Dance n’ Art
-¿Una exposición de arte?
JongIn y KyungSoo comparten el almuerzo en la azotea. JongIn come un sándwich y KyungSoo una ensalada.
-Es este viernes. En el museo central. Iras conmigo, ¿verdad?-KyungSoo pregunta.
JongIn roba algunos pedacitos de lechuga de la ensalada de su amigo. El examen de audición para el grupo de baile es el viernes.
-¿A qué hora es?
-Mmm, comienza a las 3:30.
Una hora antes de las audiciones. Es su deseo más grande entrar en ese grupo de baile, pero KyungSoo es su mejor amigo. El chico del que ha estado enamorado desde primer grado.
-Ya sabes que si, SooSoo.
-No me digas así JongIno.
Ambos se envuelven en una pelea de cosquillas. Las risas se expanden, cuando KyungSoo ríe, muchas veces es a causa de JongIn. KyungSoo a pesar de ser un año mayor, es débil en comparación de JongIn. KyungSoo queda debajo de JongIn, mientras que este le toma con delicadeza las muñecas, colocándolas una a cada lado de la cabeza. JongIn deja de reír, y a KyungSoo la sangre se le agolpa en las mejillas. JongIn se acerca, y tal vez KyungSoo espera que llegue hasta sus labios y le bese. En su ensimismamiento, JongIn desvía su rostro a la oreja de KyungSoo.
-Hyung, es hora de regresar.
KyungSoo asiente. Recogen sus cosas y bajan hasta los salones.
Porque ambos sienten lo mismo y se comportan como unos idiotas.
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KyungSoo regresa solo a casa, los jueves JongIn va a actividades del club. Las actividades del club de KyungSoo son los lunes, cuando cocina bocadillos para el glotón de JongIn. Patea las piedritas. No le gusta ir solo a casa. No desde que JongIn se empeñó en acompañarle y dejarle sano y salvo.
“Estúpido Kkamjong”
Llega a casa. Sus padres no están, y prepara un poco de ramen. Si JongIn hubiese estado ahí, tendría que estar cocinando. Cocinando para JongIn y su apetito voraz.
Pero JongIn no está, y es por eso que odia los jueves.
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La música lo eleva, es sentirse infinito. Imparable e imposible. Repite los pasos. Escucha los aplausos que resuenan en su mente y vuela a un escenario, el primer aplauso que va a recibir va a ser el de KyungSoo.
-Bien hecho Señor Kim, tome un descanso.
-Lo has hecho bien Kai. Quizá pronto me superes.- YiXing bromea.
JongIn ríe. Golpea el brazo de YiXing amistosamente. Toma de la botella de agua y busca algún bocadillo de los que KyungSoo prepara para él, no están en su mochila.
-Rayos, los olvide.
-¿Uh? ¿Qué olvidaste?
-Los bocadillos que KyungSoo me prepara. Tengo mucha hambre.
JongIn frunce los labios. YiXing sonríe.
-A veces creo que dependes demasiado de KyungSoo, al parecer es tu oxigeno o algo así.
-¿Dependo de KyungSoo?
-Me refiero a que son como imanes. No importa cuánto trates de alejarlos, se atraen.
JongIn se sonroja. No ha pensado en eso. Pero sonríe, porque realmente depende de KyungSoo. JongIn odia cuando está lejos de su amigo, y la constante es que no importa si disfruta bailando.
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Talla sus ojos. La lamparilla tintinea, ha olvidado comprar baterías. Acomoda sus apuntes en su mochila. La noche es larga y templada, decide ir a dormir. Guarda sus lapiceros, en el interior de su cartera sobresale un cuaderno con mala pinta. KyungSoo siempre ha sido cuidadoso en lo que a sus cuadernos o cualquier cosa se refiere. El cuaderno malgastado luce, en caligrafía increíblemente torpe, Kim JongIn Clase-D.
-¡Rayos!
JongIn le pidió que revisara su tarea. Abre el cuaderno, corrige algunos errores en los problemas de algebra. Sonríe, JongIn ha mejorado mucho. Le gusta que se esfuerce. Le gusta ese estúpido de JongIn.
Hojea el cuaderno, algunas hojas caen. Levanta la hoja amarilla, la lee. Las letras coloridas, resaltan el título: “Audiciones EXO-Dance”. Jueves, 4:30.
Suelta unas lagrimillas. JongIn ha esperado esas audiciones, sin embargo decidió cambiar su sueño por acompañar a KyungSoo. No lo entiende, y de cualquier modo no hay nada que entender.
Algo cálido aprieta su corazón. La exposición vendrá el próximo año, pueden verla juntos.
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La estación se mueve, no para. KyungSoo ha comprado dos tickets. Lleva un paquete de galletas en el bolso. JongIn se acerca, KyungSoo ríe, las chicas no dejan de mirar a su amigo.
-¡Hey! ¿No es tarde para la exposición?
-Podría ser.
-¿Podría ser?
KyungSoo asiente. Saca el paquete de galletas. Se lo entrega a JongIn, este brilla y rápidamente coge algunas y las devora.
-Están deliciosas.
-Son hechas especialmente para ti.
JongIn se sonrosa. Suben al tren. KyungSoo no ha parado de sonreír, y JongIn lleva galletas a su boca cada que puede.
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-KyungSoo-Hyung no creo que el Museo quede por aquí.
KyungSoo no contesta. Son las 4:25. KyungSoo toma la mano de JongIn, lo arrastra corriendo por las calles de Seúl.
-Woah. ¿A dónde vamos?
-Es un secreto. Sigue mi ritmo.
Han corrido algunas calles, ambos jadean. KyungSoo se detiene frente a un edificio grande. El anuncio de letras plateadas da un show espectacular. “SM Entertainment”. KyungSoo saca el volante de su chaqueta y se lo entrega a un sorprendido KyungSoo.
-¿Hyung? La exposición solo es…
-No importa. Alguna vez prometí siempre apoyarte en tus sueños, no voy a cambiarlo por una exposición de arte.
JongIn alucina. La adrenalina sube por su espina dorsal. Lanza su cuerpo contra el de KyungSoo, lo abraza. Se aleja, toma los costados de la cabeza de KyungSoo. No está seguro, pero no va a permitir que esta oportunidad se esfume. Borra esos centímetros que lo separan del paraíso que son los labios de KyungSoo. JongIn baja sus brazos a la cadera de KyungSoo y se aferra. KyungSoo se pierde, inconsciente lleva sus brazos al cuello de JongIn y eleva su cuerpo de puntitas.
-JongIno, llegaras tarde…
Ambos se alejan. Felices, con motivos de sobra.
-Aquí voy.
JongIn toma la mano de KyungSoo. Luego habrá tiempo de confesiones.
Después, ahora hay que disfrutar.
|FIN|