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COUNTING CROWS por sleeping god

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Notas del fanfic:

Primeramente: Bleach no me pertenece es imaginación de Tite Kubo.

Titulo del grupo de música con el mismo nombre.

Esta historia la escribí en 1994 y me gustó para adaptarla, espero les guste.

No quise dejar de escribír porque pierdo la costumbre facilmente.

Notas del capitulo:

Titulo del capítulo la canción de Billy Joel.

Historia corta, espero, le iré quitando lo irrelevante a esa pequeña y vieja libreta azul.

Empiezo.

The river of the dreams

La campana de la alarma lo sacó de su sueño, abrió los ojos rápidamente e igual salió de la cama, bostezando y rascando su cabellera negra, empezó a vestirse con la ropa del día anterior: un pantalón negro y una camisa de manga corta verde, encima se puso una chaqueta gastada del mismo color del pantalón, después unos tenis del color oscuro y abandonó la pequeña habitación de ladrillos rojos que solo contenía una cama, un mueble con tres cajones que tenían un estéreo, discos y libretas; debajo de la cama varías cajas con la ropa, los libros, zapatos y demás.

Llegó a paso normal a la universidad, a presentarse en el tercer salón de la derecha del segundo piso a hacer su examen de admisión.

En un par de horas concluyó cada pregunta y operación que le pedían, pensaba que quizá se equivocó en unas cuantas pero supondría que la semana entrante estaría estudiando ingeniería.

 

Dejó la calle para entrar en la cafetería de siempre y sentarse en esas mesas juntas que los dueños tenían acostumbrado dejar así para su llegada.

-hey, llegas tarde ¿Cómo te fue?-le pregunta Starrk bebiendo su café negro y sin azúcar.

-bien, fue fácil-contesta tomando su lugar-té, por favor-le pide a la mesera.

Miró a los demás; Nelliel platicando con Nnoitra, Hallibel leyendo una revista, Aroniero comiendo una hamburguesa con papas y sorbiendo el refresco ruidosamente, Grimmjow recostado en la silla con los pies sobre la mesa y escuchando música, Aporro echando de vez en cuando un vistazo a la revista de la rubia, Sonmari mandando mensajes de su celular, Barragan mirando a la calle y Yammy mirándolo con mucha atención. Sus amigos que prefería llamar hermanos. Una familia que comería junta en un restaurante después de casi un mes que no podían reunirse todos y, aunque fuera una ocasión especial, no hablaban de lo que habían hecho pues lo sabían, era como si el día de ayer hubieran comido juntos también.

-¿Qué pediremos?-cuestiona Granz a todos, excepto Jeagerjaquez que prefiere seguir con los ojos cerrados y mover la punta de su pie al ritmo que parece de un blues.

-otra hamburguesa.

-carne, para mí y Grimmjow-contesta Coyote por él y el otro que no da con los demás

-espagueti pero con albóndigas-sigue Tia dejando la revista a un lado, llamando a la mesera que toma su orden y repiten lo mismo.

-una ensalada-dice el de pelo rosa y empiezan a abuchearlo con relación a que no continúe con su dieta.

-comida completa, por favor-pide Ulquiorra dejando a los demás hacer su ruido, por fin haciendo que el otro deje los audífonos en su cuello y se ría de lo que dicen.

 

Al acabar la comida y platicar un poco de como los ha tratado la vida, es el peliazul quien eleva la voz.

-oigan…-termina de beber su soda de naranja-tengo la próxima aventura. Tendremos que salir el fin de semana.

-¿Dónde es?-cuestiona el de ojos verdes.

-Matsue-responde dejando su plato donde todos lo pusieron-tienda departamental, pequeña, cosas buenas, no mucha seguridad y…-da una sonrisa socarrona-la playa está cerca.

Se miran afirmando con la cabeza.

-perdí mi coche-dice Yammy a todos y pronto lo insultan.

-¿Qué chingados le hiciste?-regaña Gilga.

-lo metieron al corralón y no tengo dinero para sacarlo-bajan los ojos. El motivo del atraco llamado “aventura” hace años es por la falta de dinero para vivir como reyes.

-algo podré hacer-propone Tu Odelschwanck pensativa.

-¿en dónde nos vemos?-cuestiona Sonmari-porque se puede en mi casa.

Por votación popular queda de esa manera y se retira, diciendo que tiene que ir a trabajar.

 

Se marcha y espera en la esquina a que Jeagerjaquez también lo haga, despidiéndose de Arruruerie.

-¿Cómo vas con la renta?

-pude cubrir la del mes pasado pero… dudo que pueda con la de este mes, apenas tengo para comer algo.

-bien, bien, no te preocupes. Nos vamos en un par de días, puedes quedarte conmigo aunque tampoco me queda mucho efectivo-se van juntos hasta un departamento de solo una habitación pero con una amplia sala con un gran sillón frente a la pantalla de televisión y debajo un Xbox.

-¿no sabes cuánto te pedirán para la universidad?

-no, aún no he podido investigarlo.

El más alto deja el aparato de música en la barra que de la cocina y se sienta.

-nos hace falta hacer esto. El trabajo anda muy flojo últimamente.

-pronto volveremos a normalidad-le dice sentándose en el sillón.

 

Pasa los dos días con el ojiazul, nada nuevo pues cuando falta dinero es con quien se refugia, a tal grado de dormir espalda con espalda sin ningún problema.

El viernes por la noche limpia un poco la cocina después de la comida con su casero de vez en cuando. Ve la hora, las 11:39 p.m., supone que no llegará muy pronto por eso la sorpresa de que este entre estirando el cuello y saludándolo sin mucho entusiasmo.

-¿por qué tan temprano?

-te dije que  no había mucho trabajo, saqué algo dentro… y lo de la gasolina de mañana afuera.

-te ves adolorido-y ante ese comentario se ríe burlonamente su compañero.

-hace mucho que no me pedía una pareja mis servicios-no presta mucho atención el pálido a la declaración del trabajo que bien conoce de ese: bailar para obtener dinero como desnudista y prostituirse, no podía llamarle algo triste pues como le dijo una vez: “me gusta presumir mi cuerpo, que me chuleen, tener sexo y si me pagan por ello que mejor”.

 

Abordan una camioneta temprano en la mañana, no van muy cómodos pero no hay nada mejor con solo un auto que pudieron conseguir.

-estando allá tendremos que rentar otra camioneta. Mi refrigerador ya no sirve-les dice el viejo, sentado adelante con Nell en sus piernas.

-sí, tienes razón, a mí me hace falta una estufa-declara Nnoitra pegado a la ventana.

-yo quiero el efectivo esta vez-proclama Ulquiorra causando silencio.

-le tocaba a Grimmjow ahora-interrumpe Coyote sin molestia pero imponiéndose a ese pedido-hey, Grimmjow…-le da un manotazo en el hombro para que se quite los audífono y se mueva hacia adelante haciéndole lo mismo a Ciffer que está sobre él.

-¿Qué?

-Ulquiorra quiere el dinero.

-ah… bien, no hay problema-vuelve a colocarse los audífonos pero alcanza a escuchar el pequeño gracias que le da el menor.

 

Después de unas horas de camino se descienden en el lugar, a estirar las piernas y los brazos.

-¿por dónde es?

-déjame conducir-le pide entonces el peliazul pasándose al lugar que ocupaba Hallibel tras el volante.

Llegan a un mediano centro comercial, estacionándose enfrente de este.

-aquí es. En la noche se queda solo el gerente a hacer cuentas y él es quien cierra, cerca de las 12 de la noche-informa sin apagar el motor.

-perfecto, vamos a prepararnos-pide Sonmari y se marchan a un hotel donde Yammy y Ulquiorra piden una habitación bajo otro nombre. Después el resto entra al pequeño cuarto con algunas maletas.

Es Barragan quien viendo el mapa del lugar en la computadora empieza a darles sus lugares, planes complementarios, lugar por cual huir en caso de que sea necesario y, después de comer, su bendición a todos excepto Aporro que irá por otra camioneta.

 

Entrada la noche esperan bajo la lluvia Grimmjow, Starrk, Ulquiorra y Aroniero, cerca de la puerta trasera.

-ya sale-susurra Coyote.

Aroniero se pone una máscara con dos calaveras dibujadas en blanco como pequeñas cabezas, se acerca en silencio al gerente y por detrás le sesta un golpe que lo hace caer velozmente.

Detrás va el castaño para ambos llevarlo a donde están ocultos para que le otro par se acerqué a la puerta con las llaves que sacó el menor. Al abrir se asoma con cautela y echar un vistazo.

-son dos cámaras…

-y ambas funcionan-complemente al ojiverde.

-es cosa fácil-dice el otro, brincando al marco de la ventana y ahí al techo, entrando por la calefacción y asomarse cerca de la puerta gerencial.

-¡rápido, Grimmjow!-le grita su compañero.

-espera-dice el mayor mirando la cámara que gira hacia él, al empezar a moverse al otro lado da un brinco para abrir la puerta de golpe. Un minuto después sale indicándoles entrar.

Así lo hacen y empiezan a llenar sus bolsillos con cosas pequeñas.

El ojiverde se queda en la puerta, vigilando, gritándoles de vez en cuando que recogieran algunas cosas que él quería.

Pasada media hora aparece una camioneta negra.

-¿Aporro traería una camioneta negra?

-¡mierda, no!-grita Nnoitra haciendo que todos se agachen y apaguen sus luces.

-¿Quién es, Ulquiorra?-cuestiona Nell, escondida detrás de unos vestidos que estaba a punto de tomar.

-no lo sé, dame un segundo-subió la cabeza para ver a un hombre bajar con un impermeable negro. Se quedó quieto, cerrando los parpados para identificar que hacia estacionándose al frente de una tienda cerrada-esto es una estupidez-se dijo ante ese pensamiento, racionalizando que nadie se pararía ahí en mitad de la noche con la lluvia-¡vámonos!-gritó sin ver que hacía.

Todos lo siguieron excepto el peliazul que corrió a la caja.

-olvídala, necesitamos más tiempo para abri…-no alcanzó a explicarle todo cuando este golpeó con el puño esta y que se abriera.

-tómalo, vámonos ya-así lo hicieron sin llevar todo por tener el otro sus bolsillos llenos y la prisa del contrario.

Corren por la puerta trasera, separándose en parejas para reunirse en el hotel.

Ciffer se va con Yammy aunque quería irse con Grimmjow para darle las gracias.

 

-¿Qué demonios pasó?-preguntó Louisenbairn sin comprender como llegaron si Szayel le había marcado hacía poco para decirle que iba para la tienda comercial.

-llegó un pendejo a joder-contesta de mala gana Aroniero, quitándose la ropa mojada al igual que los demás.

-¿y Grimmjow?-pregunta el pelinegro.

-no han de tardar él y Hallibel-un minuto después llegan agitados.

-estaban haciendo una parada técnica ¿verdad? La emoción del momento-se burla Sonmari.

-no, mierda-se quita la camisa el hombre y dice molesto-ese perro iba a orinar nada más, iba a miar fuera de su auto.

-¿Cómo lo…?-cuestiona nuevamente Ulquiorra.

-nos esperamos y lo vimos-responde la rubia más molesta que el joven-¿en qué momento viste que entraría?

Todos lo miran con enojo.

-me pareció lógico-respondió sinceramente.

-pues tu conclusión nos dejó con un robo incompleto-critica Starrk.

-¿acaso tú vas a darnos el dinero que se fue?-le empuja Yammy.

-¡basta!-grita Jeagerjaquez, haciendo que el enjuiciado no sacara el dinero de sus bolsillos-fue un error que todos pudimos cometer o, en nuestro más seguro caso, pudo haber entrado y ya estaríamos frente a unos uniformados. Por eso lo dejamos sacar las conclusiones, porque nadie más piensa tan rápido como él-parecieron calmarse.

-tiene razón-continua el viejo-ya habrá otras oportunidades y pronto. Grimmjow te lo encargo. Báñense, duerman y mañana salimos a Karakura a las 8:00 a.m.

 

En el camino todos van muy callados, aun resentidos.

-vamos, no seguiremos con esto toda la vida-se queja fuertemente el peliazul-somos hermanos, no podemos pelearnos-sus palabras surten efecto y vuelven a ser los de antes, platicando, bromeando, escuchando música y abrazándose por la cercanía.

 

Al llegar al departamento le dijo lo que venía guardando.

-muchas gracias, Grimmjow. Te debo otra.

-no fue nada, para eso estamos-le sonríe-¿iras a tu casa?

-sí, debo ir a limpiar-dicho eso se marcha no sin recibir un poco más de dinero de ese sujeto.

En el camino paso un Cibercafé a revisar su ingreso. Como lo esperaba estaba aceptado, también incluía cuánto debía pagar y ese lunes entraría a la escuela. Fue a pagar antes de volver a su cuarto para dormir sin entender si estaba feliz por ingresar a la universidad o triste por fallar en la aventura.

 

El fin de semana pasó muy rápido y su primer día de clases igualmente, entusiasmado aunque nunca lo demostrara.

No iba a hacer amigos sino a estudiar, pasaría igual que en todas las escuelas: solo, con las mejores calificaciones de todos.

 

Cerca de las 9 le llaman para reunirse en el restaurante familiar por un nuevo trabajo.

En esta ocasión no dio muchos rodeos Jeagerjaquez, apenas se sentó abrió un periódico sobre la mesa.

-esto es grande, una gran aventura. Si lo hacemos bien podremos retirarnos un buen tiempo-miran el papel con un anuncio de empleo.

-buscar aventuras es para no buscar esto-se queja Nnoitra.

-no, no, no, miren-nos señala bien el letrero, más grande que los demás.

-léelo, Nell, que no veo-pide el anciano.

-Byakuya Kuchiki, empresario Inglés, cambia de residencia a Karakura. Por este motivo se pide a la gente que se considere competente presentar su solicitud para los siguientes dos puestos: Administrador y Mayordomo.

Se ofrece excelente sueldo, seguro médico, prestaciones, alojamiento, comida y demás servicios, entre otros beneficios.

Interesados presentarse el día 15 de enero  a las 4 p.m. en…

-es genial-responde Hallibel-¿pero qué?

-este sujeto es un maldito multimillonario-contesta Grimmjow tomando el periódico-no solo eso, es joven, muy apuesto y…-hace una pausa-viudo. Si alguien gana su confianza, ya sea con un sexo o una amistad podremos descubrir que hay en su casa y sacar todo lo que se pueda. Será algo largo pero nos dejará una buena lana ¿Qué dicen?

Lo meditan un poco.

-me apunto-dice Coyote.

-sí, yo también-acepta Tia.

-igual-el chico de piel blanca.

 

El día llegó y tuvo que entrar fingiendo indiferencia ante sus hermanos vestidos igual de formal que él. Se impresionó ante la enorme mansión: cerca de 7 pisos de altura, estilo victoriano, un gran patio rodeándole lleno de árboles de sakura frondosos, con varios estanques con carpas koi en ellos, más de 10 autos estacionados enfrente incluida una limosina negra; al ingresar no se alejaba mucho del exterior: muebles blancos como las paredes y adornados en dorado,  lámparas en cada mesa, jarrones con flores doradas y tantas cosas que prefirió dejar de admirarlas.

Se sentó donde los demás. A dos personas de él estaba su hermano y al inicio su hermana.

Las demás personas parecían nerviosas, algunas parecían realmente preparadas para el empleo y otras más buscando una oportunidad única.

-el siguiente-pidió una chica pequeña de cabello negro y ojos en azul oscuro saliendo de una oficina.

Entró Hallibel caminando muy bien en los altos tacones con su traje blanco escotado.

-buenos días-dijo al entrar y sentar frente al escritorio, viendo detrás a Kuchiki vistiendo un kimono negro prestándole atención al jardín a lo lejos por su ventana.

-buenos días-respondió sin verla.

-hermoso jardín-felicitó y ahora logró voltear su cabeza.

No era difícil saber que la consideró muy linda.

-¿Cuál es tu nombre?-pidió Rukia tomando su solicitud.

-Tia Hallibel.

-mi nombre es Kuchiki Rukia.

-un gusto.

-¿trabajas ahora?

-sí, trabajo de secretaria con un doctor.

-¿Por qué te gustaría trabajar aquí?

-el dinero es una buena razón.

-muy sincera-contestó Byakuya.

-suelo serlo. Además este lugar es grandioso. Sin embargo pedía gente competente y así me considero-logró una sonrisa del otro.

-hacemos pocas preguntas por la cantidad de gente así que sería todo. De ser contratada recibirá una llamada mañana-informó la hermana Kuchiki.

-gracias. Buen día-dicho eso salió por el pasillo llamando la atención de la mayoría de los presentes, algunos pensando que no tenían oportunidad contra una chica así.

Starrk entró saludando con una reverencia poco marcada y su simple físico llamó la atención del inglés.

-¿Cuál es tu nombre?-preguntó el mismo.

-Coyote Starrk.

-¿a qué te dedicas?-sigue el interrogatorio.

-soy barman.

-¿Qué te trae aquí?

-un reto-eso cambio la actitud del pelinegro-quiero un cambio, para mí y mis hermanos.

-así que tienes familia.

-sí, los quiero mucho y deseo lo mejor para ellos.

-¿Cuántos dependen de ti?

-nueve.

-son bastantes.

-eso también significa muchos “feliz cumpleaños”.

-bien. Revisaré tu solicitud y te llamaré mañana si te acepto.

-gracias-hace lo mismo, sin ver a Ulquiorra.

 

Pasó mucha más gente antes que él pues fue el último en llegar. Las entrevistas no duraban mucho pero  si había quienes se llevaban su tiempo por lo que se atrevió a sacar su celular y preguntar a los otros dos cómo les fue. La chica respondió que muy bien y que el hombre era muy guapo y agradable mientras que Starrk pensaba que mal y que era petulante y juzgaba muy rápidamente.

Por fin llegó su turno frente al escritorio con un único adorno de conejo que movía la cabeza con el viento que entraba por la ventana abierta donde seguía Byakuya de pie.

-mi nombre es Ulquiorra Ciffer, mucho gusto-saludó de mano a Rukia, la cual se sorprendió por el contacto.

-Kuchiki Rukia, igualmente ¿En qué trabajas?

-nada, estudio. Me mantiene mi hermano mayor-mintió poniendo a Grimmjow como su pariente consanguíneo.

-¿Por qué te gustaría el puesto?

-antes servía a mi familia entera y era muy agradable.

-¿de cuántos era tu familia?

-catorce personas, en una casa grande, no tanto como esta-vio los ojos azules oscuros de hombre sobre los suyos.

-¿hace de todo?-le cuestionó.

-sí.

-¿Qué estudia?

-ingeniería, ingresé hace una semana.

-me pide un trabajo de medio tiempo.

-puedo hacer lo que cualquiera en la mitad del tiempo.

-¿en qué trabaja su hermano?-lo bombardeó de preguntas pero no se inmutó, eso llamó su atención y la sequedad de su rostro.

-es desnudista-ambos hermanos se quedaron callados.

-Rukia-llamó para que continuara-mañana te llámanos si te quedas con algún puesto.

Dicho eso salió.

-no esperaba eso último-dijo el mayor a la chica-interesante muchacho, nervios de acero ante lo vergonzoso y lo alegre.

-¿le interesa, Nii-sama?

-sí, ya escogí. Ulquiorra Ciffer y… ¿Cómo se llamó aquel tipo sumiso?

-Abarai Renji.

-a ambos llámalos mañana a las 9:00, que vengan a las 4:00 p.m. a mi oficina.

-sí, Nii-sama.

Abandonó la habitación, cansado de ese día de entrevistas, dispuesto a salir al jardín delantero donde no esperó encontrarse al pelinegro sentado en las escaleras, mirando el suelo y respirando dificultosamente.

-¿está bien?-le preguntó, agachándose a verle la cara.

-sí, no es nada-dicho eso se levantó débilmente y fue sostenido por el otro de la cintura.

-dígame qué le sucede, Ulquiorra-san.

-sólo se me bajó la presión.

-¿ya ha comido?

-no…

-¿desde cuándo?

Ante eso volteó a otro lado.

-ayer en la mañana.

-sígueme-le pidió, volviendo a entrar a la mansión, siendo sostenido por la cintura.

Entraron a la cocina donde le ofreció primero una soda que bebió a la mitad.

-muchas gracias. Será mejor que me marche-no dio ni media vuelta cuando le pidió.

-quédate a comer. Me harás compañía y a la vez te mejorás.

Dio una leve sonrisa.

-será un placer.

 

Le sirvieron una crema de color claro que le gustó bastante.

-¿Cómo está?

-bien, muy rica-se limpió los labios antes de beber algo de limonada en un vaso de cristal fino.

-no esperaba aquella respuesta-confesó sorprendido por eso que vio desde que entró: los grandes ojos verdes.

-no había razón para mentir, es mi hermano el que se quita la ropa no yo-dicho eso se llevan su plato y le sirven ternera con guisantes.

Comen en silencio y al acabar una pequeña tarta de limón como ninguna que hubiera probado antes.

-estuvo delicioso. Le agradezco la comida-agradeció al concluir.

-fue un placer-sonríe e imita.

Lo acompaña a la entrada pero antes de abrir la puerta la detiene el dueño.

-¿solo su hermano se desnuda?-la pregunta no la creyó. Suponía que todo rico creí que podía tener entre sus piernas a quien quisiera pero ese parecía muy noble.

Sin decir nada se acercaron a sus labios y pensó muchas cosas: desde dejarse hacer para tener el trabajo seguro o rechazarlo para no parecer un fácil y eso lo intrigará más.

Optó por girar la cara y reír nerviosamente.

-espero verlo pronto, Kuchiki-sama-abrió la puerta y se retira.

-hasta mañana, Ciffer-san-sonríe al extraño chico que no tuvo ni un sonrojo a la invitación.

Había encontrado lo que buscaba.

Notas finales:

Gracias por leer.


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