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"Virgen a los Treinta" por Chaotic Kittie

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Notas del capitulo:

Bueno esta vez Kureru esta algo raro, si más extraño de lo normal y luego de un vil engaño de Moritsu, vuelve a ver a su pequeña pesadilla.




Me he decidido a hacer este extra, porque no estaba tranquila así que como me salió más largo de lo que pensaba tendrá otro capitulo más. Gracias a ustedes por acompañarme n.n.

“Artes de Seducción”

 

 

“Virgen a los treinta”

By Chaotic Kittie

 

 

“Un atrasado San Valentín”

 

 

 

¡Si! ¡Urra! ¡Yupi! Y todos los calificativos que se le puedan dar a un hombre feliz, si demasiado realizado y con una cita entre las piernas, digo entre las manos.

En fin, se preguntarán el “gran” y  especial motivo, para que este hombre tan normal este de manera tan eufórica.

Pues, se los contaré, aunque si no lo quieren saber, igual tendrán que leerlo.

O sea, cualquier hombre estaría totalmente radiante con una cita.

¡Si! Por fin una cita con una hermosa y despampanante mujer, creo que estoy exagerando.

La verdad…

Es que alguna desconocida de las auditoras, que nos escuchan a menudo en la radio, se gano un concurso para salir conmigo el día de “San Valentín”.

En realidad ni recuerdo como llegamos a esto

Quizás si…

 

12 de Febrero

 

Estaba en la Radio finalizando el programa, había sido un largo tiempo haciendo de animador por cierta semana que me estaba matando.

 

Realmente no tenía suerte en estas cosas…

Entonces, ¿Por qué demonios estaba celebrándola?

 

El cochino dinero tenía toda la culpa, todo por ganar unos cargos extras.

 

— Mis queridas auditoras “Junto a Ti” ya termina sus transmisiones, en esta semana del Amor les deseamos el mejor de los éxitos a quienes hayan encontrado a su alma gemela y a aquellas que aún las buscan —hice una pequeña pausa— También a nuestros amigos, los románticos empedernidos, Kureru les saluda desde su radio preferida.

 

Justo en el momento en que pronuncie la última silaba, un portazo me hizo dar un salto botando el micrófono con todos escuchando.

 

Suspire hondo al ver a mi “amigo”, Moritsu, a mi lado sonriendo.

 

Si, sonriendo de una forma demasiado extraña, justo cuando iba a agacharme a recoger el aparato, el amablemente lo coge entre sus manos y saluda a la multitud.

 

El raramente se aparece de la nada y habla con la gente, pero esta vez lo hizo.

 

Enseguida me di cuenta de que estaba tramando algo…

 

Y así fue.

 

Un pequeño discurso sobre el amor y luego soltó como si nada a su amigo del alma en un concurso para que una de las chicas saliera conmigo.

 

“esto te hará bien, agradécemelo más tarde” Susurro maliciosamente al acercarse a mi tomando algunas llamadas entre el montón.

 

Debo admitir que nadie me ha visto en persona, así que finalmente el muy “bastardo” me escogió una mujer luego de decir “esta es perfecta para Ti”.

 

Yo les digo, Nunca, absolutamente jamás confíen en alguien así, pero es complicado porque este hombre tiene el don de la palabra.

 

Y me convenció de manera instantánea, es que de verdad su poder de convencimiento me asombra.

 

“Esta es tu oportunidad, tigre”

 

A que es un mago con esto del convencimiento.

 

Se lo que están pensando, pero no me importa son unos envidiosos porque tendré una cita, para esa fecha y ustedes no. Bueno la verdad es que será unos días después pero no importa.

 

Y aquí me ven unos cuantos días después de haber pasado el catorce esperando a que sea diecisiete, y por fin es el día triunfal en que Kureru dejará de ser un triste hombre de treinta para pasar a un hombre sin complejos.

 

No contaré mis días de receso…

 

17 de febrero

 

¡Si! ¡Cita! ¡Cita!

 

Llegue tarareando a casa, últimamente estaba todo demasiado tranquilo para mi persona, luego de haber tenido esa experiencia tan paranoica, todo había corrido normalmente.

 

Yume no había aparecido…

 

De repente me quedé parado con cara de idiota observando el sillón, recordando cosas raras, si muy raras, así que mejor era ir a arreglarme para la cita.

 

Había salido más temprano aquel día, así que sin más subí hasta mi habitación y saque toda la ropa que tenía guardada.

 

Estaba a punto de colocarme mis pantalones regalones, me estaban llamando, pero luego lo pensé mejor y terminé colocándome aquella ropa que Moritsu había elegido para mí.

 

Me desordene un poco el cabello, la verdad es que no parecía yo.

 

Parpadeé varias veces y luego arregle la musculosa que estaba marcando demasiado mi cuerpo, estaba algo ajustada para mi gusto.

 

“Todo sea por una chica”

 

Y con esa extraña mentalidad, salí de casa media hora antes de la hora acordada.

 

Si les confieso, no estoy nervioso ni nada, esto esta haciéndose extraño, a lo mejor los ovnis me raptaron y ahora no soy yo, es otro que se hace pasar por mí.

 

¡Nooooooo! Ok, creo que estoy algo maniático.

 

En el momento en que me estoy calmando, la musiquita de mi celular comienza a sonar.

Buscando por todos lados el aparatito este, lo encuentro en uno de los ajustados bolsillos.

 

Por eso prefiero mis pantaloncitos.

 

— ¿Aló? —Contesto con la voz lo más neutral posible.

—Kure chan —melosamente habla Moritsu

— ¿si?

—No estés nervioso, Tigre —comienza a reírse

—Idiota

—Así me quieres… —canturrea al otro lado de la línea

—Si, así te quiero para mi desgracia.

— ¿Ya llegaste?

—Si acabo de llegar

—Tan puntual, el caballero—vuelve a burlarse

 

No estaba para estas tonteras, tenía una cita, así que me centre en mi objetivo de esa tarde.

 

—Ya, te dejo

—Bueno, pásalo bien —riendo— aprovecha a quien elegí para Ti.

 

Deje el teléfono, con un gran esfuerzo en el bolsillo derecho y luego me senté en la pileta central de la plaza de armas.

 

¡Una gran cita!

¡Una muchacha despampanante!

¡Una mujer de pies a cabeza!

 

Estaba entre mis pensamientos más sanos, cuando veo un cuerpo bastante, pero demasiado conocido para mi gusto.

 

El que se fue acercando de a poco.

 

No llevaba mis lentes así que se me hizo algo difícil diferenciarlo, la persona seguía acercándose y con eso mi nerviosismo aumentaba, quizás era la chica.

 

Si, realmente por lo que observaba desde lejos tenía un bonito cuerpo, realmente precioso, creo que por unos momentos me quede pegado tratando de verle su carita, que ya me la imaginaba toda dulce.

 

Los últimos pasos los dio lentamente, moviéndose con seguridad, y ahí me di cuenta de que Moritsu nunca me dijo que era una chica la de la cita, sino un hombre.

 

¡Si! Un hombre…

 Y no cualquiera….

 

—Yume… —susurre inmediatamente.

 

Esta pequeña frasecita se me hacia un Tabú, creo que varias veces la he dicho.

 

O sea, Yume en la esquina, Yume en mi casa, Yume en la radio, Yume en mi cita…

 

¡Si! Yume en mi cita, sonriendo sensualmente mientras me observa de forma inocente con sus grandes ojos a la expectativa, con sus pantaloncillos ajustados, esa  playera de colores cremas que juegan con el tono de su piel  y ese extraño pañuelo sobre su cuello que te invita a buscar más…

 

Espera, soy un idiota, en que estoy pensando…

 

No digo nada más y nos quedamos en silencio por largo tiempo.

 

¡Ahora si estaba nervioso! Muy nervioso, ni siquiera era capaz de pensar ni como para mover un músculo.

 

— ¿Me tendrás todo el día esperando?

— ¿Cómo?

—Pues, si me tendrás todo el día aquí —apuntando hacia su sitio —Nos están mirando

 

No supe como lo tome por la cintura y lo arrastre hasta un café cercano que siempre visitaba, solo. Realmente entre mi hermano, mi amigo y yo, no hacíamos ni uno solo.

 

Volví a observarle de reojo, hace tiempo que no lo había visto, y ahí me encontraba babeando como todo un gay, pero si yo quería una linda chica.

 

“Mentira, ni siquiera te daba tanta emoción” Mi conciencia otra vez, moví la cabeza para los lados mientras mantenía mis manos sobre mis rodillas, hace un buen rato que estábamos esperando.

 

Ya cuando me arme de valor nos interrumpieron.

 

—Buenas tardes, Soy Amanda —la camarera nos invito a pedir algo con una dulce sonrisa—. ¿Qué desean servirse?

 

Así quería a una chica porque las cosas salen de este modo.

 

Yume hizo sonar su mano sobre la mesa haciéndome despabilar.

 

—Dos tazas de café— respondí sin ver la carta.

—Está bien, ¿algo más?

—Si, para mi traiga un pastel de fresas, otro de duraznos y uno de tres leches —Yume hablo animado— ¡luego elegiré más!

— ¿Donde metes tanta comida? —dije impresionado

— Pues donde va a hacer, después de todo soy tu cita —Yume hablo con encanto, mientras la chica nos observaba sin estar incomoda.

— ¿Son pareja? —ella hablo de repente haciendo que la voltee a ver incrédulo.

— En realidad…

— Algo así —él respondió antes que yo.

— Vaya, debería apurarse señor, es un niño muy lindo —susurro la chica, cruzando su vista con la de Yume.

 

Posé mi cabeza en una de mis manos apoyándola de lado, siempre que lo analizaba Yume terminaba siendo el centro de atención de todo, inclusive para mí, el había acabado siendo un reto, o quizás mucho más que eso.

 

Creo que he cambiado.

 

— Enseguida les traigo su orden, chicos —con la misma timidez de un comienzo de despidió, para emprender camino a lo que sería la cocina.

 

Yume me observaba directamente a los ojos a lo que yo respondí desviando la mirada por unos minutos, no podía tener los ojos demasiado de tiempo sosteniendo el contacto con los suyos, pero era como estos miedos curiosos, a los que tu buscas mientras tratas de huir.

 

Tan contradictorio.

 

— Eres muy lento, Kureru —su voz sonó hostil.

 

Por primera vez ese niño me mostraba otra faceta y yo quería ser el primero y el único espectador de aquellos cambios de humor.

 

Me conecte de nuevo con sus ojos perdiéndome en su profundidad por unos momentos.

 

— Así es mi ritmo —trague saliva no estando muy seguro de la próxima frase— Aunque te desespere seguiré siendo así.

 

Volví a colocarme erguido en el asiento, mientras trataba de arreglar ese incomodo pantalón.

 

Lo observe desde arriba mientras era él quien se quedaba en silencio, podría jurar que estaba enfurruñado, bastante molesto con todo lo que había pasado entre nosotros.

 

Quizás estoy pecando de seguridad, pero creo que lo conozco más de lo que el se conoce.

 

— Yo no soy cualquiera, para “conquistarme” debes utilizar todo lo que tengas

— Pues, eso haré

 

Me impresionaba la seguridad que estaban extiendo mis palabras, yo realmente nos e de donde sacaba el valor, si prácticamente el había corrido, entonces estábamos aquí teniendo una “cita”

 

Matare a Moritsu

 

Ya hecha mi anotación mental puedo quedarme más tranquilo, que más se le va a hacer hay que disfrutar con este pequeño.

 

Amanda trajo los pedidos y los dejo en sus ubicaciones correctas, despidiéndose con una pequeña reverencia y unas palabras de aliento para mí.

 

Era una chica bastante tímida, algo rara quizás…

 

— Nunca podrás tenerme por completo —dijo luego de que nos quedamos solos.

 

Pese a que no entendía del todo sus palabras, me sonaban a advertencia, como si me estuviera dando un paso que a no cualquiera otorgaba.

 

Sin pensarlo dos veces…

 

— Por ahora, con un pedacito de Ti, estaré bien

 

No sé de donde saco tanta palabrería barata, como llamarían algunos, para mi sigue siendo romanticismo.

 

— Ya lo dijiste —ahora me hablaba suavemente mientras cerraba uno de sus ojos, un guiño bastante inocentón pero que se veía perfecto en su cara.

 

Aún así sentí que firme mi sentencia de muerte, pues quien sabe.

 

 

La tarde se fue haciendo noche y con ello nuestros pasos nos llevaron a algún lugar que Yume conocía de memoria y que yo ni siquiera había visto por fuera. Después de haber ido a varios lugares escogidos por mi y pasarlo de forma decente, según mi opinión, fue él quien dijo que era su turno de elegir.

 

Supongo que somos demasiado diferentes, ya tocando cerca de la media noche llegamos hasta un sitio lleno de anuncios con neón, él más grande decía: “Pecados, lo prohibido es tu perdición y tu placer”.

 

Definitivamente era una discoteca para homosexuales…

 

— Creo que es tarde —susurré tironeando el brazo de Yume.

— Si quieres vete

— Tú ¿te quedarás?

— Claro, a eso vine —sonrió de forma malévola.

 

Sentí un escalofrió en la espalda, como si un Rey estuviera en sus dominios, seguro, confiado, increíble, poderoso.

 

Se desordeno el cabello, puso sus manos en los bolsillos y entro al lugar, mientras las personas se daban vuelta a mirarlo.

 

Esto era demasiado peligroso, por esta vez haré que mi deseo prohibido se haga presente, y con ese pensamiento me acerque a él y lo tome por la cintura para su sorpresa, acercándolo a mi cuerpo.

 

Claramente como era más bajo que yo, no fue difícil rodearlo por completo y mantenerlo en mi prisión.

 

Ahora que lo tengo definitivamente no se me escapará.

 

 

 

 

 

 

“El peligro es engañoso, mientras más ligero parezca, mas hundido estarás”

 

Hayate Kureru

 

Notas finales:

¿Qué les pareció?


En fin me tomo la libertad en las notitas de autor para hacer varias cosas así que si no quieren leerlas no los obligo.


Primero que todo aclaro, que este Fic “Virgen a los treinta” va de la mano con otro fic que se llama “artes de la seducción” Es por lo mismo que no hablo demasiado de Yume, ya que en el otro fic se toma desde su perspectiva varias historias de este seductor andante.


Segundo aquí les dejo la dirección del otro fic, pero les aviso no es obligación que lean, solo si alguno tiene curiosidad pues los invito, ha estado paralizado un tiempo pero es por razones personales.


http://amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=40219&warning=5


Tercero, Chicos, lectores, amigos y todos quienes se pasen a vaguear por aquí, realmente les agradezco todo, y seguiré agradeciéndolo siempre, espero que sea un buen día y que disfruten de estos extras n.n


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