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Puntos de sutura. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Gracias a la rápida operación, Do-han, que empezó a ordenar antes de tiempo, tuvo más oportunidad de prepararse para ir a cenar con su mejor amigo.
Dohan pasó por la sala de descanso para tomar una bata y una "tarjeta de identificación de empleado", y salió de la sala de operaciones por primera vez en lo que iba del día.

El hombre, vestido con una bata blanca sobre su uniforme quirúrgico y con una tarjeta de identificación de empleado, no pareció tan diferente de los otros médicos que habían ido a comer. Era una bata que se usaba para poder salir evitando la contaminación pero, para su mala suerte, al pasar por la sala de espera, los pacientes pensaban erróneamente que era un doctor de planta y a menudo, preguntaban al respecto. Dohan, a quien una anciana lo abordó para ver cuándo podría ser dada de alta del hospital, se volvió hacia la enfermera en la estación, le informó su situación y caminó de mala gana hacia la cafetería, apretando sus Crocs con los dedos de los pies.

Dohan, que caminaba tan pesadamente como una vaca rumbo al matadero, gimió frente al ascensor y metió la mano en el bolsillo de su bata. Allí, había un Jibits con la forma de un corazoncito que Mi-Hee había dejado en su casillero con una nota que decía "Anímate." Lo apretó dolorosamente contra su palma y esperó a Hyewon Kang frente al segundo piso, que era donde se encontraba la cafetería del personal y el área de descanso.

Kang Hye-won, quien dijo que vendría primero y esperaría por él, no se veía por ningún lado en el pasillo. Y como para él era algo increíblemente normal llegar tarde, Dohan hizo una breve práctica frente al ascensor, escribiendo el guión en su cabeza para no quedar como un estúpido frente a Kang Hye-won.

Había dicho la palabra "suturas." Ese era el código que utilizaban en la universidad para "arreglarse" después de haber peleado.

Suspiró.

"¿Qué estás haciendo aquí en lugar de estar adentro?"
 
"¡Ah! ¡Oye, maldito desgraciado no...! No solo aparezcas de la nada ¿Cuándo viniste? ¡Si ya llegaste, muéstrame una señal en lugar de dejarme parado como imbecil!"

¿Fue porque estaba pensando demasiado profundamente en esto? Hyewon Kang, quien apareció de repente, estaba parado justo detrás de su espalda pero nunca lo notó. Y cuando lo escuchó hablar, Dohan entonces saltó como si hubiera sido golpeado por un rayo incluso aunque su voz había sido relativamente bajita. El guión que había elaborado en su cabeza salió volando como una tesis que fue terminada a la fuerza y luego, incluso pareció tan sorprendido que Dohan le gritó a Kang Hyewon justo como lo haría de costumbre. Dohan se frotó los brazos al sentir que tenía la piel de gallina.

"Ugh, eres espeluznante".
 
Cuando Dohan se acarició los hombros, Hyewon Kang simplemente suspiró y decidió pasar de largo. Contrario a la expectativa que tenía de su encuentro, el hombre entró a la cafetería sin decir una sola palabra al respecto así que, Do-han, que cayó en pánico, solamente lo siguió. Ni siquiera pudo pronunciar las palabras que había preparado o las disculpas que memorizó porque, como de costumbre, Hyewon Kang recogió un platito y miró el menú igual a si nunca hubiera pasado nada para empezar. Do-han, quien reconoció la situación tarde, también tomó un platito, se paró junto a Hye-won Kang, y lo observó:

"¿Por qué pediste verme?"

Al recibir las guarniciones en su plato, Dohan finalmente habló con Hyewon al respecto. Pero de nuevo, al contrario de lo que pensó que sería una pelea en la que estarían agarrándose por el cuello o teniendo una conversación incómoda y loca, Dohan se quedó en silencio cuando vio a Hyewon Kang moviéndose tal y como siempre.
 
"Pues para comer. Siempre lo hacemos juntos."

Ante la respuesta que recibió, Dohan puso una expresión aturdida, como de idiota, y se frotó la nuca igual a si hubiera comenzado a dolerle de la nada. Y mientras reflexionaba por un momento sobre cómo responder, Kang Hye-won, quien recibió el resto de su comida primero, se alejó para poder buscar un lugar. Dohan siguió apresuradamente a Hyewon de nuevo.

"Pero, Do-Han... Ciertamente hay algo que quería hablar contigo. Es sobre el sábado."
 
"..."
 
"Me dejaste solo y te fuiste."

Dohan, avergonzado por la oración de Hyewon, simplemente pareció quedarse en blanco.

"¿Dices que es lo que te molesta?"

"¿Por qué te fuiste?"
 
"¿De verdad estás preguntando eso?"

"¿Qué tiene de malo preguntar eso?"
 
Dohan y Hyewon mantuvieron la boca cerrada cuando descubrieron que solo las preguntas iban y venían sin respuesta entre uno y otro. Por un momento, la cabeza de Im Do-han empezó a dar vueltas más rápido que de costumbre y luego, incluso su pecho se comenzó a apretar. Era una situación en la que no podía estar seguro de absolutamente nada así que, por un momento se sintió como si primero necesitara una explicación de boca de Hyewon para sentar las bases de las suyas. Dohan agarró el plato y frunció el ceño.
 
"... No lo sé."
 
Cuando Kang Hye-won dio otro paso en dirección a la mesa, Do-han lo siguió atentamente por tercera vez. Luego Dohan, que dejó el plato frente a Hyewon, que había decidido tomar un asiento junto a la ventana, pensó en hacer una pregunta bastante sencilla:

"¿Por casualidad recuerdas lo que pasó el sábado?"

"..."
 
Hye-won, que estaba a punto de tomar los cubiertos, se detuvo y lo miró fijamente. Estaba tan nervioso por eso que el breve silencio que duró solo unos segundos pareció haber durado más de 10 minutos. Esperando la respuesta de Kang Hye-won, Do-han tragó saliva y trató de leerle la expresión incluso aunque lo estaba mirando sin decirle una sola palabra. Ahora que lo pensaba, cuando eran más jóvenes, incluso cuando los dos peleaban, Dohan siempre era el que lloraba. Nunca había visto que Hyewon hiciera algo así. Por eso es que hicieron la palabra clave para empezar. Para ahorrarse la fatiga. La voz baja de Hyewon agarró a Dohan, que había perdido la cabeza por un momento, y lo arrastró por un camino diferente:
 
"... ¿Qué dirías si te digo que no me acuerdo?"

"¿No te acuerdas?"

"Dime qué dirías."

Como si se hubiera convertido en un gran perfilador, Dohan comenzó a enfocarse en la persona frente a él para determinar la autenticidad de sus palabras. A medida que la tensión en su musculoso cuerpo se moderaba, la espalda de Dohan, sentado frente a la mesa, pareció volverse un tanto más recta y ancha.
 
"Tú y yo bebimos en el salón y subimos a la habitación del hotel."

"¿Y después?"

Ante la pregunta de Hyewon, Dohan pensó que realmente lo había olvidado y dejó escapar un suspiro de puro alivio.

"Uff, que bueno."
 
Pero sin darse cuenta, Hyewon arrugó las cejas ante la acción tan desgarradora de Dohan, quien tenía una expresión de cachorrito en su rostro y ahora sonreía como si estuviera realmente feliz de pasar este mal momento. Es decir, pensó que era bastante razonable. Originalmente Hyewon no era un hombre que bebiera hasta perder el conocimiento así que, que lo hicieran así ahora posiblemente le pasó factura a sus recuerdos.
Dohan volvió a mirar los momentos fragmentarios de ese día. Ambos estaban exhaustos y en un estado extremo tanto física como mentalmente.  Se sirvieron tantas bebidas fuertes que pareció lógico que estuvieran tan perdidos. Eran casi... Como zombies.

Dohan, que consideró las circunstancias antes y después en su cabeza, asintió ante la respuesta "razonable" que se le ocurrió tan de repente. Tenía solo una pequeña parte del escenario, y allí estaba Hyewon con una cara particularmente roja y unos ojos muy diferentes a los de costumbre. Cuando Do-han hizo una expresión seria y luego asintió de nuevo, Hye-won dejó la cuchara.
 
"… ¿Tú no te acuerdas?"
 
"... No todo. Al menos recuerdo que te dejé en la habitación del hotel."

Hye-won estaba mirando fijamente a Do-han como si estuviera a punto de perforarle la cara. Dohan dudó por un momento sobre qué responder, pero había hablado de esto con la esperanza de que fuera cierto que Hyewon también había perdido la memoria al igual que él. Después de todo, si Hye-won recordaba cada una de las cosas que había dicho o la manera en la que lo besó... Lo perdería. Dejaría de ser su amigo y tenía un montón de pruebas para apoyarlo. Afortunadamente, Hyewon no respondió y solo asintió con la cabeza con una sensación de estar diciendo que "lo entendía completamente". Y que "ya no tenía que hablar".

Cada vez que movía la cabeza, la luz del sol se reflejaba en sus anteojos transparentes.
 
"¿Por qué cambiaste tu turno?"

"Porque tenía resaca."
 
La actitud de Hye-won era la misma, pero Do-han no podía dejar de lado sus dudas fácilmente así que seguía vacilando en sus palabras. Su mente estaba complicada así que llegó a la conclusión final de que, si él lo recordaba por pedazos, entonces existía la posibilidad de que pasara lo mismo con él.
 
"Oye, Kang ¿Realmente no te acuerdas?"

"... Deberías comer."
 
No pudo despejar sus dudas porque no le contestó adecuadamente. Dohan agarró el extremo de la mesa con las manos y se estiró un poquito más hacia su dirección. El hombre mojó nerviosamente su cuchara en la sopa, miró a Do-han, quien dijo esto y aquello y luego lo atacó con un:

"Solo tengo curiosidad. Ni tú ni yo somos de los que pierden la memoria con facilidad."

"Ya."

"Aunque me alegro de no haber muerto ese día. Bebimos tanto..."

Dohan siguió hablando con él sobre la situación, pero Hyewon pareció concentrarse únicamente en la comida. Y a medida que la conversación entre los dos desaparecía, la carne y las papas también comenzaron a esfumarse rápidamente. Dohan se llevó los rollos de huevo a la boca y pensó si salir de la oficina después del horario habitual de trabajo o pasar la noche en la oficina de guardia. Por alguna razón, pareció como si todo estuviera relativamente tranquilo hoy así que podía decir que no le preocupaba demasiado su siguiente movimiento. Reflexionó un momento y luego, volvió a hacer contacto visual con Hyewon Kang. Quería volver a preguntarle si realmente no recordaba lo del sábado, pero también le preocupaba que pudiera estar contribuyendo a la recuperación de los recuerdos vergonzosos de alguien que estaba tranquilo en la ignorancia. Dohan decidió guardar silencio sobre esto porque intuyó que ese hombre no necesitaba estar molesto por el recuerdo de un beso por parte de su mejor amigo. 

Iba a fingir que no pasó nada de todos modos.
 
Después de comer, los dos se detuvieron en el café del primer piso, donde definitivamente no vendrían de ser un día corriente. Era un café famoso por sus deliciosos croissants y sus donas con chocolate, pero Dohwan y Hyewon no recordaban haber comido allí ni una sola vez.
 
"Un vaso de Americano helado y... ¿Qué quieres?"

"Oh... Uno así también."
 
"De acuerdo."

"..."

"..."

"¿No vas a... Pagar?"

"Ah, no tengo dinero."

"¿Cómo que no tienes dinero, pedazo de loco?"

"Pues no tengo."

"¿¡Y por qué pediste café si no tienes dinero!?"

"¿Por qué se me antojó?"

"Debes estar... Al demonio, quítate."
 
Do-han, quien se encontró de frente con el desconcertado empleado de la caja, chasqueó la lengua y le tendió su tarjeta de crédito. De hecho, el salario de Hyewon, médico de tiempo completo, no era muy diferente al de uno que rotaba turnos. Afortunadamente él estaba allí a su lado antes de que lo acusaran de ser un ladrón. La mayoría de los médicos que quedaron como becarios estaban allí para convertirse en profesores en hospitales universitarios o para practicar un poco más antes de irse a otro lado. Los préstamos allí no eran muy buenos, por lo que la mayoría de ellos abrían sus clínicas privadas para recibir buenos ingresos y, de hecho, solo aquellos a quienes, como Hyewon Kang, no les importaba si ganaban menos o más dinero, se quedaban sirviéndose de la beca. Sin embargo, Kang Hye-won a menudo sufría este tipo de situación porque tenía que pagar su departamento y su automóvil, el salario era bajo y no deseaba apoyarse de sus padres. Incluso aunque era un enfermero, el salario de Do-han era un poco más alto que el de Hye-won.

"Oye."

"Dohan."
 
Después de tomar un sorbo de café, los dos se llamaron al mismo tiempo.
 
"Dime primero."
 
"No, habla tú primero".
 
"No, tú dime".

"No, tú."
 
Cuando los dos hombres adultos se encontraron cara a cara, murmuraron como si fueran un par de niños tímidos. Igual a si todavía fueran estudiantes de primaria en sus últimos años. Bromearon diciendo que debería hacerlo primero uno u otro y luego, Hyewon, que no tenía mucho tiempo para tomar café, mencionó el tema principal primero:

"Ya que estamos hablando de dinero, quería preguntar sobre lo que pasaría con tu departamento."
 
"¡Ay! Tienes toda la razón."

Dohan encendió la pantalla del teléfono para verificar la fecha, en respuesta a la voz preocupada de Hyewon, y tal vez unos segundos después de eso, finalmente se llevó la mano a la frente y suspiró con todas sus fuerzas. ¿Por qué diablos el tiempo pasaba tan rápido? La fecha de vencimiento para la renta del departamento en el que vivía se acercaba peligrosamente así que, si Hyewon no hubiera hablado del asunto, habría estado sentado allí como menso y no se hubiera enterado sobre esto en absoluto porque era un hecho evidente que lo iba a olvidar.
 
"¿Por qué no aprovechas y buscas una casa cerca del hospital?"
 
Hyewon tenía razón. Cuando llegó por primera vez a la sucursal, el hospital no estaba muy saturado y los primeros días, estando en la unidad de cuidados intensivos, podía decir honestamente que no había muchas cirugías de emergencia y que tenía demasiado tiempo libre para descansar después. En ese momento, no había casas adecuadas cerca del hospital así que encontró una que estaba a una hora en autobús. Aunque pensaba que iba a seguir siendo igual de fácil siempre.
 
"¿Crees que sea lo mejor?"
 
"Sí. Ni siquiera tienes un coche."

A diferencia de Hyewon, que tenía su propio automóvil, Do-han no consiguió uno de inmediato porque siempre decía que no tenía mucho chiste si al final nunca salía del hospital.
 
"¿Te gustaría vivir conmigo?"

"¿Contigo?"

"Sí. No hay muchas opciones por aquí, y ninguno de nosotros está mucho tiempo en casa de todos modos."

A sugerencia de Hyewon, Dohan enarcó las cejas. No era una mala oferta en realidad. (Al menos, si no se hubiera acostado accidentalmente con Kang Hye-won hace unos días.) Era cierto que no había habitaciones individuales cerca del hospital, y la mayoría de ellas eran unidades familiares con un costo bastante exagerado. Además, ninguno de los dos iba a casa muy a menudo así que ciertamente era un desperdicio. Si los dos vivían juntos, incluso en una casa un poco más grande, la carga se aliviaría de muchas maneras y dejaría de sentirse tan frustrado siempre por la manera en la que llegaría a fin de mes. Dohan activó la calculadora en su cabeza por un momento.
 
"Lo pensaré."
 
"De acuerdo."
 
Era una oferta tentadora, pero Dohan retuvo su respuesta por el momento. No sabía cómo podrían cambiar las cosas en el futuro pero, si pensó que sería bueno esperar un poquitito más. Todavía tenía unas semanas hasta que expirara el contrato de su casa por lo que sería mejor aceptarlo justo en ese momento para, además, asegurar que Hyewon realmente no recordara nada de esa noche.
 
"Bueno, ¿Qué te parece si lo discutimos bien este fin de semana?"
 
"¿Por qué el fin de semana?"
 
"… Es el cumpleaños de tu padre".
 
"¿Por qué sabes qué es el cumpleaños de mi padre?"
 
De hecho, Dohan entendía eso, solo fue como si quisiera sacarle más conversación. Después de todo, lo que había entre los dos era tan natural como el agua que fluía en un río.
 
"Porque tu padre llamó".

"Por supuesto."
 
Y lógicamente lo hizo porque sabía que Dohan no mostraría la nariz en su cumpleaños a menos que hiciera que Kang Hye-won lo atrapara y lo llevase hasta Seúl. Su padre era una buena persona en muchos sentidos, pero Do-han siempre había tenido dificultades para pasar tiempo con él.

Dohan suspiró y asintió ante la escena obvia que se desarrollaba frente a sus ojos como un video que había visto docenas de veces y luego, de la nada en realidad, recordó algo:
 
"Ah, yo... ¿Conoces a Kim Jung-ah? ¿La anestesióloga?"
 
Hyewon pareció no entenderlo de inmediato, pero Dohan siguió aún así. Como era de esperar, el hombre tomó otro sorbo de café y sacudió la cabeza igual a si pidiera que fuera más exacto. Hyewon Kang no estaba demasiado interesado en las cosas que le rodeaban cotidianamente.
 
"Mihee me dijo que Kim Jung-ah le contó que estaba interesada en ti."

"Ya veo..."

"Eres muy popular."

Interiormente, temía mostrar una expresión molesta, pero Kang Hye-won se la puso fácil asintiendo ante las palabras de Do-han como si estuviera acostumbrado a escuchar cumplidos. Dijo "Tal vez deba traerla aquí también." Y de repente, no sabía exactamente por qué, pero una fiebre desconocida se elevó en la cabeza de Dohan como si la sangre se le estuviera yendo al cerebro. Él había sacado el tema primero, eso fue claro, pero fue porque no esperó recibir ese tipo de respuesta tan positiva. Se sintió como si la feromona del omega, que de repente le dio náuseas, se frotara debajo de su nariz y su estómago hasta ocasionarle dolor.
 
"Oye... Jajaja, no. No te estoy diciendo que aceptes. Yo solo... Era un chisme y ya. Si no te gusta, simplemente di que no. No tienes que ser amable con ella."

"¿Quién dijo que no me gusta?"

La expresión de Hyewon, que se levantó de su asiento, con el café en su mano y la mirada puesta en su reloj, no era ni de disgusto ni de alegría, era... Solo él.

"Bueno ya la ves todos los días ¿No? Ni, ni siquiera pareció interesarte hace unos segundos ¿Y ahora le vas a dar café?"

"Bueno ¿Y qué hay de ti?"

"¿Cómo que qué hay de mi?"

"¿Por qué te encuentras con Omegas todos los días si no pareces interesarte en ellos?"

"Porque yo... Porque..."

"¿Ajá?"

"Porque solo lo hago por sexo. Es diferente."

"Por supuesto. Es obvio."

Las palabras de Do-han parecieron herirlo por segunda vez, por lo que Hye-won arqueó ligeramente las cejas y levantó sus anteojos sin darse cuenta de que lo estaba haciendo. Tanto así, que notó que sus lentes de montura plateada estaban colocados muy por encima del puente alto y blanco de su nariz. Hyewon pareció un poco brusco ahora.

"Pues yo también quiero sexo."

"... ¿Qué dijiste?"
 
Dohan miró a Hyewon de arriba para abajo, como si acabara de escuchar una broma bastante divertida. Cuando estaba en la escuela de premedicina, pareció tan confinado al estudio que ignoraba a todas las jovencitas que se le acercaban. Incluso las novias que tuvo en ese periodo y hasta las de ahora se quejaban de que solo las veía dos veces al mes y por eso todas lo terminaron. ¡No podía venirle con el cuento de que quería sexo cuando tenía muchísima suerte de no seguir siendo virgen!
 
"No puedes hablar en serio."

"Claro. Dime por qué."

"Porque tú no... Porque..."

"..."

"Solo, no..."

"Excelente argumento. Me voy. Tengo una cirugía más en un momento así que nos vemos en la noche."
 
Hyewon tomó un par de sorbos de su Americano y dejó la taza en la mesa. Dohan, que tenía mucho tiempo libre hasta la próxima cirugía, naturalmente se congeló.
 
"Espera... ¡Oye!"

"¿Qué?"

"... Si recuerdo algo más de ese día, yo voy a decir todo ¿Sí?"

"... Nos vemos, Dohan."

La punta de las cejas afiladas de Kang Hye-won se elevó un poco más, pero eso fue todo.


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