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¿Gimnasio? por Bithae

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Notas del capitulo:

Esto va dedicado a Luz *______* si no fuera por la plática que mantuve con ella acerca de la idea de un Taemin musculoso -¡puaj!- esto no se me habría ocurrido, además fue bueno, porque saqué todo el desacuerdo que me provoca esa idea :c

Taemin no seas tonto mi amor y quédate así; Flaco y deseable xD

Espero les guste. Es corto, sucio y feo :'c lol

A leer~

- ¿Disculpa?

 

Taemin frunció fuertemente el ceño mientras apoyaba las manos en las caderas. Había empezado a discutir con Minho acerca de su decisión de empezar a ir al gimnasio.

 

- Ya me escuchaste – le dijo el alto con las manos cruzadas frente al pecho y la mirada clavada en la suya, estaba completamente molesto -. No pienso dejar que vayas y es mi última palabra.

 

El menor resopló con fuerza, conteniendo las ganas de sacarle los ojos con un tenedor por imbécil y machista.

 

- ¡Minho! – Ladró – Eres mi novio, no mi dueño. Por lo tanto, haré lo que se me pegue la regalada gana con mi cuerpo.

 

- Tu cuerpo es mío – le contestó él, acercándose de forma amenazante, rodeándole la cintura firmemente con el brazo mientras le agarraba la nuca posesivamente -, y me gusta así como está. No pienso permitir que lo eches a perder.

 

Taemin intentó liberarse de su agarre, pero fue inútil. Minho era mucho más fuerte que él y eso lo enfureció.

 

- Suéltame – refunfuñó -. He tomado mi decisión y solo te estaba informando acerca de eso. Así que deja de joder y púdrete.

 

- ¡Lee Taemin! - Una tercera voz llamó su atención – Ten cuidado con esa boca tuya. Y tú, Choi Minho – dijo la umma de SHINee, posando la mirada en el alto - ¿podrías quitar tus pervertidas manos de mi hijo?

 

- No te metas en esto KiBum, no estoy de humor para tus juegos de madre ofendida – escupió Choi, volviendo su atención en Taemin.

 

Key contuvo el aliento ante la respuesta que obtuvo. Estaba a punto de gritarle a Minho por atreverse a faltarle el respeto, pero una mano en su trasero se lo impidió.

 

- Deja de entrometerte en su relación, Key.

 

Su cuerpo reaccionó estremeciéndose al escuchar esa melodiosa voz muy cerca de su oído.

 

- Jonghyun – murmuró, sintiendo el calor inundarle las mejillas -. Pero odio que Minho le prohíba y ordene cosas a Taemin.

 

El vocalista del grupo se puso frente a él, alzando una ceja y sonriendo divertido mientras deslizaba la mano por su espalda.

 

- No entiendo – le dijo el mayor -. ¿Por qué odiarías lo que te gusta?

 

- ¿Co… como? – preguntó atontado, desviando la mirada.

 

Jonghyun le agarró la quijada, obligándolo a mirarlo de nuevo.

 

- No me parece que odies el que yo te ordene ponerte en posiciones que considerarías imposibles si no estuviéramos en la cama.

 

- ¡Jonghyun! – se quejó, golpeándole el pecho.

 

La voz de Taemin los interrumpió antes de que el mayor de los Kim pudiera continuar con la misión de sonrojar a su amada diva.

 

- ¡Fue idea de Jonghyun hyung!

 

- ¿Qué? – el alto dirigió una mirada asesina en dirección al mencionado.

 

- ¿Qué? – Contestó el otro, consternado al verse involucrado en la pelea – Oh no - Se alejó lentamente del cuerpo que tanto lo volvía loco para tratar de defenderse –, a mi no me metan en su estúpida discusión.

 

- Pero fuiste tú el que me dio la idea – repitió Taemin -. Tú me dijiste que hiciera ejercicio.

 

Jonghyun comenzó a sentir escalofríos por todo el cuerpo cuando KiBum entrecerró los ojos y cruzó los brazos frente al pecho. Mierda, esa posición significaba que estaba en graves problemas.

 

Al ver que Key se encargaría por ahora de Jonghyun, el alto agarró a Taemin por las piernas y se lo echó al hombro.

 

- ¿Qué demonios? – se quejó el menor, moviéndose inmediatamente para zafarse de su agarre.

 

Minho le dio una fuerte nalgada.

 

- ¡Quédate quieto! No estoy nada contento contigo, Lee Taemin – avanzó por la sala, pasando por los mayores y dedicándole una mirada desdeñosa a Jonghyun – después hablaré contigo sobre darle consejos estúpidos a mi novio, hyung – caminó por el pasillo y cerró de un portazo su habitación.

 

Taemin fue consciente en el momento en que Minho puso el pestillo, avanzó unos cuantos pasos largos y lo tiró a la cama. Alzó la mirada con intención de escupirle unas cuantas cosas, pero cerró la boca al mirarlo con el ceño más que fruncido y la mandíbula apretada. Oh buen Jesús, Choi estaba enojado y eso solo significaba una maldita cosa.

 

El alto se acercó a él y lo agarró sin delicadeza alguna de las muñecas. Su agarré fuerte le hizo arrugar la cara ante el dolor.

 

- Parece que necesitas que te castigue.

 

Cristo, aquellas palabras en vez de hacerlo enojar, lo excitaron de sobremanera.

 

Incapaz de contestar, se vio arrastrado por Minho, sintiendo como su boca era capturada de manera posesiva, sin piedad. El alto lo mordía e introducía la lengua con desesperación.

 

Taemin jadeó cuando Minho lo pegó a su cuerpo y lo obligó a poner las manos detrás de su espalda. No se percató de lo que él estaba haciendo hasta que escuchó un “click”.

 

- No – trató de separarse, pero su boca fue capturada nuevamente mientras sus nalgas eran masajeadas con descaro.

 

- Oh claro que sí – le dijo él sobre su boca, delineando con la lengua el contorno de sus labios -. A esto me refería cuando dije que necesitaba castigarte, Lee. Te has portado mal y yo no pienso pasar eso por alto.

 

- Minho – su voz salió ronca, delatándolo y quitándole las ganas de hacer el penoso intento de contradecirlo.  Mierda, Minho le había puesto unas esposas y el solo pensar en las cosas que su novio le haría en ese estado vulnerable, le calentaba el cuerpo entero.

 

Soltó un siseo cuando el alto tomó un puñado de cabello y jaló de él para dejar su cuello expuesto. Sentir los abultados labios junto a su piel, lo endurecieron de forma dolorosa. Oh Dios, necesitaba quitarse los pantalones, lo necesitaba ahora.

 

Minho deslizó la boca de su cuello hasta su oreja.

 

- Voy a follarte duro, pequeño desobediente – le lamió el lóbulo -, tan duro que necesitarás ayuda para pararte cuando todo esto termine.

 

Con un fuerte mordisco se alejó de él para después comenzar a desabrocharle el pantalón y pasárselo por las piernas, seguido de sus bóxers.

 

- Vaya – dijo él, alzando las cejas al ver su erección -, parece que la idea te gusta, ¿verdad?

 

- Estúpido – murmuró con la cara enrojecida.

 

Minho se rió.

 

- Eres adorable, Taemin, pero eso no será suficiente – su expresión divertida cambió a una más ruda -. Ahora, date la vuelta – ordenó fuerte, decidido.

 

A pesar de que quería escupirle en la cara, Taemin obedeció, soltando una exclamación cuando Minho lo empujó; haciéndolo caer de rodillas, con el torso pegado al colchón y el culo expuesto. Gimió, sintiendo la húmeda lengua del mayor internarse entre sus glúteos. Santa mierda, tuvo que morder las sábanas y apretar los puños para contener un grito cuando un dedo invadió su interior.

 

La cabeza comenzó a darle vueltas cuando sintió un segundo, entrando sin piedad, sometiéndolo.

 

- Grita – le dijo el alto -. No te contengas, Taemin, grita.

 

Taemin sintió la mano del alto meterse en su camisa, haciéndolo soltar un grito cuando sus uñas le arañaron la espalda.

 

- Eso es Taemin – murmuró, clavándole los dedos en su interior. Estaba tan cerca de llegar al orgasmo que casi chilló cuando Minho se detuvo y se alejó de él por un instante. El brazo musculoso de su novio se enrolló en su cintura, alzándolo con absoluta facilidad para ponerlo en la cama.

 

- Minho – habló débilmente mientras yacía de rodillas sobre el colchón.

 

Sin embargo, el sonido de la cremallera siendo bajada, cortó todo pensamiento y lo dejó a la expectativa de lo que pasaría… o sentiría. Los escalofríos se adueñaron de su cuerpo cuando las enormes palmas de Minho le acariciaron los muslos y lo obligaron a abrir las piernas. Oh Dios, se quedó sin aliento al sentir la mano del alto acariciarle los testículos, hundiéndolo en un exquisito placer. Tuvo que enterrar la cara en la almohada al ser consciente de la punta del pene de Minho presionando su entrada.

 

- No me lleves la contraria nunca, Taemin – le dijo mientras se enterraba profundamente en él.

 

Taemin tenía la cabeza echa papilla. Joder, el solo pensar en que Minho estaba completamente vestido y el medio desnudo mientras lo penetraba lo mandaba directamente a la mierda.

 

El alto le agarró fuertemente las caderas, acelerando el ritmo, machacándolo una y otra vez. Sus gemidos eran cada vez más altos y estaba llegando al clímax. Sin embargo, Minho lo hizo de nuevo; se salió de él, dejando de darle placer, frustrándolo y haciéndole querer golpearle las pelotas por imbécil. Pero antes de pudiera decir nada, se vio jalado y en un segundo estaba despaldas al colchón. El rapero se puso sobre él y le capturó los labios.

 

- Eres mío, Taemin y me gustas tal y como estás – pegó su frente a la suya -. Deja esa idea estúpida de ir al gimnasio o te follaré cuantas veces sean necesarias hasta que cambies de parecer.

 

Minho jadeó junto con él ante el esfuerzo que hizo cuando volvió a penetrarlo. Buen Jesús, él lo llenaba de una manera magnifica, pero no le era suficiente, quería sentir más, mucho más.

 

Mordiéndose el labio; se apoyó en sus manos, clavándolas al colchón para alzar las caderas y moverlas en círculos mientras enroscaba las piernas en la cintura de Minho.

 

- Joder, Taemin – se quejó el alto, sintiendo las paredes carnales del menor contrayéndose de forma deliciosa alrededor de él.

 

- Te amo Minho.

 

- Yo también te amo, Taemin – empujó, fuerte –, te amo tanto – empujó de nuevo – así que deja de tratar de comportarte de manera rebelde que conmigo no funcionará – otro empuje, pero esta vez fue tan profundo y delicioso que lo hizo correrse con fuerza.

 

Minho lo besó mientras se estremecía ante su propia liberación. Cayó completamente agotado y rodó fuera de él.

 

- Me siento humillado – dijo después de un rato el menor -. Quítame esto – exigió, poniéndose de espaldas -, me lastiman.

 

El alto le quitó las esposas y lo atrajo hacia su pecho.

 

- Taemin, la próxima vez que me digas que irás al gimnasio, te juro por Dios que te ataré a la cama de brazos y piernas.

 

- Minho – lo llamó, acurrucándose más y enterrando la cara en su cuello.

 

- ¿mmm?

 

- Sí sigues amenazándome con esas cosas, ten por seguro que volveré a defender mi idea de ir al gimnasio.

 

El de ojos grandes soltó una carcajada y se alejó de él para quitarle la camisa. Se inclinó, chupando y lamiéndole el pezón.

 

Taemin se estremeció.

 

- Entonces – continuó - tendré que amenazarte con no volver a hacerte el amor durante un buen tiempo.

 

- Idiota – le contestó entrecerrando los ojos.

 

- Pequeño demonio.

 

Minho se quitó la ropa, y volvió a hacerlo suyo dos veces más en ese día. A él no le gustaba para nada la idea de que Taemin hiciera ejercicio para volverse musculoso, y estaba seguro que mientras estuviera con él, no dejaría que eso sucediera. JAMÁS.

 

 

Notas finales:

;A; Minho animal :c jaja -huye-


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