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Quieres una vida normal? por kiojy 06

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Notas del capitulo:

bueno este es primer capitulo espero que les guste

no estoy muy bien informada de la tecnologia que hay en konoha

asi que espero no cometer muchos errores ._.

De repente aquel irritante sonido llego de la nada, taladrando fuertemente sus oídos. Todo su cuerpo le dolía horrores, sobre todo su cabeza y aquel atronador sonido no hacia mas que aumentar su dolor, quiso ignorarlo refugiarse entre las cobijas y lo hizo, se escondió debajo de ellas como si estas fueran un muro aislante de sonido.

 

Los recuerdo llegaron de golpe atormentando más a su cabeza. ¿Estaría muerto? … no, eso no, el cielo seguramente no existirían los despertadores, una risa seca salió de su boca, como si en verdad alguien como el pudiera ir a ese lugar. Pero, también estaba demasiado mullido y a gusto como para estar en el infierno. Adema son recordaba haber sido golpeado de muerte por el joven con el que había peleando minutos atrás.

 

Pesadamente y en contra de su voluntad empezó abrir sus ojos, aunque las cobijas encima de el no ayudaban a ubicarse, se destapo dejando entrar una tenue luz a sus ojos.  Paseo sus ojos por el lugar al parecer se encontraba en una habitación, si se ponía a divagar en ello era la habitación de alguien no mayor de 25 y no menos de 16, pero el que iba saber de adolecentes normales, si el jamás fue uno. Se incorporo tratando de reconocer algo, pero nada llegaba a su mente, si había algo obvio es que no era la cueva, no era un hospital y tampoco era una celda. El lugar estaba algo desordenado, había ropa tirada en algunas partes del piso que estaba cubierto de una alfombra beige, pinceles y algunas pinturas de oleo o gises igualmente regados y que milagrosamente no ensuciaban ninguna parte de la casi alfombra blanca.

 

Estaba la cama individual con sabanas en combinación amarillas y verdes en donde se encontraba semi recostado. A un lado un buro de 4 cajones, donde se encontraba el despertador y una foto familiar a la que no presto atención,  delante de la cama había un escritorio con –lo que el rubio identifico- como  un extraño aparato. Y a lado del buro con vista a la ventana había un restirador  lleno de hojas blancas, bocetos, colores y algunos carboncillos Por ultimo había dos puertas una blanca que no contrastaba mucho con las paredes azul claro del cuarto y otra de color caoba. Alguna de esas dos tenia que ser la salida.

 

Hizo a un lado las cobijas y se levanto, no sin antes observar su ropa, -una camisa blanca de manga larga que le quedaba unas dos tallas más grandes y un pantalón negro a su medida- eso no era suyo definitivamente.  Quien fuera el que lo había llevado hasta ahí había tenido el descaro de hasta cambiarle la ropa interior, busco por debajo de la cama y alrededor de la ropa tirada, incluso había descubierto que la puerta blanca era un closet por estar en busca de su capa de akatsuki, su protector frontal o su bolsa de arcilla, pero ni rastros de nada.

 

Se puso a pensar un momento mientras se sentaba en la silla enfrente del escritorio, no recordaba mucho, excepto que peleaba con el mocoso del kyubi, a lo mejor había sido capturado pero las celdas no eran así de ostentosas.  Se paro de la silla y camino descalzo atreves del cuarto hasta la puerta de caoba esperando que fuera la salida. Giro la perilla y para su fortuna estaba abierta. Ahora lo único que tenia que hacer era indagar acerca de su paradero.

 

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No sabia donde se encontraba, hacia a penas unos minutos - quizá segundos- peleaba con un tipo rubio de akatsuki y ahora estaba en aquella habitación. A diferencia del rubio anterior, no lo había despertado un reloj, si no un mal cálculo a la hora de girar sobre la cama, que provoco un doloroso golpe en su parte trasera. Había sobado sus caderas y en ese instante cayo en cuenta que no estaba en su casa, ni en la casa de alguno de sus amigos, o en el hospital de la hoja, y ahora ahí sentado en el suelo se había dedicado a recordar. Recordó la pelea con akatsuki y nada más. ¿Qué había sido de el? ¿Fue capturado? ¿Planeaban quitarle al kyubi? ¿O ya lo habrían hecho? Ante la ultima pregunta se quito tan rápida y torpemente la parte superior de su ropa sin siquiera notar que esa no era su ropa, no la encontró, eso lo perturbo de sobre manera, por no decir que también lo asusto. Corrió con desesperación atreves de ese cuarto...si asi se le podía llamar.

 

Estaba bastante desordenado, hecho un caos y casi una zona de batalla. Había ropa tirada por todas partes e incluso comida de hace semanas, a eso acompañaban discos, y cuadernos, de hecho no se podía apreciar de buena forma la alfombra beige y tampoco se veía bien en color azul de las paredes pues estaba tapizada de poster  tanto de bandas como de dibujitos -anime- estaba igualmente amueblado  que el cuarto anterior exceptuando el restirador, pero en su lugar había un estéreo.

 

Abrió la puerta y camino cuidadosamente por el pasillo, para no ser descubierto por el enemigo. Era un largo pasillo, la habitación de la que había salido era la ultima y le seguían dos puertas mas de su lado izquierdo y otra mas delante de el. Las paredes y la alfombra eran iguales a las de su habitación y en sus muros colgaban fotos familiares pero eso no le importaba al rubio en ese momento si no salir de ahí. Se quedo quieto al oír  la puerta del a lado abrirse, lo habían descubierto y no tenia con que defenderse pues había salido de la habitación sin buscar sus cosas de shinobi, pero eso si, siempre daría una buena pelea sin importar que.

 

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Abrió la puerta pretendiendo salir, cuando noto una silueta frente a el, ambas partes guardaron silencio unos segundos después de que la puerta estuviese abierta en su totalidad y luego…

 

—TUUUUUU!!! — gritaron al mismo tiempo, ambos señalándose acusadoramente, viéndose a los ojos, azul contra azul.

 

El rubio mayor no espero un segundo más y se fue contra el rubio menos para atacarlo. Tomo impulso para ganar velocidad pero sus movimientos fueron bastante lentos para un ninja, hubiera podido asegurar que una tortuga lo hubiera hecho más rápido. El menor sonrió triunfante pues pudo esquivar ese golpe con gran facilidad, aprovecho la lentitud del otro  para esquivarlo y propinarle una patada lo mas rápido que pudiera pero al parecer  tubo el mismo problema que el mayor.

 

Deidara había pensado atacarlo con el c-4 pero no tenia su arcilla con el aun así, miro sus manos como añorando aquel poder y fue cuando lo vio, sus manos estaban limpias, lo que antes eran sus lenguas eran una palma perfectamente humana, eso lo altero.

 

—Que me hiciste?! ¡ — gritaron al mismo tiempo

 

—Yo?!! — volvieron a gritar juntos

 

—Mejor dime donde me trajiste u´n— grito el mayor

 

—No se de que me hablas, si el que me trajo aquí fuiste tu!!! —objeto gritando el kitzune

 

—Traerte?!! De ser por mi estarías muerto u´n—  bramo el pelilargo agitando su brazo fuertemente mientras señalaba al chico frente a el.

 

—Pues por mi igual ttebayol!! —el menor se fue contra el mayor de nueva cuenta,  con tanta fuerza que ambos terminaron  forcejando en el piso mientras rodaban.

 

—Basta ustedes dos!!! — grito una tercera voz que subía las escaleras, lo suficientemente fuerte para que ambos rubios quedaran estáticos viendo a la recién llegada.

 

Frente a ellos se encontraba una mujer de brazos cruzados y al parecer muy enojada. Sus ojos azules lo daban a saber, sus largos cabellos caían en cascada debajo de su espalda y baja y un poco más allá, tenia un tono de piel no muy blanco pero tampoco muy bronceado. Naruto se  quedo en silencio mirándola un rato, era sumamente familiar y dentro de el sintió un extraño sentimiento de nostalgia.

 

—Quien demonios es usted u´n?!!! —pregunto irritado el rubio mayor sacándose al kitzune de encima. La pregunta al parecer solo hizo enojar mas a la mujer  cuyo enojo se veía reflejado en una pequeña venita en su frente.

 

—Como…dijiste ttebane? — pregunto intentando contener su ira que a lenguas  saltaba en el tic de su ojo izquierdo

 

—Que, Quien demonios es usted? — Respondió retador diciendo cada palabra con cierta lentitud—Sorda u´n— soltó susurrando esto ultimo.

 

—Como…— a estas alturas a la mujer ya la rodeaba un aura negra bastante pesada—Como me dijiste mocoso del demonio?!!! —exploto la pelirroja propinándole un tremendo coscorrón que dejo al rubio mayor fuera de combate— Te faltan años para llamarme de esa forma!!! Como te atreves ttebane?!! — gritaba histeria la ojiazul mientras sacudía a Deidara una y otra vez.

 

Naruto solo miraba la escena, ajeno a lo que realmente pasaba se preguntaba quien era aquella mujer, no la había visto antes pero tenia la sensación de que si, como en un sueño, algo en ella le llamaba la atención. Unos pasos que subían rápidamente por la escalera llamaron su atención, por ella iba llegando una cuarta persona.

 

—Que pasa aquí? El desayuno se enfría —comento un rubio muy similar a Naruto. El nuevo rubio miro a naruto y luego a los otros dos que seguían discutiendo, no pudo hacer mas que reír ante lo que veía.

 

—cuarto?... — susurro el menor al ver llegar al yondaime.

 

Deidara se encontraba en el piso con una muy enojada pelirroja encima suyo que no paraba de sacudirlo —Anda repítelo, repítelo!!! — gritaba Kushina  — Nada mas eso me faltaba, que un mocoso como tu viniera a faltarme al respeto!!! —Siguió sacudiéndolo — Escúchame bien ttebane, esa no es la forma de hablarle a tu madre mocoso— La pelirroja dejo de agitarlo, ambos sus rubios se miraron entre aterrados y confundíos sin llegar a comprender nada de lo que sucedía.

 

—Eh?... — Soltaron los pequeños rubios al mismo tiempo. La única mujer en la habitación decidió dejar al pelilargo en el piso y se levanto parándose junto a su esposo, cruzando sus brazos en señal de que estaba bastante molesta.

 

—Vamos cariño no te enojes tan temprano— Calmo el mayor de los rubios sosteniendo a la mujer por los hombros y frotándolos un rato.

 

—Que no me enoje?!!! Pues dile a tus hijos que no me hagan enojar ttebane—

 

“Tus hijos” esa palabra resonó en la mente de ambos pequeños rubios, dejando sus maltrechos cerebros en blanco, con esa palabra repitiéndose una y otra vez en forma de eco en sus pequeñas mentes.

 

—Niños, Por que no le piden disculpas a su madre? —Pidió el adulto pelirrubio. Y de nuevo en forma de eco ahora sonaban y rebotaban por sus cabeza las palabras “Su madre” —A todo esto, por que la hicieron enojar?

 

—Estos dos estaban apunto de matarse— respondió Kushina antes de que los ojiazules pudieran reaccionar.

 

—Chicos ya habíamos hablado de esto, son hermanos no deben pelearse por…— el resto de la oración se fue al demonio, si antes tenían problemas para digerir la palabra madre e hijos la palabra “Hermanos” no hizo mas que empeorar su estado mental— Y como familia poder superarlo — termino con sus sabia palabras el mayor.

 

—Her…—dijo el pelilargo

 

—Ma…— continuo el kitzune

 

—Nos?... — terminaron los dos juntos. Tanto Deidara como naruto se levantaron a toda velocidad pues ninguno había hecho mayor esfuerzo por levantarse de su lugar.

 

—Yo no soy hermano de eso!!!! —gritaron los dos rubios al unisonó terminando con un ttebayo y un u´n respectivamente. Minato rio ante la sincronización de ambos.

 

—De que hablan, si son como gotas de agua— obvio Kushina

 

—Yo no me parezco a eso!!! — volvieron a gritar juntos con muletilla incluida. Minato y Kushina rieron juntos esta vez.

 

Que no se parecían?, ambos rubios y de ojos azules, de piel tostadita, con un carácter si no igual perecido en algunas formas, terminaban la mayoría de sus oraciones con una extraña muletilla –igual que su madre- y para colmo tenían tremenda sincronización, pensaban lo mismo y lo decían al mismo tiempo.

 

—Bueno, ya, ya, el desayuno esta listo bajemos y desayunemos en paz— sugirió Minato.

 

—Pero yo de verdad no estoy jugando!! — se apresuro el pelilargo — Yo no se quienes son ustedes — afirmo un tanto nervioso al no saber absolutamente nada .

 

—Dei, que es lo que… — antes de terminar su frase Kushina volteo a ver al menor de los rubios que lo miraba igual de confundido que el  akatsuki— Naru que paso…

 

—Yo tampoco se… quienes son— interrumpió a la pelirroja colocándose a lado de Deidara.  La pareja se miro asustada y luego a sus hijos. Si estaban jugando, no les hacia gracia.

 

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Los rubios no supieron como pero terminaron dentro de lo que parecía ser un carruaje que se manejaba sin caballos, cuyos asientos estaban colocados de forma paralela dándole la espalda a los de enfrente- entiéndase un auto- Kushina preocupada le había dicho a su pareja que encendiera el auto, ella como pudo le puso un gorro y una bufanda a ambos pequeños agarro un mano de cada una llevándolos a rastras al coche. Minato había abierto la puerta del vehículo previamente así que la ojiazul solo los empujo dentro.

 

Arrancaron poco después que la pelirroja subiera al coche y gritara histérica “al hospital rápido”. Naruto miro fascinado como el medio de trasporte en el que iban se movía sin necesidad de que un animal lo impulsara.

 

—Que fantástica cosa funciona con chakra?! — pregunto entusiasmado el kitzune poniendo un amplia sonrisa mientras pegaba su cara a la ventana. Sus padres intercalaron miradas y miraron al pequeño uno por el retrovisor y la otra por encima de su hombro

 

—Ve mas rápido ttebane!! — Minato obedeció y piso el acelerador.

 

Por su parte Deidara intentaba con todas sus fuerzas sujetarse al asiento, sus ojos ya estaban convertidos en un par de espirales que no dejaban de dar vuelta, su sano color tostado ahora era un verde pasto muy antinatural —Mo…mocoso…—llamo la atención del zorrito agarrándole uno de sus brazos, este lo miro curioso pero aun feliz por el descubrimiento de la maravillosa maquina en la que viajaban— Dame, arcilla, prefiero volar…— se acostó a lo largo del asiento poniendo su cabeza en las piernas de naruto. A lo contrario de lo que pudiera hacerle a es villano dejo que  se recostara dándole suaves palmaditas en su espalda.

 

—No volar en una ave de arcilla da mas vértigo que un carruaje? — pregunto inocentemente el rubio. Los adultos adelante decidieron ignorar esa pregunta y rezar por llegar rápidamente al hospital.

 

Tardaron 15 minutos aproximadamente en llegar a la clínica, en cuanto el auto estuvo parado Kushina abrió la puerta del copiloto, la cerro de golpe, agarro al chico que tenia del lado de su auto el rubio pelilargo, lo puso en su espalda con una fuerza sobrenatural y se puso a correr. Deidara ya de por si mareado por la situación no hizo mucho por evitar la posición tan incomoda en la que la pelirroja lo tenia. Intento sujetarse de los hombros de la mujer pero iba demasiado rápido así que la mitad de su cuerpo que no era sujetada por la ojiazul iba volando, chocando contra enfermeras, pacientes, aparatos cardiológicos, paredes, etc., tan apura y concentrada en llegar al ultimo piso de aquel sanatorio que ignoro por completo el elevador y subió a toda prisa por las escaleras haciendo que el rubio se golpeara con cada escalón que ella subía. Por fin y para suerte del rubio, Kushina había logrado llegar al ultimo piso, su cabeza no tendría que soportar otro escalón mas, pero la mujer continuo arrastrándolo hacia una oficina.

 

—Tsunade-sama!!! — entro empujando la puerta si llamar antes dejando caer al ojiazul al piso de un azotón. La exuberante rubia se levanto del escritorio en el que estaba, vestida con un traje formar color gris, una blusa lila que asomaba por su bata blanca y se acerco a la alterada mujer.

 

—Que pasa Kushina? — pregunto curiosa ante la actitud de la ojiazul

 

—Mis hijos, no se que paso con ellos ttebane— comento preocupada volteando su mirada al pelilargo que aun se encontraba tirado en la puerta, casi muerto de tanto golpe que había sufrido. Luego intercalo su mirada al par de rubios que iba llegando.

 

A diferencia de Kushina, Minato había mantenido la calma, dejo que su pequeño hijo kitzune saliera del auto y lo escolto hasta el elevador que esperaron pacientemente. El pequeño zorro corrió hacia el semimuerto akatsuki y empezó a picarlo.

 

—Oye tío akatsuki, tienes que ver algo genial ttebayo!! — comento el rubio de lo más feliz—es algo así como una caja que sube para que no tengas que usar las escaleras es muy divertida y tiene un montón de botones *-*

 

—@_V....

 

—Oba-san— Grito Naruto  corriendo hacia donde ella — ne oba-san puedes decirme donde estamos, no tengo idea de lo que pasa aquí ttebayo!!

 

—A quien le dices vieja mocoso!! — exclamo dándole un coscorrón al rubio que solo agarro su cabeza ante el impacto y se puso a sollozar

 

—Tranquila mamá ya hablare con ellos después— aclaro Minato acercándose a l menor de “sus hijos”

 

—Ma…má? — repitió naruto prestando atención, no había entendió mucho hasta le momento pero si Minato se estaba autoproclamando su padre y el había dicho mamá a la viejo eso significaría que…

 

—Joder que todos aquí son familia u´n!!!  — grito Deidara recuperándose desde el piso

 

—Tiene razón la oba-san es muchas cosas pero no mi abuela eso me daría un infarto ttebayo! — apoyo el kitzune —Además se supone que las abuelitas son viejas, lindas y hacen galletas esa tía tiene mucho busto además no le gustan las galletas prefiere el sake— aclaro sonriendo con las manos detrás de su cabeza

 

—Lo que me faltaba en este pueblo de locos que la gondaime fuera mi abuela — se quejo el akatsuki

 

Tsunade vio con detenimiento a los dos pequeños rubios, físicamente  se veían bien… bueno dejando de lado los golpes del pelilargo. La exuberante rubia, se acerco a su escritorio y apretó un botón entre tantos del teléfono. Llamo a su asistente y le pidió que prepararan un consultorio especial. En las siguientes dos horas sufrieron todo tipo de exámenes médicos, desde muestras de sangre hasta tomografías, pruebas psicológicas y matices. Pero todo estaba bien. Dejo a los dos pequeños en un enorme cuarto del hospital y procedió a hablar con sus padres a solas.

 

—Parece un caso de perdida de memoria, pero muy inusual, ellos pueden recordar varias cosas pero no coinciden con lo que vivimos actualmente… es como si vivieran en otra época— Minato abrazo a Kushina para darle fuerza.

 

—Entonces que pasara con ellos? —pregunto el rubio mayor.

 

—Me atrevo a decir que ni yo lo se, necesitare ver como progresan y si es alguna clase de epidemia

 

—Epidemia? — pregunto espantada la pelirroja

 

—al parecer no es un caso aislado… hay otros dos chicos que están pasando por lo mismo, les presentare a sus padres.

 

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En el cuarto se encontraban naruto y Deidara en las primeras dos camas, habían entrado en silencio y ocupado cada uno una cama respectivamente. Uno se acostó y el otro simplemente se sentó. La habitación era muy grande como para 6 pacientes, solo que una cortina de color verde los separaba de las otras cuatro camas. El color blanco de toda la habitación estaba volviendo loco al pelilargo, jamás le habían gustad los hospitales “olía a enfermo” decía. Así que no iba a ellos aunque se estuviera muriendo… de cualquier forma no tenia muchas opciones, no podía ir a una clínica, su posición como ninja renegado se lo impedía, pues podían capturarlo.

 

—ttebayo cual era tu nombre? — pregunto tiernamente el zorrito

 

—Deidara mocoso, estábamos peleando deberías aprenderte los nombres de tus enemigos u´n! — le regaño el mayor

 

—Seguro que tu ni te acuerdas del mío ttebayo —reclamo

 

—Claro que me acuerdo…eres…el…mocoso…del kyubi… lalo… o yuki…o algo así— desvió su mirada avergonzado, no creyó que el mocoso lo retara

 

—Naruto— le miro mal

 

—Tienes nombre de comida u´n

 

—Y tu cuerpo de niña ttebayo

 

Un leve tic apareció en el ojo del mayor, como odiaba esa comparación. Lo hubiera golpeado pero un ruido detrás de la cortina los alarmo. Sonaba como cuchicheos y reclamos en voz muy, muy baja. Por lo que se entendía discutían, y los pequeños ruidos de forcejeo se escuchaban claramente, mas sin embargo si la habitación hubiera tenido un ruido normal no se hubieran escuchado. Los rubios se miraron mutuamente y asintieron, a paso lento se acercaron a la cortina y dando se valor a la cuenta de 3 jalaron la cortina.

 

Se sorprendieron con lo que vieron… y unos pocos segundos después enrojecieron. En un enorme malentendido habían visto a un sexy chico pelinegro de cabello largo encima de un azabache igualmente guapo debajo del obviamente mayor. Forcejeando… o lo había estado haciendo hasta el momento de ser descubierto. El silencio reino unos segundos, ambos mayores se miraron y así mismo hicieron los menores.

 

—Sasuke?!! — grito alarmado y totalmente rojo el otro rubio simplemente guardo silencio

 

—Dobe?...que haces aquí? —pregunto serio. Vio el estado del pobre rubio rojo hasta a las orejas, sin dudas se veía adorable, sabia que ocasionaba ese tipo de sensaciones en las personas, pero no creyó que naruto seria tan obvio al demostrarlo, pero luego miro a su acompañante que lo veía igualmente rojo… intento comprender y lo hizo rápidamente, es decir no se necesitaba ser un genio para entender.

 

—No es lo que parece!! — grito rápidamente  empujando a su hermano, se paro y acomodo su ropa.

 

—Sasuke cállate—le ordeno su hermano junto a el

 

—Tu no me des ordenes itachi— le miro retador

 

—No sabes lo que esta pasando y si ellos son como los demás— le recordó

 

—tsk— fue su llana respuesta

 

—Que tenso ttebayo— comento naruto poniendo nuevamente sus manos sobre su cabeza.

 

—Uchihas bastardos, deja que se maten de una vez no quiero volver a ver el sharingan en mi vida— sentencio el rubio mayor empujando al kitzune al otro lado de la habitación y jalando la cortina nuevamente. Pero tan pronto como la puso en su lugar alguien mas la volvió a abrir.

 

—Sabes que es el sharingan? — pregunto el mayor de los uchihas, tratando de parecer calmado y agarrando a Deidara por los hombros y atrayéndolo hacia el. Este se sonrojo un poco por la cercanía

 

—C…cl…claro que se, con el me derrotaste y me uní a akatsuki u´n

 

—Entonces… ustedes están en la misma situación que nosotros— intervino Sasuke.

 

—Y..alguien sabe que sucede ttebayo?

Notas finales:

no se que les parecio >.<

espero que les guste yo intentare mejorarlo en todo lo que pueda

asi que si ven algo raro em dicen owo

bueno nos vemos...o no ._. en el siguiente capi

bye


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