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TOCANDO FONDO por Tsukino_Sakura

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Notas del fanfic:

 

 Nana x Hachi

Ésta historia fue creada con inspiración en sucesos propios, delirios nocturnos, muuuucho, mucho yaoi y esas partes tan yuri de la serie que te dejan el cosquilleo de la sospecha de que tal vez las cosas deberían volver a ser contadas a otra preferente manera ¬w¬

Y por supuesto, la lectura de mis autoras favoritas: J.K. Rowling, Stephenie Meyer, Anne Rice, Maryme y Tierna-Kikyo.

¡Espero que les guste! *-^

 

Notas del capitulo:

Espero que les guste! ^^ dedicada a Nubia que la siguió desde que comenzó hasta el final ¡Eres la ley niña! xD A leer n.n

 

 

TOCANDO FONDO

"Perdóname"...Pensé mientras él se dirigía al altar a tu encuentro, estabas bellísima con ese ramo de flores entre tus manos, con ese hermoso vestido blanco entallando tu estrecha figura. Deseé llorar, llorar por ti, por lo que te esperaba gracias a mí. Yo estaba ahí, de pie en la entrada de la iglesia,  donde tú no podías ver mis lágrimas cayendo. Nadie sabía que yo estaba allí, porque todos igual que yo, contemplaban  lo hermosa que estabas, aún con ese rostro surcado de lágrimas de tristeza...

La boda transcurría frente a mis ojos, pero yo... ¿Quién era yo para detenerla? ¿Para arruinarte ese momento tan importante? No era nada...y aún no soy nada, sólo soy tu "amiga", la más egoísta, celosa y cobarde de todas. Hachi nunca me di cuenta antes pero... todo el tiempo estuve haciéndote daño, queriéndote hacer feliz, sólo te lastime, pusiste todo de ti en mí y yo te destruí. Los recuerdos contigo, los besos que te robé, todas las veces que te abracé, la noche en el tren atascado donde nos conocimos...todo ello volvía a mí mientras Takumi había descubierto tu rostro del velo y tú le forzaste una sonrisa, ahora se acerca a tus labios lentamente...

-¡No!-Sollocé sentándome en la cama de un salto, me cubrí la cara con la sábana sintiendo el golpe del viento helado en mis brazos debido a la pequeña blusa de tirantes lilas que traía, muy escasa para ese frío, que no se comparaba aún así al de mi interior. Seguí llorando con la sábana en la cara inevitablemente a pesar de que los ojos ya me ardían, cuando pude respirar nuevamente miré el reloj en mi mesa de noche...apenas habían pasado dos horas desde que me había quedado dormida.

Pasa la angustia tan cerca de mí

cuando de aquí te alejas

Sé que el insomnio sigue por ahí

esperando  que intente dormir

Me levanté de la cama rindiéndome a que esa noche tampoco podría dormir; descalza, ojerosa, con la cabeza punzándome del dolor por el cansancio y con miles de dolorosos recuerdos rondándome por la cabeza... como cada minuto, como cada hora...como ya siempre...

Al caminar sentía el pequeño short resbalarme de la cintura poco a poco, no podía creer que ya me quedara tan grande. Tomé la presilla con mis dedos y la jalé hacia delante para comprobar que ya sobraba casi un centímetro entero...estaba perdiendo peso de nuevo.

Al salir de mi solitaria habitación, miré a mi alrededor, con la vista apenas recuperándose de lo borrosa que estaba cuando me levanté de la cama, pasé por mi puerta y el buzón estaba otra vez lleno. Saqué las cartas, boté las de la disquera que seguramente me amenazaba con despedir a mi banda si no conseguían otro vocalista o si yo no regresaba a cantar, pero eso ya había dejado de tener tanto peso en mí a comparación de cómo fue en un principio, había otra carta de Yasu, de Nobu, de Shin...incluso la que mas me sorprendió: de Ren.

Las abrí rompiéndolas sin que me importase demasiado el sobre y sólo leí el principio, de cada una, decían lo mismo de siempre:

Primero fue la de Yasu:

Nana:

¿Cómo te encuentras? Estoy molesto conmigo mismo por estar tan preocupado por una baka como tú, pero es que no sólo soy yo, todos te necesitamos mucho, no seas así de egoísta... ¿Aún no saldrás, no me dirás que tienes?...

La voté y continué con la otra, de Nobu:

¿Eres estúpida o algo así? ¿Aún no vas a ver a nadie ni a venir? ¡No puedo seguir tocando sin tu voz! Mejor dicho, ¡No podemos! ¡Tienes que recuperarte! ¡Tienes que regresar! ¡Te extraño maldita sea!...

Eso me dolió un poco, así que la voté al igual y continué con la otra, de Shin:

Ohayô Nana

Bueno en realidad no sé a que horas vayas a leer esto, pero espero que estés bien, ¿Sabes? Creo que tal vez yo soy el único que no sabe que te pasó esa noche en el estudio, no sé si fue la noticia de que Hachi se casaba o si de que nuestro disco se vendería a nivel mundial...pero me dio miedo cuando saliste corriendo...

Aventé la carta lejos y el corazón me dio un vuelco al sostener entre mis manos la de Ren...

Nana, eh sabido gracias a Yasu, que desde hace casi dos meses te encuentras encerrada en tu casa, sin ver a nadie, sin contestar llamadas...eh intentado llamarte, eh intentado ir a tu casa pero no me preocupé por que pensé que al parecer no querías verme pero ¿Te encuentras mal entonces?, ¿Crees que tenga derecho a saber que te pasa? ¿Estás enferma o algo así?...

Quería seguir leyendo pero mis lagrimas negras por el delineador comenzaron a ensuciar la carta y tuve que deshacerme de ella también, caí sentada en silla de la mesa con las lagrimas saliéndose solas de mis ojos, volteé a mirar la ventana a un lado de ésta con tan sólo la oscura noche, resplandeciendo tan triste y sola como yo, por que era verdad, no había nadie allí a mi lado, sólo la ilusión de tu carita de niña sonriéndome en el asiento opuesto, frente a mí, sin parar de parlotear, ni de irradiar esa cálida luz segadora, misma que apagó mi mundo cuando se fue...

 

Te extraño tanto, que te veo en todos lados, junto a mí en la cama, susurrando mi nombre entre sueños mientras yo pasaba mis dedos por tu cintura o por tus labios, siempre supiste que era yo, que se trataba de mí y no de nadie más...te recostabas en mi hombro suavemente, y después terminabas acomodada sobre mis pechos dejándome sentir tu tibio aliento sobre mi piel, yo no podía evitar observarte durante horas, abrazarte...tu rostro de ángel al dormir cuando sólo la luna nos espiaba, fue la inspiración de muchos de los versos de tus canciones preferidas de mi banda...

Me he quedado solo y así

no planeaba vivir

me he quedado solo y sin ti

es tan fácil volverse loco

 

También te veo en la tina de la ducha, cuando abrazaste tus rodillas y me confesaste que amabas a alguien más que no era yo con esas mejillas ruborizadas. Siento tus lágrimas tibias en mi hombro cuando estoy de pie frente al lavabo a un lado de la estufa, igual que aquella vez que te abrazaste a mi brazo mientras llorabas sollozando que habías perdido a aquel que dijiste amar...

¿Es que tú nunca sentiste nada más por mí? ¿No te dabas cuenta de que lo nuestro siempre fue mas haya de cualquier otro sentimiento? No era amistad por que las amigas no se necesitan, no se anhelan, no se quieren ni se admiran tanto como nosotras, ¿Verdad? Yo creía que de las dos, tú eras la más obsesionada conmigo, creías que yo era tan fascinante que me daban miedo tus ojos llenos de emoción cuando me mirabas hablar sobre mi banda; o como llorabas oyéndome catar mientras rasgaba las cuerdas de mi guitarra.

Como adulabas mi estilo, halagabas mis gustos y ayudabas en todo lo que podías. Gracias, Hachiko, gracias por haberme dado esos momentos tan lindos, por haberme dado tu tiempo, tu cariño y sobre todo...por haber llegado a comprender todo el dolor que había en mi interior...y haber logrado sanarlo...

*Regreso constantemente al momento en el que  tomaste mi mano aquella noche en la estación del tren que nos traía al departamento, después de que yo saliera cabreada de salir del ensayo:

-Demo Nana... ¿Te has enfadado conmigo porque besé a Nobu?-Yo ni siquiera te miré, el simple comentario me hizo rabiar de nuevo. Tiré el cigarrillo de mi boca lentamente y entonces te tomé bruscamente de la cintura volteando tu espalda de lado de la pared

-Kyaa-Alcanzaste a medio chillar de la sorpresa pero yo estaba acorralándote contra la pared más cercana y tu sólo veías a mis ojos con susto, con los puños pegados a tus senos. Sonreí

-¿Por qué habría de estar enojada?-Puse la otra mano en la pared a un lado de tu cabeza acorralándote completamente-¿Se trata de sólo un beso no?-Entonces me acerqué a tus labios poco a poco, finalmente presionándolos contra los míos. Tú, como si yo fuera tu amante o algo así, cerraste los ojos lentamente a medida que me acerque a tu boca. Por alguna razón empecé a darle ligeros apretoncitos con mi brazo a tu cintura y a fundirme en aquel beso junto contigo, en un extraño sentimiento que al parecer compartíamos, que ahora defino como ‘sed de una boca por la otra'.

Siento que en ese momento también te amé sin saberlo, tanto como lo hago ahora...De repente, sentí tus manos rodear mi espalda, provocando que nuestros cuerpos se juntaran por completo, sentí tu pequeño busto acariciar de repente al mío haciéndome pegar un saltito y reaccionar a lo que estaba haciendo. Iba a alejarme de ti  en el momento, pero tus manos largas me sujetaron del cabello y de la espalda con más fuerza impidiéndomelo.

Entonces tras unos  fugaces  momentos más, repentinamente temblaste y perdiste fuerza en tus rodillas, tuve que rodearte la cintura con más fuerza por que pensé que te caerías. Tú habías bajado el rostro ocultándolo de mí, y tan pronto como volví a plantarme bien en el suelo, te lanzaste a abrazarme. Cuando sentí mi pecho húmedo me di cuenta de que llorabas y entonces te levanté el rostro con una mano.

-¡Nana!-Chillaste-¿Lo ves? ¡Haría cualquier cosa por ti! ¡Lo que sea, no tienes que estar celosa de nadie! ¡Por que yo te quiero mucho! ¡Eres mi amiga! ¡La mejor...!-Te interrumpí tapándote la boca con una mano y me eché a reír abrazándote de nuevo

-jajaja ¡Cachorro tonto!-Me carcajeaba haciendo eco en la estación completamente vacía y tú me mirabas feo sin parar de llorar y forcejeando con mi mano para que te soltara, finalmente te solté y tú te quedaste mirándome callada con cara de puchero, y así, con mi cabeza recargada sobre la tuya pegada a mi hombro, te murmuré

-Yo lo sé...por que sólo puedes ser mía, no de nadie mas...-Entonces al notar que cedías impactada ante mis palabras, me volteé sacando otro cigarrillo aún conteniendo la risa.

-¡Urusai, Nana! ¡No es gracioso!-Exigiste graciosamente mientras llegaba el tren lentamente doblando una esquina desde una orilla del túnel

-Tienes toda la boca manchada de labial rojo...-Comenté tranquilamente con una pícara sonrisa mirando las puertas del tren que se abrían frente a mí, tú al oír eso inmediatamente te tapaste la boca sonrojándote en exceso de golpe, y comencé a correr al interior del vagón cuando corriste detrás de mí protestando y tratando de alcanzarme para vengarte...* 

Aquello fue especialmente extraño y satisfactorio para ambas ¿no?...Pero regresando a la realidad...al hoy, comprendo que te me has ido probablemente para siempre, que tu vida se ah roto y teñido de gris, que se ah apagado tu eterna luz resplandeciente...por mi culpa...el dolor ah brotado de nuevo, ahora lo compartes tú también, pero ahora es mas pesado que antes, por que, es enteramente mi culpa. Hoy se cumplen dos meses desde que te perdí, desde que vi tu sonrisa quebrarse ante ese hombre.

No lo soporto Hachi, estoy celosa, celosa del hombre que yo misma metí en tu vida. Estoy hundida, resentida contra la vida, no sé si puedo seguir sin ti...una parte de mí está deseando, esperando desesperadamente una señal...una llamada. Pero estoy consciente de que eso no pasará, sé que ya no quieres verme, tal vez tú tampoco puedes hacerlo y lo comprendo. Pero simplemente no me hago a la idea, el sólo pensarlo me duele en lo mas profundo, por que aún no acepto que te eh perdido...simplemente por que no quiero hacerlo...

Estoy tocando fondo

me niego a estar sin ti

te tengo que recuperar

o de una vez dejarte ir

¿Volverás a sanar mi corazón? Es que lo has vuelto a romper y nunca habrá nadie capaz de repararlo de nuevo, recogí los pedazos, pero ya no me pude poner en pie de nuevo, por que cuando alcé la mirada otra vez ya no estabas allí. Te habías ido con él, lo habías preferido a él... ¿Qué es lo que me hace falta para que puedas amarme? Ese fue nuestro error amada mía, ninguna de las dos acepto nunca nuestros sentimientos, ninguna de las dos se atrevió nunca a confesar, y entonces...terminó mal, terminó así, botándome a ésta desesperación en la nada...sin ti...

En ese momento, sonó el teléfono que creí haber desconectado, pero no fue mi línea sino era la del servicio del departamento, con miedo lo levanté ya que bien podría haber sido cualquiera de ellos buscándome, al otro lado de la bocina en efecto era una voz ya conocida

-¿Nana?-Estuve a un segundo de colgar la bocina pero inmediatamente después oí-¡Si te atreves a colgarme ahora si solicitaré que alguien vaya a investigar y a sacarte de ahí a la fuerza!-Entonces me la pensé, y como se oía en serio continué con el teléfono en la oreja

-¿Qué quieres Yasu? ¡Qué maldita parte no entiendes de no quiero verlos! ¡A nadie!-

-¡Ésa de hecho! ¡¿Por qué demonios ni siquiera una explicación?! ¡Ni siquiera contestas las cartas!-Se oía muy cabreado, sin embargo no reproche nada hasta que dejó de gritar-Te oyes muy mal Nana, ¿Qué te sucede? ¿Qué o quién ah sido?-

Guardé silencio, mi garganta se trabó al instante, ninguna explicación era capaz de salir de ella, vamos ni siquiera su sencillo nombre era  capaz de pronunciar

-Yo estoy...bien-

-Oh si claro, de acuerdo entonces me voy por unos tragos adiós... ¡Claro que no estás bien Nana! ¿Qué acaso ya enloqueciste? ¡Contesta!-

-Cálmate ya, Yasu...-Suspiré agarrando fuerzas y aire con muchos esfuerzos, para poder continuar hablando-por ahora necesito estar sola, pero yo...me recuperaré...yo...

-¿Ah sido culpa de Hachi verdad?-

El nudo en la garganta se me endureció tanto que me dolió aún más que antes, como si me hubieran arrancado de tajo las cuerdas vocales...miré impactada al vacío por lo horrenda de aquella sensación y sin que pudiera notarlo, se me resbaló el teléfono de la mano

-¿Nana? ¿¡Estás bien?! ¡Contesta! ¿¡Nana?!-

-...-Me sostuve la garganta con dificultad, y entonces me vino el ataque que temía, comencé a hiper-ventilar ya que me faltaba demasiado el aire, la opresión en el pecho me hacia mucho daño así que empecé a toser y a jadear terminando de rodillas en el piso, tuve que tomar control entre el aturdimiento e ir a gatas hasta la mesa a tomar una bolsa de papel que tenía a la mano para ponerla con desesperación sobre mis labios y respirar en ella algunas veces con toda mi fuerza de voluntad para recuperarme.

Luego del susto, finalmente otra vez logré respirar con más normalidad. Ya no me levanté, recargué la nuca en el borde de la mesa y la espalda en la silla tras de mí. No podía creer que aquello me pasara sólo porque alguien me hiciera tratar mencionarte...

 

Al mirar al piso, descubrí el abridor de cartas tirado debajo de la mesa, una especie de daguita que no había visto antes y por eso no lo usé, seguí observándolo durante unos minutos como si se tratara de mi única esperanza de salvación, estiré el brazo detrás de mí para alcanzarlo y entonces miré la filosa punta frente a mí otro rato, creo que lo que pasó fue que mi razón se esfumó lentamente en ese lapso. Finalmente jalé aire agresivamente y le hice un profundo corte a mi brazo sin pensarlo, casi dándole a las arterias más importantes de mi muñeca, pero por suerte fue algo más abajo.

Al comenzar a brotar la sangre me asusté y apreté mi otra mano contra la herida de mi brazo para detener un poco la hemorragia, pero por extraño que suene, tan pronto como fluyó lejos de mí...algo de paz regresó a mi interior, dejándome entender que tan miserablemente feliz estaba... "¿Estoy acaso enloqueciendo?"           

Estoy tocando fondo

me duele hablar de ti

no quiero disimular

el resto de mi vida

Al comenzar los mareos por fin reaccioné emergiendo de mi raro sopor de tranquilidad y corrí hacia el baño para lavar la herida que ya había dejado de sangrar un poco, entonces mientras me apretaba fuerte la herida con una venda me decidí a llamar a Yasu para que alguien me cosiera ya que estaba segura de que estaba tan profunda que lo necesitaba...En ese preciso instante tocaron mi puerta, por fortuna, era quien yo quería

-¿¡Nana?! ¿Estás allí? Tranquila! Ahora entro-Sonreí mirando la puerta, y antes de que se propusiera derribarla caminé hasta ella a abrirle tratando de no dejar de sostenerme la herida. Mi aspecto debió de ser tan terrible que Yasu al verme jadeó retrocediendo, además cubriéndose la boca...cerró los ojos

-Oh Dios mío...Nana-Entonces me abrazó con fuerza-Ya estoy aquí...tranquila...-Me acarició el cabello con cariño como solía hacerlo. En cuanto hizo eso, el sentimiento me golpeó de nuevo así que tuve que contener el llanto

-Auh...Yasu me lastimas-Volvió a soltarme angustiándose de golpe

-¡Tu brazo sangra! ¡¿Qué te hiciste?! ¡Maldita...!-Pero detuvo su ira suspirando, yo creo que por mi mirada destrozada y suplicante-OK, OK vamos-Repentinamente me cargó entre sus brazos y se apresuró al auto donde lo esperaban todos los demás, y lo bueno era que entre ellos sólo faltaba Ren.

Camino al hospital, sólo me apreté contra Yasu, no contesté a ninguna de las preguntas de los otros y no me atrevía  mirar a la cara a ninguno ni una sola vez. Al llegar al hospital tan pronto como el doctor comenzó a coserme me desmayé debido a la falta de sangre, sueño, comida...dicen que pude haber muerto seguramente si hubiera pasado mas tiempo. Dormí en el hospital cerca de un día entero, pero con fuertes fiebres debido a las pesadillas. Cuando desperté en la oscura y desconocida habitación ya no había nadie, por la oscuridad de la ventana lejana, supuse que por ser tan altas horas de la noche. Mi brazo había sido ya vendado y lo único que hacia ruido eran los aparatos que chequeaban mis signos vitales. Creo que la calva de Yasu se podía ver desde la ventana, al parecer estaba sentado en la sala de espera, tal vez muy dormido "Que bueno es ése calvo conmigo...le debo varias" Pensé con una sonrisa incrédula, en ese momento, oí pasos, acercándose a mi habitación, podría ser cualquiera así que no quise jugar con la suerte y cerré los ojos fingiendo estar dormida.

Alguien entró a la habitación en profundo silencio...me ponía nerviosa no poder saber quien era, entonces sentí unos dedos fríos sobre mi mejilla, ese contacto se me hacia conocido, tal vez era ¿Ren? No lo supe al principio, los mismos dedos pasaron por mi cabello y yo luché por seguir con los ojos cerrados, luego un ruido como de suspiro seguido de una gota cálida que cayó arriba de las vendas de mi brazo herido. Aquella persona estaba llorando por mí.

El corazón me latía a cien por minuto, algo no andaba bien; necesitaba abrir los ojos pero no sentía el valor para hacerlo. Entonces cuando su mano tomó la mía, lo supe, supe quien era. Me tensé tanto que tal vez ella lo hubiera notado de no haber estado llorando:

-Nana...-Gimoteó, y su voz para mí fue como salida de otra pesadilla, o alucinación-Mira lo que te has hecho...-Soltó un sollozo agudo y continuó sollozando, el hecho de que llorara por culpa mía me hizo querer llorar a mí también, quería abrazarla o golpearla o... ¡no lo sé! Sólo atiné a quedarme quieta, ya que quería oír lo que decía-¡Es mi culpa!-Se dijo mas alto, abrazándome de repente, sentir su piel contra mi piel una vez mas, percibir su fresco aroma dulzón de siemppre...me hizo sonreír entre mi sufrimiento interno. Ella sobaba mi mano mientras continuaba llorando, entonces, me moví

-Hachi...-Tomé su rostro con el brazo bueno

-¡Aah!-Pegó ella un gritito del susto, abrí los ojos, lo primero que percibí fue que se veía tan demacrada, sin una sola gota de maquillaje, esa ropa desgastada y mal combinada, como nunca antes había andado. Lo único que me hacía saber que se trataba de ella fue que aún tenía esas facciones de niña, como una linda muñequita triste.

-...-me miró atónita aún llorando, supongo que sin encontrar que decir, atiné a sonreírle

-Lo siento...siento haber roto los vasos Hachi, sabía que te gustaban mucho...-Por esa estupidez había comenzado todo, al saber yo que Takumi se casaba con mi cachorro, se me resbalaron por accidente los vasos de fresas que juntas compramos cuando apenas comenzábamos a remodelar nuestro piso, y es que luego de que eso pasara, me fui del departamento. Volví a él cuando Hachi se fue con Takumi y me lo dejó completamente. Pero, ahora ella sólo sonrió con amargura cuando se lo hice recordar...

-No importan esos estúpidos vasos...-Se cubrió la boca sollozando de nueva cuenta, medio ahogándolo-Yo...sé que no debía venir pero...no quiero perderte Nana...-Pero entonces, Yasu estuvo a punto de despertarse, ya que se removió en su asiento. Hachi lo volteó a ver con las lagrimas aún en los ojos y se sintió repentinamente alterada (supongo que no quería que la viera así, con ese aspecto tan decadente)-Debo irme!-Y se apresuró a la salida, yo no había tenido la oportunidad de decir nada hasta ese momento...

-¡No! ¡Espera! ¡Hachi!-Yasu saltó en su asiento ante mi grito, pero Hachi ya había pasado de largo frente a él a toda prisa

-¿Eh? ¿Qué?-Yasu apenas se despabiló, sólo pudo verme a mí con susto, ya que me decidía a salir tras ella sólo vistiendo con la pequeña bata verde y agarrándome de la pared, pero él me detuvo- ¡No! ¡Nana! ¡Vuelve a la cama ahora mismo!-

-¡Yasu! ¡Ella se va!-Extendí el brazo pero él me abrazó con tanto cariño y desesperación, que me hizo sonrojarme y apaciguarme

-Por favor...estás alucinando por la fiebre, ella no está aquí-Me tocó la frente y sentí su mano helada, tal vez él tenía razón-Vuelve ya a la cama-Dejé que me abrazara hasta que me levantó del piso y entonces comenzó a llevarme de nuevo con él hacia la camilla para recostarme, mientras yo veía como te alejabas corriendo...aún podía verte a lo lejos del pasillo, otra vez huyendo lejos de mí... "¿En verdad ah sido una alucinación?"

Vuelve la angustia

a hablarme de ti

cuando de aquí te alejas

Al siguiente día, desperté de nuevo en ése hospital cerca de las 12:00am, la mesita frente a mí estaba colmada de regalos con tarjetitas dedicadas, lo que me hizo recordar a mis fans, que tal vez ya habían averiguado mi ubicación. Había un ramo enorme de flores, varias cajitas, botellitas, muñecos de felpa y un montón más de cartas con buenos deseos para que me recuperara. Cuando medio me senté en la cama entonces entró Yasu nuevamente y yo no pude más que sonreírle

-Lo siento...-

-Cállate, y te habrás fijado en el alboroto que armó la prensa cuando supieron que ingresaste al hospital con el brazo rajado-Suspiró agarrándose las sienes sobre sus gafas negras, se veía cómico frustrado-Escucha Nana, ¡Me estoy hartando de hacerla de tu padre! ¡Estos dos últimos meses, ah sido un problema mantenerlos lejos de tu departamento con mentiras! ¿Y ahora esto? ¿Cómo desmentiré esto?-Yo no respondí, medio me abracé a mis rodillas pensando lo que había dicho, él sólo caminó a la mesita y tomó una de las primeras tarjetas del montón de cartas

-Creo que de todo lo que hay aquí, esto es lo que va a interesarte-Me la entregó, era blanca y con lindos adornos rosas. Casi no pude sostenerla en mi mano, era la invitación a la boda de Hachi...

Luego de ése episodio, los de la banda entraron a verme, me disculpé como pude con ellos, sentí que ellos no debieron terminar mal involucrados por mi ataque repentino de depresión, así que me disculpé incesantemente, les pedí sólo un poco mas de tiempo e incluso les prometí escribir o componer un poco durante el lapso. Les expliqué una tontería, según yo estaba recayendo en la depresión de que no hubiera funcionado con Ren a pesar de que pude estar con él de nuevo. Juré que ya no haría locuras y que pronto estaríamos de vuelta.

Cuando al fin me dejaron volver sola a mi departamento, volví a sentir recayendo sobre mí la soledad, los recuerdos que guardaba ese lugar, que no me habían dejado de perseguir desde hacia tiempo. Al tirarme en mi cama, sentí que no debía haber dejado que se fuera, debí haberla retenido un poco más tiempo a mi lado, para grabarme su aroma, el sonido real de su voz y el toque de su piel suavecita. Que habláramos, que yo pudiera ir a su maldita boda sin resentimiento alguno como una amiga normal pero... ¡Es que yo no quería eso! Lo que en verdad quería era confesarle de mis verdaderos sentimientos, los que me estaban matando, ¡Los que ella debía haber sabido y aceptado desde hacia tanto tiempo! Pero supe que no podría decírselo tan fácilmente...además ¿Dónde la vería? A escondidas de Takumi? Una cita a ciegas? Aquello era complicado y en realidad carecía casi completamente de sentido...sin embargo necesitaba hacer algo por remediar ésta terrible soledad, ésta terrible angustia que incluso comenzaba a afectar mi salud tanto física como mental, según había comprobado.

Sin más preámbulos, decidí irme a dormir antes de que se me llenara mas la cabeza de ese tipo de reflexiones y pasara la noche en vela, aunque seguramente, eso era lo que me esperaba...Cuando al fin logré caer dormida, mas bien rendida, cerca de las 2:00am, tuve otra maldita pesadilla, pero ésta vez la peor y más realista de todas.

Pude ver a Hachi claramente encontrándose conmigo en algún lugar, la expresión de su rostro al revelarle yo mis sentimientos. Entonces en ese momento llegaba Takumi  mirándome claramente enojado, y después pasaba su mirada a Hachi llena de desdén. Entonces Hachi me negaba rotundamente comenzando a llorar, tal vez muy a su pesar, y se iba tras de Takumi que ya se había dado la vuelta dispuesto a partir de allí...yo me quedaba ahí parada, mas desolada que nunca, mirándola marcharse...

Mi corazón estaba a mil en ése momento cuando me levanté, ésta vez incluso por pura reacción me senté en la cama y corrí al baño a mojarme la cara, me miré las ojeras en el espejo, el maquillaje corrido que no me había quitado, el cabello desgreñado y esa expresión que denotaba todo mi sufrir...definitivamente, no podría dormir en mucho tiempo gracias al ese último intento...

Se que el insomnio

sigue por ahí

esperando que intente dormir

La mañana entró por la ventana como cualquier otra, en ése mi definitivo calvario sin sueño ni alimentos, sólo con dolorosos recuerdos. A pesar de ésa pesadilla cuyo significado comenzaba a tomarme muy en serio, decidí que si no le decía a Hachi todo, absolutamente todo, no podría continuar con vida. Nunca pensé que amar a alguien con tal intensidad fuese así de tortuoso mas sin embargo lo era y ésa, era toda mi realidad, la cual tendía que encarar por mucho catástrofe y temor que eso significase.

Me puse a planear nuestro encuentro, tendría que ser que Takumi estuviese lo suficientemente lejos al igual que Yasu, que Hachi y sólo Hachi se enterara de mi invitación y al igual tendría que ser en algún lugar que no me pusiera en demasiados apuros, que no fuera tan directo después de lo que pasó, tendría que ser algún lugar entre público y no público y en el que pudiera escaparme fácilmente si algo sucedía. Se me ocurría alguna avenida o tal vez...una estación de tren.

Localizarla no fue sencillo, al final tuve que preguntarle a Nobu fingiendo con muchos esfuerzos, desinterés, si tenía el teléfono celular de Hachi. Él inmediatamente se sobresaltó como yo ya esperaba, preguntó mil veces para que lo quisiera y luego hasta propuso que nos viéramos todos junto con ella y arregláramos el asunto como feliz familia, cuando estuve apunto de colgarle fastidiada por todas esas fantasías infantiles entonces me lo dio rápidamente, nunca fui buena para los números, pero ésta vez recordé perfectamente cada uno, incluso la forma acelerada de su pronunciación, agradecí de una sola palabra y colgué de inmediato. Tragué saliva, nunca antes me había encontrado en semejante situación, llegué a dudar de mis capacidades mentales o si de verdad alguna vez quise a Ren o siempre fui tan lesbiana que tal vez fue pura traición o Hachi hizo algo en mí que yo nunca podría borrar y lo cual me tenía tan enloquecida que era mortal, como fuera, sin más razonamientos estúpidos me decidí a enviar un SMS:

"Te veo en la estación Tajiri, entrada 5

6:00pm no faltes, es importante

Nana."

Después de mucho pensar que era lo que pondría en el bendito SMS las sencillas palabras finalistas fueron aquellas. Además esa estación era la que yo sabía que ella ya conocía a la perfección, ya que era la que siempre tomábamos en los viejos tiempos, para volver juntas a casa, además la de uno de los más frescos recuerdos de antaño que creí conveniente revivir para darme más ánimos. Resignándome a cualquiera que fuese su respuesta o reacción, espere a que mi celular recibiera alguna señal de vida, pero como yo extrañamente ya sospechaba, nada, no hubo nada.

Esa misma tarde, Nobu le contó a Yasu de mi iniciativa de llamarme y éste último fue por mí para invitarme a comer en algún lado, yo me negué pero el se negó a aceptar que me negaba, me siguió por toda la casa hasta que estuvimos en mi habitación, cerró la puerta y a mí me dio algo de temor déjenme confesarles. Como le estaba dando la espalda me di la media vuelta lentamente y allí estaba él, aproximándose hacia a mí

-Y-Yasu-Balbuceé-¿Qué es lo que...?-Entonces, haciéndome contener el aliento, me tomó bruscamente la ligera blusa negra de tirantitos y me jaló con él hacia algún lugar, tenía tanto miedo de que fuese a donde yo pensaba, que cerré los ojos; pero entonces oí un portazo. Abrí los ojos con sorpresa y me descubrí en el baño, entonces me lanzó bruscamente debajo de la regadera, haciendo que mi espalda golpeara la pared en un ruido sordo, entonces abrió una de las llaves de la regadera y yo me empapé al instante de agua fría sonrojándome, sabía que podía ver mis remarcados pezones en la blusita por el repentino frío, pero yo mirando confusa directo a sus ojos azules (ya que se había quitado los lentes de sol) no pude reaccionar.

-Te bañarás, y saldrás conmigo de éste maldito lugar te guste o no-Dijo con tanta firmeza que por un momento creí que me bañaría él mismo a la fuerza-Y ésta vez no iremos al hospital ¿Oíste? No pudo evitar suavizarse un poco, como un padre que intenta parecer duro para reprender a su hija.

Medio sonreí atontada-Yasu...-Musité, pero él salió del baño de un portazo al instante ¿Cómo sabía que en esos días había perdido la costumbre de cambiarme otra ropa que no fuera la de cama, y las ganas de bañarme? Brujería, o me conocía mejor de lo que yo a mí misma, había tenido depresiones, algunas fuertes...pero ninguna como ésa.

Estoy tocando fondo

me duele hablar de ti

no quiero disimular

el resto de mi vida

que no me importas mas.

Al parecer no tenía mas opción así que me deshice de la blusita, de la ropa interior y del short gris de rayitas (todos empapados) para bañarme. La verdad es que esquivaba las gotas cayendo sobre mí para no llorar ya que eso me ponía excesivamente nostálgica. Tuve que llorar todo lo que quise para desahogarme mientras me bañaba a trompicones hasta que finalmente, salí del baño con una toalla que ya estaba colgada ahí desde hace mucho. En cuanto Yasu me vio suspiró aliviado, sólo se acercó para mirarme la herida cerciorándose de que las puntadas estuvieran donde antes, me dirigió una sonrisa satisfecha muy pequeña y salió de la habitación a la sala para dejarme vestirme. Me pregunté sin muchos ánimos... ¿Qué me pondría? Abrí el closet flojamente, saqué una minifalda negra, las medias de red con el ligero y una  blusa sin mangas negra que figuraba llevar abajo una blusita blanca, todo tan ligero y deprimente como yo misma, hice el intento de peinarme, pero sólo me pasé el cepillo evitando mirarme demasiado en el espejo y finalmente salí al encuentro de Yasu que en cuanto escuchó la puerta se levantó para irse directo al auto para hacerme sentir mas cómoda, le agradecí eso en verdad. Luego de que comimos en las Hamburguesas Jackson's (La primer comida decente en mucho tiempo que pude engullir) el buen baterista me devolvió un poco la sonrisa, misteriosamente llegaron los chicos de la banda a recibir felices mi supuesto regreso. Ensayamos pero mi voz fue un asco, trataron de no mencionarlo mucho a la salida pero cuando ya no me lo esperaba, camino a mi departamento en el auto de Yasu, eran las 5:40pm. Recordé de súbito ello. Le pedí a Yasu que se detuviera así de repente y le pedí que me dejara volver en tren ya que quería pensar y relajarme un poco. Al principio se negó pero luego difícilmente me dejó ir. Para eso, ya eran las 5:55pm.

No sé como llegué al lugar exactamente a las 6:00pm. Miré jadeando de cansancio a mi alrededor, descubriendo que no había nadie familiar, muy escasas personas, como cuatro esparcidas aquí y allá; y todas ya se iban en el tren que acababa de llegar. Miré aún con detalle en los rincones algo esperanzada. Caminé un poco incluso por si se me estuviera escondiendo detrás de alguna columna, pero nada, sólo el silencio y yo. Y la noche cayendo por las escaleras oscureciendo aún más el lugar.

Y mi interior.

Decidida a no sentirme una loca fracasada, y a no llorar, me senté en una banca cercana a las escaleras. Pasó casi media hora haciendo que yo la sintiera como una completa o más por lo tensa que estaba, pero poco a poco me fui resignando a no verla llegar, hasta que me cercioré de que eran las 6:40pm.

Estaba decidida a marcharme pero entonces me llegó un SMS.

"Ahí estaré"

Me pregunté si tenía retraso de envío, pero al checar la hora de envío se me heló la sangre, lo acababan de enviar. No pude atreverme a mirar a mi alrededor así que sólo guardé el teléfono celular con disimulo y miré a mis rodillas tratando de no parecer tan tensa como estaba, pero sabía que no tenía nada de éxito en ello.

Así de repente, una presencia se acercaba a mí. Estuvo cada vez mas cerca hasta que alguien se sentó en la banca a mi lado, lo prudencialmente lejos que esperé. No me atreví a voltear, más que de reojo, la reconocí en seguida alertándome y sonrojándome más de la cuenta al instante. Su pelo castaño rojizo curveado enmarcando su oblicuo rostro blanco de muñeca cuidadosamente esculpida, ocultándolo un poco a la vez. Su mirada caoba clavada en su falda lila con verde de grecas, traía una blusa rosa y ya no vi más. Aún no me creía que estuviera ahí sentada a mi lado y que lleváramos como un muy incómodo minuto sin hablar. Cuando ya me mentalizaba para romper el silencio en cualquier momento. Fue ella quien lo hizo

-Nana yo...-

-No hables ésta vez, ahora quiero ser yo quien hable-La interrumpí así de repente, con fluidez inesperada. Supongo que no logró evitar voltear a verme sólo con los ojos, sorprendida.

Suspiré, me calmé y traté de comenzar lo mejor posible:

-Hachi, creo que soy yo quien te debe una disculpa-Casi recité, ya que había estado practicando mucho las palabras exactas que diría-ya que...tienes razón...lo que pasó fue una estupidez sin sentido, no quise hacerlo y creo que ya quedó atrás-

-Sí...-Vaciló ella levemente pero con toda su atención aún en mí.

-Lo que quiero decir...-Entonces empezaba lo difícil, pero me atreví a mantener lo que pudiera de esa fluidez-Es que lo que me afectó, como supongo que sabes...fue saber que te...casabas con Takumi-Su nombre me amargaba la boca de sólo pronunciarlo, y comenzaba a trabarme así que había que darse prisa.

-Demo!...-Objetó casi con ese tono caprichoso que siempre hacia, me sonreí infinitamente para mis adentros, pero inmediatamente después me obligué a regresar a la realidad-¿Por...Por qué?...-

-Por que yo...Hachi yo...no pienso que él sea bueno para ti por que yo sé que...no estás feliz...-Su linda cara ya algo triste, se puso aún más. Intentó objetar pero ya no pudo decir nada, contuvo sus lágrimas, tapándose la boca con la manga de la blusa. Comenzó a llorar en silencio, y por desgracia a mi tampoco se me ocurría ya nada que decir. Tras unos treinta segundos, puse mi mano encima de la suya, que se cerraba encima de la banca.

-Hachi...-Dije cariñosamente, me acerqué a punto de llorar también y recargué mi cabeza sobre la suya con cuidado, con amor. Entonces ella comenzó a llorar con más ganas, como si hubiese esperado a estar conmigo para hacerlo.

-¡Nana!-Chilló de repente sobresaltándome, cuando menos me lo espere ya estaba aferrada a mi blusa llorando sobre mi hombro-Yo...yo lamento que hasta hayas...-La interrumpían sus propios sollozos-Que hasta hayas terminado en el hospital!...por...por mi culpa...-Se acalló un poco contra la tela una vez más, para luego poder continuar-Es que yo...debo casarme con él por que...por que me prometió cuidar bien de mi bebé-Entonces se puso a sollozar con mas ganas aún-Lo siento...lo siento mucho...-Lloraba aún , otorgando una disculpa a mí y tal vez a si misma.

Las lagrimas se me salieron solas, me cubrí la boca impactada ante aquella noticia ¿Entonces ella estaba...embarazada de Takumi? Empecé a sollozar también con ella como nunca lo había hecho en público fuese quien fuese, nunca que yo recordara. No fue como lo hizo ella, pero poco le faltó...pasó casi una hora, hasta que creo que se cansó y empezó a llorar mas silenciosamente...Yo regresé también a la realidad recordando el pacto conmigo misma de decirle, no sabía si era el momento, pero estaba tan terriblemente vulnerable y abierta a lo que yo quisiese, que no pude evitarlo.

Tomé su barbilla lentamente, en realidad no estaba pensando lo que hacia, cuando sacó la cabeza de mi blusa empapada desconcertada, tomé su rostro con ambas manos. Me miraba asustada, pero no retrocedió, ni se movió más de lo que yo le marqué que lo hiciera. Ladeé el rostro poco a poco a la vez entrecerrando los ojos y acercándome a ella...a su boca. Entonces Hachi, aún medio sollozando bajito, aceptó mis labios con los ojos entrecerrados. Sentí sus lagrimas mojar mis mejillas y aquella fue la sensación mas agradable y conmovedora de todos esos meses, no, de toda mi vida definitivamente.

Era como si nuestra fantasía de que la perfecta amistad entre ambas pudiese en algún sueño, tal vez, hacerse realidad, se estuviese cumpliendo en ese momento. Tan imposible, como hermoso. Cerró los ojos por completo cuando empecé a besarla con movimientos lentos, que no la forzaban a nada y a mí me dejaban disfrutar cada segundo como nunca. Cuando me correspondió levemente en uno de mis movimientos no pude evitar acelerarlo más, empujé mi lengua entre sus labios haciéndola temblar indecisa, subió las manos vacilantes a aferrarse a mis brazos. El sabor dulce de su brillo labial transparente me enloquecía, sus labios sonrosados y blanditos al igual que su piel parecían sacados de mi mayor fantasía, de mi mayor anhelo...aquello era como la mismísima gloria alcanzada sólo tras mucho soñar.

Me correspondió con su lengua muy poco a poco mientras yo me desesperaba cada vez más sin poder evitarlo. Aquello te arrastraba al frenesí seguro, sin importar cuánto autocontrol tuvieras. Me moví más y más sobre y entre sus labios con los míos. Acaricié sus mejillas un poco sin notarlo. Bajé una mano a su cintura distraídamente y la rodeé por completo para pegar su estrecha y curveada figura contra la mía, que era casi igual. Entonces ella, perdiendo mas el control que yo subió una mano a mi cabello y lo apretó jalándome hacia ella para alcanzar mas profundidad con su lengua dentro de mi boca, estaba toda roja igual que yo como pude ver cuando entreabrí los ojos de la sorpresa. Le correspondí frenética más, más, ¡más! Hasta que el aire se escaseó de golpe para ambas y tuvimos que separarnos. Ella jadeó y yo sólo suspiré con la misma brusquedad entrecortada. Con los labios más rojos que antes, me miró con los ojos entreabiertos y brillosos, sin soltar mí cabello, tal vez esperando por fugaces momentos que dijese algo.

-Hachi...yo te...amo...-Las palabras salieron con tal esfuerzo que el nudo en la garganta, reapareciendo nuevamente, me lastimaba. Me obligué con todas mis fuerzas a continuar hablando-Por eso estoy muriendo...hago locuras...no puedo ni comer...ni dormir-Me miraba sorprendiéndose de golpe-Porque te amo...Hachi... ¡Me muero sin ti!-La abracé furtivamente, mas por esconder mi rostro que por el impulso. Había salido todo, todo por completo, tanto así que las rodillas me temblaban y llegaban a su punto máximo de debilidad, en ése último estado se encontraba todo mi cuerpo sin mencionar el nuevo nudo de mi estómago.

Ella, petrificada, no había apartado la mirada de mis ojos hasta que la abracé poniéndolos lejos de su alcance. El silencio de escasos cinco segundos de asimilación de su parte, me hicieron pensar en la posibilidad de tirarme a las vías para no tener que oír su rechazo...pero entonces:

-Yo también...-Masculló, tan bajo e inentendible que me pareció que mi mente lo arregló a mis convicciones.

-... ¿Qué?-

-Nana...Yo también...-Dijo como ida, y luego mirando a la nada completamente fuera de si ante, al parecer, su descubrimiento. Esa respuesta (a pesar de todas las que cruzaron mi mente como posibilidades) me tomó completamente por sorpresa, desarmándome.

Después de eso ya no la solté y ella también me abrazó con calidez un buen rato, aquello había sido raro pero la situación se relajó milagrosamente cuando ella rió melodiosamente así de repente:

-Nee, Nana...no puedo creerlo-Dijo entre sus risas bajitas, al parecer ambas acabábamos de aterrizar de nuevo en la vida real-Lloraste y encima...me dijiste todas esas cosas... ¡Y aún me pareces súper guay!-Se cubrió la boca un poco para seguir riendo y yo le miré feo tratando de ocultar mi sonrojo, tomé de nuevo la actitud que siempre tenía hacia ella. Severa, algo autoritaria y posesiva, sobre todo despreocupada, la que ella definía como cool.

-Baka Hachiko...-Musité recargándome en el asiento y sacando un cigarrillo mientras el tren daba vuelta desde una orilla, igual que aquella vez, entonces ella repentinamente me tomó de la mano y me jaló hacia él, que ya se detenía frente a nosotras en la estación

-¿Volvemos a casa?-Dijo volteando con su gran sonrisa y ese tonito de voz que siempre me pareció coqueto, yo sólo sonreí y le rodeé la cintura para subir juntas a él.

-¿Te parece que tenga otra opción?-Ella puso cara de puchero pero yo sólo me reí tonta y la abracé mientras nos recargábamos de pie sobre la puerta que se cerraba tras nosotras. Fue confortante después de todo, pasar así el camino a casa, abrazándola con tanta naturalidad después de que en todo ese horrible tiempo, ello me parecía totalmente imposible. Recargada y silenciosa sobre mi hombro parecía dormitar tranquilamente, como si la paz hubiese vuelto a ella igual que a mí, y entonces como por acto de su magia, la letra de una canción algo triste que había estado escribiendo en ese tiempo, salió de mis labios en forma de canción con un ritmo adaptado de otra de mis canciones. Ésta pareció arrullarle aún más y en el silencio rompiéndose sólo por el murmullo de mis cantos que por fin habían vuelto, nos volvimos a encontrar sumidas otra vez en nuestro propio mundo.

Cuando llegamos, a la calle caminamos de la mano como solíamos hacerlo antes dirección al departamento. Ella aún permanecía silenciosa a mi lado, supongo que pensando igual que yo en lo sucedido y confesado. Cuando hubo más frío se pegó a mí y yo le pasé el brazo por la cintura, aún me sentía para serles sincera, algo rara e incluso incómoda con ello...pero supongo que poco a poco me acostumbraría a que ya no éramos sólo amigas...porque ya no éramos sólo eso ¿Verdad?

Pero de cualquier  forma que fuera como haya ocurrido, sentirla de vuelta a mi lado fue la salvación que había estado buscando en el abrecartas. Como emerger del pozo, después de haber tocado fondo, tan fuerte que s te rompieran las rodillas y la fe...y que entonces...llegara aquella persona por la que morías, regresara a salvarte de lo que ella misma te hizo, como el final de un cuento de hadas imposible. Así fue como ella me salvó, como me recogió del fondo, para mostrarme de nuevo la luz de la esperanza, y ponerme de nuevo en pie.

Sin duda, ésta nunca se apagó del todo, ya que si hubiera sido así, no la abría esperado tanto tiempo. No podía saber que estaba buscando o si algún sentido tenía vivir...por que la necesitaba a ella, no quería estar con nadie más, tenía que ser sólo ella.

Rodeé su cintura y metí la nariz entre sus cabellos:

-No tienes que casarte con él...-Susurré aún pegada a sus suavez rizos rojizos

-¿Eh?-Me miró con su carita ingenua llena de esperanzas y emoción, yo presioné sus labios contra los míos de forma tierna y luego le sonreí de lado pícaramente:

-¿Te quieres casar conmigo?-

FIN

 

 

Notas finales: Bueno eso es todo, es mi primer songfic y también mi primer fanfic de temática yuri u.uU así que no sean muy duros >//< Si te agradó =3 comenta ;3 hasta la próximaaaaaa -w- matta nee! 

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