Después de una breve reunión secreta en las escaleras de emergencia, Dohan volvió al trabajo y tuvo una tarde relativamente tranquila. Con la noticia de que Na-young Kim, quien se casó a principios de este año, iba a tomarse una licencia por maternidad, los trabajadores, que permanecieron en la sala de descanso para escuchar del "chisme", comenzaron a hablar sobre su situación, sobre lo rápido que había logrado incrementar el número de su familia y también, sobre lo horrible que era que tuvieran que trabajar extra.
Do-han, quien pareció escuchar todas sus quejas por un momento, comenzó a irse por las ramas y finalmente se concentró más en lo qué iba a comer con Hye-won esta noche, que en sus historias sobre lo injusto que era el hospital.
Después de un rato, mientras estaba pensando en ir a un restaurante con buen ambiente después del trabajo, el celular de Dohan sonó con la notificación de un mensaje de texto:
[Kang Hye-won: Estoy de servicio hoy. ¿Te vas primero a casa?]
[Im Do-han: Está bien ❤️❤️❤️ No te preocupes, trabaja duro pero tómatelo con calma.]
Dohan, que había respondido al mensaje de Hyewon diciendo: "¿No puedes saltarte el trabajo?" Borró inmediatamente el texto y envió algo que le hacía sonar como un adulto hábil, pero cariñoso. Le dijo que el pronóstico de su paciente, que estaba tratando desde hace unos días, no era muy favorable así que no quería molestar a alguien que ya estaba luchando por dar lo mejor de si mismo. Sin embargo, todavía no aparecían dos flechitas al lado de su mensaje así que pensó que estaba más apurado de lo que imaginó.
Mi-hee se acercó a Do-han para cambiarse de ropa después de terminar con el trabajo y le dijo que iría a un restaurante de panceta de cerdo con sus antiguos compañeros de universidad, lo invitó incluso, pero Do-han pensó por un momento y negó con la cabeza. Quizá iba a esperar a Hye-won, así que Mi-hee no le preguntó dos veces.
Después de que todos se fueron, Do-han se quitó las medias de compresión y se cambió de ropa, luego avanzó, se tomó su tiempo y salió tarde del trabajo. Cuando llegó a casa, abrió el refrigerador, miró el contenido, y en lugar de comer, sacó una lata de cerveza bien fría.
Do-han, que estaba bebiendo cerveza y caminando descuidadamente entre la ropa que tenía que lavar, de repente miró un par de camisetas y pensó en Hye-won, que estaba de servicio. Probablemente tuviera una muda extra en la oficina de "doctores a tiempo completo", pero de repente, sintió la necesidad de llevarle ropa un poco más abrigadora para la noche. Tan pronto como ese pensamiento le vino a la mente, Do-han no pudo soportarlo y quiso ver a Hye-won con muchas ganas.
Do-han empacó apresuradamente la camisa, los pantalones y la ropa interior de Hye-won en una mochila, dejó la cerveza enlatada sobrante en la mesa y se dirigió al hospital. Realmente fue un impulso extraño. Dohan, quien se detuvo en un restaurante de kimbap en el complejo de apartamentos y compró una porción para él y una para su pareja, corrió hacia el hospital como si tuviera un trabajo urgente.
La oficina de Hye-won estaba vacía, por lo que se sintió un tanto tonto por correr en un día tan caluroso como ese. Refrescando su cara con su mano, Dohan se dejó caer en una silla en el pasillo y trató de recuperar el aliento por un minuto. Luego, recordó las palabras que una vez habían compartido aquí mientras estaban recargados uno al lado del otro y también, lo nervioso que estaba y lo tonto que se había sentido por amarlo en secreto. En ese momento, nunca soñó que sería así, que confesarían sus sentimientos o que comenzarían a hacer planes íntimos juntos. Y mientras estaba sentado, sintiendo la suave brisa a través de la ventana ligeramente abierta, escuchó el sonido familiar de pasos acercándose y un suspiro que sonó un poco como una queja. Dohan sonrió juguetonamente y agitó la bolsa del restaurante mientras el hombre, que tanto quería ver, doblaba la esquina del pasillo para aparecer frente a su cara. Los hombros y su cara, que estaban caídos incluso mientras caminaba, florecieron repentinamente como una rosa bajo la lluvia en el momento en que se encontró con la sonrisa de Dohan.
"¿Quieres cenar?"
"Sí. Pero ¿No ya saliste del trabajo?"
"Salí del trabajo. Pero después vine aquí para ver a mi novio."
Dohan se rió y Hyewon lo siguió, luego se sentó a su lado y le dio un besito.
Dohan miró los zapatos de Hyewon mientras abría el papel que envolvía los kimbap. Los Crocs que había comprado para él le habían estado funcionando durante mucho tiempo, por lo que ahora estaban un poco desgastados. Dohan le dio unas palmaditas en el hombro a Hyewon y pensó que debió haber sufrido mucho cuando vio las manchas de sangre en sus pantalones. Luego, mientras Dohan seguía sonriéndole, Hyewon apoyó la cabeza en su hombro y dijo que "lo amaba."
"También te amo."
Después, Dohan miró al hombre y sacudió la cabeza cuando encontró sus anteojos con un montón de horribles huellas dactilares y mugre.
"Aunque no cambies en nada."
Do-han le quitó las gafas a Hye-won sin decir una palabra y limpió sus lentes como siempre lo hacía.
La sensación de peso en los hombros, la brisa de verano ligeramente bochornosa que entraba por la ventana y las luces de la máquina expendedora que iluminaban el final del pasillo, todo era tan familiar que hizo que Do-han sonriera.
FIN.