¡NO! ¡ESO SI QUE NO!
- Gng - un quejido lastimero salió de sus labios cuando la luz diurna dio sobre sus ojos cerrados, haciéndole experimentar lo mismo que debía sentir un vampiro cuando le rozaba su archi enemigo el Sol. Y bueno, últimamente Kakashi parecía un vampiro.
Se tapó con las sábanas mientras maldecía el dolor que afectaba a todo su cuerpo y después de remugar un rato se resignó a levantarse, o al menos intentarlo, para cerrar la maldita cortina que no sabía quién mierda había decidido abrir. Aunque teniendo en cuenta que sólo él entraba en su piso muchas opciones no había, pero su abotargado cerebro no estaba para deducir cosas.
Estaba de resaca, y uno se podía imaginar lo grande y desmadrada que debió de ser la fiesta si era su segundo día de resaca. Y eso que él toleraba bien el alcohol. No quería pensar como estaría el Umino, o muchos otros ninjas. Aunque bueno, que Tsunade hubiera dado el ultimátum de "cuarentena y siesta general" en toda la aldea daba una buena idea de como estaban las cosas.
Cerró la cortina con los ojos cerrados, dándose la vuelta y decidiendo pasar un momento por la cocina a tomarse un nutritivo plato precocinado de esos que vendían en el ‘Ninja King' y su cuarta aspirina en lo que llevaba encerrado en su casa.
Puso el microondas y se sentó pesadamente en una silla, viendo las burbujas efervescentes que creaba la aspirina en el vaso de agua.
Había sido una buena fiesta, había que admitirlo. No, había sido la madre de las fiestas. No había visto tanto desmadre desde sus tiempos de juventud cuando un equipo en el que iba había hecho alto en una pequeña aldea llena de bingos y casas de mujeres llevando un cargamento sospechoso procedente de la aldea de la Hierba. Sí, otra proeza que la historia debería recordar...aunque aún él no recordaba todo lo que pasó durante aquella semana.
Pero la fiesta de hacía dos días había sido una pasada. Tsunade como buena Hokage y alcohólica no había escatimado en gastos y había comprado toneladas de alcohol. Nadie se quejó por el despilfarre de dinero pues extrañamente Tsunade había ganado una millonaria apuesta contra un señor feudal que durante su vida había roto siete espejos, cruzado debajo de cuarenta y tres escaleras y vivía rodeado de más de 100 gatos negros, con lo que tenía más mala suerte que la Godaime.
La gente animada por el ambiente festivo había probado de todo, y los grupos musicales y chicas y chicos ligeros de ropa animando la fiesta habían contribuido bastante a que muchos bebieran rápidamente botellas y botellas de alcohol para bajar el calentón, aunque eso sólo lo aumentaba más.
Las batallas de strip-poker, de "morreos, chismorreos y retos perverts" (versión alcoholizada y adulta del clásico "beso, verdad y consecuencia") y los manoseos histéricos que llevaban a que muchas prendas se rasgaran con facilidad (comprar en el todo a 100 no siempre salía barato) abundaban en todas las calles de la aldea. Hasta los más vergonzosos habían acabado bailado sobre las mesas donde se servía bebida y que servían como escenario improvisado. De hecho recordaba a Hyuuga Hinata bailando en sujetador y minifalda mientras el público la coreaba y le incitaba a quitarse la minúscula prenda para ver si llevaba la ropa interior conjuntada. Eso hasta que un Neji con señales de haber huido de una horda de mujeres calientes con largas uñas se la había llevado de allí a un lugar más privado.
Soltó una risita recordando que pronto el ‘público' apartó sus penas cuando Ino y Sakura sustituyeron a la dueña del Byakugan.
La fiesta había durado desde la tarde anterior a la siguiente, que fue cuando todo el alcohol de la villa se acabó. Para ese entonces decenas de personas semi desnudas, o sin el semi, dormían a la pata suelta en bancos, mesas o en el suelo, la mayoría en compañías que nunca hubieran imaginado.
Lástima que hubiera estado tan borracho como para ni recordar como había llegado al parque frente a la escuela, porque si no hubiera atormentado a unas cuantas personas con sus "bochornosos" comportamientos. Aunque puestos a averiguar cosas aún se preguntaba porque demonios había invocado a Pakun y porque este estaba aplastado por el cerdito que acompañaba a Tsunade. Y ya de paso la razón por la cual sus calzoncillos hacían de bandera en el edificio de la Hokage. [Aka: Oh, mierda...esto es demasiado bizarro nee-san XDDDD!!! Me encanta *///* *le mete mano*] (Half: ya lo sé xD)
- Misterios de la vida - dijo antes de tomarse su vaso de agua con la aspirina y encaminar sus pasos hacia su habitación. Ya fregaría en otro momento. Dentro de una semana o así parecía buena idea.
***
- Jmm - caminó arrastrando los pies hacia el despacho de la Godaime, no sin mirar con cierta curiosidad a los aldeanos y ninjas que se cruzaba.
Algunos aún mostraban secuelas del día F (día de la Fiesta). De hecho Rock Lee seguía llevando unas ojeras de campeonato, y por alguna razón el habitualmente inexpresivo Shino parecía traumarse cada vez que se cruzaba con el patriarca de la familia Yamanaka.
Y ni hablar de Maito Gai, que llevaba cumpliendo una autoimposición desde el día que despertó de la borrachera. Esta vez consistía en dar vueltas alrededor de los muros de la villa llevando un disfraz de Barney mientras cantaba el "Un elefante se balanceaba". La última vez que se cruzó con él ya iba por el 2.674.669 y los elefantes ya eran rosas.
¿El motivo de que fuera a ver a la Godaime? Pues que había comenzado a sentirse mal y no tenía ganas ni ánimo para ir al hospital. Demasiada gente enferma que podía contagiarle de vete tú a saber qué. [Aka:Que hijo de...XDD!!!! Un momento o,o omfc!!! o_oUUUU *sigue leyendo*]
- Quizás es que me hago viejo para este tipo de juergas - dijo para si, pensativo. - No, aún tengo que expandir mucha cultura del manoseo a las nuevas generaciones de la villa como para retirarme.
Y quitando de su cabeza esos absurdos pensamientos sobre su vejez prematura entró al edificio donde estaba el despacho de la Hokage, o más bien hizo el amago de entrar. Al ver las escaleras decidió que era mejor trepar por las ventanas. Muchos escalones a una hora tan temprana de la mañana: las 12:45.
Entró por una de las ventanas del pasillo y entró al despacho de la rubia sin llamar, pero saludando con una mano. Había que ser educado.
- ¿No sabes llamar Kakashi? - le recriminó la rubia alzando la mirada de unos libros que tenía enfrente mientras miraba al despreocupado shinobi andar hacia ella y sentarse como si estuviera en su casa, sonriendo tras su máscara.- Para que te diré algo si no escuchas. Bien, ¿Qué quieres? Estoy ocupada, no todos somos tan ociosos como tú.
- Yo no soy ocioso, sólo enseño a los nuevos ninjas el arte de la paciencia. - le dijo a la mujer mientras hacía un gesto con la mano.
- Y se lo enseñas mientras tú estás durmiendo - el asentimiento del otro la hizo volver a resoplar. - En fin dime qué te pasa.
- He empezado a sentir molestias, sobretodo de estómago. Puede que sea la comida del Ninja King aunque siempre pensé que era de altísima calidad. O que tantas misiones me han estresado...
- ¿Tantas misiones? Si sólo te mandé una y de esos hace dos semanas.
- Pero puede que sea estrés retardado.
- Bueno, baja a ver a Shizune, te hará unos análisis y un chequeo y dentro de unas horas tendré los resultados. Mientras ve...a vaguear por ahí. - no tuvo que repetirlo que el ninja copia ya había desaparecido en una voluta de humo.
***
- Ohayo - saludó apareciendo tras la Hokage, colgado de la ventana.
- Deja de hacer el mono y entra de una vez Kakashi - de nuevo tenía al peliplata sentado frente a ella. Ojeó los análisis y los resultados del chequeo de nuevo. Le había sorprendido el resultado, aunque no shockeado, quizás porque ya llevaba bastantes botellas de sake en su torrente sanguíneo y empezaba a darle todo igual. Sin embargo sí que era raro, pero mucho. - Ya sé lo que te pasa.
- Oh, ¿qué es, estrés por el trabajo? ¿Vas a darme vacaciones? - preguntó esperanzado.
- No...Bueno, no de momento. Según estos resultados, estás embarazado de un mes - un profundo silencio fue lo que dominó el despacho. Tsunade miraba la cara de Kakashi, mientras Kakashi parecía haber pasado a mejor vida, o quizás había tenido un shock, no lo sabía bien. La máscara le impedía saber si estaba echando espuma por la boca. [Aka:Lo sabía XDDDD!!!]
- Kakashi - nada, no reaccionaba. - Kakashi - lo llamó algo más fuerte, con una venita en la sien. En su opinión no era para traumarse tanto, como mucho 30 segundos y ya.- ¡Kakashi! - amenazó alzando el puño. Y estaba a punto de golpearlo para hacerlo reaccionar cuando...
- ¡¡La Fucking Shit!! - gritó el ninja copia levantándose de la silla, tirándola al suelo mientras levantaba los puños al aire, con una cara de cabreo impresionante. - Mataré a quien se haya atrevido a hacerlo. Si, lo mataré y lo sodomizaré para que se le grave en la cabeza que soy seme y ¡bien seme!
La Godaime lo veía caminar de un lado para otro lanzando insultos al aire mientras ponía muecas psicópatas, otras cínicas o se dedicaba a representar lo que le ‘haría' al *censurado* que lo había preñado.
- Deduzco que no sabes quién es el padre - dijo de repente a ver si salía de aquel círculo vicioso de ‘insultar, maldecir a los dioses y representar escenas perverts'.
- ¿Y yo qué sé? Si no recuerdo las últimas horas de la fiesta. Además, había muchas personas alrededor mío cuando desperté. - dijo enfadado, sacando chispas por los ojos.
- Bueno, da igual - comentó haciendo un gesto con la mano como espantando una mosca. Aunque más bien era un mosquito puñetero que le venía dando el coñazo desde que entró al despacho, pero ese no era el tema. - Comprobaré el ADN del bebé con el del resto de habitantes de la aldea.
- ¿Tienes el ADN de todos? - preguntó algo más calmado, en parte. Bueno, sólo unos segundos, el resto los dedicaba a imaginar sanguinarias y sádicas torturas.
- Sí, tuve que hacerlo. En estos días han venido muchos con consecuencias de la juerga, sobretodo embarazos. El último que ha pasado por aquí es Aburame Shino, que dejó preñada a Yamanaka Ino - contestó la rubia dando un manotazo al escritorio, intentando matar al puñetero mosquito.
"Ah, por eso reaccionaba así ante el padre de ella." Pensó con cierto rintintín. Al menos no era el único con problemas.
- Mañana tendré tus resultados, así que puedes irte. Tengo que tratar a un chico que se tatuó "This is Sparta" en el trasero - Kakashi no pudo evitar soltar una risita ante aquello. - ¿Te hace gracia? Pues eso que no has visto al que se tatuó "Fuck you over 9000" en la p...
- Da igual, ya me marcho - la interrumpió antes de enterarse de demasiadas cosas. Ahora sólo necesitaba pensar en un buen castigo para aquel que le había hecho un bombo.
***
De nuevo en aquel despacho. Empezaba a caerle mal hasta la decoración. No había dormido nada bien. Hombres con extrañas máscaras en forma de cono de tráfico lo perseguían y lo llamaban ‘uke' por allí donde pasaba, las chicas ya no lo deseaban y los hombres se reían de él, poniendo en duda su hombría. Hasta sus propios sueños ponían en duda su gran virilidad. Arg, si pudiera ya los habría sodomizado, para que aprendieran los muy...
- Siéntate, Kakashi - la voz seria de la Hokage lo sacó de sus pensamientos homicidas. Se sentó frente a la rubia y esperó. - Ya sé quién es el...padre de tu hijo.
- ¿Y quién es? - preguntó pensando en como se vengaría por haberlo hecho uke.
- Yo.
Si los grillos no hubieran quedado tan shockeados como Kakashi seguramente en aquel momento estarían haciendo el clásico ruidito del ‘cri cri', pero lamentablemente para ellos eran unos cotillas y se habían enterado de cosas traumantes.
- ¡¡¿¿QUÉ??!! - bueno, ahora los grillos no sólo estaban traumados, sino sordos.
- Yo soy el padre de tu hijo, o la madre...El caso es que mi muestra de ADN fue la que dio positivo. No hay ninguna duda - habló con seriedad, cruzando las manos frente a su barbilla.
- Pero...¿Cómo...? Oh, no, no y ¡No! Me niego. Ya es bastante para mi orgullo que alguien me ukeizara con lo seme que he sido siempre, pero que me sodomizara ¡UNA MUJER! Eso ya es demasiado, y encima ¡¡TÚ!! - gritó señalándola histérico y con el pulso irregular por la ira. - Esperaba de todo viniendo de alguien tan alcohólico y borracho como tú, pero esto es una traición. ¡¿Y cómo coño me dejaste preñado?! ¡¡EXIJO UNA EXPLICACIÓN!! - ahí volvía la espuma saliendo por la boca del shinobi, eso y las llamaradas que desprendían sus ojos furiosos, tan grandes que casi se podía hacer una barbacoa en ellas.
- Y yo qué sé. Te recuerdo que todos bebimos ese día, yo la que más, ¿no esperarás que recuerde tal hazaña?
- ¡Ni hazaña ni leches! Me has ultrajado, has cometido herejía - empezó a decirle dando vueltas por el despacho antes de encararla de nuevo. - Eres...eres....Pues ahora exijo una indemnización, y la manutención de por vida del niño, y el divorcio. ¡Pienso quedarme con la custodia del niño, y con el despacho de Hokage, y con el maldito cerdo!
-¿Pero qué narices dices? - le gritó en respuesta. Esas eran demasiadas tonterías juntas hasta para el peliplata.
- ¡Y yo qué sé! ¡No ves que tengo una crisis post-parto!
-¡¿Qué crisis post-parto ni que leches si sólo estás de un mes?!
- ¡Ja! Eso es lo que crees tú. Pero que sepas que te había estado metiendo el cuerno.
- ¡¿Qué?! - gritó indignada aporreando la mesa. - Dime ahora mismo con quie....¡Eso no es lo que iba a decir! Argg, maldita sea ¡¡Cálmate!! - volvió a gritar amenazando con el puño al ninja copia y mirándolo igual de cabreada que lo miraba él, hasta que el otro le giró la cara y se sentó indignado y con expresión despechada.
- Así mejor - volvió a hablar la Godaime. - Me responsabilizaré completamente de ese niño, no tendrás que preocuparte por nada. Eso sí, como esposa mía que vas a ser se acabaron las misiones ninja, y nada de esos libros de Icha Icha. Mi hijo no crecerá rodeado de ideas pervertidas, no señor. Y tú tendrás que aprender a hacer las tareas domésticas. He visto tu piso y no toleraré el desorden - le ordenó mirándolo malamente.
-¿QUÉ? Estás de broma...
- No, hay que mantener las antiguas tradiciones.
- No, no pienso ser una esposa florero. ¡NOOOO!
***
- ¡NOOO! - despertó después de haber mandado parte de las sábanas casi a la otra punta de la habitación. Se incorporó en la cama con la respiración resonando en la oscura habitación mientras buscaba algún rastro de la rubia por si estaba por ahí queriéndolo sodomizar de nuevo.
- Argggg, maldito sueño - maldijo revolviéndose los plateados cabellos de forma desesperada. - Yo uke, eso nunca. ¡Nunca! - al girarse vio a Iruka durmiendo plácidamente en el lado contrario de la cama, y furioso como estaba se lanzó cual león sobre su presa, casi rugiendo y todo.
- ¡¿EH...?! ¿Pero qué h..? No, ¡Para Kakashi! ¡KAKASHI!