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Exilio de un alma postergada por Lalamy

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Notas del fanfic:

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¿A caso crees que he dejado se sentir lo que siento por ti?

Lloras. ¿Por qué lloras? Te estoy mirando, disfruto tu caricia ligera, y tu mirada a la que sólo pude llamar una vez "divina", una vez, pues quiero que sea la primera y la última que cierre este ciclo, un maravilloso ciclo en el que vivimos juntos. Andabas bajo la lluvia correteando el tiempo, yo te seguía a paso lento esperando a que te crecieran las alas, y sé que pasó, pero yo era tan ciego en ese instante que no me di cuenta de lo enorme y hermosas que eran estas.


Dame un susurro, dame una acogida en tu llanto, quiero compartir esas lágrimas por última vez, aunque sea en mi imaginación, aunque sea todo en vano. Te amo.

Los soles apoyados en tu cabeza hacen deslumbrar un otoño en el que te declaraste, y las mariposas volaron debajo de mi piel, salieron por mi boca y te di nuestro primer beso. Es como aplazar el tiempo. Como detenerlo de un soplido. Vuelvo a imaginarte pintado desnudo en la habitación... no, no llores, esto no es el final para nadie. Sólo desearía tocarte, pero estás muy perturbado como para sentirlo y pienso en tantas cosas, entre ellas situaciones tan adversas y divertidas que ironizan esta situación.

Estas muy atractivo esta noche.

Te robaría un beso, pero me avergüenza abrir la boca y expeler un aliento mañanero podrido que mate aquel momento.

¿Me dejarías cantarte? Creo que podría hacerlo, nunca he tenido una linda voz, pero creo que puedo hacer un esfuerzo. Déjame probar...





Mm no, creo que es más dificil de lo que creí, en fin, quizás sólo deba mantenerme en silencio, quizás sea lo mejor, quizás cantando haga que te arrepientas de estar aquí.

Gracias por venir, esto es esplendoroso, mierda,  realmente quería cantarte una canción, no, no llores, está bien, estoy bien, sólo déjame mirarte un poco más...  eres muy bonito, aunque estés con los labios partidos, y unas ojeras del porte de dos galaxias gemelas  sigues siendo encantador. Ahora que recuerdo, ¿Cómo dijiste que se llamaba el perro? ¿Oso? Mm... ya, da igual, adóptalo, ya no me importa, que corretée por la casa entera, y que ensucie los malditos sillones. Si te hace feliz, por mí está bien.

Eres una linda imagen en el fondo de esta pocilga, debería colgarte en una muralla, en fin, no siempre se tiene lo que se quiere, sólo mírame, estoy postrado en una cama, sin mover mi cuerpo desde hace seis meses ¿y aun lloras? Ah, ya sé, es "eso", sí, entiendo, es horrible. Yo también debo de estarlo. Pero bueno, así es la vida, amor, unos viven y otros juegan a vivir, como yo, ¿Y sabes qué? no me importa, porque estás aquí, cogiendo mi mano, acariciando mi rostro, a pesar de que lo encuentres horrible, y que al principio rehusabas verlo. Déjame contemplar tu belleza, sólo róbame la vida con un beso, aunque no lo sienta, mi corazón aún late, y aunque mis lágrimas no caigan, estoy triste, no por mi estado, sino porque no puedo cubrir tu pena entre mis brazos.

Tan sólo olvida lo que vez, cierra los ojos y vuelve a ver al hombre que un día te prometió cosas tontas como la vida eterna. Para mí tú eres inmortal e inalcanzable, un crepúsculo rojizo, lila, y luminoso que abarca mi vida y la aplasta haciéndome sentir parte de ti. Sostén esa mirada, amor, y siente lo que te estoy diciendo, y tal como lo has repetido incansables veces y yo te pestañaba, ahora te lo diré yo, si es que escuchas lo que te digo. Sólo dame una señal.

- Te amo.


Qué oportuno eres. Eres digno de admiración. Ahora hazlo, hazlo y no tengas miedo, yo haré un viaje, recorreré los prados verdes de mi mente, caeré de una cascada, o simplemente volveré a tus brazos para dibujar caracolas en tu pecho, correré otra vez como un niño, y retrocederé en el tiempo hasta el momento de nacer, para así poder ansiar volver a conocerte. Quizás esto no suceda, quizás no exista nada, pero no tengo miedo, cuando vives al borde de un acantilado, cada vez te simpatiza más la caída.

Esta entrando Marcos, con su delantal blanco que espantaba mi sueño cada vez que lo veía. Y tu lo miras tímido, estás llorando, y te ves tan bien... te acercas a mí, te veo de cerca, agh, qué verguenza. No me mires tanto. Un beso tímido me das en la mejilla, y yo deseo detener la imagen capturada en mi mente, la mejor imagen de ti, de tus ojos cristalinos que colorean la habitación que se convirtió en nuestra guarida. Me pides perdón, y yo no lo entiendo. Fui yo quien decidió terminar esto.

No te preocupes. Perdóname tú a mí por abandonarte tan pronto. Y me cubres los ojos con tu mano, me impaciento un poco, y luego me relajo. Yo también te amo, tanto así, que pese a mi "estado vegetativo permanente" logro sentir tu mano tibia e inocente, cerrando así mis ojos para siempre, y se acaba el mundo, y me sostuviste la mano, mi corazón se detuvo...

...y aún pude sentir que te amaba.

Notas finales:

Gracias por llegar hasta el final.


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