Ya había pasado un año desde que KyungSoo se había propuesto a el mismo una meta de fin de año, no la había podido cumplir y allí estaba de nuevo, pensando en esa meta junto con un deseo, el hacer esto solo le recordaba a alguien y era obvio su deseo iba dirigido solo a esa única persona. Sostenía entre sus manos un gran globo, en la base tenía una pequeña llama que lo llenaba de aire para así poder soltarlo y que fuera tan lejos como pudiera.
Se encontraba junto con cuatro de sus amigos de instituto quienes al igual que el sostenían sus globos de deseos, estaba descalzo enterrando sus pies entre el césped de cuatro centímetros dando a notar que nadie se había preocupado en podarlo, frente a ellos un gran lago que transmitía tranquilidad con su leve corriente de agua.
La cuenta regresiva había comenzado y cuando dieron justo las doce gritando con fuerza “Feliz año nuevo” soltaron al mismo tiempo los globos los cuales desde la vista que tenía pareciera que fueran a buscar las luces de colores que comenzaron a adornar el cielo nocturno. Se arrojaron de espalda al suelo para poder apreciar mejor la hermosa vista que le daba los fuegos artificiales y como sus globos se unían a ellos, sus caras se tornaron de varios colores haciendo que los ojos le alumbraban con destellos únicos.
KyunSoo soltó un gran suspiro al escuchar a Sehun que no espero ni un segundo para hablar por celular con LuHan que lamentablemente estaba de viaje y no pudo estar con él en ese momento, miró de reojo y noto como en su cara se reflejaba la gran felicidad de poder hablar con él.
-¿Siempre vamos a estar juntos verdad, BaekHyun? –esta vez escucho a ChanYeol quien a pesar de que susurro sus oídos lograron captar lo que decía. – Mi globo lleva ese deseo –estiró su brazo al cielo mirando los fuegos artificiales a través de sus dedos. Su curiosidad pudo más y ladeo la cabeza para verlos, la mano de BaekHyun tomo la de él y entrelazaron sus dedos, poco importándoles el dolor que se estaba haciendo presente en sus músculos, también notó la gran sonrisa que el más alto tenía en su rostro sabiendo que se debía a que el mayor le dio una respuesta afirmativa. El escuchar esas palabras de parte del alto hizo que algo muy dentro de él se removiera y le dieran unas increíbles ganas de llorar.
Aún así solo volvió a suspirar, como era posible que tres de sus amigos fueran con él a ese lugar y olvidaran que él estaba ahí, casi siempre que salían juntos resultaba igual pero no los culpaba, ¡ah! como olvidar a Suho, el miraba también el cielo sin decir una sola palabra acción que hacía que D.O se preguntara que era lo que pasaba por su mente, se sentó en el mismo lugar donde estaba y esta vez miró el lago, era hermoso como se reflejaban los fuegos artificiales en él y sería aún más hermoso verlo con la persona que ocupaba su mente la mayor parte del tiempo, agito su cabeza, de nuevo pensando en él, como olvidar que su deseo era que esa persona no rondara su mente.
Eso mismo deseo el año pasado pero culpaba a la falta fuerza con la que lo pidió que no se le haya realizado, aún sabiendo que era culpa de su corazón, pero este año de seguro que si ocurriría aún más si en la base del globo había guindado una notita con la petición escrita, esperando que el cielo reciba con brazos abiertos y así pudiera ayudarlo a que se cumpliera, pero no solo, su meta era poner de su parte ya que un deseo sin ayuda sabe que es imposible realizarse.
¿No decías tú que no crees en esos deseos?
Se puso de pie al cabo de un rato, debía irse, primero porque le resultaba incomodo estar ahí, más cuando vio el fugaz beso que se dieron la pareja cerca de él haciendo que abriera los ojos de par en par muerto de vergüenza y segundo porque ya el sueño estaba haciendo acto de presencia. Les anuncio a sus amigos que se retiraría los cuales impactados se fijaron que también debían ya irse a sus respectivas casas, cada quien tenía su propia fiesta de fin de año que celebrar, solo fue un acuerdo mutuo para reunirse un rato los cinco juntos.
Luego de caminar varias cuadras entre giros de esquina y caminos rectos llego hasta la manzana donde quedaba su hogar, recibió saludos y felicidades de parte de sus vecinos, llego hasta el frente de su casa y miro como en el porche de la casa de al lado habían dos niños jugando con luces de bengala lo que le produjo que sonriera feliz, estos al verlo de devolvieron la sonrisa y le gritaron un “feliz año nuevo”, se distrajo un minuto viendo a los niños, se pregunto curioso que les ocurría cuando de la nada le asintieron y se fueron corriendo entre risitas.
De repente dio un respingo nervioso, combinación del estruendo de un fuego artificial que lanzaron cerca y de que detrás de él había alguien que con sus grandes manos le cubrió la vista. Respiro profundo y a pesar de que no sentía miedo tembló levemente ya que sus fosas nasales aspiraron un muy conocido aroma recordándole como ese olor estaba junto a él en los fines de años anteriores, acompañándole a recibir uno nuevo con globos de deseos, porque sí, el dueño de dicha fragancia amaba hacer eso. Por un segundo pensó que se estaba volviendo loco ya y que no era la persona en quien pensaba hasta que sintió un susurro en su oído.
-Feliz año nuevo –miles de hormigas invisibles recorrieron su espina dorsal al oír esa voz y se quedo inerte en ese lugar. No, no podía ser el o más bien no quería que lo fuera – No me digas que rompiste nuestra tradición- ¡Alerta roja! ¡Alerta roja!... si tuviera mini trabajadores interno esa sería la alarma accionada en ese momento ya que su corazón amenazaba dejarlo sin vida ya que latía tan rápido que podría salir de su pecho.
-Tú la rompiste primero –dijo serio y seguro, si era quien creía a pesar de no verlo, su voz, su tacto y su olor era sin duda alguna de él – Ahora, quita tus manos –no quería que su voz sonara quebradiza, el otro obedeció y alejo sus manos. KyungSoo sin voltear si quiera a verlo de reojo camino derecho siguiendo el camino que tenía que haber proseguido hace unos instantes atrás.
-D.O- ¡cállate! Decía en su mente más las palabras no salieron, se detuvo en la puerta de su casa cuando las mismas manos que antes tapaban sus ojos ahora se posaron en sus hombros.
-Te espere, otro año haces lo mismo, me prometiste que vendrías, no puedo esperar siempre por ti y no es la primera promesa que incumples- dijo esas palabras mirando al cielo, observando los demás globos pasar recordando la primera promesa hace exactamente siete años atrás.
-No creo en cosas así.
-Yo sí, solo pídelo desde el corazón.
-Que no.
-Ya esta encendido, cierra los ojos y pídelos.
-Kai ya dij…
-Rápido, ya van a ser las 12.
Soltó un suspiro rendido por tanta insistencia de parte del moreno, cerró los ojos y pidió un deseo.
-Gracias por hacerlo y ahora como recompensa prometo hacer esto contigo todos los años.
-No.
Y así se volvió rutinario, KyungSoo desde muy adentro amaba ese acto y más por quien lo hacía. Así como ese primero de Enero de hace dos años.
-Estar contigo ha sido mi deseo siempre. Estar a tu lado cada nuevo año que pasa.
La impresión hizo que los ojos de KyungSoo se abrieran más sintiendo una felicidad indescriptible.
¡Mentiroso! Ocho meses después anuncio que se iría de la ciudad.
¡Mentiroso! El año pasado prometió que iría de visita solo para hacer juntos su “tradición” de pedir deseos juntos, pero no apareció.
¡Mentiroso! Cuando fue de visita en verano y le dio mil escusas, las mismas que le dio por llamada de porque falto además de contarle que tenía pareja.
Y aún más mentiroso al decirle que lanzar globos haría que sus deseos se cumplan cuando eso era totalmente falso. El había deseado ya no tener ese sentimiento llamado amor por su amigo y hay estaba descubriendo que solo su tacto le producía miles y miles de cosquilleos.
¡Idiota KyungSoo! Por decirse que no funcionada y hacerlo una y otra vez solo porque sentía la necesidad de hacerlo, porque eso le recordaba a Kai. Porque amaba ver a los globos flotar, porque fue JongIn quien le enseño eso.
-Deberías estar con tu pareja no aquí. Ya fui con unos amigos así que no hace falta que viniera. Llegaste tarde.
-Quería pasar este nuevo año con la persona que amo.
-Entonces ¿viniste con ella?
-No, no es de ella de quien hablo, ya no somos nada. Hablo de ti Do KyungSoo.
No, no puede ser, su corazón empezó a latir a mil por minuto, sus grandes ojos se llenaron de gotas cristalinas. No quería malinterpretar todo de nuevo, no debía creer que el sentimiento era compartido, no debía hacerse ilusiones porque seguramente se iría y lo dejaría solo de nuevo maldiciéndose por amarlo; por creer en él una vez más.
“¡Aléjate! ¡No te acerques! ¡No dejes que te toque con sus labios!”
Con esos labios que por tanto tiempo quiso probar, esos que muchas veces llamaron a los suyos incitándolos a que lo degustaran y así como sus metas ni sus pensamientos cumplía, no se alejo, se dejo tocar, besar, ya que el más que nada lo que quería era ese contacto. Su mano se poso en la manilla de la puerta abriéndola y adentrándose junto con el moreno a la casa quien con su permiso solo se dedicaba a recorrer cada parte de su cavidad bucal separándose solo para tomar aire.
-Mírame – fue esa palabra la que hizo darse cuenta que desde que llego no lo había mirado ni una vez y por fin lo vio, su hermosa piel oscura frente a el por la cual caía rendido una y otra vez – Te amo a ti – estúpidos globos, llegaron tarde al cielo, hace más de dos años que deseo que esas palabras salieran de la boca del menor y ahorita es que se cumple. – No prometo, juro que pasare los 365 días del año contigo, así no quieras. Viviré aquí de nuevo.
-Te odio.
-Me amas.
-Mentiroso.
-Culpable, pero ya no más.
-Los deseos no se cumplen.
-Claro que sí.
-Desee no amarte y no se cumplió.
-Fue porque eso no era lo que realmente querías, te dije que lo pidieras de corazón.
-No estuviste siempre a mi lado.
-No físicamente pero siempre mis pensamientos estuvieron contigo.
Y fue cuando se fijo, en cierta parte era cierto, siempre llamándolo, hablando con él. Pero aún así dolía, dolía que no apareciera, dolía no poder mirarlo frente a frente, no poder abrazarlo, dolía saber que era otra quien lo tocaba y no él, pero ya no más, esa persona ya no existía y Kai se lo dejo claro de nuevo cuando una vez más unió sus labios con los de él y entre el beso pensó lo imbécil que fue, no viendo el esfuerzo que hizo JongIn para aparecer, tarde pero ahí estaba.
-¿Y tu trabajo?
-Hice que me transfirieran solo para poder cumplir mi promesa.
Se acerco al menor abrazándolo colocando su cara contra el pecho del contrario, no se resistió ni un poco, solo hizo lo que su corazón le mandó.
-Te odio
-Sé que eso no es cierto.
-Claro que si, te odio por hacer que te ame.
Luego de un tiempo abrazados JongIn se fijo en que debía lanzar su globo, hizo un puchero por lo tarde que era ya, aún así no quería perder la oportunidad y esta vez lo lanzó junto con KyungSoo como tiempo atrás. El mayor mordió sus labios con vergüenza y aguantando la risa por lo que soltó el moreno de repente.
-Deseo que D.O este nuevo año me siga odiando así como ahora. Yo lo odiaré mucho más.