Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Apostamos? por Aphrodita

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

¿Apostamos?

Aphrodita

Este fic es mas bien, otra versión de mi otro fic: “Clases de apoyo” o “Días de entrenamiento” o “Ensalada rusa” (¡Nunca un fic mío tuvo tantos nombres!). Decidí utilizar la misma estructura, la misma historia, pero desde otra perspectiva, desde la visión de Hyoga. No sé por que, pero esta pareja me encanta. Aun así, todavía no logro hacer una buena historia, una de la que me sienta orgullosa como para decir: “¡Si... Si carajo... Este fic es mío!”.
Espero que les guste y si no es completamente comprensible. Y nuevamente como aclaración previa puedo señalar que Camus esta vivo... Y... ¿Qué mas? ...Mhhmmmhhm... ¡Ha! Si... La historia trata de los cinco Santos de Bronce, pero no quería irme mucho por las ramas, quería centrarme en la pareja principal: Camus x Hyoga... así que no se hagan ilusiones de ver a algunos de los nombrados en alguna situación lemoniana... apenas nombro... Lo que pasa es que si cuento cada uno... Cada pareja... ¡No termino mas!... Aun así contare que es lo que les sucede a los demás, nada mas que no seré tan detallista como con Camus y Hyoga...
Bueno, eso es todo nos vemos al final, con alguna que otra declaración entre medio del fic...

Dedicado a Kitzune-chan (Aunque no sé si le gusta esta pareja) y a todo aquel que me anima a seguir... ¡DOMOU ARIGATOU GOZAIMASU!
Y también va dedicado a Varda... Ya que al principio me salió un poco de su estilo... Y hace mucho que no le dedico nada y que no se nada de ella... así que por nostálgica y sentimentalista que soy va para ella (¡Perdón Varda... Sé que Ikki y Shaka “nacieron” para estar juntos! Pero bué... así quedo mi historia)... Y ya que estamos Shaina y Yakumo que son muy lindas y tiernas con migo... (0_0 mmmhhmm... Eso quedo mal... Se puede malinterpretar... Jeje).
Perdón si me olvido de alguna... Es que soy media gansa... Sepan disculpar... Y si me olvido de vos (Léase “Ti” para aquellos que no son de mis pagos), avisame por review que en mi próximo fic (Si es que aun no me asesinaron por seguir escribiendo) remendare mi terrible error y falta.

Gracias por leer.

Capitulo 1: Caceria.

Saori cumplía años y decidió festejar semejante acontecimiento con todos los lujos propios de una Diosa multimillonaria, con sus invitados de lujos: Otros Dioses, sus Santos, mas los guardianes de Poseidón y Artemisa... y sin poder evitarlo, ya que vivían ahí, sus cinco Santos de Bronce favoritos o mejor dicho sus guardaespaldas, o si les gusta mas: “sus seguros de vida”, o “me arriesgo total ellos me salvan”.
La fiesta se celebraba en la gran Mansión de los Kido... Todos, o casi todos habían sido invitados. Por supuesto que se encontraban los diez Santos de Bronce, mas que algún Santo de Plata, y de los Santos Dorados: Mu, Saga, Aioria, Aphrodite, M.M (Death Mask, para la mayoría), Shaka, Milo y Camus... Shion y Dohko tampoco pudieron asistir ¿?... Igual lo que importa realmente o sobre lo llamativo de esta fiesta, gira en torno a un suceso realmente alocado... Estaban nuestro cinco Santos de Bronce favoritos en el balcón, vestidos exactamente igual: Con traje y camisa negra (Ni que fuera un funeral), escapando de la aburrida y solemne fiesta:

--Todo por que vivimos aquí...—Bufo el morocho apoyado en la barandilla del balcón con su trago en la mano --Sino ya habría inventado alguna excusa como: “No puedo tengo que proteger el Sello de Hades... Otra vez”, o “Lo siento Saori, aun tengo muchas armaduras por reparar”—Hizo una Pausa para beber de su trago –Voy a morir de aburrimiento.

--Niisan... No exageres...—Reprendió a su hermano con una sonrisa empalagosa --Lo menos que podemos hacer por Saori, después de permitirnos quedarnos a vivir aquí, es asistir de buena gana a su fiesta.

--Perdón ¿no?... Pero estoy de acuerdo con Ikki... Un cumpleaños mas, una fiesta mas... Y creo que me voy a alquilar algo de nuevo...—El joven de corta estatura y de ojos profundos se desplomo en una silla—Ni siquiera vino Miho... Por lo menos tendría con quien “divertirme”.

--Ahí la tienes a Shaina... Que te arrastra el ala desde que te conoció... Es hora Seiya...—El rubio se apoyo en la pared observando el firmamento, suspiró de aburrimiento.

--Tengo sueño... estas fiestas me dan sueño... Creo que me iré a dormir...—Dijo el de pelo largo levantándose del asiento.

--¡Que aburrido Shiryu!... ¿Tan temprano te vas a dormir?—Al decir esto, Seiya extendió su mano pidiéndole un poco de su trago a Ikki que estaba apoyado aun en la barandilla:

--Buscate el tuyo enano...—Al ver la respuesta de su Niisan, Shun le ofreció su vaso a su amigo.

--Y que quieres que haga... Además tengo sueño— Dijo Shiryu y desistió de su idea de irse sentándose de nuevo.

--Podríamos hacer algo para pasar el tiempo—Propuso Andrómeda

--Encima...—Se quejaba el Phoenix—Encima tenemos que soportar a los invitados por quien sabe cuantos días...

--No se van a quedar para siempre Niisan, ni tampoco todos...

--Por lo que escuche tan solo los Santos Dorados, el resto tiene como volverse.—Acoto el Dragón.

--Menos mal... Ya me veía compartiendo la habitación con Jabu...—Suspiro Seiya—Aunque si se quedan ellos solamente, sobran habitaciones en esta Mansión.

--Igual... decía: ¿Por qué no hacemos algo para pasar la noche?—Volvió a preguntar Shun—Es descortés irnos a dormir tan temprano... quedaríamos mal frente a Saori...

--¿Qué propones Otouto?... Podríamos jugar a las cartas...

--O a algo mas divertido...—Acoto Hyoga mientras Ikki lo asesinaba con la mirada por lo dicho.

--Podemos jugar a “Dígalo con mímica”...—Shiryu agacho la vista al ver la cara de “¿Qué estas diciendo?” de sus cuatros amigos—decía... No sé...

--Tengo algo mejor—Soltó el Pegasus...

--Huuuyyy... ¿y ahora que?—El Phoenix, y todos, temblaba cuando a Seiya se le ocurría algo.

Ignorando el comentario de su amigo siguió hablando, pero dirigiéndose al Cisne:

--¿Has visto como Milo te come con la mirada?...

--¿Y eso que tiene de divertido y de novedad?—Pregunto el Dragón restándole importancia al comentario.

--Dejame terminar... Podríamos... divertirnos con el...

--¿De que manera?—Pregunto inocentemente Shun...

--Otouto... Ni trates de averiguarlo—Le dijo con tono amenazante y siguió hablando dirigiéndose al Pegasus--No sé a que quieres llegar con eso Seiya...

--No sé... decía... Ahora propongan ustedes...

--No intentaría nada con Milo ni aunque fuera el ultimo ser en la Tierra—Dijo Hyoga con tono cortante—Es la pareja de mi Maestro y encima...

--Si encima te anda arrastrando el ala... –Concluyo Shiryu la frase.

--Por eso me cae mal ese tipo...—Reflexiono el rubio.—Y para colmo mi Maestro parece no notarlo...

--Por eso decía...—Continuo Seiya hablando algo divertido, tal vez a causa del alcohol –Podríamos jugar con eso...

--¡Seiya no te entendemos... y hablo por todos!—Se exaltó un poco Ikki, al ver las vueltas que daba su amigo—Si lo que quieres es sexo, sabes que no hace falta que salgas a buscarlo afuera del G4...

--G5 Ikki... No te olvides de Shun... en el grupo somos cinco, no cuatro...—Le recalco el Cisne.

--Mi hermano esta ajeno a nuestras morbosas diversiones nocturnas...—Dijo el Phoenix con la mirada fulminante—¿No es cierto Shun?...—Pero no respondió--¡¡Shun!!

--¡¡S-Si... Si, si Niisan!!...—Contesto nerviosamente --Por supuesto...

--Lo haces sentir excluido...—Bufo a lo ultimo Hyoga, tratando de ganar la discusión.

--Bien Seiya... ¿A que vas con todo esto?...—Pregunto Shiryu cansado de las discusiones que tenían siempre ellos tres a causa de la sexualidad y no-sexualidad de Shun.

--Seria divertido probar de lo que son capaces los Santos... Tantas batallas, tantas pruebas, hay que ver si para el sexo son iguales de tenaces...

--Sigo sin entenderte... – Ikki dio la vuelta para quedar enfrente del grupo... La conversación había llamado su atención --¿Lo que quieres es probar hasta que limite, o mejor dicho que tan lejos llegarían con un hombre?...¡Ja!... Serias hombre muerto si te acercaras a Saga con esas intenciones... Ni hablar de Shaka... Despídete no solo de tus sentidos sino también de tu hombría...—Dijo burlonamente.

--Ese es el punto... Yo no los creo tan “hombrecitos” como aparentan—Dijo Seiya con una sonrisa triunfante, como quien descubre la mas grandes de las verdades. –Sin ir mas lejos... Mira a Camus y Milo... ¡Nadie se lo esperaba ni se imaginaba que ellos dos serian pareja!.

--Eso es cierto—Dijo Hyoga acompañando las palabras con un asentimiento.

--A decir verdad... Saga me da la sensación de que no deja “títere con cabeza”—Opino Shiryu cruzado de brazos y muy pensativo—Lo veo como alguien que no deja que le digan que “No”.

--Y Shaka... así como lo ven—Opina Seiya, ahora si triunfante-- ¡Para mi no sabe cerrar las piernas!... Y Mu con esa cara de ternerito degollado ¡Ja!... Debe ser re-fiestero.

--Supongamos que si—Dijo Ikki—Ahora supongamos que no...—Y se quedo pensando— ¿Qué nos espera?.

--¡Hay Ikki!... Obvio que iremos “tanteando” el terreno... No tengo pensado ir y echarme encima de Aioria para recibir como respuesta su Lightning Plasma—Dijo el Pegasus.

--Un momento... ¿Iremos?... ¿Estas hablando en plural?—Shiryu comenzaba a impacientarse.

--Vamos Shiryu... Será divertido—Alentó Shun a su amigo.

--Otouto... Ni sueñes con...

--¡Vamos Ikki!... No es un niño...—Defendió el rubio a su ¿amigo?^_^.

--¡Tu no te metas ganso!—Censuro Ikki al Cisne.

--Niisan... No es sexo... Tan solo es probar que son capaces los Santos Dorados—Dijo esto ultimo solemnemente en forma de broma.

--No me gusta que andes en estas cosas raras que se nos ocurre solo a nosotros—El Phoenix suspiro—Pero si tu quieres...

Andrómeda sonrió, a lo que su Niisan rápidamente aclaro:

--Que conste que lo permito para demostrarte que no te considero un niño... Con una única condición... ¡Nada de sexo!... No quiero que te lastimen...—Ikki continuaba con la idea de evitar a cualquier costo que su otouto conocieran los placeres carnales con otro hombre.

--Listo... Entonces ¿como hacemos?—Pregunto Seiya—A mi se me ocurrió que podría ser por sorteo... Salvo que alguno quiera a alguien en particular... Shiryu—Dijo dirigiéndose a su amigo sentado a su lado—Trae lápiz y papel para el sorteo... Esto será divertido...

--¡Traelo tu mismo!... No soy tu sirviente—Se defendió el Dragón, pero al ver la cara de “por favor” tan tierna que le hacia su amigo, no pudo evitarlo y fue a buscar dichas cosas.

Al regresar se sentó, trayendo consigo un trago, lápiz y papel. Comenzó a anotar los nombres y una vez finalizado corto los papelitos.

--Bien... Por ultima vez... ¿Alguien no quiere seleccionar antes su “victima”?—Pregunto Shiryu con los bollitos en la palma de su mano.

Venciendo la vergüenza que le daba pronunciar aquel nombre y revelar sus deseos, Hyoga hablo:

--Yo...Yo quiero... Déjenme a Camus para mi...

--¡¡¡Huuu!!! Hyoga—Exclamo el Pegasus...

--No me lo esperaba...—Dijo divertido Ikki.

--Bien... Entonces Hyoga ya esta... Ikki—Dijo el joven de pelo largo—Toma un papelito... No hay “devoluciones”... El que te toca te toca...

Interiormente Ikki se repetía de manera casi eufórica: “Por favor que sea el, que me toque el.... Por todos los Dioses: ¡Shaka, Shaka, Shaka, Shaka!”

--Aioria...

La cara de decepción de Seiya era mucha mas grande que la de Ikki, y todo por vergüenza de no pedir por “Shaka”.

--Da igual...—Se daba ánimos el Pegasus al haber perdido a Aioria—Me conformo con cualquier otro...Es mi turno—Y extendió su mano para tomar un papelito--...¡Bien!... ¡Este me gusta!—Y mostrando el papelito a todos dijo-- ¡Saga es mío!.

--Shun quedamos tu y yo...

--Mientras no me toque M.M...—Y Shun tomo un papelito—Shaka—Dijo sin ánimos... Ikki se le quedo mirando... No podía enojarse con su hermano, además era un estúpido juego que no significaba nada, absolutamente nada. Era para probar que tan “hombres” son los Santos Dorados y eso no incluía sexo.

--Ahora mi turno: ¡QUE!... ¡No, no, no!—Exclamo el Dragón.

--¿¡Qué!?... ¡¿No me digas que te toco M.M o Aphrodite?!—Pregunto preocupado Shun.

--No... Me toco: Mu...

--¡¡¡Haaaay!!! ¡¡Shiryu!! ¿¿Que tiene de malo??—Seiya no entendía que le veía de mal que le haya tocado semejante bombonazo.

--Es que... es que... Mu es mi amigo... Y yo lo quiero como tal...

-Shiryu...—Dijo el Pegasus inquisidoramente—Yo también soy tu amigo y bien que a la noche... O acaso ¿no me consideras tu amigo?... ¿no me quieres?

--Por supuesto que te considero mi amigo pero... Es distinto... Yo a Mu lo respeto...

Dejo sin palabras al Pegasus:--¡¡Heey!!.

--Bueno entonces... ¿Cuál es el premio?—Pregunto el Phoenix—Digo... el primero que descubra que si... que al que le toco le gusta... ¿Qué gana?.

--Eso no lo había pensado—Dijo Seiya con una sonrisa.

--En lo único en que pensaste fue en la diversión—Acoto Hyoga fríamente, eso no le hizo ninguna gracia a su amigo.

--El primero que descubra algo, lo comunica y después se vera...—Opino Shiryu

--¡Ya se!...—Dijo eufóricamente Shun --Tendremos que hacer lo que el “ganador” quiera o pida... Como una especie de sirviente o esclavo...

--Eso me gusta...—Dijo libidinosamente el Pegasus--... Inclusive pedidos “materiales”... Si yo llego a ganar quiero que me compren entre todos la Playstation 2...

--¡Si claro!—Dijo Irónicamente el Cisne.—Y yo quiero tu colección de cartas del Señor de los Anillos...

--Si ganas... Piénsalo—Finalizo Seiya.

--Bien... ¿Manos a la obra?—Propuso Ikki con desgano... No le agradaba en lo mas mínimo tener que descubrir los gustos de Aioria, pero tampoco quería estar a merced del “ganador”, por que si seria Seiya o Hyoga... No, mejor seria averiguar los limites de Leo.

Seiya decidió que debía empezar cuanto antes la cacería, así podía proclamarse vencedor, pero aun así, tenia un poquito de... miedo... por que había grandes probabilidades de que Géminis no tenga eso gustos: ¿Y si Saga adivinaba sus intenciones y lo mandaba a otra dimensión?... No lo conocía lo suficiente, aun así, su intuición, o mejor dicho su instinto animal le dictaba que estaba en lo correcto, que debía seguir.

A Shiryu no le costaba acercarse demasiado a Mu, puesto que eran buenos amigos... pero acercarse de esa manera. El Dragón no quería que Aries se diera cuenta y se ofendiera por su atrevimiento, no quería perder su amistad a causa de un estúpido juego, lo admiraba y apreciaba mucho.... Aun así no quería perder, por que de tan solo imaginarse que Seiya seria el vencedor, temblaba.

A Shun tampoco le costo acercarse a Shaka, debido a su simpatía eso era un punto a favor para el, aun así la figura de Virgo lo apabullaba, tanta admiración le tenia que le costaba formar un dialogo con el, Shaka notaba esto y le hacia sonreír el nerviosismo y la ternura de Andrómeda.

Por su lado a Hyoga no le interesaba el estúpido juego, no le interesaba ganar ni siquiera perder... Tan solo necesitaba la excusa, algo para tomar coraje y animarse a realizar aquello que hacia tiempo le quitaba el sueño, y de paso demostrarle a su Maestro que Milo era un farsante y un mentiroso.

Continuara...

Esta fue la primera parte, por supuesto fue una introducción a la historia. En el capitulo siguiente contare la aventura de Hyoga y luego la de los demás, por que como ya dije: quería centrarme en eso nomás

Capitulo 2: La aventura del Cisne.

Hyoga busco con la vista a su Maestro. Junto a Milo, como no podía ser de otra forma estaba Camus apoyado contra una pared, su rostro parecía indicar aburrimiento, cansancio y hartazgo. El Cisne se acerco sigilosamente acechando a su presa, cuando esta se dio cuenta de ello se incorporo esperando el encuentro:

--Maestro... ¿Cómo la esta pasando?
Camus le extendió un trago al mismo tiempo que respondía:
--De maravillas...—Hyoga no podía precisar si el tono de voz empleado por su Maestro era irónico... Pero aun así su silencio en la “interesantísima” conversación que tenían Milo y Jabu demostraba su aburrimiento.
--Yo... Mas aburrido no puedo estar...—Dijo el rubio sorpresivamente... Acuario no se esperaba una acotación tan espontánea y verídica. Quiso reír, pero no le parecía correcto, por lo que lo hizo internamente agregando:
--Apoyo la moción...
Ahora si, ambos esbozaron una pequeña, minúscula e imperceptible sonrisa; pero suficientemente nítida para ellos dos.
--¿Quiere salir a tomar un poco de aire fresco?...—Al ver que su Sensei asentía propuso—Vayamos al jardín de invierno, mejor...

Llegaron con sus respectivos tragos en la mano, Hyoga se había encargado de llevar una botella un tanto escondida, el Santo Dorado noto esto, pero aun así, no le desagradaba la idea de seguir tomando fuera de la fiesta, A pesar de eso se cuestiono si era correcto dejar pasar ese atrevimiento del chiquillo que estaba a su cargo, ya que el era un Santo Dorado, superior de Hyoga, su Maestro, y casi se podría decir... Un padre...¡naaaa!... “¿Que tiene de malo?”, Concluyo sus pensamientos Camus, al mismo tiempo que Hyoga con señas le indicaba sentarse en un banco de jardín bastante amplio. A través del vidrio en el techo, se podía visualizar el firmamento en todo su esplendor.

--Dime Hyoga... Hace mucho que no nos vemos... ¿Estas trabajando, estudiando?... Por lo que me dijo Saori, no dejas de entrenar al ritmo de siempre en el Gimnasio de la Mansión.

--Es cierto... No quiero perder el ritmo—Respondió Hyoga al mismo tiempo que servia mas licor al vaso semi-lleno de su Maestro.—Tengo pensado estudiar, pero por el momento primero debo terminar con el estudio secundario...

--¿Y que te gustaría estudiar?...

--Aun no lo se... Dígame Maestro...—El Cisne quería cambiar el rumbo de la conversación --¿Cómo le va a usted con todo?... En su vida personal... ¿Tiene planes?... Por lo que veo sigue con Milo...

--así es... Sigo con Milo—Y al decir esto bajo el contenido de su vaso de un trago y con señas le indico a su discípulo que volviera a llenarlo...

Siguieron conversando toda la mayor parte de la noche... Hyoga le preguntaba, y a pesar de que Camus contestaba como si de un telegrama se tratase, estaba consiguiendo la intimidad que buscaba. Escuchaba hablar a su Maestro mientras lo observaba de pies a cabeza. En mas de una oportunidad Acuario se puso de pie permitiendo al Cisne admirar, como tantas otras veces, el magnifico, perfecto y trabajado cuerpo del hombre que mas admiraba no solo por su destreza sino también por su belleza.
Camus no era un niño, y digamos que noto este comportamiento extraño que estaba teniendo su discípulo, a pesar de no poder descifrar bien a donde iban las intenciones, pero las miradas de Hyoga hablaban por si misma... Aun así, el Santo Dorado no podía evitar dirigirse a su muchacho como a un hijo: retándole y aconsejándole; tal vez, sin sospechar lo que este estaba tramando.
El Santo de Bronce buscaba acercarse mas y mas a su Maestro, tratando de que el alcohol no le jugara una mala pasada, dándole la confianza y una seguridad inexistente. Cuando el “clima” se estaba formando, casi forzadamente por parte del ruso, aparece el ser, “dueño de las pesadillas” de Hyoga.

--Camus... estabas aquí... te he estado buscando por todos lados durante casi toda la noche...

--Milo... Lo siento—Respondió el francés como restándole importancia al asunto.—Estaba charlando con Hyoga.

Milo, aparentemente notando por primera vez la presencia de Hyoga, lo saluda:

--Hola niño...

¡Cuánto odiaba el Cisne que le dijera “niño”! Y cuanto odiaba que utilizara ese tono de voz.... como si estuviese diciendo: Te deseo... Y esa mirada cargada de lujuria y esa media sonrisa morbosa.... El rubio solo saludo con una sonrisa, a propósito forzada, que mas quedaba como una mueca de desprecio.
Lo que logran los celos... Ya que Escorpio no era una persona tan detestable como el Santo de Bronce lo veía... Era simpático, hablador, y comprador... Si Milo quería llevar a alguien a la cama, solo tenia que mirar a esa persona y ya la convencía, y si no: una o dos palabras, algún que otro artilugio, y no había ser en la tierra que le dijese “No”. Escorpio, sin duda, solía caer bien, y cuando no, a el lo tenia sin cuidado.

Hyoga vio perdida su oportunidad, además no seria fácil acercarse a su Maestro de esa forma. Se lamento, ya que el alcohol permitía desinhibirse, sin embargo, el Cisne sintió que las miradas habían sido interpretados correctamente y a la vez reciprocas (¡Que fea palabra!), Y de ser así era cuestión de tiempo... Tendría a Kamus a su merced y a sus mas bajos instintos.
La noche se estaba haciendo larga, pero la fiesta parecía acercarse a su fin. La mayoría de los invitados ya se habían retirado y los que quedaban eran aquellos que ocuparían dos días o tres las habitaciones de la Mansión. Hyoga presto atención, al ver que casi todos se retiraban a dormir, una vez distribuidos los cuartos de invitados, a donde se dirigía su querido Maestro; Por suerte, pude ver como Milo ingresaba a una habitación distinta a la de su Sensei, aun así, quedaba al lado del cuarto de Camus... Mientras, sentado en el sillón, que le daba una perfecta ubicación de la escalera, observaba atentamente esta escena que se prestaba arriba cuando una voz llama su atención:

--¿Y ganso?...—No podía ser otro que Ikki—Como va tu “cacería”...
--Mejor que la tuya... Por supuesto—Dijo Hyoga con tono de obviedad, mientras observaba como la puerta de Camus se cerraba.--¿Y la tuya?
Cuanto razón tenia el Cisne, pero eso Ikki, no iba a dejarlo al descubierto:
--Bien... Perfecto... Mejor no podría ser.
Había sido mas que obvio.
--Por lo que veo has fallado Ikki—El rubio había dado justo en la tecla.
El Phoenix bufo:
--Algo así...—Se sentó junto a su amigo ruso y se cruzo de brazos—No quiero estar a merced de Seiya...
--Dime...¿Tan mal te fue?... ¿Qué sucedió?... Ja... De seguro que utilizo el Lightning Bolt contigo... Aunque de ser así, no estarías aquí.
--Aun no todo esta perdido... No te diré nada, por que todavía tengo posibilidades...
--Posibilidades de morir...
Ikki rió sarcásticamente, pero era verdad... Ya no tenia posibilidades de nada.
--¿Sabes como le esta yendo al resto con la cacería?—Pregunto Hyoga, a pesar de que el estúpido juego no le interesaba le daba curiosidad saber como le iba al resto—¿Seiya ya fue enviado a otra dimensión?...—Ambos esbozaron una sonrisa.
--Quisiera verlo a Seiya recibiendo el Galaxian Explosion... —Acoto el morocho en forma de gracia. (No es que ellos quieran ver a Seiya muerto... Aclaro por que sino queda como que sí. Ikki continuo hablando: --De Shiryu y Shun no se nada... desaparecieron toda la noche, ni noticias de ellos... —Dijo rascándose pensativamente una mejilla—A Seiya me lo crucé en el pasillo con cara de susto... no sé que querrá decir eso.
Observando el panorama el Cisne le dijo:
--Parece que todos se han ido a dormir... Yo haré lo mismo...
--Hasta mañana ganso...
--…sta ganso—Dijo el rubio tomando su miembro entre sus manos por encima del pantalón de traje, causándole a Ikki cierta gracia.

(¿Vieron?... Hyoga e Ikki pueden llevarse bien, solo aparentan enemistad frente a los demás para no dejar evidenciada la calentura y las ganas que se tienen ^_^.)

A la mañana siguiente Hyoga despertó relativamente temprano, tan solo había dormido 5 horas. Creyó conveniente apurarse con su “cacería” ya que su Maestro no estaría en la Mansión toda la vida, por lo que se levanto, se dio una ducha rápida se vistió y al bajar comprobó que ya había gente levantada. Se acerco a la puerta de su Sensei, y apoyo la oreja en la puerta... no era cuestión de entrar y encontrarse a su Maestro abierto de piernas siendo penetrado por un furioso Milo. El silencio le indicaba que eso no estaba sucediendo, y con la excusa del desayuno, entro a la habitación iluminada apenas por los rayos de sol que se filtraban a través de las cortinas.
Fue una imagen que no se la borraría nunca. Ver tendido allí, boca abajo, en esa cama, a ese ser que lentamente, poco a poco se había convertido en su deseo mas secreto y prohibido, al punto de la obsesión... fue sublime para el Cisne. Se acerco lentamente mientras observaba como sus brazos descansaban a un costado, las piernas levemente flexionada y su cabello lacio de un celeste raro desparramado en la blanca sabana... No quería despertarlo, verlo así, tan bello, vulnerable, casi se podría decir, desprotegido. Por que si, nunca lo había visto tan indefenso a pesar de no serlo. Su rostro era tranquilo, como disfrutando, tal vez, de un dulce sueño.
El Santo de Bronce se acerco a aquel hombre que había dejado de ser su figura paterna, para pasar a ser la figura del hombre que él buscaba y deseaba. Se sentó lentamente a su lado y acomodo algunos mechones de pelo, Camus se movió sin despertarse. Hyoga quería ver a través de las sabanas, por que se imaginaba, que como a su Sensei le gustaba dormir desnudo, así se encontraría... Al tratar de, disimuladamente, escabullir su mano debajo de la sabana, ve como unos ojos profundos y penetrantes lo observa:

--Ma...Maestro... Yo...
Camus recién salía de su adormecimiento, aun dormido y con un bostezo pregunto:
--¿Qué sucede muchacho?
--He... yo... yo venia a decirle que el desayuno ya esta listo—Era mentira, pero fue lo único que se le ocurrió, aun así, parecía que su Maestro no notaba la extraña actitud.
Hyoga a pesar del temor de ser descubierto, no se movió de lugar... Acuario si noto la proximidad, pero no le molesto, no veía malas intenciones en ellas, ya que Hyoga era su muchachito.
--Gracias Hyoga, enseguida iré...—Al ver que su discípulo no se levantaba de la cama continua hablando: --¿Quieres esperarme?.
--¿Cómo durmió?—Pregunto ignorando el comentario de Camus... quería buscarle conversación para evitar irse tan rápido.
--Bien... Poco, pero bien.
El Cisne se había quedado embobado con los labios que pronunciaban aquellas palabras, ahora sin duda no quería irse...
--Me alegro...—Dijo el Santo de Bronce en un susurro sin quitarle los ojos de encima y tuvo un gesto un tanto extraño: Acaricio lenta y dulcemente la piel de Acuario. Palpo la mejilla de este, experimentando la extraña sensación que le daba aquel contacto... ya que nunca, en los años que conocía a su Maestro, había tenido un gesto similar, un contacto tan intimo como a la vez tan natural si se tiene en cuenta el profundo cariño que se profesaban a pesar de no demostrarlo nunca.
Y el Santo Dorado considerado el mas frío de todos, también tuvo un gesto algo extraño en el.... Sonrió, tan nítidamente para su muchachito. Ya que aquella caricia no le parecía mas que una demostración de afecto, un afecto tan profundo como el de él hacia el ruso... Un cariño de padre a hijo.
Hyoga sentía en su interior que podía seguir, pero que debía hacerlo lentamente, por que claro, tenia en cuenta de que su Maestro lo veía como a un niño... Ni se imaginaba que Camus lo amaba como a un hijo, o como a un hermano menor. Por lo que, el rubio, al ver que Camus no rechazo la caricia y en cambio le regalo una tierna sonrisa, abrazo a su Sensei del cuello, recostándose apenas en su torso desnudo. Primero, Acuario se quedo helado con los brazos a los costados: “Demasiada demostración de afecto para el Cisne” pensaba; Cuando pudo reaccionar, y salir de su asombro, le seguía pareciendo natural... por lo que correspondió el abrazo, rodeando la cintura del rubio con sus fuertes brazos.
Así se quedaron unos cuantos minutos, en perfecto silencio. El ruso quería quedarse en ese lugar, en ese refugio, toda la vida... se sentía tan cálido y tan reconfortante, tan seguro... Pero debía seguir; levanto una mano y comenzó, como antes lo había hecho, a acariciar la mejilla de Camus, obligándole a este a cerrar sus ojos disfrutando de aquel placer “¿Qué esta ocurriendo?” Analizaba Acuario cuando sorpresivamente Hyoga comenzó a besar su blanco cuello haciéndole experimentar cosas que no eran correctas, que no debía... ¿Qué no debía?.
Retiro a su muchachito comprendiendo que las caricias y mimos habían llegado demasiado lejos, desconcertado le pidió al Cisne que se retira para poder levantarse:

--Ve muchacho, que ahora enseguida me visto y bajo a desayunar contigo...—Fueron sus palabras; Y Hyoga comprendió que había ido demasiado rápido, pero lo reconfortaba saber que su Maestro, aunque sea por un instante había sucumbido al placer y se había dejado llevar por el deseo... por lo que se retiro algo satisfecho y con la revancha en su mente, dejando a un Camus llenos de dudas y preguntas... pero no, no podía ser lo que el pensaba... A pesar de estar en lo correcto, Acuario se convenció de que solo eran ideas suyas, que había malinterpretado las caricias del rubio como algo libidinoso cuando eran pruebas del cariño que se tenían.

Continuara...

Ahora, si les gustan las otras parejas me lo hacen saber así me animo a hacer alguna historia con aquellos seres... Personalmente me encanta Shun x Shaka... ¡No son dulces!... Juntar al mas tierno de bronce con el mas tierno de los Dorados. ^_^.
Y la que no me gusta de las que forme... ¡Ba! En realidad no es que me desagrade, tan solo que no pega ni con moco: Ikki x Aioria.

Capitulo 3: ¿Y por casa como andamos?

Hyoga bajo a desayunar un tanto decepcionado y un tanto esperanzado. A los pocos minutos bajo Shiryu con cara de haberlo pasado muy mal, debido a que estaba Mu Y Saga en el comedor no pudo preguntarle nada, pero le basto con ver la cara de Aries al ver llegar al Dragón. El Cisne miro a su amigo y este le respondió la mirada con ojos de ¿tristeza?... si, eso parecían decir sus ojos. Desayunaron los cuatros en silencio, con algún comentario de Saga sobre banalidades. Al tiempo que el ruso terminaba de desayunar apurado al ver que el Dragón también lo hacia, ve como por la puerta entra su Maestro seguido por Milo... Esa escena, a pesar de carecer de importancia, le exaspero, por que sabia, que el dueño de aquel cuerpo que le quitaba el sueño y la respiración le pertenecía a Escorpio, de tan solo pensar en aquello, en que Milo tocaba aquella piel le revolvía el alma de bronca y celos... Si, ya era algo obsesivo lo que tenia con su Sensei.
El joven rubio siguió a su amigo hasta la sala, Shiryu ya se imaginaba por que lo seguía:

--Mira Hyoga, no tengo ganas de hablar...
El Dragón había sido un poco duro en su tono de voz, y esto sorprendió a Hyoga, ya que no esperaba semejante dureza o trato por parte del Dragón.
--Disculpa Shiryu, tan solo quería saber como te había ido...
--Esto no es mas que un estúpido juego, en el que solo pueden jugar estúpidos como nosotros—Dijo el joven de pelo largo aun de espaldas a su amigo.
--Por lo que veo te ha ido mal...
--Digamos que si...—Dijo volteando finalmente—Digamos que perdí... Por que me salgo de este juego infantil...

Shiryu se fue dejándolo a Hyoga mas que sorprendido... “¿Qué habrá pasado?” Se preguntaba a la vez que veía bajar al resto de los inquilinos.
La mañana paso rápidamente, debido a que se habían levantado bastante tarde, por lo que, luego del desayuno de los últimos, seguía el almuerzo... Hyoga quería saber como le había ido a Shun pero ni noticias de el... Que raro.
Almorzaron todos juntos, incluida Saori. El Cisne trato de ver en el rostro de Shun alguna señal, algo que le dijera como le había ido, pero nada. Trato de ver eso en Shaka, pero menos, su rostro era tan tranquilo como siempre, lo que si, era de extrañarse, tenia los ojos abiertos dejando ver esos luceros celestes tan hermosos e impactantes que tenia.
Luego del almuerzo mas de uno quería dormir la siesta, el ruso incluido, al ver que Camus se disponía a hacerlo. Lo siguió hasta su cuarto pero espero pacientemente a que este se tomara su tiempo de sacarse la ropa y se acostase antes de golpear la puerta. Una vez esperado el tiempo prudencial, golpeo recibiendo como respuesta un: “Adelante”.
El rubio no estaba tan seguro en lo que estaba haciendo, pero debía apurarse, nuevamente en su cabeza resonaba la idea de que pronto se iría de la Mansión, al Santuario y con Milo.

--¿Qué sucede muchacho?—Pregunto Camus un tanto extrañado.
--No quiero molestarlo...—Era cierto, ya que creía que su presencia era de por si bastante osada, pero su Maestro le disipo sus dudas:
--No molestas... Dime...
--¿Va a dormir la siesta?—Dijo Hyoga a medida que se acercaba a la cama en donde su Sensei descansaba tapado por una fina sabana.
--Si—Fue la corta pero verídica respuesta... era de por si bastante obvio.
--Es que creía... Ya que se va tan pronto que seria bueno charlar un poco... Hace mucho que no lo veo y me gustaría hablar con usted...
A Acuario eso le pareció muy sincero y dulce por parte de su discípulo, y comprendió que era injusto acostarse a dormir sin charlar un poco con el antes... Y así, el Cisne, consiguió lo que quería:
--Tienes razón Hyoga... Lo siento... ven siéntate aquí a mi lado.
El Santo Dorado se incorporo un poco en la cama para dejar que su pupilo se acomodase a su costado. El ruso se acostó iniciando una conversación banal.
La proximidad con su Camus lo estaba volviendo loco... Si, su Camus por que ya lo consideraba suyo. A los pocos minutos el rubio bostezo y fingió tener sueño, a Acuario le pareció raro que en tan pocos minutos tuviera sueño:
--¿Tan aburrida esta mi charla que te dio sueño?.
Hyoga sonrió acomodándose contra su pecho:
--No es eso Maestro... es que... es tan cómodo estar así, tan cálido... me reconforta... Mmmhhmm.—Y cerro sus ojos.
A Camus esos gemidos le pusieron un tanto nervioso, aun así acomodo a su muchacho, atrayéndolo, a lo que el Cisne aprovecho y cruzo una pierna por encima de la pierna de Acuario y acomodo su cabeza en el cuello de su Maestro. El Santo Dorado, experto en estas cosas, seguía convencido de que no podía ser lo que si era... Ya que no se lo esperaba en su discípulo.
Al ver que Camus no rechazaba esta actitud, de por si bastante obvia, el rubio toma coraje y se acomoda encima de su Sensei, quedando frente a frente, en silencio. Los ojos los tenia abiertos, expectante a cualquier indicio que le dijera que debía parar con lo que estaba haciendo... pero nada, por lo que comenzó a acercar sus labios a la boca de Acuario, dándole tiempo a arrepentirse, y como eso no llego nunca... lo beso. El Santo Dorado se quedo helado, sin poder reaccionar ni mover un solo músculo, y sentía como la lengua de su pupilo, de su muchacho, jugaba en el interior de su boca, en aquella boca que le pertenecía a Milo, a su Milo: Dueño de sus palabras de amor y de sus besos... “¿¡Que demonios estaba pasando!?”... Eso no estaba bien, no era correcto.
Alentado por la pasividad de Camus, Hyoga desliza una mano juguetona y deseosa a la entrepierna de su Maestro, descubriendo a su placer... que estaba completamente desnudo:

--Como me lo imaginaba...—Susurro Hyoga una vez que pudo desprenderse de aquellos labios.
--Hy...Hyoga... Detente, muchacho...No...
Pero el Cisne estaba muy entretenido con el miembro de su Sensei que luchaba por no endurecerse.
--Lo deseo Maestro...—El tono de voz estaba cargado de deseo y pasión.
--¡¡¡HYOGA NO!!!—Grito Camus sacándose de encima a su discípulo, una vez que pudo reaccionar--¡¡¿QUE HACES MOCOSO!!
Acuario no solía reaccionar de esa manera tan explosiva, por lo que el rubio comprendió que estaba realmente enojado... Tan cerca que había estado... de ganar... de ganar el mayor premio de todos: Camus.
--Lo siento...—Pudo pronunciar apenas.
--¡LO SIENTES!... ¿ME DICES QUE LO SIENTES?...—El Santo Dorado trataba de calmarse, no quería gritarle a su muchachito, si no encontrar una solución a todo este embrollo.
--¿Tanto le desagrado?—Pregunto el ruso realmente dolido.
--¡¡¡No es por eso!!!... ¡¡No entiendes!!...
--¡No!... No entiendo por que se pone así... Si no le gusto entonces por qu...—Pero fue interrumpido.
--¡No se trata de que si me gustas o no!—Kamus respiro hondo tratando de calmarse –Es que... esto no esta bien, no es correcto—Dijo negando con la cabeza y con la vista perdida.
--¿Por qué?... ¿Por qué no es correcto?... Que tiene de malo?... Si a usted—Dijo Hyoga al mismo tiempo que Acuario lo miraba prestando atención a lo que decía --Si a usted... le gustan los hombres... ¿por que?-- El Cisne podía ver en la mirada de su Maestro que este ya estaba tranquilo.
--No se trata de eso... No es solamente sexo y nada mas... Eres como un hijo para mi y te quiero como tal.
--¡Yo no quiero ser su hijo!—Dijo el rubio dolido al escuchar aquellas palabras, en su mirada había cierta tristeza—Yo... Yo lo quiero... Siempre lo quise... cuando era chico como a un padre, el padre que nunca tuve... de mas grande lo admire, lo admire por su destreza, por su técnica, por su fuerza... pero de mas grande esa admiración... esa admiración—A Hyoga le costaba decir aquello—Se transformo en esto... en deseo.—Y agacho su cabeza en señal de vergüenza.
Acuario asintió con la cabeza y sonrió indicándole comprensión:
--Estas equivocado...
--¡No, no lo estoy!... ¿Usted que sabe?.
--Dejame terminar... Tu cariño, el que dices tener por mi... es cierto, es tan cierto como que yo te amo.. Te amo como aun hijo... Y mutó, en eso que llamas deseo, pero... No te avergüences de ello, y con el tiempo, cuando crezcas, te darás cuenta de que estabas equivocado... Es eso: estas confundido... confundes los sentimientos.
--¡No me trate como a un niño, por que no lo soy!.
--No te trato como a un niño, no te enojes...
--¡Ve!... Lo esta volviendo a hacer... me trata como a un niño.
Hyoga estaba parado cerca de la puerta con sus manos en la cintura un tanto enojado con la situación y Camus sentado en la cama:
--Ahora muchacho ¿Qué vamos a hacer con esto?—Dijo Acuario reflexionando consigo mismo, mas que diciéndoselo a su discípulo.
--Cuando deje de verme como a un niño sabrá que voy en serio.
--Ya pasara Hyoga... Y podrás ver todo mas claramente.
Ambos se quedaron en silencio unos segundos, procesando todo lo sucedido, en su corazón y en su mente.
--¿Me perdona?—Pregunto Hyoga mirando a su sensei con unos ojos que derretirían el helado corazón de cualquiera, acompañado de un casi “pucherito”.—No quiero que se enoje ni que se aleje de mi por esto...
El Santo Dorado asintió sonriendo... ¿Sonriendo?... Si, sonriendo ya que aquella vista le enternecía.
--Aun así Maestro... Yo... No me voy a olvidar, no... No, por que esto que siento, este... deseo... es real, es tan real como el beso que le di...
Diciendo esto, se retiro rápidamente del cuarto dejando a Camus desarmado completamente, con millones de dudas y sentimientos confusos.

Hyoga llego al jardín de la mansión y se cubrió del molesto sol a la sombra de un árbol, se sentó y medito acerca de lo ocurrido, analizando los suceso, el curso que habían tomado, las reacciones y demás detalles, llego a una conclusión: Que su queridito Maestro lo deseaba... Tanto como el lo deseaba... Que tan solo ese tonto prejuicio del cariño de un padre a un hijo, de un hermano mayor a uno menor, de un Maestro a un discípulo, no lo dejaba liberarse. El Cisne no comprendía que para el Santo Dorado de Acuario aquel sentimiento era muy importante y muy fuerte, era un fuerte peso acompañado del echo de que veía a su discípulo muy joven para hacer esas cosas, un tanto joven para el. Aun así el ruso se propuso quebrar esa barrera de prejuicio y lograr su cometido. Estando en su cavilaciones no nota como alguien se sitúa detrás de él... antes de voltear a ver quien era, la persona en cuestión le cubre los ojos con su cálida mano... Adivinando su cosmoenergia y teniendo en cuenta la única persona que le haría eso, le dice:

--Shun...
--¡Me descubriste!...—Exclamo el alegre joven con una sonrisa y muy cerca del rostro de su amigo. Y sentándose a su lado le pregunta:--¿Qué te sucede Hyoga?... ¿Ogenki desuka?
--Hai, Genki desu... No me pasa nada...
--¿Cómo te fue con Camus?
--Bien y mal...
Shun se le quedo mirando alentándolo a seguir hablando, Hyoga viendo que era Andrómeda, el único al que le llego a contar cosas realmente personales, no veía mal contarle todo lo sucedido... Y así fue... Le contó todo, absolutamente todo, hasta los detalles y sus conclusiones.
--Entonces...
--Entonces no pienso darme por vencido, por ahora no es bueno seguir intentando ya veré la oportunidad...
--Pues apurate Hyoga... Por que pasado mañana se van...
--¿¡Pasado mañana!?—Pregunto el Cisne casi desesperado.
--así es... Saori ya les consiguió pasaje... Y como los chicos no pierden tiempo, decidieron hacer una cena especial (Léase fiesta loca cuando Saori se va a dormir temprano) de despedida mañana a la noche.
--Cena especial...—Murmuro el rubio esbozando una picara sonrisa.—Por cierto Shun... ¿A ti como te fue con Shaka?... No hemos podido hablar...
Para desgracia de Hyoga y salvación de Shun apareció Ikki llamando a su Otouto.
--Lo siento Hyoga... Después te cuento... Cuando no este mi hermano.
--¡Epa!... Parece que hay cosas que no se pueden contar...—Dijo con una mirada picara.
--No es eso...—pero Andrómeda fue interrumpido.
--Otouto, te he estado buscando—Ikki al decir esto miro al Cisne desde arriba casi con desprecio, a lo que el ruso exclama haciendo un gesto de inocencia con las manos.
--No le hice nada, no lo toque...—Dijo burlándose de la actitud “cuida” de su amigo, el Phoenix, quien lo ignoro.
--Te venia a buscar por que me habías pedido que te avisara cuando vayamos a comprar las bebidas...
--¡A si!... Gracias Niisan...—Agradeció Andrómeda con una sonrisa y poniéndose de pie se sacudió el pasto del pantalón en su trasero y siguió a su hermano mayor.
--¿Vienes Ganso?...—Pregunto Ikki nuevamente con su simpatía habitual hacia Hyoga.
--No gracias... Lamento no poder acompañarlos y privarlos de mi grata compañía—respondió Hyoga irónicamente.
--¡Dale!—Rogó Shun tiernamente—Vamos a comprar gaseosas... Acompáñanos...
--¡Seguro!... Gaseosas y agua mineral... eso es lo que le dijeron a Saori...—Dijo divertido el Cisne—Disculpame Shun, pero prefiero quedarme.—Finalizo pidiendo perdón con sus ojos, a lo que Andrómeda asintió aceptando la negativa.
--Vamos Otouto, no nos van a estar esperando toda la vida...
--Hay voy Niisan...—Dijo al mismo tiempo que apuraba su paso para alcanzarlo.
--Además ¿Para que quieres que venga? ¿Para molestarnos?... Mejor, dejalo ahí.
--¡Niisan!...—Dijo en tono de reproche... Pero Shun igual sabia, que Ikki solo decía eso para molestar a Hyoga.
El Cisne se quedo un rato mas sentado en la hierba observando como sus amigos se retiraban. Aun pensando, ya hacia rato que los hermanos se habían retirado ¿Quién quedaría en la Mansión? Fue a averiguarlo.

Capitulo 4: Tanteando el terreno.

Al entrar a la Mansión se encontró con Aioria recostado cómodamente en el sillón de la sala leyendo una revista... “Un día y tanta confianza”... Pensó Hyoga, mientras pasaba a su lado:

--¿Tu tampoco has ido?—Pregunto Aioria sin dejar de leer la revista.
--Por lo que veo tampoco tu...
--Somos cuatro...—Dijo levantando la vista de su lectura.
--¿Cuatro?
--Kamus y Milo decidieron quedarse y aprovechar...—Al decir esto hizo una mueca morbosa.
Hyoga no quería demostrar cuanto le molestaba aquello, y en su rostro no había nada que indicara eso.
--¿Qué?...—Pregunto Leo incorporándose del sillón y dejando completamente de lado la revista. Y fulminando con la mirada al Cisne le dijo--¿Te pone celoso?— El tono de voz había sido bastante molesto.

El ruso no sabia, no comprendía como sabia aquello, si el era bastante precavido en esas cosas, ya de por si saber como se encontraba el Cisne era Misión Imposible...Aun mas tratándose de sentimientos tan profundos y escondidos. Ni sus mas allegados, ni sus compañeros de batallas y amigos habían podido siquiera vislumbrar tal sentimiento... Y tratándose de Aioria, aun mas lo sorprendía... Por que si fuera Shaka...Bueno era otra cosa... ¡Pero que Leo notara eso!.
Hyoga arqueo sus cejas como demostrando que era una locura lo que estaba diciendo, y sin acotar nada se retiro a su cuarto. Al pasar por la habitación de su Maestro se detuvo... Sabia que Milo estaba allí... Sabia que Milo lo estaba penetrando en ese momento, podía escucharlo... Y saber eso lo estaba volviendo loco. Al entrar a su cuarto cerro la puerta de un portazo que se hizo escuchar en toda la Mansión... En la sala Aioria sonreía divertido.
El ruso se recostó en su cama y lentamente se fue quedando dormido, la tarde de por si se prestaba a dormir (Que frase rara! *_*). Fue un abrir y cerrar de ojos, el barullo de tanta gente en la mansión lo despertó, afuera ya era de noche.
Bajo a la sala y se encontró con la mirada de Camus quien estaba sentado al lado de Milo. Una sensación extraña, mezcla de vergüenza, pudor, miedo y tristeza se apodero del Cisne, a lo que Acuario, notando esto, lo tranquilizo con su mirada, indicándole que todo estaba bien. Prácticamente no cruzaron palabras, ni siquiera durante la cena. Pero lo poco hablado entre ellos, le sirvió al ruso para quedarse tranquilo... Su Maestro no estaba ofendido ni enojado con el, un poco distante tal vez, pero era comprensible. Eso entristecía un poco el corazón del rubio.
Hyoga observo a Seiya, quien sorpresivamente estaba muy callado. Intento acercarse a el para saber que le sucedía, pero no pudo averiguar nada. Shiryu seguía con la misma cara de angustia, mientras un Shun sonriente como siempre, se paseaba de un lado al otro.
El Cisne seguía teniendo sueño, se sentía cansado, mas bien abatido por todo lo ocurrido. Se acostó temprano despertando cerca del mediodía... Nunca había dormido tanto, le dolía todo el cuerpo, y lo sentía mas pesado y cansado. Abajo era un ir y venir de Santos preparando lo que se vendría a la noche. Y recién cerca de la tarde se pudo acercar al Pegasus para preguntarle en secreto:

--¿Y?... ¿Cómo te fue?—Susurro Hyoga.
--Heee...—Dudo Seiya, sabiendo a lo que se refería.—Bien...
--¿¡Bien!?... Pero ¿Qué paso? Cuéntame...—El Cisne, conociendo a su amigo, le sorprendió que no le contara con lujos de detalle.
--Después te cuento, no es el lugar ni el momento para hacerlo...
Como si a Seiya eso le importase.
--¡Vamos!... Dale, ¿Por que no quieres contarme?... Vayamos a mi cuarto para hablar mas tranquilos
--No te ofendas Hyoga, pero... Después ¿Si?... Ahora no tengo ganas de hablar de eso.

¡Pero que les pasaba a todos! Nadie quería decir nada, ni contarle. Y pensar que este estúpido juego no le interesaba, ahora se moría por saber... Le intrigaba tanto suspenso, encima nadie le preguntaba a el cómo le había ido con Camus... eso le extraño, se lo imaginaba a Seiya encima de él rogándole que le cuente todo con lujos de detalles, y sin embargo no, es mas se podría decir que Hyoga veía en su amigo cierta... ¿vergüenza!... ¡No podía ser que el Pegasus tenga vergüenza!. Pero bueno, ya tendrían tiempo de hablar cuando los Santos Dorados vuelvan a Grecia.

El día se paso rápido, aunque para el Cisne era eterno el tiempo. Recién a la tarde pudo sostener un dialogo con su Maestro, en donde le disipaba todas sus dudas... Todo volvía a ser como antes... Tenia miedo de que la relación cambiase, pero no... Camus se dirigía a el con el mismo cariño frío de siempre, y a pesar de que le costaba vencer la vergüenza, Hyoga también se comporto con el de la misma forma. Con el transcurrir de las horas, la relación volvía a tener su curso normal, olvidando lo ocurrido. El ruso no se separaba de su Sensei ni un instante, y Acuario tampoco de el, a pesar de tener a Milo dándole vueltas como las moscas a la miel.
La noche llego, y con ella la diversión... Si, los Santos también se divierten, no es todo: peleas, muerte, sangre... Hay un ser humano detrás de tanta armadura. Saori comprendiendo esto, se retiro a dormir recalcándoles que divertirse no significaba emborracharse y romper algo valioso de la Mansión, al decir esto miraba a Seiya.
Una vez solos, comenzó a circular el alcohol con un poco de música de fondo. Todos sentados, algunos parados y recostados, disfrutaban de una amistad truncada por guerras y batallas (Es lo mismo ¿No?). Charlaban y comentaban anécdotas divertidas demostrando una vez mas que eran personas y no maquinas de matar a servicio de una Diosa. El alcohol iba haciendo lo suyo, a la madrugada no hacia falta un chiste ni una anécdota tan elaborada y graciosa... Con algún comentario cualquiera era suficiente motivo para largarse a reír a carcajada limpia. A todo esto, Hyoga perseguía con la mirada cada movimiento de su Maestro, quien aparentemente el alcohol no le estaba haciendo tanto efecto como por ejemplo a Milo, que ya estaba babeando, dormido en el sillón con medio cuerpo afuera. El Cisne estaba mas fresco que una lechuga ^_^. Camus se percata que estaba siendo observado insistentemente por su discípulo, y no le molesto en lo mas mínimo. Observándolo, ahora a el, se levanto y se disculpo excusándose que se iría a dormir, ante los gritos de “Aburrido” de aquellos Santos completamente ebrios, pidió por favor, que el mas sobrio, llevara a Milo a su cama. El Cisne se levanto, y sin importarle las miradas indiscretas de la mayoría, se dispuso a seguirlo. Estaba muy confundido: Acaso... ¿Aquella mirada significaba algo?... ¿Por qué su maestro se retiraba a dormir tan temprano?... ¿Por qué lo permitía seguirlo?... Todo era tan extraño, aun así, lo siguió por la escalera. Al llegar a su puerta y antes de cerrarla, es detenida por una mano... Acuario observo quien era la persona que no le permitía cerrar su puerta, y si, era Hyoga ¿Quién mas? Si Escorpio estaba en estado inconsciente.

--Hyoga... Mejor ve a tu cuarto—Dijo Camus con cierto alcohol en las venas, previniendo lo que se vendría.... Pues por mas alcoholizado que este, comprendía perfectamente la situación y quería evitar lo ocurrido anteriormente... No quería verse obligado a distanciarse de su muchacho “Por todos los Dioses, que no lo intente de nuevo”.
--Si usted tiene tantas ganas como yo... ¿Se cree que no me di cuenta de su mirada?... Además se dejo seguir...—Hyoga no pensaba darse por vencido... Esta era, tal vez, su ultima oportunidad.
--Estas equivocado... No es lo que tu piensas... Por favor muchacho, dejemos las cosas así, antes que empeoren—Las palabras se le trababan, pero estaba muy seguro de lo que decía.

Hyoga avanzo con paso decidido arrinconando a su Maestro. Una vez de tenerlo como quería, se acerco a su cuerpo obligando a Camus a caer de espaldas a la cama. En cuanto se disponía a levantarse, torpe en sus movimientos, siente como su discípulo le evita la huida con todo el peso de su cuerpo.

--Maestro... Camus, si usted quisiera escapar, por mas ebrio que este, ya lo habría hecho...
Al decir esto comenzó a pasar su nariz, por el cuello de su Maestro aspirando el dulce aroma que desprendía su piel, haciendo estremecer a Camus.
--Te equivocas muchacho... “El alumno siempre supera al Maestro”—¿Que quiso decir Acuario con esto?.
El Cisne, no dándose por vencido, comienza a besar el blanco cuello de su Sensei, pasándole una y otra vez su lengua como si de un miembro se tratase... parecía que quería comérselo, y así era. El Santo Dorado, mas que cerrar sus ojos no pudo hacer otra cosa, aun seguía estático en aquélla posición, como esperando lo que se vendría... Era raro, pero parecía Hyoga el experto y Kamus el aprendiz.
Una vez que se canso, si es que podía cansarse, de aquel cuello; miro el rostro de su Maestro quien tenia los ojos cerrados y la boca entreabierta, lo suficientemente entreabierta para introducir su lengua de manera morbosa. Acuario no correspondió el beso, pero tampoco lo rechazo.
Lentamente Hyoga comenzó a bajar a la entrepierna de su Maestro para besar sobre el pantalón el miembro semi-erecto. Camus no pudo evitar gemir y hacer un leve movimiento de caderas. El Cisne sabia lo que su Sensei deseaba en ese momento.
--La quiero en mi boca...—Susurro Hyoga con excitación.
Y Acuario no se hizo esperar... Se incorporó sentándose para poder sacarse la remera, mientras Hyoga le bajaba el cierre del pantalón arrodillado en el piso. Antes de poder liberar el miembro de su Maestro, este lo tomo por los hombros abrazándolo, como queriendo evitar aquello a pesar del deseo. El olor masculino los embriagaba a ambos. Acuario se decide a bajarle el pantalón a su discípulo, mientras este se desprendía de su molesta remera. Comienza a besar con veneración el miembro del rubio, obligándolo a caer de costado a la cama, se posiciono en sentido contrario, para así, permitirles a ambos introducir el miembro del otro en sus bocas y disfrutar de aquel placer. Camus, al igual que Hyoga, sentían la lengua y la respiración caliente del otro, sin el cesar de las caricias. El Cisne con la boca cansada, opta por masturbar el miembro de su Maestro y así descansar un poco. Los juegos orales estaban por enloquecerlos, haciéndoles vibrar cada centímetro de cuerpo. Acuario aun parecía estar asustado de todo lo que ocurría, pero en ningún momento soltó el miembro de su discípulo, sintiéndolo en su boca maravillosamente suave y tibio, el glande parecía un caramelo salado, que se derretía eternamente en su boca. Lo traga, hasta donde le es posible, arrancándoles gemidos a su inexperto muchacho. La vorágine los envuelve, descontrolando a Camus quien susurra:
--Como me gustas... Que lindo eres muchacho...
--Quiero sentirlo... Todo adentro...Pero sea cuidadoso que yo...—Suplico Hyoga al mismo tiempo que se incorporaba para liberarse de ese tortuoso placer que le estaban dando.
--No me vengas ahora con el cuento de que eres virgen...—Dijo incrédulo Camus.
--No, no—Tranquilizó Hyoga a su Maestro—Tan solo que no estoy muy acostumbrado a recibirla-- Finalizo alzando sus piernas para ofrecer su intimidad.
Camus, antes de penetrarlo, comienza a acariciarlo para tranquilizarlo, y poco a poco introduce su miembro disfrutando de ese maravilloso lugar.
El movimiento rítmico empieza, mientras la excitación los envuelve a ambos... Camus quería ser cuidadoso... pero tanto deseo contenido lo lleva a moverse salvajemente arrancando en su pupilos gemidos de dolor y de placer:
--Ves... esto te lo mereces por provocarme...—Dijo esto acabando furiosamente en su interior.
Al Cisne le dolía el miembro de tanta excitación acumulada, comprendiendo esto, Acuario se acomodo boca arriba para recibir el tremendo pedazo de su pupilo...Lo tenia sin cuidado, aunque el miembro de su Milo no era de tan considerable tamaño, estaba acostumbrado a los envites constantes de este.
No duro mucho dentro de su Sensei, enseguida se vino, liberando tensiones acumuladas del día anterior. Y ahí no termino todo, Camus no pensaba dejársela tan fácil, por lo que como si de una pluma se tratase y sin darle tiempo a recuperarse, levanto a su pupilo, y hábilmente quedo debajo de este, con su miembro nuevamente hinchado, obligándolo a que se sentara sobre el... A Hyoga ya le ardía un poco, pero aun así, ese momento era único y no iba a dejarlo pasar. Sentándose sobre el comienza a “cabalgarlo”. Acuario observando a su discípulo, observaba la cara de lujuria que este tenia, y su movimiento deseoso de mas, con su miembro igualmente de duro como el que tenia adentro... Su muchachito haciendo eso, moviéndose como la “puta” que él era con Milo... Eso lo motivo mas.
Hyoga estaba muy concentrado en el pedazo que tenia dentro de su cuerpo, aun así, le parecía un sueño, que debajo de él este su Maestro... Lo había conseguido, era suyo, el pedazo que en este momento le entraba y salía, una y otra vez, furiosamente, era de el... de su hombre... su padre, su Maestro, su todo... Cuanto le excitaba eso... Cuanto le provocaba aquel acto morboso similar a un incesto... Sonrió maliciosamente al mismo tiempo que Camus se descargaba en su interior llenándolo de ese liquido caliente.
Tampoco todo termino ahí ^_^... No hace falta aclarar que siguieron y siguieron... Hasta que sus cuerpos, mas sus miembros, dijeron “¡Basta!”... Quedándose dormidos, rendidos de cansancio.

A la mañana siguiente Hyoga despierta... encontrándose sorpresivamente solo. Busco con la vista a su Maestro pero no estaba... De seguro estaba desayunando abajo... Se quedo un rato recostado en la cama de Camus, recordando con una sonrisa todo lo ocurrido, todavía el aroma a sexo estaba impregnado en el cuarto. Cansado de estar en aquella cama, se levanta y se viste...¡Cuánto le dolía el cuerpo!... Mas “ahí”, en ese lugar, una mezcla de dolor, ardor y picazón... Seria un grato recuerdo de todo lo sucedió... Mientras bajaba la escalera se preguntaba que pasaría de ahora en adelante... como quedarían las cosas con su Sensei.
Al llegar a la sala, con una sonrisa en sus labios (Y si... Lo que le paso, logro en él, arrancarle una sonrisa), ve que los Santos Dorados estaban preparándose para irse...”¡Cierto! Hoy se van”. Milo estaba cargando una maleta que parecía pesada, cuando ve al Cisne bajando las escaleras. Al verlo a los ojos, el rubio pudo sentir una mezcla de odio y rencor hacia él; como si Milo lo asesinase con la mirada... Aparentemente sé había enterado, ¿Cómo? Si estaba completamente borracho. La Cosmoenergia de Escorpio era amenazante.
Busco en la cocina a su Maestro, encontrándolo en ella... Cuando se acerco a el, este retrocedió sorprendiéndolo.

--Ven Hyoga... vayamos afuera a aclarar algunos asuntos—Dijo tomándolo del brazo... De por si, el tono de voz había sido duro y frío.
--Maestro... ¿Qué sucede?...—Hyoga estaba un poco preocupado y triste de lo que le fuera a decir.
--Lo que paso... Ambos sabemos que fue un error...
El Cisne se molesto un poco al oír aquellas palabras.
--¿Cómo puede decir eso?... Acaso ¿No lo disfruto?...
--Si... Ambos lo disfrutamos... pero fue una equivocación, nos dejamos llevar...
--Hace años que estoy caliente con usted... Disculpe mi expresión, pero no fue ayer solamente... Y me retracto... No fue solo deseo... También lo quiero.
Camus suspiro profundo:
--Mira muchacho... Me equivoque, no tuve que haber permitido aquello...
--¿¡Qué tiene de malo!?... ¿Por que hace tanto escándalo de esto?... No lo entiendo...—El Cisne no comprendía por que sé hacia tanto problema.
--¡Mira!...¡No es tan fácil!...—Acuario quería poder explicar lo que sucedía en su interior --Las cosas no serán como antes... ¿Qué? Acaso... acaso...—Y reflexionando consigo mismo continuo hablando --Por supuesto, claro que no te darás cuenta... Pero yo soy un adulto, y como tal debo comportarme como un adulto... No puedo perdonarme lo que te hice... Se supone que soy tu superior... Además me lleno la boca diciendo que te quiero como a un hijo, para después venir y hacerte esto...—El Santo Dorado tenia la mirada triste, se sentía decepcionado de si mismo.
--No, no, no...—Comenzó a negar el rubio con la cabeza --Discúlpeme pero yo quise... Usted no me obligo a nada...—Reflexionando un poco, pregunto tan entristecido como estaba su Maestro --¿Y ahora que va a pasar con nosotros?...
--“¿Nosotros?”... No hay un nosotros...—Kamus trataba de no sonar frío ni hiriente, no quería lastimar aun más a su muchachito. No quiso parecer un desalmado, pero no había un “nosotros” --Por el momento debo irme... Alejarme de ti para recapacitar del error que cometí...—Viendo el gesto de su discípulo acoto rápidamente:--No es tu culpa... Pero no puedo permanecer a tu lado como si nada hubiera pasado, no puedo ser tan hipócrita...
--Creo que esta haciendo demasiado lío de esto... No sé por que se mortifica tanto...—Trataba Hyoga de entender el extraño proceder de su Sensei.
--Además debo irme para arreglar mis asuntos con Milo...
--¿Cómo se entero? ¿Quién le contó?—pregunto el Cisne curioso.
--Yo le conté...—El ruso se quedo mas que sorprendido, y ante esto Acuario siguió hablando --...La culpa iba a matarme sino... Igual por suerte comprendió, y me apoyo. Sabia lo difícil que era todo esto para mí... comprendió mi situación y mi angustia... Y me perdono... Tal vez si lo hubiera engañado con otro, no lo hubiese hecho... Pero en cambio, me quiere ayudar a superarlo.
--Me entristece escucharlo hablar así...—El tono de voz del Cisne hablaba por si solo --¿Tan mal le hace sentir que nosotros?... ¿Que yo?... ¿Por qué?... No sé vaya.—Concluyo con la voz quebrada.
--Lo siento Hyoga... me iré... Algún día podrás comprender lo que siento en este momento...—Dijo Camus con profundo pesar al mismo tiempo que se retiraba.
--¿Esta enojado con migo?...—Pregunto dolido el rubio antes de que su Maestro se vaya.
Aun de espaldas, Acuario le respondió:
--No... No estoy enojado contigo... sino conmigo.—Suspiro amargamente.
--¿No lo volveré a ver nunca mas?...—La respuesta le daba miedo, pero ese era su mayor temor.
--El tiempo lo dirá... Yo no te buscare hasta que no solucione esto con mi persona... Y aunque tu me busques no me encontraras...
--Eso quiere decir... que esto es un “Adiós”...
--Yo diría que un... “Hasta la próxima”...—Dándose vuelta para mirar a los ojos a su pupilo, descubre en ellos que había lagrimas.—No llores muchacho... te quiero con locura, nunca te abandonaría por completo... Tan solo, que tal vez pase mucho tiempo antes de que nos volvamos a ver—Y acercándose hasta él acaricia su mejilla secándole las lagrimas.
--Pero entonces... ¿volveré a verlo?—Ante la afirmativa de su Maestro Hyoga no pudo hacer otra cosa mas que sonreír... Tan cerca estaba de su Sensei que quería abrazarlo y besarlo... Camus noto este deseo, y lo abrazo fuertemente, como diciéndole que no quería irse... pero que así debía ser. El Cisne levanto la vista y se encontró cara a cara con el ser del que, ahora lo sabia, se había enamorado profundamente... Espero un beso, pero el beso en vez de ser en sus labios fue en su frente... De todos modos eso lo reconforto. Y así se despidió... Camus se volvía al Santuario con sus culpas y con Milo.

Capitulo 5: El tiro por la culata.

Los Santos Dorados se fueron, dejando la Mansión en silencio... parecía vacía y sin vida, a pesar de que en ella, había cinco Santos de Bronce mas algunos empleados y una Diosa que no se daba por enterada de lo ocurrido en esos días.
La mayor parte del tiempo se la pasaron en sus respectivos cuartos, pero llegada la hora de la cena, los cinco amigos se reunieron... Encontrándose con la mirada, sabían que el momento había llegado... A pesar de no tener ganas de hablar.
Todos parecían querer escapar de la posible charla... Aun así sabían también que ese momento se daría. De a poco fueron llegando a la sala... Primero Ikki, quien ya estaba ahí mirando televisión con Shun, acompañados por Seiya. Al rato se les unió Shiryu y faltaba Hyoga, quien llego con un pote de helado:

--¿¡De dónde sacaste eso!?—Pregunto Seiya con los ojos empañados.

--De la nevera... ¿De donde sino?—respondió Hyoga con tono obvio.

--¡Yo quiero!—Exclamo el Pegasus poniéndose de pie.

--No hay mas...—Y extendió el pote ofreciéndoselo... A Seiya le brillaban los ojitos ^_^.

--¡Arigatou!—Agradeció sonriente y triunfal.

Una charla banal dio comienzo. Parecía que ninguno quería hablar de lo sucedido, aun así Ikki dio el pie cuando nombro sin darse cuenta a Aioria... La pregunta no se hizo esperar por parte de Seiya.

--¿Y como te fue?...

--Hemmemm...—Balbuceo Ikki tratando de salvarse.

--Eso que quiere decir... ¿Ganaste o no?—Pregunto curioso Shiryu sentado en el sillón.

--¿Nnno?...—respondió en forma de pregunta... Como todos se le quedaron mirando continuo hablando...—No paso nada... Aparentemente no le gustan los hombres... así que perdí.

Hyoga, recordando lo sucedido con Leo, pregunta a su amigo de manera inquisidora:
--Ikki... ¿Por casualidad?... ¿No se te habrá escapado lo de este “juego”?

--Nnno...—Balbuceo torpemente.

--¿Por qué algo me dice que si... Que se te escapo?...

--Bueno... Tal vez... Algo le dije... No me acuerdo—El Phoenix estaba visiblemente nervioso.

--¡Ikki!—Protesto Seiya--¡Qué bocón!.—“Con razón” pensó hacia sus adentros.

--Entonces, Niisan ¿Perdiste?...

--así es...—Ikki se quedo callado, mientras todos hablaban entre ellos. No pudo evitar recordar aquella situación nefasta.

*Flash back de nuestro queridísimo Phoenix*

Ikki se acerco con paso lento pero firme, a donde estaba Aioria. Titubeo antes de llegar pues ¿qué le diría?: “Hola Aioria ¿Te gustan los hombres?”... No, no podía decirle así. No tardo mucho Leo de darse cuenta que el Phoenix estaba parado detrás de él, y a decir verdad le sorprendió un poco el acercamiento de Ikki.

--Hola... ¿Cómo la estas pasando?—Ikki trataba de sonar casual.
--Bien... Un poco aburrido—Cuanta sinceridad en las palabras de Aioria.
Un silencio incomodo se produjo entre ambos... el Phoenix no tenia la menor idea de cómo empezar una conversación con él... ¿De qué hablarían?.
--Hace frío hoy ¿no?—Ikki dio comienzo a la típica charla climatológica habitual cuando no hay nada para decir. Poniéndose las manos en los bolsillos del pantalón de traje continuo hablando—Parece que va a llover...
Notando el esfuerzo del Phoenix por comenzar una charla pregunta sin reparar en nada:
--Dime Ikki... ¿Qué es lo que quieres?
Eso si que lo sorprendió... no sabia que hacer ni que decir... por que era cierto: Si había hablado con Aioria unas tres o cuatro veces era mucho.
--¿A que te refieres?—Trato de parecer inocente en sus intenciones.
--Vienes y me hablas... ¿Qué es lo que estas buscando?
Ikki suspiro y sonrió en signo de haber sido descubierto.
--Tan solo quería hablar contigo... Acaso eso ¿Esta mal?
--No... Pero habiendo tanta gente con la que simpatizas mejor ¿Qué haces hablando conmigo?
¿Tan obvio era Ikki?
--No tiene nada de extraño que trate de llevarme mejor con otra persona.
--Pero eres “Ikki”...—Dijo Aioria sorprendido de ver al Phoenix tratando de hacer sociales.—Creí que te caía mal.
--Ja... Nada que ver... Todo lo contrario... Si te guías por como te trato entonces con ese criterio: Me cae mal todo el mundo... Pero no es así... Me caes bien además de que eres el Santo de Leo y yo... ¡¿Necesito mas motivos para hablarte o es suficiente con decir que tengo ganas de charlar un rato?!.

Y así fue... Se quedaron charlando como buenos amigos. A Ikki le alegro encontrar una persona como Aioria, no creía que le caería tan bien... Lo veía tan... Tan... Tan “Seiya”, que pensaba que dos era demasiado... con un “zapato” como su amigo era suficiente. Pero tenia buen sentido del humor y a diferencia del Pegasus, Leo no era tan caprichoso e infantil.
Por su lado Aioria había descubierto un amigo nuevo, y le sorprendía que el Phoenix le cayera bien... Pensar que antes lo veía iracundo, hosco y amargo... Ahora se estaba riendo con él, ya que Ikki tenia un humor bastante extraño... Se podía decir que era un humor “negro”.
El Phoenix ya se había olvidado del estúpido juego, estaba disfrutando de la charla.
De vez en cuando, entre charla, acotación, comentario y chiste, Ikki observaba con ojos curiosos y atentos los proceder de su otouto y de su “victima”, en la que estaba muy interesado. A Aioria, estas miradas fugases no se le escaparon:

--Dime Ikki... ¿Tanto te interesa Shaka?... O es que ¿Temes por tu hermano?
--Hee...—Balbuceo Ikki sorprendido de ser descubierto, lo cierto es que el Phoenix no era nada precavido.
--Digo... Estas mirando a cada rato aquel lugar... Es obvio que no tienes un interés por tu Otouto... Por descarte, el único que queda es Shaka...
--Lo único... No quiero que se besen... Ni mucho mas—Susurro Ikki, el alcohol lo estaba haciendo hablar de más.
--¿¡Y por que se van a besar?!...—Pregunto el Santo Dorado sorprendido --Shaka no se besa con cualquiera que le hable...—Acoto algo divertido.
--Por un estúpido juego...—Dijo, de mas, el Phoenix.—Ya veo que a causa de este juego, mi otouto sale lastimado...—Tomo un sorbo de su trago—Y si eso llegase a pasar será por mi culpa... Por dejarlo participar.
--¿Juego?... De que juego hablas...—Ahora si que Aioria estaba mas que curioso.
El alcohol, sumado a la confianza que le inspiraba Leo, fueron factores decisivos para que, bajo la promesa de no contar nada, le confesase lo del “juego”. No contento con eso, Ikki le contó TODO... Absolutamente todo... Aioria no sabia si reír o enojarse.

--Entonces... Tus intenciones para conmigo...—Leo se reía pero al mismo tiempo tenia ganas de golpearlo.—Por eso te acercaste a mí...
--Seee... Me coshhto un poco... Y al final tu me tocassshte y mi otouto Ssshaaka...¡Qué injusto!—Ahora si, el Phoenix le rendía culto a Dionisio.
--¡Deja de tomar Ikki!—Le dijo Leo, al mismo tiempo que le quitaba el trago de la mano.
--Dejame tomar...¡No veshhh que yufro por amor!
--Vamos, te llevare a tu cuarto...
--¡No!...Quiero quedarme aquí... De essshte lugar tengo guena vissshta de mi rubbbio.
--Estas muy borracho... así no le va a agradar a Shaka que te le declares.—Trataba el Santo Dorado de convencer a su nuevo amigo con palabras persuasivas, a la vez que lo arrastraba hasta su cuarto.
--Shi ni shiquiera she shi le gustan los jombre...—Ikki se desplomaba en su cama, mientras Aioria le quitaba los zapatos y ayudaba a desvestirlo.
--Te puedo asegurar que si...—Contesto Aioria seguro de lo que decía.
--¿Y a ti?...—Pregunto el Phoenix penetrándolo con la mirada--¿Te gussshtan los jombre?
Pero Leo no respondió. No tenia sentido, lo mas probable es que Ikki mañana al despertar se olvide de todo lo ocurrido, sin embargo no seria así.
Al ver que el Santo Dorado no respondía pregunto nuevamente.
--Aioria...
--¿Si?
--¿Me ashudas a ganar?...
Aioria solo sonrió y contesto ignorando la pregunta:
--Estas muy borracho... Saori se pondrá celosa si ve que le rindes culto a otro Dios de manera tan devota.
Luego de decir esto, beso la frente de su amigo susurrándolo las buenas noches, para luego irse dejando a un Ikki borracho y dormido, pero antes de pasar la puerta el Phoenix despierta de su somnolencia para decirle:
--Shegui tomando por mi... y brinda por Dionissshio...—Al concluir se dio vuelta para quedarse finalmente dormido.
Leo solo asintió cerrando la puerta detrás de él para volver a la fiesta, ya que aun era muy temprano... Lo que hace el amor: Ikki comenzó a tomar desde muy temprano y no eran las dos de la mañana que ya estaba acostado a causa de la borrachera, para colmo parece que cuando uno peor se siente el alcohol hace mas efecto de una forma increíblemente veloz.
Sin embargo, algún ruido molesto lo despierta, sumado al malestar general que tenia en todo su cuerpo. La borrachera se le había pasado y aparentemente la fiesta estaba llegando a su fin, eso pudo ver al bajar y comprobar que la mayoría de los invitados ya se habían ido. Fue al baño para lavarse la cara y despabilarse, colocarse un poco de perfume para quitarse el olor a alcohol, y busco en la cocina un delicioso café, necesario para pasar la resaca que vendría peor al otro día. Se escondió de los pocos invitados que quedaban en ese lugar, cuando sorpresivamente la puerta vaivén de la cocina se abre dando paso a Aioria, quien al ver a Ikki un tanto mas sobrio, sonrió divertido... El Phoenix al verlo, recordó lo sucedido hacia un par de horas y no pudo evitar sonrojarse por haber dado semejante espectáculo... Huyo de Leo, encontrando en la sala a su buen amigo Hyoga sentado en el sillón.

*Fin del flash back de nuestro queridísimo Phoenix*

Ikki se sonrojo un poco y escondió la mirada nerviosamente.
--Niisan... ¡Niisan! Te estoy hablando...—Shun hacia rato que estaba llamando a su hermano.
--¡¿Hee?!... ¿Qué sucede Shun?.
--¿Qué te sucede a ti?... Te quedaste callado de repente...—Andrómeda frunció la frente adivinando que su niisan ocultaba algo.--¿Acaso paso algo entre Aioria y tu que no quieres contar?
--¡Heee!...¡No!—El Phoenix se tranquilizo—Realmente perdí... No tengo nada para contar...—Viendo que ninguno se daría por vencido, y mucho menos convencido, continuo hablando—Me acerque a Aioria, pero como no tenia interés en el, no pude hablar mucho... Además se dio cuenta y bueno... Hablamos un poco, pero como amigos... No me motivaba saber si le gustaban los hombres o no.
Lo que había dicho tenia un poco de verdad y un poco de mentira. Pero todos se conformaron con eso... Ikki había perdido ¿¡Como si alguno le importase este juego?!
--¡Mira que serás buchón Ikki!...¡Contarle eso a Aioria!... Solo a ti se te ocurre...—Seiya seguía enojado.
--¿Qué paso con Saga, Seiya que estas tan enojado?—Pregunto curioso Shiryu adivinando el enojo de su amigo.
Automáticamente el Pegasus se sonrojo.
--De alguna manera Saga se entero de la apuesta... ¡Por que Aioria le contó!... Y si Aioria le contó... ¡Tuvo que haber sido Ikki!.
--¡Bueno!... ¡Tranquilo conmigo mocoso!—Se defendió el Phoenix.--¡Vas a decirnos de una buena vez!... ¿Ganaste o no?—No solo tembló Ikki, sino todos al pensar a Seiya como posible ganador . Sin embargo, este hablo realmente sorprendiéndolos a todos.
--No.
Fue la corta respuesta... Si el Pegasus perdió ¿Qué hacia con vida?... De seguro escondía algo.
--¿Cómo que perdiste?—Pregunto incrédulo Hyoga, que hasta ese momento estaba ajeno a la conversación.
--Sssii... ¡Que tiene!... ¿No puedo perder?... Ya les dije... Me... Me acerque a el... Y bueno... Pues... ¡Ya sabia!... Y... Y...—Seiya trago saliva intentando pensar en algo que lo salvara de esa incomoda situación --...Y me hecho amenazándome de que si intentaba algo me mandaría a otra dimensión...—Finalizo agachando la vista en señal de vergüenza, por suerte nadie noto que mentía. Decir que gano, significaría contar las circunstancias...

*Flash back de MI queridísimo Seiya*

El Pegasus tardo bastante en dar con Saga. Pasadas unas horas lo encontró en la sala principal dialogando con Saori. A Seiya no le parecía correcto acercarse con esas intenciones, estando presente su Diosa. Cuando Géminis se vio liberado de ella, algún que otro Santo se acercaba a el con el fin de dialogar. Mientras tanto el Pegasus lo observaba y esto no paso desapercibido para Saga, quien le correspondía la mirada. Una vez solo se acerco a el:

--Hola Saga...—Saludo Seiya acercándose con una mano en el bolsillo y la otra con un trago --Por fin puedo acercarme a ti... Eres tan sociable que no hay un segundo en el que no estés dialogando con alguien.
--Hola pequeño...—Y sonrió frente al comentario cierto de su interlocutor.

Comenzaron una charla amena sobre el Santuario, las batallas, algún que otro comentario banal... Y mientras tanto se intercambiaban miradas deseosas. Eso era una pauta para el Pegasus: Si Saga correspondía sus miradas, quería decir que iba por buen camino.
Era de por si bastante evidente, en la atmósfera, el aire estaba cargado de pasión. Improvistamente Saga le susurra en el oído al Santo de Bronce:

--¿Has visto como Aioria te mira el trasero?... Parece que te lo desea...—Pronuncio aquellas palabras con lentitud, como disfrutando de ellas. El Pegasus no solo se sonrojo, sino también se sorprendió, por un lado, por que no lo había notado, y por el otro, que Saga haya hecho ese comentario.
--N...no... No lo note...—Y bebió de su trago nerviosamente.
--No es para menos...—Dijo Géminis con una sonrisa morbosa –Seria bueno probar si es tan “León” en una cama.
Eso le dio pie a Seiya para preguntar y declararse ganador. Venciendo la sorpresa que le había dado aquellas palabras pregunto:
--A ti Saga... ¿Te gustaría comprobar eso?
--¡Ho, no!...—Exclama con tranquilidad el Santo Dorado --No es mi estilo... No son mis gustos.
Ahora si que el Pegasus estaba desconcertado. Al ver la cara de Seiya le aclaro:
--No tengo nada en contra de eso... Te decía tan solo por que había notado las miradas que Aioria te dedicaba...—En realidad era mentira... Leo no había reparado en Seiya en casi toda la noche.
Ya se podía dar por perdido. Ya estaba dicho: A Saga no le gustaban los hombres.
Un tanto vencido, decidió irse para dar una vuelta por ahí y dialogar con alguien, se excusa con Saga diciéndole que iba al baño... En realidad iba en dirección a su cuarto, en busca de refugio para su decepción.
Una vez en el pasillo, Seiya siente la presencia de alguien a sus espaldas. Acto seguido, ese alguien lo arrincona contra la puerta, tomándolo de las muñecas.

--¿Qu...que ha... Que haces?—Pregunto nervioso.
--No seas ingenuo Seiya... Dejemos de jugar y pasemos a lo divertido—Al decir esto, comenzó a besar con pasión el cuello de Seiya, hasta llegar a su boca para introducir furiosamente su lengua.
--No entiendo Saga... Yo...—Pero no podía hablar a causa de la invasión que tenia en su boca.
--Te voy a ayudar a ganar el juego... ¿No querías esto?... Ahora te voy a hacer mío...—Dijo Saga arrastrándolo hasta a un cuarto.

Saga comenzó a desvestirse, y una vez completamente desnudo, pudo apreciar en Seiya una mirada temerosa.

--¿De que tienes miedo?—decía esto a la vez que se acercaba sigilosamente al Santo de Bronce. Hasta empujarlo contra la cama.—Te voy a enseñar que con Saga de Géminis no se juega...—Dicho esto se coloco encima del Pegasus evitando su huida.
--No... No Saga te equivocas...
--¿Qué me vas a decir?... ¿Qué no es lo que parece?—Las palabras de Saga estaban cargadas de lujuria. Haciendo uso de su fuerza comenzó a desvestir a su ocasional amante sentado sobre el para evitar el escape.—Eres tenaz... No te cansas de luchar...—El Pegasus buscaba la forma de huir, pero iba perdiendo sus fuerzas –Eso es... Tranquilízate... ¡Vamos si se que te gusta!.
Si... era cierto, a Seiya le gustaba... Pero no así... No estaba en sus planes que las cosas se dieran de esa forma.

Seiya tuvo una oportunidad de escapar, pero lo único que consiguió fue quedar a merced de Saga: Trato de levantarse cuando Géminis disminuyo sus fuerzas, logro quitárselo de encima. Pensó por un instante en golpearlo, pero prefirió escapar. Sin embargo, Saga mas rápido, lo tomo con un brazo de la cintura, atrayendo su trasero a su miembro duro e hinchado. Seiya, en ese momento temió... El tamaño de ese miembro era descomunal.
Dando codazos a sus espaldas, Saga los evito empujando violentamente al Santo de Bronce contra la cama boca abajo. Aun así Seiya no se daba por vencido e intento escapar, pero nuevamente Géminis estaba encima de él, con todo el peso de su cuerpo... Y eso lo desesperaba... La impotencia, de que le hagan algo en contra de su voluntad. Para colmo sentía el duro y caliente miembro de Saga, palpitando deseoso de entrar en su cuerpo.
El Pegasus seguía luchando tenazmente, moviendo todo su cuerpo para evitar la penetración. Géminis, comprendiendo la dura tarea que seria llevar a cabo su morboso plan, decide colocarlo boca arriba, para así controlar mejor la situación.
Mientras tanto, Seiya elevaba su Cosmoenergia para reunir nuevas fuerzas, pero lo único que consiguió fue la ira de Saga, quien lo golpeo en el abdomen restándola la poca fuerza que le quedaba, dejándolo semi-inconsciente debido a la falta de aire.
Géminis trabo las piernas de su amante con las suyas, dejándolo completamente expuesto. Aquella posición le favorecía la penetración, mientras con una sola mano neutralizo las dos de Seiya, evitando un posible golpe, necesitaba la otra mano para dirigir su miembro a la cavidad de el. Una vez posicionado comenzó a introducir sin cuidado su grueso pedazo, viendo que el Pegasus gritaría a causa del dolor le tapo la boca con la mano libre.
Seiya daba gritos apagados por la mano de Saga. Ya estaba perdiendo sus fuerzas y sentía que pronto se desmayaría... Eso quería...
--¡Por favor Saga no!...—Alcanzo a decir cuando pudo liberarse un poco de aquélla mano...Pero Saga le ignoraba a la vez que hacia temblar y rechinar la cama con su vaivén: sus violentos movimientos --¡¡No!!--La humillación que le daba tener que rogar y pedir “por favor” sumado a la impotencia, le daban ganas de morir mas que de desmayarse.
Seiya, impotente, comenzó a derramar lagrimas de angustia, de bronca, de miedo, de asco... Y así entre lamentos, sollozos, con el llanto en la garganta volvió a suplicar.
--¡¡No por favor!!— El pedido era lastimoso. Aun así Géminis estaba sumido en la excitación, no podía ni quería evitar moverse, sobre todo al sentir que pronto se vendría en el cuerpo de Seiya, y este a su vez podía sentir en su interior como aquel pedazo se endurecía y palpitaba mas. En ese momento lo inundo la desesperación e intento gritar, pero fue sofocado ese grito con la mano de Saga, quien ahora ejercía mas fuerza en sus manos causándole dolor a su amante... Y así se descargo furiosamente en su interior, inundándolo de semen... Cuanta repugnancia que le daba eso al Pegasus...
Géminis salió de su interior de la misma manera en la que había entrado... Sin repara en daños, causándole a Seiya mas dolor la salida que la entrada.
El Pegasus se coloco de costado dándole la espalda al Santo Dorado quien se estaba vistiendo rápidamente en silencio. Y abrazando sus piernas aun sollozando, podía sentir como un hilito de liquido corría entre sus piernas... quería golpearlo, pero no podía reaccionar.
--Espero que esto, pendejo, te haya servido de lección...—Las palabras eran duras, mostraban cierto enojo --“No juegues con fuego o te quemaras”.—Dicho esto Saga se retiro, dejando al Santo de Bronce mas tenaz llorando como una criatura.

*Fin del Flash back de MI queridísimo Seiya*

--Entonces “tapón de alberca”... ¿Perdiste?—Pregunto Ikki aun incrédulo.
--Si... perdí.—respondió con tono convincente, mas aun sus ojos mostraban vergüenza. No sentía dolor, ni bronca por lo sucedido... Solo vergüenza. Es mas: No odiaba a Saga por lo que le había echo. Ya que Seiya se creía merecedor de aquel castigo por provocarlo.
--¿Vas a contarnos Shiryu de una vez por que tienes esa cara?—Pregunto Hyoga tratando de que su amigo de pelo largo contase algo de una buena vez.
--¡Si eso!... ¿Cómo te fue Shiryu?—Pregunto Shun animado.
Shiryu solo suspiro y le pregunto a su sonriente amigo:
--Yo... He perdido... ¿Y tu Shun?... ¿Cómo te ha ido con Shaka?.
Por fin alguien hacia esa pregunta, el Phoenix ya no aguantaba mas y no quería ser el, el que preguntara aquello.
--Mmmhh... ¡perdí!—Dijo eufórico y sonriente—No me anime...—Y empezó a reír a la vez que se sonrojaba.

*Flash back de nuestro queridísimo Shun*

Shaka estaba mirando las afueras de la mansión a través del amplio ventanal, cuando siente, a pesar de tener los ojos cerrados la clara presencia de Shun a sus espaldas. Situándose junto a el, Andrómeda no tenia la menor idea de que hacer para acercársele, ya que la simple presencia de Virgo lo apabullaba.

--Hola Shun ¿Cómo estas?—Dijo Shaka sorprendiendo al Santo de Bronce.
--B...bien... ¿Y?... ¿Y tu?...—Se situó a su costado, pero el Santo Dorado aun no giraba para mirarlo.
--Perfectamente.

Un silencio se produjo entre ambos. Shun sentía que a pesar del barullo de la gente, todo estaba calmo en perfecta quietud. Para salir de esa incomoda situación, Shaka comprende que lo mejor era entablar una conversación, pues para algo se había acercado a el.

--Me han dicho que llevas una vida mas normal... Que estas terminando tus estudios secundarios y que trabajas medio tiempo en una fabrica, sin dejar de lado las actividades que les conciernen a los Santos.
--A... así es...—Shun seguía en el mismo estado de nerviosismo.
--Me parece muy bien que trates de ser algo mas que un guerrero.
--Me cansa mucho el ritmo... Tengo que trabajar, sin descuidar los estudios ni el entrenamiento.
--Sabes que no necesitas de un empleo...—Dijo Virgo, refiriéndose por supuesto a la situación económica (Todos mantenidos por Saori)
--Aun así... No me gusta depender tanto de Saori.
--A eso me refería que me parecía bien. Es algo admirable tu esfuerzo... Dime: Además de estudiar, trabajar y entrenar ¿tienes vida?... Me refiero a que si sales a divertirte... La diversión es buena para la salud, la mente y el cuerpo... La sana diversión.
--Ssssi... De vez en cuando salgo... Cuando Hyoga sale con sus compañeros me invita...¿Eso es sana diversión?—Pregunto el niño de cabellos verdes con una dulce sonrisa.
--Si... Pero... ¿Siempre sales con Hyoga?... ¿No hay alguna muchacha en tu vida?.
--Nop... Aunque de todos modos eso me tiene sin cuidado... Tengo ojos para una sola persona...
El Santo Dorado comprendió perfectamente a lo que se refería:
--¿Y quien es el afortunado?
Shun se sorprendió de la velocidad en la que había entendido el mensaje, mejor aun, eso le preparaba el camino para “saber”. Dudo un instante en confesarle, pero aquel rubio con el que estaba hablando le inspiraba tanta confianza que respondió sonrojado:
--Un amigo muy cercano...
--Haa... “¿Un amigo muy cercano?”—Repitió reafirmando la frase.—Es perfecta la noche... ¿Quieres ir afuera para charlar mejor sobre Hyoga?
Eso, a Shun, lo había dejado helado. Acepto gustoso y acompaño a Shaka al jardín de la Mansión, observando maravillado la poderosa presencia de Virgo.
--¿Por qué no se lo dices?—Pregunto Shaka sin preámbulo a lo que Shun se pregunto:”¿Es que acaso puede leer en mi interior?”
--No me animo... Temo que si le confieso mi cariño pierda su amistad.
--Pero si lo amas deberías hacérselo saber...
Ahora si, por fin, Shaka se había equivocado en algo, demostrando que no era un Dios como Andrómeda lo veía.
--Yo no dije que lo amaba.
Shaka comenzó a reír... había creído que ese dulce niño estaba enamorado como una criatura, sin embargo le había cerrado la boca con aquellas palabras.
--Entonces lo que buscas, precisamente es la “sana diversión”...
El chico de cabellos verdes y sonrisa de ángel no entendía a lo que se refería, por lo que Virgo, comprendiendo esto continuo hablando:
--Digo... Lo quieres como un amigo pero... Tu deseo es carnal para con él.
Ahora si había comprendido... Si, buscaba eso: Sexo... Pero no sexo por el simple hecho de hacerlo... Queria a Hyoga, con todo su corazon, tan solo que no podia considerarlo amor... Por el momento.
--Así es... Pero no es fácil para mí debido a mi condición...—Andrómeda no pudo evitar sentir la vergüenza al confesar aquello, algo tan natural.
--Es tan solo un impedimento físico que puede solucionarse en ese preciso momento... Si nunca te animas, nunca lo superaras... Cuando el deseo puede mas...
--Si pero... Seria mi primera vez y tengo los temores que, supongo, tienen todos... Ya sabes: Dolor, vergüenza... Aun así, desearía que mi primer hombre fuera él.
--Seria un honor para él...
Un silencio se produjo entre ambos. Sentados los dos, Shaka aun permanecía con sus ojos cerrados, Shun quería hacerle la pregunta pero no sabia como encararla, sin embargo esa confianza que le inspiraba Virgo le hacia hablar... Aunque parecía que no necesitaba palabras con él.
--Shaka... Dime... Tu... ¿Tienes “sana diversión”?...
Shaka río frente a la pregunta, mas al ver cuanto le costaba a aquella criatura celestial preguntar eso... Y esa mirada dulce e inocente lo enternecía como nunca nada ni nadie lo había hecho.
--Por supuesto... En la medida justa... El sexo es la mejor diversión, la mas sana...
--¡Y yo que creía que tu no podías!...
Ahora si, Shaka río a carcajadas, a lo que Shun se sonrojo aun más. Las ocurrencias de aquel niño iban a matarlo de la risa.
--No soy cura... No me dedico al celibato... Puedo; Si esa es tu pregunta.
--¿Con cuanta frecuencia?... ¿No tienes limitado eso?
--¿De donde sacas esas cosas Shun?—Pregunto Virgo divertido—Tengo sexo en la cantidad que puedo... Aunque es menos de lo que quisiera.
Otro silencio incomodo se produjo, ya a esta altura, Shun había perdido la vergüenza de hacer preguntas, por lo que investigo curioso:
--¿Siempre tienes que tener los ojos cerrados?... Digo, sé por que debes tenerlos cerrados... Pero... Son tan hermosos que es una pena...—Se sonrojo de pie a cabeza, mas aun cuando Shaka le pregunto decidido:
--¿Te gustan mis ojos?.
--A quien no...—Fue la cierta respuesta del Santo de Bronce
--Entonces los abriré solo para ti... Aquí, en este lugar... Y será nuestro secreto.—Susurro muy cerca del oído del angelito.
Ahora si... Shun se había quedado sin palabras. Cuanta belleza. Shaka volvió a reír al ver la cara de asombro de su compañero.
--Tienes un lindo rostro... Eres tan bello en todas tus expresiones...—Virgo al decir esto hizo sonrojar a Andrómeda—Tanto como cuando te sonrojas, como cuando te sorprendes o sonríes... Tu risa, tu voz es una melodía hechizante... Todas tus facciones: Son perfectas.
Al decir esto acaricio la mejilla del Santo de Bronce, obligándolo a cerrar sus ojos para deleitarse con aquel contacto. Al pensarlo se sonrojo: Pero quería que Shaka lo besara en ese mismo instante.(En cuanto se siga sonrojando mas, va a quedar hecho un tomate)
Impulsado por el momento, intento acercar sus labios a los de Shaka, pero este lo esquivo besando su frente.
--No es correcto... No es ético.
--¿Qué no es correcto ni ético?
--Ambos somos guerreros que protegemos a una Diosa... De rangos diferentes... Y además hombres.
Si que eso había sorprendido al niño de cabellos verdes.
--Shaka... No puedo creer que tu me digas eso... Justo tu...
--No me malinterpretes... Creo que más allá de ser Santos, tenemos necesidades físicas... Pero no es correcto enamorarse de un compañero de batallas. además estaría mal visto... pensaran que me estoy aprovechando de tu inocencia... Y no seria bueno que sea yo tu primer...
--Un momento Shaka... Espera... Por empezar ¿Qué me quieres decir?... ¿Qué estas enamorado de mí?
--No... Tan solo que no quiero confundirte... No seria bueno que te enamoraras de mí.
--No soy un niño enamoradizo... No me enamoro del primero que se me cruza, de hecho no sé que es enamorarse... Aun así...—Pero fue interrumpido por los labios de Shaka.
Virgo no pudo resistirlo mas, lo intento, pero no pudo evitar sucumbir frente a la dulzura de Andrómeda...Aun así, comprendiendo que era el primer beso de este, beso tiernamente aquellos labios sin profanarlos, sintiendo como, sorpresivamente irrumpe una legua deseosa en su boca, por que Shaka no solo le había inspirado a Shun amor... Sino también un profundo deseo... Y en ese momento no temió, ni tuvo dudas.
--Me gustaría... Quisiera... En este momento podría cederte “el honor” a ti...
Comprendiendo que se refería a su virginidad, le dijo a la vez que se separaba de sus labios para poder abrazarlo:
--Te agradezco semejante ofrecimiento... Pero eres un niño bueno y no quisiera pervertirte... (¿Shaka pervirtiendo?) Aun así, no puedo evitarlo... Has despertado un deseo en mi que creía, no lo sentiría nunca por nadie... Por eso, ya que este no es el momento ni el lugar te prometo que la próxima vez que nos veamos... Cuando yo vuelva de Grecia o tu vayas de visita... Me aprovechare de ti: “Niño bueno”...—Ambos sonrieron divertidos.
Shun se separo de aquellos cálidos brazos para contemplar una vez mas aquel hermoso rostro adornado por esos luceros celeste... Recibió a cambio una sonrisa y un cálido beso como despedida... Y al ver que se alejaba el Santo Dorado para adentrarse nuevamente a la Mansión, pudo sentir en su interior, que Shaka estaba ocupando una parte de su corazón... una parte muy importante... ¿Niño enamoradizo? ^_^.
Ni se imaginaba que a otra persona le sucedía lo mismo, desde hacia mucho mas tiempo... Y ni se imaginaba que esa persona era su Niisan
--Espero que te haya ayudado a ganar...—Dijo Shaka volteando, con los ojos cerrados nuevamente. Shun se quedo sin palabras, completamente mudo... ¿Cómo lo supo?... Seguro que por Aioria. ¿Pero cuando... En que momento?. Igual de todos modos, Virgo sabia lo que había despertado en Shun, el sentimiento que había despertado en él... Por lo que no se enojo ni se ofendió.


*Fin del Flash back de nuestro queridísimo Shun*

Shun salía de sus cavilaciones y de su ensueño al escuchar la voz de su muy querido amigo:
--No me contestaste Shiryu... ¿Por qué tienes esa cara?... Si perdiste ¿Qué sucedió con Mu?.—volvió a preguntar el Cisne.
--Se enojo con migo...—Respondió finalmente --Por eso tengo esta cara... He perdido un gran amigo por un estúpido juego—Dijo a la vez que fruncía la frente.--¡Sabia que iba a pasar esto y sin embargo jugué igual!... Me lo merezco—Susurro abatido.
--¿Se dio cuenta?—Pregunto preocupado Andrómeda. El Dragón solo asintió tristemente por lo que Shun lo tomo entre sus brazos y lo abrazo tiernamente en señal de consuelo...

*Flash back de nuestro queridísimo Shiryu*

Shiryu se iba acercando de apoco hasta el lugar en donde estaba Mu, pensando e ideando como haría para sacar el tema y descubrir sobre sus gustos. Pero luego de pensarlo un rato llego a la conclusión de que eran amigos con la suficiente confianza como para hablar de esos temas... Nada mas tenia que tratar de ser natural y espontáneo, no forzar la conversación sino quedaría muy evidenciado.
Mu charlaba muy sobrio con Aphrodite, y al ver que su buen amigo el Dragón se acercaba hacia ellos, le dedico una mirada de “socorro”. Shiryu comprendiendo esto se acerco aun más decidido a los dos y se disculpo con Piscis diciendo que necesitaba hablar de algo MUY importante con Aries, quien automáticamente le agradeció con la mirada por haberlo salvado de aquella (Pobre dita... nadie lo quiere ni para charlar) situación.

--Por favor Shiryu escondeme en algún lado...—Dijo Mu con un poco de sarcasmo susurrándole al oído. Eso hizo reír a Shiryu.
--¡Ja!... ¿Qué sucede?...¿Por qué huyes del “pobre” de Afro?.
--Gracias por salvarme.. te debo una... No deja de acosarme...
--¡Jaja!... ¿Afro te quiere mas que como un amigo?.—Acoto el Dragón divertido de aquélla situación embarazosa por la que estaba pasando su buen amigo.
Enseguida Aries tomo el brazo de su amigo pelilargo a la vez que le decía por lo bajo:
--No te separes de mí...—Observando a todos lados tratando de encontrar la ubicación de su acosador continua hablando—Quedate con migo.
--¿Tan insistente esta Afro contigo?
--Hoy mas que nunca. (será el alcohol)
--Bueno entonces te esconderé en mi habitación...—Sonó completamente natural, ambos eran amigos y ese ofrecimiento no tenia nada de raro. Mu había aceptado de buena gana. De paso Shiryu podía aprovechar la ocasión para charlar más cómodos sin interrupciones.
Una vez en el cuarto del Dragón, Mu se desplomo en la cama de su amigo riendo a carcajadas. No era la primera vez que visitaba su cuarto.
--¿Qué es tan divertido?
--Todo esto...—Contesto incorporándose para sentarse en la cama en posición de loto—Nunca tuve que esconderme de alguien.
--Puedes usar tu tele transportación...—Acoto Shiryu caminando hacia el equipo para poner algo de música.
--Seee..Pero tampoco lo quiero hacer sentir mal... Trato de rechazarlo de manera indirecta pero parece que no entiende.
Todo iba perfecto para el Dragón, el tema había surgido solo, y ese era el momento para hurgar en cosas privadas.
--¿Por que no le das una oportunidad?...—Dijo esto a la vez que se acercaba a la cama para sentarse contra el respaldo de la cama...
--No... No me agrada, no es de mi tipo.—Contesto pensando en las palabras.
Shiryu veía que podía seguir adelante con las preguntas.
--¿Y cual es tu tipo?...
--No lo sé... Alguien con quien tenga química... ¿Sabes?... Un amigo que a la vez sea mi novio.
Eso era lo que necesitaba saber.
--Entonces... ¿Un hombre que seria tu confidente y a la vez tu amante?
El Dragón trataba de “tantear el terreno”, le había hecho la pregunta directamente, solo esperaba escuchar la respuesta de Mu.
--Tu y Seiya...—Aries dudo un poco al formular la pregunta --¿Tu y Seiya son mas que buenos amigos?...—Ante el silencio de Shiryu creyó que había cometido un error al preguntar aquello y rápidamente acoto --¡Pero sino quieres contestar... Esta bien!... Perdón por mi indiscreción.
--No te preocupes...—Lo tranquilizo el Dragón—Estaba tratando de pensar bien la respuesta...
--Entonces eso quiere decir...—Y se pudo ver un dejo de tristeza en el semblante de Mu.
--No quiere decir nada... Estoy pensando, por que bueno... Alguna que otra vez... …l fue mi primer hombre y... No somos novios pero...
--Entendí...—Lo freno Aries viendo el nerviosismo de su amigo.
--No me contestaste.
--¿Me hiciste una pregunta?
--En realidad no fue exactamente una pregunta... Pero con respecto a las personas de tu tipo...
--¿Intentas preguntarme si me gustan los hombres Shiryu?—Dijo Mu sorprendiendo a Shiryu, quien empezaba a balbucear.
--Bueno... Si... Pues... Me preguntaba.
--¿Por qué quieres saberlo?
--Digo... Ya que... Ya que somos buenos amigos... Para saber un poco mas de ti... Pero sino quieres contestar esta bien.—El Dragón se cruzo de brazos y bajo la vista, no podía creer que aquello le costara tanto.
Aries se incorporo estirando las piernas y apoyando sus manos a los costado recostando el peso de su cuerpo en ellas... Seguía en silencio.
--Nunca estuve con un hombre...—Confeso tranquilamente—Y digamos que... Me da curiosidad...—decía cada palabra lentamente –Pero no... Nunca estuve con un hombre por lo tanto no sé si me gustan o no.
--Quieres...—Shiryu comenzaba a tartamudear a la vez que sonreía nerviosamente --¿Quieres averiguarlo?—Al ver que su amigo se quedaba callado no pudo evitar sonrojarse por decir aquello--¡Pero bueno no hace falta!... Perdón me desubiqué.
--No te preocupes Shiryu... Gracias, eres un buen amigo... ¿Tu?...—Mu bajaba la vista por la pena que le daba preguntarle...--¿Tu quieres... besarme?
--Nada mas si tu quieres... Somos amigos y... Yo lo haría por ti... He...
--Me ayudas a cumplir mi fantasía... Hace mucho que deseo... – Pero fue interrumpido por los labios de Shiryu --...Que tu me beses...—Susurro cuando el dragón se separo velozmente, como asustado de lo que había hecho.
--¿Y?... ¿Te gusto?—Pregunto Shiryu recibiendo como respuesta un beso furtivo de su amigo. A pesar del momento sus brazos seguían a los costados, y a medida que el Dragón introducía su lengua, Mu trataba de relajar sus músculos tensos, sobre todos los brazos que parecían no querer responder.
Soltándose un poco, Shiryu tomo el rostro de su amigo a la vez que este lo abrazaba, ahora completamente relajados. Sin embargo Aries reía nerviosamente, parecía feliz... Muy feliz.
En eso, mientras sus lenguas jugaban entre sí, Shiryu recostaba el peso de su cuerpo sobre el de su amigo provocándole nerviosismo.
--¡Es... espera!... Yo...
--Tranquilo... No voy a hacer nada que no quieras...—Seguía mordiéndole los labios lascivamente—¿Eres completamente virgen?... Digo: ¿Has estado por lo menos con una mujer?
--Si... Pero con un hombre es distinto...
--Sí. Lo es—decía el Dragón abrazando a Mu por la cintura.—Pero no te preocupes... No es tan distinto.
Aries comprendió lo que su amigo trataba de decirle y eso le tranquilizo. Acto seguido Shiryu comenzó a bajar a la entrepierna de su amante, jugueteando sobre el pantalón de este... Iba a volver loco de deseo a Mu si seguía así. Aries trataba de relajarse:
--Dale... ¿Qué esperas bebé?... Introdúcela en tu boquita.
Shiryu sonrió morbosamente. No sabia cuanto le excitaba Mu, desconocía ese sentimiento en él. Siempre lo había visto como un buen amigo y nada mas, sin embargo ahí estaba: deseándolo.
Aries libero su miembro de su encierro, permitiéndole apreciar al Dragón el tamaño descomunal de aquel miembro “Va a dolerme pensó”. Sin embargo se lo llevo a la boca disfrutando de aquel pedazo con dedicación y devoción, los ruidos que generaba al realizar aquel acto sumado al aroma varonil que desprendían, los puso enseguida al tono. Mu no aguantaba más. Tomando por los hombros a su amigo lo separo de su miembro:
--Es... espera o vas a hacerme acabar muy rápido... Y quiero hacértelo...
Comprendiendo esto, Shiryu comenzó a desvestirse lentamente, pausadamente para que su buen amigo observara con detalle aquel cuerpo. Aries desconocía cuanta pasión podría llegar a despertarle un hombre, y ahí estaba Shiryu: desnudo, con su miembro erguido e hinchado, y con un rostro que pedia a gritos placer inmediato. Lo atrajo hacia sí, en la cama, y le susurro al oído:
--Desvísteme
Y así lo hizo, lentamente disfrutando de la piel y el aroma de Mu, este se estremecía al sentir el contacto de su amigo y amante, a quien deseaba desde hacia mucho tiempo.
Una vez desnudos los dos, Aries tomo de los glúteos a su ocasional amante, quien estaba a punto de sentarse sobre él. Inmediatamente sin darle tiempo a nada, el Santo Dorado atrae las caderas de Shiryu a su miembro palpitante, el Dragón obediente, se sentó sobre él quedando frente a frente. Aries lo tenia agarrado por la cintura, de todos modos, Shiryu se aferró al cuello de Mu para sostener el peso de su cuerpo, y así controlar la situación: iria poco a poco, introduciendo ese pedazo enorme y caliente en su interior, a medida que su cuerpo sé lo permitia, y en tal caso de sufrir dolor sé levantaria inmediatamente. Y así comenzó a subir y a bajar tratando, sin éxito de enterrarse aquello. Mu, viendo que seria imposible la penetración sino hacia algo, empuja las caderas de Shiryu fuertemente hacia abajo, para introducir de una sola ves, de un solo empujón y estocada su miembro deseoso. Hizo gemir al Dragón, mitad de dolor mitad de placer.
El ritmo comenzó. Shiryu se aferraba fuertemente a la espalda de su amante, clavándole los dedos:
--¡Sí... Así... Maas... maaaassss!—Estaba descontrolado... de hecho, nunca se había soltando tanto... Aquellas cosas le daban pudor, sin embargo estaba muy excitado y no le importaba soltarse y disfrutar de aquello.
El miembro del Dragón estaba pegado al abdomen de Mu, frotándose con cada subida y con cada bajado, provocándole en poco tiempo el orgasmo ensuciando el vientre de Aries. Aquel extraño calor, no supo porque, pero lo excito locamente, obligándolo a terminar dentro de Shiryu, muy a su pesar, pues quería seguir y seguir y seguir... No parar nunca... No detenerse... Era sublime estar allí adentro, era tan cálido, tan placentero.
Acostó al exhausto Dragón en la cama sin retirar del todo su pene, que seguía palpitando largando su néctar. Y comenzó a besarle apasionadamente a la vez que acariciaba sus cabellos:
--Gracias gracias gracias...—Repetía una y otra vez.
--No es para tanto Mu... De nada...
No sabes lo que esto significa para mí...—Dijo Mu dándole pequeños besos en todo el rostro.—Te amo...
El corazón de Shiryu se detuvo por una milésima de segundo (Como en la serie)... ¡Un momento!
--¿Qu...que...—Balbuceaba Shiryu tratando de liberarse de aquellos besos –Espera... ¿Qué dijiste?
--Te amo—volvió a repetir mirándolo fijamente a los ojos y sonriéndole.
Al escuchar aquello, el Dragón se separo de su ¿amigo? Y comenzó a vestirse rápidamente.
--¿Shiryu?...—Pregunto un poco dolido. Pero Shiryu estaba ausente.--¿Ta... tanto... tanto te molesta que te ame?
--No entiendes...—Dijo fríamente. Aries sentía que en cualquier momento rompería a llorar. Al ver la cara de Mu, comprendió que había sido duro con sus palabras y sentándose en la cama junto a el, lo abrazo. Ahora si, el Santo Dorado comenzó a derramar lagrimas en silencio.
¿En que se había metido?... ¿Su amigo enamorado de el... Y el jugando con sus sentimientos... ¡Maldito juego!
--No me corresponde ¿Verdad?
--No puedo...—Al ver la reacción de Mu lo consoló –Tranquilo, no llores... No puedo, por que no te merezco... Soy la peor persona que hay en el mundo.
Aries no comprendía a lo que se refería, pero en sollozos le dijo:
--¿Por que dices eso?... Eres una de las mejores personas que conocí en mi vida... Por eso siento... esto que siento...—Bajo la vista en señal de vergüenza y dolor --Puedes amarme con el tiempo... Intentémoslo....
--No...
--Tal vez te enamores de mi algún día... Por favor no me rechaces... Me costo horrores llegar hasta aquí...—Al ver el rostro de pregunta de Shiryu continuo hablando –Hoy me propuse... Hoy me prometí, confesarte de una buena vez mis sentimientos... Era perfecta la oportunidad y yo ya no podía seguir adelante con esto guardado en mi corazón... Debía hablar de esto contigua antes de volver al Santuario.
“Y yo jugando contigo” Pensaba el Dragón y a la vez que se disculpaba con profundo pesar:
--Perdón...
--No me... ¿No me amas?—La voz se le quebraba.
Lo pensó, pensó detenidamente lo que iba a decir:
--Nunca me puse a pensar sobre ello... Pero creo, no seria difícil enamorarse de alguien como tu... Sin embargo, créeme no te merezco... Te agradezco, en cambio, la amistad que me brindaste todo este tiempo.
--Dices que no te merezco... ¿Por qué?—Mu podía ver como Shiryu ocultaba algo.
--Sino te lo digo... esto va a matarme, la culpa.
--¿Qué?
--créeme, desconocía tus sentimientos hacia mi... Y puedo decirte que no fue espontáneo todo... Yo, lo busque... Para saber si a ti te gustaban... los hombres.
Aries sonrió indicando comprensión, en parte aquellas palabras lo habían aliviado.
--No es tan grave Shiryu.
--Soy una porquería... te use para tener sexo, sin saber que...
--Tu lo has dicho... ¡no sabias!... No te mortifiques tanto... ¡Maldición me siento como un adolescente!...Pero...—Ambos sonrieron—Pero... ¿Quieres intentarlo con migo?
--Primero debo perdonarme a mi mismo por lo que te hice... Pero, me encantaría tenerte a mi lado.
--Debo saber... Debo saber antes de volver a Grecia... Depende de tu decisión me quedare o me iré... Y si me voy... Disculpame Shiryu pero no puedo ser tu amigo... Así que si me voy, no volveremos a vernos.
--Entonces hay tiempo... hablaremos mañana... debo pensar... Por el momento vístete si no quieres que te arrebate la virginidad.
Automáticamente Mu se vistió. Shiryu se fue de su propia habitación para encerrarse en el baño. Una vez en el, se dejo caer al piso y rompió en llanto... No había podido decirle toda la verdad... había sido cruel, muy cruel... Y ahora que sentía ¿amor?... si: amor hacia Aaries, si este llegaria a enterarse de la apuesta lo perderia para siempre con justa razon... tampoco podía quedarse a su lado y hacer de cuenta que no pasaba nada... La culpa iba a matarlo. Ahora no solo sentía perder un amigo, sino también a su amor...
Luego, de aproximadamente una hora, se levanto del piso y salió del baño para adentrarse en su habitación. Una vez en ella se desplomo quedándose finalmente dormido. Al despertar no pudo evitar sentir un dolor en su corazón, en su alma. Cuanto lamentaba haber hacho aquello... y perder así a una persona tan importante para el. No quería perderlo pero sabia que era culpable. No podría sobrevivir sin el ahora que había descubierto lo dulce que podía llegar a ser Mu... Tanto tiempo como amigos y en realidad era amor... siempre fue amor. Arrepentirse ya no servia de nada (Eso creía el).
Aun peor le fue cuando se levanto de la cama para bajar a la sala... En su puerta había un Mu enfurecido esperándolo afuera.

--¿Mu?...Argggghh—Recibió como respuesta un golpe en el abdomen que lo obligo a doblarse en dos... Era terrible Mu cuando se enojaba.
--¡Así que valgo tanto como una apuesta!
--Espera Mu... Dejame explicarte—Le costaba hablar a causa del dolor de aquel golpe.
--¡Así que nuestra amistad vale tanto como una apuesta!...—Aries agitaba los brazos y su rostro estaba desencajado--¡Como puedes hacerme esto!
Mu tenia razón, eso Shiryu lo sabia.
--A eso me refería con que no te merecía.
--¡¡Ni siquiera la amistad que tenemos valoras, que la pones en juego!!... ¡¡No me duele descubrir que no me amas!!...—La voz se le quebraba, y ya no estaba enfurecido --Me duele descubrir que nuestra amistad para ti no vale nada.
--No digas eso...—Pero Aries ya se estaba yendo—Espera Mu...—Le dijo tomándole del brazo.
--¿¡Cuánto ganaste Shiryu?!... ¿¡Cuantas noches de sexo ganaste?!—Exclamo Mu volteando para verlo directamente a los ojos.
--¿Quién te contó?
--¡¡Haaa!!... ¡lo reconoces!... ¿¡Que importa quien me contó?!... sin duda un buen amigo... no como tu que... ¡Haaaaggg! ¿Que hago hablando contigo?
--Mu tienes derecho a enojarte pero escuchame...
--No Shiryu... Escuchame tu... No quiero volver a verte... ¡Nunca mas!
--No me digas eso... No mientas... Mírate, estas llorando... Tu no quieres dejarme.
--Aunque sea cierto...—quería evitar las lagrimas pero estas no hacían caso.—De todos modos... Esto es un Adiós... Entiéndeme: estoy muy, PERO MUY enojado...
--Y cuando el enojo se te pase... ¿Volverás?—Mu lo fulmino con la mirada “¿¡Como podía preguntar aquello tan tranquilo?!” Pensaba.
--¿¡QUE?!...¿¡Acaso te importa?!... ¿¡Te importa algo Shiryu?!... Digo: la amistad , yo, el amor...¿¡Algo?!
--No seas tan duro... Aunque se que me lo merezco y se que lo que no merezco es tu perdón... Perdoname—Los ojos de Shiryu pedían “por favor”
--No puedo... No puedo volver a confiar en ti... ¿Si pusiste en juego nuestra amistad?... ¿Qué seguridad me das de que no lo harás con el amor que te tengo?.
--Yo... Te prometo... hacerte feliz... no dejare que nada ni nadie te lastime (N/A: Como si eso fuera posible... Uno siempre se lo dice al ser que ama, pero a la larga termina uno siendo el que mas lo lastima) Se que yo he sido la persona que mas daño te ha causado... pero puedo ser la persona que mas felicidad te cause... se me dejaras, si me lo permitieras...—Esto ultimo lo dijo susurrando a la vez que tomaba por la cintura a Mu para besarlo, pero Aries lo separa con profundo pesar y dolor le dice:
--Lo siento Shiryu... Necesito pensar... Por el momento me iré... Tratare de perdonarte desde Grecia, y si un día vez que vuelvo... es por que te he perdonado. Te amo... Pero es hora de que escarmientes un poco.
--No me abandones así...
Pero no recibió respuesta, ya que Mu se alejo con paso rápido y decidido a la sala, para tratar aunque sea, de comer un poco.

*Fin Flash back de nuestro queridísimo Shiryu*

El Dragón seguía siendo consolado por los brazos cálidos y fraternales de Shun. Mientras Seiya seguía callado, Hyoga no había contado nada.
--¿Y a ti ganso?... ¿Cómo te fue?... ¡No me digas que también perdiste!—Pregunto curioso Ikki.
En ese momento, el rubio comenzó a recordar que había entrado en ese estúpido juego como excusa para poder acercarse a su Maestro, teniendo de una buena vez el coraje suficiente de hacerlo. No le interesaba en lo mas mínimo ganar... Y aun seguía pensando igual.
--Si... He perdido...—Contesto sintiendo que lo que había pasado había sido muy fuerte como para declararse ganador de un simple juego... Sus sentimientos, su amor hacia su Maestro: Sin duda no le interesaba declararse vencedor, lo ocurrido era mucho mas importante y no estaba a la altura de un juego morboso. Pensaba y analizaba esto a la vez que un miedo se apoderaba de el: ¿Qué pasaria si su Maestro se enterase del juego por boca de Aioria o de Saga?.
--¿Qué paso?...—Pregunto el Pegasus una vez que pudo salir de sus pensamientos.
--No me anime... es mi Maestro... No podía.
¡Que hipócritas que eran todos!... Ninguno se animaba a decir la verdad... La confianza que se tenían parecía no ser suficiente para ser francos.
--Parece que todos perdimos... No hay ganador—Dijo en un suspiro Shun.
Sin embargo se miraban entre ellos, descubriéndose a los ojos, que mentían... Ya llegaría el momento en que de a poco se animarían a decirse la verdad, con el tiempo... Luego de asimilar todo lo ocurrido.
--No se porque... Algo me dice... Pero me parece que todos ocultamos algo...—Comento Shiryu rompiendo el silencio incomodo...

Y todos comenzaron a reír nerviosamente, intercambiándose miradas tristes... había sido un error jugar ese juego. Algunos por vergüenza, por temor o por lo que fuera no querían declararse ganador... el juego a la larga les había salido mal... querían divertirse y en cambio...
Y ahí estaban, los cinco muchachos sentados en la sala. Se conocían entre ellos a la perfección: Sabian que todos en mayor o menor medida ocultaban algo... Por lo que en perfecto silencio, intercambiaban miradas complices, pues... Como sabemos... Era cierto...
Ocultaban que a la vez de ser ganadores eran perdedores.

Fin

Si quieren saber como termino las historias de cada uno díganme y les hago otra historia. Por el momento les digo que Shiryu no se quedo de brazos cruzados sin hacer nada... fue a Grecia a buscar el perdón y lo consiguió. Así que el lemuriano sabe perdonar al final.

Algunas aclaraciones: Con respecto a la borrachera de Ikki... No se a ustedes pero cuando yo me pongo en pedo si duermo una o dos horitas estoy goya para seguir tomando... (Antes... Últimamente con eso de estudiar me quita el tiempo para emborracharme) *_*.Voy a quedar como una maldita etílica!... Pero... ¿Quién no se puso borrachito alguna vez? (Yo ya perdí la cuenta)... Aun así solo me quedan los sábados para disfrutar, en buena medida (En una medida sana), del alcohol (Últimamente no me pongo en pedo por que me parece... No estoy segura, pero he desarrollado cierta inmunidad... ¡Que loco ¿no?!^_^.)

Se dieron cuenta de que hay una cierta inocencia en este fic... O excesiva con fianza... Como ustedes prefieran... Por que: ¿Cómo hacían para saber quien decía la verdad?... Digo: Si ganaban...

Y como ultima aclaración: me gusto a mi esa idea de hacerlos a los cinco con los respectivos guardianes de sus casas... De hecho esta historia era completamente distinta, ocurría en el Santuario... Algo similar nada mas que en vez de hacer una apuesta iban por “entrenamiento” (A eso iba con que era otra versión de mi otro fic: Dias de entrenamiento). Entonces las parejas quedaban: Ikki x Aioria (Que no pega ni con moco), Seiya x Saga (Esta, dentro de todo es pasable), Shiryu x Douko (Argghhh 0_0... Obviamente que rejuvenecido). Hyoga x Camus (Esta de mas decir que me fascina esta pareja), Shun x Shaka (HAAAAA!!!!... Suspiros... ¡Que lindo! n_n ... Es hermoso juntar al mas dulce de los de Bronce, con el mas dulce de los Dorados).
Esta historia la pensé hace mas de una semana y la empecé... pero después seguí con esta...

Por ultimo me despido gritando: ¡¡¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! QUE BUENO QUE ESTA EL JUEGO DE PLAYSTATION2 DE SAINT SEIYA!!!!!!!!!!!!!... Y yo sin play2 para jugarlo... Me envicie mal cuando fui al cyber que tiene playstation2 para que los clientes jueguen... Es mas el chabon del local quedo tan emocionado con el juego (PORQUE ESTA A-L-U-C-I-N-A-N-T-E) que me deja ir a jugar gratis a cambio de prestarle el juego (Tacaño!!! ¿Por que no va a comprárselo?).

Y también me despido con una “nerdiada”: Jugando a este juego del demonio (Ahora tengo dos motivos para comprarme la play: Saint Seiya y F.FX) Estaba observando con el Sr. Garrison (Si. Me lo regalo el... ¡¿No es un amor?!^_^) Los Hiragana y Katakana, y descubrimos que Mu, es en realidad Muu (Que boludes ¿No?)... O sea que la escritura en japonés cambia.

Ahora si... No los aburro mas: EXCLAMACIONDEATHENA@HOTMAIL.COM
5/5/2005.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).