Capitulo: 1 vida en Egipto
Los recuerdos de sus vidas pasadas iban y venían, pero si pusiéramos todos los recuerdos juntos de cada uno, nos contarían una historia llena de amores, secretos y de pasiones bajas.
En un palacio de la antigua civilización egipcia. Se encontraba un pequeño niño de solo 12 años.
En ese reino él ya se consideraba un hombre hecho y derecho; pero todos en ese lugar sabían, que él pequeño a un le faltaban años antes de que fuera un hombre.
Él pequeño tenía un año viviendo en ese enorme palacio, ya que su tío él faraón lo avía tomado bajo su protección. Puesto que sus padres, habían contraído una enfermedad in-curable en ese tiempo.
Él pequeño, todos los días iba a orarles a todos los dioses que conocía, para que uno de ellos se apiadara y le salvara a sus padres. Pero parresia que ninguno de ellos le hacía caso.
Esa mañana no se sentía con muchos ánimos, ya que el había escuchado a los doctores decir que ya era cuestión de días para que sus padres falleciera. Esta noticia tenía muy mal a niño, él solo quería más tiempo junto a sus progenitores.
-¿Qué te pasa?... pregunto un joven castaño de ojos azules, el cual era su segundo tío
Él pequeño que se encontraba sentado en el piso, cerca de las escaleras. Que daban a un patio real mente hermoso.
Solo miro con unos ojos cristalinos y le dijo. -tío por que los dioses no me escuchan *el pequeño preguntaba inocentemente pero el hombre solo lo miro con desprecio.
-Mocoso estúpido… Los dioses no escuchan a cualquiera…, *contesto y paso de largo, él pequeño se paro rápidamente y corrió hacía su tío, tratando de detenerlos.
-¿Entonces a quienes si los escucha? *Pregunto él niño con esperanza de poder encontrar a alguien que hablara por él.
*El castaño lo miro con superioridad y con su dedo le pego en la frente; lo cual en segida le dejo una marca.
Él pequeño, sobo su frente con mucha fuerza ya que realmente le había dolido. En ese instante otro hombre apareció y dijo.
-A todo mundo, él castaño volteo a ver al recién llegado hombre y la expresión que puso fue con el seño fruncido que decía, estás loco o qué?...
-asi es seth…, los dioses nos escuchan a todos.
Él pequeño miro con detenimiento a su recién llegado tío y solo pudo sonreír con toda su energía.
-¡En serio! *dijo* él pequeño que poseía unos ojos color violeta realmente grandes.
-por supuesto que si los dioses crearon este mundo y se encuentran en todo lo vivo y todo lo murete, este hombre decía estas palabras con tanta confianza que él pequeño rápidamente miro todo su alrededor.
-“no deberías decirle mentiras”... él ya no es un niño para que le sigas contando cuentos.
Él oji-azul se acercó seductoramente hasta su primo y le toco el hombro.
-es mejor que no lo engañes, *dijo* y salió caminando del lado opuesto de aquel hombre; por un largo pasillo
Él pequeño escucho a la perfección lo que él oji-azul había dicho y él hombre noto que él niño se había deprimido.
-No le hagas caso... Seth está celoso porque tú estás más cerca de ser escuchado por los dioses que él.
El pequeño alzo su rostro y dedico una sufrida sonrisa, lo cual le rompía el corazón al actual faraón.
-Yugi… *se escuchó*
Él enano desvió la mirada y dio unos pasos de lado hacía las escaleras de piedra.
-Quiero hablar contigo… él pequeño no tenía ganas de hablar con nadie se sentía muy abatido, pero no le quedaba de otra ya que su tío era realmente bueno con él y sus padres y no quería hacerle una grosería que lo molestara he hiciese que los corriera, asi que respondió lo mejor que pudo.
-Claro mi señor… *él pequeño se inclinaba lentamente*; pero al parecer al joven faraón no le gusto su reverencia y frunció en seño…
Él faraón se acercó al niño y lo tomo del brazo he hiso que lo mirara – ¡Te he dicho que me enfada que hagas eso!
Él pequeño entro en pánico su tío jamás lo había tratado asi; él era toda ternura y amor con él, asi que él chiquillo gimoteo.
-Lo siento no lo volveré a ser
Él joven faraón seguía mirado a la hermosa creatura que sujetaba con fuerza y en un acto de amor lo abrazo contra su pecho, -No… no… perdóname tú a mi no debí enojarme por una estupidez. Él faraón empezó a acariciar. El pequeño cuerpo del niño y sínicamente clavo su nariz en el cabello del que ahora sujetaban susbrazos, empezó a respirar el aromo de aquel niño, ¡sí! Un niño ya que él tenía 18 años y ante sus ojo él solo era, un crío prohibido.
No era un secreto que el faraón deseaba a su sobrino, y estaría bien porque él ya era un hombre según su cultura y no tenía nada de raro que fuera su sobrino ya que en muchos lugares era común casarse con familia cercana. Bueno con acepción de los hijos y madres.
Pero él faraón no tenía la bajeza de tomarlo sin su permiso y mucho menos de insinuárselo ya que él sabía que el muchachito no se negaría por miedo de ser echado a la calle con sus padres enfermos.
Seth su primo. Por parte de su tío; hermano de su difunto padre le decía que dejara su caballerosidad y lo tomara, pero a él le aterraba que el pequeño niño lo odiara de por vida, más bien él quería tenerlo el resto de su vida para amarlo y respetarlo, pero él solo era un niño ante sus ojos.
Y él no abusaría de su posición para tenerlo a su lado, por eso él esperaba a que el niño llegara a amarlo tanto como él ya lo hacía.
Un pequeño gemido, muy provocador se le escapó a Yugi, -¡ahm…! Faraón...
Mas para los oídos del poderoso joven; fue nulo el sonido que hiso su pequeño,
-No… puedo… respirar!, el joven y muy sexy rey escucho el no… puedo… respirar… como si fuese una declaración de guerra, y rápidamente lo soltó.
-lo siento no medí cuenta que te estaba lastimando, el pequeño miro al grande y le regalo una sonrisa infinitamente hermosa, -está bien… pero dígame de que es lo que me quería decir, el crío trato de cambiar de tema y desvió su mirada ya que últimamente su tío y protector, lo ponían algo raro. y siendo tan pequeño no sabía que era.
-bueno ayer por la noche decidí que empezarías a recorrer el reino con migo, él ojivioleta no entendía que era lo que su protector quería lograr con eso ya que el no tenia fas en los asuntos del reino; ha sí que él chico se aventuro a preguntar el por qué de esa decisión
- bueno pequeño últimamente te siento muy abatido y creo que será bueno para ti salir a tomar algo de aire fresco.
Pero en lo primero que pensó el niño fue en sus padres, él no quería alejarse de ellos pero si su protector se había tomado la molestia en pensar en él no tenía otra opción que complacer a su tan perfecto tío. pero a un asi pregunto.
-y mis padres… no quiero separarme de ellos por mucho *dijo*.
-el joven amo noto que el pequeño se angustio a sí que le sonrió y le *dijo con una tierna voz* qué por cierto solo él conocía
-No iremos por todo el reino solo iremos a montar cerca del castillo; y al rio para que te relajes un poco al atardecer regresaremos ok
Él pequeño pelo los ojos como huevo ya que desde que él había ido a vivir a ese lugar jamás había podido salir para nada y la oferta sonaba tentadora. En fin solo serian un par de horas y mientras sus padres podrían estar dormidos y no tendría que preocuparse mucho por ellos.
-De acuerdo… *contesto con una enorme sonrisa la cual llenada de satisfacción al faraón*
-Entonces en 30min… saldremos, asi que ve a cambiarte
En otra parte del palacio el joven Seth, lidiaba con trabajo que claro su primo le había dejado. Con el pretexto de que ese día lo tomaría para ir a chapuzar con el mocoso ese.
Seth cada día se sentía más agobiado su trabajo como sumo sacerdote de todos los dioses, asesor político, consejero real, el ser un Visir no era fácil, todas estas funciones las manejaba ala perfección a su 19 años, pero el pobre joven no conocía nada más que el trabajo, de hecho soñaba que trabajaba y al despertar solo pensaba en revisar una vez más su trabajo alistado, se podría decir que lo hacía inconsciente mente y esto lo estaba amargando lenta mente.
Toc… toct… alguien estaba tocando a la puerta él joven alzó la vista hacía la puerto y emitió la orden -pase, al abrirse la puerta se vio un joven con cuerpo atlético con la piel morena y cabello largo de color morado.
-que pasa Reht, te dije que hoy tenía trabajo en el palacio y que te hicieras cargo del templo por un día, lo sé señor pero es que paso algo que no podemos controlar sin el cetro del milenio, seth sonrío y se levantó de su asiento, -bueno bueno esta bien vamos a ver qué fue lo que mi aprendiz… de sacerdote hiso mal, seth era bueno a su modo creía en el valor de la amistad y en el respeto por la vida y el duelo de mostros, a comparación del seto del futuro, aun que su más grande defecto rea que era muy honesto y en ocasiones sin querer lastimaba a las personas con sus palabras.
Pero más allá de los muros del palacio la vida común y corriente trascurría monótonamente ya que el reino estaba en su apogeo todo mundo vivía en paz incluyendo un rubio de ojos color miel y que poseía una piel tan blanca como la leche, sus padre decidieron ir a vivir a Egipto ya que habían oído que era un reino muy pacifico y que era gobernado con respeto y honor.
Él rubio ayudaba en casa de cualquier forma y todo lo hacía alegremente, y para llevar dinero a casa el joven cuidaba ovejas que eran de todo el pueblo, todas las mañanas recorría los corrales del pueblo para juntar a los animales y llevarlos a pastar, en ese tiempo Egipto no era todo árido pero no todo era verde.
Gracias a RA gozaban de unos cuantos pastos para los animales, él rubio ese día se despertó tarde y como alma que lleva el diablo corría por todo el pueblo. Pidiendo disculpas por el contratiempo; pero todos conocían al chico de 14 años de edad, todos sabían perfectamente que él era un buen chico y que podían confiar en él, ya que desde que el llego a ese lugar les había cambiado la vida con solo ver lo todas las mañanas con su hermosa sonrisa y su muy buen humor, todos decían que era un regalo de RA, era un pequeño rayo de luz en sus vidas.
Las ovejas ya estaban reunidas en un solo lugar solo faltaba que el rubio las guiara hacía los pastizales cerca del rio; él chico empezó su procesión cuando se escucharon los relinchidos de los caballos de la escolta real, todos los habitantes se escandalizaron por la llegada de los potros reales, los cuales llevaban al sacerdote de RA… una pequeña anciana se acercó a ellos y con una sonrisa les dejo… -oh! mis señores nos honran con su presencia aquí en el sur del pueblo, díganos amos en que podemos servirles.
Él rubio que ya estaba por salir hoyó como reverenciaban a los llegados hombres y como por arte de magia él rubio se echo a reír a carcajada tendida, lo cual molesto a cierto oji-azul por la falta de respeto hacía su presencia, pero seth solo lo ignoro y sujeto la mano de la señora de edad y poso un beso sobre ella, lo cual dejo con los ojos abiertos al rubio, seth le sonrió a la señora y le dijo; -tienen que permanecer en casa todos los niños pequeños hasta nuevo aviso, él rubio no le podía quitar la vista al oji-azul ya que él jamás en toda su vida había visto tal porte y amabilidad, lo cual dejo hechizado al pequeño mientras se le escavaban los sonrojos.
-¿Por qué? Mi señor, preguntaron barios aldeanos que miraban con curiosidad
Él castaño retomo su postura de superioridad y contesto con una voz graba y potente, -que ningún menor de edad salga de casa hasta nuevo aviso ya que BAKU, se volvió loco y se está comiendo las almas de los niños.
(baku es un demonio de la mitología japonesa que se come las pesadillas si tu selo pides pero el baku de esta historia/ se comerá las almas de los niños, este demonio se caracteriza por su cuerpo, el cual siempre esta formado por muchos tipos de animales, ya sea trompa de elefante, patas de oso o cuerpo de cebra.)
Asi que mientras no lo capturemos tendrán que ocultar a los niños, todos los aldeanos con muchos ánimos le rezaban a los dioses para que BAKU no se apareciera por la parte sur del reino.
Asi los hombres se fueron con rumbo a las pirámides de Anubis… (Señor de las necrópolis), para poder encontrar una forma de atrapar al demonio BAKU comedor de almas/inocentes.
Él pequeño rubio seguía parado frente a una fuente, algo consternado por los anuncios de los guardianes de los templos, pero sus pensamientos fueron dirigidos hacía una persona en especifico, su hermana pequeña que solo tenía 2 meses de edad, pero bueno su madre no sacaba para nada a su pequeña hermana asi que no tenía por qué preocuparse, asi que siguió por su camino, hasta llegar a los pastizales, en donde cuidaba de las ovejas, -vaya hoy si que hace calor, se dijo el rubio a sí mismo, el camino del pueblo hacia los pastizales era largo, tenias que cruzar una parte del desierto para poder llegar hasta ese lugar, él rubio estaba acostumbrado a cruzar por el árido lugar pero ese día el dios RA destellaba como nunca y eso empezaba a lastimar la tersa piel del joven pastor, pero este parresia no notarlo.
Mientras el rubio buscaba buena pastura para los animales; dos chicos con peinados de puercoespín, galopaba feliz mente.
-espera vas muy rápido, dijo el joven faraón al oji-violeta, pero el pequeño no prestaba atención a lo que su tío le indicaba, ya que él pequeño se estaba divirtiendo mucho y quería ir más rápido, le gustaba como se sentía la brisa en todo su cuerpo, pero él faraón estaba aterrado de que algo le pudiera pasar al amor de su vida, asi que rápida mente se emparejo con él y sujeto las correas del caballo.
-te dije que no fueras tan rápido, él niño lo miro con asombro y algo de vergüenza ya que no sabía por qué su tío siempre lo sobre protegía.
-lo siento!... dijo y empezó a jugar con sus deditos con las mejillas ruborizadas y los hombros encogidos.
Para él faraón eso era lo más provocativo que él oji-violeta podía hacer, sonrojarse y pedir disculpas, ya que tal acto lo hacía verse más lindo de lo común.
-está bien pero de regreso quiero que vayas a mi ritmo, entendido!... miro él faraón al niño, con un mirada severa, por su parte él peque… solo asintió con la cabeza.
Él joven gobernante bajo de su caballo, y el chiquillo se sorprendió al ver los movimientos de este, ya que se puso a su lado y le extendió los brazos, en señal de ayuda para, poder descender de su potro. -bueno desde aquí nos iremos a pie ya que el camino es algo estrecho y no podrán pasar los animales.
–de acuerdo, la mirada del chiquillo mostraba algo de sorpresa, pero también curiosidad ya que su tío de la nada había cambiado los planes trazados.
Asi los dos empezaron a caminar y para ser más a mene el camino el chiquillo empezó una conversación trivial.
-vaya no sabía que en Egipto hubiera tantos arboles, decía con mucha energía él chiquillo, observando todo a su paso.
-si todos en el mundo piensan que el reino del Nilo es seco e infértil; asi siguieron por un rato hasta llegar a su destino.
Pero mientras él faraón cambiaba repentinamente de planes; cerca del templo de Anubis se discutían los planes para atrapar al demonio Baku.
-El sumo sacerdote esta aquí… se escucho un grito desde una torre, barios ansíanos corrieron a recibirlo, los ansíanos vestían ropas de una pieza las cuales por ser completas eran más caras, también se veían anillos de oro macizo con algunos enormes rubís.
Uno de los viejos se acerco hasta donde se encontraba el recién llegado seth; cuando el joven se acerco el viejo hiso una reverencia y trato de besar la mano del muchacho pero este lo desprecio ya que ese tipo no era de su agrado; todo mundo pudo lograr ver el desaegher, pero eso no importo ya que rápidamente el sumo empezó un cuestionario.
-como llego tan rápido hasta la capital, sin darnos cuenta, nadie contesto todo mundo solo inclinaron sus cabellas en forma de vergüenza, el castaño los miro, a cada uno de ellos lentamente.
-que les diremos a las madres que han perdido a sus pequeños, el regaño que estaban recibiendo por parte del sumo era más que un solo regaño ya que él sumo sabía perfectamente que las almas que ese mostro se había comido, no renacerían en otra vida y eso era muy doloroso para los creyentes de la reencarnación, ya que en otras cultura espiritual ( como la hindú) se dice esto: que las personas que te rodean, como tu mamá, papá, hermanos, novios, etc.…, tú ya los conocías por otra vida, pero en esa vida tal vez tú eras la mamá de tu mamá o el novio de tu hermano etc.…
-bien caballeros déjenme decirles que todos ustedes son una bola de ineptos, incompetentes, -me sorprende que sepan hablar o no más bien me sorprende que recuerden respirar, las palabras del oji-azul eran frías y con sarcasmo muy bien definido.
-pero basta de estupideces y mejor díganme ya lograron encontrar su nido, uno de los soldados alzo la frente y contesto –lo siento mi amo pero los padres de los niños no recuerdan como era de hecho, parece que les borraron la memoria breve mente.
-maldito ese miserable está decidido acabar con el reino, si estoy en lo cierto… porqué… escogió este lugar, no hay mucha cordura en eso oh!... al menos que esté buscando algo; estas palabras las dijo en voz baja, pero Reht lo había escuchado y entonces Reht dijo: –oh! a alguien, ultima mente han llegado muchos forasteros.
Él castaño enfoco su vista en su aprendiz, -es mejor que te equivoques por que si es asi entonces no es el mismo BAKU que nosotros conocemos, y nuestros poderes no serán útiles, el único que puede hacerle frente a ese demonio es RA en persona. (Recordemos que en Egipto el faraón era el hijo de RA asi que a él se refieren cuando dicen que RA esta en persona)
-y!... qué aremos Seth, preguntaba algo asustado el chico aprendiz; y trataba de sujetar sus piernas para que estas dejaran de temblar.
Seth lo miro y le regalo una sonrisa de lado, -que no es obvio!... respondió él castaño.
-Vamos a cazarlo como la rata… qué es, al terminar con lo dicho agrego una exuberante carcajada, cualquiera que lo viera podía decir mil cosas, como que él chico necesita descansar de su trabajo oh! qué tomara menos café; pero era más que ovil que era la primera, tantas obligaciones lo iban a matar, ya que él no era Barbie, como para tener todos los oficios del mundo.
Cuando él maniático termino de reír empezó a dar órdenes, como si de eso dependiera su vida.
-la escolta real irán con migo, a interrumpir el día de “spas” del faraón, los máximos sacerdotes diríjanse a cada región del reino para estar prevenidos, ¡ah… un que estoy seguro!... que él sigue en esta región, cada máximo se llevara un escuadrón de mi ejercito personal; las tropas del faraón se atrincheraran en los pueblos cércanos al palacio.
Asi rápidamente se movilizaron todos los presentes, para cumplir las órdenes del sumo sacerdote.
Mientras el faraón se divertía y el sumo sacerdote trabajada; un joven rubio perseguía a las ovejas con desesperación, no entendía que era lo que les pasaba a los animales, estaban actuando algo raro ese día, parresia que algo las incomodaba, pero él rubio no sabía qué era lo que pasaba con ellas, una de los animalitos corrió colina a bajo, el pobre animalito estaba real mente asustaba, algo en la colina las estaba asustando y él pastorcito no se percataba de la presencia extraña.
El chico volteo y dijo -vamos no otra vez… {Todo el día me la he pasado de arriba para abajo, que es lo que pasa hoy por que todas quieren ir colina a bajo, ¿ah!... caso querrán tomar agua?}
Asi sin más preámbulo él oji-miel guio a todo el rebaño colina a bajo a tomar agua; pero antes de terminar de desalojar el campo el rubio sintió la presencia de alguien, *él chico miro por todas partes pero no encontró nada con la vista, pero su cuerpo se erizó al escuchar el viento silbar*
Una vez en el rio las ovejas se sentían más tranquilas y el rubio lo noto, {bueno… ahora que están más tranquilas creo que podre descansar un poco} * él muchachito se tiro* bajo la sombra de un árbol que estaba a la orilla del rio, sin embargo eso no fue muy duradero ya que la espalda del chico se encontraba algo ardida por el sol, las punzaba que le causaba el ardor eran insoportables asi que se quito la ropa y se metió al rio para calmar el dolor. Las ovejas miraron al pastor, y sin ningún temor lo siguieron para refrescarse.
Los animalitos jugaban con él chico y a pesar de su quemada él rubio también se divertía con los animales.
Continuara >>>