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Pídeme lo que quieras por Sweet torture

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Notas del fanfic:

Wno espero que lo lean y que lo disfruten
Naruto & co. no me pertenence si no al gran Masahi Kishimoto- sama
Espero que disfruten la hsitoria

Espero reviews gracias por leer y tengan compasion de mi fic por fis

Cambiando de tem las q leyeron "Y aun te sigo amando" *mi primer fic* por que enrealidad no es mi primer fic wno no importa eso ahora tenganme pasiencia que ya lo voy a terminar

Notas del capitulo: Espero que lo dsifruten Feliz cumple retrasaso Sasuke- kun
Autora: Sweet torture
Título: “Pídeme lo que quieras”
Pareja: ItaxSasu
Clasificación: Naruto. Shonen ai. AU. Oneshot
Advertencias: Lemon. Uchihacest
Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son del gran Masashi Kishimoto- sama






Pídeme lo que quieras





Faltaba menos de un mes, para su primer cumpleaños que festejaría solo con su hermano, cumpliría diecisiete años.


***********************



A sus padres los habían matado cuando los intentaron robar en su casa, a ellos no les pasó nada ya que ambos estaban en el colegio, Sasuke volvía de sus clases extracurriculares media hora mas temprano que Itachi. Cuando llegó a su casa y vio ambulancias y autos de policía, y que su hogar estaba cercado por un cordón amarillo, no comprendía que era lo que estaba sucediendo, hasta que se acercó a unos de los hombres uniformados que se encontraban en las inmediaciones de su casa, y le preguntó que era lo que sucedía, el policía no supo como contestarle y en esa conversación se provocó un silencio que le hizo comprender al peliazul que era lo que estaba sucediendo- o mejor dicho que acababa de suceder, la muerte de sus padres-.



No sabía como reaccionar si romper en llanto o gritar, optó por no hacer nada, quedarse estático parecía que ya no estaba en ese mundo, estaba en otro lugar muy alejado, que no percibía la realidad. El peliazul veía como la gente pasaba por su alrededor iba venían él seguía ahí, sus ojos miraban a la nada.



De un momento a otro su hermano llegó del colegio y se topa con toda esa gente, y ve a Sasuke en medio de toda esta y se dirige lo más rápido a él. El menor no se había dado cuenta de la llegada de Itachi, al notar eso el azabache lo toma por los hombros y lo agita suavemente, el peliazul movió la cabeza varias veces tratando de volver en sí, lo miró y lo abrazó muy fuerte. El Uchiha mayor sin deshacer el abrazó le preguntó que era todo lo que estaba sucediendo, el menor lo abrazó más fuerte y rompió en llanto y entre lágrimas y sollozos le contó y quisieron entrar a la mansión Uchiha para robar, sus padres estaban allí los mataron, cuando llegó la policía ellos ya estaban muertos. El azabache abrazó muy fuerte al peliazul, la noticia lo había impactado nunca se hubiera esperado eso.




Instantes después de la llegada del azabache, un Mercedes Bens negro se estaciona unos metros alejado de la mansión Uchiha, de él baja un hombre alto, pelo oscuro, rasgos finos, se notaba a la distancia que era un Uchiha, Madara Uchiha, el tío de Itachi y Sasuke. …l era la única familia que les quedaba a los hermanitos en aquella ciudad, y la única que conocían.



El hombre se acercó a los menores mientras se excusaba por la tardanza a lo que Itachi y Sasuke no respondieron parecía que estaban en shock, Madara al notar eso solo guardo silencio, fue muy duro lo que les había sucedido. El mayor apenas se enteró de lo que había sucedido con su hermano, Madara era el hermano mayor Fugaku, inició los trámites para obtener la tenencia de los menores.



Al día siguiente de lo sucedido los ojinegros se estaban mudando con su tío, pusieron en venta la mansión, como se los había aconsejado el abogado de la familia, cargaron sus maletas con todas sus pertenencias en el portaequipajes de un auto que se dirigía a su nuevo hogar. Ese mismo día, por la tarde, realizarían el entierro de Mikoto y Fugaku.



Itachi y Sasuke vivieron con su tío solamente dos años. Que para ellos pasaron muy rápido, parecía que había sido ayer que ellos estaban en el cementerio despidiendo a sus queridos padres, y el peliazul se abrazaba al azabache e intentaba a duras penas no llorar, pero aquellos intentes fueron en vano ya que al instante que abrazó a su hermano mayor, y por su níveo rostro empezaron a surcar tibias gotitas saladas. Al contrario de Itachi el solo tenía un semblante triste y acogió en su pecho al peliazul.



La fortaleza del azabache era lo que tanto admiraba Sasuke, nunca derramó una lagrima desde que todo aquello sucedió, quizás fue para que el níveo encontrara seguridad y fortaleza en él.




En la estadía con su tío Madara, Sasuke con el pasar del tiempo empezó a sentir más que un cariño fraternal hacía su hermano el nunca se había animado a confesárselo y nunca lo haría.




****************



Sasuke se estaba despertando, miró el reloj despertador y se dio cuenta de que era un poco tarde y se tenía que alistar para asistir a clase, el ojinegro cursaba el cuarto año de la secundaria. Hacía un mes y una semana vivía solo con su hermano, ya que él había cumplido la mayoría de edad y había decidido que lo mejor sería que se fueran a vivir ellos dos solos.



Itachi supo como administrar la empresa “Uchiha crop.” para que pudiera duplicar sus estándares de rendimiento y producción, el azabache había vendido el cuarenta y seis por cientos de las acciones a un inversor llamando Orochimaru y con el dinero que ganó con esa venta parte lo puso como capital inicial en otra empresa que estaba compuesta por otros jóvenes con ansías de dominación mundial, visto desde el punto de vista financiero.



…l ahora formaba parte de otra empresa denominada “Akatsuki”, eran un grupo de jóvenes y exitosos empresarios que se habían unido y formar esta nueva empresa que se estaba expandiendo alrededor del mundo.



Con el resto del dinero de aquella venta había comprado un espacioso departamento en el centro de la ciudad, Madara estaba al tanto de todo y nunca se opuso ya que siempre pensó que las decisiones que tomó su sobrino fueron siempre acertadas, y era porque Itachi tenía una gran capacidad de planeación siempre estaba un paso delante en todo.



********



Eran las nueve menos cuarto de la mañana, las clases de Sasuke comenzaban a la nueve en punto. El peliazul no iba a poder llegar a tiempo y no quería soportar los regaños de los profesores por su tardanza por lo que decidió faltar al colegio.


Salió de su habitación, tranquilamente se dirigió a la sala del departamento y se sentó en un sillón del mismo. Ese día Sasuke no tenía prisa alguna.



– ¿Qué haces aquí todavía? ¿No tienes clases? – Preguntó Itachi mientras bajaba las escaleras.



–Si–



– No piensas ir–



–No– Contestaba Sasuke cortantemente



– ¿Por qué?– Preguntó el mayor un poco molesto por la actitud de su hermano



– Porque voy a llegar tarde y no tengo ganas de escuchar a los profesores gritándome el ¿por qué llegue tarde?–



Itachi agarró las llaves de su auto – Ven yo te voy a llevar al colegio–



– No hace falta, no voy a ir… no tienes que molestarte–


–No me molesta… yo te voy a llevar– Dijo tomando las cosas de Sasuke con una mano y con la otra lo agarró a él y lo sacó del departamento.



Cuando llegaron al garaje del edificio Itachi abrió la puerta trasera del auto y dejo el bolso de su hermano allí, luego se subió al auto al igual que lo hizo el peliazul y encendió el motor de su Honda negro. Solo quedaban diez minutos para que comenzaran las clases.


–Solo quedan menos de diez minutos no voy a llegar vamos llévame a casa– Dijo el níveo


–Ya llegamos Sasuke no seas flojo, a demás si faltas a clases que vas hacer en casa te vas a quedar tirado en la cama todo el día. Por lo menos si vas al colegio estarías haciendo algo útil para la sociedad– Dijo con una sonrisa de lado al mejor estilo Uchiha, por lo que recibió una mirada acecina por parte del ojinegro menor que estaba sentado al lado suyo de brazos cruzados.



Sasuke encendió el estéreo del auto y comenzó a jugar con el dial de la radio. Itachi tomó delicadamente la mano del níveo y lo detuvo.



– ¿Qué sucede Sasuke- kun estás preocupado por algo? – Preguntó el azabache provocativamente



– ¿Por qué preguntas? – Dijo entre dientes


–Por nada– Dijo soltando un pequeña carcajada mientras frenaba frente al colegio de Sasuke


Itachi se despide del peliazul dándole un beso en la mejilla rozándole la comisura de los labios al menor, haciendo que este se estremeciera y se quedara inmóvil.


– ¿Te sientes bien otouto- kun? – Preguntó el azabache moviendo delicadamente a su hermano para que reaccionase.


Sasuke movió la cabeza repetidamente y volvió en sí, y respondió a la pregunta de su aniki solo asintiendo con la cabeza; el níveo rápidamente cubrió su rostro con sus azulinos mechones para esconder su evidente sonrojo. Tomó su mochila que se encontraba en los asientos traseros del automóvil y salió de él.


– Espero que no hallas llegado tarde– Dijo tomando al menor de la muñeca como tratando de que no se le escapara.


–Si, si como tu digas– Dijo tratando de cubrirse con su típico tono de superioridad –Me puedes soltar no puedo quedar todo el día aquí contigo. Tengo que entrar a clases por tu culpa– Haciendo énfasis en esa ultima frase.


–Suerte… Otouto- baka– Dijo soltando una pequeña sonrisa ya que Sasuke lo miro mal por eso.



El níveo se encontraba en los pasillos de la secundaria todavía había gente en ellos, había llegado a tiempo. Tranquilamente caminó por ellos con la cabeza gacha y un semblante que demostraba tristeza.


–Sasuke- teme– Se escucha a lo largo del corredor del colegio. La única persona que lo llamaba así al ojinegro era Naruto, su amigo- rival, un rubio de ojos tan azules como el océano, de piel morena a comparación de Sasuke, hiperactivo; era todo lo contrario al níveo ya que él se la pasaba hablando con todos alumnos, alumnas, profesores, en fin con cualquiera que pasara por al lado suyo, en cambio Sasuke más reservado y si podía evitar relacionarse con las personas mejor.


– ¿Cómo estás? – Preguntó el ojiazul con una sonrisa radiante, mientras se acercaba al peliazul.



–Hmp…– Se limitó a contestar el ojinegro– No lo se… creo que bien… ¿Pero a qué se debe tanto felicidad? – Preguntó sarcástico.


–Eh! Jejeje… –Dijo llevándose las manos atrás de la nuca– Tanto se nota… Le voy a confesar mi amor a Gaara – Cada vez que el rubio pronunciaba ese nombre se le iluminaba la mirada se notaba que estaba total y completamente enamorado de ese chico– Debe ser por eso y creo que también nos dan las pruebas de geografía y estoy totalmente seguro que me fue bien ´ttebayo– Dijo sonriendo eufóricamente


–Hmp–



– Y a ti que te pasa… tu humor está peor que él de siempre– Dijo mostrando una de sus sonrisas para intentar levantarle el animo a su amigo


–…–


–Es Itachi el problema… ¿no? –


– ¿Por qué preguntas eso dobe? – Preguntó tratando de disimular la verdad de los hechos


– Porque te conozco más de lo que tu crees… baka–


– No me llames baka– Dijo mirando el reloj y comenzando a caminar ya casi empezarían las clases de ese día



– No cambies el tema Sasuke– Dijo poniéndose serio quería ayudar a su amigo – ¿Por qué no se lo dices? No vas a poder vivir con eso dentro tuyo el resto de tu vida– El níveo se quedo mirando a Naruto impresionado, ya que todo lo que decía era verdad



– No es tan simple, es mi hermano… estoy enamorado de mi hermano no lo entiendes lo nuestro nunca podría ser– Dijo tratando de no elevar su voz, no era preciso que alguien más se enterara.



– Pero el corazón no decide de quien enamorarse o de quien no ´ttebayo. Se enamora y punto no necesita de más excusas–



– Si se lo digo ya no me miraría como su hermano menor, me miraría como algo horrible… como… eso nunca lo podría soportar– Dijo abatido el peliazul.



– Pero… –



–Pero nada Naruto ya no quiero hablar más sobre esto–



–Tarde o temprano se lo vas a tener que contar o peor se va enterar por terceros–



– ¡Basta Naruto no entiendes! – Dijo y se fue del colegio no se sentía bien como para escuchar lo sermones del moreno.



– Chotto matte Sasuke… Sasuke!!! – Gritó el ojiazul mientras pensaba “No debí insistirle tanto con eso capaz que tiene razón y es mejor dejarlo todo así”. El rubio no podía soportar ver a su amigo así tan mal y no poder hacer nada al respecto.



************************



Sasuke no había ido a clases hoy, mejor dicho se había escapado de clases hoy, él no estaba bien y la conversación con su rubio amigo no le había ayudado en mucho. El ojinegro se encontraba caminando por las calles de la ciudad de Tokio, caminar le iba a servir para despejar su mente y poder llegar a una conclusión.



No aguantaba más no podía seguir al lado su hermano, estaba harto de ser su hermano.
Quería ser algo más que eso quería ser el dueño de sus besos y sus caricias quería ser de él y quería decirle que lo amaba y que el azabache le correspondiera pero eso parecía imposible ante sus ojos y ante lo ojos de cualquier ser humano, eso estaba mal. Estaba mal desear el cuerpo de su hermano mayor, estaba mal soñar con sus labios que lo besaban con locura y pasión, y definitivamente estaba mal desearlo a él.



Ya hacía media hora que el níveo estaba dando vueltas por las calles de Tokio, mientras pensaba que podría hacer con el problema de su hermano y él, pensó que le podía buscar un regalo para su cumpleaños, por que había pasado hace ya casi un mes y no le había comprado nada se sentía un poco mal por eso.


“Seguro él me va a regalar algo espectacular por mi cumpleaños, y yo no le he comprado nada “. Sasuke decidió buscarle un regalo a su hermano.


El ojinegro pensó detenidamente “¿Qué le podría comprar a Itachi? Tiene que ser algo sofisticado no puede ser cualquier baratija de por ahí”, mientras caminaba y miraba tiendas de cualquier cosa ropa, tecnología, relojes; no tenía ni la menor idea de que comprarle ya que todo paresia muy poco para una persona como su aniki.


“Itachi era perfecto en todos los aspectos y paresia que no le faltaba nada, tenía todo lo que quería en el mundo” Llegó a la conclusión Sasuke un poco desilusionado



– Algo tiene que haber que no tenga y yo lo voy a averiguar–




***************************



Ya las clases habían empezado, tenían que estar en el módulo química pero Orochimaru, el profesor de química, tuvo un inconveniente y no pudo asistir a clases ese día por lo que los alumnos tenían hora libre.



En el salón de clases todos estaban gritando y corriendo. Sakura e Ino estaban preguntando a todo el mundo que le había pasado a Sasuke, ambas estaban desesperadas por su ausencia. Naruto estaba buscando el momento adecuado para confesarle su amor al pelirrojo de tatuaje en la frente.


Sabaku Gaara, el chico nuevo y el amor del ojiazul, se encontraba sentado en su banco, al contrario de los demás que estaban dando vueltas por el aula.


Naruto al verlo allí sentado tranquilo pensó que esa era su oportunidad que tenía que cobrar valor y decírselo. El rubio se dirigió hacía el pelirrojo un poco indeciso y nervioso estaba a punto de dar media vuelta y volver a su sitio pero tomó valor y se dirigió a donde el ojiaguamarina dispuesto a confesarle la verdad.



– Gaara podemos hablar… tengo que decirte algo muy importante– Dijo un poco nervioso.



– Está bien– Contestó el Sabaku.



– ¿Puede ser afuera del salón? –



–Si, como quieras– Naruto lo tomó de la mano y lo llevó fuera del salón, pasaron varias aulas el campo de entrenamiento y luego subieron un par de escaleras. El Uzumaki había llevado a Gaara a la azotea de la preparatoria.



Ese lugar era tan tranquilo, sin el bullicio de todo el alumnado y los gritos de lo profesores, estaban solo ellos dos y una vista increíble de la ciudad de Tokio.


– ¿Por qué me trajiste aquí Naruto? – Preguntó el pelirrojo un tanto extrañado.



– Porque… porque es un lugar tranquilo en el que podemos estar nosotros dos sin que nadie interrumpa– Dijo haciendo notorio su nerviosismo.



– Tienes razón es muy tranquilo este lugar– Dijo apoyándose en con un mano sobre la pared quedando frente a frente con el ojicielo –Y bien que querías decirme.



– Etto… etto yo quería decirte que… Esto es un locura…– Dijo bajando la mirada.


“Vamos Naruto tengo un poco de valor y díselo” Decía para sí mismo el kitsune.


– ¿Que es un locura? – Dijo tomando a Naruto del mentón para poder verlo a los ojos – Sabías tienes unos ojos muy hermosos, parecen dos zafiros. Creo que son los ojos más hermosos que he visto– Eso provocó que el rubio soltara una risita nerviosa, si Naruto se moría por el pelirrojo con solo pensar en él, con ese acto ahora mismo estaría muerto.


– Jeje Arigatou Gaara– Dijo sonrojándose, definitivamente Naru se estaba muriendo por el portador del kanji del amor.


Cada palabra que decía el pelirrojo le hacía perder el control no aguantaba más quería probar eso finos y delicados labios, acariciar la pálida piel del Sabaku.



– ¿Que es lo que querías decirme Naruto? Parecías muy preocupado cuando me llamaste en el salón de clases– Dijo cruzándose de brazos el ambiente estaba muy tenso y eso le incomodaba un poco.



–Lo que quería decirte es… – Tomó aire y continuó –Es que te amo como nunca amé a nadie– Luego de decir eso Naruto bajó la mirada para ocultar su sonrojo que se incremente por lo último que dijo. Aunque se sentía feliz ya que se había sacado un peso de encima le había dicho la verdad y en ese segundo no importaba mucho lo que pudiera llegar a pensar el ojiverde, claro que importaría y mucho cuando volviese a respirar.


Cuando Gaara escuchó eso quedó confundido, ya que estaba seguro que el rubio estaba enamorado de Sasuke, porque siempre se los veía juntos.



Gaara volvió a tomar del mentón al Uzumaki se lo quedó mirando unos segundos, adoraba ver ese rostro tan carismático, dulce; y lo besó. Ambos unieron sus labios en un casto beso en el que expresaban todos los sentimientos que no se pueden expresar mediante las palabras.


El beso se fue profundizando cada vez más, sus lenguas se chocaban desesperadas. Ambos chicos no podían aguantarse más querían sentirse saborearse, querían expresarse todo ese amor contenido. El ojiverde tenía a Naruto por la cintura y el rubio profundizaba el beso tomando al pelirrojo de los cabellos. Ambos estaban sumidos en un mundo solo par ellos dos y nadie más, en ese momento parecía que no necesitaban del aire, sólo con ese beso bastaba para vivir. Pasado el tiempo los dos chicos se quedaron sin aire y tuvieron que deshacer ese placido contacto.



El pelirrojo intento recuperar el aire y jadeando pronuncio– Naruto… ¿quieres… ser mi novio? –


Hubo un silencio cortado por la agitada respiración de rubio que intentaba recuperar su aliento robado por ese fogoso y lujurioso beso –Claro… que quiero ser tu… novio– dijo abrazándose al cuello del ojiverde.





***************************





Cuando llegaron al aula todo seguía igual todos estaban riendo, gritando, corriendo por el aula, todo era un desastre; por lo que nadie notó la ausencia de los chicos.


– Naruto sabes que le pasó al Uchiha– Preguntó un joven de cabellos castaños, piel pálida y ojos blancos al igual que su prima, era Hyuga Neji



–Se sentía mal y se fue a su casa– Invento el ojicielo no sabía si decirle la verdad, así que decidió que mejor sería inventar algo.



Neji y Naruto eran los amigos de Sasuke, el ojiblanco y él eran los más inteligentes del curso y para los trabajos prácticos se ponían juntos y el rubio kitsune estaba con ellos para poder aprobar con dieses y felicitaciones de los profesores, por los excelentes trabajos que presentaban.


Ya las clases habían terminado, el kitsune y su novio, el ojiverde, estaban juntando sus cosas para irse a sus respectivas casas.

– ¿Sucede algo… Naru? – Dijo el pelirrojo al ojiazul, porque el kitsune tenía un semblante muy preocupado y miraba el reloj continuamente.



–Si…– Contesto el rubio bajando agachando la mirada.


– Sabes que me puedes contar lo que sea… puedes confiarme en mi– Dijo tomando su mentón y besándolo dulcemente.


–Lo que sucede es que hoy hable con Sasuke de algo muy importante y se enojó, y se fue del colegio y no me llamó ni tampoco mostró otro signo de vida y me siento mal porque todo fue por mi culpa… yo no debería haberme metido en sus problemas– Dijo abrazando a su koi.

***************************



Sasuke caminó por casi toda la ciudad. Fue a un café perdió un poco de tiempo allí y luego se compró un libro, que seguramente no leería; y siguió caminando en la búsqueda del regalo perfecto, o por lo menos que sea digno de su hermano, pensó el ojinegro mientras recorría las tiendas un poco cansado.


Luego de estar caminado casi toda la mañana se rindió al medio día y decidió volver al departamento, para pensar tranquilo en su habitación que le podría comprar a su hermano perfecto, sin tener que escuchar el tedioso ruido del transito y los embotellamientos diarios eso le molestaba de sobremanera.


Sasuke estuvo en la parada del autobús esperando por el mismo por varios minutos “Al parecer hoy no es mi día” pensó el níveo por la tardanza. Cuando hubo llegado por fin al departamento, eran más de la una y media y el ojinegro tenía que llegar a su hogar pasadas las cuatro menos cuarto. Para la suerte del níveo Itachi siempre llegaba entrada la noche, así que su hermano no notaría que había llegado temprano.

El ojinegro abrió la puerta del departamento, entró en él y vio que su hermano estaba en un sillón de la sala, y Sasuke se reprochó mentalmente por haber llegado tan temprano a su casa sabiendo que eso podía llegar a suceder.


– ¿Por qué estas aquí Sasuke? ¿Tu no llegas de las clases sino hasta las cuatro?– Interrogó el mayor


–Para tu información llegó a las cuatro menos cuarto– Dijo tratando de evadir la pregunta del azabache y empezó a encaminarse a su habitación.


–Sasuke no me contestaste la pregunta ¿por qué estas aquí?– Preguntó de nuevo pero Sasuke hizo como si no lo hubiera escuchado y siguió su camino –Sasuke contéstame– Itachi subió el tono de voz, él no era una persona que perdiera fácilmente la paciencia, al contrario el siempre provocaba ese efecto en las personas, pero las actitudes que su hermano estaba mostrando últimamente le molestaban mucho.


– No tenía ganas de ir y punto– Le contestó en el mismo tono de voz y se fue corriendo a su habitación



No soportaba estar al lado de su hermano, porque no podría controlar sus impulsos e iría corriendo hasta él y lo besaría hasta quedarse sin aire, por eso lo evitaba de esa manera era de la única forma que mantendría sus dichoso impulsos al margen de la situación que día a día tenía que soportar el pobre peliazul.


“¿Qué le pasará hace tiempo que se está comportando así?” Pensó el azabache preocupado por el comportamiento de su hermano menor.


*********************


Sasuke entró a su habitación y vio que todavía había algunas cajas sin desempacar, ya que seguían llevando cosas a su nuevo hogar. Su habitación estaba pintada de un azul profundo, que le daba un toque elegante y frío a la alcoba, su cama estaba en el medio del cuarto y hacia un lado tenía un pequeño escritorio con un par de libros encima de este y una laptop, opuesto al escritorio había un ventanal gigante cubierto por cortinas de lino color crema, que dejaban traslucir un pequeño balcón. El peliazul cuando entró tiró su bolso a un costado de la habitación, se tiró en su cama y se tapó la cabeza con la almohada.



De repente escuchó el sonido de su teléfono celular, hizo caso omiso al molesto sonido del teléfono y no se movió de su cama, pero él que lo estaba llamando era persistente, y por vencido o por cansancio decidió atender a esa maldita llamada.


– Diga…– Contestó con desgano


– ¡Sasuke estas bien! – Dijo el rubio cuando escuchó la voz del ojinegro


– Si ¿por qué no debería estarlo? –


– No lo sé. Lo que pasa es que hoy a la mañana te fuiste del colegio y me preocupé por ti… Es lo que haría cualquier buen amigo `ttebayo. Cosa que tu no harías por mi– Dijo haciendo énfasis en la última frase, provocando una sonrisa al mejor estilo Uchiha en el peliazul.


– Se ve que eres un gran amigo y me conoces muy bien… porque sabes exactamente todo lo que yo no haría, ser un buen amigo– Dijo soltando una pequeña carcajada, haciendo enfurecer al ojicielo.


–Mal amigo– Le gritó haciendo que el ojinegro se aturdiera un poco –Bueno te llamé para pedirte disculpas por haberme metido en tus problemas–


Se produjo un silencio –Creo que tenías un poco de razón y…– Le costó un poco al Uchiha menor decir esa frase –Gracias por apoyarme en todo… Eres un gran amigo Naruto.


********************


Eran las siete de la tarde y a Itachi lo llamaron a su teléfono celular diciendo que tenía que ir para la empresa de inmediato para una junta general, el azabache tomó su maletín y salió del departamento.


Sasuke estuvo toda la tarde encerrado en su habitación, cuando escuchó el ruido de las llaves esperó unos minutos y se asomó por el balcón y vio irse al auto de su hermano, así que decidió salir de su cuarto. Abrió la puerta lentamente y se dirigió a la sala de estar y suspiró al sentir todavía la esencia de su hermano presente en aquella habitación.


**********************

El azabache llegó lo más rápido posible a la empresa; entró al estacionamiento de edificio, estacionó su Honda Legend negro y se dirigió al hall de la empresa. En el hall del edificio solo estaban un rubio pelilargo ojiazul discutiendo- o más bien gritando- con un pelisplata ojivioleta y un pelirrojo ojimiel mirando la escena con los brazos cruzados y un semblante entre enojado y cansado de tener que presenciar siempre las mismas peleas.


– ¿Qué hacen aquí? No había una reunión– Dijo el pelinegro en la entrada del ascensor.


– ¡El idiota de Deidara nos llamó para que salgamos con él!– Dijo Hidan entre gritos.


–En todo caso esa sería la reunión importantísima que supuestamente tendríamos que tener– Dijo Sasori mientras se acomodaba sus rojizos cabellos y suspiraba.


–Vamos Itachi, di que si vendrás con nosotros… – Dijo el rubio pelilargo mientras se acomodaba la coleta– ¿Por favor? – Rogó al ver la cara negación total del ojinegro.


Sasori volvió a suspirar – ¿Por qué no llamaste también a Pein? – Dijo mientras se sentaba en unos de los sillones que estaban allí ambientando aquel lugar.


–Porque él de seguro no va a querer venir y a ustedes los puedo llegar a convencer de que vengan conmigo… hum!– Dijo sonriéndose.


–Hey! Tú ¿a dónde crees que vas? – Le gritó el ojiazul al pelinegro que se estaba yendo–


– A mi casa…– Dio tranquilamente mientras seguía caminando– ¡Contigo no voy a la esquina! –


– Nooo! Itachi no nos dejes con este loco quien sabe a donde podemos ir a parar– Le gritó el ojivioleta al azabache.


–No me interesa en lo más mínimo donde puedan ir a parar, eso les pasa por dejarse convencer– Dijo el azabache con una sonrisa de lado Made in Uchiha ©. Sin detenerse por un segundo.
.


– ¡No! ¡Tú maldito Uchiha te vienes conmigo porque vienes! hum!– Dijo Deidara mientras tomaba al ojinegro del cuello de su saco y lo arrastraba hasta la entrada del edificio, y obligaba a todos a subirse a un taxi rumbo al boliche más famoso de la ciudad.


– ¿Por qué estamos todos aquí? – Preguntó el azabache a Deidara con un dejo de resignación en su voz “Está va a ser una noche muy larga” pensó el pelinegro.


– Porque vamos a salir los cuatro a divertirnos hum!– Dijo el rubio con una amplía sonrisa.


– Y ¿por qué nos tenías que traer a todos? ¿Qué acaso no podías salir tu solo? – Volvió a preguntar el Uchiha tratando de buscar una explicación del “¿por qué estaba en ese taxi con sus cuatro compañeros de trabajo?”.


–Porque sería muy aburrido ir yo solo– Dijo cruzándose de brazos


Itachi bufó molesto por lo último que dijo el ojicielo “¿Por qué lo tenían que meter en sus problemas?” Pensó el azabache.


–Itachi… ¿Pro qué no te quitas esa corbata? no vamos una reunión con empresarios viejos y aburridos– Dijo mientras acercaba su manos al cuello del azabache para quitarle la corbata.

–Suéltame– Dijo el pelinegro, bastante tranquilo.


–Tranquilo baka no voy a ahorcarte o algo por el estilo… jeje– Dijo el rubio pelilargo.


–Ya déjalo… ya bastante que te acompaña ¿no? – Dijo le pelirrojo, a lo que Deidara no contestó.


–Deidara suéltame– Volvió a insistir el azabache.


–Pero… – Quiso replicar el ojicielo.


–Basta Deidara– Dijo Sasori, que lo tomó de las manos para que se quedase quieto, mientras el azabache se acomodaba el cuello de su camisa y la corbata.


Hidan que estaba sentado en el asiento delantero del taxi al lado del conductor solo se reía como pocas veces lo hizo a lo largo de su vida, ya que era muy gracioso ver los malabares que tenía que hacer el rubio para poder llegar al cuello del ojinegro y las muecas de dolor que hacía el ojimiel por ser estrujado por Deidara, e Itachi que quería zafarse del agarre del ojicielo.

– Y después me llaman infantil a mi…. ¡Jajaja!!! – Dijo mirando al azabache ya que siempre lo catalogaba de infantil, a lo que solo Itachi bufó y meneo la cabeza orgulloso.


Luego del pequeño problemita, estuvieron callados hasta que llegaron al lugar que según Deidara era el mejor y tenían que conocerlo.


–Bueno… llegamos– Dijo mientras obligaba a todos a salir del taxi –Vamos salgan…– Dijo mientras hacía fuerza para sacarlos del vehículo.


******************

Los cuatro estaban en la barra del boliche, Hidan y Deidara estaban discutiendo a los gritos ya que el sonido estridente de la música no dejaba que se escucharan. Mientras que Itachi y Sasori los miraban un poco divertidos.


Una chica de pelo rojo se le acercó al pelinegro y le comenzó a platicar sobre su vida.


–Hola… Me llamo Karin ¿y tú? – Le dijo la pelirroja al azabache. Mientras se acercaba peligrosamente a su cuerpo, con una sonrisa pervertida dibujada en sus labios.


– Te lo dije Itachi- baka sería más como que te hubieses sacado esa corbata– Dijo el rubio mientras discutía con el pelisplata.


–No te interesa – Le dijo con un tono molesto y un aspecto serio, más de lo común


–Vamos quieres bailar– Dijo tomando lo de la mano para que lo siguiera.


–Suéltame me zorra que pretendes ¡¿Cómo alguien como yo se puede fijar en alguien tan poca cosa como tú?… lárgate de mi vista ahora! – Le contestó Itachi, o mejor dicho la despreció, y la chica rápidamente se alejó del azabache.


–No tendrías que haber sido así Itachi– Dijo el pelirrojo.


–¡Mhp! – El azabache se cruzó de brazos y no le contestó.


– Tu si sabes como conquistar a una chica ¿no? – Le dijo el ojiazul a Itachi – ¿Por qué siempre las alejas de esa manera? – Preguntó con una intención oculta el rubio.


–Míralas son todas unas arrastradas… por un poco de placer hacen cualquier cosa solo están contigo para poder ser fotografiadas por un paparazzi y salir en las revistas como “la novia de tal”… me dan asco– Dijo el azabache mirando muy seriamente al rubio.


–Hum!... no se– Dijo Deidara


Deidara había pedido dos tragos de lo más fuerte que tenían al que atendía la barra del boliche– Baka a que no te atreves– Le dijo el Rubio el azabache mientras meneaba lentamente su bazo, como si estuviera retándolo.


– ¿Por qué dices eso? – Miró por el rabillo del ojo a Deidara.


–Porque eres cobarde no te atreverías nuca a tomarte esto. Seguro que no sabes tomar– Decía mientras soltaba una carcajada.


–Jaja mira quien lo dice ya esta mareado con solo sentir el olor del alcohol– Dijo el ojinegro.


–Eso ya lo veremos– Dijo el rubio y ambos empezaron a beber.


Hidan le da un leve codazo a Sasori – Hey! Sasori quieres apostar– Dijo con una sonrisa –Seguro que Itachi gana–


–Eso es seguro idiota, mira como esta Deidara… Perdería seguro–


Era verdad lo que decía el azabache, el rubio se había mareado con el olor del alcohol pero este no quería mostrar debilidad ante Itachi y comenzó a beber su trago, de repente cuando ese liquido llegó la garganta de Deidara comenzó a toser ya que el alcohol le quemaba y tuvo que escupir todo lo que había ingerido para luego tomarse del cuello, Itachi había terminado su trago y lo miro con orgullo de si mismo, mientras Hidan se reía a mas no poder al igual que Sasori.


– ¡Jajaja!... ¡jaja! Que gracioso eres Deidara ni un pequeño sorbo pudiste tomar que ya te estabas ahogando, no sabe tomar… ¡jajaja! – Decía el ojilila mientras.


– ¿Quién no sabía tomar Deidara- chan?– Preguntó con un dejo de orgullo en su voz


– ¡No me llames así baka!– Gritó el ojicielo.


–No me contestaste idiota – dio el ojinegro – ¿Quién es el cobarde que no puede tomar un simple trago? – Volvió a insistir el ojinegro.


– ¡Olvídalo! –


–Hey Itachi para el ganador– Dijo el pelisplata al azabache dándole un trago.


Itachi y Hidan comenzaron a beber y burlarse del rubio, y luego Itachi comenzó a aflojar el nudo a su corbata; y con el correr del tiempo y el correr de los tragos por la barra con destino a ellos dos se la quitó y también se desabrocho barios botones a su inmaculada camisa blanca.


Los compañeros de tragos se empezaron a contar cosas absurdas y sin sentido ya habían perdido la cuenta de cuantos tragos habían pedido y el alcohol ya estaba haciendo efecto en sus perfectos cuerpos.


Deidara y Sasori miraban absortos a Itachi nunca lo habían visto tan divertido, nunca lo habían visto reírse era como si el que estaba enfrente de ellos no era el mismo Itachi que siempre presumía ser el mejor y todo poderoso el “Magnífico Itachi Uchiha”, el que estaba ahí presente era uno que se reía hasta del aire y hablaba más de lo que ni mismo azabache se hubiera imaginado decir. Esto no se lo olvidarían nunca en sus vidas por lo menos el ojiazul.


Sus carcajadas eran cada más fuertes pero eran apañadas por el estridente sonido de la música del lugar, el solo mirarse era motivo para que Itachi y Hidan se riesen sin parar. Ya no necesitaban contar anécdotas embarazosas o algún chiste estúpido para reírse, ya no necesitaban nada para reírse.


–Estamos totalmente ebrios Hidan… ¡Jajajaja! –Dijo al azabache mientras terminaba su hasta ahora último trago y se reía.


– ¡Jajaja! Si ya lo se… ¡Jajaja! –Contestó muy eufórico el ojilila.


– Me aburró… ¿Quieres bailar idiota? – Preguntó el azabache al ojivioleta.


– ¿¡Eh!? – Hidan hasta estando ebrio se sorprendió por la pregunta.


El azabache al no recibir contestación alguna por parte del pelisplata lo tomó de la muñeca y lo llevó hasta la pista de baile. Ambos se empezaron a mover al ritmo de la música no sabían lo que hacían y tampoco como lo hacían, pero a la vista de los demás parecía que lo hacían muy bien, ellos sólo se miraban entre si y se reían de lo que estaban haciendo. Bailaron hasta ya no poder más respiraban y jadeante, por lo que estuvieron haciendo durante toda la noche, cuando estuvieron totalmente agotados desaparecieron de entre la multitud y se sentaron en unos sillones de cuero que había a un costado de aquel lugar.


– Jajaja nunca me divertí así… Jajaja– Confesó exhausto el ojinegro al ojilila cuando se hubieron sentado.


–Yo creo que tampoco… jajaja – Respondió el ojilila.


–…– El azabache miró fijo al pelisplata – Bésame– Pidió el pelilargo al ojivioleta.


Hidan no supo que contestar y parpadeó unos instantes y cuando hubo abiertos lo ojos los labios del azabache le estaban devorando la boca y lo único que hizo el ojilila fue corresponder a ese beso tomando con su manos las mejillas del ojinegro mientras él lo tomaba de la nuca para profundizar el contacto.


Casi al otro lado del boliche estaban Sasori y Deidara hablando y tomando algo.


–No sabía que Itachi bailaba tan bien– Decía el ojimiel al rubio.


–Si yo tampoco… y tampoco que él supiera como reír… jajajaja– Dijo soltando una carcajada, para luego soltar un suspiro de cansancio o de aburrimiento tal vez.


–Tienes razón– Respondió el pelirrojo.


–Bueno yo me voy a mi casa hum!... ¿Te vienes conmigo? – Preguntó el ojicielo la ojimiel ya bastante con lo que había pasado hacía varias horas, no quería tener que soportar al Hidan e Itachi y encime borrachos y decidió irse.


–Está bien… voy a buscar a Itachi y Hidan–


–No déjalos se deben estar divirtiendo– Contestó Deidara y tomo de la mano a Sasori y lo jaló sutilmente a la salida.

Ambos subieron al primer taxi que pasaba por la salida y fueron a la casa del ojiazul. Estuvieron todo el viaje callados.


–Ya llegamos– Dijo Deidara mientras le pagaba al taxista –Vamos ¡hum! – Dijo el rubio al pelirrojo.

Ambos entraron en el edificio donde vivía Deidara en total silencio, Deidara estaba nervioso no sabía que decir y le molestaba ese silencio, subieron el ascensor en ese mismo silencio cuando hubieron llegado a la puerta del departamento del rubio este se puso más nerviosos al no poder abrir la puerta de su departamento, logró abrir la puerta de su casa y jaló rápido del brazo al ojimiel, cerró la puerta y lo estampó contra la puerta y le clavó de una y sin pensar un beso profundo y fogoso el pelirrojo tardó un poco en responder a ese beso porque no se lo esperaba, poco a poco Sasori correspondió a ese beso y fue profundizándolo.


*******************


– ¿Quieres bailar? – Preguntó el ojilila después del beso.


–No… sólo quiero ir a casa– Dijo el azabache un poco mareado, se levantó como pudo y salió de aquel lugar. En la puerta del boliche estuvo esperando por un taxi casi media hora.


Parecía que ya iba amanecer y el viento de la mañana le provocó un escalofrío al ojinegro que se encontraba camino a su hogar. Llegó hasta la puerta del edificio tuvo que intentar varias veces abrir la puerta ya que la vista se torcía por el alcohol que había ingerido horas atrás, tomó el ascensor y se dirigió a la puerta de su departamento abrió la puerta y del otro lado de ella estaba Sasuke dormido en el sofá de la sala que al escuchar el ruido de las llaves se despertó súbitamente es refregó los ojos y se acomodó en el sofá y lo vio entrar por la puerta.


– ¿Por qué llegaste a esta hora? ¿Qué estuviste haciendo? ¿Por qué estás desalineado? ¿De dónde vienes? – Dijo el peliazul a su hermano que recién había puesto un pie en la entrada de su casa.


–No te importa– Dijo Itachi.


– Pareces borracho– Dijo Sasuke acercándose el pelinegro –Estás borracho–


–Y eso a ti que te importa– Contestó el ojinegro mayor subiendo el tono de su voz.


Sasuke se acercó a su hermano y pasó su brazo derecho, de Itachi, por encima de sus hombros. Lo ayudó a subir por las escaleras ya que en su estado lo más seguro hubiese sido que se hubiera caído por estas, caminaron hasta el baño Sasuke abrió la puerta del mismo y entraron los dos. El peliazul abrió la llave de agua fría de la ducha y empezó a desvestir a su hermano. Le quitó el saco para luego seguir con la camisa mientras la desabrochaba sus dedos rozaban la pálida piel del azabache provocando el deseo de besarla. Cuando se deshizo de la camisa el níveo pudo ver el pecho perfectamente torneado, el cuero por el cual Sasuke daría mil vidas en el infierno por estar bajo su merced una sola noche.


Inconscientemente el ojinegro menor se estaba acercando al cuello de su aniki par besarlo y marcarlo como suyo, cuando en un instante de conciencia se dio cuneta de lo que estaba haciendo y se alejó rápidamente de él, y no se animó a seguir desvistiendo a su hermano ya que sus más bajos instintos saldrían a la luz y el níveo sería incapaz de controlarlos. Sasuke sentó a su nii- san en la bañera y espero a que el agua hiciera su trabajo.


– ¡Maldito está fría! – Exclamó Itachi.


–Tú te la buscaste… por haberte emborrachado– Itachi se quiso levantar de la tina pero su otouto se lo impidió, en esos momentos Sasuke tenía mayor control de sus movimientos – ¡Quédate quieto! – Dijo el peliazul.


Sasuke dejó correr el agua por varios minutos hasta que Itachi recobrase un poco la conciencia. Sacó a su hermano de debajo de la ducha y lo dejo sentado sobre el retrete cubriendo su cuerpo con una tolla.


–Quédate aquí que yo te traeré ropa seca para que te puedas cambiar– Dijo el níveo mientras salía del cuarto de baño.


Sasuke salió del baño y se dirigió a la habitación de su hermano, cuando hubo llegado hasta ella se tardo unos minutos en abrirla, entró y percibió la esencia de su hermano tan fuerte tan de él, contenía quizás el porque se había enamorado de él pero a simple vista era imposible de notar. El peliazul se dirigió al ropero de su hermano cogió una remera y unos pantalones de gabardina; tardó unos minutos en salir de la habitación ya que esa esencia le llenaba el alma cuando se dispuso a salir serró la puerta lentamente y se fue rápidamente al baño; llegó, abrió la puerta del mismo y vio a su hermano con el cuerpo cubierto de la cintura hacía abajo todo lleno de gotitas que chorreaba su pelo que estaba suelto hacía delante cubriéndole la mitad izquierda del pecho, para Sasuke fue una de las imágenes más maravillosas que jamás pudo haber visto se quedó anonadado y con los labios entreabiertos, movió la cabeza tratando de reaccionar, cosa que le llevó varios segundos y le entregó la ropa a su hermano.


–Toma… viste– Le alcanzó la ropa a su aniki y salió del baño.


Sasuke fue a la cocina para prepara café para su hermano bajo las escaleras rápido y trató de olvidar lo que acababa de ver, ya que cualquier cosa que se imaginase sería más que imposible y el terminaría con el corazón hecho añicos por ilusionarse.


Entró en la cocina y puso e hizo dos tazas de café que uso a calentar en el microondas, era la manera más práctica, rápida y la única que sabía para preparar café. Subió a la habitación del hermano para esperarlo y comenzar con el interrogatorio. Cuando entró por segunda vez en la misma noche a la habitación de su aniki sus sentidos se confundieron era como si estuviera en un lugar tan lejano al mundo, le hacía recordar tanto a él. Llegó y dejó las tazas con el café encima de la mesita de noche que estaba al lado de la cama de Itachi y se sentó en un sillón que estaba próximo a la cama de su hermano.


Pasado el tiempo el azabache salió del baño y entró a su habitación y se sentó y en su cama tomó la taza de café que el níveo le dejo en la mesa de noche y le dio un pequeño sorbo.


– ¿Qué quieres?...– Preguntó el ojinegro mayor con una voz totalmente cansada.


– ¿Dónde estuviste toda la noche? – Preguntó el peliazul –O mejor dicho ¿con quién estuviste toda la noche nii- san? – Hizo énfasis en la última frase.


–…– Suspiró –No te interesa– Contestó tranquilamente.


– Está bien total hoy me voy a enterar quien va a ser famosa por una semana– Dijo Sasuke haciéndose el que estaba preocupado por la imagen de su hermano pero lo hacía para ocultar sus celos de que alguna afortunada pudo tener aunque sea por una noche lo que el nunca podría llevar a tener, el amor de su hermano.


–Tú me haces recordar a oka- san… a demás tienes sus ojos– Dijo dándole una mirada tierna– y eres muy sobre-protector –Le dio una sonrisa lo que provocó que el menor se sonrojara.


– Extraño mucho a oka- san – Dijo el ojinegro menor abrazando a su aniki.


El azabache so sorprendió un poco al ver la reacción del menor, pero luego lo abrazó fuerte estuvieron así unos minutos que para ambos fueron eternos. El abrazo se deshizo y los hermanos se quedaron mirándose el uno al otro y el níveo se fue acercando lentamente al igual que Itachi, hasta juntar sus labios en un casto beso, el azabache tomó las mejillas de Sasuke para acercarlo más a él y poder sentir más su boca poderla explorar mejor, conocer todos sus recovecos para nunca olvidarlos; por su parte Sasuke se abrazó a su cuello y levemente empujo a su nii- san hacía atrás quedando tendidos en el colchón de la cama de Itachi y el peliazul sobre su hermano. El beso se fue profundizando más y más su lenguas jugaban, se conocían, se dominaban y se acariciaban; el aire no era algo prescindible en ese momento solo se necesitaban el uno al otro pero el oxigeno empezó a hacer falta en los pulmones de ambos y tuvieron separarse. Cuando Sasuke se dio cuenta de lo que acababa de suceder se alejó de su hermano y bajó la mirada.


–Lo siento yo… yo me voy– Sasuke salió corriendo de la habitación lo más rápido posible.


Cuando Sasuke llegó a su habitación cerró la puerta con llave, se sentó en su cama y se cubrió la cara con sus manos y sus mejillas se bañaron en lágrimas.


– ¿Cómo deje que pasara eso? ¿Cómo puede haber hecho eso es mi hermano?… Eso es imposible– Dijo mientras se tiraba sobre su cama.


–Lo peor de todo fue que me gustó pero ese beso no fue real sólo fue un impulso ¿cómo pude habérmelo creído? Que idiota fui– Dijo entre lágrimas.


Sasuke lloró hasta quedarse dormido. …l estuvo hasta el medio día en su habitación luego bajo a la cocina para prepararse algo de comer miro, luego estuvo en la sal hasta entrada la tarde mirando televisión salió a comprar aspirinas para su hermano y por último llamó a Naruto.


– Hola… Naruto– Dijo Sasuke.


–Hola… Sasuke- teme ¿por qué me llamas tu nunca me llamas? `ttebayo y ¿por qué me llamas un sábado? – Dijo muy entusiasmado por la llamada del ojinegro.


–Estoy aburrido… ¿quieres salir a algún lado? – Preguntó el níveo aunque más que preguntando fue para avisarle que iba a salir con él.


–Esta bien `ttebayo– Dijo el rubio kitsune.


– Te voy a ir a pasar a buscar ahora– Dijo el peliazul y corto la llamada.


– ¡¿Por qué siempre me hace lo mismo?! ¡`ttebayo! – Dijo el ojicielo y se empezó a preparar para salir con Sasuke.


Sasuke se fue del departamento y le dejo una nota en el refrigerador a su hermano.


Itachi estuvo todo el sábado durmiendo, se despertó y la resaca del día anterior le dio los “buenos días” con un fuerte dolor de cabeza. Bajo las escaleras de la casa y fue directo a la cocina tenía hambre y después buscaría unas aspirinas para el dolor de cabeza.


Cuando llegó a la cocina vio una nota en el refrigerador que decía “Itachi me fui con Naruto al centro comercial no voy a volver hasta tarde capaz que me quede a dormir en la caza de Naruto no me esperes. Te compre una caja de aspirinas las vas a necesitar están en la mesa del comedor”, Itachi tomó la nota la leyó y luego la tiró en el cesto de la basura después fue al comedor y tomó las aspirinas.


Era cierto Sasuke no volvería esa noche el azabache lo había esperado, haciendo caso contrario a las indicaciones que le había dejado su hermano en aquel papelito, había preparado la cena para dos como era habitual, pero tu que cenar el solo luego se tomó otra aspirina ya que el dolor de cabeza era persistente y se fue a dormir.


Sasuke llegó el domingo el medio día y la casa estaba vacía porque Itachi se había ido muy temprano y no volvió hasta entrada la noche, el peliazul había cocinado para cenar y le dejó la comida dentro del microondas para que se la calentar.


Esa semana ambos estuvieron evitándose Itachi se iba temprano por las mañanas y no volvía hasta la noche lo mismo hacía el peliazul cuando escuchaba la puerta de la entrada salía de su habitación y ya no faltaba a ninguna de su clases extracurriculares. En esa semana no se cruzaron nunca y si lo hacían por las casualidades de la vida evitaban sus miradas y seguían de largo.


Esa semana también Sasuke recibió la visita de Deidara una tarde el rubio se escabullo de una de las reuniones que tenían y fue a la casa del azabache. Esa tarde Sasuke estaba haciendo su tarea y suena el portero eléctrico.



– ¿Hola…?– Preguntó Sasuke.


– ¿Tu eres el hermano de Itachi? ¡Hum! – Preguntó inquisidoramente el rubio pelilargo.


–Si ¿por qué? ¿Pasó algo? –


–Soy un amigo de tu hermano ¿me dejas pasar? –


– Si está bien espera que bajo a abrirte– Dijo el níveo y salió del departamento.


Llegó a la entrada del edificio abrió la puerta de este y apareció un rubio pelilargo ojiazul un poco más alto que él.


– Soy Deidara y como ya te dije soy un amigo de tu hermano– Se presentó el rubio


Subieron el ascensor en total silencio porque cada vez que le rubio intentaba preguntarle algo o sacar un tema de conversación el ojinegro solo le contestaba monosilábicamente o solo asentía o negaba con la cabeza. Llegaron al departamento donde vivía el peliazul y su aniki.


– Bueno… ¿para qué viniste? – Preguntó el níveo –No creo que Itachi te haya hablado de mí y tenías intriga por conocerme… o ¿si? – Dijo sonriendo de lado.


– Jajaja… no– Contestó el rubio –Vine a hablar de tu hermano… esta actuando raro últimamente–


– ¿A qué te refieres? –


– Qué últimamente esta yendo temprano a la empresa y desde que yo entre en Akatsuki nunca lo vi llegar temprano ni una sola vez y esa cosas… es raro– Dijo el ojiceleste cruzándose de brazos.


– Para eso viniste yo pensé que era lago más importante– Dijo el peliazul.


– Entonces sabes la razón de por que actúa así–


– No… pero debe ser seguro por que se hizo grande y entendió que tiene que ser responsable supongo. Si era solo por eso ya te puedes ir yendo porque ya sabes la respuesta y si no también porque acá no está– Contestó el ojinegro.


– Está bien me voy– dijo el ojicielo regalándole una sonrisa muy dulce al menor.


El níveo le invitó a salir tomaron el ascensor y bajaron el silencio igual como subieron y rubio quiso preguntar algo y Sasuke no le contestaba o sólo movía la cabeza para un si o para un no salieron del ascensor fueron a la entrada del edificio.


– Fue un placer conocer Sasuke- kun– Dijo dándole una sonrisa pervertida.


– Debería decir lo mismo pero no tengo el placer… ahora si te pudieras ir me harías un favor grandísimo– dijo eso y el ojiazul se marcho el peliazul cerró la puerta del edificio y subió al departamento.


En Akatsuki corp. después de la reunión de la que Deidara se había escapado Pein estaba hablando con Itachi.


–La semana que viene vas a ir a Francia porque tienes que arreglar unos asuntos importantes de nuestra nueva filial allí– Le decía Pein al azabache


–Está bien ¿cuándo tengo que irme? – Pregunto Itachi


–El domingo por la noche, aquí tienes el pasaje te quedaras una semana– Dijo el pelinaranja.


–Esta bien el domingo por la noche estaré en el aeropuerto– Dijo y se fue de la oficina.


Faltaban dos días para irse llegó a su casa y empezó a preparar todo para irse a Francia y luego le contó a su otouto que se iría por una semana.


Ya era domingo y estaba en un taxi con su hermano rumbo hacía el aeropuerto ay que su hermano quería ir a despedirlo.


Antes de irse a dejar su equipaje Itachi se despidió de Sasuke lo abrazó y le besó la mejilla dulcemente.


– Tráeme un lindo recuerdo de Francia ¿eh? – Dijo el peliazul


–Está bien otouto- baka– Dijo alejándose de él a lo que sólo Sasuke se sonrió y se fue del aeropuerto.


El níveo se sentía mejor consigo mismo al haber aclarado las cosas con su hermano pero a la vez estaba un poco triste ya que el nunca tendría oportunidades con él.




**********************



La semana había pasado rápido, a demás de que todos lo días Itachi lo llamaba ara saber si estaba bien, si había ido al colegio y cosas parecidas.


Faltaban menos de una semana para su cumpleaños y todavía no le había regalado nada a su hermano por el suyo que había pasado hace ya casi un mes y medio. Todavía no había encontrado el regalo perfecto.


Llamó a Naruto pero está vez para pedirle ayuda para encontrar el regalo para su hermano estaba desesperado y no tenía tiempo.


–Hola dobe– Dijo Sasuke.


– ¿Qué quieres Sasuke- baka? – Preguntó el rubio ojicielo.


–Necesito verte ya es que no se que regalo comprar a Itachi por su cumpleaños–


–Pero ahora no puedo estoy con Gaa- chan– Dijo el kitsune.


–Bueno está bien el puede venir también–


Los tres fueron al centro comercial y lo recorrieron como mil veces buscando ese dichoso regalo. Estuvieron allí dentro toda la tarde y ya era entrada la noche estaban exhausto y no habían logrado su cometido rendidos se fueron a sus casa.


El ojinegro estuvo pensando todo el fin de semana en ese regalo no sabía que cosa podía ser la ideal algo muy caro no le alcanzaba y al muy barato era muy poco estaba igual que al principio o peor. El domingo a la noche llegó Itachi a su casa Sasuke lo estaba esperando había llegado muy tarde pero Sasuke estaba como aquella vez que él se había emborrachado, pero esta oportunidad era diferente porque lo estaba esperando con una sonrisa y le preguntó como le había ido esa semana.


Estuvieron hablando casi toda la noche de ello y luego antes de irse a dormir cada uno a su cuarto el azabache le dio le regalo que le había comprado de ese viaje.



*******************


Veintitrés de Julio a las ocho y cuarto de la mañana el peliazul se levanta como de costumbre se viste, hace su rutina diaria de prepararse para ir al colegio. Bajo las escaleras, fue a la cocina y vio que Itachi le había dejado el desayuno preparado, desayunó sólo y se fue al colegio.


Cuando llegó al colegio todo el mundo hizo cola para saludarlo por su cumpleaños número diecisiete, los primeros fueron Naruto, Gaara y Neji. Después llegaron las chicas del club de fans que se abalanzaron sobre él y casi lo asfixian y por milagro pudo escarpar entero de esa avalancha de adolescentes hormonales que los abrazaban y lo besaban.


–Gracias Naruto por ayudarme– Dijo el ojinegro con sarcasmo. El rubio no pudo contestarle ya que estaba riéndose de lo que le acababa de suceder al níveo.


El día fue más o menos así Sasuke escapándose de su club de admiradoras y Naruto y compañía, ósea Gaara y Neji, riéndose a más no poder.


Llegó a su casa entrada la noche ya que había salido con sus amigos, a pesar de sus negativas ellos insistieron e insistieron y lo terminaron convenciendo. Subió a su alcoba y dejó sus cosa ahí se bañó y se vistió con una camisa de seda azul petróleo y unos pantalones negros, bajó las escaleras y fue al comedor ahí estaba su aniki con la cena preparada. Se iban a sentar a cenar y las luces se apagan súbitamente, se había cortado la luz, así que tuvieron que comer a la luz de las velas, el peliazul estuvo toda la comida con un leve sonrojo en sus mejillas. Ya había cenar y las velas estaban casi consumidas.


– Nii-san– Dijo el ojinegro menor.


– ¿Qué sucede Sasu- chan? –Preguntó tiernamente el azabache.


–Qué tú seguramente tienes el regalo prefecto para m cumpleaños y yo para el tuyo no te regalé nada… – Dijo sonrosándose un poco.


–No hace falta Sasuke que me regales nada… de enserio no necesito nada– Le decía mientras le sonreía tiernamente.


–Claro que hace falta… pídeme lo que quieras y yo te lo voy a dar– Dijo el ojinegro menor.


–Está bien… acércate– Dijo el azabache a su otouto y le susurró al oído– Te quiero a ti deseo tu cuerpo… – Besó su oreja y luego su cuello.


Sauce se le quedó mirando absorto nunca se hubiera esperado eso y luego le comió la boca en un beso lleno de pasión y lujuria que fue rápidamente correspondido por Itachi, sus lenguas se tocaban, se recorrían se reconocían. En es momento las velas se apagan pero la habitación no se obscurece ya que es encendida nuevamente por el calor de l pasión que emanaban sus cuerpos.


El azabache cargo a su hermano en brazos hasta su habitación, lentamente lo acostó en su cama y le comenzó a besar el cuello lentamente fe desvistiendo y a media que lo hacía bajaba su boca, se detuvo en su botoncitos de piel rosa y comenzó a jugar con ellos lentamente los besaba, los mordía, los pellizcaba a lo que el peliazul sólo podía solar pequeños suspiros que excitaban más al azabache que de repente bajó hasta su vientre y mientras lo besaba le iba desabrochando los pantalones poco a poco provocando más suspiros. Itachi le quitó los pantalones de una dejando a su hermano menor en boxers y acarició lentamente por encima de la tela la erección que empezaba a aparecerse entre medio de las piernas del menor y luego la lamió sin sacarle el boxer.


Sasuke no aguantaba más empezó a desvestir a su aniki entre jadeos y suspiros para dejarlo en las mismas condiciones en las que él se encontraba, pero a diferencia de que él menor fue directamente al miembro de su hermano, lo metió en su boca de un lo empezó a saborear lo lamía como un niño pequeño a un helado y de vez en cuando lo mordía levemente provocando mil sensaciones en el cuerpo del mayor que ser retorcí entre la sabanas por el placer que le estaba otorgando su pequeño Sasuke luego de unos minutos saca el pene de su nii- san de su boca y besa el glande del mismo y lo empieza a estimular con su manos para subir y besar el cuello del azabache y marcarlo como su pertenencia.


–Sasuke… ¡ahhh! No aguanto más creo queme voy a venir– Dijo el mayor entre suspiros esa fue la señal para que el níveo volviera a introducir el pene de su hermano en su boca.


–Ahhh!... – Itachi se vino dentro de la boca de su otouto Sasuke sacó nuevamente el miembro de su hermano de su boca y trago el liquido blanquecino que le había dado su hermano.


–Eres delicioso nii- san– Dijo lamiéndose los labios libidinosamente.


–Tienes… ¡ah! ¡hah!... una boca muy habilidosa… Sasu- chan– Le dijo a su hermano y se acercó a su oído– Ya estás listo…– Dijo y le mordió la oreja levemente.


Itachi acerco tres dedos a la boca de Sasuke, él los lamió al igual que lamió el miembro de su hermano anteriormente, y los fue introduciendo uno por uno en el la entrada del menor provocando gemidos de dolor y placer al mismo tiempo, cuando la virgen entrada del peliazul estuvo lo suficientemente ensanchada quitó los dedos y sentó al níveo sobre su erecto miembro para penetrarlo de una vez y que no le doliera tanto al peliazul, espero unos instantes para que Sasuke se acostumbrara a su intromisión, cuando el joven ojinegro comenzó a mover su caderas hacía adelante y hacía atrás el azabache lo tomó fuertemente de la cintura y lo empezó a penetrar lentamente para no lastimarlo, el menor besaba el cuello de Itachi para ahogar sus gemidos de dolor. Sasuke quería que parara de envestirlo en ese momento ya que su entrada dolía a mil pero ese dolor era tan placentero que no deseaba el azabache se detuviese.


– Dame más Itachi… ¡ah! ¡aha!... Nii- san… no pares– Gemía el níveo mientras besaba el pecho de su hermano mayor.


Las envestidas empezaron a ser cada vez más rápidas y el placer comenzó a aumentar también para los dos hermanos que bajo la luz de la luna llena que entraba por la ventana de la pieza del mayor, que se colaba para verlos entregarse el uno al otro sin restricciones.

Sasuke empujó levemente sobre el colchón a Itachi para quedar totalmente sobre él y poder cabalgar mejor sobre el azabache. El pelilargo lo tomaba muy fuerte de las caderas al peliazul y de vez en cuando se arqueaba por el placer que la entrada de su otouto le entrega a su miembro era sumamente delicioso. El ojinegro mayor penetraba a Sasuke rápido y lento a la vez.


–Nii- san me matas… por favor sigue así no te detengas– Dijo mientras besaba su abdomen– ¡Ah!... Te amo–


A cada estocada que Itachi proporcionaba a la entrada del peliazul este se sentía en el paraíso. Era demasiado el placer que recibía sentía que su cuerpo no lo soportaría un minutos más sentía que desfallecería en cualquier momento por el placer que le daba su hermano a su entrada y por la fricción de sus cuerpos al rozar su pene que cada vez estaba más duro. Itachi salió del cuerpo de su hermano por un momento y lo puso en cuatro sobre la cama. Sasuke apoyó su brazos sobre la cabecera de la cama y el azabache lo volvió a penetrar pero esta vez lo hico más rápido y más fuerte provocando un gemido de dolor en el níveo que estaba exhausto.


– Tú lo vas a disfrutar más Sasu- chan– Dijo Itachi al oído del menor


Itachi comenzó a besar la espalda del menor dejando un recorrido de besos por ella, mientras que el níveo soltaba suspiros mezclados con gemidos. El azabache sos tenía a su hermano de la cintura con un mano y con la otra masajeaba su miembro.


– ¡Ah! Itachi…– Gemía Sasuke.


–Gime para mi… gime mi nombre Sasu- chan– Le dijo Itachi a su hermano con un tono libidinoso al oído a el peliazul.


Itachi sentía que no podía seguir más se vendría dentro de su hermano en cualquier momento así que hizo las embestidas más rápidas y duras. Su hermano estaba en las mismas condiciones estaba a mil y se vino en la mano del mayor con esta acción su entrad se contrajo estrujando el pene de Itachi y él en una última embestida que hizo llegar al menor al paraíso de vino dentro del menor, espero unos segundos y salió del menor.


Sasuke empezó a besar y lamer el miembro del mayor para limpiar de ese liquido blanquecino el mismo.


– Te amo nii- san– Dijo el menor.

–Fue el mejor regalo de cumpleaños que recibí– Alejó el rostro del menor de su miembro y lo besó como nuca antes lo habían besado.


Ambos se quedaron dormidos Sasuke sobre el pecho del mayor e Itachi abrazando al níveo. Al amanecer Itachi se despertó acomodó a su hermano y bajo las escaleras preparó el desayuno y subió hasta su cuarto, despertó a su hermano con un beso.


–Feliz cumpleaños otouto- kun– Pronunció el mayor y le entregó una cajita azul al menor.


– ¿Qué es?–


–Ábrelo baka– Dijo Itachi.


–Una llave qué voy a hacer con una llave– Dijo el níveo.


–Es un auto– Dijo cruzándose de brazos –Ya que siempre te levantas tarde y no quieres que yo te lleve… aquí tienes ¡Feliz cumpleaños!–


–No hacía falta… a demás yo quiero que me lleves tú al colegio– Dijo abrazándolo.


–Seguro no te arrepientes– Pronunció el mayor y Sasuke asintió con la cabeza.


–Esta bien a demás ya me había aburrido de mi auto hoy voy a cambiarlo por otro color… porque el azul es un color muy infantil– Dijo sonriendo de lado


–Como que el azul es un color infantil– Exclamó colérico el Sasuke.


– Si es un color infantil sino mírate como estas pareces niño pequeño– Le dijo a el ojinegro menor le besó los labios y se fue de la habitación.


–Está bien vete a demás no quiero ese auto ¡Mhp!– Se cruzó de brazos e infló su mejillas haciendo un puchero y se tiró bruscamente en la cama para sonreír y seguir durmiendo.

Notas finales: Espero q les haya gustado si fue asi por comenten a mi parecer la mejor parte para mi fue de la mitad hasta el final jeje el principio no me gusto muxo q digamos

Cualquier cosa este es mi mail
k-mil_3094@hotmail.com

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