Jongin sostiene el papel alargado unos momentos antes de que Chanyeol se lo arrebate de las manos. Alza los hombros, colocando el resto de la galletita de la fortuna en su boca y masticando.
—A vos te tocó algo bueno, ¡él mío dic "Deberás cuidar de tu salud por este semana o te enfermarás gravemente"! —suspira, repitiendo las acciones de Jongin y dejando el papel de lado.
—No creo en estas cosas —Sehun le lanza una mirada de reojo—. Y creo que Jongin tampoco.
El susodicho hizo una mueca, reafirmando las palabras de Sehun y volviendo a agarrar los palillos.
—No es más que tinta sin sentido. —dice simplemente, llenándose la boca de comida.
+
Esa misma tarde llueve. El inicio de una tormenta eléctrica que promete mantener a todos dentro de sus casas. Los que pueden, bah. Jongin, por ejemplo, necesita recorrer la mitad del barrio antes de llegar a casa.
Sube al bus empapado y de mal humor, buscando un lugar con la vista. Parece lleno.
Antes de que pueda empezar a gritar de frustración, divisa un asiento vacío junto a un chico de su edad (en apariencia, al menos).
Se acerca allí, ignorando las protestas mudas del otro mientras lo moja al sentarse. Al fin, ¿qué puede hacer? Suelta un suspiro y se relaja en el asiento, limpiando las gotas de agua que caen de su cabello sobre su rostro.
Siente la irritación emanar desde su acompañante, como agujas clavándose en su costado. Sonríe, arrogante y divertido a pesar del contexto.
—Es un tanto difícil permanecer seco con un clima como este, dame algo de crédito.
El otro pasajero se sobresaltó ante sus súbitas palabras. Lo miró con ojos grandes y Jongin piensa que hay un cierto aire inocente en él. No es su tipo especialmente, pero tampoco tiene un tipo muy definido. Es gay pero no se lanza sobre cualquier humano con un pene entre las piernas.
—No recuerdo haberte dicho nada, de todas formas —murmura el chico tierno, aunque sabe bien a que se refiere.
—Ah, tu mirada de desprecio fue suficiente —Jongin amplia su sonrisa ante el aspecto nervioso del otro.
—Metete en tus asuntos —advierte, tajante.
Me agrada esa actitud, piensa Jongin, corriendo otro de sus mechones empapados.
Bueno, ¿qué puede perder?
—Soy Jongin. ¿Tu nombre?
El chico tierno parece analizarlo un segundo y, viendo que no parece de los que se rinden fácilmente, admitió derrota con resignación.
—Kyungsoo.
—Bueno, Kyungsoo, te conviene darme tu número si no querés bajarte de este bus como si te hubieras dado una ducha rápida.
No tiene aspecto de estar bromeando, y a Kyungsoo no le gusta tomar riesgos.
+
—Me siento secuestrado —murmura Kyungsoo bajo su aliento.
—Estás aquí por voluntad propia —le recuerda Jongin, arqueando una ceja oscura.
El mayor se sonroja, evitando su mirada llena de diversión.
Después de una semana de ardua insistencia vía mensajes de texto, Kyungsoo acepta la invitación de Jongin para salir juntos. En un lugar público, claro, ya que "podrías ser un traficante de órganos o un asesino en serie D:" según uno de los mensajes que le envió a Jongin.
Un restaurante parece un lugar lo bastante público, y lo bastante amigable para romper el hielo. Además, es el favorito de Jongin, así que resulta el doble de satisfactorio para él.
Kyungsoo es más adorable aún de lo que parece, pero también tiene más carácter de lo que cualquier se imagina. Es tranquilo, tiene los pies sobre la tierra y le gusta cocinar. Jongin se dice "bien hecho" y lo convence de una segunda cita. Y luego una tercera, una cuarta y así sucesivamente.
A la sexta le pide que sea su pareja y, para su asombro, Kyungsoo dice que sí. Pero también le pide que deje de mandarle mensajes a las tres de la mañana o le envenenará la comida. ("¡Hablo en serio, Jongin!"). + Cuando vuelve a juntarse con Sehun y Chanyeol, es en el mismo lugar en que recibió su último presagio.
—Kyungsoo aceptó ser mi novio —les informa, sonriendo de lado.
—Entonces la galletita esa no estaba tan equivocada —Sehun parece reacio a creer en todo eso, pero aún así su tono es de sincera sorpresa.
—Para ambos parece —se lamenta Chanyeol, que acaba de recuperarse de una gripe que lo mantuvo en cama bastante tiempo.
—Te dije que no te fueras caminando bajo la lluvia ese día —regaña el más joven de los tres.
—¡No tenía otra opción! —Chanyeol sonríe (de esa forma suya: mostrando mucho los dientes y con su tic en uno de los ojos grandes y expresivos) y Sehun hace qye su ceño fruncido sea más pronunciado. Jongin espera que lo golpee en 3... 2... 1...
—¡Ay!
Recibe un mensaje de Kyungsoo entonces.
"¿Querés comer en mi casa hoy?"
Para cuando sus amigos regresan su atención a él, sólo ven el dinero suficiente para pagar su comida sobre la mesa.
"No esperes que me vuelva a casa esta noche "
Desde su casa, Kyungsoo se sonroja, maldiciendo lo directo que es Jongin a veces.
Sin embargo, lo cierto es que este era su plan desde el principio.