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Sobre hielo por Cuandomipadreduermee

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Notas del fanfic:

Esto me parece un poco guarro! jaja Peroo es que me gusta escribir guarradas (??) Graciias a todos de antemanoo :D:D

 

Sobre hielo

—¡Joderos, putas! –Max desliza sus patines hacia atrás –. ¡No podéis vencerme!

 

Louis llega por su espalda y coloca su stick a forma de zancadilla. Max cae hacia atrás y el equipo contrario le hace burla. Max se levanta enfadado y le planta cara a su compañero de equipo. Es más bajito y más delgado, pero con el holgado traje de hockey apenas se nota.

 

—Vete a la mierda, Louis.

 

El palo de metal se clava en el estómago de Louis que se dobla, pero contraataca con el suyo lanzándolo a las piernas de Max. Éste se cae de nuevo al suelo y antes impacta su cabeza contra la de su compañero. Varios chicos del otro equipo aprovechan para darle su merecido a Max. El árbitro llega, pero también se lleva su merecido.

 

 

 

Max cierra la taquilla de un golpe y empieza a secarse con la toalla. Fulmina a Louis con la mirada. El último jugador del equipo abandona los vestuarios. Max se levanta con su toalla alrededor de la cintura.

 

—Tú, puta. –Acorrala a Louis contra una pared y le pega un puñetazo a la misma –. ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me pegues cuando jugamos? Me dejas en ridículo.

—Ya eres bastante ridículo tú solo.

—Tu poya sí que es ridícula –Max sonríe de medio lado.

—Pero te encanta, ¿verdad?

—Me gusta más la mía. Es más grande.

 

Louis no puede resistirse más y se lanza a los labios de Max. Ese cabrón le pone a cien, y lo peor es que ni siquiera sabe porqué, ni desde cuando...Ni siquiera cómo es posible. Pero le da igual. Muerde el labio de ese cerdo y tira de él. Max intenta morder la mandíbula de Louis, pero no lo consigue. La toalla que lleva alrededor de la cintura cae al suelo, o Louis hace que caiga al suelo...

 

—Eres una zorra –susurra Max en la oreja del muchacho antes de lamerla –. Vas a pagar por esto.

—Creo que eres tú quien va a pagar por todo.

 

Louis sonríe y desliza su mano izquierda por el pecho aún mojado de su compañero. Max se entretiene besando y lamiendo su hombro. La mano sigue bajando por el abdomen, y no duda un momento cuando acaricia la polla también mojada. El rudo de Max derrama su aliento sobre la piel del más joven al sentir su miembro tirar y levantarse lo justo.

 

—Puta.
—Deja de decir palabrotas, mal hablado, o tendré que lavarte la boca con jabón. O hacer que me la comas para que te calles.
—Tú sigue con tu trabajo.

 

La mano de Louis sube y baja la piel de la polla de Max mientras este no para de besarle ni un segundo. Repasa el glande con su dedo gordo mientras sigue con su movimiento de sube y baja. Louis se acaricia por encima de los calzoncillos con su mano libre y piensa que como no folle pronto, le reventará. Da la vuelta a su compañero sin dejar de pajearle. Max deja escapar unos cuantos gemidos cortos, no le quiere dar el gusto a Louis de oírle gritar de placer.

Aun estando de espaldas el mayor se las ingenia para bajarle los calzoncillos a su amigo. Nota como la polla del otro se alza y le roza la piel. Le produce escalofríos.

 

—¿Por qué no me follas ya, cerdo? –pregunta Max –. Lo estás deseando.
—¿No quieres que te prepare ni un poquito? Quizás un dedo...

Max agarra la polla de su amigo y mueve la mano rápidamente haciendo que Louis flaquee y tenga que apoyar su cabeza en en su hombro. Aparta la mano de su amigo y le muerde el cuello.

—Estás perdido.

Louis inclina a Max que se apoya sus brazos sobre un banquillo para cambiarse y su flequillo negro le cae sobre los ojos. Humedece sus dedos y después la entrada de Max. Luego, sin más preámbulos, mete la punta de su polla en él. Max aprieta los ojos, pero no se queja. El otro se inclina sobre él, enterrándose aún más. Se separa y vuelve a entrar.

 

—Hijo de puta –lloriquea.
—No seas así –gime, pero solo un poco. Lo suficiente – has sido tú quien quería esto.

 

Louis vuelve a repetir el movimiento. Max asía el banquillo con fuerza. Por fin deja de quejarse y deja paso libre al otro. La pelvis de su amigo es un don de Dios, como se mueve en su interior...Es lo más placentero que ha sentido en su vida. La mano de Louis vuelve a la polla de su amigo. Se mueve más rápido que él mismo, sabe que Max se correrá antes que él y perderá la apuesta. Besa la espalda desnuda de Max y descansa su cabeza en ella mientras sus movimientos continúan.

 

Max aprieta la mandíbula. Como ese cerdo siga pajeándole así no tardará en correrse...Está seguro de que va a perder la apuesta y tendrá que ser el que recibe otro día más.

 

 

 

—Estoy deseando de probar ese culo de nuevo, maricona.
—Hace más de un mes que no lo haces. Deberíamos apostar también una mamada.
—Puedes hacerlo sin apuestas –Max sonríe –. Sabes que te encanta.

 

Louis termina de abrocharse las botas y se levanta del banquillo. Le encanta todo Max, suerte que no lo sabe.

—Nos vemos mañana –dice y se despide con la mano.
—¡Mañana tendrás un día de culo, querido!

Max sonríe. Otro día perfecto.


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