Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Traición por amor por Niji_Takagawa

[Reviews - 39]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Inicialmente esta historia comenzó como un one-shot, lo cual anuncié en su momento, pero algunos comentarios posteriores me hicieron reconsiderar esa idea para continuar con el fic, así que realmente espero que el resultado haya valido la pena.

Notas del capitulo:

Los personajes se revelarán casi casi al final, pero está...interesante, ojalá les guste, disfruten:

Horas había pasado consolando a su deprimido amigo, de nuevo sin razón aparente, sólo consecuencias de aquella bipolaridad que había heredado de su padre…hasta que consiguió calmarlo, dejándolo descansar tranquilo sobre su regazo. Después, se puso de pie al notar que el pequeño pelinegro se había dormido profundamente, y tras dejar un cálido y casto beso en su frente, se puso de pie acomodándolo en la cama con delicadeza, dirigiéndose al escritorio…ya lo había decidido y nada lo haría cambiar de parecer, la decisión estaba tomada, lo haría y ya no había marcha atrás, era por el bien de todos, todo por evitar tragedias…así que tomó una hoja de papel y una pluma, y tras pensar un par de minutos cómo empezar, comenzó a escribir:

Querido amor:

Ahh…si supieras el alivio que siente mi corazón al poder referirse a ti con ese nombre, aunque sea así, en un papel y no con mi voz…

Justo ahora te has de estar preguntando por qué te dije eso verdad…pues verás, es que yo…sólo quería escribirte estas líneas para confesarte el secreto más grande que he guardado: mi amor por ti.

Sí, yo sé que esto puede ser shockeante en un principio, siendo que desde siempre me has visto como tu mejor amigo, tu hermano, pero esa es la verdad y te la tenía que decir o explotaría por dentro. Yo siempre supe lo que sientes por mí, y nunca pensé otra cosa, yo desde el principio estuve consciente de quién es el dueño de tu amor y de todo lo que tiene que ver contigo, pero mi corazón es tan idiota que no dejó de albergar la mínima esperanza que ahora me orilla a confesártelo.

Aún recuerdo cuando empezamos a ser muy buenos amigos, tú estabas pasando por un momento difícil en el que necesitabas mucho apoyo, y ahí estaba yo, realmente no me pediste nada, pero ahí estuve yo, ofreciéndote mi hombro para llorar, te estreché entre mis brazos tratando de transmitirte paz, que supieras que todo estaría bien y que debías ser honesto contigo mismo.

Y quién lo habría podido imaginar, tan sólo un par de días después de hablar conmigo terminaste esa relación que, a pesar de que él era y es un buen chico, que realmente te amaba y era fiel y honesto…todo porque te diste cuenta de que tus sentimientos no correspondían a los suyos, y lo irónico de todo esto, es que hayas dicho que tu error con él, fue ir demasiado rápido, y sin embargo tu relación con tu actual pareja…mejor dicho tu esposo, ha sido la más acelerada que en mi vida haya visto, siendo que te mudaste a su casa a la semana de ser su novio y te diste cuenta de tu embarazo a tan sólo 10 días de noviazgo…pero es comprensible, tantos años de dolor, de lágrimas, y ahora que por fin encontraste al amor de tu vida, simplemente no pudiste ni quisiste esperar más, ni él, tanto así que mira, se comprometieron en su cuarto mes juntos y se casaron tras un mes de tu alumbramiento…

Sí, tú formaste un bello hogar lleno de amor, una bella familia… ¿y yo? Yo sólo me quedé como un espectador de tu felicidad, no pude quedarme como una razón de esa felicidad…tú decías que sí…pero yo entiendo, y es obvio, que tu verdadera felicidad es él, él y sólo él, y por lo mucho que te amo, te juro que no quiero ser yo quien ponga en peligro tu felicidad…es por eso que me marcho… ¿por cuánto tiempo…? Aún no lo sé realmente, pero será lo suficiente para que todo se enfríe con tu esposo.

Yo no quiero que derrames más lágrimas por mi culpa; anoche me devastó verte de la forma en que lo hice, no soporto ver una sola lágrima de tristeza por mi culpa, así que no vuelvas a hacer eso que hiciste, no vale la pena nada por lo que un ángel tan bello y perfecto como tú, derrame una sola gota de tristeza, así que no vuelvas a llorar por mí, yo no pienso incumplir mi promesa, no pienso dejarte solo nunca, te aseguro que seguiré en constante contacto contigo, y no pienso quedarme lejos, volveré después de un tiempo, pero no te abandonaré.

Bueno, así que creo que es momento de terminar esta carta, antes de que tu marido llegue a casa y piense lo que no es, viéndome salir de tu habitación, sólo quiero que no olvides mis palabras, te amo, y aunque no planeo nada, yo cumpliré mi promesa y voy a quedarme siempre a tu lado, no pienso dejarte solo, así que nunca me olvides por favor, que yo sería incapaz de hacerte eso, tampoco permitas que tus hijos me olviden y muéstrame fotos suyas con frecuencia, quiero ver cómo crecen, lo bellos que sé que seguirán estando. Por otro lado, tú y tu amado, ámense tanto o más que ahora, quiero verte igual de feliz cuando vuelva.

Adiós amor mío, espero volver…y poder dejar de amarte de esta forma…

PD: Aquella canción mía por la que tanto me insistías, sí era para ti, esa y tantas otras que he escrito… 

Atte.

Aquel que no debería amarte 

Y con una solitaria lágrima rodando por su mejilla, se puso de pie muy pesadamente, luego, tras secar esa pequeña gota salada, suspiró doblando con cuidado la carta que acababa de escribir…dudó por un momento en hacerlo, pero si ya la había escrito, si ya había vaciado sus más profundos y secretos sentimientos en ella, el dueño de estos tenía que saberlos…así que tomó valor de donde pudo y se acercó por completo a la cama donde el dueño de su corazón descansaba tranquilamente.

─Si tan sólo pudiera ser yo quien vela tus sueños cada noche, quien contemple tu bello y sereno rostro dormido cada mañana al despertar…si tan sólo pudiera ser yo el dueño de tu amor, de tu corazón…de todo tu ser…

Susurró para sí mismo derramando otro par de lágrima, y justo después de secarlas con el puño de su chaqueta, se inclinó un poco sobre ese hermoso chico dormido, y sin despertarlo, robó un muy pequeño beso de sus labios…saboreando aunque fuera por un instante, el dulce néctar que tantas veces soñó con probar…aunque él no se diera cuenta, aunque el único beso que podría obtener de su amor, fuera robado, por lo menos sería una despedida de su amado, porque ahora, justo como dijo en la carta, se iría lejos por un buen tiempo, se alejaría para tratar de olvidar ese amor prohibido que, aunque era lo más grande que hubiera sentido jamás, no era correcto, y como fuera, estaba consciente de que nunca sería correspondido, su bello niño ya tenía un dueño, y por más que le doliera debía aceptarlo…aceptarlo y ser feliz por él…eso era lo que más le importaba después de todo, la felicidad de su dulce ángel…

─Ya te lo he dicho tantas veces…si tú eres feliz…yo también…aunque no sea a mi lado, sé feliz…─suspiró nuevamente y acarició su mejilla con mucha delicadeza─ eres como el más bello muñeco de porcelana, tan hermoso, tan frágil…

Y esbozando una muy ligera sonrisa al notar la sonrisa radiante que el otro le dedicaba en medio de sus felices sueños, se puso de pie, besando esta vez su frente, caminó lentamente hacia la puerta, y estando en el umbral de la habitación, tomó la perilla de la puerta, mirando a su amado por última vez…

─Hasta pronto amor mío, mi bello ángel…mi dulce Hyde, en verdad espero que seas muy feliz con Kyo…

Cerró silenciosamente la puerta, y caminó sigiloso por los pasillos de aquella casa que él sabía, no volvería a ver por un buen tiempo. Llegó hasta la salida y terminó de salir, subió después a su automóvil, donde ya había tenido la precaución de guardar su equipaje, y lo encendió tomando rumbo al aeropuerto…

Tras haber transcurrido algunos minutos después de que se fuera el más alto, el pelinegro despertó suavemente de su profundo sueño, en medio de un ligero bostezo, y al abrir los ojos completamente, llamó al rubio que, según recordaba, lo había estado acompañando durante las últimas horas, pero no recibió respuesta alguna, lo cual lo hizo preocuparse, siendo que además, miró alrededor, y no encontró su chaqueta en la cama, ni percibió más ese perfume que tanto caracterizaba a su más querido amigo…sin embargo, miró de reojo la hoja de papel doblada que reposaba en el buró a su lado, así que volteó su cabeza por completo y tomó la hoja en sus manos, dándose cuenta de que tenía su nombre escrito…con una hermosa caligrafía, muy conocida por él…

–Es de él…–con el semblante lleno de alivio, desdobló la carta y comenzó a leer…

Al principio, su expresión mostró gran sorpresa, mezclada con un dejo de incredulidad, se quedó un momento en shock, aquellas palabras eran las que menos podía esperar de él, no de su mejor amigo, casi su hermano…sin embargo, al seguir leyendo, el asombro en sus ojos, fue sustituido por lágrimas de la tristeza y la culpa más sinceras que jamás haya podido sentir…realmente no tenía idea de que aquel chico a quien adoraba con el más puro amor fraternal lo veía con esos ojos…entonces su esposo tenía razón, y su mejor amigo lo amaba…“lo amaba”…esas palabras hicieron un doloroso y profundo eco en su corazón…ahora muchas cosas tomaban sentido: la manera tan delicada y atenta en que lo trataba, como nunca había visto que tratara a nadie más, lo pendiente que vivía de todo lo que tuviera que ver con él, lo mucho que lo celaba, alegando que sólo lo cuidaba en nombre de Kyo, los muchos detalles que tenía con él, lo cariñoso que se portaba cada vez que lo veía…sólo a él…

–Entonces era verdad…tú me amas de otra forma…–miraba la carta aún algo incrédulo, sin dejar de llorar sobre ésta, provocando que algunos trazos de la tinta se distorsionaran al mojarse– y resulta que me lo dices así…a través de simple una carta…para después marcharte lejos y dejarme solo…por qué…por qué tenías que enamorarte de mí…tú…

Se quedó horas, llorando abrazado a la carta que su querido amigo le había dejado, ahí mismo en la cama, sin siquiera encender la luz una vez que el sol se metió…no obstante, al escuchar un auto llegando, estacionándose en el garaje, se apresuró a esconder muy bien la carta, lo que menos quería era que su esposo la llegara a encontrar…y apenas tuvo el tiempo necesario para esconderla y volver a meterse en la cama, cuando la puerta de la habitación se abrió, y cierto rubio, casi de su estatura, vestido prácticamente de negro y con los brazos completamente llenos de tatuajes, entró dirigiéndose a la cama al lado de su esposo…

–Hola mi amor, ya estoy en casa –canturreó alegremente, feliz de volver a casa y encontrar ahí al amor de su vida esperándolo…pero justo antes de poder darle un delicado y dulce beso en los labios, notó las incesantes lágrimas brotando de los ojos de su amado, y lo miró fijamente algo preocupado– ¿bebé? ¿Qué te pasa mi ángel? ¿Estás bien?

─No…─el pelinegro, que anteriormente abrazaba sus rodillas, se soltó a sí mismo y se abalanzó a abrazar a su esposo con mucha fuerza.

─Pero qué te pasó amor mío ¿por qué estás así?

─Es que…él…mi hermano…

─ ¡¿TE HIZO ALGO ESE TIPO?!

─¡NO! ÉL no me hizo nada…

─Entonces qué pasó, por qué lloras, acaso ¿pelearon?

─Tampoco…es que él…se fue mi amor…

─¿Que se  fue? ¿A qué te  refieres? ¿Que se fue de la ciudad?

─Sí…se fue de viaje por quién sabe cuánto tiempo, y la única forma en que me lo dijo fue con una nota, nada de explicaciones…ni nada…─lloraba completamente lleno de melancolía aferrado a la camisa del rubio─ se fue mi amor se fue…y yo no quiero que me deje…yo lo quiero y lo necesito mucho…

─Hablas como si tu esposo fuera él y no yo…

─¡Kyo! Cómo puedes hacerme escenas de celos ahora que estoy tan triste porque mi mejor amigo se ha marchado, él es mi hermano y confidente… ¡cómo puedes ser tan insensible!

─Pues lo siento, pero no puedo fingir que el hecho de que se vaya me remueva algo, tú sabes que lo pase a él, a mí me tiene completamente sin cuidado.

─Realmente no puedo creer que ni porque me ves así de destrozado, tratas de darme una palabra de aliento…─completamente entristecido y decepcionado, se puso de pie de aquella cama, dejando al rubio más que sorprendido, viéndolo irse a encerrar en el baño, llorando desconsolado.

─Hyde…─se levantó también tras unos segundos de no saber cómo reaccionar, y se dirigió a la puerta, tratando inútilmente de abrirla─ Hyde ábreme.

─No, no quiero, eres un insensible cruel a quien lo único que le importa es el hecho de que la persona que considera su rival, se haya ido…y no lo que su esposo sienta al perder así a su mejor amigo…

─Oye…yo sé que no debí reaccionar así…fue tremendamente inmaduro e insensible de mi parte, por eso…por eso te pido que me perdones…tú de verdad me preocupas, y no quiero verte mal, olvidaré lo que pienso de…ya sabes quién…y me concentraré en hacer sentir mejor a la persona que más amo en la vida.

─…─transcurrieron apenas unos segundos, en los que pensó lo que haría, para que se decidiera a levantarse del suelo para abrir lentamente la puerta, permitiendo que su rostro completamente húmedo con sus lágrimas, se encontrara con el suplicante de su esposo, y sólo bastó una cálida mirada de esos ojos cafés para olvidar todo y lanzarse a sus brazos estrechándolo fuertemente─ él volverá verdad.

─C-claro amor…él…te prometió no dejarte, y tendrá que cumplirte…

─Gracias amor…

Cerró tranquilamente los ojos, recargándose en su hombro para ocultar su aún lloroso rostro, y empezó a quedarse dormido poco a poco, siendo arrullado por la dulce voz de su amado, quien después lo recostó con suavidad en la cama, arropándolo con una manta, y se quedó velando su sueño…hasta que recibió un mensaje en el móvil, el cual leyó de inmediato, sonriendo maliciosamente satisfecho al hacerlo:

Ya estoy en el avión a punto de despegar rumbo a otro país, por favor no permitas que Hyde se deprima, yo ya cumplí…”

─Tomaste la mejor decisión…Gackt…

Notas finales:

¿Y? Qué les pareció, momento de inspiración fugaz que no podía desaprovechar, ojalá les haya gustado y dejen comentarios, abrazos a todo@s, saben que l@s amo, esperen noticias de mí muy pronto, sayo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).