mismo y se vacío toda la lata de cerveza. Pero contrariamente al sonido refrescante del ácido carbónico, las entrañas de Dohan se volvieron cada vez más sofocantes... ¡Y fue peor porque él no había sido el único que había salido corriendo para intentar vencer la asfixia de la noche! Allí en ese lugar, se encontró con bastante gente paseándose, solos o acompañados, con abanicos o sombreros bastante exagerados. Inclinó la cabeza para que no lo vieran.

"Heejae, escuchar tu horrible conversación fue una perdida de tiempo".

Unas gruesas gotas de agua comenzaron a caer hasta el suelo y en los zapatos de Do-han, dejando una marca negra cuando se absorbió. Estaba enfadado. Pero lo que le resultó más hiriente no fue que Hyewon no le contara su secreto, sino que pensara que lo que había hecho por él, por amor, solo era para pretender ser una buena persona ante los demás. Es más, no era ni suficiente decir que le dolió. Se sintió terrible. Como dijo Hyewon, no fue como si nunca hubiera hecho algo para encajar en algunos grupos pero, al menos en el caso del enredo de Kang Hye-won, no lo hizo por mantener una imagen de Alfa perfecto o para recibir palmadas en la cabeza. No lo hizo para presumir, solo no quería que le hicieran daño. La esperanza que tenía se rompió un poco más así que las gotas de agua cayeron con más fuerza.

"Idiota."

El rostro de Dohan estaba cubierto de lágrimas.

"Soy un tonto".

En lugar de odiar y resentir a Kang Hye-won, se arrepintió de haber dicho lo de sus compañeras enfermeras y el motivo por el que le hablaba para que viniera por él cada noche. Si hubiera mantenido la boca cerrada, no habría encendido una vela como esta y seguramente estarían todavía bien. No tenía ganas de maldecirlo, estaba manchado de puro arrepentimiento hacia si mismo.

"¿Por qué hago esto aunque sé que va a terminar así?"

Dohan se frotó las comisuras de los ojos con el dorso de la mano. Ya que había derramado un montón de lágrimas bajo un clima cálido como este, su rostro húmedo se volvió terriblemente pegajoso y hasta sintió que olía a sudor. Quería darse una ducha y acostarse en la cama con el aire acondicionado puesto al máximo pero pensó que era inconveniente irse a casa ahora y enfrentar a Kang Hye-won. Y sobre todo, no quería pararse frente a él con este sentimiento porque tenía miedo de lo que pasaría después o, sobre que tanto se romperían el uno al otro.

Incapaz de calmar su cabeza y su pecho hirvientes, lloró durante mucho tiempo en un banco del parque antes de regresar al departamento.

El camino fue el doble de largo y más lento de lo habitual. Como era de esperar, Hyewon pareció estar en la cama para ese momento así que la casa ya estaba silenciosa y completamente oscura. Dohan entró en su habitación de puntitas, como un gato que quería esconderse, y se arrojó sobre el colchón sin cambiarse de ropa o quitarse los zapatos. Simplemente, no quería mover un solo dedo. No para eso al menos.

Respiró hondo y revolvió las sábanas. Hyewon suspiró ante el pequeño ruido que venía a través de la pared y luego, cerró los ​​ojos también.


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