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"Ventanal Secreto" por Chaotic Kittie

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Notas del fanfic:

Pasen directo al capitulo número cuatro, allí está toda la historia editada. Esto lo hago porque es especial para mi está en la recopilación de colección homoerótica de este año.


Cuento de solo dos capítulos y un extra. Es algo pequeño, pero más que todo es la vivencia de un testigo silencioso, que nunca juzgo el amor de dos hombres, si no que lo entendió y supo admirarlo de una forma muy particular.


Espero que lo disfruten.

Notas del capitulo:

Marcial a decidido plasmar un secreto que ha tenido guardado muchísimos años; momento de su infancia en donde fue el testigo, el espectador, el director de una de las mejores películas que ha visto.

Ventanal Secreto

 

Uno:
Inquilino

El amor tan cálido como el sol
Quema los sentidos,
Ahuyenta los temores
Cicatriza las heridas
Manteniendo vivo los recuerdos.

            La escalera de mis sueños, contaba las historias más locas que pudieran haber creado mis inocentes formas de pensar; en aquel lugar donde mi infancia se desarrollo, lleno de colores, de vida, de gente sonriente que trataba de ver el lado positivo de la vida. Así lo recuerdo hoy, en que las calles se infectan de mal humoradas expresiones, en donde el agua ya no es la de antes y la urbanización, ha hecho a los vecinos más lejanos.

            Aunque esta vez, no estoy aquí para contarles acerca de mis “grandes” hazañas en el transcurso de los días; sino por una pequeña vivencia que los secretos de ese viejo barrio, en el que viví, contaron a mis sentidos.

            Tenía, si es que no me equivoco, doce años de edad en aquel tiempo en que las sonrisas verdaderas salen por doquier sin pedir permiso, sin cubrir el rostro de pequeñas arrugas. Jugaba todas la tardes con una pequeña vecinita que tornaba mi atención con sus ocurrencias, revoloteando de aquí por allá; como solo un niño puede hacer.

            Ese día me disponía a subir las escaleras con desgano ya que mi hora de entrada a casa estaba predicha por mi madre, sin poder hacer algún tipo de reclamo, como un buen niño  aparecía por el lugar, después de todo; mi madre era una mujer afable y cariñosa, que tenía mucha paciencia con un niño bastante  desquiciante.


            “Ámame”

            Escuché entonces a lo lejos, esa voz hizo que me girara en un segundo, buscándola por doquier, tan dulce y encantadora; quizás jamás he vuelto a escuchar una voz tan melosa y llena de sentimiento como aquella.

            “Deséame”

            Volví a escuchar, la misma voz, el mismo tono, la mima intensidad en una sola palabra.

            ¿Qué podría producir esa sensación? ¿Quién hablaría de aquella forma?

            Para un niño precario de vergüenza, como lo era en ese entonces, no fue difícil gritar para saber quien era el de la bella voz, porque estaba claro que era un hombre; aunque el tono era tan fino como la seda, no engañaba a mi percepción, que en ese entonces ya estaba bastante desarrollada; pero en el instante que alcé mi voz sobre la suya, cualquier tipo de sonido se hizo inaudible…

            La voz cesó, así como mi búsqueda, mi madre observaba desde la última planta de aquella casa derruida por el tiempo, llena de versiones, de cuentos infames, de personajes pintorescos. Me llamaba con las manos mientras su delantal de colores pasteles se movía con el viento.

            Aquel barrio de los suburbios se dividía en tres bloques; en el medio existía un patio embaucado de flores,  tendederos, señoras conversando, niños corriendo. En ese lugar existía un universo alterno para cada persona, para cada familia, para cada edificio…

Y olvide esa melodiosa voz, dejé pasar mis dudas enfrascándolas para más adelante, pero siendo aún un infante dejé de lado esas pequeñas palabras que se habían robado mi atención por escasos segundos.

            Los días seguían pasando, mis noches seguían sirviendo para dormir, pronto cumplí los trece años, con ello mayores responsabilidades llegaron, nuevos amigos se presentaron, superiores experiencias me embaucaron y nuevamente esa voz dulce hizo que recordara la primera vez que le había escuchado…

            ¿Cómo pude haberla olvidado tan fácilmente?

            No lo sabía pero ahora que la había oído nuevamente, deseaba saber de donde provenía.


            “¿Me amas?”

            Seguí aquellas palabras curiosas, sentimentales, insufribles; dando con la habitación que se encontraba a unos pasos de la escalera; al llegar, aguante la respiración; no se la razón exacta, pero mi cerebro lo ordenaba mientras mi sangre fluía intensamente por mis venas.


            “Claro que  te amo”

            Otra voz se escucho, clara;, seria, grave, pero aún así más que sincera.


            “Entonces…  ¿Por qué nos escondemos?”

            Esa pregunta hizo que eleve mis ojos hasta la abertura de aquella ventana que se encontraba a un lado de la puerta; había dos personas, dos desconocidos que hablaban de cosas que apenas entendía, en aquel entonces.

            Me mantenía a la expectativa, como si yo fuera quien estuviera esperando aquella respuesta inconclusa que se mezclaba con el silencio… pero nada apareció, esa voz grave no volvió a hablar, mi corazón se encogió de tristeza por unos minutos, luego escuche gemidos indiscretos, mi curiosidad aumentaba a cada segundo.

            Finalmente, asomé mi cabeza sin permiso por los cortinajes de ese ventanal grande que escondía a esos dos cuerpos, vi  como en secreto dos hombres se amaban con locura; en aquel tiempo, besarse en publico aún era algo escandaloso, por lo que era la primera vez que veía tanta hambre, tanto sentimiento, tanto amor contenido, mientras sus bocas contaban un secreto doloroso, sus manos trazaban una historia poco creíble, siendo yo el único espectador.

            Aquella imagen es difícil de sacar, pero a veces mi memoria falla haciendo traición a las bellas obras de mi infancia…

            Si creéis que me espante, debo decirles que están completamente equivocados…

            ¿Por qué debía atemorizarme de un acto tan sublime como aquel?

            Pese a mi corta edad, mi corazón lo entendía, aunque mi mente no lo comprendiera del todo, sabía que como único espectador ese secreto debía quedarse conmigo y así lo hice, hasta este momento, en el que deseo compartir con ustedes a través de las líneas esta alucinante historia, para mantenerla con vida a través de los años…

            Así, ese día volví a casa con una sensación extraña, un sabor agridulce en la boca, una sed que no se saciaba con agua, aquellas palabras rondaban mi cabeza, aquellos actos perseguían mis huellas, todo se revolvía, pero devoto a aquel acto, cada tarde atisbaba hacia el lugar esperando encontrar a esos dos hombres amándose con locura.

            En secreto me escabullía por las tardes; la primera semana cada día volvía a su punto de encuentro, en donde ellos creían tener la intimidad que deseaban; pero como todo cuento este se acababa pronto, sus encuentros no eran diarios y aquel chico de voz dulce, esa voz que me cautivó, se quedaba solo por tramos largos con una expresión de tristeza serena en el rostro.

            Cada día Lunes, aquel hombre de cabellos canosos se aparecía por la entrada del barrio, imponiendo su figura forrada por un abrigo negro alargado, unos lentes tapaban sus ojos que eran de un color tan oscuro como su misma capucha, su toque elegante hacía que más de alguna mujer voltease a mirarlo, preguntándose a que venía aquel hombre por estos lugares. Pero yo lo sabía,  tenía perfectamente presente que aquel tipo venía a amarse en secreto con aquel chico de cabellos dorados.

            Me apoyé en el barandal, aquel día de diciembre en el que ese hombre chocó su mirada conmigo, pese a que llevaba aquellas gafas su mirada inquietante hizo que me paralizara, creí que me había pillado, que estaba perdido, pero luego de unos segundos paso de largo metiéndose nuevamente en aquella habitación de colores azulejos.

            No sabía sus nombres, no conocía su historia, pero me había enterado de su secreto; sin que ellos lo supieran un vinculo nos unía a los tres…

            El sonido seco en la puerta hizo que mi alarma toque fondo, volví a acercarme a aquella ventana que para mi suerte siempre se mantenía a medio abrir, escuche sus besos, sus caricias, sus suspiros, sus voces.

            “Mi querido, Raúl”

            La dulzura de sus ojos, me llamo enteramente la atención.

            ¿Cómo era capaz de aguantar?

            Esperando con fehacientes ganas a que ese sujeto llamado “Raúl” apareciese por esa puerta cada vez que se le viniese en gana, cada lunes en que tenía el tiempo suficiente para compartir con él.

            En ese instante quise saber más, como un espía, como un ladrón buscando la joya más preciada, esa tarde divisé desde un rincón, entre las escaleras y la ventana como aquel chico de cabellos lacios, del cual no sabía el nombre, se entregaba por completo a “Raúl”.

            Esa vez me apegue a la ventana de forma tan indiscreta que si no hubieran estado tan centrados entregándose me hubieran captado al instante, pero para mi gracia divina, pude observar cada acto, cada caricia, cada mirada, como se mezclaban esas dos almas; no es que fuera un pervertido, ni siquiera sentía la maldad en aquel acto, lo vi tan dulce, quizás mi mente lo estaba idealizando, pero la manera en que ese hombre tocaba a aquel chico era tan especial.

            Fueron sacando sus ropas lentamente, mientras aquel sofá les servía de apoyo, la coleta que tenía el chico fue desecha por los dedos blancos de Raúl, que con cuidado delineo su cara, para después saborear sus labios de tono carmín con extrema paciencia, bajo por su cuello, aún recuerdo como aquella voz melodiosa se escuchaba haciendo eco en mi memoria, en mis pensamientos…

            “Te amo, Raúl

            Ese nombre sonaba tan hermoso cuando él lo pronunciaba, mientras el otro solo emitía una suave sonrisa que no iba al compás de sus graves facciones, se relajo unos momentos, para luego seguir con su trabajo.

            “Siempre te amaré, Raziel”

            Escuché decir antes de que mi madre gritara desde la puerta de nuestro hogar, me giré hacia el otro lado, gateando por uno de los espacios que aquella vieja escalera tenía, traspase algo parecido a un pasadizo y como si nada, volví a subir las escaleras gritándole a mi madre…

 

            “Raziel” Se repitió varias veces en mi mente, con la voz del hombre, y con mi propia voz.

            Así se llamaba aquel ángel que esperaba a que ese hombre alto y misterioso le entregara amor, deshaciendo todo a su paso…


            ¿Qué habría escondido?

            ¿Cuál era su motivo de espera?

            ¿Por qué Raúl y Raziel, debían amarse a escondidas?

            Siempre una pregunta nueva me atormentaba, mientras más sabía de mis actores, de mis pintorescos artistas, más preguntas se afloraban en mi cabeza, extinguiéndose en la punta de mi lengua, sin tener el derecho a  salir…

            Por hoy solo puedo contarles hasta aquí, es bastante tarde, aunque mi cuerpo no pida descanso mañana reclamará si no duerme lo suficiente, pero este suceso continúa,  estas preguntas tienen respuesta, y cada una fue descubierta mucho tiempo después, en que aquellos ventanales transparentes me daban el permiso de ir ahondando en un drama profundo, en el que el verdadero amor es escondido…

            Con el olor a tabaco inundando la habitación abandonado en un cenicero cerca de mis manos, suelto el lápiz que marca cada pensamiento, cada memoria grabada, mientras las imágenes se deshacen en mi mente, me dejo seducir por esa maravillosa historia…

            Mañana será otro día y con ello, un nuevo manojo de sorpresas solventará mis cuentos, mis plegarias, mi vivencia como el testigo silencioso de aquella pareja equivocada.

 

Nos vemos cuando el viento toque a mi puerta,
los recuerdos se agolpen, tomen fuerza y se describan entre esencias

Notas finales:

El primer capitulo de un pequeño cuentito que hice de madrugada; lo único malo de esto que cuando me da la inspiración por las noches al otro día preguntan hasta que horas de la noche estuve tecleando.En fín, no importa seguiré haciendolo si mi mente, lo pide. Como dije solo tiene dos capitulos asi que el próximo estará pronto.
¡Gracias a quienes leen! Esperaré sus opiniones.


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