Una maana nublada en pleno verano… bastante comn teniendo en cuenta que el agua de las costas tiende a evaporarse. Pero no por eso los das son frescos, no… el ambiente hmedo y las elevadas temperaturas provocan un calor sofocante, casi insoportable.
Ya me refrescar durante las prcticas de natacin. Al menos en esta poca del ao he de agradecer que el agua siempre est helada… en invierno ser otra cosa.
Me ducho casi inmediatamente, faltan ya veinte minutos para la primera hora clase. Un poco de jabn por ac, otro poco por all; la esponja correteando por todas partes.
Empaco mis cosas para el entrenamiento y me arreglo con el uniforme que tanto detestamos las personas con cerebro. Es que es feo, en negritas, con signos de exclamacin y subrayado varias veces.
Talvez los nicos que lo disfrutan son los pervertidos que se desviven contemplando las piernas de mis compaeras… y bueno, supongo que tambin una que otra lesbiana con ganas; no hay que excluirlas.
Aunque, en realidad, es cultura popular… o un secreto a voces, que se trata de una “conspiracin” para que el director pueda disfrutar del alumnado femenil en mini falda.
Me da rabia el hecho de siquiera considerar que alguien se atreva a ver a mi mejor amiga con intenciones sucias. Todos saben que si dicen algo subido de tono acerca de ella, pueden considerar su mandbula como fracturada.
Al entrar a la cocina tomo un pan tostado de un plato… probablemente sea de mi hermana, pero no importa porque est de espaldas. Adems, la comida es para todos, que no sea egosta.
Corro al instituto con el pan en la boca, aunque a mitad del camino se rompe y me queda menos de la mitad.
El colegio queda a pocas calles de mi casa, tres o cuatro… pero me gusta correr por la adrenalina que provoca el que los tipos en sus coches me griten montones de malas palabras por cruzarme cuando la luz les da la preferencia.
La pared de corcho est infestada por chusma. Chusma que voy sacando del paso a empujones, no me fijo muy bien a quines quito de mi camino, slo quiero saber mi horario de clases y leer alguna informacin acerca de los entrenamientos. Sera genial si empezaran unas semanas despus, pero son muy estrictos al respecto y empiezan al mismo tiempo que las clases.
Fsica, arte, historia, salud, filosofa, literatura… qu aburridas todas. Y no estoy en el mismo curso que Sabine, lo que termina por arruinar el ao.
De ah me sacan Stuart y Demian casi a jalones, compaeros del equipo de natacin. Nunca los he considerado amigos, pero en fin… tambin son populares y con eso basta.
Llegamos un poco antes de tiempo a clase de fsica, lo suficiente como para tener lugares contiguos como buenos amiguitos.
El profesor Lear me parece… atractivo, por decir lo menos. Es el profesor ms guapo que he visto en toda mi vida… bueno, est el tipo que me daba clases en segundo de primaria, pero ahora es calvo… en cambio Sean tiene un bonito cabello negro bien cuidado y peinado. Su piel bronceada me recuerda al caramelo, me dan ganas de pasarle la lengua por encima… algn da.
Hace una pequea introduccin suya, no es tan simptico, pero le perdono lo que quiera si me da lo que yo quiero. Buenas notas y otra clase de favores, por supuesto.
Se queda quieto entre las filas y seala a un chico, preguntando si es el alumno nuevo… Seth Halmrast?... en qu mundo eso es un apellido?
Noto a un muchachito rubio entre el resto de mis compaeros… dios mo, casi puedo asegurar que brilla como si fuera un gran trozo de diamante golpeado directamente por un rayo de sol. Es muy obvio que ste ao tendr una obsesin muy fuerte con alguien. Su cabello rubio es ms claro que el mo, tiene un mejor corte que el mo… de su constitucin no puedo quejarme, es delgado pero no flacucho… y su sonrisa, dios mo, esa sonrisa. Es un sueo de personita. Es suficiente con decir que se ve bien incluso con el uniforme… la manera graciosa en que usa la corbata simplemente me dice una cosa: es un rebelde… me llaman la atencin esa clase de chicos.
– Eh, t… qu tanto le ves a se tipo? – pregunta Demian. Homfobo por excelencia. Y aunque es guapo en su manera, prefiero no fijarme mucho en el… su actitud es tan deficiente como su inteligencia. Y no que yo sea muy brillante, pero hay cosas que es necesario obviar. Pero claro, es necesario fingir que yo tambin soy como l… no estpido, bueno, s, los homfobos son estpidos tambin… as es, tengo que fingir que soy un machote que toma cerveza directo de un barril y acosa a todas las mujeres con la mirada mientras lo nico que habla son cosas de otros hombres a sus espaldas.
– No, nada… – me quedo callado por un segundo, pensando una buena excusa – Ya viste que se sienta con Kifer? – con eso es suficiente.
– S, los vi en el pasillo juntos hace rato… no me sorprendera nada; tiene toda pinta de maricn. – Demian nunca entender que la homosexualidad no se lleva en el rostro, o en la ropa; pero yo no me atrevera a explicrselo nunca. Eso me tomara aos que preferira gastar en otra cosa… como acosar a Seth incluso nada ms con los ojos.
– A m no me parece del todo interesado en Samuel… – dice Spencer. Un chico al que, en realidad, casi nunca tomamos en cuenta; pero bueno, es hijo del director y as nos ganamos sus favores. En qu colegio es ms importante la natacin que el ftbol?... pues en esta.
– No te pongas celoso, tambin te llegar la oportunidad. – se burla despus Demian. Nunca se cansa de esos comentarios.
– Como sea, alguien tiene que advertirle cuanto antes… mralo nada ms, hasta ahora no haba parado de hablar con el maricn se. – se atreve a incluir Stuart, hijo del lder de la asociacin de padres de familia. – Que aprenda por las buenas, antes de que el tipo lo viole o algo. – estn todos muy equivocados; y aunque molesta, no puedo refutar sus palabras… sera caer desde el pedestal donde estoy hacia un lago lleno de lagartos.
– Pues ya le digo yo, lo invitamos a sentarse con nosotros durante el almuerzo y as lo salvamos de todo. – me ofrezco con total inocencia. Hablar con l ser un placer.
Si yo fuera una mujer gorda, Seth sera un paquete de galletas… as de fuerte es mi necesidad.
– Pero primero tendrs que disculparte… – dice Spencer, seguido de un discurso un poco extrao que en un principio me cuesta creer.
Como el completo idiota que soy, tir a Seth al suelo cuando llegu a revisar los horarios. Una aspereza y ni siquiera hemos cruzado una mirada o un “te amo”. Como mnimo. Puedo sentir mis mejillas ardiendo, suelo ponerme colorado cuando me avergenzo o cuando alguien me recuerda lo tonto o distrado que llego a ser.
Termina la clase de fsica, y despus termina la clase de artes, en la que slo me viv mirando a Seth. Tena la oportunidad y el permiso de observarlo cuanto quisiera… mi coartada sera que necesito pensar en una manera de disculparme e invitarlo a formar parte de nuestro hueco grupo. Y s… mirarlo sin que los dems abran el pico es un buen comienzo de clases.
Me aproximo a Seth acompaado por Demian, Stuart, Spencer; y Sabine, que recin llega de su curso. Al verlo, Sabine no disimula en lo ms mnimo su tonta sonrisa… casi la puedo escuchar preguntndome: “Interesante?”, que es una especie de clave entre nosotros para saber si un chico me parece atractivo. Pero claro, siendo ella mi otra mitad, es demasiado obvio que est consciente de que Seth me parece “interesante”. Como mi mejor amiga que es, sabe de mi sexualidad… adems muchos otros secretos an ms fuertes. Me es difcil esconderle cosas porque ella es la otra mitad no slo de mi alma, sino de mi cerebro… la que s sirve.
Le sonro al nuevo y le tiendo la mano como saludo.
– Hola, me llamo Scott… – le doy la oportunidad de rplica, pero no parece querer dirigirme la palabra. – Eh… dicen que te hice caer en el pasillo… no saba que eras nuevo, me perdonas? – intento con disculparme a ver si as me habla.
Slo se encoge de hombros y gira los ojos como si estuviera molesto. Probablemente se tom mi agresin como muy personal.
No toma mi mano, y para no quedar como idiota me llevo la mano a la nuca y me rasco como si esa hubiera sido mi intencin desde un principio.
Pero claro que para disimular mi estupidez no es suficiente con rascarme la nuca, tambin deberan ponerme un bozal para que no se me escape lo idiota sin que me de cuenta.
– Bueno, una advertencia nada ms… no te conviene sentarte junto a se marica en ninguna clase; yo creo que tienes potencial y ser su amigo te puede costar cualquier reputacin. – Si con eso se aleja de Kifer, entonces significa que no es homosexual y que nunca lo tendr para m… al menos no de la manera tan retorcida que pens durante la clase de artes… dibujarlo desnudo podra ser mi trabajo final. Aunque para eso tendra que agregarle un par de senos y arrancarle lo, seguramente, ms bonito de su cuerpo; de otra manera… bueno, yo, pedestal, lago, cocodrilos, no ms yo.
Sabine tira de mi brazo al salir de mi boca tal muestra de poca meditacin. S, usar la palabra marica no es lo ms inteligente del mundo…
– As que por eso le tiran los libros y le dicen reina? – Seth pregunta abruptamente, entre risas, luego sonre de lado. Esa sonrisa… nio, me podra poner de rodillas y seguramente a muchas personas les parecera grotesco lo que me gustara hacerte… por favor no hagas ese gesto tan lindo si no quieres que me derrita contra tu cuerpo. – Santas tetas de la virgen, qu poco creativos. De hecho, yo apenas te iba a invitar a sentarte con nosotros durante el almuerzo… ya sabes, conmigo y… l. – claro que quiero acompaarlo, pero no puedo ni siquiera decrselo. Pero slo contigo, el resto del mundo sobra… adems, Samuel me hace pensar en suicidio con su cabello tan “odio al mundo” que ha decidido usar ste ao. El curso pasado lo llevaba un poquito ms corto, lo suficiente para verse lindo. Samuel es lindo, pero no con su cabello suicida.
Sabine re incluso cuando Seth nos empuja para salir. Yo suspiro con anhelo, pues Seth me toca un hombro… con rudeza, claro est.
– Maricn seguro. – escupe Demian, sacndome de mi ensoacin… pero igual no puedo dejar se sentirme satisfecho por la reaccin de Seth. Al menos es seguro que no odia a los homosexuales… por ahora slo me odia a m.
– Talvez podamos hablar despus de clases, ya sabes… cosas de nenas – comenta Sabine mientras caminamos por los pasillos. Su tono es de burla, pero suena ms que nada molesta… pero es una especie de sensacin intuitiva entre nosotros dos. Me va a dar un sermn y yo lo adivine, soy todo un listillo.
– Despus del descanso, mejor, sabes que debo quedarme a la prctica de natacin por la tarde. – adems as le queda menos tiempo para regaarme.
– Necesitamos privacidad, ser ms tarde entonces… despus del descanso slo haremos una introduccin. – expone ella, acomodndose el cabello pelirrojo tras un hombro. En fin, ya saba yo que no me librara de ella gracias a un deporte. No me dej en paz ni siquiera cuando alguien muy importante para m abandon el mundo… Buffy, mi tercer hmster; Sabine crey ms oportuno regaarme por dejar la jaula abierta y la aspiradora andando a un lado de ella. Y bueno, a Buffy la habamos comprado entre los dos… pero igual no tena derecho de reprenderme; debi compadecerse de m y mi dolor.
Llegamos a la cafetera y me siento en una mesa junto con Sabine mientras los dems compran algo para comer. Ella es ms prudente que yo y sabe que hablar en la escuela nunca es seguro, as que no tengo por qu preocuparme de que abra la boca.
– Me gustabas ms cuando eras rubia. – juego con un mechn de su cabello y toco su nariz con las puntas. O talvez se vea mejor la vez que lo ti de color chocolate, o en negro, o aquella vez en noche de brujas que se disfraz de banshee y para su disfraz us una peluca blanca con el mismo corte de su cabello real.
– Me gustabas ms cuando no eras tan idiota… aunque eso significara que nunca me gustaste. – re, y luego arrebata su cabello de entre mis dedos.
Por ms que intenta disfrazarlo como una broma, lo de idiota es en serio; est molesta. No es como si hubiera golpeado a Samuel; ella sabe muy bien que nada tengo en contra del pobrecillo… slo lo uso como un escudito.
Llega el resto de mis compaeros y apenas logran sentarse en cuanto entran Samuel y Seth a la cafetera, juntos. De saber que la gente reaccionara as, incluso yo hubiera entrado junto con Samuel para llamar la atencin. Y despus tendra que golpearlo… pero nunca lo he hecho, me pesara muchsimo en la consciencia tener que hacerlo.
Todos en la mesa se quedan a mitad de camino de abrir las envolturas de lo que compraron. Es incluso ms interesante que la mesa que eligen para sentarse sea la contigua a la nuestra. La espalda de Seth prcticamente roza contra la ma. Qu genial. Jams tuve una sonrisa tan enorme oculta tras mis labios.
Termina el descanso y nos encaminamos al aula de historia, Sabine tiene clase de filosofa, pero igual nos acompaa porque los salones quedan uno al lado del otro.
Me siento extrao al seguir a Seth y Samuel por los pasillos aunque sea completamente involuntario, pues todos tenemos la misma clase. Sobre todo, es incmodo no poder concentrar mi mirada sobre cierta parte trasera del nuevo… por desgracia tengo que contenerme para guardar las apariencias. Ya habr ms oportunidades, pero siempre recordar que la primera la desperdici por cobarde.
Me paro un momento junto a las fuentes y espero a que mis “amigos” se pierdan de mi vista; excepto Sabine, que sabe que cuando me quedo quieto ella tambin debe hacerlo.
– Ac venimos un rato, te sirve para la introduccin? – no me gustan sus regaos, pero escucharlos me deja muy en claro que se preocupa por m. Asiente y seguimos caminando. – Si saludas a Samuel, significa que ya tenemos que salir del saln de clases, bien? – le doy instrucciones. Sabine se encoge de hombros, accediendo a mi idea.
Al entrar, me doy cuenta que Seth est ya acomodado junto a Samuel. Los miro con curiosidad… si resulta que Seth es gay, como en mi imaginacin, entonces Samuel lleva muchos pasos delante de m… lo que arruina mi mundo de ensueo.
Me quedo platicando con Stuart y Demian, ms bien slo escucho sus murmullos con poco inters, pues no puedo quitarles los ojos de encima al nuevo y a Samuel.
Sabine saluda a Samuel, y esa es mi alarma para acompaarla… pero me quedo quieto por un rato hasta que ella decide adelantarse.
Yo entro al bao para lavarme las manos y ella se queda junto a las fuentes.
– Por fin, un poco de autoridad me ha cado del cielo. – la escucho decir.
– Lo nico que puede caer del cielo es excremento de pjaro, qu me quieres decir? – no tengo mucho tiempo, supuestamente el profesor de historia es muy estricto y castiga incluso en el primer da de clases.
– T sabes que… “maricn” no es una palabra muy sana como para incluirla en tu vocabulario. Si la dices, se te devuelve el tiro. Entiende que si t mismo atacas tu condicin, a los dems les ser ms cmodo seguir como estn. Eres como su ejemplo a seguir… – siempre tiene, pero nunca hago caso a sus advertencias. Principalmente porque cambiar de actitud de un da para otro me hara ver como un esquizofrnico en potencia. – Y adems, Samuel… – comienza a decir, pero se queda callada de manera abrupta – Hola, Samuel… qu tal tu da? – dice despus. Genial, tambin se aparece por aqu. No me deja ni siquiera cumplir con mis necesidades. Lavarme las manos es una necesidad.
– En lo que cabe… bien… voy a salir con el nuevo al centro comercial, quieres ir?... – y adems de acurrucarse con el nuevo, tambin se quiere llevar a mi mejor amiga. Qu egostas pueden ser algunos, de verdad.
– No puedo… tengo que salir con la sirenita, digo, Scott. – Es una tonta, me hace rer cuando no debera. – Pero bueno, fuera de broma, tengo asuntos por resolver con se cabeza de burbuja. Puedes invitarme algn otro da, te prometo que voy. – al menos me da mi lugar, pero no s para qu le cuenta todos los detalles a Samuel, que lo deje irse.
Se supone que ella quiere hablar conmigo. No dispongo del tiempo suficiente para esperar a que Samuel se vaya, mejor salgo del bao, casi corriendo, que a l lo castiguen si quiere, yo no me arriesgar a las consecuencias.
Me giro para ver si Sabine sigue platicando con Samuel, pero no, ambos ya vienen en mi direccin. Voy regresando mi atencin al frente, pues cuando camino hacia atrs suelo tropezar, pero me veo obligado a fijar la vista en las escaleras…
El profesor Lear est compartiendo un muy carioso beso con el seor McMullen, lo reconozco porque adems de ser el lder de la asociacin de padres, est en su casa siempre que visitamos a Stuart… qu sorpresa, qu irnico que el padre de Stuart sea homosexual y sea la linda pareja del guapo profesor de fsica. Terminan su beso y se abrazan con ternura por unos instantes, despus bajan las escaleras juntos, me hacen suspirar… se podra ser mi futuro. Me gustara tener un novio… lo hara tan feliz como me fuera posible.
Qu bueno que se van antes de que me alcance Sabine, pues prefiero ser yo quien le cuente la sexy nueva… porque con buena nueva no alcanza para describir lo que vi hace unos segundos.
– En tu casa o en la ma para seguir hablando? – me pregunta. Me quedo callado hasta que Samuel entra al saln de clases y despus me quedo mirando fijo a Sabine.
– Qu te parece si me regaas en el centro comercial? – hago un gesto travieso y Sabine nada ms sonre. Me quiero ganar a Seth, incluso si tengo que hartarlo con mi presencia… no me voy a quedar con las ganas de tener un novio. No me voy a quedar con las ganas de que Seth sea mi novio. Lo juro… lo cumplo, y si no, que me coman los cocodrilos.
