Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Esa mirada... por Marieth

[Reviews - 25]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Full Metal Alchemist no me pertenece, sino a su creadora Hiromu Arakawa

Notas del capitulo:

Bueno, este fic lo hice para Pdmenvy que se rompió el coco respondiendome preguntas ridículamente difíciles, de verdad espero que lo disfrutes ^^

A los demás lectores... un pequeño mensajito en las notas finales.

Los dejo con el fic

 

Ya tenía un tiempo siguiendo con el mismo mandato, no había dejado de observarlo a diario, cuidando que no le pasara nada pues era en extremo valioso para los planes de Padre. Todos los días viéndolo de lejos: desde que abría sus ojos dorados hasta que los cerraba, cada paso que daba era vigilado con cuidado por mis ojos violáceos, aquella armadura andante también era mi objetivo... pero por algún motivo no me interesa ver un trozo de metal animado, no, yo quería verlo a él, a Edward Elric.

Hoy es uno de esos días en los que el alquimista enano ha salido sin compañía alguna, así que me transformo como suelo hacer al vigilarlo de cerca y lo sigo, el día de hoy me he convertido en un gato negro y me encuentro caminando a su lado, él va silencioso y sin mirar a otro lado... detesto que me ignores aun cuando no sabes que voy contigo, así que maullé solo un poco consiguiendo que me mires con curiosidad... es la primera vez que das esa mirada de ternura a alguien que no sea tu hermano, siento algo extraño en mi pecho...

-¿Estás perdido?

... ¿será esto lo que llaman calidez?

Me has tomado en tus brazos mientras miras hacia los lados analizando a las personas que van pasando, incluso preguntas a algunas de las personas que viven por las cercanías si no han perdido un gato, al recibir negativa tras negativa terminas por colocarme con cuidado en el suelo mientras me miras algo apenado.

-Si Al estuviera aquí ya estaría suplicándome para que te conserváramos, quisiera hacer algo por ti, encontrarte un hogar, pero no puedo, lo siento.

Te diste la vuelta y retomaste tu camino hacia el hotel donde te estabas hospedando por el tiempo que estuvieras en la ciudad, te seguí sin pensármelo demasiado, cuando entraste al establecimiento yo te seguí igual, tuve cuidado de que los trabajadores del lugar no me vieran, debía ser cauto para verte mejor, también aprovecharé lo que me dijiste hace unos momentos.

-Ya llegué Al -Entraste cerrando la puerta casi de inmediato, pero alcancé a entrar pasando entre tus piernas, me subí a la cama sentándome justo al lado de tu hermano que enseguida me tomó entre sus heladas manos de metal y comenzó a acariciarme la cabeza, me veías un tanto confundido.

-¿Y este gato? -Para no levantar sospechas comencé a ronronear ante las caricias de esas manos enormes -Creí que dijiste que no podíamos tener mascotas.

Tu hermano te hablaba en tono de reproche mientras tú te notabas nervioso y me apuntabas con el dedo.

-¡Él fue el que me siguió, yo no tuve la culpa! -Abriste la puerta y señalaste hacia afuera -Al sácalo, no podemos tener animales aquí o nos correrán.

Con esas palabras lograste lo que yo quería que pasara, tu hermano me tomó entre sus gruesas y frías manos acercándome al torso vacío de la armadura como si me defendiera de algo, aun si no es completamente humano, ese chico es tan estúpido como los demás.

-No puedes hacer eso hermano, mira lo lindo e indefenso que se ve, de ninguna manera voy a dejar que lo eches fuera -Y como si el clima estuviera a favor de la armadura parlante comenzó a llover, triunfante te miré, pero no parecías darte cuenta de ello -¿Lo ves? Empezó a llover, no podemos dejarlo afuera, moriría de frío.

Renuente aceptaste con la única condición de que no me acercara a tus cosas o a ti mismo, aunque también lanzaste la amenaza de que iría a parar a la calle a primera hora de mañana. Lamentablemente para ti, eso no estaba dentro de mis planes, así que estaría a tu lado tanto como yo lo quisiera.

La noche cayó sobre nosotros, aun no dejaba de llover por lo que estabas más abrigado que de costumbre, tu hermano yacía sentado sobre el sillón de la habitación leyendo una novela barata en lo que tu dormías en la habitación continua, aprovechando la concentración que demostraba la armadura parlante sobre las palabras cursis que alcancé a leer sobre su hombro, me fui a tu habitación. El lugar estaba oscuro, pero aun así lograba ver perfectamente, cerré la puerta de forma silenciosa y cuidando no alertar a tu acompañante, cuando estuve seguro que no interrumpirían cambié de forma y terminé de asegurar la puerta solo por si las dudas.

Me acerqué a observarte mejor, te notabas tan pacífico, tan diferente a como te miras despierto... Retiré las sábanas que cubrían tu cuerpo, nunca lo hacías, pero esta vez llevabas un pijama y te quedaba un tanto grande, para tu molestia habías doblado las mangas de la camisa, pero aun así se notaba que no te quedaba del todo bien, los pantalones del pijama resbalaban por tus caderas dejando ver tu ropa interior en unas partes. No tengo idea de por qué lo hice, pasé mi mano por la piel que había al descubierto: tu rostro, un poco de tu hombro...

Tu piel cálida era tocada por mis dedos fríos haciéndote estremecer involuntariamente, al pasar por cierta parte de tu anatomía cubierta por la ropa no pudiste evitar soltar un gemido suave, de alguna manera eso me hizo querer más, escucharte emitir esos sonidos tan placenteros a mi oído. Me incliné hacia ti aspirando el aroma que desprendías, tu cuello olía tan bien, pasé mi nariz rozando tu oreja, al levantarme y separarme de ti pude ver tu rostro un poco diferente, más rojo; por la falta de luz, cualquiera podría decir que no es posible ver esos detalles, pero... no soy un simple humano y no tengo sus limitaciones.

Esa mañana me has encontrado en tu cama, como gato por supuesto, aun no puedo mostrarme como soy ante ti, a pesar de lo que le dijiste a tu hermano me has sonreído y me tomaste entre tus brazos dejándome sentir más el calor de tu cuerpo, a pesar de que te he estado siguiendo desde que aprobaste tu examen de alquimista nacional, jamás había podido tenerte tan cerca por tu voluntad, ni siquiera sabes que existo.

Me acercaste a tu rostro rozando mi pelaje con tus labios rosados y delgados hasta llegar a mi oreja y ahí...

-¿Hasta cuándo dejarás de ocultarte? -Esa declaración me sorprendió demasiado, me bajaste al suelo y me mirabas con una sonrisa traviesa.

-¿Hace cuanto que lo sabes? -Regresé a mi forma original ante tu mirada, es estúpido tratar de ocultarme ahora que te has dado cuenta de todo -Habla.

Tomaste asiento en la cama aun viéndome con esa cara de niño travieso que siempre usabas para engañar a los demás u ocultarles tus intenciones, en cierto modo, me agradaba ver esa sonrisa.

-Desde hace tiempo, sabía que alguien me estaba siguiendo, al principio pensé que era alguien intentando matarme...-Decías eso como si hablaras de lo bello del cielo, se que te haces de enemigos con terrible facilidad, es por eso que yo cuido tus espaldas -... pero una noche que volvía hacia el hotel en el que me esperaba Al, alguien me atacó, no lo pude ver por la oscuridad, podría decirse que me tenía, pero alguien se apareció por detrás de él inutilizándolo, lógicamente tampoco le vi la cara pero tenía la sensación de que no me haría daño.

Recuerdo esa noche, aquel hombre era uno de los tantos a los que les habías hecho la vida difícil con tu honestidad estúpida y tu bondad sin beneficios, tuve que hacerme cargo de la situación o te perdería y eso, no lo podía permitir, eres demasiado importante para Padre.

-Pero estoy seguro de que viste lo que hice con aquel hombre ¿no es así? ¿No te preocupó acaso que te hiciera lo mismo? -Es inconcebible que los humanos sean así de confiados, él no es tan joven como para no saber en la clase de peligro en la que pudo haber estado.

-No lo mataste si eso es lo que te preocupa -Me estabas sonriendo, no te quitas esa sonrisa, debo admitir que te sienta bien, pero no se por qué lo haces y me molesta eso -Lo dejaste como para que no pudiera ponerse de pie en un año, pero no lo mataste y eso es más que suficiente para no temerte.

Ese niño esta mas que loco, pero aun así me parece interesante, necesito verlo más de cerca, conocer esa manera de pensar, puede que el aburrimiento de años desaparezca al menos por un momento.

-Eres divertido mocoso, puede que me divierta un poco contigo -Me acerqué a ti haciendo clara la diferencia de estaturas -Demonios, eres más enano de lo que te ves a la distancia.

-¿¡¡A QUIÉN LE DICES TAN PEQUEÑO QUE TIENE QUE SER VIGILADO CON UN MICROSCOPIO!!?

-¿¡Qué pasa hermano!? -Entró de pronto la armadura gigante, el alquimista enano miró hacia mi nervioso, pero para ese entonces yo ya estaba de nuevo con forma de gato, te vi suspirar con alivio al saber que no seríamos descubiertos.

-Nada Al, solo que me acordé de una pelea que tuve con el coronel idiota -Decías más que nervioso por el miedo a ser descubierto por tu hermano.

-Cada día estas peor, deberías descansar de vez en cuando, duerme otro rato en lo que te consigo algo de desayunar -Tu hermano salió de la habitación dejándonos solos de nueva cuenta.

-¿Al menos podrías decirme tu nombre? Tengo derecho a saber quien me acosa -Volví a mi forma original, de todas formas tu hermano tardaría un rato en volver.

-Envy... pero ni se te ocurra llamarme así frente a alguien o juro que te corto los dedos con los dientes -Parece ser que mis amenazas no surten efecto en ti pues has comenzado a reírte ¿¡¡Quién se cree este enano!!? -¿¡De qué te ríes!?

-De nada, de nada... cielos que carácter...-Parecías querer preguntarme algo más pero no te atrevías, al final si te animaste -¿y por qué te vistes de mujer?

-...Te mato...

Desde ese día que me presente ante ti como me veo normalmente (la forma real prefiero no mostrártela)... desde ese día hemos convivido de lejos cuando tu hermano te hace compañía, solo unas cuantas veces he podido volver a cruzar palabra contigo y es en esos momentos en los que experimento una extraña sensación en mi pecho, desde hace tiempo que la noto pero no puedo decir con exactitud qué es lo que me pasa... cada que lo veo, cada que puedo tocar su piel...

...Es como si nos hubiéramos conocido desde siempre... Tu cuerpo me llama a tocarlo, tus ojos no me dejan mirar hacia otro lado, tu aroma embriaga mis sentidos y los confunde ¿qué es lo que me pasa?

No comprendo lo que ocurre pero cuando estoy contigo y me miras me siento... completo... con ganas de sentir más de ti. Tal vez es por eso que ahora mismo te estoy besando, te sorprendes ante el acto tan repentino pero no me separas de tu lado, sabes tan bien como yo que tu hermano estará fuera toda la noche, es de esas noches en las que él acostumbra salir a caminar para no perturbar tu sueño con sus pasos metálicos y pesados.

Cuando por fin nos separamos es cuando puedo verte a la cara, tu piel está teñida de un suave rosa que solo unas cuantas veces vi en otros humanos, creo que es normal en estas situaciones.

¿Qué es esto que estoy sintiendo?

Permanecimos juntos y en silencio, esa noche no nos dijimos una sola palabra pero no fue necesario, era como si solo necesitáramos estar así.

Los meses continuaron con normalidad, nuestros encuentros fueron cada vez más extraños a mi parecer, siempre me recibías con un beso en los labios, mismo que te respondía sin dudarlo siquiera, nuestras conversaciones ya estaban siendo un poco más profundas, me contabas tus miedos y sobre los sueños que alguna vez albergaste, aquellos que tuvieron que ser olvidados al morir tu madre y al cometer aquel error del cual aun te arrepientes, me has contado sobre las pesadillas que te aquejan por las noches y las que le ocultas a tu hermano.

-Envy, tú nunca me has contado nada de ti ¿por qué?

-No necesitas más pesadillas de las que tienes ahora.

-No creo que haya cosas más horribles que las que he visto.

-Las hay, eres un niño, hay muchas cosas que no conoces.

...No quiero mostrarme como soy en realidad, no quiero que te alejes de mí, aunque seas un "inútil humano" yo...

-Anda dime -Te acercaste a mi rostro haciendo un puchero que me sacó una sonrisa.

-He dicho que no -Besé tus labios una vez más y tú no te negaste al contacto.

...necesito de tus besos... necesito de tu aroma...necesito de ti.

Esta noche no puedo vigilarte, estamos en central y tú te has ido a un hotel ya que mañana debes reportarte con tu superior pero yo... no puedo quedarme contigo, Padre me espera en su trono para saber de lo que he hecho en este tiempo y para planear nuestros próximos pasos, solo espero que no me manden lejos de ti por el momento.

Recorro de nueva cuenta aquellos fríos pasillos infestados de quimeras de formas irreales, tan irreales como las otras criaturas que aquí se internan. Llegando al centro del lugar ya todos mis compañeros están reunidos alrededor del trono de nuestro creador, hacía tiempo que no los veía a todos juntos, no es que me importe en realidad, lo único que quiero es que todo termine rápido para poder volver contigo.

-Envy tiempo sin dejarte ver ¿te has olvidado de nosotros?

-¿Te afecta que lo haga? -Aquella mujer de cabello ondulado y oscuro... esos ojos tan parecidos a los míos... la detesto.

-Calma hijos míos -Dijo nuestro padre con su solemne y fría voz -Solo los he llamado para saber de sus avances.

Así eran esa clase de reuniones, solo le informábamos sobre lo que ocurría en nuestras zonas designadas y de los estorbos que teníamos que quitar del camino antes de que causaran más problemas, cuando llegó mi turno...

-¿Y bien Envy? Cuéntame.

-No hay mucho que contarle Padre, cuidar de un humano es aburrido -Dije omitiendo lo que hacía con el enano.

-Entonces por qué no nos cuentas la razón por la cual te estás mostrando ante él siendo que se te ordenó que lo vigilaras de lejos y sin que te detectaran.

-Estás loca, nunca he hecho eso.

-Envy -Padre me miraba de forma penetrante, confieso que eso me puso nervioso -Confío en que estas cumpliendo el trabajo como te lo he encomendado, no me decepciones. Bien hijos míos pueden irse después volveremos a vernos.

Cada quien tomó su rumbo: Sloth a su trabajo agotador como él lo llama, Pride a su puesto, Wrath a mover los hilos a nuestro favor, Greed tenía mucho tiempo de haber traicionado a los suyos, Lust y Gluttony como siempre iban a reunir información en donde podían mientras que yo me retiraba a tu lado para vigilarte... más bien para estar contigo, estos días me importa más tu compañía que el simple hecho de cumplir con lo que me mandaron... ¿qué me estás haciendo?

Hoy es una de esas noches en las que no puedo estar a tu lado, solo puedo verte desde la ventana porque hoy tu hermano ha sacado al gato para que socialice con los de la vecinita de enfrente, aunque te moleste que lo diga, sigo pensando que ese niño ya debería dejar de chupar su enorme y metálico dedo, es un infantil.

Aprovecho la salida involuntaria para meditar un poco sobre mi situación actual, si Lust estuvo diciendo aquello frente a Padre y con esa seguridad es porque me ha estado observando, debo tener cuidado de ahora en adelante si es que quiero seguir a tu lado, si soy descubierto me molestaría tener que ser perseguido como Greed, no es mi estilo ser tratado como un traidor... de todas formas lo soy, he estado traicionando las ordenes de Padre, te he estado viendo y he estado conversando contigo sin tenerlo permitido, incluso he estado a punto de darte información que no debes saber.

¿Qué es lo que me pasa contigo? ¿Por qué me siento así cuando te veo desilusionado por no encontrar la manera de recuperar el cuerpo de tu hermano? ¿Por qué he estado a punto de contarte lo que no debo?...  

¿Por qué tengo estas ganas de acariciar tu cuerpo?

Esta madrugada tu hermano esta como si durmiera, de hecho esta tan concentrado que ni siquiera reparó en mi presencia en la habitación, aprovecho eso para entrar directamente a donde estas durmiendo, como está haciendo un poco de calor solo te has quedado con tu camiseta y con los bóxers, tu cabello se desparrama sobre la almohada y las sábanas las arrojaste al suelo, como aquella vez que me descubriste me he acercado a ti y esta vez me recosté a tu lado, metí mi mano bajo tu ropa acariciando tu pecho, aspiré tu aroma desde tu cuello hasta los dorados cabellos, tu respiración comienza a alterarse, como si supieras lo que sigue, abres las piernas y volteas el rostro hacia la ventana.

Subí tu camiseta hasta que logré quitártela, incliné el rostro sobre tu pecho, mi cabello te hacía cosquillas, pero ni así te dignabas a abrir los ojos, empecé a lamer la piel que estaba a mi disposición chupando de vez en cuando y dejando marcas en lugares poco visibles, aun recuerdo que tu hermano es observador en cuanto a lo que le ocurre a tu cuerpo, los pequeños golpes que puedas tener son en el acto detectados.

Sentí una mano en mi cabeza jalando un poco mis cabellos, levanté la vista y ahí estabas viéndome con extrañeza al principio, luego de eso solo me mirabas como pidiéndome algo en silencio.

-Esta vez no te detengas, quiero que termines lo que comenzaste -Te levantaste un poco solo para darme un beso, diferente a los otros, esta vez lo sentía más cálido, como si...como si estuviera solo pensado para mis labios.

-Estabas despierto aquella noche... -No era una pregunta, era una afirmación que él me confirmó. Al contrario de lo que pensaba del chico, no era tan inocente como se pensaría, me sacó la ropa dejando mi torso desnudo para luego besarme y acariciarme, sus manos pasaban por mi espalda delineando cada parte como si quisiera memorizarla, me separé de él para verlo a los ojos, sus mejillas estaban rosas y sus labios entreabiertos, lo volví a recostar en la cama poniendo una rodilla entre sus piernas rozando su miembro aun sobre el bóxer.

-No eres nada de lo que esperaba... pero no me importa. -Nos volvimos a besar como si no lo hubiéramos hecho nunca, tus manos cálidas tocaban cuanto podían, las mías se entretenían sacando la última prenda que quedaba sobre tu cuerpo.

Me separé un poco solo para verte, tu cuerpo como siempre bello a pesar de las piezas de metal que se encuentran ensambladas en tu cuerpo sustituyendo tus miembros faltantes, tus labios ya estaban rojos de tantas veces que nos habíamos besado esa noche, tu cuerpo ya lo había visto antes sin tanta ropa, solo que... nunca había visto esa mirada en tus ojos, no es como la que le das a tu hermano, ni las que les das a tus amigos de la milicia...

...Eres algo fuera de lo común, aun si quiero no puedo predecir tus movimientos como lo hago con los demás humanos, incluso ahora logras que sea cuidadoso al acariciar tu cuerpo, al tocar donde nadie más ha tocado, me permites corromper tu cuerpo que hasta ahora se ha mantenido casto... ¿qué es lo que has hecho conmigo?

Me encanta como me tocas, tus dedos largos y finos recorriendo mis muslos con cuidado ¿quién diría que alguien como tú me trataría de esta manera? Aunque parezca que conoces más del mundo que cualquiera, aun hay cosas que ignoras por completo, hoy no sabes por qué estas siendo delicado conmigo siendo que siempre eres tosco con los que te rodean, no sabes por qué te miro de esta forma.

En cierto modo, eres como un niño pequeño que se ha perdido de muchas cosas importantes del mundo, no estás consciente de lo que siento cada que me tocas, cada que me miras con esos ojos frívolos.

Tus labios ya se han cansado de saborear la piel de mi torso y ahora se ocupan de mis muslos haciéndome gemir impaciente, aunque es la primera vez que llegamos tan lejos, sabes donde debes tocar para hacerme tocar el cielo con los dedos. Tu lengua pasa entre mis nalgas humedeciendo la zona, siento tu lengua jugando con mi ano mientras tus manos se encargan de regalarme unas cuantas caricias.

-¿Cuánto tiempo piensas estar haciendo eso? Al se levantará -No puedo evitarlo, estoy ansioso de tenerte para mi, de ser solo tuyo, de que seas mío.

-Los humanos siempre tan impacientes -Dijiste mirándome divertido, se que tú no eres como los demás, que has visto más de lo que quieres contarme ¿Cuántos secretos no me guardas?

Eso no importa de momento, solo quiero sentirte dentro de mí, me miras como si dudaras de hacer lo correcto, no te detengas ahora, no quiero desperdiciar este momento, se que podríamos tener más oportunidades de pertenecernos pero ya no quiero esperar más. Tomé tu rostro entre mis manos, tú te dejas hacer, me encana verte así, que me mires con deseo, sentir tu piel ardiente sobre la mía, tus labios con ese sabor embriagante que me hacen desearte con más intensidad.

-Ya no quiero esperar más, solo hazlo -La vida es tan corta y no sé lo que podría pasar el día de mañana, no quiero tener otra cosa de la cual arrepentirme, quiero poder seguir mis impulsos sin pensar en nadie más que en nosotros, tener tus brazos para mí y no soltarte nunca, sentirte en mi interior justo como ahora que has comenzado a entrar en mi, te quedas quieto esperando a que me acostumbre a ti, pero ya te lo he dicho, no quiero esperar más, muevo las caderas buscando que necesites empezar, no serás humano por completo, pero al menos creo que tienes las mismas sensaciones en tu cuerpo.

Te mueves con suavidad al principio, pero luego tus movimientos se tornan más salvajes como todo tu, araño tu piel por el placer que siento cada que me tocas, siento que alcanzo el cielo solo con ver tu rostro de gozo, tus manos pasan por mis muslos, por mi abdomen, se detienen en mi cabello enredándose en él solo para tomarme del rostro y volver a besar mis labios con esa pasión que te caracteriza.

¿Qué me has hecho para desearte de este modo? ¿Para gemir con fuerza ante cada embestida que le das a mi cuerpo? ¿Qué es esta excitación que siento solo con tu mirada?

...No se para que pregunto lo obvio.

Gime para mí, besa mis labios cuanto quieras, quema mi piel con el tacto de tus dedos, soy tuyo hoy y siempre.

La sensación tan intensa que experimento no es nueva... bueno, en cierto modo si lo es, jamás había disfrutado tanto el cuerpo de un humano, nunca había detenido mis actos solo para poder ver el rostro sonrojado de mis parejas eventuales... no, tu eres diferente, tú no estás tan corrupto como los demás... tu eres mío por completo; es por eso que te hago mío, por eso es que te quito tu castidad antes de que otro lo haga antes que yo, debes ser propiedad mía solamente, me importa poco en realidad lo que diga Father con respecto a ti, yo te quiero a mi lado de por vida, sentir siempre tu cuerpo retorcerse de gozo, ver tus ojos inundados en lujuria.

El éxtasis llegó a mí cuando te sentí tener el tuyo, tu cuerpo sudado, tu respiración jadeante, esa mirada que me encanta.

-Ven aquí -Dijiste extendiendo tus brazos y rodeando mi cuello con ellos, me incliné hasta donde querías solo para sentir tus labios moverse en mi oído... esas palabras.

-¿Tienes idea de lo que me estás diciendo? -No comprendo que es lo que buscas con esto.

-Yo sí, el que probablemente no lo sepa eres tú.

Así terminó aquella noche junto a ti, preferí dejarte dormir y salí de la habitación después de vestirme, tu hermano se encontraba donde mismo, sin moverse un solo centímetro, no me molesté en ser sigiloso, estaba demasiado pensativo para eso de todas formas.

Han pasado algunos días y nuestros encuentros como el de aquella noche se siguieron repitiendo, al igual que aquellas palabras, en ese momento no te respondía, nunca lo he hecho, solo te doy un beso calmado en los labios y me retiro a "vigilarte" desde afuera, tengo que ser cuidadoso si quiero seguirte teniendo entre mis brazos.

De nuevo he de ir con Padre, al parecer hay nuevas órdenes y hay que escucharlas para atender lo más rápido posible. Todos ya estamos reunidos, Lust me mira sonriente... algo se trae entre manos y no creo que sea nada bueno para mi.

-Bien hijos míos, he de decir que estoy complacido con todos sus esfuerzos, o al menos de la mayoría -Todos se quedaron impacientes por saber lo que estaba pasando... menos Lust. -Envy ¿me podrías decir en que estabas pensando al mostrarte ante Edward Elric?

Notas finales:

Bien, no se como decir esto, pero me siento un tanto ignorada por los lectores, se que probablemente sea mi culpa por lo que llegué a tardarme con Rosa sin espinas (por cierto, gracias de nuevo a todos aquellos que aun continuaron con esa historia) pero al menos creo que de las personas que leen mi historia al menos podrían pasarse a decir ya de perdida: "puedes mejorarlo" o no se.

Nunca había hecho esto porque siempre me gustó escribir para alguien más pero... asi sin al menos un nombre... ni ganas me dan verdaderamente.

Este ERA un one-shot, pero he decidido dividirlo ¿por qué? porque quiero ver si de verdad pasa desapercibido, si no recibo reviews esta vez simplemente lo borraré de esta pagina, no vale la pena gastar espacio por algo que ni siquiera se si gusta o no.

Muchas gracias por su atención.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).