Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

True Colors por Kyokawiichan

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Una nueva entrega! *u* Entrega especial, entregada a tiempo, pero publicada con un ligero atraso XD Pero esta bien, publicarlo no era lo más importante.

Espero que les guste mucho, aunque para varear ya no es la pareja que suelo usar para mis songfic XD pero espero que de igual modo les guste mucho (:

Dedicado a mi preciosa Mary, pero tu ya lo sabias X3 Y me alegro mucho que te haya gustado, y que de algun modo te haya servido.

Tu, de mirada triste,
no te desalientes.
Ya lo sé,
es difícil armarse de valor.


Siento que lo admiro. Como siempre nos ha dirigido, como siempre se ha mantenido en alto y como inspira respeto, esa aura que lo rodea desde el primer día en que cada uno lo conoció, quizás desde mucho antes, quizás por toda su vida. No puedo evitar sonreír cuando lo veo, porque a pesar de todo, aunque luzca inalcanzable o frío, conmigo las cosas son diferentes.

Se que en realidad él no es siempre fuerte, se que en realidad él no siempre es duro. Se que bajo esa mirada profunda y esa voz madura, bajo esas palabras secas y esa actitud distante, está mi Kaoru cálido, mi Kaoru cuidadoso y atento.

- ¡Kyo! - lo llamó moviendo su mano frente a su rostro.
- ... ¿eh? - sentándose mejor en la silla donde estaba, desorientado.
- No te distraigas, y ve a grabar tu parte -
- ... Si, si -

Me levanté perezoso, pero con una sonrisa divertida.

Pero es verdad, sí lo admiro. Que de una manera u otra, consiga sobreponerse a las adversidades, consiga tomar la mejor de las decisiones y hacer que ninguno dude de que es lo correcto. Kaoru tiene mucho coraje, aunque se camufle bajo su rostro impasible.

En un mundo lleno de gente,

Durante el día, las cosas no se centran en él. Deben haber tantas cosas que pasan por su cabeza, tantos asuntos, tantos problemas que nosotros desconocemos. Y es que a Kaoru nunca le ha gustado compartir las cosas que le suceden. Quizás reservado, quizás misterioso. Quizás solo lo hace para no darle importancia a sus problemas.

- ¿Han visto a Kao? - les pregunté a los que estaban en el estudio.
- Creo que dijo que iría a la cafetería a fumar... - me dijo uno algo distraído.
- Gracias -

en el que te puedes perder por completo.

A fumar. A veces él lo hace para despejar su cabeza, a veces lo hace para darle más vueltas a un asunto, a veces solo lo hace para estar solo. Pero siempre me lo encuentro de esa forma, sentado cerca de las ventanas, mirando las calles ajetreadas, fumando mientras la gente vive a su alrededor, él mirándolas estático, ausente, ajeno a todo eso.

Me pregunto a veces que pensará Kaoru cuando simplemente se sienta a observar. Me pregunto si aún a pesar de que me tiene, se sentirá solo. ¿Me faltará llenar un vacío? La incertidumbre es una de las cosas a las que a veces debo enfrentarme y ser paciente, por estar con él.

Y la oscuridad dentro de ti,
puede hacerte sentir tan pequeño.


- ¿Kaoru? -

¿Será eso? Que no le doy todo lo que necesita. No puedo evitar pensar que algo en mi falla, a pesar de que todo me diga que simplemente él es así y que no es necesariamente mi culpa.

Volteó con suavidad su rostro, sin sorprenderse de verme, su semblante poco a poco y a medida que se iba encontrando con mis ojos, cambiando a ser una serena sonrisa.

- ... Kyo -

Pero veo tus verdaderos colores,
brillando a través.


No, esa sonrisa. Es auténtica, a pesar de que sea tan calmada, a pesar de que no sea tan efusiva ni alegre como me gustaría, yo se que es un gesto del alma. Las sonrisas de Kaoru siempre son un alivio para la mía, me dan paz, le dan calidez a mi cuerpo.

Un gesto tan pequeño, pero se cual es la importancia.

Veo tus verdaderos colores,
y son la razón de porque te amo.


Y se que a nadie más le sonríe de ese modo.

No temas, déjalos brillas,
A tus verdaderos colores.


"Tómame de la mano, fuerte. Aunque sea a escondidas, aunque dure un segundo. Tómala"

Nunca puedo dejar de mirarlas, nuestras manos tomadas. Sus dedos aprisionándome, con cariño y firmeza, como si no quisiera que me fuera jamás. Me pregunto si tendrás miedo de perderme, si seré tan importante y necesario para ti, como tú lo eres para mí.

Me gustaría poder preguntártelo, pero, ¿no sería algo tonto hacerlo? Supongo que ya me lo  has dicho, las tantas veces que me has abrazado, las tantas veces que me has besado, las tantas veces que me has atrapado entre tus brazos, llevando al máximo la cercanía.

Tan hermosos como un arco iris.

- ¿Eres feliz? - pregunté de pronto, en un susurro.

Lo miré, para ver si habría provocado algo en él mis repentinas palabras. Pero él seguía allí, con su mano tomando la mía, hasta que agudizó su mirada y volvió a sonreír con tranquilidad.

- Te amo - logrando sorprenderme a mí.
- ... no lo digas tan de la nada - apenado.

Dejó escapar una ligera risa, que sonó tan poco familiar a mis oídos. La verdad es que Kaoru no se reía mucho, y hablo de una risa real. No de las de cortesía, sino una que le nazca de lo más profundo. Aquella quizás solo era una de sus risas para ayudarme a no sentir que había dado la respuesta incorrecta a sus palabras.

¿Qué deseaba escuchar de mí?

Muéstrame una sonrisa entonces,
no estés triste. No puedo recordar
la última vez que te vi reír.


- Es mejor que regresemos - soltándome, apagando el cigarro.
- S-si - levantándome.

Noté tan rápido en mi mano su ausencia, la sentí fría. Caminé detrás de él, para que no notara la forma en que miraba mis dedos, ni la manera en que miraba los suyos tan cerca, y sin embargo, tan lejos. Su voz me sobresaltó, cuando estábamos por llegar.

- Soy feliz - dijo sin voltear a mirarme - Es solo que hay muchas cosas en las que debo concentrarme -

Pero eso era obvio, era el líder de la banda, y se notaba que tenía demasiadas obligaciones sobre sus hombros, pues apenas abrió la puerta, tres voces distintas lo llamaron. Si no fuera porque me dice que a mi lado es feliz, pensaría que solo soy un asunto más en su vida del cual debe ocuparse. Otra molestia.

Si este mundo te enloquece,

- Nos vemos mañana - dijo el último antes de salir.
- Hasta mañana - se despidió Kaoru con calma y luego me miró - ¿Vamos? - ofreciéndome su mano.

"Tómala"

Asentí terminando de guardar las cosas en mi bolso antes de tomar su mano con cariño y dirigirnos juntos a mi departamento. Veía en el auto su rostro cansado, y me hizo sentir un tanto culpable de siempre hacer que terminara cocinando algo para ambos luego de trabajar.

- ¿Qué haces? - le pregunté cuando entrábamos a mi sitio.

Me miró extrañado cuando lo saqué de la cocina, insistiendo en que esa noche no se molestara en hacerlo, además de que ninguno estaba muerto de hambre, podíamos pedir algo... y quería que descansara. Sin duda mi querido Kaoru estaba agotado, y nuevamente lo disimulaba para no preocuparme.

y has tomado todo lo que podías soportar.

Nos recostamos en el sofá para ver televisión, aunque se hizo un silencio entre ambos, pocas veces eran las que éstos podían resultar incómodos o tensos. Supongo que, como a tantas otras cosas, me había acostumbrado, y más que ninguna otra cosa, disfrutaba mucho de su compañía y su presencia. Aunque estuviera sin hablar, se notaba que él estaba allí.

Por el sonido de su respiración. Por el calor que su cuerpo me transmitía.

- Kyo - susurró.

Llámame.

"Abrázame, fuerte. Aunque dure un segundo, sintiéndome en tus brazos. Abrázame"

Me quedé quieto, el aire abandonando mis pulmones cuando me rodeó en un abrazo, cálidamente, pero firme, sintiéndolo apoyar su frente en mi nuca y provocándome escalofríos. Cualquiera lo miraría extrañado, porque no son cosas que suela hacer en frente de todos. Nunca ha demostrado debilidad frente a nadie, nadie excepto quizás yo.

Y es que en realidad él no siempre es fuerte, en realidad, él no siempre es duro.

- Kyo - repitió, sosteniéndome más fuerte.

Porque tu sabes que estaré ahí.

Volteé a mirarle, él correspondiendo la mía con una que no pude descifrar. Si era tristeza, o si sonreía sin hacerlo realmente. Si me pedía ayuda, si me pedía consuelo. O si no me pedía nada...

- Kaoru... - susurré.

Mis brazos se abrieron para él, mi pecho recibiéndolo cuando se inclinó para apoyarse y esconderse en él, recostándome en el sillón para que quedara sobre mí. Sonreí sin pensarlo, se me antojaba que en esos momentos, Kaoru solo se trataba de un niño, pidiéndome mimos. Pidiéndome cariño.

Y veo tus verdaderos colores,
brillando a través.


Se aferró a mi, a mis ropas, apoyando su mejilla en mi pecho, quizás para sentir mi corazón en un ritmo relajante. El sonido de los latidos puede ser la mejor melodía de cuna que alguien angustiado podría escuchar.

Al menos eso es lo que yo creo. Al menos eso es lo que parece, al abrazarlo y al acariciar su cabello.

Veo tus verdaderos colores,
y son la razón de porque te amo.


- Te amo... -

Aquellas palabras nuevamente, acelerándome un poco.

"Dímelo. Necesito escucharlo"

Aquellas palabras que para otros podrían resultar debilidad. Debilidad. Si fuera cualquier otra persona, podría pensar erróneamente que Kaoru estaba siendo inseguro. Pero no soy cualquier persona, no pienso como todos. Para mí, pedir ayuda o consuelo no es debilidad. Sino fortaleza. Saber cuando se necesita a otra persona... Eso no es tener miedo.

No temas, déjalos brillar,
a tus verdaderos colores.


- Te amo - acariciándolo.

Pude sentir como se relajaba sobre mí. Como levantaba su cabeza para ocultar su rostro en mi cuello, no la veía, pero sabía que estaba sonriendo. No pude evitar hacerlo yo también, aunque sea momentáneo, podría darle un alivio. Podría darle a su corazón un poco de calma...

Unos minutos a su mente para que no pensara en nada más.

- Te amo - repetí.

Comencé a sentir entonces como su mano suavemente bajaba por mi torso, llegando al filo de mi ropa y volviendo a subir. Su piel contra la mía, provocó que me riera, y contra mi cuello rebotó su risa, tan ligera y un poco ronca.

Pero auténtica.

Y son tan hermosos como un arco iris.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).