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Descifra mi amor~... por Mikuzita-Chan

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Notas del fanfic:

Ohh sii~...REGRESA LA OCIOSA!

A/U: AOI/URUHA DESU!

M: nuevo fanfic! *w*!!, igual de triste que Forgiven!-danza (?-

A: pero este es un?

M: ya verás , para eso leelo e_e

U: antes de comenzar y bla bla~ gracias a quienes leyeron forgiven! y a los reviews recibidos!.

Notas del capitulo:

M: ciertamente el resumen suena tetrico .__., pero me inspiré en la siguiente canción!

 

"I Will Follow You Into The Dark" de  Death Cab For Cutie.

Link: http://www.youtube.com/watch?v=Y2pGYzAJUmo

 

U: este fanfic va a ser confuso al principio, no?

M: un poco, pero se irá armando la historia *3*, de verdad me emocioné con esta historia!, me encnata esa cancion.

A: e_e estaba en casi todos los 3 libros de Ghostgirl.

M: SIII!!!, a demas que puse una frase personalmente mia, al final del fanfic, aparte que la cancion tendra protagonismo en el fanfic!, se agradece a quienes lean.

“Amor mío, algún día morirás”

 

Así comenzaba aquella canción que nos unió hace algún tiempo atrás, aquella canción que solías cantar en cada uno de nuestros aniversarios junto a una melodía nostálgica, amabas tocar esa canción tan misteriosa para mis oídos. La pasión con la que tus dedos rasgaban tu vieja guitarra acústica. Recuerdo como si fuera ayer el día que nos conocimos por esos pequeños hechos de la vida que te hacen dar un giro de 180º grados a tu mundo.

 

Flash Back

Había rogado a mis padres que me dejaran salir un momento de la casa, estaba tan sofocado por estar siempre entre las cuatro paredes que me rodeaban y obviamente no me sería muy fácil salir, mis progenitores no eran de esos padres permisivos, así que con todas advertencias que pudieron ponerme me dejaron ir.

Caminé por las calles de Tokio mirando el paisaje que casi ni me detenía a ver, todo el bullicio que solía pasar por desapercibido cada vez que corría hacia el instituto cada mañana, todas esas personas corriendo para llegar a tiempo a sus respectivos trabajos.

 

Seguí avanzando hacia el centro, donde la aglomeración de personas estresadas y trabajadoras era mucho mayor, algunos chocaban conmigo y luego de una leve disculpa volvían a correr.

El mundo ante mis ojos era raro, no conocía aquel estilo de vida lleno de ansiedad y con sólo 17 años ni quería experimentarlo. Seguí mi camino hasta que una aglomeración se atravesó en mi camino.

 

-       Pero que esta pasando –me pregunté a mi mismo. Con toda la curiosidad del mundo me hice paso entre las personas hasta que conseguí llegar al frente.

Allí se encontraba un joven de cabellos negros, una penetrante mirada castaña y su piel blanquecina algo sucia, parecía todo un vagabundo acompañado de una gastada guitarra de color negro y un sombrero viejo ante sus pies mientras el tocaba y cantaba.

 

“If Heaven and Hell decide

That they both are satisfied

Illuminate the No's on their vacancy signs”

 

Mi inglés era demasiado básico así que no podía distinguir nada de lo que decía, pero podías sentir la melancolía en su voz y en cada nueva nota que rasgaban sus dedos. La gente comenzaba a lanzar monedas en el viejo sombrero ante sus pies, algunos luego de unos instantes se alejaron pero yo aun permanecía allí escuchando cada nueva frase que salía de sus labios. Se notaba que era japonés pero su dominio para el inglés era sorprendente.

 

“If there's no one beside you

When your soul embarks

Then I'll follow you into the dark”

 

La canción ya casi llegaba a su fin, y la gente ya casi se había marchado en su totalidad, me comencé a sentir agobiado y triste a la vez mientras que mi cabeza se movía al son de la hermosa melodía.

¿Cómo la música nos puede transmitir tantas sensaciones?

 

“Then I'll follow you into the dark”

 

Susurró al terminar la canción y volteo a mirar su sombrero llenó de monedas, el cual tomó y depositó todas en un viejo estuche de guitarra que tenía  a su lado, por lo visto llevaba buen rato en ese lugar, porque habían ya bastantes monedas en el estuche.

 

-       Hermosa canción…-pensé en voz alta, él volteo a verme con una sonrisa.

 

-       ¿Te gustó?- me preguntó con curiosidad

 

-       Es hermosa-dije tímidamente- aunque…

 

-       ¿No entendiste lo que decía?- asentí avergonzado a lo que él simplemente rió- la mayoría de personas no saben que dice, pero disfrutan de la melodía imaginándose de que trata la canción,  así que no tiene porque avergonzarte.

 

-       Pero yo…

 

-       ¿Quisieras saber que dice?- me preguntó

 

-       Claro –afirmé emocionado- él guardó su guitarra en el estuche de esta y se levantó sacudiéndose la ropa- por cierto…Ahm...Takashima Kouyou –hice una reverencia ante él.

 

-       Shiroyama Yuu- hizo también una reverencia ante mí- para servirte- pasó por mi lado y me hizo señas para que lo siguiera, donde mis padres se hubieran enterado de esto, ya hubieran venido a buscarme y nunca más vería la luz del día.

 

-       Así que…-no sabía de que hablarle.

 

-       Tranquilo, no te haré daño- habló mientras seguíamos caminando

 

-       No es eso- contesté

 

-       ¿Entonces?

 

-       Nada-susurré

 

-       Tranquilo, ya iremos a un lugar mas tranquilo para conversar- volteo unos segundos a mirarme con una sonrisa en su rostro.

 

Minutos Más tarde.

 

Luego de tanto silencio llegamos a una casa de buen estatus social, diría que mucho mejor que el mío, el entró seguido de mi, me estaba asustando

 

¿Qué tal si era un ladrón?

 

O alguna cosa PEOR.

 

De pronto un mayordomo de bajita estatura se nos acercó, estaba  punto de salir corriendo cuando…

 

-       Yuu, ¿Dónde estabas?- le preguntó molesto mirándole de pies a cabeza- ¿De nuevo a tocar en la calle?

 

-       Sí- contesto como si fuera lo más normal del mundo. Él chico bajito alcanzó a verme.

 

-       ¿Quién es él? –me señaló y me miró con recelo

 

-       ¿Él? –volteo a verme- es Takashima Kouyou, lo conocí mientras tocaba en el centro

 

-       Un gusto- hice una reverencia

 

-       Takanori Matsumoto- imitó mi gesto- mayordomo de la familia Shiroyama

 

-       ¿Mayordomo? –miré a Yuu sorprendido

 

-       Te explicare ciertas cosas cuando entremos- me invitó a pasar junto a Takanori, la casa era bastante grande y espaciosa, muebles finos por todos lados y decoraciones de porcelana cara, todo era lujoso en ese lugar, hasta los sofás en los que nos sentamos eran de cuero blanco y muy cómodos.

 

-       Así que…- no sabía por donde comenzar.

 

-       Si, no soy un vagabundo-suspiró y luego Takanori le dio un codazo en el brazo- ¡itai! –se quejó el pelinegro

 

-       Claro que no lo eres-reclamó Takanori obviamente molesto- eres un heredero de una gran fortuna

 

-       Entonces ¿Por qué haces eso? –pregunté confundido mientras mi mirada buscaba la de Yuu.

 

-       Porque mi padre es de esas personas avaras, que solo le da a los suyos-respondió con tristeza mientras miraba directamente a mis ojos, aquella mirada me hacia estremecer por algún extraño motivo que no llegaba a comprender- así que toco en las calles

 

-       Todo lo que gana, lo dona a fundaciones que luchan contra el cáncer- contestó Takanori

 

-       Eres alguien de admirar- le respondí y sonreí levemente.

 

-       Lo hago por alguien más importante- volteo su vista a un gran retrato de una mujer bastante simpática, vestida como toda una dama de la alta sociedad. Sus rasgos eran bastante finos y su cabello azabache como la noche caía con gracia por su espalda pero lo más hermoso que tenía eran unos hermosos ojos castaños y una gran sonrisa en su rostro- ella es mi motivación.

 

-       Ella…-me levanté del sofá y me acerqué hacia el retrato- ¿Es tu madre?

 

-       ¿ehm?- susurraron sorprendidos tanto Yuu como Takanori

 

-       ¿Cómo sacas esa conclusión? –me preguntó sorprendido el pelinegro

 

-       Te pareces tanto a ella-lo voltee a ver

 

-       Wow, sabes diferenciar rasgos- intervino Takanori quien se cruzó de brazos- has de ser bastante observador

 

-       Sí- contesté

 

-       Bueno, Takashima-san –volvió a hablar Takanori- háblenos de usted- me miró fijamente

 

-       ¿De mí?- volví a retomar mi lugar en el sofá que estaba frente a  ellos

 

-       No, será de la pared- habló con sarcasmo el pequeño

 

-       Taka-habló Yuu- tranquilo- le calmó.

 

-       Esta bien- suspiró calmándose

 

-       Bueno, que podría decir…-miré hacia mis manos que reposaban sobre mis piernas- me llamo Takashima Kouyou, tengo 17 años…

 

-       Yuu…eres un pederasta- habló takanori con cara de pánico- maldito enfermo, desgraciado

 

-       ¿Pederasta? –pregunté confundido

 

-       Tengo 28 años-dijo algo nervioso- cualquier pensaría que puedo secuestrarte y hacerte quien sabe que…-trago saliva

 

-       Es un buen muchacho-habló Takanori- así que no te hará nada- dijo mientras reia- no te tomes enserio lo que le dije.

 

-       Lo sé- les sonreí- Matsumoto-san…

 

-       Puedes llamarme, Ruki- por fin me hablaba en un tono más amistoso.

 

-       Si así vamos, puedes llamarme Uruha- contesté amablemente

 

-       ¿Ya se llevan tan bien?- Yuu solo reía

 

-       A él lo puedes llamar, Aoi – habló Ruki

 

-       Bueno, retomando el tema anterior- miré nuevamente el retrato- ¿Tocas por tu madre?

 

-       Sí- miró con nostalgia aquel cuadro- ella falleció cuando yo aún era un niño- hubo un largo silencio hasta que yo lo rompí

 

-       Lo siento mucho- no sabia más que decir, no sabría que hacer donde yo perdiera a mis padres.

 

-       No hay que sentirlo-suspiró- ella ya no está y no puedo remediarlo, sólo espero que algún día exista una cura para el cáncer-una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro.

 

Después de ello no volvimos a tocar el tema, la conversación fue amena y muy divertida, a pesar de tener 28 años era bastante infantil en ciertos aspectos. Takanori por su parte tenía casi su misma edad y era mucho más maduro que Aoi.

 

Eran personas tan interesantes, ambos sabían tocar la guitarra y ambos tenían una misma pasión.

 

 

 

La música.

 

 

 

Pero el tiempo pasa volando y cuando ya me di cuenta era muy tarde, me disculpé y salí volando a casa, claro no sin antes dejarles mi número.

Corrí y corrí por las casi inhóspitas calles, la gente ya descansaba luego de un agotador día de trabajo y estrés.

 

Llegué a casa, mis padres estaban histéricos y bastante preocupados.

Me mandaron castigado a mi habitación sin comer, eso no me importaba.

 

Mi mente estaba invadida por la suerte de yo tener a mis dos padres aun con vida, mientras que Aoi, había perdido a su madre.

 

Aquella noche, caí dormido mientras  mi mente solo dibujaba la sonrisa de Aoi.

 

 

 

Fin del Flash Back.

 

 

 

 

Ahora miro una y otra vez, el cuadro de tu madre que reposa sobre la chimenea.

 

-       “Jamás dejó de sonreírme, aun cuando el dolor atravesaba completamente su cuerpo” –susurró mientras recuerdo como hablabas de tu madre, una mujer realmente fuerte hasta el final.

 

Camino a través de los pasillos de la casa hasta llegar a un pequeño y aparto cuarto, es el único cuarto en todo este lugar que no contiene algo de lujo, solo las paredes están pintadas con varios dibujos.

 

-       Jamás entendí esto, Aoi- miró con nostalgia cada dibujo- no sé que querías hacer cuando dibujaste esto- ingreso a la habitación que esta llena de polvo y telarañas; algunas latas de pintura ya seca están en el suelo junto a algunos pinceles con pintura, me acerco a la primeras pared donde dibujaste a dos personas que tienen las manos juntas mientras que todo a su alrededor es oscuro.

 

-       ¿Qué es esto?- mi vista alcanza a divisar un pequeño y viejo cuaderno de pasta negra, sacudo un poco el libro lleno de polvo y abro la primera pagina.

 

 

“Uruha…”

 

Era la única palabra escrita en la primera hoja, voltee a la siguiente.

 

“Jamás te conté que decía aquella canción que tanta melancolía nos brindaba cada aniversario y cada momento juntos”

 

Un nudo se posó en mi garganta y miré la siguiente página.

 

“Aquel día que te vi entre la multitud, escuchando cada frase que salía de mi boca sin importar que estuviera diciendo, meciendo tu cabeza al ritmo lento de la canción.

 

Ese día supe que eras especial.”

 

-       ¿Especial? –susurré con voz temblorosa y voltee a mirar la siguiente pagina.

 

 

 

“Un chico joven, hermoso y simpático, eras los más hermoso que había visto ante mis ojos, desde ese dia, le diste un significado  nuevo a mi vida y un nuevo latir a mi corazón.

 

 

 

Desde aquel día, te comencé a amar.

 

 

-       Aoi –acaricié la hoja vieja de aquel cuaderno- ¿Por qué te fuiste de aquella manera?- una traicionera lagrima desciende por mi mejilla y aquel nudo en mi garganta se hace mas fuerte.- Duele tanto, que ya no estés aquí…

 

 

 

A veces la muerte toca

Demasiado pronto

Nuestra puerta~...

 

¿Continuará?~…

Notas finales:

M: eso es todo ._.

A: que em paso?

M: lo sabremos en el siguiente capitulo XD, dejen reviews por favor!

nos vemos

ByeBye~

 

*Tras camaras*

U: hoy no dejaste como contactarte?

A: debemos irnos a comer!!

M: shii-se van-


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