CAPITULO I
DONDE TODO COMENZO
Cuando el pasado nos lastima es mejor ignorarlo y mirar al futuro.
Desde el momento que llegamos a este mundo nuestra vida está escrita sin importar lo mucho que luchemos nunca podemos huir de los que nos tiene deparado el destino sea bueno o malo.
En la gran metrópolis de Tokio en uno de los barrios más adinerado dentro de una mansión encontrábamos a un rubio ojos verdes perdidos en sus propios pensamientos mientras observaba al chico que estaba a su derecha durmiendo un joven mucho menor a él para los ojos del mundo sería su hijo, pero se equivocarían ese chico es su esposo.
Minato Namikaze a sus 36 años había dominado el campo industrial en varios países, un hombre respetado y admirado por su gran trabajo, y a la vez envidiado por su suerte, una suerte vacía y sin sentido.
Como todo buen hombre ha sabido guardar las apariencias y ocultar sus propias debilidades al mundo.
Era difícil vivir la felicidad del presente sin olvidar el amargo pasado que varias veces lo abrumada levantándolo por las noches.
─ Naruto. –Susurro-
Su mente aun recordaba al hijo que su ex esposa no dejaba ver, suspirando profundamente preferiría olvidar el dolor y contemplar con una sonrisa la angelical imagen que le regalaba su nueva pareja.
─ Ita-chan. –Acariciaba el cabello del joven que estaba a su lado-
Una pequeña sonrisa aparecía en sus labios al recordar la gran locura que había cometido al enamorarse de un chico menor a él con veinte años y mucho más siendo el hijo de su mejor amigo.
Aun sin sueño sus ojos se cerraron llevándolo a recordar todo lo que había recorrido en su vida hasta el momento.
Adolescente y con muchos sueños en mente Minato vivía libremente la vida sin preocuparse en sus cortos 20 años había observado como su mejor amigo Fugaku había “atado” su vida junto a su novia Mikoto, una gran modelo que sin importar la fama prefirió dejar todo a un lado por el amor de su vida y su futuro hijo, aunque se burlaba de él no podía negar que lo envidiaba ahora él tenía una familia, la familia que deseaba formar junto a su amada novia Kushina, también era una gran modelo como la esposa de su amigo, pero con una gran ambición en su futuro.
Una sonrisa adornaba sus labios al tener en sus brazos a tan hermoso ángel, el hijo de Fugaku Uchiha había nacido y el como buen amigo estaba dándole su apoyo incondicional
─ ¿Cómo se llama? –Preguntó mirando directamente a Fugaku-
─ Itachi. –Sonrío orgulloso- Itachi Uchiha.
─ ¿Itachi? –Susurro observando a tan hermoso bebé- Sabes eres hermoso.
Ese día fue la primera vez que se encontró con alguien que en un futuro sería muy importante, los años pasaban y con él, el tiempo de ser feliz, diez años de noviazgo y al fin Kushina había aceptado ser su esposa, ahora ella no tenía la misma fama de antes y él no era el joven irresponsable, Minato todo un gran empresario había unido su vida junto a Kushina una ex modelo.
La vida parecía perfecta al año de matrimonio nació su hijo Naruto un hermoso niño rubio, lo que Minato no entendía ¿Por qué su esposa parecía enfadada luego del embarazo?
Kushina había llegado al punto de su carrera donde ya no era tomada en cuenta como modelo, envidiando la suerte de Mikoto que luego de dejar todo atrás al casarse la prensa peleaba por una foto en su matrimonio, cuando se embarazo el solo tener una foto de ella pedían millones y ni se diga cuando nació su hijo, esperando que todo eso pasara acepto casarse, y tener un hijo, pero sus planes se fueron al piso cuando nada de aquello ocurrió.
Minato estaba feliz con su familia, pero su esposa no opinaba lo mismo con apenas cuatro años de matrimonio Kushina demostró sus verdaderos sentimiento.
─ Quiero el divorcio.
Su mundo perfecto se derrumbaba, su felicidad se esfumaba, de un momento a otro había perdido todo aquello que amaba, deprimido y dolido se refugió en la casa de su gran amigo Fugaku y su familia, los Uchiha le brindaron el apoyo que tanto necesitaba.
Kushina pedía fama y lo había conseguido con el divorcio, abandonar a un multimillonario había llamado la atención de la prensa, cosa que odiaba Minato.
─ Minato-sama ¿Por qué se divorcia de su esposa?
La prensa empezó acosarlo todos los días y cada día que pasaba se molestaba con solo verlos pero un día estallo.
─ ¡¿Quieren saberlo?! ¡Llámenla a ella! ¡Esto es lo que quería! Al final de cuenta solo le interesaba la fama.
Seis largos meses había pasado desde el día del divorcio y su vida al fin estaba en paz lejos de la prensa, y no solo eso lo tenía feliz sino cierta amistad que había forjado con el hijo de su amigo, una amistad que para los ojos del mundo no era nada sana.
Itachi un joven que estaba a punto de cumplir sus 15 años, menor a él por 20 años lo tenía completamente enamorado sabía que ese sentimiento no era correcto, no era la forma correcta que responder ante las atenciones recibidas por los Uchiha, aunque le dolía había tomado la decisión de abandonar la mansión por el bien del joven.
Tres meses habían pasado nuevamente desde su partida de la mansión Uchiha, había superado el dolor del divorcio pero un nuevo sentimiento lo tenía deprimido nunca se imaginó volver entregar su corazón al amor y mucho menos a un chico como Itachi, cada vez que cerraba los ojos recordaba la sonrisa de él llenándolo de fuerzas para continuar pero lo que no imaginaba que desde el momento que abandono la mansión Uchiha la sonrisa de Itachi había desaparecido, refugiado el Londres y lejos de su hermoso moreno un día recibió la llamada de su viejo amigo.
─ ¿Minato? –Escucho la voz apagada de Fugaku-
─ ¿Fugaku? ¿Qué paso? –Una sola imagen se vino a su mente al escuchar la voz del moreno mayor-
─ Ya se todo lo que viviste con Itachi.
─ …. –Aquellas palabras no habían dejado sin habla sabía que su amistad se vería arruinada por su irresponsabilidad-
─ Minato regresa a Japón.
─ ¿Qué? –No podía creer lo que le estaba pidiendo- ¿Por qué quieres que regrese?
En ese momento pensó Minato “Lo más seguro quiere matarme con sus propias manos”
─ Itachi está muriendo.
Tres palabras bastaron para que tomara el primer avión rumbo a Tokio y llegara lo más pronto donde estaba su pequeño, al llegar al hospital se encontró con la mirada preocupada de los Uchiha.
─ Minato. –Susurro Mikoto-
─ Miko…
PAV…. Minato yacía en piso al recibir un golpe de parte Fugaku a penas se había acercado.
─ ¿Fugaku? –Quedo el shock por el golpe-
─ ¡Eres un maldito! –Lo tomo del cuello de su camisa- ¡¿Por qué Minato?! ¡Si tanto amabas a mi hijo! ¡¿Por qué lo abandonaste?!
─ Yo… -No sabía que decir su amigo le reclama por verse alejado de Itachi mas no por enamorarse de un menor- Lo hice por él.
─ Eres un idiota. –Lo suelta- Mi hijo te ama tanto que prefiere entregarse a los brazos de la muerte antes de perderte. –Una lágrima descendía de los ojos del moreno-
─ Perdóname. –Bajo la mirada apenado por todo lo ocurrido-
─ Yo no soy el que debe perdonarte, sino Itachi. –Sonríe con melancolía- Sígueme te llevaré con él.
─ Hai.
Estaba asombrado por la actitud de los Uchiha, Mikoto se limitó a sonreír a observarlo y Fugaku no le importaba la edad solo que su niño vuelva a vivir, llegaron a la habitación Fugaku la abrió dejando que Minato entre.
─ Ita…
Minato estaba shokeado en la puerta de la habitación, sentía como su vida se iba de las manos al observar como el hermoso ángel que robó su corazón yacía en una cama, su rostro estaba pálido casi sin vida y su vida era conectada a maquinas que hacían horribles sonidos, con mucha voluntad se acercó a la cama y acaricio el frío rostro de su amado.
─ Itachi. –Susurro tristemente- Mi niño. –Sus ojos se cristalizaban por el dolor de solo pensar que su nuevo amor se iría de su lado- Abre tus ojos mi ángel.-
─ ….Mi…na –Un pequeño susurro de los labios del menor, abriendo sus ojos lentamente encontrándose con el rubio de sus sueño- Vol….viste. –Sonríe levemente-
─ Si mi vida. –Me da un beso en la frente- Te juro que nunca más te volveré a dejar, porque te amo, Itachi Uchiha yo te amo.
─ Yo…tam…bien… -Unas lágrimas descendían de sus ojos ante la emoción de sentirse amado nuevamente-
Bastados dos semanas para que Itachi recupere nuevamente la sonrisa que había perdido en estos tres últimos meses, con un corazón lleno de felicidad y jubilo con la compañía del rubio, la nueva pareja estaba frente a los Uchiha quienes lo miraban con mucha frialdad.
─ Bueno yo…
─ Minato. –Lo interrumpió un serio Fugaku- Te conozco de años, tú viste a mi hijo cuando apenas nació. –Cierra los ojos un momento- Te das cuenta la diferencia de edad que tienen. –Lo mira directamente-
─ Lo sé mejor que nadie Fugaku, pero. –Mira a Itachi- Amo a Itachi. –Sonríe levemente y regresa la mirada a su amigo- Te prometo que nunca le fallare.
─ Eso sé que lo cumplirás, Minato hay algo que debes saber de Itachi.
─ ¿Saber?
─ Minato-kun. –Esta vez interviene Mikoto- Nuestro hijo es un doncel.
─ ¿Qué? –Abre sus ojos asombrado-
─ Lo que me preocupa es ¿Qué sentirás cuando mi hijo un hombre te dé un heredero?
Minato estaba asombrado sabía que junto a Itachi no podría tener hijos, pero la nueva noticia aunque le tomó por sorpresa no podía negar que lo alegraba.
─ ¿Qué sentiré? Estaré muy feliz que tener un hijo junto al hombre que amo. –Miro con una sonrisa a Itachi-
─ ¡Minato! –El menor lo abrazo con mucha alegría al aceptar tal como era-
Desde ese día su vida se empezó a escribir con una tinta llena de felicidad, pero dentro de su corazón no podía olvidar a su otro hijo su primogénito.
Abriendo los ojos que lo traían al presente, un presente casi perfecto se levantó lentamente dirigiéndose a la pequeña cuna que estaba en su habitación.
─ Mi pequeño. –Acaricio levemente las mejillas del pequeño pelinegro que se encontraba profundamente dormido en su cunita- Mi angelito, mi Sasuke.
Su familia había crecido con la llegada de su segundo hijo Sasuke, la viva imagen de su papito Itachi, piel blanca como la nieve, cabello negro como la noche y dos hermosos ojos color negro que reflejaban la inocencia de su pequeño hijo.
─ ¿Minato? –Una voz llego a su espaldas- ¿Paso algo?
─ Nada amor. –Itachi había despertado al sentir el vacío en su cama- Creí verlo escuchado. –Sonríe al observar a su hijo-
─ Puedes pasar observándole durante horas ¿No amor? –Se recarga en el hombro de su esposo-
─ Si, nunca pensé que tú me pudieras darme tan hermoso regalo. –Lo abraza besando sus labios-
─ Minato. –Se sonroja-
─ Volvamos a la cama, antes que despierte. –Sonríe divertido al recordar lo largos ratos que su hijo solía quitarles el dormir- Hasta mañana mi ángel. –Besa la frente de su esposo-
─ Hasta mañana.
Abrazados ambos esposos se entregaban a los brazos de Morfeo, mientras en otra parte de Tokio una mujer cabellos rojos observaba como su pequeño hijo de cinco años dormía tranquilamente sin imaginarse lo pasaba por la cabeza de su madre.
─ Mi niño. –Acariciaba el cabello de su niño- Mi Naruto, tu papito es malo nos abandonó a nuestra suerte y me reemplazo con un hombre. –Besa su frente, antes de salir de la habitación lo mira por última vez- Esa es la única verdad que vas a saber mi bebé, Minato fue un mal esposo, un mal padre y yo solo fui una víctima de él. –Una sonrisa sádica aparece en sus labios antes de cerrar la puerta- Te juro Minato que hare que mi hijo odie a ese bastardo tuyo hasta el punto que acabe con la vida de su propio hermanastro.
Un camino lleno de mentiras, odio, rencor y mucho resentimiento le esperaba a Naruto, un camino que solo lo llevaría a cometer una gran injusticia contra un ángel que solo podía brindarle la paz que tanto necesitara.