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El Misterio del Beso por Lara Maxwell

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Notas del fanfic:

Este fic es para celebrar el cumpleaños de Fuji, fue una idea loca que se me ocurrió y que mi Imōto (Xcaret Bardawill) desarrolló, Imōto mil gracias por seguir mis loqueras y por el desarrollar y escribir el fic, todo el crédito es para ti.

Notas del capitulo:

Los personajes pertenecen a Konomi sensei, solo fueron tomados para una historia de fans para fans.

Este fic es para celebrar el cumpleaños de Fuji, fue una idea loca que se me ocurrió y que mi Imōto (Xcaret Bardawill) desarrolló, Imōto mil gracias por seguir mis loqueras y por el desarrollar y escribir el fic, todo el crédito es para ti.

La práctica había sido agotadora, definitivamente la entrenadora no había tenido piedad de nadie ese día, estaba de muy mal humor, por lo cual los había obligado a practicar bajo una intensa y fría lluvia e incluso los forzó a todos a beber esa cosa gelatinosa hecha por el chico de los datos el Marvelous Surprise Inui Juice Excellent. 

Fuji se encontraba en los vestidores, extraño en él pero, en esta ocasión sí que estaba exhausto, después de una desvelada por parte de su familia quien a fuerza lo obligaron a festejar su cumpleaños a la primera hora de ese día recordando lo que su hermana le dijo “solo es una vez cada cuatro años” Así que la desvelada, mas las clases, mas el entrenamiento igual a agotado por un buen rato.  Por eso se adelantó para descansar antes de que llegaran todos con su alboroto, se recostó en una de las bancas mientras escuchaba los sonidos del exterior, el cansancio y el sonido de las gotas de lluvia golpeando la ventana de los vestidores los estaban adormeciendo, percibió pasos en los vestidores pero no se molestó en abrir sus ojos, sentía el cuerpo aletargado, escuchó algunos susurros y algo cálido que le despejaba el cabello de su frente.

- “Alguien está tocando mi frente, ¿será para saber si tengo fiebre?, da igual, estoy demasiado cansado para abrir mis ojos”

-  “¿Qué?, una suave sensación, se siente suave y cálido, tiene un sabor delicioso, se siente tan bien”- Aaah hummm –“Espera no te alejes quiero seguir sintiendo mas”

- ¿Qué? ¿Quién?, alguien acaba de besarme, pero ¿quién?

Se levantó rápidamente observando a todos lados, alguien lo había besado y había dejado en su boca el sabor a menta fresca divisó que alguien entraba al área de las duchas, al ir tras esa persona, se estrelló con alguien más en los vestidores.

- Cuidado Fuji sempai – Ryoma lo observaba con algo de desdén y en su mano traía una tableta de goma de mascar de ¿menta?

- Fsssshh, no estorbes Echizen – decía un Kaidoh muy molesto por el entrenamiento, él culpaba a Ryoma por haber llegado tarde a las canchas y la entrenadora explotó cuando este solo le respondió con su usual frase cuando ella le preguntó por su demora.

Fuji abrió grandemente los ojos cuando observaba como Kaidoh guardaba en su casillero un cepillo de dientes y una pasta dental.

- ¿Qué está pasando?, pero qué…-

- Ah Fujiko por fin despertaste, estaba muy preocupado por ti nyaa- decía Eiji que venía saliendo de las duchas.

-¿Aaaah? – “No puede ser ¿fue Eiji?”

- Hay un noventa y siete por ciento de probabilidades de que Fuji haya colapsado debido a que el entrenamiento de hoy fue aún más riguroso que otros que ya hemos llevado a cabo.

- ¿Inui? – Fuji observaba a Inui que se encontraba recargado en la pared aún lado de la puerta de entrada, ni si quiera lo había visto entrar, o ¿es que ya estaba ahí?

- ¿Podrían por favor limpiar las duchas después de usarlas? – Tezuka venía de las duchas cargando las toallas que los chicos habían dejado tiradas, su rostro se mostraba serio pero sonrojado, Fuji no sabía si era porque estaba molesto o por el agua caliente del reciente baño.

 - “¿Qué está pasando aquí?, ¿Cuál de ellos me besó?” – pensaba el chico y mas al ver que eran muchas las posibilidades de llegar a esa respuesta, veía como cada uno estaba metido en sus asuntos, no le quedó más que entrar al área de las regaderas, para ver si así con un buen baño le daba las fuerzas necesaria para volver a casa y poder descansar como dios manda.

Se despojó pesadamente sus ropas para entrar al agua que ya había regulado, cuando escuchó que alguien entraba a la misma área y lo que menos quería era hablar, aún en su mente estaba esa cálida sensación y ese sabor a menta.

-Fuji –dijo el buchou.

-Mmm

- No sé qué fue lo que paso contigo el día de hoy.

-Solo estoy cansado porque anoche…

- No sé y no quiero saberlo, solo te digo que si continuas desvelándote bajaras tu rendimiento y …

- Tezuka – cerró el agua furioso, tomó la toalla y la enredo en su cintura. – ha sido la primera vez que pasa esto.

- Pero no es común en ti, - vio como salió el joven y lo hizo sonrojarse pues su ojos cerrados y la eterna sonrisa sádica la había dejado olvidada en algún lugar, en vez de eso encontró un rostro furioso con unos intensos pero hermosos ojos azules que lo dejaron sin habla.

- Con permiso – le dijo para que se quitara del frente. A lo que el capitán tardó en reaccionar, cosa que le hizo dudar al ojiazul, era imposible Tezuka jamás se fijaría en él, su mente solo estaba haciéndole pasar una mala jugada. Pero, ¿y ese sonrojo? – pensó. El vapor del agua caliente.

Salió a los vestidores y vio como aun seguían ahí sus compañeros titulares, que no podía pedir él un poco de privacidad. Su enojo seguía aumentando y no era normal para ese día que solo se daba cada cuatro años.  Comenzó a vestirse, mas no se puso el uniforme de la escuela, salió con un atuendo casual,  lo que dejo sorprendido a sus demás compañeros.

 

- ¡Wow! Fujiko, - dijo Eiji, quien desde muy temprana hora había estado colgándosele del cuello y en ese momento no era la excepción. – ¡Feliz cumpleaños!

- Eiji – dijo tratando de liberarse del abrazo – Percibió que el gato, despedía un olor a menta. ¿Por qué hueles así?

- Eiji sempai- gritó cierto joven – te acabaste repartiendo mis dulces mentos, que me habían enviado de América, para un experimento.

- Gomen, gomen  ochibi, pero creo que ni esos dulces nos van a quitar el sabor de ese horroroso Jugo de Inui.

- Eiji – dijo el ojiazul cansado– podrías dejar de estar sobre mí. – “Ahora quién demonios habrá sido el que me besó si todos se comieron esas gomas de mascar de menta de Echizen”. 

- Pero es que hoy es tu cumpleaños Nya! -  contestó tiernamente- y hay que celebrarlo porque ni el año pasado, ni el ante pasado, ni el ante, ante pasado lo hicimos. - Vio como el gato se acercaba peligrosamente a su cara como queriéndole dar un ¿beso?

- Eiji – gritó Oishi – suelta a Fuji, lo estas asfixiando – el sub-capitán estaba demasiado celoso del ojiazul, el hecho de que Eiji le prestara más atención que a él lo hacía rabiar; pero debía controlarse.

- Osihi – soltó lentamente a Fuji – no sé porque no podemos ir con Fuji a festejar.

- Porque Fuji tiene un festejo con su familia, nosotros lo festejaremos después- contesto con desgano.

- Cierto – dijo el gato – Iremos con Taka- san a comer sushi, Taka-San – se le colgó del cuello al más alto – apúrate, que queremos sushi, pero no de wasabi, ese déjalo para el fin de semana que festejemos a Fuji.

Fuji veía como salían sus tres compañeros, y detrás de ellos iban Echizen y Momo quienes al escuchar que iban a comer sushi se auto invitaron al restaurant de Kawamura. Suspiro y volvió a ver su casillero ordenó las cosas que comúnmente dejaba ahí, con frustración.

- Hay un noventa y cinco por ciento de probabilidad de que sigas con la incertidumbre Fuji.

Giró un Fuji serio a ver al chico Data que se situaba en su espalda y le hablaba quedamente para que los demás no escucharan. Fuji volteó a verlo, pues él no era de los dejaban pasar las cosas y menos en situaciones donde él era participe de esta.

- ¿De qué incertidumbre hablas Inui?- contestó desinteresado.

- ¡Pues de cual más!  - dijo con su cara enterrada en la libreta verde que no dejaba por motivo alguno.

- ¿Entonces tú lo viste?

El de lentes sonrió, su libreta iba a tener muchos datos interesantes, jamás había visto a Fuji con esa cara de desesperación e incertidumbre.

- Te va costar saber quien fue – dijo seriamente ajustando sus lentes con sus dedos.

- Estas jugando con fuego, sabías Inui – contestó, en sus ojos azules se veía un brillo de furia, tenía ganas de estrangular al chico de lentes. – Sabes Inui, no me interesa lo que tú sabes. Hoy no me vas a arruinar el día.

- ¿Y si te dijera que fui yo? – dijo seriamente.

- No te creería, no tendrías razón.

- Eso crees tú, hoy te ves muy bien, más que de costumbre.

- Inui –

Lo que oía no podía creerlo, ¿por qué él?, ¿por qué tendría que ser él quien le besara?,  ni siquiera se había sentido alguna vez atraído por su técnica de juego, mucho menos físicamente, ni intelectualmente. – “No, no lo creo”- pensó tomó su mochila con los regalitos que había recibido de diferentes compañeros de clase, así como de fans que apoyaban al club de tenis y de sus mismos compañeros del club, mas vio una pequeña caja que no recordaba que se la hubiesen dado pero bueno iba dirigida a él la dejo en sus manos para examinarla más tarde.  

- No vemos Inui, no voy a caer en tu estúpido juego, no me vas a arruinar el día – sonrió y se dirigió a la salida pero el chico de lentes se adelanto y se puso frente a él.

- ¿Quieres comprobar? – le preguntó.

- ¡No te atreverías! – dijo el ojiazul asustado, pues muy a su pesar Inui era más alto que él.

El de lentes se fue acercando peligrosamente a la cara de Fuji y este al ver que se acercaba, quedo paralizado, no, no era posible – pensaba.  Sintió que el más alto ponía una mano en su pecho, Inui iba lamentar haberle robado su primer beso. Mas el beso nunca llegó.

- ¿Qué hace Inui sempai? – inquirió un Kaidoh molesto. - Molestando a Fuji sempai, sólo para que éste no lo asesine por haberle manchado la camisa que trae puesta.

- ¡Eh!- Dijo Fuji  y fue a verse al espejo para ver una mano pintada en esa camisa blanca que traía – Inui ¿tú manchaste mi camisa?  - gritó.

- Sí, pues ¿qué era lo pensabas?

- Nada – suspiró frustrado. -Nada.- Se dejó caer en la banca más cercana. Para escuchar que un Kaidoh le reclamaba, por haber manchado la camisa, cerró los ojos se recargo en la pared, la sensación que deja un beso…  su primer beso… - suspiró. Al menos no había sido el idiota de Inui que nada mas de pensarlo le daba escalofríos. Se levantó con desgano para quitarse la camisa y ponerse la de la escuela, mas recordó que en uno de los regalos que recibió había una camisa algo formal pero bueno al menos no estaría con una marca de una mano en su pecho. Empezó a desabotonarse y deslizó lentamente la camisa dejándola sobre la banca, para buscar la otra en su maleta, mas sintió que alguien lo observaba y volteó a encararle.

- Tezuka – quedó extrañado y porque no se le quita ese sonrojo de la cara, ya fue mucho para que sea el agua caliente. - Pensé que te habías ido ya.

- No aún  - contestó nervioso. – estaba por marcharme.

Fuji empezó a abotonarse la otra camisa, y notó que el mayor no dejaba de mirarlo.

- ¿Pasa algo? – preguntó mas no escuchó respuesta - Si no fueras tú, diría que te gusta el voyerismo. – más vió que este se puso de color carmín. - Ahora si ¿me quieres explicar que pasa contigo?

Se acerco, para ver que este retrocedía. Empezó a sonar su teléfono y salió a contestarlo, lo que le dio oportunidad a Tezuka para salir del vestidor. Escuchó el cerrar la puerta y continuó con su llamada, observó el regalo que no había abierto aún, y mientras continuaba hablando empezó a abrirlo, era una caja la cual no pesaba, al abrirla encontró una tarjeta con una simple frase. “Tu regalo esta cincuenta metros al este de las canchas de tenis”. La letra era inconfundible.

- “Pero el ya me dio un regalo con todos los del equipo”- pensó. – “¿Que traerás entre manos Tezuka Kunimitsu?”

Pensó en dejarlo plantado, pero su curiosidad era más, estaba oscureciendo y hacía mucho frío, era lamentable que precisamente este año el invierno se había atrasado y en lugar de empezar a ver brotes de primavera, aún se sentía copos de nieve caer.  Fue raro, ahí estaba Tezuka a escasos veinte metros del vestidor en el área de la alberca. Se acercó sigilosamente pues él se encontraba a orillas de la alberca.

- Tezuka – dijo fuerte. Cosa que asustó al muchacho haciéndolo perder el equilibrio, fue a dar directo al fondo de la alberca.

Fuji espero a que saliera mas se preocupo, pues este no salía del agua.

- Tezuka – gritó. - Me estas asustando.

Se quitó los zapatos, para lanzarse al agua y sacar al buchou que por alguna razón quedó inconsciente al caer al agua.  El agua estaba helada, al parecer como no se había utilizado, los calentadores de esta no estaban encendidos. No supo de donde obtuvo la fuerza para sacarlo, y al hacerlo comenzó a golpearle el pecho, para empezar a darle respiración de boca a boca y ahí fue donde su cerebro hizo click.

La misma sensación, la misma calidez, - Tezuka – el mismo sabor a menta fresca – no me hagas esto, reacciona – continuó. Sintió alivio cuando lo escucho toser y aventar el agua.  Lo miró a los ojos y volvió a posarse sobre esos labios para ahora si saborearlo, en un principio Tezuka se desconcertó pero después empezó a responder al beso que el tensai le daba.

- Eres un Idiota- dijo al momento que dejo de besarlo. - Tan solo no me pudiste decir que eras tú.

Este bajo la mirada - Lo siento, cuando iba a decirte algo, vi como dormías yo sólo fui a revisar que no tuvieses fiebre, pues es raro en ti estar tan agotado, mas no lo pude resistir y te bese.- Se levantó lentamente y le ofreció la mano al tensai.

- Idiota- se levantó mas se abalanzo sobre él para darle un corto beso.

- Vamos a ducharnos – dijo. - Yo aun tengo que darte una sorpresa.

- ¿Y qué es?

- No puedo decirte. – vio la cara de suplica – Está bien, es una fiesta sorpresa, así que debes sorprenderte cuando todos griten.

- Pondré una autentica cara de sorpresa, te lo prometo.

Ambos se encaminaron a los vestidores para continuar con una larga sesión de besos y caricias bajo el agua tibia. Al cerrar la llave, el ojiazul vio claramente el rostro de su compañero.

- Espera – le dijo y examinó bien el rostro. – tú no te sonrojas con el agua caliente.

Tezuka solo sonrió  y volvió a besarlo.

- La próxima vez, asegúrate de que este bien despierto, no quiero pensar que todo mundo me ha besado porque traen sabor a menta fresca.

- El que se atreva a darte un beso se las verá conmigo.

Notas finales:

Bueno, espero les haya gustado este one-shot,  y repito yo solo tuve la idea y comencé a escribirlo, pero como no soy buena escribiendo fics (razón por la que nunca he publicado) le pedí ayuda a mi Imōto san para que me ayudara a desarrollar y terminar la historia, así que todo el crédito es para ella, nuevamente gracias Xcaret Bardawill y también a Maryluz por que ella es la que nos anima a querer escribir.


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