¡¡Iori!! – dices mi nombre en voz alta, la cual es para mí como el aire que necesito para vivir, y pensar que tengo que acabar con él, acabar de una vez por todas y para siempre, la noche es fría al igual que mi corazón, las ramas de los árboles danzan la danza de la muerte, tanto para ti como para mi. Te veo frente a mi dispuesto a empezar con la lucha, cuanto quisiera poder gritarte lo que siento por ti, pero no puedo, no me aceptaras y solo faltan días para que mi vida termine.
Solo un par de días y estaré muerto, claro tu no sabes eso, y aunque lo supieras no te importaría, para ti lo más importante en la vida es Yuki, esa niña estúpida que te sigue todo el tiempo, me gustaría romperle el cuello, sin embargo con eso te haría sufrir y yo sufriría contigo.
Corres hacia mi dispuesto a matarme – Kisama Kyo – grito y corro también, es preciso que acabe con tu vida, sino mi soledad en el infierno será más lastimera que el peor de los castigos, peor que todos los golpes que me dio mi padre cuando era niño, los golpes con que él pretendía hacerme odiarte, pero no se dio cuenta que me enseño a amarte. Todos los días era seguro que al despertar oiría tu nombre, durante varios años ansié conocerte, para destrozarte por completo, para verte arder en el fuego de los Yagami, oírte suplicar a mis pies, y cuando por fin te tuve enfrente lo único que quise hacer fue ....besarte.
Tus puños y piernas siguen golpeándome he hiriéndome al igual que los míos a ti, estamos cansados pero no desistiremos de nuestro propósito: demostrar que clan es el mejor. Tanto tu familia como la mía esperan al final ser los ganadores, sin siquiera pensar en nosotros. Es hora de que mueras Kyo, mi hermoso Kyo.
Lanzo un puñetazo hacia tu estomago con tal fuerza que puedo sentir mi mano entrando, atravesando tu piel, abres tus ojos completamente y me detengo a admirarlos antes de hacer estallar todo mi fuego en tu interior. Recuerdo el primer día que los vi, estábamos frente a frente, no había ni odio ni rabia en ellos, como lo hubo en las veces posteriores a nuestro primer encuentro, y ahora tus ojos tienen la expresión de esa primera vez, ¿Ya no me odias?, en verdad me gustaría creer eso.
Hiaaaaaaaaa- grito y todo tu cuerpo arde en llamas púrpura, caes al suelo, y yo solo observo, observo como tu vida se extingue y con ella la mía, no te preocupes, pronto te alcanzare, el riot blood no perdona, la maldición de Orochi se cumplirá, pero no estaré solo, nunca mas estaré solo, aunque al estar en el infierno lo único que hagamos sea pelear como siempre, no me importa, pelearía mil años, si esos mil años estas a mi lado.
Tus ojos se cierran, un hilillo de sangre escurre por tu boca, estas muerto al fin, estoy riendo a carcajadas frente a tu familia que mira aterrada todo lo sucedido aquí, tu madre corre y te sacude con desesperación – FELICIDADES – dice mi padre quien esta tras de mí, no me felicitaría si supiera que lloro por dentro. Me alejo de todos y me refugio en mi hogar, lejos del mundo, espero con calma mi fin, el miedo desapareció, porque sé que al morir te tendré junto a mí para siempre.
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