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Prisión de Hielo por Marieene

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Notas del fanfic:

Hola a todos.


Les traigo mi primer fic de esta pareja que amo tanto >.< 


Porsu, los personajes no me perteneces. 


Espero que disfruten de la lectura. ;)


                                                      Marieene

Notas del capitulo:

Espero que sea de su agrado =)

y que no me halla quedado tan Ooc >.<

 

Prisión de Hielo

Prisi&oacute;n de hielo 

 

Ese, sin duda alguna, era el peor día de su vida. Por un momento había saboreado la victoria, había visto los cuerpos derrotados del grupo defensor de los débiles humanos, y a estos últimos arrodillados ante su arrolladora grandeza. Pero cuando menos se los esperaba, ese futuro que había proyectado se había disuelto en el aire. Se lo habían arrebatado de las manos como si nada.

Su orgullo había sido destrozado en mil pedazos. En carne propia experimentó una profunda humillación nunca antes vivida, que por momentos lo hacia enloquecer de rabia ¿Cómo había sido posible su derrota ante esos miserables humanos? Su hermano, lo había traicionado tantas veces que no le sorprendía el verlo ayudando a esos insectos que deberían de haber terminado inclinados ante su poder, pero era él el que había terminado arrodillado frente a ese grupo de “vengadores”.

El sentimiento de deshonra que se apodero de él en ese momento había sido insoportable e inaceptable. Y luego de haber sido golpeado, vencido y acorralado, se encontraba esposado e incapacitado para hablar, lo cual eso era de menos, lo único que podía pronunciar en ese momento eran insultos y palabras de pura venganza.  Se encontraba rodeado por incontables pares de ojos que lo miraban con odio y rencor, lo que no sabían ellos era que el que estaba memorizando sus rostros y llenándose de resentimiento era él. Aunque sospechaba con burla que para cuando recobrara la libertad, todos estarían muertos y enterrados dos metros bajo tierra.

Sonrió ante aquel vago pensamiento.

La vida misma le daría la satisfacción de ver sometidos a “esos” que lo habían negado y derrotado. Su socarrona sonrisa quedó oculta tras el metal que le impedía pronunciar palabra alguna.

Había llegado con una sonrisa y se iría de la misma forma, con la cabeza en alto.  

- Regresemos a casa, hermano. - Thor lo sacó de sus cavilaciones cuando se acercó a él y le susurró por lo bajo de forma calmada y algo angustiada por alguna razón. Lo miró por unos segundos, se veía asustado, lo conocía demasiado bien como para evitar ser engañado por apariencias y falsas sonrisas, o una excesiva seriedad hacia él.

Pero Thor, ¿Tantas son tus ganas de regresarme a “tu” hogar? Recuerda hermano, yo no tengo ningún hogar al cual regresar. ¿Acaso aun sabiendo que he hecho cosas que no deberían tener perdón, tú sigues a mi lado? ¿Eres idiota? No, aunque lo aparentas tus verdaderas intenciones no son las de “salvarme”, tú lo único que quieres es glorificarte, humillándome una vez más, regresando y presentándome ante Odin como un trofeo de caza. Eso es lo que quieres, yo no te intereso. Y no te culpo por ello, después de todo yo te he dado la espalda primero.

En pocos segundos se encontró junto a Thor, en el lugar donde había crecido; Asgard.

Intentó simular calma, pero aunque no quería admitirlo la posible ira de su padre lo atemorizaba un poco. Era sabido que padre de todo no estaría muy contento con su divertida hazaña en el mundo de los humanos. Pero que le importaba lo que dijese aquel de nombre Odin, después de todo “no era su padre” como desde pequeño le hicieron creer. A decir verdad le importaba muy poco lo que el viejo pensara o dijera sobre él. Con eso en mente, sonrió sínicamente esfumándose por completo el poco temor que pudo haber llegado a tener.

Le resultó odioso tener que soportar los gritos de su “padre” y las lagrimas de su “madre”. Tantas palabras cruzadas resbalando por las paredes, “que te extrañamos”, “que te lloramos”, “¡que como has podido hacer eso!”. Reprimendas, llantos, gritos y lágrimas entre otras cosas. Su sonrisa y su falta de palabra agravaron la ira de padre de todo, puesto que su orgullo le impedía arrepentirse de lo que había hecho.  Luego de soportar una extensa charla con el padre de todo, fue enviado inmediatamente a una celda de seguridad. Ese seria su nuevo hogar. Poco acogedor, con nula comodidad y monótonamente aburrido. Era un cuadrado perfecto, con paredes lisas de un gris claro, una sola puerta y ninguna ventana. De un lado un precario lecho que le resulto menos cómodo que el piso y del lado opuesto una letrina.

Al mirar a su alrededor le quito importancia a las cosas, después de todo pasaría su primer castigo atado y amordazado por quien sabe cuanto tiempo.

No habían pasado ni cuatro horas que ya se encontraba aburrido de ver aquellas paredes. Obviamente no tenía la libertad ni en sus manos ni en su boca para conjurar magia, que ni siquiera seria usada para escapar, sino con usos de recreación. Sentía que su cerebro se desmoronaba con cada segundo que pasaba, y para colmo no tenia ni un puto libro. Pero había algo mas inquietante en todo aquello que estaba sintiendo. Y no era nada menos que su hermano.

El rubio príncipe asgardiano no dejaba de molestarlo con su presencia, que podía sentir muy claramente aunque no lo viera. Su hermano desistía de irse, quedando durante horas tras la puerta metálica que lo mantenía encerrado, de tanto en tanto soltando palabras de lamento.

Los días pasaban y las visitas de Thor se hacían rutina. Todo el día se quedaba allí, tras la puerta. No comprendía que era lo que quería, porque insistía en ir cada mañana y hacerle compañía cada tarde. Lo había escuchado decir que deseaba verlo, pero esperaría a que él le diera permiso.

Acaso… ¿Thor estaba esperando que él hiciera algo para indicarle que entrara y así verlo? ¿Thor deseaba verlo? Tal vez había escuchado mal, y si era el caso, él no deseaba ver al rubio. Pero a cada día que pasaba, una oleada de sensaciones atravesaba la puerta y lo invadía. ¿Thor, porque no me dejas solo? ¿Quieres verme completamente destruido?

Una de esas mañanas, cuando se despertó de un corto sueño y sintió que su hermano se sentaba junto a la puerta, hubiese jurado por Odin, que su hermano, dios del trueno, estaba sollozando. No quería creerlo, pero claramente escuchaba como aquel hombre de rudos modales derramaba lágrimas en silencio.

En ese momento su corazón le dolió, un dolor que nunca antes había experimentado, ni siquiera cuando descubrió la verdad sobre él y sobre sus raíces. Y por primera vez quiso hablarle. Quería preguntarle porque estaba llorando, quería consolarlo como el rubio solía hacer de pequeño con él, pero por más que sus deseos fueran pronunciar palabras, el dispositivo que le habían colocado en la boca se lo impedía.    

Intentó con todas sus fuerzas. Quería gritar su nombre ¡Thor! Y una imponente fuerza lo incitaba a ir hacia él y abrazarlo con fuerza. No quería escucharlo, no quería sentirlo…. Thor debía alejarse de él, o no seria capaz de controlarse. Su odio debía ser mas grande, su corazón debía ser más frio… pero al escucharlo pronunciar su nombre temblorosamente su razón lo abandonaba y sus pernas le temblaban…

Loki…     

Una vez más, suplicante y dolorosamente el rubio príncipe lo llamaba…

¿Qué debía hacer para callarlo? ¿Qué debía hacer para calmar su inquieto corazón?

Forzando su magia a límites incalculables, un halo de luz verde se formó frente a sus ojos adquiriendo con el paso de los minutos su forma corporal, como una figura de humo. El esfuerzo que hizo para realizar semejante hazaña le produjo una fuerte jaqueca, pero aun así, continuó manipulando al flotante ser que había creado, éste se movió hacia adelante y al llegar a la puerta la traspasó como si no estuviera. Viendo a través de los ojos verdes de su personificación, contempló a un Thor que se encontraba sentado en el suelo, abrazando sus piernas y hundiendo de esta forma su rostro entre estas.

Verlo era peor que simplemente escucharlo.

- ¿Thor? - Lo llamó con inseguridad, ese hombre no se parecía en nada a su hermano.

Al levantar la vista y mirar hacia el Loki etéreo, sus ojos algo irritados se agrandaron de la sorpresa, y en un veloz movimiento se puso en pie, observando con suma atención al Loki que se posicionaba frente a él.   

- ¿Loki?- Estaba más que claro que era Loki, pero no concebía como había sido posible que pudiera utilizar magia. - ¿Cómo has…? - Callo al ver directo a los ojos verdes brillantes de su hermano, estos mostraban preocupación y dolor. - Hermano, yo… - Esta vez fue interrumpido por Loki.

- ¿Qué se supone que haces aquí, Thor? Deja ya de molestarme. Vete, de seguro tienes cosas mas importantes que hacer. - Dijo con la vos mas seria que pudo utilizar en ese momento. Y las punzantes palabras que había pronunciado le causaron dolor.

Thor se quedó en silencio, con la cabeza baja, sintiendo cada una de las palabras atravesar su cuerpo.

- No iré a ningún lado hasta que no te saque de aquí, hermano… Nada puede ser más importante que tú… - Había empezado a hablar con renovadora fuerza, apretando los puños mientras miraba con confianza hacia esos ojos que tanto había extrañado, pero al decir la última frase, sus palabras salieron como en un doloroso susurro suplicante.

Loki no daba crédito a lo que sus oídos escuchaban, ¿Thor verdaderamente estaba sufriendo por él? ¿Su hermano estaba intentando sacarlo de la prisión a la que su padre lo había confinado por sus delitos?  ¿Tan patético eres, que su hermano mayor estaba tratando de salvarlo? Pero esta vez, lo veía claramente, su hermano era sincero.

- Calla, Thor… - Nuevamente la figura etérea del hechicero habló por él. - Ya márchate, no tienes nada que hacer aquí… - Quería que se fuera, no soportaba verlo así, escuchar su fuerte y varonil vos, siempre arrogante y poderosa, susurrar y suplicar. Prefería odiarlo y envidiarlo antes que…

- Lo siento, Loki….Lo siento tanto…- sus palabras escapaban de sus labios temblorosos. - Todo es mi culpa…pero te juro, hermano, que hare lo imposible para sacarte de aquí y regresarte a mi lado. - Lo que mas deseaba Thor era volver a ver la sonrisa picara de su hechicero hermano menor. Volver el tiempo atrás era imposible, solo le quedaban los recuerdos de pequeño, cuando eran muy unidos. Mañanas de juegos y travesuras, noches de desvelos o sueños compartidos en un mismo lecho, tardes nubladas de tristeza que eran sufridas por los dos bajo el cálido abraza de ambos. ¿Cuándo se habían alejado tanto? ¿Cuándo habían dejado de ser el uno para el otro? Era su culpa por no haber entendido los sentimientos de Loki, como hermano mayor debió haber hablado con su hermano, en vez de ser tan arrogante, hubiese sido más considerado. Sin haberse dado cuenta, había sembrado la semilla de los celos, la envidia, el desprecio y la soledad en el corazón de su querido hermano.

Loki lo miraba sin saber que decir. Su mente se debatía en echarlo y otra en abrazarlo.

- Hermano, ¿puedo verte? Quisiera decirte algo muy importante. - Suplico el mayor.

- Dime, te escucho. - respondió escondiendo su curiosidad tras un manto de frialdad e indiferencia.

- Me gustaría decírtelo a la cara, es algo muy importante. - Repitió dando a entender que quería estar frente al cuerpo verdadero y no una imagen falsa. Este ultimo, el Loki vaporoso asintió levemente con la cabeza y se desvaneció desapareciendo de la vista del dios del rayo.

Al abrir la puerta metálica, sus azules ojos buscaron inmediatamente el cuerpo de su hermano. Y lo que vieron lo asombró. Loki siempre había sido delgado, pero esas semanas (o meses, ya no recordaba cuanto tiempo había pasad) sin alimento habían hecho estragos en él, sus ojos verdes brillaban opacos y su piel pálida dejaba a la vista unas oscuras ojeras. Aun así, cansado como se veía, Loki se puso de pie, atado y amordazado y encaró a su hermano, sin desviar la mirada.

Trago duro, no quería que su pequeño hermano siquiera en ese lugar, quería llevarlo lejos y cuidarlo. Evitar que fuera lastimado y por sobre todas las cosas, amarlo sin restricciones. Dio un par de pasos hacia Loki, y una vez estuvieron frente a frente, levantó una mano y la apoyó débilmente sobre el hombro derecho del menor. Intentando transmitir apoyo, pero el resultado fue el erróneo.

- ¿Es esto lo que te esperabas ver, hermano? ¿O esperabas encontrarme cómodamente echado en un lecho lujoso, con sirvientes que me sirvieran la bebida y la comida, y con una enorme bañera cargada de agua tibia y esencias? - La vos de Loki provenía de algún lugar dentro del pequeño ambiente, y su figura etérea apareció junto a Thor hablando sin dar tiempo al otro de decir nada, - Pues como veras no es así, ya has visto lo patético que me veo, ahora lárgate. - Otra vez, esas palabras que lo hirieron tanto a él como a Thor.

- Tus palabras son hirientes, Loki. Lastiman. Me lastiman. No me iré, hermano, por mas que grites, estaré a tu lado. Si tú sufre, yo sufriré contigo. Y lo más importante, si me permitieras, te haría feliz. Eso es lo único que me importa, hacerte feliz. - Liberando esas palabras cargadas de sentimientos, Thor abrazó el cuerpo débil de Loki, y lo apretó contra su cuerpo. - Loki, déjame ayudarte. Comprende que no estas solo, yo siempre estaré contigo, hermano, eres lo mas importante en mi vida… - acarició los cabellos negros del menor y cerró los ojos con fuerza apretando con mas energía el delgado cuerpo del hechicero. - Loki, te amo.

Las palabras retumbaron en el cerrado lugar, y se escuchaba como eco en la cabeza de un Loki completamente pasmado. Por un momento se sintió más débil, hasta el punto de casi caer al suelo de no ser por el abrazo del mayor.

Thor buscó la verde mirada y volvió a susurrar. - Te amo.

En Loki no cavia más sorpresa, hasta que vio como su hermano le quitaba la mordaza metálica y depositaba sus carnosos y cálidos labios sobre los suyos. No entendí lo que sucedía, Thor lo estaba besado con suma ternura. No lo separo, peor tampoco correspondió al beso.

Al apartarse, Thor observó con suma vergüenza a su hermano. Al no haberse sentido rechazado, volvió a besarlo, esta vez peleando por introducir su lengua y explorar la cavidad del menor. En esta ocasión, su hermano correspondió sin saber porque lo hacia. Simplemente se dejo hacer.

Besado, abrazado y mimado.  

- Thor, quédate conmigo solo por hoy. - aquellas palabras escaparon traicioneras de sus labios en un susurro casi inaudible, palabras que transmitían un deseo muy profundo en su interior.

- Hoy y siempre. - Fue la simple respuesta de Thor, antes de volver a besarlo con pación.

Loki no sabia lo que estaba haciendo ¿Amaba a su hermano? Solo recordaba celos y envidia, pero eso solo eran sentimientos sin sentido, que tapaban algo aun mucho mayor, y eso era, el amor que sentía por su hermano mayor, el amor hacia Thor.

Pronto comprendió, que todo ese tiempo había estado reprimiendo ese simple y a la vez complejo sentimiento. Amor.      

Notas finales:

¿Les gusto? Espero que si =)

Tenia pensado hacerlo de un solo capitulo y con lemon

Pero como veran, se me hizo muy largo y no puse el lemon. 

Asi que si lo desean, puedo escribir un segundo capitulo o una secuela ;)

Sin nada mas que desir.......

Loki i love u sooo much....... xD.

Ok

Nos leemos. 

 


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