Se podía decir que Kyungsoo era un estudiante medio. No tenía sobresalientes, era de estatura media y las personas lo consideraban “bonito” sin llegar a gustarle a nadie realmente.
Pero al mayor no le importaba, él era feliz no recibiendo demasiada atención de la gente. Pasando desapercibido de vez en cuando. Su grupo de amigos había sido el mismo de toda la vida. Era una persona más.
JongIn era exactamente lo contrario, Era buen alumno, tenía a quien quisiera en la palma de su mano. Con su piel morena voz gruesa y altura, muchos lo catalogaban como “El chico perfecto” , aquel quien cualquier chica con las hormonas por las nubes desearía tener.
Nada los unía. No compartían materias, ni frecuentaban los mismos sitios, uno era la antítesis del otro.
- Jongin - El moreno gira la cabeza hacia el pequeño que lo llama, Sehun uno de sus mejores amigos
- Para un poco - dice carcajeando. Kai, como le gustaba que le llamasen frunció ligeramente el ceño - ¿Qué pare el que? - pregunta algo alterado.
- ¿Cómo el que? La estas mirando desde hoy, pareces un depravado sexual con esa cara - el ceño del moreno se frunció un poco más, casi haciendo que sus cejas se juntaran
- ¿La? - dice en un susurro. Jongin no estaba mirando a ninguna chica, si no que estaba concentrado en Kyungsoo, que se reía con un grupo de chicos y chicas.
- Si - Responde Sehun seseando, para luego abrir los ojos desmesuradamente -¡No me digas que lo estabas mirando! - El más pequeño prácticamente lo grito, haciendo que todos allí en la cafetería giraran hacia ellos. Jongin le pego al rubio en la nuca, sintiendo un tibio calor en las mejillas debido a la vergüenza.
Sin poder contenerse empezaron a reírse, Sehun golpeo juguetonamente el hombro del mayor para ponerse algo serio luego - ¿Enserio? - pregunto dejando escapar un suspiro - ¿Sigues colado por el no? Nunca dejo de gustarte - Jongin suspiró mordiendo su labio inferior y pasandose las manos por sus ojos, tratando de ordenar sus pensamientos.
- ¿Por qué lo dejaste? Nunca me lo contaste - dice el menor lentamente, tanteando el terreno. Jongin odiaba hablar de “ese” tema, se ponía de mal humor y se encabronaba. Habían tendido una relación amorosa en el pasado, pero por un capricho del menor todo se había ido a la mierda y terminaron separándose.
Lo que Jongin nunca le había confesado a su amigo, era que en realidad Kyungsoo había terminado esa relación y por su culpa.
- Otro día te diré Sehun- responde indiferente, e instintivamente su mirada viaja hasta el mayor. Lo extrañaba. Amaba estar con él, sentir sus abrazos, sus besos. Cierra los ojos fuertemente apartando ese dolor molesto que siente en su pecho al recordar lo que una vez fueron, deseando volver a serlo de nuevo. Al abrirlos su mirada choca con la de Kyungsoo que lo mira indiferente, el moreno trata de sonreír pero solo logra hacer una mueca son su boca y apartar la mirada avergonzado.
Desde que no están juntos lo nota más feliz o eso es lo que cree el moreno. Kyungsoo en realidad se muestra falsamente ante aquellos a los que quiere porque no desea preocupar a nadie, en realidad sufre por aquel chico al que dejo hace tiempo.
Kyungsoo se siente infeliz e incompleto, necesita del otro para sobrevivir. Ya son seis meses desde que no le ve, ni le siente. Su corazón duele. Con la angustia en la garganta se disculpa con sus compañeros diciendo que el aire le falta y que saldrá unos momentos a recomponerse. Nadie sospecha que lo que en realidad valla a hacer, sea llorar.
Jongin observa como el mayor se levanta de su asiento, excusándose con sus compañeros y saliendo por la puerta. - Ve idiota - escucha a su lado, pero no sabe si debe hacerlo, tiene miedo. -Jongin, déjate de estupideces y anda con el - vuelve a insistir Sehun.
El aire fresco golpea su cara, con la mirada baja camina un poco hasta llegar al borde del mirador, apoyando los brazos sobre la baranda. Ninguno emite palabra solo se quedan en silencio mirando ausentemente hacia la ciudad, cada uno metido en sus pensamientos.
- ¿Cómo estás? - Pregunta Jongin sacando valentía de donde no tiene, sintiéndose inseguro a cada momento. Solo recibe una mirada acusadora y una ceja que se alza irónicamente. Sabe que el mayor no va a responderle, le conoce a él y a su orgullo.
El moreno traga duro mientras mete las manos en los bolsillos del pantalón, el viento mueve ligeramente su flequillo y Kyungsoo siente su corazón oprimirse ¿Por qué es tan precioso? Se pregunta incansablemente.
Jongin juega con una piedrita la pisa, la patea - Kyungsoo, yo quiero hablar - empieza tímidamente el moreno que es rápidamente interrumpido por el mayor que lo mira con rencor.
- ¿Ahora quieres hablar? Ya es tarde Kai, déjalo estar - Le cuesta decir esas palabras, le duele en lo más profundo de su ser, pero su orgullo es mayor.
Jongin se olvida de como respirar por unos segundos, la angustia se le junta el garganta impidiéndole tragar y aumentando las ganas de llorar. Desvía la vista parpadeando y ahuyentando las lágrimas.
- ¿Lo es? - Pregunta una última vez, rogando con su tono de voz. Kyungsoo es débil frente al menor, no importa lo que quiera aparentar sigue enamorado de aquel infantil e inmaduro ser. Suspira girándose para quedar frente a él
- Kyungsoo yo, yo te juro - No puede seguir porque las palabras se le quedan en la garganta, allí donde está el nudo, y no salen. -No Kai, déjalo ¿Si? No nos hagas más daño - susurra el mayor, girándose y dándole la espalda dispuesto a volver dentro del local.
Pero las manos de Jongin se mueven solas hacia las de su hyung, si este va a ser realmente el fin, quiere terminarlo de la mejor manera para no arrepentirse después.
Tira fuertemente del mayor, haciéndolo chocar contra su pecho y abrazándolo por los hombros. Besa suavemente su cabeza guardando su perfume en la memoria, para recordarlo cuando ya no este. Kyungsoo no puede evitar envolver sus brazos alrededor de la cintura del menor, acariciando su espalda, escondiéndose en su suave cuello.
- Te voy a extrañar hyung - Dice contra su oído ahogadamente, no puede evitar que una lagrima caiga desolada por su mejilla. El mayor lo aprieta mas contra su cuerpo, no puede decir nada, siente que si habla se derrumbara. Los dedos de Jongin buscan la cara de Kyungsoo, acariciándola con sus dedos y recorriendo las facciones que ya no va poder besar. Su dedo índice acaricia los labios exuberantes pensando que va a ser la última vez que los sienta contra los suyos.
- Te amo - Susurra antes de juntar sus labios. Kyungsoo cierra los ojos, mientras las lágrimas se les escapan, va a ser la última vez que este así con el menor. Pensar en eso lo destruye. Solo fue un roce entre sus bocas y el menor se separa solo unos centímetros buscando los ojos de su hyung, pidiéndole permiso para una última vez.
Kyungsoo besa la punta de su nariz, mientras sus dedos rozan el cuello del menor. Por ultimo deja un beso en la comisura de sus labios.
Así es como Jongin ve partir otra vez a Kyungsoo, que se aleja de él ahogando las lágrimas, tragándose su jodido orgullo y quedándose solo, otra vez.
Una semana ha pasado desde ese encuentro, Ninguno de los dos puede seguir sin el otro. Baekhyun observa a Kyungsoo hundirse en la miseria, sin poder hacer nada. Pero siempre hay una segunda solución y más si tu novio es el mejor amigo del otro ser infeliz.
Es así como Chanyeol y Baekhyun, idean toda una red tratando de volver a unirlos. El mayor ha invitado a Kyungsoo a su aparto con la excusa de películas y palomitas para levantarle el ánimo, el otro simplemente lo trae convenciéndolo con la idea de una falsa fiesta.
El timbre suena y Kyungsoo frunce el cejo ¿Baekhyun esperaba a alguien? Escucha como la puerta se abre, reconociendo la inconfundible voz del novio de su mejor amigo. ¿Qué hoy no estarían solos? se cuestiona.
Asoma la cabeza por la puerta, encontrándose con lo que menos se imaginaba. Los ojos de Jongin están tristes y caídos, de alguna forma sabe que es por su culpa, eso le hace doler más. - Hyung - susurra el menor cuando lo ve, abriendo sus ojos sorprendidos.
En ese momento es cuando Kyungsoo se da cuenta del plan de su amigo. Y se enoja por ese hecho.
Jongin quiere escapar de allí, no cree ser lo suficientemente valiente para estar en la misma habitación que Kyungsoo y no largarse a llorar. Para colmo los otros dos, han ocupado los asientos individuales, obligándolo a sentarse junto al mayor.
Ambos están estáticos en sus lugares mientras la película de terror transcurre. Jongin sabe que el mayor tiene miedo y en cualquier momento va a gritar asustado pegándose y escondiéndose detrás de su cuerpo. Eso de alguna manera lo deja más intranquilo que antes.
La escena provoca miedo en Kyungsoo, quien inconscientemente toma la mano del moreno apretándola. Parece no caer en cuenta de lo que está haciendo y Jongin siente que se va a morir allí mismo. Sus manos agarradas fuertemente le trae recuerdos, se había olvidado como se sentía su toque, había olvidado lo cálido que era Kyungsoo.
Muerde su labio inferior apartando las ganas de llorar, desviando la mirada. Se desprende de su agarre yendo a la cocina. Kyungsoo cae en cuenta de lo que pasaba y mira su mano ausentemente para después mirar la espalda del moreno que se perdía al entrar en la cocina.
Sentado sobre la mesada Jongin recuerda momentos pasados, donde su Hyung lo amaba tanto como él lo hacía ahora. Con el dorso del buzo limpia las lágrimas que ya no puede ocultar.
Kyungsoo se da cuenta que este sufrimiento es inútil y no tiene fundamento. Habiendo tantas personas que no pueden estar juntas y amarse con total libertad, ellos desperdician ese privilegio.
Con paso decidido se dirige a la cocina, bajo la atenta mirada de los otros dos, que se miran cómplices. La escena que presencia lo destruye. Sentado en la mesada con las manos tapando su cara esta Jongin, llorando.
Kyungsoo se acerca temeroso, parándose a un costado del menor apoyando una de sus manos sobre el muslo del moreno. Que rápidamente levanta la mirada aclarando su garganta y limpiándose las lágrimas en el buzo, dejando roja e irritado esa zona.
Jongin siente la mano de su hyung caliente ahí donde lo toca, se odia por seguir sintiéndose de esa manera frente al contacto del mayor. Kyungsoo no sabe qué hacer, que decir. Tímidamente abre las piernas del menor metiéndose entre ellas mientras Kai lo mira confundido.
Sin decir palabra, abraza la cintura del moreno dejando apoyada la cabeza contra su hombro. Jongin está estático ¿Qué está pasando? ¿Por qué Kyungsoo actúa así? ¿No se da cuenta de que lo lastimas con aquellas acciones?
- Abráceme Jongin - Pide en un murmullo Kyungsoo y Kai no puede evitar pasar las manos por sus hombros, apretándolo contra su pecho. Unos segundos trascurren en silencio, disfrutando de la compañía del otro.
Jongin no quiere hablar, teme decir las palabras incorrectas. Lentamente se separan, Kyungsoo apoya sus manos a cada costado del moreno sobre la mesada. Sus ojos se encuentran, ambos muestran desesperación y deseo.
Lentamente Jongin acerca su cara a la del mayor, quien ladea un poco la cabeza esperando sentir ese contacto que tan loco lo vuelve. Sus bocas chocan levemente, es un instante que se siente por todo el cuerpo de Kyungsoo, lo extrañaba tanto.
Sin poder quedarse quieto, Kai toma la cara de su hyung entre sus manos y lo besa. Primero en la frente, bajando por la nariz y frotándo sus labios suavemente en la punta para terminar besándolo en los labios. Sus bocas están cerradas, Kyungsoo hace más presión estampándose contra los labios del contrario.
Ladeando un poco y aprovechando que el mayor abrió solo un poco los labios, toma el inferior rosándolo apenas con la lengua, antes de morderlo y tirar hacia afuera.
- Te extrañe - susurra una vez que lo suelta, tratando de normalizar su respiración.
- Jongin, lo siento - dice suavemente, pasando los brazos por el cuello y trayéndolo a un nuevo abrazo. - ¿Vamos a casa? - Jongin suspira “a casa”,había soñado con el día en el que Kyungsoo se lo pediría.
El mayor mete la llave en la cerradura, abriendo la puerta del departamento y dejando pasar al moreno primero. Kai camina hasta el gran ventanal que tiene la pieza, mirando hacia la cuidad, como muchas otra veces había hecho. Siente unos brazos que rodean su cintura y un cálido pecho que choca contra su espalda. Muerde los labios conteniéndose. ¿Qué sigue ahora?
Unos suaves labios se posan contra uno de sus hombros sobre la ropa. Puede sentir la cálida respiración del mayor contra su cuello
- Hyung…- Empieza el discurso, soltándose a regañadientes y girando para tenerlo de frente. - Ya no soy el de antes, fui un estúpido dejándote ir… yo, yo no soy feliz -
Traga tratando de recomponerse - Cuando me dijist ediós, me di cuenta de lo vacío que me sentía sin ti. Lo siento, una y mil veces. Te amo - alza la mano ahuecando la mejilla del mayor.
- Cursi - responde Kyungsoo sonriendo, toma la mano del contrario, girando la palma hacia arriba y besando el interior. En un rápido movimiento entrelaza sus dedos y los observa, amaba ese contacto.
- Yo también te amo, Jongin -
Jongin no lo puede creer, mira la cama que antes compartían. ¿Hacia cuanto no se acostaba allí y abrazaba a Kyungsoo susurrándole cosas al oído? Siente su corazón acelerarse al pensar en esos momentos, al saber que podrá volver a vivirlos sin temor de perderlo otra vez.
- Ya puedes entrar - Kyungsoo sale del baño con un simple piyama que no recuerda habérselo visto puesto. Entra en el baño y en un costado encuentra su piyama. El mayor no lo había donado ni lo había quemado, no, lo había guardado. Eso aumento la felicidad en el corazón del moreno.
Al salir la visión lo deja perturbado, Kyungsoo estaba tapado hasta el cuello, aparentemente temblando. Kai ríe de lado antes de subirse a la cama y gatear hasta el menor, poniéndose sobre él. -¿Cómo has hecho para dormir hyung?- pregunta inocente. D.O sufre de insomnio, y se agravaba en invierno con el frio, que te cala por los huesos y le hace sentir incómodo.
El mayor hiso puchero tentando al moreno, que bajo la cabeza chocando sus labios, sonrió cuando se separaron para volver a besarlo esta vez más intensamente, mientras sus lenguas jugaban un interminable juego.
Jongin calló hacia un costado en la cama, lanzando un gran suspiro. Se sentía tan bien volver a lo que tanto extrañaba y necesitaba. Miraba absorto el techo, sin darse cuenta que Kyungsoo se había sentado y lo miraba entretenido.
A Kai la remera se le había subido un poco, dejando ver su estómago, plano y moreno. Los dedos del mayor de deslizaron solos, rozándolo primero supericialmente, haciendo figuras abstractas que lograban estremecer a Jongin, para despues apoyar la palma completa.
- Hyung…- dijo bajito y algo avergonzado - ¿Me rascas la espalda?- Kyungsoo carcajeó, seguía siendo el mismo. Sus mañanas no habían cambiado, gracias a dios.
El moreno se giró boca abajo, levantándose un poco la remera para facilitarle el trabajo. Con una sonrisa en los labios el mayor acariciaba con sus uñas la espalda bien formada del moreno. Incluso su cuerpo seguía siendo el mismo. Rápidamente se cansó y empezó a hacer figuras abstractas sobre su espalda. Pensándoselo un poco mejor, se incorporó dejando un suave beso sobre la nuca del moreno. Sin perder más tiempo se abrazó contra la espalda, dejando todo su peso sobre el Kai.
Jongin ahogo una risa, al sentir como Kyungsoo lo apretaba protectoramente y se deja hacer. Kyungsoo respira sobre el cuello del menor mientras deja besitos por todo su cuello. - Menos mal que has vuelto - Dice después de dejar el último beso y levantarse de encima del otro.
En la cama, sentados en posición de indio, se miran fijamente. Kyungsoo juega con sus manos nerviosamente, tronándose los dedos y mordiendo su labio inferior. Jongin acaricia una de sus rodillas subiendo hasta sus manos. Se miran unos instantes antes de que el mayor recordara que mañana tenía trabajo, y que ya era demasiado tarde. Mañana sería imposible levantarse.
Se acomodó mejor sobre la cama, tapándose hasta la cabeza. El moreno se metió entre las mantas abrazándolo por la cintura, pegando todo su pecho contra la espalda de Kyugnsoo - Hyung…- exclama Jongin - Estas muy flaco, tu cintura esta tan diminuta-
El mayo se sonroja, y trata de empujarlo. Si estaba flaco era por su culpa, pero no se lo diría. No tiene sentido.
- ¡YAH! Duérmete - Jongin haciendo poco caso, baja la mano metiéndola dentro de la remera, sintiendo el plano estomago caliente. Siguió bajando hasta que se encontró con unos huesos que sobresalían de sus finas caderas.
Sus morenos dedos contorneaban el hueso, acariciándolo. Al parecer Kai tiene una nueva parte favorita del mayor. Sonríe mientras vuelve abrazarlo dejando un beso detrás de la oreja, y escondiendo la nariz en el hueco de su cuello.