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Bajo el Cielo Nocturno por LycanZero

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Notas del fanfic:

-Dialogos-

-Pensamientos

-conjuros

Parrafos en negrita son normalmente sueños, los cuales seran algo constantes en el fik (o eso espero, luego cambio de ideas XD)

-!!EN MAYUSCULAS Y CON NEGRITA CON GRITOS FUERTES!!

(N/A:) nota de la autora, las cuales seran comentarios ¬¬ pero no creo que sean muchos.

Notas del capitulo:

Espero sea de su agrado, lamento que no haya actualizado los demas fiks pero no contaba con mi computadora TTwTT

A penas ayer me la devolvieron y es cuando empece a escribir pero no se preocupen que mañana sera la actualizacion de El Príncipe y el ladrón ^w^

Este fik es ES EL PRIMERO QUE ESCRIBI DE VAMPIRE y ps ya me animo a subirlo aqui XD a ver que les parece jejejejeje.

Un vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura maligna que se alimenta de sangre de seres vivos para mantenerse activo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes el vampiro es una deidad demoníaca o un dios menor que hace parte del Panteón siniestro en sus mitologías. En la cultura europea y occidental, así como en nuestra cultura global contemporánea, el prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, y es el de un ser humano convertido después de morir en un cadáver activo o re-viniente depredador chupasangre. O esa es la opinión de los humanos.

 

 

El hombre lobo es tradicionalmente un hombre que, por efectos de magia o por propensión natural, posee la habilidad de transformar su aspecto en el de un lobo. Todas las características típicas de aquel animal - como son la ferocidad, la fuerza, la astucia y la rapidez- son en ellos claramente manifiestas, para desgracia de todos aquellos que se cruzan en su camino. Puede permanecer con su aspecto animal únicamente por espacio de unas cuantas horas, o bien permanentemente.

 

A diferencia de los auténticos hombres lobo, las víctimas de la licantropía tienen únicamente dos aspectos: el humano y el animal o el humano y el de bestia humana. Cuando no se encuentra bajo la apariencia de un ser humano, la víctima de licantropía posee la mente de un animal; no sabe lo que hace y tampoco puede controlar sus acciones. Sin embargo, los hombres lobos auténticos, también llamados Sangre Pura, saben lo que hacen y controlan sus transformaciones.

 

 

 

 

 

La luna resplandece, su color plateado ilumina el bosque tupido por enormes árboles, se podría decir que era una tranquilidad total, sino fuera por una sola cosa… entre los arboles corría un animal, esquivaba los gruesos troncos con gran rapidez, sus ojos resplandecían entre las sombras gracias a los ligeros rayos de luz que la luna filtraba por las ramas, tenía forma canina pero aun así su cuerpo era tan grande como el de un caballo árabe, pero más musculoso. Sus pesadas patas destruían por completo el silencio tranquilo en aquel bosque. Estaba huyendo… ¿pero de qué? Pues, mirando hacia atrás, se podía ver como unos hombres de brillantes ojos rojos le perseguían con espadas y pistolas en mano, cada que podían intentaban dispárale, cuando se acercaban lo suficiente intentaban tajarle.

 

-No debe escapar— dijo uno de ellos, sus colmillos resplandecieron con luz propia, a pesar de que su orden fue casi un susurro se sabía muy bien que sus camaradas le habían oído claramente. Todos apresuraron más su carrera pero no fueron los únicos, aquel ser lobuno también acelero mucho más, sus patas hicieron más ruido hasta que de pronto nada se oyó… su velocidad se volvió a la vez grácil, parecía que no tocaba el suelo, esquivaba con suma facilidad los troncos, las imágenes que para ojos humanos serian unas muy borrosas, para el lobo y sus perseguidores estaban más claras que el agua, le faltaba poco para salir del bosque y ver de frente una pradera que sería su salvación pero también podría ser su fin.

 

-“Tengo que salir de aquí”— pensó el lobo, mientras que esperanzado salía hacia campo abierto mostrándose totalmente. Era una belleza bestial. Sus ojos de un azul hielo, parecían fríos pero eran todo lo contrario, su pelaje de un hermoso color arena como el de la más virgen de las playas, sus garras plateadas relumbraban más con la ayuda de la luna. Después de “él” salieron sus perseguidores, eran hombres cubiertos por capas negras, sus ojos carmesíes mostraban total intención de asesinato y sus blancos colmillos eran acariciados por sus lenguas, estaban ansiosos por probar la sangre.

 

-Intenten acorralarla— ordeno el que se hallaba enfrente, todos asintieron y comenzaron a separarse, poco a poco se iban adentrando de nueva cuenta al bosque, ya que había tupidos árboles que todavía daban camino a lado de la pradera, desapareciendo entre las sombras. El instinto de defenderse se hacía cada vez más fuerte por parte del lobo y por lo mismo las ganas de darse vuelta y enfrentárseles estaba tomando más potencia en su mente, pero la poca razón que le quedaba le aconsejaba que siguiera corriendo, simplemente tenía que correr. De repente y de frente pudo divisar como se iban agrandando poco a poco las figuras “humanas” que le perseguían, habían logrado rodearla. Paro su carrera y se puso alerta.

 

-Por fin te tenemos— dijo una voz femenil, mostrando sus rojizos ojos. Eran ocho las criaturas que rodeaban al enorme animal. La loba aplano las orejas contra la cabeza, mostro sus incisivos, gruño fuertemente y se agacho; estaba lista para cualquier acontecimiento que se le presentase.

 

-Si creen que pueden matarme… ¡¡¡ESTÁN EN SU DERECHO DE INTENTARLO, MALDITOS VAMPIROS!!!— la loba mostro todos sus colmillos abriendo completamente las fauces mientras salía un gruñido más fuerte. Los mencionados por un momento se detuvieron, como dudando el que hacer.

 

-No se preocupen, somos más que ella… no puede ganarnos— el líder alentó a sus compañeros, los cuales también se inclinaron un poco para tener más impulso. La loba saco a relucir aún más sus plateadas garras, las cuales parecían ser capaces de desgarrar cualquier cosa. Cuatro de los vampiros se abalanzaron contra ella, sus espadas resplandecieron con los rayos lunares, en ese momento la loba, en un abrir y cerrar de ojos, se transformó en una desnuda mujer que con gran agilidad se dirigió ante sus enemigos. Esquivando los tajos que le propinaban e incrustando sus colmillos en alguna parte de los cuerpos de los seres inmortales.

 

Cuando tenía la capacidad de moverse más rápido volvía a su forma lobuna, con sus garras desgarraba de una manera sangrienta las pieles de aquellos seres sin embargo para ella lo primordial era clavarle los incisivos. Los demás dispararon sus balas ya que, en un tiempo record, la loba había eliminado a los cuatro que eran portadores de las espadas. Las balas plateadas se dirigieron al cuerpo del can pero estas no surgieron efecto.

 

Una pequeña barrera hecha de hielo bloqueo totalmente las balas. En una carrera mucho más rápida el peludo ser ataco a el vampiro más cercano, agarrándole la cabeza entre sus fauces para luego arrancársela del resto de su cuerpo. Los tres que quedaban empezaron a disparar sin apuntar bien siquiera; el líder que dirigía la persecución comenzó a tocar la retirada pero la loba no iba a permitir su escape, ella ya estaba ahí, matando solo por salvar su vida, ahora el causante de todo esto quería huir como un vil cobarde, no lo permitiría.

 

-No escaparas— diciendo esto tenso los músculos de sus patas y columna, lista para dar una carrera de las más rápidas. De golpe soltó toda la tensión y casi como una silueta borrosa se dirigió hacia los vampiros, al primero que alcanzo le mordió el cuello y lo aventó por ahí, la segunda fue la chica a la cual alcanzo a arrancarle su pierna izquierda; al líder lo paso de largo hasta que estuvo alejado de él unos cinco metros, se detuvo y le enfrento. El vampiro se detuvo en seco y sin poderlo evitar volteo para ver el estado de sus compañeros, con horror vio que todos estaban siendo calcinados como si tuvieran acido encima.

 

-¿Pero cómo?— sus ojos rojos estaban abiertos de sorpresa, la chica que todavía estaba viva gritaba de dolor ante la calcinación lenta de su cuerpo. Los demás ya estaban en cenizas.

 

-Tu sabias las consecuencias de esto— dijo la loba, clavando su ojos color hielo en él, ahora, cobarde vampiro.

 

-Lo siento… por favor perdóname la vida— el ser inmortal se agacho en forma de súplica. Humillante.

 

-Yo no quería asesinar a nadie, pero tu insististe… ahora sufre las consecuencias— la loba se inclinó de nuevo, estaba dispuesto a matarlo, él era el líder y después de que cayeran sus subordinaos pedía la salvación de su vida, simplemente imperdonable.

 

-No, por favor… no quiero morir— debajo de su capa sacaba lo que parecía ser un gran cuchillo.

 

-Es inútil… morirás— dicho esto se lanzó contra el vampiro para clavarle los colmillos. El chupasangre con ágil movimiento esquiva el ataque y logra clavar el cuchillo en el hombro derecho del ser lobuno, quien aulló en forma de mostrar su profundo dolor pero eso no la detuvo, freno su carrera, dio vuelta y alcanzo a morder el costado izquierdo de su enemigo quien con esfuerzo se soltó del agarre e intento huir sin embargo cuando iba a llegar a los arboles cayó en seco sobre el césped.

 

-¿Por qué?... Mi cuerpo no se mueve— como pudo la loba se quitó el cuchillo y se acercó al vampiro, el cual empezaba a ser calcinado.

 

-Nosotros los licántropos, somos como serpientes venenosas para los vampiros… es como un ácido y dará una muerte lenta— sentencio, al ver como el cuerpo de aquel “hombre” se consumía lentamente. Después de eso se dirigió hacia las montañas, aun herida no debía detenerse, podría haber más vampiros en su busca. Su carrera volvió a iniciar. Solo tenía en su mente una cosa: encontrar alguien, encontrar a Kiryuu Zero.

 

 

 

 *****En la academia Cross*****        

 

 

Ha pasado medio año desde que Yuki, junto con Kaname y su séquito, abandono la academia para vivir su nueva vida, una vida con su hermano, una vida como vampiresa Sangre Pura. Seres detestados hasta lo más profundo del ser de Kiryuu Zero, un caza-vampiros quien fue mordido por una vampiresa Sangre Pura cuando era más pequeño, mato a sus padres y se llevó a su hermano gemelo, el cual ahora estaba muerto. Y no conforme con ello, su hermana “adoptiva” a la cual amaba como a nadie en el mundo resulto ser una Sangre Pura que decidió abandonarle para irse con Kuran Kaname, hermano de sangre de Yuki. Antes de que ella se fuera, Zero le dejo bien claro que el odio por los vampiros Sangre Pura nunca cambiara y que por lo mismo la próxima vez que la viera la mataría por ser eso simplemente.

 

La academia está totalmente restaurada y ya tenía tiempo que había comenzado las clases, Cross intento de nuevo poner una clase nocturna pero no tuvo ningún éxito ya que ningún vampiro quería formar parte de aquel proyecto que no tenía esperanza alguna de crecer. Ya se estaba resignando a solo tener a la clase diurna cuando de pronto llego una petición por parte de un clan vampírico de ser parte de su escuela. El director rápidamente acepto tal petición, con la intención de que una vez más la luz de la esperanza para que humanos  y los vampiros vivieran en armonía se realizara. Se llevó un cruel regaño por parte de su hijo adoptivo, Zero, y su amigo caza-vampiros, Yagari.

 

-Esto es el colmo… viste lo que paso con el clan de Kuran… y aun así lo quieres volver a intentar, no sé si eres demasiado optimista o demasiado estúpido para hacer esto- dijo un hombre cubierto por una gabardina café, con un parche en su ojo derecho, sombrero vaquero y de largo cabello negro (llegándole a los hombros).

 

-Es obvio que es un idiota… el proyecto que quiere hacer jamás servirá— dijo un joven de unos diecisiete años, cabello plateado, ojos de un color amatista y piel blanca, vestido con el uniforme de la clase diurna de la academia Cross.

 

Sus facciones serias le daban el toque de un ser perfecto entre mortales.

 

-¡Que crueles son!— Kaien Cross, director de la academia, padre adoptivo de Yuki y también fue quien acogió a Zero después de la pérdida de sus padres. Es un famoso cazador, conocido como “el vampiro sin colmillos”, con los ideales de la paz entre dos mundos totalmente distintos. En estos momentos se hallaba llorando a cantaros por las palabras de los dos ahí presentes.

 

-¿Crueles? ¿Esperabas a que te felicitáramos por fundar una nueva clase nocturna?— Yagari Touga, es un maestro dentro de la academia y fue el encargado para su preparación como caza-vampiros de los hermanos Kiryuu. Zero es su responsabilidad, según sus criterios.

 

-¿Qué clase de clan es el de estas sanguijuelas?- pregunto tajante el chico.

 

-Tienen un hermoso nombre… Yozora (cielo nocturno)… su líder es un Sangre Pura llamado Kamui… Yozora Kamui— dijo el director serio— No es un clan muy conocido, de hecho no siguen las reglas del consejo de vampiros porque ellos viven en las montañas… por más de cinco siglos han vivido en el anonimato y se restringen de meterse con otros de su especie ya que no quieren involucrarse en peleas innecesarias— vampiros inusuales. Esa era la palabra correcta para describirlos.

 

-No me importa… me voy de aquí— Zero salió sin esperar las protestas por parte de Cross al mismo tiempo que Yagari empezaba de nuevo sus regaños hacia el director. Se dirigió al establo, deseaba dormir un rato y que mejor lugar que en un colchón de paja a lado de su querida yegua, Lily.

 

Se dirigió al lugar pero antes de entrar completamente pudo oír como los caballos relinchaban algo alterados, con rapidez se adentró al lugar y para su asombro pudo observar en el pequeño pasillo a un enorme animal, era un enorme lobo con una gran herida en su hombro, la cual no dejaba de sangrar. El animal estaba tumbado en el costado sano, al sentir que alguien entro se puso en alerta, levantando la cabeza y comenzando a gruñir amenazadoramente. El cazador no se inmuto y siguió acercándosele sin temor impregnado en su rostro.

 

-No deberías moverte… espera aquí, iré por algunas cosas para curarte esa herida— el peli plateado se alejó del lugar, la loba solo miro la dirección del joven, él era a quien tanto había buscado, no había duda alguna.

 

-Ichiru, espero que en verdad tu hermano sea el indicado— recostó su cabeza nuevamente en el frio suelo y espero a que volviera el chico; Zero era la persona que con tanto afán había buscado. Por lo que tenía bien merecido un pequeño descanso. Cuando tuviera las fuerzas suficientes hablaría con el cazador acerca del motivo de su llegada a la academia y… también referente a la nueva clase nocturna.

 

El cazador casi corriendo llego a la casa, busco un botiquín y varios rollos de vendas ya que aquel ser lobuno era mucho pero mucho más grande de un lobo normal, a tal punto de que podía asegurar que lo podría utilizar como caballo, solo que este tendría afiladas garras y poderosos colmillos. No sonaba nada mal, pero despejando las fantasías de su mente agarro lo necesario y de nuevo a gran velocidad se dirigió al establo. Cuando hubo llegado se encontró con un lobo profundamente dormido, así que decidió acercarse con sigilo para no espantarlo además los caballos también se habían tranquilizado, solo Lily seguía observando al enorme animal con cautela.

 

-Tranquila Lily, yo sé que no nos hará nada— dijo Zero mientras se arrodillaba a lado de la loba y comenzaba a acariciar cariñosamente su pelaje, era sedoso y fino a pesar de estar muy sucio por la tierra y las pequeñas ramas que se le enredaron en los pelos; ante el acto el animal abrió los ojos pero no se movió, ya reconocía el aroma del peli plateado. El joven cazador comenzó a tratarle la herida, primero le limpio, desinfecto y por último la vendo

 

- Debes tener hambre… espera un momento, te traeré algo de comida— El chico volvió a levantarse y de nuevo corrió a la casa y sin pensarlo saco todos los abastecimientos de carne que tenía en el refrigerador, dejándolo prácticamente vacío, agarro un bote el cual llenaría de agua y lo daría a aquel visitante extraño. Cuando se acomodó las cosas de nuevo fue al establo, el lobo estaba ya echado sobre su vientre, con la vista atenta a la entrada, sus inteligentes ojos observaban con atención al vampiro nivel E y su cola se movía de un lado a otro en un compás lento; el cazador ante esto dedujo que no era cualquier animal.

 

-¿Quién eres?— soltó como si hablara frente a un humano.

 

-Es un gusto conocerte, Kiryuu Zero… mi nombre es Hikari, pertenezco a un clan licántropo… y vengo a pedir tu ayuda— el chico parpadeo varias veces mientras ponía una cara de total desconcierto ya que, la verdad, no esperaba que en verdad el animal le contestara. Después de unos minutos no aguantando más, se soltó a reír. Una carcajada limpia, una que pensaba jamás volvería a nacer en su ser, estaba seguro que ya estaba alucinando, los animales no hablan y el que recordara no tenía el maravilloso don de comunicarse con ellos.

 

-Ya… ya me… estoy… volviendo… loco— intentaba calmar la risa ya que el estómago comenzaba a dolerle y luego puso una de sus manos en su frente para elevar unos pocos mechones que le habían caído en la cara--- por un momento pensé que estabas hablándome.

 

-Es que te estoy hablando— aseguro la loba, con una voz angelical, era suave, aterciopelada.

 

-¿Es esto posible?- Zero era de los chicos inteligentes que captaban las cosas con más rapidez, si la loba le estaba diciendo que en verdad le estaba hablando es porque en verdad lo estaba haciendo.

 

-Te habrás dado cuenta… que no soy un lobo normal en muchos sentidos, vine de muy lejos buscando tu ayuda…

 

 

Notas finales:

Espero sea de su agrad y sino ya saben que me lo pueden decir abiertamente XD

 

Mañana actualizare lo prometo!!!!!!!


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