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De guante blanco por Hashira

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Notas del fanfic:

Este oneshot fue concebido al principio como carta de presentacion de un personaje para un fic que iba a ser mas largo.

Tras re-leerlo y arreglar algunas cositas, lo he adaptado para Bleach.

Normalmente me muevo por la seccion de J-Music, escribiendo Gakuhai, asi que este sera mi primer fic relacionado con un anime.

Los dos protagonistas estan algo OOC, pero tuvo que hacerse asi para que lo escrito diera juego y tuviera algo de sentido.

Esta sin betear, asi que probablemente falten acentos y los signos de puntuacion esten incorrectos; pero yo creo que se puede leer ^^

***

Bleach y todos sus personajes pertenecen a Tite Kubo, y solo han sido usados para divertimento de masas (ingenua yo u_u) y sin animo de lucro.

***

Espero que os guste!! (un poco al menos XD) 

 

Notas del capitulo:

Aunque ponga "lemon" mas bien seria "lime" (creo que aqui era lo mas adecuado ^^)

(En las notas finales hay aclaraciones, por si os aparecen dudas tras leer el fic)

Por las calles de la ciudad, una limusina con los cristales ahumados se pasea despertando caras de admiración y sorpresa a su paso.

Su destino: el casino Las Noches.

De todos los casinos de la ciudad, ese era uno de los más lujosos de la zona conocida como Hollow Valley, donde se encontraban los clubes, casinos y hoteles reservados solo para la gente guapa de la ciudad.

Una enorme columna de luces avistada a lo lejos indicaba que se acercaba al enorme casino, quedaban apenas 200 metros.

En el interior del vehículo, unos ojos azules contemplaban las luces.

-“Así que esto es Las Noches...”

El dueño de estos pensamientos bebió un sorbo de su copa de champan, a la vez que en sus labios se dibujaba una sonrisa de superioridad.

-“Uno de los casinos más seguros de la ciudad, veremos que tiene de verdad esa afirmación tan pretenciosa”.

El chofer aparco en la mismísima puerta, y segundos después uno de los guardas del casino le abrió la portezuela del coche, apartándose a un lado para que saliera.

Y salió...

Vaya si lo hizo...

Y no era para menos, ya que los ojos de todas las personas que se encontraban fuera del enorme edificio, personal del casino incluido, inevitablemente se posaron en un muchacho de no más de 18 años, de pelo azabache y ojos azul oscuro.

Iba enteramente vestido con ropajes de corte oriental, en color gris, que se ajustaban como un guante a su delgada pero esbelta figura.

El joven se aparto el flequillo de los ojos con un elegante movimiento y paseo su mirada por toda la extensión vertical del edificio, pasándose la lengua sensualmente por los labios y sonriendo.

El guarda que le había abierto la puerta lo miraba embelesado, pronto reaccionó y carraspeó, comenzando a hablar:

-Ejem, bienvenido a Las Noches señor, esperemos que disfrute de su estancia aquí, ¿me permite sus maletas?

El joven giró su cabeza hacia él y le sonrió, volviendo a sonrojar al guarda:

-No he traído maletas –dijo—solo he venido por unas horas.

“Suficiente” –pensó—.

-En ese caso permítame acompañarle adentro y mostrarle el lugar –dijo el guarda—.

-Es usted muy amable.

El muchacho se inclino hacia la ventanilla del coche y hablo a su chofer:

-Tsuchiya, muchas gracias por sus servicios, creo que por esta noche no le necesitare mas – dijo extendiéndole una jugosa propina—.

-Como usted desee señor, vuelva a llamarme si necesita cualquier cosa.

El chofer inclino respetuosamente la cabeza y se marcho de allí.

“Buen servicio” –pensó mientras subía las escaleras acompañado del guarda—“me pregunto si su verdadero cliente aun esta esperándolo”.

La gran puerta corredera de cristal se abrió ante él y volvió a sonreír una vez más:

“Bueno Uryuu, manos a la obra”.

**** ****

¡¡No va más!!

¡¡La banca gana!!

Las voces de los crupieres se dejaban oír por todo el lugar cantando apuestas y jugadas.

Uryuu se paseaba por el lugar observando las mesas de juego, a la busca y captura de algún viejo bobo al que fuera fácil engatusar;  sabia como hacer eso, después de todo no era la primera vez.

Cierto era que el joven tenía un talento innato para el juego, podría llamarse instinto o suerte, el caso es que, bueno, siempre es mas cómodo que trabajen por ti mientras tu manejas los hilos.

Era una técnica sencilla, básicamente consistía en hacerle creer al individuo en cuestión que era bueno, para que se confiara y fuera a por todas, y una vez que ganara, el resto ya era coser y cantar.

Lo más difícil era dar con un “candidato” adecuado.

El moreno fue hacia una barra, el camarero era un muchacho rubio de unos 20 años, estaba secando un vaso de cristal.

-Buenas noches, un Black Russian-.

-Ahora mismo señor-.

El muchacho coloco un posavasos antes de empezar con el pedido; comenzó a preparar el coctel, manejaba la coctelera y las botellas con maestría a pesar de su juventud.

El barman sirvió la bebida en un vaso triangular y la coloco sobre el posavasos, Uryuu dio un sorbo y se giró un poco en la banqueta para seguir mirando a las mesas de juego.

El camarero por su parte siguió secando vasos, mirando al hermoso muchacho de vez en cuando y de forma disimulada.

-¿Está buscando a alguien? –preguntó el barman—.

-Algo así –Uryuu da otro sorbo— este lugar es muy grande.

-¿Es su primera vez? La primera vez siempre impresiona…

El moreno se gira dejando la copa a un lado y apoya la cabeza grácilmente sobre una mano, sonriendo al joven camarero.

Este, cuando se da cuenta del doble sentido que ha adquirido la pregunta, se sonroja y mira avergonzado hacia el vaso que está secando.

El oji azul comienza a pasar su dedo por el borde de la copa...

“Que mono”…

-Lo cierto es que si que es la primera vez que vengo a este sitio, y si que impone un poco...

El joven camarero deja el vaso a un lado y se apoya en la barra, a poca distancia de Uryuu.

-Puede preguntarme lo que quiera, estoy a su servicio...

-¿De verdad? Pues... lo cierto es que me gustaría saber... donde se mueve más... dinero... –dice arrastrando las palabras en el oído del barman y poniéndole la piel de gallina—.

El camarero suelta un pequeño e imperceptible gemido y gira su cabeza poniéndose a la altura del oído del oji azul.

-Busque la mesa de póker, pero no la de esta planta, la de los reservados, subiendo las escaleras del fondo; la apuesta mínima son 20000; la partida se celebra una vez al mes, a cargo de Byakuya Kuchiki...

“¿Kuchiki, eh?”

-... el mejor jugador de póker que he conocido nunca, sólo los mejores se sientan a su mesa; le aconsejo que no vaya si no está dispuesto a arriesgar grandes cantidades...

Uryuu se retira despacio, agarra su copa y se levanta lentamente sin dejar de mirar al chico.

-Muchas gracias por la información – dice guiñándole un ojo—.

El camarero suspira sin perder detalle del muchacho que se aleja con aires felinos hacia las escaleras...

*** ***

-Lo lamento señores, pero creo que estoy a punto de desplumarles...

-No apuntes tan alto Kuchiki, solo llevas 3 manos seguidas.

-Oh... –contestó al hombre— no sabía que tenía que llevar más para que se convencieran de quien lleva el control de esta mesa.

El resto de hombres, 3 en total, le miraron de forma despectiva, pero no dijeron nada, al menos en voz alta.

Si el comentario lo hubiera hecho otro hombre, los “invitados” a la timba hubieran reído socarronamente, pero que lo hiciera ese muchacho, los sacaba de quicio.

Sí, un muchacho, porque Byakuya Kuchiki no tendría más de 27 años; era moreno, con el pelo largo, piel pálida y los ojos oscuros y afilados

Que un chico como él hubiera llegado tan alto como ellos, pero en menos de la mitad de tiempo, era algo que les exasperaba.

Los hombres depositaron sobre la mesa las fichas con la apuesta mínima de 20000 y el croupier repartió las cartas, 2 a cada uno, luego coloco la baraja a un lado visible y esperó instrucciones.

Byakuya hizo un movimiento de cabeza y el joven de chaleco rojo puso una carta sobre la mesa boca arriba, miró sus 2 cartas levantándolas ligeramente por una esquina.

-Dame otra, Hanatarô –le dice al joven croupier—.

Este le da una más, colocándola al lado de la anterior.
 
El joven jugador, con su cara inmutable cogió unas cuantas fichas con una mano y las soltó en el centro de la mesa:

-25000.

Otro de los hombres le indicó al croupier y este puso una carta boca arriba, el caballero miro las suyas y asintió, indicándole al chico del chaleco que le diera otra, acto seguido sonrió y cogió un puñado de fichas:

-30000.

Kuchiki da un sorbo de su Manhattan, con la otra mano coge unas cuantas fichas más y las echa al resto:

-Los veo y subo a 40000.

El resto de los hombres suspira pesadamente y voltean sus cartas:

-Yo no voy.

-Ni yo.

-Creo que solo quedamos usted y yo señor Otonashi –dice Byakuya al hombre mayor que esta frente a él—.

El hombre no prestó atención, su vista se deleitaba con lo que veía sobre la mesa.

Miró sus cartas de nuevo:

-Lo veo.

Otonashi coloca otro montón sobre la mesa:

-Mira y llora, muchacho...

El hombre voltea sus cartas poniéndolas al lado de una de las que están boca arriba en el tapete, formando una combinación.

-¡Trío de Reyes, jajaja!

Byakuya sonríe y cierra los ojos.

El hombre alarga la mano hacia las fichas para atraerlas hacia él:

-... ¿y tú que tienes? –pregunta como mero trámite solo para dejar clara su supremacía.

Kuchiki da una calada a su cigarro y lo apaga sobre un cenicero.

-Sólo dobles parejas...

El resto de hombres ríen.

-Qué pena… –dice Otonashi— parece que se te acabó la suerte Kuchiki...

En ese instante el joven coloca suavemente su mano sobre la del hombre, que la tiene sobre el puñado de fichas, mientras con la otra da la vuelta a sus cartas:

-... 2 reinas... y otras 2 reinas...

Otonashi ve las cartas del muchacho y aparta la mano de las fichas en estado de shock.

-Lo lamento caballeros...

-Póker… de Reinas... –repite Otonashi casi sin creérselo—.

Byakuya acerca las fichas hacia él.

En ese instante se escucha a alguien aplaudiendo despacio al fondo de la sala.

Los hombres miran hacia el lugar y ven a alguien acercándose.

-Ha sido impresionante, de verdad, Kuchiki-san.

El recién llegado no apartaba su vista del ganador, por su parte, éste hacía lo mismo con el invitado.

-¿Lleva ahí mucho rato caballero? - pregunta Byakuya—.

-El suficiente como para quedarme impresionado por su temple, no creí que alguien tan joven pudiera manejar esta situación con tanta tranquilidad como lo ha hecho usted, teniendo en cuenta la enorme cantidad que había en el tapete...

De todo lo que el joven invitado le había dicho, Byakuya solo le cuestiono una cosa:

-¿Joven....? ¿Me imaginaba más mayor? –preguntó el jugador sonriendo—.

-Si he de serle sincero me lo imaginaba como... – el recién llegado desvía su vista al resto de hombres, que se sonrojan y carraspean—.

Byakuya ríe despacito ante la observación.

-Espero no haberle decepcionado entonces…

“De ninguna manera” –piensa el recién llegado avanzando hacia él hasta ponerse a su lado—“incluso me dará mucha lástima engañar a alguien tan sexy”.

-... señor...

El recién llegado le extiende la mano:

-Uryuu, sólo Uryuu, nada de señor.

Byakuya se levanta y le besa la mano despacio:

-Uryuu... –repite el joven jugador—bonito nombre...

-Lo es…

-¿Cual es su nombre completo...?

El oji azul se acerca a su oído y le susurra:

-Si me gana a una partida se lo digo…

Byakuya le sonríe:

-Caballeros, el señor se une a nosotros; jugaremos una última partida –mira a Uryuu— el  ganador se lo lleva todo...

*** ***

Sobre la mesa había una fortuna, llevaban casi 5 minutos subiendo las cantidades sin parar, parece que todos tenían buenas jugadas:

-Caballeros, nos hemos quedado sin nada, todo está en el centro del tapete –dijo Byakuya— así que aunque sea algo muy poco ortodoxo, mostremos a la vez nuestras cartas, ¿están de acuerdo?

Los hombres se miraron entre si y asintieron:

-Trío de Reinas... –dijo el primer hombre—

-Yo te gano, Mitsuyoshi, Trío de Reyes... –dijo el segundo—

-No tan rápido Takamiya, Trío de Ases...

Se hizo el silencio y todos miraron a Kuchiki:

-Señores, me temo que he vuelto a ganarles.

El muchacho dio la vuelta a sus cartas despacio, colocándolas con la combinación de las cartas de la mesa:

-Escalera...

Los mayores empezaron a mascullar.

-Un momento –dijo uno de ellos – queda el joven Uryuu-kun.

El moreno bebió un sorbo de su segundo Black Russian y miro sus cartas, sonrió y cerró los ojos.

“Aquí estas Uryuu-chan, en medio de un dilema moral... –pensaba— dinero fácil... o diversión... ah, al demonio...”

El oji azul suspiró, pero no volteó las cartas:

-Enhorabuena Byakuya-san, has ganado.

Los 3 hombres se levantaron con desgana de la mesa; Byakuya lo hizo después seguido de Uryuu:

-Hanatarô –le dice al croupier— llévate las fichas y haz el canje.

El muchacho obedece y en cuestión de segundos abandona la habitación.

-Me habías dicho que me ibas a decir tu nombre completo...

Byakuya se acerca al oji azul y le acaricia la cara y el pelo.

Uryuu sonríe:

-Eso puede esperar, ¿no crees?

El moreno pone la mano en el pecho de Kuchiki y comienza a juguetear con uno de sus mechones de pelo:

-¿Esperar a que...? –dice el moreno avanzando peligrosamente a su boca—.

-En cualquier momento puede aparecer el muchacho.

-¿Y qué...? –dice el mayor respirando muy cerca de su boca y cogiéndole de la cintura con suavidad.

-Ejem —carraspea Hanatarô —Kuchiki-sama, ya está, canjeé el dinero y lo metí en la caja fuerte de su habitación, si no ordena nada más...

Uryuu empezó a reír bajito y Byakuya sonrió resignado:

-Puedes retirarte Hana...

El muchacho se alejó.

-Creo que será mejor que vayamos a un sitio más tranquilo...

*** ***

-N-no… aquí no... en el ascensor ...aah... hay cámaras...

-¿Y qué...? Yo te deseo ahora... Uryuu-kun...

-Bya...aaah... Byakuya-s...saaa... nn

El moreno lamia y mordía el suave cuello del moreno arrancándole poderosos gemidos; lo tenía acorralado en el ascensor, presionando su cuerpo contra el del joven, frotándose.

Byakuya levanto a Uryuu y lo puso a horcajadas, el oji azul enredó las piernas en la cintura del mayor, provocando un placentero roce haciéndolos a ambos suspirar de placer.

Llegaron a la última planta, Uryuu-kun seguía sobre Byakuya que se dirigía casi a ciegas a su habitación, besando lujuriosamente al chico mientras buscaba la llave electrónica.

Cuando por fin consiguieron entrar, el mayor arrojo a Uryuu a la cama, cerró la puerta y dieron rienda suelta a su pasión.

*** ***

No serian ni las 7 de la mañana cuando Byakuya empezó a moverse en la cama, se dio la vuelta hacia el lado contrario, vacío.

Se incorporó y se llevó las manos a la cabeza, le dolía mucho, como si tuviera resaca, pero no recordaba haber bebido más que un par de cocteles y una copa de...

Byakuya miro la mesilla de noche, el champan...

“No sabía que me iba a sentar tan mal” –pensó—.

Se levanto de la cama y vio algo en la otra mesilla de noche, una pequeña cadena con una cruz y una nota; cogió la cadena y tras besarla suavemente, agarró el papel.

Comenzó a leer lo que ponía, conforme iba leyendo su cara iba cambiando, pasando de una soñolienta a una de sorpresa; se sentó al borde de la cama.

De pronto empezó a reír bajito, luego un poco más fuerte, se dejo caer en la cama de espaldas con los brazos abiertos, mirando la cadena una vez más, suspirando y sonriendo resignado, mientras ojeaba de nuevo la nota:

Ohayô Querido Byakuya-kun:

Cuando leas esta nota, se te habrán pasado los efectos del somnífero del champán y yo me encontraré bastante lejos; he de decirte que la combinación de tu caja fuerte ha sido complicada de descifrar, pero nada que un poco de concentración y algo de costumbre no puedan resolver.

No intentes pedir al casino los videos de seguridad, más que nada porque no los van a encontrar; tu portátil me ha servido para hackear la seguridad del casino y borrar ese par de horas donde yo salgo.

Puedes denunciar el robo si quieres, pero te aviso que si lo haces tu reputación puede caer en picado, y eso no te conviene, ¿verdad? Sobre todo frente a los hombres de la partida de póker;  por supuesto eres libre de hacer lo que quieras, sólo es un pequeño consejo de amigo...

Pero no todo va a ser malo,  he pasado una noche increíble, eres un amante formidable...

Me despido ya.

Atte. Lord Q.

PD: Por cierto... tenía un Full ^^

Notas finales:

Lo primero, gracias por leer ^^

Para los que no entiendan de poker, explicare un poco las jugadas que aparecen aqui:

Trio: 3 cartas iguales

Dobles parejas: dos cartas iguales (por ejemplo dos cincos) y otras dos de distinto numero (dos cuatros); 

Poker: cuatro cartas iguales;

Al decir Byakuya "dobles parejas" todos creian que tendria dos de un numero y dos de otro, de ahi la decepcion al decubrir que en realidad tenia dos de uno... y otros dos del mismo; aprovecha el nombre de la jugada para hacerles ilusiones 

Escalera: 5 cartas en sucesion una tras otra y por orden (por ejemplo, 9, 10, sota, caballo y rey); aunque parezca dificil que salga, no lo es ^^

Y un full: tres cartas de un tipo, y dos de otro (da igual el numero o la figura; por ejemplo: tres reinas y dos cincos, o al reves) Esta combinacion es mas poderosa que la escalera, pero menor que un poker.

***

Lord Q. : esa Q, es de Quincy ^^

***

Dedicado a Meli (a la que hecho mucho de menos, y que fue de las primeras en leer esto cuando era la version 1 XDD) y a HiGaKy-chan, para que lea algo mio que no sea Gakuhai ^^


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