Una mañana, durante el entrenamiento de el maestro albiore de cefeo, el susodicho miraba a sus jovenes alumnos, todos tenían muy buenas habilidades, todos se veían que habían avanzado durante su estancia en la isla, todos menos uno, que entre varios de los alumnos de el argentino le estaban dando una tremenda paliza, a lo que el maestro sólo atinó a preguntar a su alumna june (NOTA DE LA AUTORA: waaaa la odio... ups , perdón por interrumpir).
-June, ¿quien es ese chico?
-¿De quien habla maestro?
- De el joven de cabellos verdes- albiore apuntaba con el dedo al joven peliverde.
- Aaaaaaaa se trata de Shun
-Shun- Repitió el maestro para tratar de recordar ese nombre.
- :n.n: Se me hace gracioso que sea usted el maestro y no sepa como se llaman sus alumnos, a pesar de yá llevar 6 años entrenandolos.
June tenía razón, Albiore nunca se preocupó por averiguar algo sobre sus alumnos, él solo se preocupaba por hacer su deber de caballero, que por lo pronto era entrenar al futuro santo de andromeda. Pero ese chico, era algo especial, tenía algo que llamaba la atencion de albiore.
-Diles que digo yo que dejen descansar a Shun.- Albiore tenía intenciones de lograr algo con su alummno, aunque eso significarse desatender su posición de caballero.
-Sí- Fué lo que respondió June y corrió hacia Shun para auxiliarlo.
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Shun se encontraba descansando en su cama, a su lado estaba June curandole las heridas que tenía.
-Trata de mejorar, Shun, si no ,no vas a lograr regresar con tu hermano.
-Sí, lo sé, pero no me gusta pelear, no quiero dañar a nadie.- En el rostro de shun, se veía sufrimiento, a Shun le hubiera gustado poder vivir una vida normal, tener las preocupaciones de un joven de su edad, pero no, el tenía un destino que cumplir.
-Tienes que, Shun. Recuerda que es necesario para poder regresar con tu hermano.- June siempre trataba de ser comprensiva con Shun.
June salió de la pequeña cabaña en la que se alojaba Shun, en eso Albiore vió oportunidad para tratar de entablar una conversación con Shun.
-¿Estas bien? "por dios, ¿eso es lo mejor que se te ocurrió decir?"- se reprendía a sí mismo.
Shun al ver a su maestro preocupado no pudo hacer nada más que levantarse y hacer una reverencia.
-Sí, estoy bien, maestro, yá he recibido golpes peores :n.n:
Albiore, lo que pudo hacer fué acercarse a Shun y sentarse junto a él en la cama.
-Entonces ¿aceptarias salir a caminar conmigo?
Shun solo asintió con la cabeza.
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Al estar caminando bajo la luz de la luna (no era luna llena, por que eso ya está muy choteado) Albiore no sabía de que platicar con Shun así que trató de ver como acercarse a su joven pupilo.
-Emmmm... ¿traes chicles?
-:O_O: no, recuerde sensei que aqui no hay dulces :T0T: los extraño
Albiore sólo sonrió ante esa reacción de su joven padawan ( aa no ... no estamos en star wars verdad?), que diga alumno.
-Sabes... creo que tengo guardado un chocolate <<saca el chocolate de su bolsillo(que conveniente)>>
-:n.n: ¡Gracias!, Shun tenía una linda cara de felicidad.
- Shun, quiero hablar directo contigo
-¿si?
Al ver a Shun comiendo el chocolate, le dió nerviosismo...¿como un niño podía ponerlo así?
-Emmm... pues, >0< creo que me atraes... pero de una manera... como decirlo...
-¡Que bonito pajarito!
Shun estaba entretenido con un ave que vió arriba de un arbol en su nido
-:-.-': Shun ¿escuchaste lo que te dije?
- :n.n: AAA si ¿me decía?
-:-.-': Olvidalo... ponte a entrenar
-:n.n: ¡SI SENSEI!