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"Rapsodia" por Yae

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Notas del fanfic:

 

Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a Kishimoto-sensei.

Se que la pareja de NaruIta es muuuy rara pero este fic lo hago a petición especial de una amiga. Espero puedan darle una oportunidad

Todo el fic esta inspirado en la canción de "Muse" "Undisclosed Desires" http://www.youtube.com/watch?v=R8OOWcsFj0U

Notas del capitulo:

Primer Capítulo talvez demasiado suave para empezar, talvez no.

!Enjoy!

 

 

Se tambaleo sin desearlo, borrosa su vista se tornó, cayó al piso y no tuvo más opción que arrastrarse a cuatro patas en su desesperado deseo por salir de esa repugnante situación.

 

El frio y cortante viento nocturno recorrió cada parte de su piel desnuda calándole hasta los huesos, se arrastro un poco mas entre los muertos arboles de aquel siniestro bosque que parecía haber sido sacado de un libro de terror o de una insufrible pesadilla. Con la blanca luna menguando en lo alto del cielo sin apiadarse de su dolor casi sentía como si esta se regodeara el verle en aquel deplorable estado. Mareado y asqueado de sí mismo se arrastró unos metros más, las astillas y las piedrecillas del camino se encajaron en sus heridas abiertas produciéndole más dolor del que pudiera asimilar.

 

Mancillado hasta lo más profundo de su ser, es así como se sentía, su mente aun se rehusaba a aceptar por lo que su cuerpo y su alma tuvo que pasar hace algo más de un par de horas.

 

Jamás en su vida se sintió débil o pusilánime ahora se sentía indefenso pero nadie acudiría a ayudarlo, maldijo a su padre, maldijo su suerte y maldijo su aciaga existencia.

 

Pero en medio de tanta desolación oyó la voz de alguien, a gritos lo llamaba como si lo buscase con desesperación, trato de responder al llamado mas ningún sonido de su garganta broto, en inútiles intentos repitió su acción, nadie lo hallaría y tal vez con algo de suerte moriría.

 

Cuando ya casi se oscurecía su visión oyó los pasos de ese alguien acercarse y aun en la oscura noche vio esos orbes azulados abrirse en demasía tiñendo el rostro de su espectador con preocupación, por un segundo se sintió aliviado el azul de esos ojos parecía como si fuese el cielo que se apiado un poco de él.

 

- ¡Itachi! – y por última vez en aquella noche oyó a ese alguien volver a llamarle, pero por más que intento permanecer despierto todo se oscureció.

 

 

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- Ten bebe esto – su progenitor coloco una taza de té sobre la pequeña mesa – no tardara en llegar – agregó antes de empezar a beber otra taza de té.

 

Suspiró en silencio sin intenciones de beber lo que le acababan de ofrecer, no tenia porque pretender buen ánimo en esas circunstancias.

 

- Debes ser respetuoso cuando él llegue – su padre lucia preocupado como si fuese a entrevistarse con el mismísimo satanás.

 

Se limito a no responder, cerró los ojos unos segundos tratando de reunir la determinación necesaria para irse o para permanecer allí.

 

- Itachi… - la voz de su padre sonó más severa esta vez – estoy orgullosos de que seas mi hijo.

 

El nombrado parpadeo un par de veces con una mohína de ligera sorpresa, suspiro de nuevo en silencio, su padre jamás le había dicho algo así de frente, por un instante se sintió ligeramente agradecido ante aquellas palabras por lo que decidió coger la taza de té de sobre la mesa para empezar a beber…grave error.

 

La siniestra y menguante luna por un instante pareció cubrirse de lúgubre carmin. Empezó a sentir pesados los párpados como si un acogedor sueño deseara envolverlo, un calor sofocante invadió cada parte de su cuerpo atontando sus sentidos por completo, vio sus manos temblorosas y dirigió su nublosa mirada hacia su padre, ese rostro siempre rígido ahora se veía recubierto por arrepentimiento.

 

- Lo siento es por el bien de la familia – aseguro en un hilo de voz sin apiadarse de la ya irregular respiración de su primogénito.

 

Y las puertas corredizas se abrieron de golpe apenas distinguió a esa nueva figura, entrecerró los ojos tratando de enfocar mejor cuando logró hacerlo abrió los ojos en demasía al reconocerlo y su inútil intento por ponerse de pie lo llevo a caer al piso de bruces.

 

- Te dije que la próxima vez que agacharas la cabeza frente a mi no podrías volver a levantarla – esas fueron las palabras acompañadas por una siniestra risa que resonaron en sus oídos antes de sentir un fuerte tirón en sus cabellos que lo obligo a apretar los dientes en un acto reflejo, fue arrojado sin piedad contra la pequeña mesa de madera tumbándola y lastimándose inevitablemente, lo que vendría después seria aun peor.

 

Pese a los mareos y a su cada vez más nublosa visión se levanto como pudo.

 

- Vete de una vez Fugaku, ya te he dado lo que me has pedido – oyó esa cruel voz echando a su padre del cual solo escucho “está bien” antes de alejarse por completo cerrando las puertas.

 

Paso el dorso de su mano por sus ojos incontables veces en un vano intento por aclarar su visión sin lograrlo.

 

- No te esfuerces Itachi, he planeado demasiado bien esto – su siniestro verdugo se acercó para intentar sujetarlo y en su desesperación por defenderse dio golpes al aire con los puños tal vez atino un par de ellos, pero solo sintió en sabor metálico de la sangre en su boca al haber recibido tremendo golpe en el estómago, sintió más golpes en el rostro que lo mandaron al piso de nuevo - ¿Sabes que es lo que has ingerido? – a duras penas pudo ver como ese alguien se subía en él a horcajadas aplastando con su peso sus piernas para no dejarle mover – sabia a la perfección que someterte no sería tarea fácil, a ti el prodigiosos Itachi, tan hábil y tan perfecto – dada la cercanía intento golpearlo pero sujetaron sus brazos con pasmosa facilidad – ha sido un error terrible que confiases en Fugaku tan solo esta vez, ja, ja – como odiaba esa risa - ¿no vas a decir nada?

 

- Que… le has ofrecido… - fue lo único que pronuncio con la sangre escurriendo por sus labios.

 

- ¿A Fugaku? No fue difícil convencerle.

 

Sintió como ese sujeto pasaba sus repugnantes manos con mórbida diligencia por su torso, apretó los dientes con fuerza para contener las nauseas, empezó a revolverse para apartar a ese hombre que por desgracia era mucho más fuerte y alto que él.

 

- No te confundas Itachi, a mi… - se inclinó susurrándole al oído – me encantan las mujeres, pero contigo hare una excepción para que nunca más vuelvas a dirigirme una sola mirada de soberbia.

 

Maldijo la hora en que tuvo que conocerlo y también las circunstancias y de un furioso empujón logro apartarlo.

 

- Veo que aun te queda energía, no esperaba menos de ti, debí usar una dosis mucho mayor pero…

 

Al intentar ponerse de pie sintió todo su cuerpo temblar violentamente y cayo de rodillas inevitablemente.

 

- …creo que no es necesario – ese hombre se acercó en nueva cuenta.

 

Con su desenfocada visión Itachi trató de distinguirlo para intentar esquivarlo de algún modo, entrecerró la mirada tornando sus oscuros orbes de un vibrante carmesí y en ese momento todo se aclaro.

 

- Uh, adoro la fiera mirada Uchiha, es lo más atrayente que posee cada bastardo con ese apellido – habló irónico afilando su diabólica sonrisa y sin dudarlo se abalanzo sobre el menor. Quien con los sentidos entorpecidos apenas pudo cubrirse los primeros golpes pero recibiendo de lleno los demás y aun así fue capaz de devolverle un par de golpes pero una certera patada que recibió en el estómago lo hizo doblarse del dolor, recibiendo de lleno la segunda en el rostro que lo estrelló contra la pared más próxima. Y antes de que pudiese reaccionar correctamente se vio acorralado de nuevo por ese hombre quien ahora parecía sujetar algo afilado en manos, con lo cual empezó a desgarrar su ropa haciéndole varios cortes en la piel de paso, se cubrió con los brazos buscando la oportunidad para sujetar el arma y lo logró, apreso con una mano el filo de aquella cuchilla.

 

- Deja de hacer intentos inútiles – el otro se relamió al ver la sangre caer de la palma de Itachi – podemos seguir en esto hasta que agotes tu resistencia o hasta que la droga que has bebido haga efecto por completo – sonrió divertido ante el pequeño forcejeo de ambos para liberar la cuchilla – si no quieres está bien… hablare con Fugaku y le diré que Sasuke será tu remplazo. Bien conoces el alcance de mi poder y tu padre no dudaría en hacer el cambio.

 

Abrió los ojos con sorpresa cediendo en el agarre, por lo que fácilmente el otro lo tumbo en el piso, su respiración se aceleró de repente como si esa vital acción le costara horrores.

 

- ¿He tocado una fibra sensible? Voy a acabar con su orgullo y con toda tu maldita familia, pero depende de esta noche y de lo que hagas ahora que Sasuke sea excluido.

 

Trato de normalizar su respiración sin lograrlo, su carmesí mirada de nuevo oscura se tornó y quedo allí tendido en el piso ya sin querer ni poder forcejear para defenderse cuando tiraron de su ropa hasta arrancársela, lo sabía, sabía perfectamente que su padre no duraría en aceptar lo que este sujeto le propusiera con tal de no irse a la banca rota, ¿Qué podía hacer entonces?

 

- Tienes mi palabra… - ese hombre farfulló a su oído mordiéndolo sin delicadeza, Itachi apretó los dientes hasta casi hacerlos restallar ante aquel repugnante contacto.

 

Cerró los ojos tratando inútilmente de no sentir, pese a la droga percibió cada roce a la perfección y más aún cuando lo invadieron salvajemente arrancándole un grito ahogado de dolor como si le atravesaran el alma misma, las violentas embestidas, los golpes y rasguños los recibió sin quejarse, gimoteando de dolor cuando sentía que lo partirían en dos, deseando en el alma perder la conciencia sin lograrlo, al parecer hasta eso se le era negado, en los minutos que le parecieron eternos y por ultimo esa lacerante sensación al sentirlo acabar en su interior quemando hasta su conciencia.

 

- Solo… eres basura, solo eres un pecador Itachi… - el largo y platinado cabello de su verdugo cosquilleo en su lastimada piel – pero si algo de inocencia quedaba en ti, ahora es mía – sentencio con esa diabólica sonrisa ampliándola más si era posible, llevándose consigo parte de su cordura y de su voluntad. Ese hombre moviéndose con descaro en su interior inundando sus oídos con el humillante sonido de su sangre mezclada con la impía semilla de quien volvía a embestirle empalándolo contra el piso sin piedad, hundiendo sus dedos en sus lastimadas caderas y mordiendo cual perro hambriento sus labios y esa antes perfecta piel provocándole aún más heridas.

 

 

 

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Abrió los ojos de golpe sudando a mares y con la boca completamente abierta.

 

- ¡Itachi! - preocupado ese alguien que lo encontró se acercó – estas a salvo, tranquilo.

 

Sin querer empezó a respirar con más calma notándose en un cuarto de hospital cubierto por las blancas sabanas, viendo sus heridas vendadas y la aguja del suero clavada en su brazo derecho.

 

- Trata de dormir un poco más… - vio esos orbes azules llenos de preocupación fijos en él – mi papá ya hablo con Fugaku y Mikoto… y Sasuke no tardara en llegar´ttebayo – hizo esfuerzos enormes intentando esbozar una sonrisa para animarlo.

 

- ¡No! – al oír el nombre de su hermano menor se incorporó de golpe sintiendo terrible dolor en su cuerpo y más aún en su parte baja, tembló sin querer casi cayendo de la cama siendo sujetado por el rubio – Naruto… - se mordió los labios con fuerza antes de agregarle el “kun”, manera en la que siempre había nombrado al ojiazul – que Sasuke… no se entere de esto… - pidió humillado, lo habían humillado como nunca antes en su vida.

 

- Pero… es tu hermano – Naruto trataba de hallarle razón suficiente, pero recapacitó, bien sabia por lo que Itachi tuvo que pasar… aun así…

 

- Te lo pido… -  farfulló casi inaudible.

 

La puerta de la habitación se abrió de golpe mostrando a un pelinegro de unos dieciséis años misma edad que Naruto, lucia cansado pegó tremenda carrera al enterarse que su hermano estaba en el hospital.

 

- Itachi… - apenas pronuncio regularizando su respiración, notando algo extraña la escena al ver a su hermano en brazos del rubio en un medio abrazo - ¡¿Estas bien?! ¡¿Qué paso?! – preocupado se acercó.

 

- Teme… - Naruto se apartó de Itachi dándole espacio para que el otro pelinegro se acercara, notando de reojo la petición en la mirada del mayor.

 

- No ha sido nada Sasuke solo tuve una pelea – y aunque fuese lo que menos deseara hacer Itachi de dedico una media sonrisa a su hermano.

- Como que una pelea ¡baka!, si parece que te hubiera arrollado un camión – Sasuke se mostró molesto pero aliviado al ver a su hermano en una pieza.

 

- Yo… yo los dejo para que hablen dattebayo – Naruto también sonrió a regañadientes saliendo de la habitación, ya afuera se dio el lujo de suspirar buscando a sus padres con la mirada, la familia de Sasuke Uchiha y la suya Namikaze Uzumaki siempre habían estado ligadas por algunos negocios que sus padres compartían.

 

Conocía a los hermanos Uchiha desde siempre, el menor de ellos Sasuke siempre fue su mejor amigo dado que ambos tenían la misma edad compartieron innumerables anécdotas y peleas.

 

- Naruto – alguien lo llamó.

 

- Papá… - se acercó a su padre Minato Namikaze de un parecido tremendo a él - ¿Dónde está mamá?

 

- Hablando con Mikoto no hemos podido encontrar a Fugaku, ¿Itachi aún no despierta?

 

- Ya despertó, está hablando con Sasuke.

 

- Le avisare al doctor – el rubio mayor dio media vuelta.

 

- Papá, Itachi no quiere que Sasuke sepa lo que le paso.

 

- Ya hablare con Itachi – suspiró alejándose del lugar.

 

El rubio levanto la mirada topándose con el blanco techo del pasillo, no se sentía bien de ocultarle algo así a Sasuke, pero tendría que hacerlo.

 

 

 

 

*”*”*”*”*”*”*”*”*”

 

 

Luego de salir del hospital dos días después, permaneció encerrado en su habitación, su madre se preocupaba por él, pero su “padre” se había ido de viaje el mismo día del incidente sin querer darle la cara, dejo de asistir a la Universidad, ni las constantes llamadas y visitas de sus amigos lograron animarlo, paso todo el tiempo tratando de hallar la razón al porque de lo que había sucedido.

 

Ese hombre odiaba a los Uchiha con toda su alma, se le había acusado de la muerte de varios miembros de su familia pero sin lograr nada, tenía tanta influencia y contactos de todo tipo que fácilmente podría salir bien librado de cualquier problema, agregándole a eso todo el dinero y las empresas que controlaba lo hacían alguien demasiado peligroso, pero aun así… lo odiaba. Recordando la manera vil en la que lo mancillo, empezó a temblar sin querer, unas finas gotas de sudor recorrieron su frente, abrió levemente su boca deseando gritar y así dejar salir todo lo que ahora destruía su alma rehusándose a llorar debatiéndose entre la venganza o tan solo mantener a salvo a su hermano, apretó los puños con fuerza ahogando su frustración.

 

- Aniki – pero los golpes en su puerta lo devolvieron de aquel limbo de oscuridad, su hermano entro a la habitación – madre dice que hoy Naruto y sus papás vendrán a… cenar – pestañeo algo confundido - ¿estás bien?

 

- Solo estoy algo cansado… - se levantó de su cama tratando de oírse tranquilo.

 

- Si estas todo el día en cama ¿Cómo habrías de estar cansado? – el menor se cruzó de brazos apoyándose en el marco de la puerta – los subnormales de Kizame y Deidara vinieron hoy preguntando por ti.

 

- Los llamare después – se dirigió a su armario para buscar un cambio de ropa.

 

- Humm que ánimos.

 

- Sasuke…

 

El pelinegro menor noto como su hermano quiso formar con los dedos ese curioso ademan con el cual luego le daba un pequeño golpe en la frente dándole alguna evasiva como “Sera la próxima vez Sasuke”, pero no fue así su hermano se arrepintió en el acto, algo tenía que estar sucediéndole a Itachi.

 

- Voy a cambiarme de ropa antes de que lleguen – ni se atrevió a mirarle.

 

- Como quieras – resopló saliendo de la habitación.

 

De nuevo solo se hundió en sus pensamientos tratando de centrarse en cualquier cosa que no fueran los tortuosos recuerdos de hace tan solo unos días, negándose a recordar y al mismo tiempo a olvidar, de nuevo el rencor inundo su ser y su frustración se estrelló en el espejo que reposaba en la pared cayendo trozos del cristal al piso junto con la sangre que empaño su puño ahora lleno de cortadas, si dirigía toda su atención al dolor por un momento lograba olvidar.

 

Terminó de cambiarse y bajo a la sala encontrándose con su madre hablando de lo más feliz con la madre de Naruto, Kushina Uzumaki. Saludo por obligación, paso de largo al papá del rubio amigo de su hermano y a ambos adolescentes. Salió al jardín de la parte de atrás de su casa, allí la oscura y fría noche lo acogió sin ternura, con aire ausente se sentó al pie de un árbol inspirando el aire nocturno.

 

Los graznidos de una bruna ave captaron algo de su atención, era un sombrío cuervo que se acercó a él en pequeños brincos sin dejar de graznar, el pelinegro le extendió su mano sana dándole a entender que no tenía comida.

 

- Siempre me he preguntado cómo puedes tener gustos tan lúgubres dattebayo.

 

El ave se puso a la defensiva abriendo sus alas graznando para alejar al intruso de su amo.

 

- No hagas eso… - la sola voz de Itachi basto para calmar al córvido.

 

- Creo que no le simpatizo a tu mascota – el rubio sonrió algo nervioso.

 

- No es una mascota – ni siquiera se dignó a mirar a Naruto.

 

- Sasuke está preocupado por ti – suspiró dando un par de pasos acercándose – y mi papá cree que deberías hablar con alguien o algo asi´ttebayo – amplio su nerviosa y zorruna sonrisa – y a decir verdad yo también estoy preocupado.

 

- No es necesario – se puso de pie a lo que el ave aleteo para elevarse y posarse en una de las ramas del árbol.

 

- Y… si sabes quién… te hizo eso… - notó al rubio más nervioso – deberías ir con la policía.

 

- ¿También ha sido Minato quien ha sugerido eso? – suspiró para caminar de regreso pero se detuvo cuando el rubio se puso frente suyo encarándolo.

 

- No, yo he sido el que pensó en eso dattebayo – el semblante de Naruto se endureció dándole un aspecto más maduro.

 

- Me sorprende – respondió indiferente – pero no tienes que involucrarte en esto – trató de ignorar esa azul mirada que hace unas noches lo rescato.

 

- Tal vez no seamos amigos pero no quiere decir que no me interese lo que le pase a ti o a tu familia.

 

- ¿Es acaso por Sasuke? – pregunto de inmediato sobresaltando al rubio.

 

- N… no es solo por eso dattebayo – negó algo apenado.

 

- Es exactamente por eso – retomo su camino pasando de largo.

 

- ¡Que no! – pero cuando este intento detenerlo sujetándolo de un brazo Itachi se sobresaltó, con verdadero pánico volteo retrocediendo bruscamente, cayó al piso jalando a Naruto con el quien en ningún momento lo soltó pese a la sorpresa que le produjo ver esa expresión en el pelinegro cayendo ambos sobre el césped.

 

Al sentir a alguien sobre él de nuevo, todas sus defensas se dispararon, aterrado empujo con torpeza al rubio maldiciendo a sus ahora atrofiados reflejos.

 

- Eso no… - trató de tranquilizarse y mantener algo de la compostura y el carácter que siempre lo distinguió en sus veintidós años de vida.

 

- Mañana… - Naruto sintió tristeza por un instante – acompáñame a un lugar muy divertido dattebayo – y se forzó a sonreír – y no aceptare un no por respuesta.

 

- No – fue la autómata respuesta de Itachi.

 

- ¡Eh! Que no tienes que ser tan bastardo ¡si eres igualito que el teme!

 

- Pídeselo a Sasuke… - se puso de pie sacudiendo el polvo de su ropa.

 

- Te lo he pedido a ti, que si no quieres venir voy a atrapar a ese pajarraco para obligarte – señalo al cuervo quien solo grazno desafiándolo.

 

- No podrías hacerlo… - susurró más para sí viendo de reojo como Naruto inútilmente trataba de atrapar al ave que lo evadía sin problemas revoloteando de un lado a otro. Elevó la mirada al cielo a ese negro y azulado cielo, ese cielo que era el infinito escenario de esa aun gibosa luna que pronto se tornaría en un novilunio.

 

 

 

Hoy quiero dormir

Arropado a tu lado

Detén mi aliento

En una piadosa mentira

Y que solo me ames a mí…

 

 

 

1.- Itachi

 

Notas finales:

La trama gira en torno a Naruto, Sasuke e Itachi, no pondre mas parejas yaoi, porque seria yaoizar el mundo del fic y no me sentiria cómoda con eso.


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