Hasta ahora siempre hemos creido en lo que hemos visto, pero más allá de todo y sobre todo, solo si tu crees que algo existe, existirá...
Ese día estaba nublado, como casi todos los días, esa ciudad era asquerosamente humeda y pocas veces se veía salir el sol de entre las nubes.
Tony era un chico normal, que iba a una universidad normal... No, puede que su universidad fuera normal, pero él no, o al menos eso le decían todos cuando le llamaban todas esas cosas mal sonantes.
Puede que su estetica Gotica fuera un poco cantosa, pero al fin y al cabo, todo el mundo se viste o comporta como quiere.
Tony era moreno, de pelo corto y de punta, su piel era blanca como la de mucha gente de esa ciudad, ojos de color gris, era mas o menos bajito para tener veinte años, siempre vestía de negro, eso era tipico en él.
Era callado y no se socializaba muy bien, de todas formas sus compañeros de clases no se lo ponían muy facil, asi que nisiquiera lo intentaba ya.
Apesar de su aspecto y demas, era vastante popular con las chicas, parecía ser que los chicos mas o menos malotes, vestidos de negro o llenos de pircing, como el, que tenía uno en la ceja izquierda y uno en la nariz, les atraian a las chicas maduras.
Esa mañana al sentarse en su pupitre, vio otra de esas notas junto a un osito de felpa de color negro. Suspiró y leyó la nota, siempre las leía.
"Hola Antony, soy una admiradora, ayer me armé de valor para escribirte esta nota, solo quería decirte que este medio día, a la hora del almuerzo me gustaría presentarte mis sentimientos de forma directa, esperame, Maggie"
De pronto la carta voló de sus manos, su "compañero" Max se la arrebató diciendo:
- Vaya, vaya, otra cartita de amor, oh, que monada... ¿Maggie? Esta chica esta buenisima, menuda suerte que tienes... oh, no perdon, si le vas a decir que no, tipico en ti, si empezaras a salir con alguna chica de vez en cuando, dejarias de ser un amargado.
- Max... no te exfuerces...
Dijo Tony mirando por la ventana sin intencion de recuperar la carta, el chico de pelo rubio y ojos claros, se apoya sobre su mesa y le dice:
- Tony... definitivamente, si dejas escapar a esta, creeré en serio que eres maricón.
Tony se levantó de su pupuitre dejando caer la silla, mirando con odio al chico, todos en el aula les miraron, algunos asustados, Max dice:
- Sabes... quien se pica, ajos come.
Salvado por la campana, eso pensó Tony con respecto a su "compañero" al ver al profesor de etica entrar por la puerta, se sentó de nuevo y el profesor dice:
- Maximo, deja empaz al señor Antony si no quieres que te castige, sientate ahora mismo.
Tony adoraba a ese profesor, era lo más parecido a un amigo que tenía.
La clase trascurrió sin nungun problema más, aunque Tony se la pasara acariciando el osito de felpa, absorto en las palabras de su profesor. A la hora del almuerzo, como muchos más, fue a la cafetería, donde pidio su eterno bocadillo de bacon.
Se sentó en la mesa que estaba junto a la ventana, con su osito de felpa delante de él, y al momenot escuchó unas risitas tras él, se voltea con animos de insultar a quien demonios fuera, pero...
Maggie le mriaba toda roja, sus amigas tras ella la animaban entre risitas, Maggie era una chica de cabellos negros, al igual que sus ojos, era muy bella, no lo iba a negar pero, al fin y al cabo, no le interesaba.
- Hola.- Maggie.
Tony la sonrríe de forma adorable, se levanta tomando el osito y le dice, con voz dulce, como solía hacer siempre.
- El osito, es muy bonito.
- Me alegro de que te gustara.
- Oye Maggie...- Tony.
- No espera, antes quiero hablar yo... veras, te conozco desde hace vastante, pero... hace poco empecé a sentirme atraida por ti, se que no eres ni el más popular ni el mas correcto, pero... me gustas... ¿Querrias ser mi novio?
Tony suspira y dice, tendiendole el osito a Maggie:
- Maggie, escuchame, no es que no seas preciosa, ni que seas una mala chica, eres guapisima y majisima, pero... ahora mismo no me interesa tener pareja.
La chica toma el osito de felpa y sonrríe amargamente, luego dice:
- Lo suponía, has rechazado a todas las chicas hasta ahora, yo no iba a ser una excepcion.
Maggie se iba a marchar del lugar cuando una de sus amigas, se adelanta y le dice a Tony:
- Debes estar ciego, mirala, ella te quiere, le gustas, solo hay una sola excusa para que ella no te guste, y en serio vamos a pensar que no te atraen las mujeres.
- Lina.- Maggie.
Lina era una chia super adorable, te decía las cosas a la cara, en un tono bajo y discreto, sin molestar, Tony le sonrríe y dice:
- Maggie me gusta mucho, pero no quiero tener pareja, ahora no...
Tony se sienta de nuevo en la mesa, suspirando, claro que le dolía rechazar a todas esas chicas, eran todas tan agradables y monas. Maggie se acerca a Tony y le dice, tendiendole el osito:
- Lo hice para ti, por lo menos quedatelo.
- Gracias, es precioso, lo pondre sobre mi cama, asi te recordaré todos los días.
Dijo Tony mirandola directamente a los ojos, Maggie le dice, antes de marcharse:
- Tony, eres una persona increible, aun no entiendo por que la gente te odia tanto.
- Envidia.- Lina.
Las dos acompañadas de sus amigas se marcahron, pero de repente, una persona se sienta delante de Tony, era Max, que le mira y negando con la cabeza dice:
- Gay perdido, oye, ¿De verdad no te atraen las mujeres?
- Mira, Max, se que te gusta Maggie, que ella no te mira y que no sepa que existes no te da derecho a molestarme.
Dijo Tony comiendose su bocadillo, Max se tuvo que ir con el rabo entre las piernas, al menos había ganado un punto.
El dia en la universidad se terminó, cogió sus cosas y se marchó de ese recinto que tanto había llegado a odiar, luego caminó hasta su apartamento, tenía que ducahrse y prepararse para irse a trabajar.
Una vez fresco y dispuesto bajó las escaleras de su apartamento direcion al aparcamiento, donde tomaría su motocicleta para ir a trabajar.
Al llegar al bar donde trabajaba medio tiempo, aparcó su moto, con el casco en mano, entró en el bar, donde un chico de su edad de cabello moreno y ojos marrones le dice:
- Alguien vienen hoy de mal humor tambien.
- Callate Tazz, pareces experto en molestar, seguro que en tu otra vida fuiste una mosca del estiercol.- Tony.
- Tony, ¿Te he dicho ya que yo tambien te quiero?
Dijo el chico llamado Tazz con una sonrrisa mientras le tendía una bandeja y un mandíl de color rojo, este suspira y dice:
- ¿Hay mucho jaleo hoy?
- No te creas, pero mañana es Halloweend, asi que trabajamos de noche, y ya sabes, esos tipos que vienen al cafe todos los años, esos que te molan tanto, han llamadao para pedir mesa.
Tony le mira cabreado y dice:
- No es que me molen, simplemente, me parecen curiosos, y sus disfraces molan.
- Van vestidos como tu, eso no es un disfraz.
Dijo Tazz caminando a atender una mesa, Tony dice:
- Puede.
La tarde trasncurrio normal, sin mucha gente que atender, y a las diez Tony ya había termiando su turno.
Tomó su motocicleta, pero entonces una voz a su espalda le asusta:
- Bonita cacharra.
Tony se voltea, con el casco ya puesto, un chico de pelo corto, como el suyo, lijeramente de punta y de un extraño color blanco, ojos anaranjados, casi rojos, le miraba, iba con una casaca de cuero cerrada, desde el cuello hasta los pies, apenas si pudo ver la punta de sus botas negras.
Tony suspira y dice:
- Me has asustado tio.
- Perdon, suelo causar eso a mucha gente.
Tony ríe y dice bajito.
- Si a mi me pasa de vez en cuando.
- Veras, hace unas horas llame para reservar una mesa para el dia de mañana en esta cafetería, pero al parecer, seremos dos personas más, crei conveniente comunicarlo personalmente.
- Oh, no se preocupe, ahroa mismo llamo a mi supervisor y lo aclararemos.
Tony baja de su moto, para quitarse el casco, pudo apreciar mejor al chico, sin duda alguna era de ese grupo de chicos que reservaban todos los años en Halloween una mesa en la cafeteria.
- Antes, ¿puedo hacerle una pregunta? Curiosidad.
- Dime.
- ¿Por que reservais todos los años en la cafeteria?
- Aqui estan los mejores pastelillos de calabaza y chocolate.
Tony rió de forma adorable, al menos para el extraño, que le miró con cierto brillo en los ojos de ese escarlata intenso.
- Me llamo Tony, soy un camarero.
- Eso es un diminutivo de Antony, ¿Me equivoco?
- No.
Los dos caminaron direcion a la cafeteria, al entrar, Tony se dirije a su supervisor, contandole lo sucedido y aclarando el numero de mesas para reservas, cuando Tony se iba a marchar, le dice al chico albino:
- Bueno, todo arreglado, buenas noches...
- Vincent, me llamo Vincent.
- Es un nombre, precioso...
Dijo Tony saliendo de la cafetería, tomó su motocicleta y salió a toda velocidad hacia su casa, el chico de mirada siniestra y ropas de cuero toma del brazo a Tazz y le dice:
- …l, ¿Sabes donde vive?
- Si, pero disculpeme si le incomoda, no voy a decirselo a un desconocido.
- No importa, olvidalo.
Y se marchó sin más en un coche de chapa negra, Tazz mira a sus compañeros y sonrríe, esa gente de negro era siempre tan rara, en el buen sentido de la palabra, siniestros.
Tony llega a su casa dispuesto a hacer su tarea.
Tras eso comienza a ver la television, su vida era un poco aburrida, pero pensó en ello de forma seria, mañana era fiesta, no había universidad y podía ir a dar una vuelta, así que se levantó de su sofá, en el salón, de su piso de soltero universitario.
Caminó hasta su cuarto, donde abrió su armario, decidiendo que ponerse, optando por sus pantalones negros de vinilo y cadenas, sus botas altas negras y una camiseta negra con un emblema blanco en el pecho, su chaqueta negra de motorista y sin más salío de su casa, cerrando bien con llave.
Condujo en su moto hasta una casa en el campo, donde sus amigos, todas las visperas de Halloweend celebraban una gran fiesta, celebrando la delgada linea del mundo de los muertos y los vivos.
Al llegar muchos lo saludaron, a pesar de todo, era popular entre los suyos. Caminó hasta encontrarse con uno de sus mejores amigos, Giovanni, un chico de pelo largo y negro, puntas rojas, de piel palida y ojos negros, vestía con una chamarra negra y unos pantalones ajustados, no llevaba camiseta, exiviendo su tatuaje en forma de dragon, en el pecho.
- Hola Gio, ¿Que tal?
- Tony, amigo, has venido, en buen momento, mira hacia allí, este año se nos han unido personas un tanto extrañas.
Tony mira hacia donde le señalaba su amigo, vió a lo lejos a cinco personas, una de ellas la reconocío de inmediato como Vincent, el resto eran morenos y de ropas similares, juraría que todos llevaban la misma gabardina de cuero, atada asta el cuello.
Tony suspira, Gio le dice:
- ¿Estas bien hermano?
- Si, esque conozco al del pelo blanco.- Tony.
- Pues vaya, si que tienes buenos conocidos, esos tios molan, saben cosas increibles del Sargüin*.
Dijo Gio, Tony se ríe y dice:
- Reservan todos los años en Halloween una mesa en la cafeteria en la que trabajo.
- Ah, vale.- Gio mientras se iba del lugar.
Tony comienza a mirar a su alrrededor, pero en un momento dado, mira a donde se encontraban los cinco personajes extraños, Vincent le miraban intensamente con una sonrrisa en los labios. El tambien le sonrríe y le levanta la mano en señal de saludo.
Vincent se levanta de las raices de ese árbol, dirigiendose a él, una vez frente a frente, el albino le dice:
- Una bonita noche para la vispera.
Tony mira al cielo, la luna estaba casi llena, seguramente mañana lo estará por completo, luego mira al joven y dice:
- No me gusta cuando Halloweend coincide con la luna llena, es...
- ¿Que pasa, por que no te gusta? -Vincent.
- Hay cosas que salen por la noche, cosas peligrosas... no me hagas caso, soy un poco supersticioso.
- Yo creo que si piensas así vivras más, Tony.
Dijo el chico mirandole con una sonrrisa, luego este mismo se pone algo más serio y dice, desabrochandose la chaqueta.
- Quiero darte algo, tienes que prometerme que te lo pondras mañana.
Sacó del bolsillo interior de su gabardina un colgante de color negro, y Vincent dice:
- Esto es un colgante de Obsidiana, quiero que lo tengas tu, me has caido en simpatía y temería que algo malo te pasase.
El colgante era de cuentas negras, de tacto suabe y brillante, y adornado en el centro con un crucifijo invertido.
Tony lo mira y dice:
- Bueno, no soy ni religioso ni protestante, pero...
- No es nada que tenga que ver con el satanismo, es solo un adorno, pero la obsidiana te protejerá.
- ¡¡Vin, nos vamos!!
Dijo uno de los morenos, con una graciosa cresta en su pelo, Vincent dice:
- Es mi hermano Joss, nos veremos mañana.
Dijo antes de marcharse, pasandole el colgante por la cabeza, y dice, antes de salir corriendo:
- Te queda genial, resalta tu palida piel.
Y se largó corriendo, Tony mira el colgante en su cuello, ahora que lo miraba era precioso, se fijó en que en el centro del crucifijo había una gota cristalizada de color carmesí.
Extraño.
"·"·"·"·"·"CONTINUARÁ"·"·"·"·"·"
*Sargüin- Halloweend.
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