GUÍA DEL AMOR
Me llamo Uchiha Itachi. A mis veintisiete años soy considerado un genio en los negocios, el heredero mayor de las empresas Uchiha. Soy la cabeza de la familia desde que mis padres murieron hace dos años en un accidente automovilístico. Mi cabello y ojos son de color negro y mi piel blanca, y no es por parecer presumido ni nada por el estilo, pero soy el soltero más cotizado por hombres y mujeres.
-Buenos días –saludo entrando a la cocina de la mansión
-Buenos días, Itachi.
Ése lindo rubio ojiazul que está preparando el desayuno es Uchiha Naruto, el esposo de mi hermano menor. Es una persona muy amable y bella, la verdad, si lo hubiera conocido antes que mi otouto, seguro habría ido tras él.
-Se supone que los sirvientes deben encargarse de la comida, Naru.
-No puedo evitarlo, sabes que amo cocinar.
Naru tiene una cafetería muy elegante y famosa en la ciudad, cocina deliciosa comida y sus postres y café son insuperables; estoy orgulloso de tener un cuñado tan magnífico como él.
-Buenos días, aniki, Naruto –se acerca a darle un beso en la mejilla
-Buenos días –le sonríe el rubio
El hombre vestido de traje negro y con gran parecido a mí, salvo por su cabello que tiene matices azules, es mi otouto Uchiha Sasuke, de veinticuatro años. Él es abogado, se encarga del papeleo legal de las empresas de la familia, y sí, es el esposo de esa lindura de rubio que está cocinando.
-No deberías esforzarte tanto, Naru.
-Descuida, apenas tengo diez semanas.
Como oyeron, mi cuñado está embarazado. Estoy muy feliz porque finalmente seré tío, estoy seguro de que mi sobrino o sobrina será un hermoso bebé. Ah, les contaré un poco de mis dos otoutos. Ellos han sido amigos desde los once años y con el paso del tiempo sus sentimientos cambiaron hasta volverse amor, así que cuando tenían diecinueve años se casaron sin que nadie de las dos familias se enterara (tampoco yo). Mis padres armaron un gran escándalo porque decían que eran muy jóvenes y que ambos eran de clases sociales distintas (por aquél entonces mi cuñadito sólo tenía a su tutor, Iruka-san), pero eso a ellos no les importaba, así que rentaron un pequeño departamento y se pusieron a trabajar, estudiar la universidad y disfrutar de su vida de recién casados, todo a la vez. Les tomó a mis padres un año reconocer y aceptar su matrimonio; y si lo hicieron fue porque al final Naru se ganó su cariño con creces. Aunque creo que desde allí comenzaron a molestarme a mí diciendo que no era posible que el hermano menor se casara antes que el mayor, pero yo amaba mi soltería, así que no me importaba lo que dijeran. Luego supimos de la verdadera familia de Naruto, ya que resultó que el clan Namikaze (la familia de su papá, el apellido de soltero de mi cuñado era Uzumaki, como su mamá) era muy conocido en el extranjero por su gran cadena de hoteles, pero el zorrito (así le digo de cariño) no quiso ir con ellos aún cuando supo la verdad y que su hermano Deidara y su esposo Sasori vinieran por él, aunque obviamente que tampoco íbamos a permitir que se lo llevaran. Y digo íbamos porque me incluyo a mí, a Sasuke y a mis padres. Al final los Namikaze tuvieron que aceptar que habían llegado tarde a la vida de Naru y lo dejaron tranquilo, aunque ahora mantienen contacto como buena familia que son.
-Itachi –me llama Sasuke-, ¿has pensado lo que te propuso Kakashi?
Oh, no, sabía que me preguntaría por ello.
-¿De qué hablas, Sasu? –preguntó el rubio lindo
-Es que Kakashi me recomendó ir a una agencia de citas para ver si encontraba una pareja que me gustara.
-Pero Itachi, dudo que necesites algo como eso, de por sí eres muy guapo y bastantes personas darían lo que fuera porque les escogieras.
-Viniendo de ti es un cumplido que me hace muy feliz, Naru-chan.
Jeje, amo el molestar a mi otouto. Kukuku, ya me está lanzando su mirada asesina-celosa, aquella que sólo usa contra los que se le insinúan a su adorado esposo
-¿Entonces? –la vena en su frente es tan notoria
-Yo sólo me preocupo por ti, Itachi.
Los tres volteamos y nos encontramos con un sujeto de cabello gris y con un parche en el ojo, además de que trae parte de la cara cubierta.
-Kakashi-san –saluda Naru-, ¿cómo está Iruka-sensei?
-Jejee, muy bien, seguro que ya debe ir en camino a la academia –a paso veloz se le acercó a mi cuñado y le acarició su estómago-. Mi pequeño nieto, cuando nazcas también a ti te enseñaré muchas cosas de la vida.
-No pienso dejar que perviertas a mi hijo. ¡Y suelta a Naruto!
Kakashi Hatake, además de ser esposo de Iruka-san, es mi mano derecha en los negocios, ha trabajado para mi familia desde hace mucho tiempo. Papá solía decirme que si había alguien en la compañía en quien pudiera confiar ciegamente, era en él. Hace unos días me dijo que fuera a una agencia de citas para conseguirme pareja y por fin asentar cabeza. Sé que lo hace porque está preocupado por mí y quiere que sea feliz, igual que mis otoutos, pero no estoy muy seguro. Aunque... quizá tienen razón y va siendo hora de que me decida a asentar cabeza.
XXXXX
Mi día en la oficina fue de lo más normal, revisar papeles, escuchar al consejo de las empresas, gritarles a unos cuantos empleados... Sí, todo normal. Ahora estoy esperando en la recepción de la dichosa agencia de citas, pero me están incomodando las insistentes miradas de esta bola de buitres.
-Disculpe –escucho una voz tras de mí-, usted debe ser el señor Uchiha Itachi, ¿verdad?
Al voltear a ver a la persona que hablaba me quedé boquiabierto: tenía frente a mí a un precioso chico de corto cabello negro, igual que sus ojos, blanca y suave piel, y una sonrisa por demás encantadora.
-Mucho gusto –me dijo-, mi nombre es Sai.
Sonrió aún más con cariño y ternura, si eso era posible, ocasionando que mis mejillas se sonrojaran levemente, así que volteé mi cara para que no lo notara.
-¿Se encuentra bien, Itachi-san?
-Ah, sí, sí. Eh... mucho gusto, Sai-san.
-Con Sai está bien, para que haya más confianza.
-Entonces también llámame solamente Itachi.
-… De acuerdo –me sonrió
¿Fue mi imaginación o se puso un poco nervioso? Creo que mi mente me está jugando malas pasadas.
Fuimos a la cafetería del edificio y allí sacó una carpeta.
-Veamos... Por lo que veo en su perfil es alguien a quien le cuesta entablar relaciones con las personas –me mira y sonríe-, pero la verdad sigo sin explicarme por qué alguien como usted necesita de nuestra agencia.
-Ya lo dijiste, me cuestan trabajo las relaciones con los demás, salvo con unos cuantos –y es verdad, con los únicos que me muestro tal como soy son mi otouto, Naru-chan, Kakashi e Iruka-. Un amigo me recomendó que viniera; supongo que tanto él como mi otouto y su esposo están preocupados por mí.
-Ya veo, entonces prometo esforzarme para encontrarle a una persona perfecta para usted.
Es extraño, pero esas palabras me dolieron un poco.
XXXXX
-Lo lamento, creo que no soy indicada para ti.
-Eres muy guapo, pero también muy frío conmigo.
-Quizá si nos conocemos mejor te enamores de mí.
-Lo lamento mucho, Itachi –me decía Sai con tristeza y es que todas las chicas, y hasta chicos, con los que me ha arreglado citas han sido un rotundo fracaso
-No te preocupes –trato de animarlo-, supongo que yo también tengo la culpa.
-No, es porque no soy bueno en esto.
-Disculpen.
Ambos vemos al recién llegado: se trataba de un chico de cabello café y ojos oscuros.
-Buenos días, Kiba-san –lo saluda Sai
-Buenos días, Sai-san -me inclina la cabeza en gesto de disculpa-. Perdonen por haberlos interrumpido, Sai-san, sólo quería entregarle esto.
Veo que le entrega una invitación para... ¿una boda?
-¡Me da gusto que finalmente vayan a casarse!
-Estaré feliz si va a la boda. Con permiso, esperaré verlo allí, Sai-san.
-Sí, muchas gracias –le dice con una sonrisa muy linda mientras se va
-¿Un amigo? –no puedo evitar preguntarle
-Un antiguo cliente. Hace un año le arreglé un encuentro con un chico llamado Shino, hubo atracción entre ellos desde la primera cita. Así que me hace muy feliz el haberlo ayudado a encontrar a su persona ideal.
Vaya, definitivamente Sai es una persona muy interesante.
-Ah, es verdad. Mañana en la noche habrá una fiesta organizada por la agencia, ya sabe, para que los clientes se conozcan. ¿Quiere que lo agregue a la lista de invitados?
-… ¿Irás tú a la fiesta?
-Sí.
-Entonces supongo que estará bien.
-Perfecto, lo anotaré.
¿Eh? Me pareció que me estaba viendo muy intensamente. Calma, Itachi, debes concentrarte.
XXXXX
Me estoy arreglando para la dichosa fiesta de esta noche. La verdad acepté ir sólo porque podré ver a Sai ahí. Soy un tonto, ¿verdad?
-Itachi, te ves muy bien –me dice mi cuñadito
-Últimamente te veo un poco diferente, aniki –dijo Sasuke-. Como que has cambiado.
-¿En serio?
-¿Acaso ya conociste a alguien en esa agencia de citas?
-Quizá, otouto baka, quizá. Bueno, me voy –le acaricio la cabeza a Naru-. Tendrán la mansión para ustedes solos, pero sé cuidadoso, otouto, no quiero que lastimes a Naru y a mi sobrino.
Fue tan divertido ver cómo ambos se sonrojaron, más el zorrito, pero Sasuke no se quedaba atrás.
-Mejor ya vete, Itachi.
Llegué al salón donde era la fiesta. Es un lugar muy elegante, hay muchas personas, pero entre todas, logro divisar a ese pelinegro de sonrisa preciosa.
-Buenas noches, Itachi. Se ve muy apuesto –me dice mientras acomoda mi corbata y la camisa con alegría, yo por mi parte no puedo evitar sonreír al verlo con esa cara tan linda... Me pregunto si tendrá pareja.
-Disculpe, Sai-san, ¿quién es su amigo?
-Sí, ¿por qué no nos presenta?
Varias chicas se nos han acercado. La pelirosa y la rubia no me agradan, parecen un par de víboras.
-Él es Uchiha Itachi, un cliente mío.
-Ahh, mucho gusto, soy Haruno Sakura.
-Yo soy Yamanaka Ino, es un placer.
-Eh... sí, igualmente –mentira, pero en fin
-Bueno, yo los dejo para que platiquen. Con permiso, debo ir a ver a mis otros clientes -¡¡No!! No me dejes solo con estas chicas, Sai
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Llevo un horrible par de horas escuchando pláticas superficiales. ¿Uh?, ¿por qué siento mi camisa mojada?
-¡Eres una tonta, frontuda! Lo hiciste a propósito.
-Claro que no, cerda, fue un accidente. Permítame ayudarle, Itachi-san.
-No, yo lo haré, tonta.
Genial, ahora se están peleando estas zorras... Me retracto, zorrito mi cuñado, estas tipas no se comparan en nada con él.
-Damas, cuidado –les trato de calmar porque se están jaloneando entre todas
-¿Qué está pasando aquí?
Escucho el sonido de un vidrio rompiéndose. Ay, no, que no sea lo que estoy pensando... Sai se está sujetando la cabeza, parece que una de las chicas sin querer le quebró una copa en la cabeza.
-¡Ahh, Sai-san!
-¡¿Se encuentra bien?!
Inmediatamente me acercó a él: está sangrando un poco.
-Ven –le digo-, hay que revisar esa herida.
Lo guié hacia una sala tranquila y reviso su herida. Afortunadamente no es nada grave, sólo un rasguño, de lo contrario ya habría ido a matar a esas chicas por lastimarlo.
-No se preocupe, Itachi, estoy bien.
-Oye, deja de hablarme de usted, me haces sentir viejo –y le sonreí, haciendo que... ¿se sonrojara?
-Muchas gracias, Itachi.
Sí, ahora me queda claro. Cometí la estupidez de enamorarme del chico que contraté para que me consiga pareja.
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Han pasado dos semanas desde aquello. Hoy tendré la segunda cita con una chica llamada… eh… Kagura... Creo que ése es su nombre, pero antes iré a la agencia a "informar" cómo va mi relación... ¡Mentira! Voy para ver a Sai. Entro al comedor y veo que mis otoutos se separan rápidamente. Una de dos: se estaban besando o andaban cuchicheando.
-Oye, aniki, ¿estarás muy ocupado después de ir a la agencia?
-Mmm... No, la cita es en la noche.
-Mira, no me gusta tener que pedírtelo, pero ¿podrías llevar a Naruto al chequeo médico? Es que yo voy a estar muy ocupado.
-Claro, no hay problema.
Si fuera cualquier otro ya hubiera dicho que no, pero se trata de mi cuñado y mi futuro sobrino, así que es mi deber protegerlos.
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POV'S SAI
Estoy sentado en la cafetería esperando a Itachi. Hoy va a salir de nuevo con Kaoru-san, espero que ya se haya aprendido su nombre correctamente. Allí viene... ¿Eh?, ¿quién es ese chico que lo acompaña? Es muy hermoso, seguramente es justo del tipo de Itachi... No sé por qué, pero me siento triste.
-Buenos días, Sai –se ve tan guapo cuando sonríe
-… S-Sí, buenos días, Itachi.
Ese chico me miró raro cuando lo llamé por su nombre, quizá le molestó
-Te presento a Uchiha Naruto –¿Uchiha?-, es el esposo de mi otouto y el futuro otou-chan de mi futuro sobrino.
-¡Mucho gusto! –vaya… ¡Qué sonrisa tan bonita!
-Igualmente, Naruto-san –En serio, ¡es un chico tan lindo!
~~~Hamidashita kaze wo atsumeta mitaina~~~
El teléfono de Itachi comenzó a sonar, por lo que se alejó unos momentos para contestar.
-Ah... ¿cuánto tiempo tienes de embarazo?
-Apenas diez semanas, jeje, aún no se me nota.
¡Kyaa! ¡Seguro se va a ver muy lindo con su pancita! Sí, soy débil ante la gente linda y tierna, lo admito.
-Hoy vine con Itachi porque Sasuke no podía acompañarme al médico y por eso mi cuñado me va a llevar –un momento, ¿se está justificando?-. ¿Sabes, Sai-san? Ellos dos son muy reservados, son contadas las personas con las que se han sentido a gusto, sobre todo desde que sus padres murieron. Los conozco desde que éramos niños, por eso siempre he deseado verlos sonreír de manera natural, quiero que sean muy felices. Yo amo a Sasuke y tuve la fortuna de casarme con él a pesar de las adversidades; pero también me prometí que cuidaría de Itachi hasta que encontrara a la persona que amará como a nadie. Estos días nos hemos dado cuenta de que él ha cambiado, lo veo más alegre. Mi cuñado siempre me tendrá a su lado, pero necesita de alguien que lo ame y lo proteja de la soledad.
-… ¿Por qué... me dices todo esto a mí...? –no lo entiendo
-¿Por qué será?
Qué sonrisa tan enigmática. Este joven es en verdad amable y se nota que quiere mucho a Itachi, aún así, ¿seré yo la persona indicada para que le hablara de esos sentimientos?
FIN POV'S SAI
Ay, mi otouto baka. Hablar con el pretexto de que son asuntos de negocios para que al final me advirtiera que si algo le pasaba a mi cuñado, o si alguien le coqueteaba, me mataría lenta y dolorosamente.
-Disculpen la tardanza.
-Descuida –me dice Sai
Es raro, pero me parece que el ambiente se siente un poco extraño, Naru está muy sonriente y Sai algo distraído.
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-Entonces así quedamos –me dice Sai después de haber organizado la cita de esta noche
-Gracias, Sai. Debemos irnos o llegaremos tarde a la consulta de mi zorrito.
-Me dio mucho gusto conocerte, Sai-san –le sonríe
-Lo mismo digo, Naruto-san –veo que corresponde a su gesto
Jeje, tal parece que también Sai cayó bajo el encanto de mi cuñadito.
Salimos del edificio y nos dirigimos a mi auto.
-Él es una persona muy interesante –dijo Naru
-¿Verdad que sí? Yo también lo creo.
-Se trata de él, ¿cierto, Itachi?
-¿De qué hablas?
-Últimamente andas más alegre. "Creo que conoció a alguien especial", eso le dije a Sasuke de ti esta mañana.
Parece que a este chico nunca podré esconderle nada, después de todo, incluso más que mi otouto y Kakashi, él es quien mejor me conoce.
-No creo que esté bien, Naru. Se supone que lo contraté para que me ayudara a encontrar pareja, no...
-Sólo no me vayas a decir que sería algo imposible, que las clases sociales y eso, porque te recuerdo que tu hermano y yo nos fugamos para casarnos ya que mis suegros, que en paz descansen, no aprobaban nuestra relación.
-… -lo miro y sonrío de medio lado- ¿Por qué no te conocí antes que Sasuke?
-Mala suerte.
Nos miramos y sonreímos. Ahh, mi otouto no fue nada tonto al escoger a este zorrito como pareja
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Cenamos bajo la conversación de esta chica que resultó llamarse Kaoru. La verdad es que durante la cena no pude evitar mirar a Sai de reojo, ya que él estaba cuidando que todo saliera perfecto. Finalmente Kaoru me pidió que fuéramos a pasear; ella no es presumida ni arrogante como las otras chicas con las que he salido, por lo que acepté, no quería ser grosero con ella.
-¿Van a ir a otra parte? –pregunta Sai
-Sí, espero no haya problema –le contesté
-Claro que no, espero que se diviertan.
A pesar de haber sonreído al decirlo, creo que se puso un poco tenso.
Un rato después voy caminando por las oscuras calles. Después de acompañar a Kaoru a su casa y decirle de la manera más amable que no podía seguir saliendo con ella, decidí dar una caminata para despejar mi mente y ordenar mis ideas. Voy tan sumido en mis pensamientos que sin darme cuenta choqué con alguien.
-Perdone –le digo
-No, yo no me fijé... Ah, Itachi.
Sai se abrazó a mí muy feliz, tenía los ojos y las mejillas de color rojo, creo que estuvo bebiendo y llorando.
-Itachi, ¿qué pasó con tu cita?
-Nada importante, pero ¿por qué estás en este estado, Sai?
-Es que estaba confundido –hizo un puchero-. Dime, ¿por qué creo que estoy enamorado de ti? –agachó su cabeza- Cuando lo admití me sentí muy triste porque sé que jamás me corresponderás.
Me quedé en shock al escuchar sus palabras y sentir cómo se abrazaba a mí con más fuerza. Al fin pude reaccionar y le correspondí estrechándolo contra mi pecho.
-¿Y quién te dijo que no te voy a corresponder? –le susurré al tiempo que besaba su frente
-¿Qué? –alzó su acuosa mirada sorprendido- Es en serio, ¿verdad? N-No lo estoy soñando...
-Claro que no, hablo muy en serio.
Lo sujeté del mentón y sellé nuestros labios en un casto beso. Su sabor es más delicioso de lo que imaginé.
-Te amo, Itachi.
-Buen trabajo, Sai –volví a apresarlo entre mis brazos-. Eres excelente por haber conseguido que Uchiha Itachi se enamorara perdidamente de un chico –nos vemos y nos sonreímos-. Yo también te amo.
Llegamos al departamento de Sai e inmediatamente nos tumbamos en su cama ya sin las prendas de arriba puestas, besándonos y acariciándonos todo lo que pudiéramos. Aquella noche fue la primera en que hicimos el amor como dos desesperados.
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De eso han pasado tres años. Hoy tuve el día libre, por lo que me encuentro en el parque viendo jugar a una belleza de cabello y ojos negros, la mujer más importante de mi vida.
-Otou-san –llamó mi pequeña Isaki que se encontraba jugando en el cajón de arena. Sólo tiene poco más de un año y ya es muy inteligente, digna de ser mi hija-. Otou-san –me miró feo al ver que me quedé sumido en mis pensamientos
-¿Qué ocurre, pequeña? –la alcé en mis brazos
-Otou-chan, otou-chan.
-Ah, no te preocupes, tu otou-chan no tardará en venir.
Unos minutos después mi querido Sai llegó con nosotros.
-Otou-chan, otou-chan –nuestra hija sonreía al verlo
-Hola, pequeña, ¿cómo te portaste?
-Vamos –le digo-, sabes que mi otouto se molesta si nos retrasamos.
-Es verdad, tiene un pésimo genio, jeje.
Sí, como podrán imaginarse, me casé con Sai. De hecho aún andábamos de novios cuando supimos que él estaba embarazado, por lo que mi otouto nos dio un sermón sobre el uso del condón y lo de tener hijos fuera del matrimonio, y organizó todo para que nos casáramos inmediatamente.
Llegamos a la mansión y allí somos recibidos por un pequeño de poco más de dos años, con su cabello azabache y unos ojazos azules. Estoy seguro que con una sola mirada va traer locos a chicos y chicas en unos cuantos años.
-¡Ita oji-san! –corre y me abraza
-Hola, Minato, ¿cómo estás?
-Bien –me sonríe igual que mi cuñadito
Le pusieron el nombre de su abuelo... ¿materno? Bueno, le pusieron el nombre del papá de Naruto. Y ¡es tan lindo! Si no es porque sería incesto, me encantaría que un día fuera mi yerno.
-Hola, Naru, Uchiha gruñón –saludó mi esposo al verlos aparecer
-Hola, Sai –mi cuñadito se acercó e inmediatamente Isaki estiró sus bracitos para que la cargara. Creo que todos los pelinegros de la familia tenemos debilidad por él-. ¡Isaki-chan! –sonríe a mi princesa
-¡Naru! -sí, eso incluye a mi hija
-Llegan tarde, aniki –reprocha Sasuke
-No seas enojón, otouto, sólo fueron quince minutos. Además Kakashi y su familia aún no llegan, ¿no?
-Bueno, es cierto.
-Otou-san, baño.
-Vamos, Minato –Sasuke cargó a su hijo y se fueron
La puerta de la mansión se abrió y con su escándalo acostumbrado entró un niño de ocho años y cabello gris.
-Lo siento –dijo-, es que de camino acá encontramos una caja llena de gatitos y nos pusimos a buscarles hogar.
-Kai –lo llamo-, se nota que eres el hijo de Kakashi.
-Jejeje, ¿verdad? –llegó diciendo Kakashi- Sólo le falta leer el Icha Icha Paradise, pero Iru-chan no lo deja.
-No quiero que perviertas a nuestro hijo... Al menos no tan pronto –contesta su esposo
Y como ya es costumbre nos reunimos todos para comer. Por si quieren saber, Sai sigue trabajando en la agencia de citas, pero claro, yo soy su cliente más importante. Esta es mi vida actual, soy completamente feliz, no puedo pedir nada más. Volteo a ver a mi esposo y noto cómo sonríe y se sonroja al pedir la atención de los demás.
-Ahora que estamos todos reunidos hay algo que debo decirles: ¡estoy embarazado de nuevo! –declaró Sai, sonriendo
PUUUMM
-¡¡Itachi!! –gritaron todos los adultos
-Otou-san, ¿Ita oji-san se cayó?
-Eh... sí, Minato, oji-san se cayó.
Me retracto, creo que mi vida está por mejorar aún más.
FIN
THE END
OWARI