La gran academia privada “Cross”, situada en la parte alta, hablando económicamente, de Tokyo; específicamente, en una parcela la cual está ambientada en la época medieval, sin dejar atrás claro, las comodidades modernas de las cuales la misma no está ajena. Un establecimiento de prestigio, al cual sólo hijos de empresarios pueden acceder… Y uno que otro becado, que son alrededor del 5% del alumnado. Brinda un dichoso y envidiado paisaje, una gran laguna y un bosque de frondosos árboles. Sin duda, lo mejor de la región en cuestión, sueño de cualquier estudiante pero inalcanzable para la mayoria.
------------------------------------------------------------------
-Por favor hijo… ¿Estás seguro de lo que quieres hacer?-Insistía de nuevo una bella mujer, de 38 años, esbelta, cabello largo de un color castaño, el más claro, de rasgos finos y hermosos ojos color amatistas.
-Mamá…-Sonrió éste, y abrazó a su madre la cual lo necesitaba demasiado en ese momento.-Todo estará bien, ¿Ok?, es mejor así, además, si salgo bien de allí te sacaré de este lugar, y nos iremos a uno que de verdad merezcas…-Si, así era su hijo, Kiryuu Zero, un pequeño (todavía para ella) de 16 años que tomaba una decisión realmente importante y que como siempre, la sorprendía y se enorgullecía cada día más de él.
-Prométeme… Que cada vez que puedas, me vendrás a ver, ¿Sí?-Sabía que ponía en aprietos a su hijo, pero al menos necesitaba que le mintiera, para poder vivir con la esperanza e ilusión de esperarlo cada fin de semana que le restaba por vivir.-
-Sabes que si… -Le dio el último apretón y tomó su maleta, que cargaba llena de ilusiones, y valentía. El miedo lo quería llevar en un lugar muy lejos de él, por los pies si era necesario. Estaba a punto de tomar un camino que no sabía en qué terminaría, pero estaba seguro que daría lo mejor de él, pero no sólo por él, sino que también por su madre, su padre y su hermano gemelo Ichiru, que descansaban ahora en el cielo, y que estaba seguro que lo apoyarían como siempre.-Te extrañaré madre… Pídele a mi padre y a Ichiru… Que estén conmigo en esto…-A esto la madre sonrió, sin duda su hijo era lo único que tenía y lo que más la hacía feliz en ése momento. Su hijo partía, pero sabía que hacia lo correcto. Cuando abrió por fin la puerta de su humilde departamento el cual compartía con su madre, esta lo detuvo con un gran grito.-
-¡Zero!-
-¿Madre?-Zero la volvió a mirar y sonrió de la pena.- Oh… Cierto…-
-Casi olvidas tu uniforme escolar Zero…-La mujer cariñosa se acercó a él y le pasó la bolsa que contenía su uniforme.- ¿A que no es lindo?-Sonrió ella.-
-Lo es mamá… Se trata del uniforme de la gran academia privada Cross…-
-Oye… Ya vete, debe de estar por llegar el autobús que te recogerá.-La señora Kiryuu bendijo a su hijo y lo dejó ir finalmente, mirándolo desde el umbral de la puerta, mientras observaba como desaparecía entre las calles su pequeño Zero.
------------------------------------------------
En las instalaciones de la gran susodicha academia, un impaciente “adolescente” miraba desde su ventana como los autobuses llegaban con los nuevos miembros del establecimiento.
-¿Algún reporte de interés Takuma?-Preguntó cierto ansioso a penas notó que su gran mejor amigo, un rubio de hermosos ojos verde se adentraba en la habitación.
-Pues… Hay uno, Kaname.-El castaño se dio vuelta, llevaba su camisa desabrochada, y es que al sentir como gente nueva se unía al lugar, le quemaba horriblemente el cuerpo. Se dirigió a paso lento hasta su escritorio, allí se sentó y dio permiso a su acompañante que le imitara. Dio un pequeño suspiro y espero al reporte que había encargado.-Se trata de alguien en concreto, de un becado.-
-Hm… Interesante…-Confesó un poco “impaciente”.
-Es algo un poco preocupante. Averiguamos bien sobre esa persona, y tenemos una ventajas por el momento.-Comentó algo inquieto el rubio, sabía que su amigo era algo impaciente, y que se estaba controlando por abofetearlo y hacerlo hablar de una vez, pero era imposible decir todo de un tirón, tenía que ir lento, conociendo al castaño, era mejor ser precavido.-Bueno… Digamos que es ignorante a “ése” tema…-
-Takuma me estás desesperando… Y lo sabes.-Miró fijamente a su amigo, el cual dejo caer traicionera una gota de sudor por su frente, que se apresuró a hacerla desaparecer con la manga de su camisa beige.-
-Kaname… Uno de los becados, es hijo de uno de nuestros más grandes rivales.-finalizó por fin, con un nudo en la garganta.-
-¿Qué quieres decir…?-Kaname aun no caía en lo que le había dicho.-
-Quiero decir… Que ésta persona.-Le comentó entregándole unos expedientes de un curioso alumno nuevo.-Es el hijo de un cazador…-
Kaname miró la carpeta que tenía sobre su escritorio. Estaba algo conmocionado por lo que le había dicho el rubio, y es que hace mucho tiempo que no pasaba nada que le interesase en esas instalaciones, más que el cuidado de su pequeña hermana Yuuki, la cual ya no vivía allí, se había mudado a Italia, con su prometido. Apretó los puños al recordar eso; Un pequeño aparecido le había arrebatado a su hermana menor, y sabía que si le pasaba algo a ella, lo mataría en cuestión de segundos, pero, ¿Cómo saberlo?, pues lo tenía rodeado de espías y contactos los cuales lo vigilaban día y noche. Kaname Kuran, no era cualquier persona, tenía mucho poder, es más, era dueño de toda la academia Cross (a su “corta” edad), la cual la dirigía un muy amigo suyo, y por lo que tampoco llevaba su apellido; “Demasiado llamativo” pensó en ese momento, y lo sostenía. Abrió por fin la carpeta que contenía los datos “privados” del alumno nuevo, examinó con cuidado la imagen facial del chico, era imposible olvidarla de todas maneras, su físico era bastante peculiar, imposible de confundir. Luego miró detenidamente sus datos y se sorprendió, tenía razón su amigo, ése apellido, lo podía reconocer en cualquier lado.-
-Kiryuu Zero.-Pronunció finalmente el de ojos marrones.-El inconfundible Kiryuu… Murió hace un año, ¿No?-
-Exacto, incluso supe que murió con su hijo, que al parecer… También era como él… No sabía que tenía dos…-
-Sacrilegio… Tabú…-Murmuró Kuran, lo que pudo escuchar hábilmente el oji-verde.-
-¿Te refieres a la maldición de los gemelos?-
-Si… Sabes que los “Cazadores” tienen prohibido concebir Gemelos…-Kaname sonrió, estaba ante algo realmente fascinante. Sus ojos recorrían rápidamente toda la hoja.
“Edad: 16, Madre: Tsubaki Kiryuu, Becado, Fecha de Nacimiento… Masculino… Procedencia… Tipo de Sangre: AB-…”
-Dijiste que él ignoraba “eso”… ¿Te refieres…?-
-Zero-kun no sabe a lo que se dedicaba su padre, y estoy seguro… Que tampoco sabe cómo murió él y su hermano, porque no fue por una causa común y corriente… Y lo estamos por averiguar, Kaname.-Contestó el rubio ahora ya más tranquilo.-
-Perfecto… A penas lo tengas, me lo reportas enseguida… -A esto Ichijou Takuma asintió enseguida.-En cuanto a Zero…-Miró de nuevo la imagen del chico, era una verdadera obra de arte.-De él, me encargo yo.-
.