Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuando las luciérnagas toquen a tu puerta por Lalamy

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Introducción.


*****“Nosotros jamás las hemos visto, pero concordamos que ellas representan el alma de los muertos que se reparten por el mundo, iluminando un sueño que algún día podremos ser parte si nos volviéramos a ver.”****

Acostado sobre mi cama contemplo mi brazo yacente sobre las sábanas azules recién lavadas por un familiar al que un día llamé “Tía Sonia” y que ahora se me hacía tan lejana como la vida misma que acababa de abandonar. Antes de sumirme al estado inerte de un cuerpo ajeno, desvié mi mirada borrosa hacia el techo esperando el momento exacto en que me desprendería de este mundo para siempre, preguntándome a ratos si mi riesgo valía la pena, si me traería lo esperado, lo soñado, si Dios se apiadaría de mi alma y me concedería mi único deseo que es volverlo a ver. Quizás antes hayan oído una historia similar a esta, puede ser, la de un hombre llamado Dante Alighieri que impregnó en papel una situación parecida a la mía, quizás, jamás la he leído, y tampoco me interesa hacerlo, menos en este instante…

Mi nombre es… bueno, siempre quise llamarme Evan, y creo que es una perfecta ocasión para cambiármelo ¿no creen?, pues así será… Mi nombre es Evan, tengo 20 años, estudio… perdón, estudiaba artes en una universidad prestigiosa, gracias a los contactos de un pariente lejano y a mi gran esfuerzo. Hijo único, huérfano, vivía con mi Tía Sonia, una mujer sencilla y esforzada que siempre veló por mi felicidad, junto a su esposo Wilfredo un carpintero que tenía su propio taller al lado de nuestra casa, ambos bordeaban los 50 años, y se conocieron en el atardecer de un día de Mayo en el reformatorio, cuando su hermano, Nelson –y que ahora que en paz descanse- tenía un mejor amigo que soñaba con ser arquitecto, pero que su situación económica hacía resbalar el sueño de sus manos, enamorándose a primera vista de aquella jovencita que ocultaba sus verdes ojos tras una melena caoba que pestañeaban con rapidez, fue algo romántico, cada vez que mi Tía Sonia recordaba aquellos tiempos yo me sentaba en el sofá para oír lo que decía con aquella voz imperante que tanto la caracterizaba, que me hacía vibrar con aquella narración apasionada de una mujer aún enamorada, algo muy difícil de encontrar en estos días, siempre quise terminar así… pero el destino fue cruel conmigo, y me arrebató la esperanza descarnándola de mi pecho con violencia.

Es por eso que decidí suicidarme… todo lo que había construido se me había destruido en tan sólo un segundo, un segundo que es equivalente a la nada en nuestra vida, un segundo que aparentemente puede ser tan insignificante como una gota de agua en el desierto, pero también este insustancial segundo puede sentenciar a una persona en un abrir y cerrar de ojos.

En un segundo decidí morir…

Un segundo tardé en tragarme una pastilla…

Un segundo más un segundo es igual a dos… dos pastillas recorriendo mi esófago, aumentando los segundos son muchas atentando contra mi vida…

Un segundo sentenció a Julián a la muerte.

Una vida me tardaría en volver a verle…

Cuando cerré los ojos, fue como irse a negro, un cerrar involuntario que remeció mis pensamientos, admito que tenía mucho miedo, pero no de morir, sino de que al experimentar esa oscuridad, no pudiese ver la luz otra vez, ese no era mi plan, no debía morir y… morir… confiaba en que Dios me mostrara un sendero, un túnel, una luz, un lugar que separara lo terrenal de lo divino, yo debía estar allí, debía buscarlo, quería estar con él para siempre y no hasta que la muerte nos separe…

Era un silencio aterrador… jamás en mi vida lo había conocido, y la oscuridad persistía en mi mente… no quería que fuese eterna..

“ Por favor… que no sea eterna… no quiero quedarme así… tengo fe… tengo fe… tengo fe, Dios mío, yo sé que… no he hecho cosas que hallan sido de tu agrado señor, como amar a un hombre, pero no me discrimines señor por querer ser feliz con él, no es malo, no tiene nada de malo amar, yo lo hago con toda mi fuerza, mi Dios, yo no puedo estar sin él… ¡Perdón por atentar contra tu regalo divino, la vida que me concediste! ¡Pero no puedo aguantar un segundo más sin su voz, su rostro, su cuerpo, su calor! ¡Sé que nunca fui a la iglesia, sé que muchas veces fui blasfemo! ¡Sé que sabes que sólo creo en ti por conveniencia! ¡Por que la ciencia no me dio una solución a esta agonía! ¡Lo admito, Dios mío, lo admito! ¡Pero te lo ruego, apiádate de mi alma, señor, y te estaré eternamente agradecido, eres mi única esperanza, mi única salvación! ¡El único indicio que me dice que puedo volver a verle! ¡Quiero creer en ti! ¡Déjame creer en ti! ¡Yo lo amo, lo amo con todo mí ser, di mi vida para estar con él! ¡LO AMO! ¡¿ES QUE NO TE DAS CUENTA?! ¡ME LANC… A LA MUERTE S”LO PORQUE TU PROMETISTE A TUS FIELES QUE HAY VIDA DESPU…S DE LA MUERTE! ¡SI ES MENTIRA TE JURO QUE…!”

“Que…”

“Que…”

- Ya no tengo nada…- fue lo único que dije en ese instante, y mis lágrimas fluyeron con intensidad mojando mis mejillas, me las sequé de inmediato, no debía flaquear.
Estaba tendido sobre un suelo invisible y negro, no tenía garantía de nada, pero aún así no perdí la esperanza, ni la fe…

Fe… yo que siempre ignoré la religión me aferraba a ella, era lo único que me estaba quedando y no quería soltarlo, pues me mantenía fuerte y valeroso ante las adversidades que yo mismo me había creado.

Y cerré los ojos…

Y los volví a abrir, y en un segundo…

…el paisaje había cambiado.

Estaba el cielo sobre mi rostro, y volví a llorar como un niño. Había sido escuchado.


Notas finales:

Espero que les haya gustado, sino, no importa... gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).