Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I KNOW WHAT LOVE IS por Shizumi Eibrin

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

CAPÍTULO 1: Un Mal Comienzo

I was forgotten / Until you called my name / Lost in the shadows
Until you shined your light my way / Now I believe again
I’m wide eyed and innocent / Those doubting days
Are so far away and Oh

Tal vez ya han escuchado historias de amor como esta, de dos seres que sufren por amor y que al final todo termina en un final feliz. Pero quise salirme de los parámetros normales para desarrollar una historia diferente pero sin salirse del tema del romance que me caracteriza, pues siempre habrá en todas algo de ese sentimiento que identifica al ser humano y lo hace especial, el poder de amar a otros.

Todo inicia una fría noche de enero, una mujer de cabello negro lleva un bulto en sus brazos, se acerca a una iglesia, deja el paquete y toca la puerta; cuando el cura abre un llanto le hace mirar hacia abajo, se agacha y al destapar el bulto descubre a un bebé con cabello plateado, suspira al ver que otro niño era abandonado a las puertas de su iglesia y alzándolo entra cerrando la puerta tras de sí. Pasan diez años desde ese día, en un orfanato los chicos se arreglan y se preparan para recibir a las parejas que irían a adoptar; el chico de cabellos plateados observa desde la rama de un cerezo. Cuando todos son llamados, él se ubica en último, su mirada dorada se ve triste, sabe que la mayoría de las parejas escogen bebés o niños muy chicos, sabe que no tiene esperanzas, pero le duele cuando uno de los niños de su misma edad es adoptado y se marcha; corre hasta su refugio, una bodega vacía al final de los terrenos del orfanato. En él llora sin parar hasta que la puerta se abre y entra una mujer joven de cabello corto y con un plato de comida:

Srta.: ¿Qué haces aquí Shian?
Shian: Nada señorita Orima – Dice secando sus lágrimas.
Srta. Orima: No me mientas – Se acerca y se arrodilla frente al niño – lloras porque adoptaron a Mikashi…
Shian: Es un niño de mi misma edad… es que hay algo de mal en mí…
La señorita Orima lo abraza y Shian se sonroja al sentir como acaricia su cabello con delicadeza.
Srta. Orima: No hay nada malo en ti… eres muy especial y un niño muy lindo.
Shian deja de llorar, algo no anda bien, la señorita le toma el rostro con sus manos y le sonríe de forma rara, de pronto lo besa con pasión a la vez que una de las manos de la mujer irrumpen en su pantalón.

Shian despierta de forma abrupta al soñar nuevamente con lo que le pasó hace tres años; desde hace un par de semanas que vivía con esos chicos de una de las pandillas más peligrosas de la ciudad de Tokio. Poco después de que la señorita Orima lo violara tuvo la oportunidad de escapar, bagó por un tiempo y se unió a esos chicos que le enseñaban a pelear y a robar. Pero el destino se topó con él; varios meses después en un robo, los chicos escapaban por diversas rutas, Shian cruzó una calle sin mirar y casi es arrollado por una limosina negra, se quedó petrificado del susto y no notó que alguien había salido y que se encontraba frente a él, el hombre de 1.89 que tomó a Shian del brazo y le quitó la gorra que ocultaba su larga cabellera plateada:
Hombre: ¿Cómo te llamas chico?
Shian: Yo… yo me llamo… Shian señor…
Hombre: Tienes un lindo nombre… mi nombre es Yurai…
Con su otra mano Yurai sujeta el mentón de Shian y acerca su rostro a la del sonrojado chico. Su mirada esmeralda y su cabellera negra eran muy penetrantes y en ellos podía ver lujuria.
Yurai: Eres muy hermoso en verdad… creo que me gustarás…
Yurai fuerza a Shian a entrar en el auto y este se marcha de ese lugar a toda prisa; pasan dos horas hasta que Shian recupera el sentido. Se encuentra en una hermosa y elegante habitación, recostado en una cama y con un quimono azul puesto, se levanta y comienza a examinar todo el lugar. Aún es de noche y no hay mucha luz, así que le sorprende ver a alguien sentado en un sillón mirándolo fijamente, esos ojos verdes le dieron miedo y más sintió pavor cuando vio como se le acercaba y lo abrazaba besándolo con furia, adentrándose con violencia en su boca.

Trata inútilmente de soltarse pero Yurai lo lleva a la cama, lo desnuda y lo penetra sin ninguna delicadeza, él era salvaje y no le gustaba perder el tiempo; Shian se sintió basura, nuevamente era ultrajado, tratado sólo como un objeto de placer para otros, olvidando que es un ser humano. No se mueve del miedo y por el inmenso dolor; sólo puede esperar que todo acabe, lo cual ocurre al llegar la mañana. Ahora era el amante de turno de Yurai Hoyoki, el hijo de una de las más poderosas familias de la mafia en los últimos tiempos; si trataba de huir le darían muerte, era sólo un chico de trece años y no se sentía muy fuerte para escapar de un mafioso. Pasan tres años más, de alguna manera Shian aprovechó su estancia en ese lugar, Yurai se había obsesionado con el chico y hasta le pagaba por sus servicios, le educaban maestros privados y tenía alguien que le enseñaba a pelear y a disparar.

Al cumplir sus 16 años, Yurai tuvo que salir de viaje por tres días; Shian sabía que si iba a escapar sería en ese momento, tomó todo el dinero que había ahorrado y compró un pasaje a Nueva York y el resto lo depositó en una cuenta a su nombre en un banco de esa ciudad, a pesar de ser menor de edad, Yurai le había dado total libertad para usar su dinero, otra ventaja de haberse convertido en un buen amante. El mismo día en que Yurai se fue, Shian se marchaba a una nueva vida, sabía que arriesgaba demasiado, pero era preferible a seguir como amante de ese tipo. Al llegar a su destino y con el dinero restante compró un pequeño departamento y lo amuebló, se sentó y encendió la chimenea, y por primera vez se sintió libre. Cuando Yurai regresó a su casa y no lo encontró su furia estalló, más sin embargo no quería matarlo, ese chico era muy bueno y sólo lo deseaba de vuelta en su lecho.

Transcurren tres meses y Shian consigue trabajo en una gasolinera, a pesar de sólo tener 16, su 1. 80 m de estatura le ayudaba a pasar por alguien mayor, eran muy alto para su edad. Una tarde, un porche negro se situó frente a él y un joven de cabello corto verde oscuro y ojos color amatista se asomó por la ventanilla; ese joven se llamaba Biron de 24 años y un 1.84 de estatura que no se notaban en ese momento. Biron por su parte no reconoció al chico que le atendía, desde hace más de seis meses que visitaba esa gasolinera, era un chico muy apuesto y con esa larga cabellera plateada se veía increíblemente apuesto. Pero rápidamente razonó en lo que pensaba y se regañó a sí mismo por pensar estupideces, rápidamente se marchó ya que iba tarde a su trabajo.
Como a las doce el turno de Shian ya había acabado y el joven se encaminó a su casa, no tardó mucho para darse cuenta de que cuatro tipos le perseguían, sabía quienes podrían ser y no iba a arriesgarse; comenzó a correr y las sombras lo siguieron. Pero al no conocer bien la ciudad Shian llegó a un callejón sin salida:

Hombre: Recuerden que hay que llevarlo vivo… pero que le enseñáramos el castigo por escaparse…

Los hombres se rieron por lo bajo y Shian sintió que su suerte había acabado. Eran las 3:30 a.m. cuando el turno de Biron en el club donde trabajaba como cantinero había acabado y se dirigía al estacionamiento para irse a casa, cuando vio como golpeaban a un chico al acercarse un poco más reconoció la larga cabellera plateada del chico que yacía en el suelo. Sin pensarlo sacó si 38 mm y sin problemas despachó a los hombres. Al levantar al chico se dio cuenta de que tenía varios cortes y golpes; con cuidado se lo llevó a su casa y lo recostó en su cama, lentamente curó sus heridas y se fue a la cocina a preparar algo para el dolor.

Ya era de mañana cuando Shian despertó, estaba en una cama grande y al lado de esta un hombre estaba dormido en una silla, supo quien era ya que tenía muy buena memoria fotográfica, era el chico del porche. Sus heridas estaban curadas y tenía puesta una de las camisetas del joven que le quedaba enorme y su boxer, se sentó con cuidado a la orilla de la cama más por el dolor que por no despertar al que dormía en la silla. Biron despertó segundos después y al abrir los vio unos hermosos ojos color oro mirándolo atentamente:

Biron: Me alegra ver que estás bien… buenos días…
No responde.
Biron: ¿Cómo te llamas?
No responde.
Biron: ¿No vas a responderme? … no importa sólo quiero que sepas que estás en un lugar seguro… puedes confiar en mí.
Biron se levanta y le dice que vayan a desayunar, al llegar a la puerta Shian se levanta y le sigue, sin saber porque creía en sus palabras, aunque esta vez mantendría distancia.
Shian: Me llamo Shian…

Biron se voltea hacia el chico sonriente y Shian se sonroja al ver el hermoso rostro de su salvador. Desayunan con paciencia, Biron enciende el televisor y ambos se sientan a mirarla en el sillón más amplio; en las noticias Shian ve que en su edificio hay un incendio, en el mismo piso en el que vivía, sabe que no es coincidencia y que ha perdido todo lo que tiene, al parecer Yurai lo quería de vuelta, sin darse cuenta comenzó a llorar y no se da cuenta hasta que siente la suave caricia de un pañuelo en sus mejillas:

Biron: ¿Por qué lloras Shian?
La mirada del mayor denotaba una preocupación sincera que lo confundió.
Shian: En ese piso estaba mi departamento… ya no tengo nada.
Biron: Eso es terrible – Dijo mirando al aparato de televisión – pero no te preocupes ahora por eso… ¿Alguien de tú familia que viva en la ciudad?
Shian: No tengo familia…

Las lágrimas seguían cayendo por las mejillas del chico, Biron siente que su corazón va a estallar, algo debe hacer porque no soporta verlo llorar.
Biron: Tengo una habitación libre… puedes quedarte hasta que consigas otro lugar… y para que no te sientas mal te cobraré por el cuarto…

Shian lo miró asombrado y sin saber porque lo abrazó para seguir llorando en su pecho hasta quedarse dormido. Biron lo miraba dormir y lentamente acariciaba su cabello, se sentía bien sentir la respiración de ese chico en su pecho. En la ciudad de Tokio, Yurai recibía las noticias del fracaso de sus hombres, pero al menos ahora tenía la certeza de que estaba en esa ciudad y sólo era cuestión de tiempo para encontrarlo. Pasan un par de días en los que Shian poco a poco fue conociendo a Biron, mantenía su distancia y casi nunca le miraba a los ojos, por su parte Biron trataba de entender que podría haberle pasado a ese chico como para que recelara así de él.

Una mañana Biron despertó a Shian y salieron a desayunar fuera; en el café Biron miraba a Shian comer gratamente una rebanada de pastel, mientras que su café se enfriaba frente a él; el chico no lo miraba a los ojos, pero podía sentir esa mirada cálida y tierna:

Biron: ¿Por qué no me sostienes la mirada?
Shian dejó el pastel para beber de su café.
Biron: ¿Acaso no confías en mí?
Shian: No es eso… es que nunca antes me habían tratado así sin pedir nada a cambio… me confunde su conducta…
Biron: Pero… ¿Qué podría querer yo que tú pudieras darme?
Shian se sonroja y clava la mirada en la mesa, Biron no tarda mucho en entender a que se refiere el chico y se sonroja también.
Biron: Entiendo – Toma su mano derecha – pero no todas las personas son así… yo no quiero que me veas de esa forma.
Shian por primera vez lo mira a los ojos, puede ver sinceridad en esos ojos y para sorpresa de Biron, Shian le sonríe.

Salen de ahí directo al centro comercial, Shian no tenía más ropa que la que llevaba ese día y la ropa de Biron le quedaba enorme, ya que él era más corpulento que el menor. Entraron a la tienda que siempre visitaba y le compró unos pantalones, una chaqueta de cuero y unas camisas; al salir Shian estaba algo molesto pero la sonrisa de Biron le hizo callar sus reproches y corresponder a su sonrisa. Más tarde Shian acomodaba su nueva ropa mientras Biron preparaba el almuerzo, al terminar entra al cuarto del chico y lo encuentra sacudiendo el uniforme de la gasolinera:

Biron: Dime una cosa Shian…
El chico se detiene y lo mira.
Biron: ¿Hasta que nivel llegaron tus estudios?
Shian: Primero de secundaria… pero todos los papeles que tenía se perdieron en el incendio.
Biron miró con molestia esa mirada triste que no soportaba.
Biron: Sólo tendríamos que ir a donde estudiaste y pedirlos de nuevo.
Shian: No quiero volver al orfanato – Lágrimas en sus mejillas – no quiero…
Biron se acerca al ver como Shian se abraza y tiembla como una hoja, lo abraza y este se aferra a él como un naufrago a un salvavidas.
Biron: Shian lo siento… no quise traer malos recuerdos a tu mente.
Shian: Está bien… te he ocultado muchas cosas… pero temo que al saberlas me eches y tenga que volver a ese infierno…
Biron lo lleva hasta la sala y lo sienta en el sillón, se dirige a la cocina y al salir lleva dos tazas, una con café y la otra con leche caliente para el chico.
Biron: No voy a sacarte de aquí… eres mi amigo y puedes contarme todo… eso te ayudará a sentirte mejor.
Shian: No lo sé – Lo mira y vuelve a ver esos ojos sinceros – está bien…
El más joven bebe un buen sorbo de leche antes de comenzar con la historia de su vida.

Poco a poco y sin mirar a Biron, narra desde el orfanato, la pandilla y el hombre que le mantuvo como amante, omitiendo nombres y algunos detalles para no lastimar a Biron y no herirse más a sí mismo. Al terminar aún continuaba llorando, la taza está vacía y la pone en la mesa del teléfono al lado del sillón, no quiere voltear ni mirar a los ojos a su amigo, tal vez el único que tendría en toda su vida y el que ahora sentía que perdía. Pero no lo soportaba, el silencio sólo era roto por sus sollozos y tomando valor lo mira de reojo, Biron tiene la mirada perdida en la pantalla apagada del televisor, en sus ojos no ve nada:
Shian: Me gusto vivir aquí – Se pone de pie – por unas semanas sentí lo que era el calor de un hogar normal… siempre te agradeceré eso…
No responde.
Shian: Será mejor que me vaya no quiero importunar más…
Shian entra en su cuarto y se pone su uniforme, al salir Biron ya no está, sonríe con tristeza y seca sus lágrimas con sus manos, toma una hoja y un lápiz del escritorio del mayor y escribe una nota que deja en el desayunador la cual dice: Gracias por todo… no me llevo nada así que podrás recuperar lo que gastaste… gracias por ser tan bueno conmigo… Shian. Después deja el apartamento.

Eran aproximadamente 11:15 p.m. y Shian realizaba el turno nocturno con normalidad, pero en sus adentros se arrepentía por haber arruinado una amistad tan hermosa, pero sabía que con su pasado tal cosa no podía existir y sólo era cuestión de tiempo para que Yurai lo encontrara. Al terminar su turno no supo que hacer, comenzó a caminar y sin darse cuenta se dirigía al lugar que había compartido con Biron por casi dos meses, al ver el edificio no vio luz en su departamento, despacio se volteó y caminó hasta un pequeño parque que había ahí y en una banca se quedó dormido. Al despertar se asusta al ver a una persona que lo mira y la luz del faro le impide ver su rostro:

Shian: Por favor no me lastime…
Voz: ¿Qué haces aquí?
Shian: Biron – Se levanta para ver el rostro del más alto.
Biron: Te he estado buscando toda la noche – lo abraza – me asustaste.
Shian: Pero… pensé que me querías fuera de tu casa…
Biron: Lo siento… pero no sigamos aquí hace mucho frío y no tienes abrigo…
Biron se quita su abrigo largo y se lo pone a Shian, de inmediato se encaminan hacia su casa. Al llegar se sientan nuevamente en el sillón.

Biron: Antes que nada quiero pedirte perdón por como actué… después que me contaste toda tu vida quedé en estado de Shock… al reaccionar no te vi y supuse que te habías ido… fui hasta el viejo edificio donde vivías…
Shian: Y yo en mi trabajo… lamento la confusión… debí esperarte para saber que pensabas… pero no podía soportar otro rechazo.
Biron: Olvidemos todo eso… desde ahora el pasado de cada uno está olvidado.
Shian: No me contarás tu vida…
Biron: No hay mucho que contar… era oficial en el departamento de policía en Washington DC junto con mi hermano mayor… pero por un error mío él perdió la vida… así que renuncié y me vine a vivir aquí y trabajo de cantinero desde entonces…
Shian: Parece que ambos cargamos nuestra propia pena… y estoy de acuerdo contigo en olvidar y comenzar de nuevo.
Biron: Me alegra oír eso…
El más alto se puso de pie y de un cajón de su escritorio sacó unos papeles que le dio al chico.
Shian: ¿Qué es esto?
Biron: Tus documentos… aún tengo algunas influencias y te conseguí los papeles para que comiences a estudiar en el Instituto Amber que está a unas cuadras de aquí… serás un alumno de intercambio y te puse un apellido común para que no te pregunten… memoriza todo ya que es tu nuevo pasado…
Shian abraza los papeles y le sonríe dulcemente, luego se levanta y lo abraza.
Shian: Gracias… nunca podré pagarte lo que haces por mí.
Biron: No espero nada… más que seas feliz… con eso es más que suficiente.
Shian: Biron… te lo agradezco con toda mi alma…
Dentro del corazón de ambos una llama comenzaba a encenderse, la del amor.


Continuará..........

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).