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En una noche de lluvia -Hyoga/Shun por Sayo

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EN UNA NOCHE DE LLUVIA.


By: Sayo A.

16 Jul 04

Aquella noche, como olvidarla…recuerdo que llovía mucho, mucho, tanto que los motociclistas como yo tuvieron que detenerse debajo de un puente para no empaparse…era casi las 10 PM cuando decidí no esperar más y llegar a la mansión lo más rápido posible…quería verlo de nuevo, una vez más, antes de que se durmiera, últimamente llegaba tarde y no podía verlo, solo conformarme con un “Shun ya se durmió” para mi no era suficiente…necesitaba sentirlo junto a mi, saber que existo para él, no como yo quisiera…solo un amigo más.

Si aguantarme más, salgo del puente en mi carrera de nuevo, total, ya estaba mojado, unas gotas de más no hacían mal a nadie y mucho menos a mi, que viví casi toda mi vida en la gélida tierra designada mi hogar.

Llegué, noté todo tan callado, como no, nadie iba a estar afuera, me imaginaba, todos sumidos en la sala frente a la chimenea, tomando chocolate caliente y contando anécdotas…Shun estará allí, claro que si, el ama ese tipo de reuniones, en las cuales todos se divierten, yo lo hago poco, como divertirme si él no está a mi lado, no lo estoy abrazando…mi cuerpo está en las más fría soledad y nadie lo sabe…

Abrí la puerta con sumo cuidado, todo estaba a oscuras, no me tomé la molestia de preguntar si alguien estaba allí, total, tarde o temprano me enteraría, pero si me entristeció no verlo…no ver a ese precioso niño, ¿estaría ya durmiendo? Y vine por adelantado no más para verlo…

Con un suspiro de resignación, voy al baño por una toalla seca, no me gusta tener mis cabellos mojados mucho tiempo, no se pero me desesperan…además la ropa, se me pega como si fuera una segunda piel y me estresa, pero claro, no me incomodaría si un peliverde que conozco me viera así… ¿pero que ilusiones me hago? Si somos amigos…

Subo las escaleras, no prendo las luces, me gusta la oscuridad, además no está como tan negro, puedo ver por donde camino, ya que la luz de la luna se cuela por cada ventanal que está abierto, dan un ambiente mágico, ¿pero de que sirve ver algo tan lindo y solo? Apuesto que si el ángel estuviera aquí, quedaría embelesado con todo esto, y yo deslumbrado con su belleza…

Camino por el pasillo que dirige a mi cuarto, frustrado, ya que me hubiera quedado por fuera a seguir tomando o a jugar billar con mis amigos…pero bueno ya estoy aquí, además lo hice por Shun, sé que a él no le gusta que llegue tarde, así que, bueno aunque no esté, cumplí mi promesa.

En silencio me cambio de ropa, no me gusta ser escandaloso en mis actos y creo que fue por eso que pude escuchar una tenue melodía proviniendo de alguna parte de la mansión, especificando el segundo piso, ¿habrían dejado el stereo prendido? Si fue así, ¡que descuidado son! La música era suave, tan placentera, cerré mis ojos por un momento dejándome llevar, que hermosa era, me recordaba a alguien…a un lindo pequeño, que desde la niñez estamos juntos, enamorándome profundamente de él al pasar los años…nunca lo sabrá, no quiero perderlo, con tener su amistad y sus dulces sonrisas para mi, bastarán, por ahora.

Suspiro y me percato… ¡Ese era el CD de Shun! ¿Quién más podía tener esa música celestial que no fuera un bello ángel? Y es que eso es lo que es, un ángel, un ser de luz que diariamente me transmite su paz y serenidad…él único que podría pedirme lo que quisiera y yo con todo el gusto del mundo se lo cumpliría, el que con una simple sonrisa me derrite, me revive una vez más, no sé como mi compañero de luchas me hace sentir esto, pero ya no puedo dar marcha atrás.

Sigiloso como un gato en cacería, no es que estuviera en tal cosa, salgo de mi cuarto y me dejo guiar de aquel divino canto, ando un poco más por aquel pasillo y me detengo en el cuarto de Shun…aquel cubil en el cual siempre he anhelado entrar, por más que lo he deseado no he podido, mi maldita cobardía no me lo permite…me da tanto miedo ingresar y no poder contenerme…pero sé que estoy solo, así que sin más, giro la perilla y decido ingresar.

¡Cual fue mi impresión! Un esbelto cuerpo estaba mirando por el ventanal como la lluvia caía sobre el vidrio, me daba la espalda, una mano estaba sostenida en el cristal delineando cada gotita como se mezclaba con las demás, muy pensativo, como se veía de adonis, yo me quedé boquiabierto al ver tanta belleza, tanta dulzura combinada con la fuerza y seguridad de un chico, un lindo ángel, un ángel que ilumina mi vida con su presencia… vestía su pijama…esa pijama que le regalé el día de su cumpleaños, es azul cielo con pequeños conejitos blancos adornando tal prenda…en mi atónito estado pude escucharlo cantar, estaba idiotizado…creerme solo, y ¡Que estuviera mi hermoso ángel, aquí, conmigo! Solo los dos…a no ser de que al abrir los demás cuartos la gente estuvieran allí….

Aparte de ser bellísimo físicamente, tenía una personalidad arrolladora y recién enterándome, una hermosa voz…

“Un día sin ti… es una eternidad…”

Lo es, ¡Lo es! Mírame, soy un imbécil gracias a ti, un maldito enamorado de un imposible…

“¡Hyoga! ¡Qué bueno que regresaste!” Fue lo único que alcancé a escuchar, por que acto seguido, sentí algo cálido recorriendo mi cuello, eran sus brazos que un tierno contacto envolvió mi nuca y su hermosa anatomía junto a la mía, un suspiró salió de mi boca y no resistiéndome las ganas, mis brazos tomaron su espalda uniendo más todo esto.

“Sí…bueno, volví por que pensé que íbamos a salir todos al teatro…” le susurro cerca de su oído, Dios, cada parte de él es imposiblemente cautivante, me tiene hechizado, este aroma que percibo…¡¿Como alguien puede oler tan delicioso?!, ¿Será el Shampoo que usa? ¿Su colonia? No lo sé…

“Salieron…” me dice separándose con unas sonrisa y extrañé una vez más su cuerpo entre mis brazos.

“Salieron… ¿Y tú por que no lo hiciste?” pregunto algo contrariado…no podían haberlo dejado en contra de su voluntad.

“…….Por esperarte…” me musita y creo ver algo entre la semipenumbra, ¿un sonrojo? ¿Shun estaba sonrojado? “…Les rogué que por favor te esperáramos un rato más, pero era algo tarde…se fueron…y como yo te prometí, estar aquí para cuando llegaras…” me explica con una sonrisa tímida mirando al suelo, Que tierno te veías! Yo estaba embelesado viéndote, examinando tus perfectas facciones, pero me miraste esperando una respuesta y tuve que despabilarme.

“…Muchas gracias por hacerlo…pero no tenías por que…sé cuantas ganas tenías de ir a esa función…” le digo algo culpable, por MI culpa, él no fue…por mucha promesa que fuera…yo lo comprendería…

Me niega con la cabeza como un niño chiquito dando una explicación.

“No importa…promesa es promesa…además…” se calla de repente, aún mirando el suelo, parecía nervioso, no dejaba de tomarse sus manitas, yo le miré extrañado, más no mal, por que definitivamente cualquier mohín que hacía se le veía bien en esa carita agraciada “Quería pasar esta noche contigo…” me sonrojo fuertemente y tomo esas palabras de la peor manera…conmigo? Esta noche? Parece que Shun también se percató de aquella doble intención con que fue dicha, así que corrige instantáneamente “Digo…esta noche…a tu lado…ya que…le tengo miedos a los rayos…y tú…me proteges…”baja más la cabeza, yo solamente pude subírsela por el mentón sonriéndole, me agradaba saber que confiaba en mi para esas cuestiones, tantas veces le resguardé de aquellos truenos, que prácticamente era costumbre.

“No necesitas aclarármelo” le digo sonriendo “Te protegeré las veces que sea necesario…dulce usabi” un lindo conejito es lo que es.

“Gracias…” me gratifica con su mirada, nuestros rostros estaban tan juntos…en la tinieblas de la noche, a punto de darse un beso cuando…

El primer rayo del diluvio hace aparición alumbrando el lugar fugazmente, Shun emite un grito y se abraza de nuevo a mí, vaya que si le tenía miedo…yo lo acogí entre mis brazos una vez mas y lo tranquilicé mientras el pavor le pasaba.

“Tendría miedo si estuviera afuera…lo tendría si estuviera aquí solo, pero estoy contigo…” se aleja a la puerta de repente “¿No tienes hambre? La verdad yo un poco =P gomene, abajo está nuestra comida…” últimas palabras y baja, yo me quedo donde estaba buscando una explicación lógica a ese cambio de comportamiento, como se fue de rápido, me extrañó un poco.

Me quede un poco en su cuarto, era bello, cuanta pureza e ingenuidad se escondia aquí! Me gustarla dormir alguna vez en este tibio lecho…pero no, no me quiero hacer mas daño pensando en el y en mi, se sabe que esto no puede ser.

Llegué a la cocina y no estaba donde yo esperaba, lo busqué con la mirada y ni la sombra, ¿Dónde se había metido? Cuando veo algo…un cuerpecito acurrucado en un rincón del lugar…parecía muy aterrorizado, como no, un trueno más lo espantó dejándolo sin aliento.

Yo me acerco lentamente con una sonrisa, el pobre estaba temblando…coloqué una mano en su hombro, Shun me miró con sus ojos llenos de lágrimas y se lanzó a mis brazos una vez más.

“Otro…pasó…muy cerca…mucho…tuve miedo…se hacen mas fuertes…” me habla trémulo escondiendo su cabeza en mi pecho.

“Vamos…por muy fuerte que sean…no llegarán a ti…” le susurro tranquilizándolo, este me sonrie algo apenado.

“Debes pensar que soy un Baka por asustarme por algo tan simple…” lentamente se seca las lágrimas.

“No pienso así Shun, comprendo tu miedo…” le acaricio la cabeza en pos de que todo está bien, como pensar en hacer algo libidinoso? Como forzarlo a que me ame sin querer! Podría ahora…pero no quiero, se ve tan débil, se dejaría hacer cualquier cosa, pero no pretendo aprovecharme de su ingenuidad.

“Arigato una vez mas…” me agradece levantándose “Ahora si! Hyoga . no te alejes de a mucho, o al contrario XD ¡yo estaré a tu lado para no asustarme!” me clama divertido mientras se sujeta de mi brazo.

Yo no puedo evitar soltar una risa por el comportamiento tan infantil de mi pequeño.

“Sabes que estaré allí para lo que sea…lo sabes Shun…” le digo y de repente se sonroja, bajando la mirada y acto seguido empieza a calentar la comida.

¿Qué dije? ¿Algo indebido? No lo sé, en fin, la cosa es que Shun ya estaba mejor y eso me apaciguaba un poco.


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La cena transcurrió normalmente, le hacía reír mucho, para que se olvidase del torrente que había allá afuera…hablamos de las batallas, de las cosas de la vida…hasta que llegamos a cierto tema que no era bueno sacarlo a la luz.

“Y dime Hyoga, ¿tu novia?” me cuestiona desde la cocina, hace un rato estaba recogiendo la mesa y yo acababa de comerme el postre, la cual esa pregunta me atragantó un poco.

“¿Novia…?” me quede pensando un momento, si solo pensaba en él, ¿como conciliar la idea de pareja, si era TI a quien quería?

“Si…” silencio “novia… ¿no tienes aún?” me pareció que su voz tembló un poco, tal vez sea imaginación mía.

“No…por ahora no tengo un prospecto de pareja…” le miento, si le digo que sí seguirá preguntándome hasta llegar a lo inevitable y simplemente no le puedo soltar la verdad así como así.

Un silencio más prolongado ocurre, me extrañó no escucharle algún comentario a lo que dije, así que, me levanto de la mesa entrando a la cocina lentamente, estaba lavando los platos pero por ahora no hacía nada, estaba quieto con un cubierto en su mano, me daba la espalda así que no pude ver sus hermosas facciones, acercándome un poco más, le noto… ¿una lágrima? ¿Por qué lloraba? ¿Le dolía algo?

“¿Shun…?” al susurrar su nombre, pareció que volvió a la realidad, el cubierto cayó de sus manos haciendo un fastidioso ruido metálico, a la vez que lo levantaba, disimuladamente se secaba aquella salada gota, aún no comprendía a que se debía eso…me aproximé un poco más hasta quedar arrodillado a su altura.

“¿Porqué lloras…?” le pregunté triste mientras acariciaba con mi dedo el camino que hizo la lágrima, Shun se estremeció y de repente se levanta.

“Solo entró una basura en mi ojo…voy al baño…” me dice sin mirarme ni siquiera y se va, así no más, yo desconcertado asiento con la cabeza pero aún con la duda en mi mente.

Con esa misma incertidumbre, me dirijo en pasos lentos a la sala, la gran sala y me dejo caer pesadamente en el sofá principal boca arriba, suspirando, colocando un brazo encima de mi frente tapando mi visión, ¿Por qué no puedo entenderme? ¿Por qué no puedo entenderte? Me sentí tan frustrado, tan cobarde de amarlo tanto y no decírselo por un absurdo temor…si después de eso no me vuelve a hablar…pues que no lo haga! Si me tiene tanto asco después de mi declaración, que me lo diga! Y me marcho lejos…muy lejos…no tengo razón para seguir en esta casa que no sea él, no tengo razón para seguir en este país, me iría a Siberia, a olvidarlo todo…

¡No podría! ¡Olvidarlo nunca! Maldita sea por que esto tiene que doler tanto… ¿nunca encontraré el amor? Ahora cuando verdaderamente me enamoro de alguien… ¿me tiene que importar tanto las reglas de la sociedad para amar? El corazón no mira de quien te enamoras y eso no lo comprenden…me enamoré de Shun Kido, de mi amigo, de mi hermano…de toda la vida, eso nunca lo podré explicar, simplemente pasó.

Me estaba adormilando con ese pensamiento, el sillón era muy cómodo, mi respiración era más sosegada, pensar en este bello ángel me hacía dormir y entrar a un mundo lleno de fantasías donde el único protagonista es él.

Un último y hondo suspiro emito cuando se me dificultaba respirar, abro mis ojos como platos y mi cuerpo entero se tensa…como no si… ¡Shun estaba encima de mí! Su cuerpo sobre mí, llenándome de su calidez, cuando pude reaccionar, miré desde mi posición su melena verde acomodada en mi pecho, ¿Qué hacía? ¿Qué rayos hacía? Lo sentí tiritar y comprendí, de nuevo aquel miedo, solo buscaba protección…

“Shun…” le mascullé dócilmente mientras me acomodaba un poco para que ahora si su cuerpo quedara plenamente sobre el mío, cada extremidad se rozaba por sobre nuestras ropas…pensé…pero me regañé mentalmente, no haré nada que Shun no quiera.

Mi pequeñito ronronea tomando mi mano para guiarla a su cabello y posarla ahí, pidiendo una caricia…yo sonriéndole, empecé a mimarle con suavidad…mi otra mano la puse en su espalda, masajeándola…

…l suspiró y cerró sus ojos con alivio, yo también hice lo mismo y me relajé, teniéndolo entre mis brazos, arrullándole, agasajándole, acariciando cada parte de su bella figura…

Cuando mis traviesas manos, en mi estado, llegaron a donde la espalda perdió el nombre, se detuvieron, ¿como podía tener la osadía de tocarle de esa manera? pero cual fue mi impresión cuando escuche decirle…

“Por que te detienes…”

Me sonrojé y grazné un endeble “¿Que?” ¿Cómo que por que me detenía? Acaso quieres…

“No lo hagas…” no me dejó ni pensar esa frase cuando sentí algo blando entre mi palma, Shun había de nuevo encaminado mi mano a su trasero, dejándola ahí, mi sonrojo fue en aumento y el calor crecía, ¿Cómo podía excitarme tanto aquello? Esa parte era para mi una de las mejores de su cuerpo y estar tocándola…sobretodo, ¡Shun querer eso! No lo comprendía, acaso él…

“No lo resisto más…” me dice aún sobre mi, que significaban esas palabras, simplemente no podía hallarle sentido a todas esas frases, no podía unirlas en mi estado de shock repentino…él se levantó levemente y me miró, sus ojos estaban prendidos en los míos, su mirada estaba… ¿llena de amor? ¿Pasión? ¿Deseo? ¿Había deseo en aquellos ojos?

Lo miré sorprendido por todo esto, como alguien tan dulce, que no demostraba nada, ¿me dijera eso y me dejara tocarle?

Estaba a punto de pedir una explicación, ¡cuando sentí su boca tomar la mía! Sus labios estaban sobre los míos, ¡me besaba! Y yo como un idiota me quedé quieto, no le devolvía nada, ¡estaba anonadado…! ¡Shun deseaba lo mismo! No lo podía creer, era un sueño…

Sentí su lengua invadir mi boca y ahí si desperté, mis manos tomaron vida propia y lo junté a mi lo más que pude, provocando que el beso se ahondara más, no queriéndolo soltar, no se que significaba esto, si era un sueño o no, solo pretendía que estuviese a mi lado…

Nos separamos jadeando ligeramente, mirándonos sonrojados, como incrédulos de lo que había acabado de pasar… ¿Estaba arrepentido? Como podía estarlo si el fue el del a iniciativa, necesitaba una explicación…

“Shun…tú…” ¡no podía ni articular palabra! No tenía ni idea del por que de su acto…

“Estoy enamorado de ti, Hyoga…” por fin lo dice… ¡me quedé de nuevo en Shock! Mis músculos se templaron irremediablemente, ¡no esperaba tal declaración! Nunca pensé, no, ¡nunca lo hice! Y ahora…él…

Un silencio prolongado inundó el lugar, solo se escuchaba el golpetear de la lluvia en los cristales y uno que otro rayo, Shun se acurrucó de nuevo en mi, sentí algo húmedo mojando mi camisa…estaba llorando, esperaba una respuesta! Y yo no se la he dado, ¡que cruel fui! Pero tampoco fue mi culpa, las palabras no salían de mi garganta, me pude haber imaginado miles de situaciones las cuales enfrentar, ¡pero nunca como esta! No sabía que decir, claro que sí, que lo amaba, que lo adoraba, pero nada de eso…salió.

“Yo…lo siento mucho…sé que no correspondes…lo siento mucho, no quiero incomodarte…” me dice aún en mi pecho, con la voz quebrada, mi ojos se llenaron de lágrimas también “Pero no puedo evitarlo, te amo tanto…” sus manitos se apresan mi ropa como intentando de que no me vaya “desde siempre…” musita entre dientes como con rabia hacía si mismo, yo le miro melancólico con mucho dolor ¡no podía creer que sintiera lo mismo que yo! Que sufriera tanto como yo por este amor…

“Shun…” le llamó levemente, este me hace caso omiso y sigue en mi pecho, pareciere que no quisiera soltarme, no quería moverse, yo atino a tomarle una manita para besarla dulcemente, esta piel tan suave…mi niño me observa por fin con sus ojitos rojitos y llorosos, confundido, pero con tanto amor desbordando por esas orbes…aprovechando la cercanía de nuestros rostros se lo tomé con mis dos manos y le besé con amor…él me correspondió con el mismo sentimiento y así duramos hasta que la respiración se hizo imperiosa y nos separamos “Te amo…” suspiré sosegado, aquel sentimiento de libertad para expresarte a tu persona amada era grandiosa! El peliverde me miraba con cierto dejo de felicidad e incredulidad mientras le acariciaba el rostro.

“¿Hablas en serio…?” su voz era trémula y posó su mano encima de la mía que la tenía en su cara.

“Más en serio no podía hablar ahora mi dulce Shun…” le dije tiernamente sonriéndole, parecía que mi sonrisa solo existía para él.

Shun me sigue mirando…e intenta hablar pero solo alcanza a balbucear.

“No necesitas hablar…solo…disfrutemos esta noche…juntos” le susurro mientras mis caricias bajan a su cuello y con esto mi amor asiente.

Nos besamos una vez más, era grandioso sentir como tenías el poder, como mis nacarados labios fueran solo tuyos, que aquel sueño que tenía reprimido se hiciera realidad, ¡que Shun me amara! ¡A mi! Que ese hermoso y puro corazón corresponda a este amor tan grande que le puedo profesar.

Shun empezó a saborear mi cuello en pequeños y dulces besos combinados con ronroneos de placer, cosa que hacía que soltara una que otra risa, yo prácticamente estaba a merced de este pequeñito… ¿pero que me podía hacer? En tal grado de inocencia en el que estaba, suponía que nada…eso creía yo.

Sus labios mordieron mi clavícula, cerré mis ojos, que bien se sentía esto…me relajé, pero no duró mucho tiempo, me sorprendí cuando sus manos acariciaban mis hombros desnudos por debajo de mi camiseta, estos roces eran sensuales, movimientos circulares, lentos, deliciosos…otro suspiró salió de mi boca y ladeé mi rostro para disfrutar mejor de todo esto, me dejaría hacer cualquier cosa, como no hacerlo, ser amado por un cuerpo celestial era el mejor regalo que la vida me podía dar.

Mis sentidos se empezaron a nublar y un calor creciente inundaba mi pecho al sentirme sin la camiseta, el primer gemido por mi parte salió cuando Shun se sentó en mis caderas sin compasión, oprimiendo mi miembro ya excitado, eso me gustó más…me dolía, pero a la vez, tan exquisito…mi respiración se aceleró, sus manitos puras acariciaban cada parte de mi anatomía desnuda, yo pedía interiormente que no se detuviera, me tensé y eché mi cabeza hacía atrás cuando sentí sus dedos masajeando mis pezones ya rígidos, el sonrojo en mis mejillas se hizo mayor como evidencia de que lo estaba disfrutando, las caricias bajaban y subían por mi vientre que se estremecía por cada roce íntimo, Dios como esto podía ser tan deleitante! Me sentía en la gloria, nunca pensé, ¡que Shun me tocara como lo estaba haciendo! Abro un poco mis ojos y noto los suyos prendidos en mi torso, mirándome con deseo, parecía que intentaba auto controlarse, se mordía los labios y respiraba por la boca, ¡Dios que visión! Yo sonrío, mi koibito notó mi sonrisa e hizo lo mismo.

“Siempre soñé ver tu pecho desnudo…” me musita con voz apasionada desde su lugar, encima mío, mientras las caricias se volvían más salvajes a medida de que el deseo aumentaba, a mi me fascinaba todo esto, aquellas manos eran como droga en mi necesitada piel, ¡quiero que me toque mas! Que me acaricie completamente…

“Nunca más será un sueño…tócame más…” le pido como un esclavo a su dueño, en mis ojos se denotaban la exigencia de mi petición, la urgencia como quería ser acariciado y no me importó rogarle, aunque creo que no fue necesario, pero lo hice por el simple hecho de arrancarle aún más la pasión a mi inocente ángel.

“Será un placer…” me responde mientras abro mis ojos como platos, me estaba sorprendiendo, ahora sus manos empezaban a desbrochar su propia camisa sin pudor, con un ritmo, parecía bailando, a medida que los separaba, se tocaba insinuante su cuerpo, eso me puso a mil, con ganas de querer hacer lo mismo, cuando estaba a punto de hacerlo, Shun me detuvo.

“Aún no amor…primero quiero cumplir tus deseos…” una mueca lasciva se plantó en su rostro y por primera vez sentí un poco de temor combinado con sorpresa y excitación, me gustaba tanto verlo así, demandante, como si fuera el que controlara todo esto, eso era, el dueño de mi corazón y mi ser.

Cuando se la quitó completamente dejó unos segundos para que admirara aquella nívea piel…era totalmente perfecta y contrastaba con lo moreno de la mía, una combinación especial.

“Cierra los ojos…” me pidió al notármelos tan abiertos y es que no podía evitarlo dejar de verlo, era una adicción, pero cedí a su favor y así lo hice, dejándome llevar por las exigencias de mi amo.

Fue aún más placentero, ver todo oscuro y sentir como mi cuerpo se calentaba con cada caricia…gemía y mucho, los besos repartidos a mi torso eran fascinantes, mientras yo le acariciaba la espalda con devoción, bajó más y su lengua jugó con mi abdomen lamiendo cada cuadrito de músculo que tenía, en mi rostro se plantó una sonrisa de idiota que denotaba cuanto me deleitaba, sorbió mi ombligo e intento morderlo, pero solo pudo hacerlo con los bordes, sentí una gotita de sudor resbalando por mi frente, perdiéndose en, hasta ahora, no sé donde, pero no me importó, suspiraba y respiraba por mi boca, mi propio estado no me permití hacerlo por la nariz.

“Ah…...Shun…” gemí su nombre convencido que esto le animaría a continuar ya que percibí un poco de temor a lo que iba a hacer a continuación, si funcionó ya que acto seguido oí el sonido metálico de la cremallera del pantalón y como estos eran despojados de mi ser.

No sé a que horas me quitó el bóxer o fue que no tenía, pero quedé desnudo ante su mirada, no reparé como me veía pero eso si, sentí como lo hacía insistentemente, tanto que me hizo sonrojar más, si aún cabía eso.

“Dios te deseo tanto…” susurró, yo estaba a punto de decirle que lo mismo pero una cálida boca se posó en mi miembro erguido, mimándolo, yo arqueé mi espalda a más no poder y una chispa de placer recorrió toda mi espalda hasta llegar a mi cerebro haciéndome soltar palabra.

“¡Shunnn…! AH DIOSSSSSSS!” solo pude gemir y gritar, pensé que iba a ser otra cosa más cuerda, pero en mi estado de fogosidad creciente…

Shun lamía y chupaba mi hombría como si fuera una rica golosina, ¡dios! Parecía un experto, pero me saqué esa idea de la cabeza, ¡nunca lo había hecho! Suponía que esto era tan vergonzoso para él…pero este amor que siente por mi, hace que lo practique, eso me hace feliz.

Me hizo sentir placer con un ardor que nunca pensé que tenía adentro, con una lascivia y lujuria, que por un momento especulé que era el Santo de Escorpión Milo quien me lo hacía…

“¡¡Ahhhhhhhhh…!! ¡¡¡¡Por Dios que deliciaaaaaahhhhhhhh…!!!!” Jadeaba con mis manos en sus hebras verdes, Shun al oír esto aumentaba la intensidad hasta que no pude resistirme más, sabía como hacerlo, cuando parar, cuando seguir, lo llenó completo de saliva, me sentía tan acalorado, ¡tanto…! Que derramé mi líquido en su boca.

Respiraba dificultosamente con la sensación de mi orgasmo aún en mi ser, sentía como mi sudor hacía que me pegara más a la tela suave del sofá, como la humedecía, estaba abochornado, desesperado, como querer levantarme y tomar tregua, pero no pude, mi cansancio no dejaba hacer nada, pero eso si, no me permití pensar que esta noche haría Shun mío.

“¿Te gustó…? Bueno la verdad no soy bueno en esto, es la primera vez que lo hago y…” me justificaba como un pequeñito con la voz trémula aún como intentando convencerse de lo que había acabado de hacer, yo abro mis ojos sorprendido, si me estaba hablado significaba que… ¿donde estaba el pringoso líquido? Lo busqué con la mirada y no había rastros de algo húmedo, cuando lo percibo, Shun se había callado de repente por que se lamía como un gatito su mano que estaba embadurnada con el objeto de mi pesquisa, además que de la comisura de sus labios salía un fino hilo de saliva combinada con semen.

“Shun…tú…te…tragaste…” no termino la frase por que mi niño de una me asintió con la cabeza sonrosado.

“Sí…bueno…quería degustar tu sabor…^_^” me sonrie muy apenado y se vuelve a lamer sus labios “sabe bien…” susurra como para sus adentros, yo le miro impresionado, bueno que lo haga… ¡pero no me cabía en la cabeza que se lo tragara! Lo tiene dentro de su ser…quedé en silencio un rato pensando aquello, cuando volví a mirarlo, tenía lagrimillas en sus ojos, yo me sorprendí una vez más.

“¿Por qué lloras…?” le indago desconcertado secando la húmeda mejilla con mi mano, mi mirada era amante, como queriendo saber todo de este ángel de luz.

Mi bebé vuelve a posarse encima de mí haciendo pucheros y actuando como niño caprichoso, ¡se veía tan…! Dios las palabras no alcanzan para describir tanta belleza y pureza.

“Porque no me has dicho si te gustó…” yo me echo a reír, ¡por eso es que estaba así! Shun me mira con sus cachetitos inflados fingiendo enojo.

“¡¿Que te pareció gracioso?! Lo digo en serio…” en serio yo, ¿pero tú? Podía ver en tu rostro una semisonrisa, yo, en el calor y la fogosidad del momento lo beso nuevamente.

“Sabes que me encantó mi amor…” le musito y siento como este se sonroja “Y ahora que cumpliste mis deseos…quiero cumplir los tuyos…” le pido con mucha ternura, él se levanta con cuidado y se sienta a mi lado arrodillado en la alfombra, yo le acaricio los cabellos quedándome embelesado con sus facciones de un Dios de amor.

“Yo quiero…” empieza, yo le miro expectante, quería saber que pasaba por esa cabecita, que cosas le puede pasar por su cabeza en estos momentos, ya que me tiene anonadado, un lindo niño y esconderse este ser lleno de pasión como se muestra ahora… “quiero ser tuyo, por siempre, quiero que me hagas el amor toda la noche…” me mira a los ojos mostrando la seguridad de que esto era lo que deseaba, yo asiento con la mirada, estaba más que feliz, maldita sea quien me garantiza de que esto NO sea un sueño y que despierte en un bar borracho? Esto es tan real, Shun, yo, las caricias…

“No necesitas pedírmelo…” le respondo y acto seguido le beso haciendo que me bajara del sofá y me fuera encima de mi hermoso ángel, apresado entre mi cuerpo y la tibia alfombra.

No sabía si llovía todavía o no, si el fuego estaba encendido o no, no sabía nada, solo que dos seres se amaban en la mitad de la sala una noche de frío invierno, el ambiente era el ideal, los dos solos, sin que nadie nos interrumpiera…

Me le hice encima y Shun acariciaba mis cabellos con rudeza, como pidiendo más, ¡Dios! Con este acto me hizo percatar la necesidad que tenía que lo hiciera mío, soltó un gemido sonoro sin yo hacer “nada” solo le besaba…y me di cuenta, le encantaba gemir…le fascinaba y a mi, adoraba esa dulce voz en sonidos apasionados…

Si gemía solo por el mero hecho de tenerme así, debe ser por que desde hace mucho quería esto o lo imaginaba con frecuencia, yo supongo que es asi, por mi…¡¿como iba a haber problema!?

En todas mis cuestiones voy al grano, así que para quedar en iguales condiciones de una bajé mis manos a el pantalón de su pijama y se la bajé con todo, quedando desnudo, le empecé a tocar allí, Shun gritó y arqueó su espalda, yo le veía pasmado…verle como cerraba sus esmeraldados ojos con fuerza, su boquita gimiendo y el sonrojo golpeando sus mejillas hacían que mi semiflácido miembro tomara vida de nuevo.

“Ahh…siii…así….Hyogah!” me clama ardoroso pidiendo más, queriendo más, yo no me hago el rogar, así que besando sus hombros con delicadeza lo masturbo acelerando gradualmente mis caricias a esa parte tan hermosa que tocaba.

Sigue gimiendo…Dios parecía que no se cansaba, antes subían de tono hasta el punto de ser más canoros que la lluvia que intentaba quebrar las ventanas, yo estaba extasiado…siempre quise tenerlo así…empecé a hacer lo mismo que él hizo conmigo, bajaba por sus pechos mordiendo sus tetillas, tenía pensado retribuirle el “esfuerzo” que hizo con su boca, pero sus dos manos se posan en mi espalda y me detienen.

“No…ah! Detente, no quiero…no, ya…entra en mí, no aguanto más…quiero sentirte dentro, no quiero aperitivos…pasemos…al…plato fuerte…” me quedé frío ante esa confesión, el lindo Shun, el que parece tan ingenuo y que no piensa nada morboso, ¿necesitando tanto esto? No quería caricias si no que de una, así que, se plantó una sonrisa malévola en mi rostro y detuve todo mis movimientos.

“¿Quieres hacerlo ya…?” le hacía más lenta la espera, lo único que quería y que siempre había anhelado era que me rogara, que me suplicara, me implorara por que le diera placer…por que lo tocara, por que lo hiciera suyo, claro, todo queda en fantasías…pero ahora, ¿cumpliéndoseme? No iba a desaprovechar esta oportunidad.

“Ya…ah…ahora…Hyoga, entra en mí, te deseo dentro…” me susurra apasionado con su rostro ladeado del goce que sentía, sus ojos cerrados y su cuerpecito ondeándose haciéndome saber lo mucho que en verdad me necesitaba.

“¿Dentro? ¿Muy adentro…?” le pregunto perversamente aún si hacer nada, Shun me asiente con la cabeza desesperado mientras abraza con sus piernas mi cintura, haciéndolo todo más fácil, yo tuve que esforzarme para no comenzar de una, también era una tortura para mi prolongar el momento que iba a disfrutar.

“¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…! ¡Ya no me mortifiques más! Te quiero adentro ya…por favor….quiero que me hagas tuyo…que… ¡ah! Me mates…¡¡quiero llenarme de ti!!” me grita, pero eso no es suficiente, aunque claro esas palabras despertaban más mi pasión y quería que lo hiciera un poco más.

Lentamente me acomodo en su entrada, haciendo que Shun apresara mi espalda con fuerza abrazándome desesperado, yo sonrío de nuevo, lo podría dejar aquí, iniciado…me podría ir a mi cuarto y arrodillado me pediría que lo poseyera…NO SOY TAN MALO!! ¡Lo amo con todas mis fuerzas! Pero me preocupaba una cosa, Shun era virgen, mi pequeño no estaba preparado para que alguien entrara así tan bruscamente como me demandaba, tenía que prepararlo, tenía que ensancharlo para mí.

Bajé con dificultad una mano hacía su entrada, digo con dificultad ya que este muchachito no me dejaba casi moverme por tenerme atado tan fuerte a su ser, emprendí con mi trabajo pero nuevamente me paraliza.

“No, deja eso así…ya…no necesito eso…entra…” me implora una vez más, pero lo que no entendía es que le dolería más, yo le miro con un gesto lastimero mientras me hacía subir mi mano hasta sus cabellos.

“No puedo Shun, tengo que…o si no, te lastimaré mucho más…” mi voz era franca, como tratando de que entendiera, listo, que se perdiera en estas sensaciones pero primero es su seguridad.

“Estaré bien…” en medio de todo esto abre sus ojitos y me sonrie con mucho convencimiento “…por que estoy contigo…tu amor no podrá lastimarme…” su voz se apaga al acariciar mi mejilla, que por las palabras dichas anteriormente le surcaba una lágrima…tan comprensivo, era…simplemente maravilloso, me sentía el tipo más afortunado de este planeta.

Atrajo mi rostro para besarme, me abrazó de nuevo y alzando sus caderas hizo que mi hombría entrara por su estrecho paraje, sentí como se tensó cuando entre el beso me mordió el labio inferior, yo me detuve, es que ni siquiera me moví esperando que se acostumbrara a la invasión, pasaron algunos segundos y Shun con una caricia dada a mi espalda me hizo saber que podía continuar.

Seguí hasta que entré por completo, estrecho, cálido, húmedo, ¡Dios! ¡Shun era delicioso! ¡No sabía que esto era tan bueno! O bueno si, pero nada comparado con la sensación de hacerlo mío, de tenerlo solo para mí.

Nuestras bocas se separaron ya que todo el placer que corría por nuestras venas nos hacía gemir, yo hundí mi cabeza entre sus cabellos y cuello y este hizo lo mismo mientras apretaba más aquel abrazo con sus piernas.

“Ah…Hyoga…mi amor…” me susurra quedamente, yo sonreí besando sus mejillas a la vez que me empezaba a mover con suavidad, no estaba preparado…pero había algo…algo que hacía más fácil la penetración…claro! Shun prácticamente lo alistó todo…mi miembro estaba húmedo por su propia saliva…así que…resbaló en su interior.

“Mmmm….Ah dios…” Jadeé cuando las cadencias se hicieron un tanto frenéticas por las dos partes, ninguno se quedaba quieto, los dos íbamos en contra del otro, haciendo las estocadas más profundas y exquisitas, entrar y salir…entraba rápido, salía despacito…parecía que así…enloquecía más a Shun.

“¡¡AHHHH!! ¡¡¡HYOGAAAAAAAAHHH!!! ¡¡MMMMMMM….!! ¡SIIIIIIIII…! ¡ASIIII..!” Me clamaba urgente, yo en mi estado de fogosidad creciente cumplí su petición…se apretaba más a mi y gemía apasionado en mi oído…yo también pero un poco menos, no es que no lo disfrutara, si no que con la práctica, aprendía a contener mis jadeos de placer un poco.

“Mmmm…Shun… ¡ah…! Que…deli…delicioso….er…eres…” le dije, le confesé y es que era verdad, este pequeñito me hacía subir al cielo y bajar en cuestión de segundos…sentí como sus lágrimas mojaban mi hombro y descendían por mi espalda hasta desvanecerse, me hacían cosquillas cosa que me hacía sonreír en medio de mi goce.

El ritmo del acto las marcaban Shun con sus caderas, las subía y bajaba arrebatado, pidiendo más, pretendiendo más, quien se iba a imaginar que mi niño iba a ser tan exigente…

“¡¡¡MAS QUIERO MAS!!! ¡AHHH POR ZEUS! HYOGAAAAAAAAAAAAAAAHHH! ¡¡ASIIIIIIIII!! ¡¡¡SIIIIIII MAS MAS POR FAVOR!!!” Y ese era el niño jadeante, nunca vi a Shun como un buen amante, ¡no creía que podía aguantar tanto! ¡Pero mírenlo! ¡Tenemos minutos en esto mismo y él no se cansa! Pero yo…quería terminar….pero no podía, quería verlo tener su orgasmo antes que yo, ya que, la cadencia de placer que me proporcionó con el sexo oral aún seguía en mi organismo.

Decidido le tomé su duro miembro con mi mano una vez más y lo froté duro, muy fuerte haciéndolo gemir muchísimo más, ya que no dejaba de moverme en su interior.

“¡OH POR ATHENEA! ¡HYOGAAAAAAAAHHH..........!”

Las dos acciones que hacía sobre él hizo derramarse por fin, alcanzando creo que hasta ahora el clímax más alto que haya sentido, lo creí así, ya que, gritó muy fuerte y coincidencialmente yo tampoco pude más y terminé con él a la vez, nuestros corazones y cuerpos se unieron por primera vez en verdadero amor eterno.

Caí rendido a su pecho, MUY rendido, dos orgasmos en una noche y durar tanto haciéndole el amor me dejó exhausto…pero me fascinó y estoy seguro de que esta es la primera vez, pero no la última.

Me retiré con cuidado de él, con sumo cuidado salí de su ser acomodándome a su lado, respiraba dificultosamente y cuando pude por fin abrir mis ojos lo miré, el pobre estaba peor que yo, ¡intentaba tomar aire por su boca y no le era suficiente! Parecía que se ahogaba y me preocupé, su pecho subía y bajaba delirantemente, aún gemía por lo bajo, no se movía ni un centímetro, pobre de mi niño, sus ojitos cerrados con fuerza y su sudor eran prueba de que lo había disfrutado tanto como yo.

Sonriéndole tiernamente le retiré un mechón de su frente, tenía que agradecerle todo esto, ¡había sido grandioso!

“Mi amor, ¿estas bien…?” Le pregunté y tuve que esperar segundos para su respuesta por que cuando intentaba hablar se ahogaba, mientras lo hacía lo miré amorosamente, se me había entregado, habían pasado tantas cosas…ahora es mío, solo mío, se me llenaron los ojos de lágrimas a tal pensamiento, me había dado la gloria, todo lo que necesitaba para ser súbitamente feliz.

Pero mi sonrisa se borró cuando miré…un fino hilo de semen combinado con sangre resbalando por uno de sus muslos…me angustié mucho, ¡lo había lastimado demasiado! Me sentía como un maldito al profanar un cuerpo divino, de haberle hecho esto como un desgraciado animal en celo y es que eso era lo que parecía yo momentos antes…bajé mi mirada con ganas de llorar, nunca me perdonaría esto…pero sentí como me levantaban mi rostro por mi mejilla, al hacerlo, me topé con unos ojos rebosantes de felicidad.

“Estoy muy bien amor…no te preocupes por la sangre, es normal para mi primera vez…” me ve tiernamente y me tranquilizó un poco, sentí derretirme con la calidez de su mirada “…muchas gracias por darme la mejor noche de toda mi vida….gracias Hyoga…” me atrajo una vez mas besándome, cerrando esta pasión con un beso nacido del corazón.

Yo le acaricié los cabellos con dulzura mientras me separaba, nos observábamos con infinita ternura, como no creyendo lo que había acabado de hacer…

“Antes te agradezco a ti por dejarme ser el primero en tu vida…te amo Shun…” nos abrazamos una vez más llorando, los dos llorábamos inconteniblemente, yo, por primera vez me sentía libre, amado, liberado de una carga inmensa, sentir que Shun me amaba, con eso me llenaba completamente.

El sueño empezó a invadirnos, Shun se durmió antes que yo, pero no sin antes ir por una toalla húmeda y limpiarle los restos de nuestro amor, lo arropé llevándolo entre mis brazos a mi habitación a dormir en nuestra cama, ahora era nuestra, lo tumbé con suavidad, estaba completamente dormido por el cansancio, así que acomodándome a su lado, me dispuse a ponerme en manos de Morfeo, con un último beso en su frente sellando nuestro amor.

Todo pasó…En una noche de lluvia.



FIN =n.n=


Terminado 21 julio 9:13 PM


Hyoga: ¿Fin? ¿Fin? ¿Como así que fin? “_”

Sayo: . ¿que esperabas? ¿Otra sesión de ejercicio o que?

Hyoga: No…pero…

Sayo: -_-; ¡pero nada! el fic se llama “En una noche de lluvia” relato lo que pasó en la noche y se terminó la noche y fin y ya.

Hyoga: ¡Que agua panela, no aguanta el platanazo! Quiero más…T.T

Sayo: Pues te quedaste con las ganas, antes agradece que lo hiciera…tan…explícito y déjame en paz que tengo que hacer el de Shun.

Hyoga: .*** solo por eso.

Sayo: -_-;


GRACIAS POR LEERLO

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