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You cannot stay here por LuluCady

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Notas del capitulo:

Fummm! no se como pude, me llego la inspiración para este oneshot que en realidad sera en varios capitulos tal vez unos tres... es muy largo así que nada... espero y les guste mucho.

El constante sonido del timbre del celular no dejaba de sonar, como pudo busco a tientas el aparato. Abrió un ojo sintiendo como los rayos del sol le daban de golpe haciendo así que volviera a cerrarlo con fuerza provocando así un fuerte dolor de cabeza.

El aparato volvió a sonar de nueva cuenta provocando que el muchacho diera un bufido exasperado, contesto aun sin abrir los ojos.

-¿Diga?- hablo con voz ronca y reseca, sin ganas.

-¿Qué mierda? ¿Sigues durmiendo?-contesto una voz totalmente furiosa del otro lado del teléfono-¡Mierda, mierda! Luhan son las 8:45 de la mañana ¿No piensas venir?

-¿Eh?-dijo el chico un tanto confundido.

-Es el día de la entrega del trabajo ¡Idiota!

Luhan dio un brinco abriendo los ojos tan grandes como pudo restándole la importancia a los incandescentes rayos del sol. ‘’Mierda’’ pensó.
¿Cómo era posible que se le pudiera olvidar el puto día de la entrega del trabajo?, se dio un gran golpe mental, había trabajado un mes ¡UN MES ENTERO! Sin salidas, ni fiestas, ni aire, ni vida social. Se levantó rápidamente de la cama tropezando y maldiciendo por ello.

-¿Sigues ahí? Luhan trae tu maldito culo rápido- grito exasperado Kris del otro lado del teléfono.

-Ya voy en 20 minutos estoy haya- le dijo Luhan y colgó.

Agarro lo primero que vio sin importarle si la ropa estaba sucia o limpia, no tenía tiempo para eso, se dirigió rápidamente al baño y se cepillo los dientes con tanta fuerza que hizo que le sangraran las encías, se hecho un poco de agua en el cabello para tratarlo de acomodarlo sin lograr nada.

Se dirigió de nuevo a su habitación y busco su mochila por todas partes encontrándola debajo de la cama ¿Hace cuánto que no limpiaba su habitación? Pensó, pero ahora no era tiempo para preocuparse por ello. Camino hasta su escritorio y tomo una carpeta donde se encontraban los papales más importantes en ese momento. Clavó rápidamente su vista en el reloj que colgaba en su pared marcando las 9:00 am, maldijo de nueva cuenta y corrió hacía las escaleras bajándolas en brinquitos.

 

Corrió lo más que puedo hasta la parada del bus que quedaba a unos 10 minutos de donde vivía pero milagrosamente llegó en 5 minutos, dejándolo sin aire y con un dolor terrible en el estómago, sin embargo había llegado tarde el bus había arrancado provocando en Luhan un pequeño bufido cansado, el próximo bus pasaba en 10 minutos si bien le iba, así que sin pensárselo corrió detrás del él haciendo señas al conductor para que este lo notara.

De pura suerte, el señor que conducía dicho bus logro divisarlo y se paró en una esquina. Luhan subió dando fuertes inhalaciones tratando de llenar sus pulmones con un poco de aire. Le dio gracias al conductor, y se sentó dejando caer todo su peso cansado en uno de los asientos de atrás dando un sonoro suspiro.

El bus freno de repente haciendo que sonaran las puertas al abrirse dejando pasar a una persona tal vez con la misma suerte que él se había cargado esa mañana, sin embargo ni miro, no le importaba y así cerro los ojos para tratar de regular su respiración.

 

-Eres un idiota enserio, no puedo creer que hicieras esto- dijo Kris un tanto molesto.

-Lo siento- se disculpó el rubio haciendo uno de sus típicos pucheros cuando trataba de conseguir algo, en este caso el perdón del más alto- Además tú tienes la culpa ya sabes que yo soy muy distraído, te hubieras quedado tú con el trabajo- le recrimino.

-Bueno, ya sabes que yo sería peor y Yixing ni se diga- le contesto el alto un tanto burlón.

-A mí no me metan en esto- dijo Yixing cruzándose de brazos tranquilo- Pero yo les dije que no era bueno ir a beber un día antes de la entrega del trabajo, pero como siempre ustedes y su frase ‘’solo se vive una vez’’ y ‘’cuando seas viejo, vas a querer repetir esto’’, pues tomen su…

-Ya entendimos Xing, cállate- contesto Kris un tanto molesto.

Y es que era la verdad, ¿A quién es su sano juicio se le ocurría ponerse a beber sabiendo que al día siguiente tendrías que entregar un trabajo que literalmente equivale a todo tu promedio? Sin embargo lo hecho, hecho estaba. De pura suerte el profesor quiso recibirles el trabajo con el pretexto de que Luhan debía atender unos asuntos urgentes familiares.
Su cabeza empezaba a doler a horrores, se había olvidado del dolor gracias a la corrida y preocupación pero ahora sentía que literalmente moría.

-Lulu ¿Vienes?- pregunto Yixing suave palmeándole el hombro.

-Pasó, gracias- contesto y les dio una sonrisa un tanto forzada.

El rubio vio como sus amigos se alejaban tomados de la mano, sonrío ante aquella escena y dio un ligero suspiro lastimero "¿Y yo cuando podre encontrar a alguien?’’ pensó un tanto triste.
Y es que conquistas no le faltaban pero nadie había hecho que sintiera la necesidad de compartir toda la vida con alguien, o el simple hecho de sentir dinosaurios, dragones y unicornios en el estómago como se lo había contado Yixing. Él estaba inclusive cansado de la vida que llevaba tan monótona, tan sola porque aunque tuviera unos increíbles amigos seguía sintiéndose solo y vacío.

 

Le dolía tanto la cabeza que decidió irse temprano de la universidad a descansar, si bien había llegado tarde por qué no irse temprano. Se colocó sus audiófonos haciendo así que la música sonara creando su propio escenario, estaba tan concentrado en la canción que ni siquiera se percató de la presencia de una chica bajita que le hablaba tímidamente.

-¿Decías algo?- pregunto amable Luhan quitándose los audífonos.

La chica lo miro nerviosa dando un sonoro suspiro tratando de darse fuerzas.

-Oppa- dijo tímidamente- Quisiera que lo leyeras, dicen que es verdad pero espero y un día me digas si crees que lo sea- le dijo casi en un susurro entregándole un folleto un tanto colorido.

Luhan lo tomo amable y leyó la portada.

-"El hilo rojo del destino’’- susurro y quiso reírse por algo tan tonto, sin embargo no lo haría por qué él no era de esa clase de persona grosera.

-Creo que yo encontré mi otra mitad- le dijo repentinamente la chica y sonrío tímida, dándose cuenta de que la otra mitad de que ella hablaba era él.

No fue grosero pero tampoco le dio una respuesta ante su declaración, simplemente guardo el folleto en su mochila y le sonrío amablemente para así irse.

 

Decidió tomar el camino largo a casa en donde tenía que pasar por un gran y tranquilo parque, si bien le dolía a horrores la cabeza sin embargo había un buen clima, estaban a pleno otoño su estación favorita.
Caminaba lento, disfrutando el crujir de las hojas caídas sintiendo que esa era la mejor música para sus oídos, después recordó el folleto que esa mañana la chica le había dado. Lo saco de donde estaba y comenzó a leerlo.

"El hilo rojo del destino’’ el título en sí ya le daba gracia ahora el contenido era mucho mayor burla "un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo o lugar o de las circunstancias. El hilo puede tensarse o romperse pero jamás…’’

No logro terminar de leer ya que un peso le había golpeado haciendo así que cayera contra el frío suelo rapándose su mano. Dio un quejido y dirigió la vista hacía el provocante del accidente quien también estaba tirado en el suelo tocándose la mano.

-Lo siento, lo siento mucho en verdad estaba distraído y no te vi, discúlpame- le dijo rápidamente el joven tratando de ayudar al rubio.

-Tranquilo, yo también tuve la culpa- contesto el rubio ayúdense del joven para poder levantarse.

-En verdad lo siento- volvió a reverenciarlo.

Cuando levanto la vista Luhan quedo sin aliento por unos segundos, aquel chico era hermoso según él.
Cabello castaño que le llegaba hasta las cejas, ojos pequeños como si estuviera soñoliento, nariz fina, boca pequeña y rosada, mejillas levemente sonrojadas por la vergüenza y piel clara y pura, tan delicada. Si a Luhan se le había parado… el corazón.

-¿Estas bien? ¿Te lastimaste?- pregunto preocupado el castaño "Su voz es aún más linda’’ pensó el rubio dándose cuenta del ceceo que el joven tenía- ¿Te lastimaste la cabeza?- pregunto de nueva cuenta.

Luhan reacciono y sonrío un tanto avergonzado dándose cuenta que se le había quedado viendo como un bobo.

-No, no te preocupes no pasó nada grave- le dijo amable agachando un poco la vista- ¿Tu estas bien?

-¿Yo?, ah sí estoy bien- contesto el castaño un tanto tímido bajando también su cabeza y entonces se dio cuenta que el rubio tenía un pequeño raspón en su mano- Tienes un raspón- le informo.

-Ah sí no es nada grave- contesto Luhan restándole importancia- Tú también tienes uno- le dijo tomándole lentamente la mano para ver mejor aquella herida.

El castaño sintió la cara hervir de la vergüenza a lo que el rubio de dio cuenta de lo atrevido que había sido soltando lentamente la mano del otro.

-Creo que no es nada grave- le dijo Luhan tratando de calmar el incómodo ambiente.

El castaño sonrió tímido y agacho su vista a la altura de sus pies dándose cuenta de un papel tirado en el suelo. Se agacho lentamente y lo rejunto leyendo el título.

-"El hilo del destino’’- dijo en voz alta- Esta leyenda es muy interesante.

-¿Crees en ello?- pregunto curioso el rubio.

-Sí, yo creo en todo lo que tenga que ver con el destino- contesto el chico un tanto avergonzado por decir aquello- "El hilo puede tensarse o enredarse pero jamás romperse’’.

El rubio se dio cuenta que era el párrafo en el que se había quedado antes del accidente y sonrío nervioso ¿Acaso eso era lo que hacía el destino?

-¿Tú crees en ello?- pregunto curioso el castaño.

-Antes no…Soy Luhan, Xi Luhan- le dijo tímido extendiéndole la mano al otro chico  sonriéndole alegremente.

-Sehun, Oh Sehun…

Tal vez su mañana no había sido tan mala como había creído el rubio, tal vez lo del destino no era tan falso, tal vez ya no se sentiría tan solo, tal vez… había encontrado lo que tanto estaba buscando.

 

 

-Hannie ¿Dónde está mi camiseta negra con estampados?- grito Sehun desde la recamara.

-¿Cuál la de manga larga?- pregunto gritando el rubio desde la cocina.

-No, esa no, la que no tiene mangas- contesto el otro.

Luhan se dirigió hasta la habitación, dándose cuenta que el llevaba aquella camisa que buscaba su pequeño, se paró en el marco de la puerta tratando de llamar la atención de Sehun quién estaba muy concentrado buscando dicha prenda por todas partes.

-Ejem- carraspeo el rubio haciendo que el otro se girara y le viera.

Sehun sintió que el corazón le dejaba de latir poco a poco, Luhan llevaba su camisa preferida pero en vez de molestarle libero una sonrisa un tanto coqueta, la verdad es que esa camisa le quedaba condenadamente bien, dejando ver sus bien torneados bíceps y su piel clara como la porcelana, igual de frágil.
El rubio se dio cuenta de la acción del chico y le limpio la comisura de los labios en broma.

-Deja de babear Sehunnie, harás un mar de babas aquí- bromeo y el otro se sonrojo por ello.

-Tu eres el que provoca esto- le dijo acercándose a él, tomándolo de la cintura pegándolo.

-¿Yo?-pregunto Luhan fingiendo inocencia-Yo no hago nada, simplemente la encontré por ahí y me la puse. La verdad es muy cómoda…

-Y además te queda muy bien- interrumpió Sehun un tanto coqueto.

-¿Eso crees?-le respondió Luhan de igual manera acercándose a él, casi rosando labios sintiendo la respiración del otro chocar contra la suya.

-Así es Lulu- le dijo en un susurro y lo beso.

Lo beso despacio sin prisas y con amor, tratando de explorar más detalladamente su boca. Sin embargo el rubio quería hacer el contacto más cercano y placentero así que mordió el labio inferior del más alto haciendo que abriera más la boca para introducir su lengua recorriendo toda la cavidad de este y hacer que ambos soltaron unos pequeños suspiros de placer.
Mientras tanto Sehun recorría cualquiera parte de Luhan que estuviera al descubierto, tocándolo con suavidad como si de un cristal delicado se tratara. La temperatura estaba subiendo en aquella habitación sin embargo el más alto se vio a la tarea de frenar cuando el rubio lentamente lo dirigía a la cama desesperado por conseguir algo más.

-Este…y-yo, tengo que irme se me hace tarde para el trabajo- se excusó con la mismo de siempre dejando así a un Luhan un tanto alborotado y excitado.

Sehun recogió  sus cosas rápidamente y se despidió con un pequeño beso en la comisura de los labios del otro. Luhan lo miro entre molesto y lastimero, y Sehun comprendía muy bien aquella mirada sin embargo no se sentía preparado, no quería lastimar a Luhan aunque fuese lo que él quisiese, pero tenía miedo y esa era la verdad.

Antes de irse le susurro un pequeño te quiero a Luhan quien solo lo miro triste, juntando las piernas para esconder la cabeza entre sus rodillas.

Hacía dos meses que eran pareja, sin embargo no habían pasado a nada más que besos calientes, caricias y roses provocativos, pero en si no pasaba nada de nada. A veces Luhan pensaba que el castaño no lo quería o que no le gustaba de esa manera, pero él sabía que no era eso. Tal vez el menor estaba muy nervioso como para llegar a más y la verdad es que Luhan también. Suspiro y se fue a bañar para tratar de bajar aquella erección que Sehun le había dejado.

 

 

 

-Hyung, creo que esta es la última caja- dijo Sehun cargando una caja beige, un tanto pesada.

-Deja que te ayude- le dijo el ahora pelirosa, tomando la caja suavemente para así ponerla en el suelo.

Ambos soltaron un suspiro de tranquilidad que duro poco al ver todo el cajerio que había en la sala, sin embargo los dos sonrieron contentos, habían dado uno de los tantos pasos importantes… mudarse juntos.

Luhan le había propuesto hace tiempo a Sehun que se mudara con él a su departamento, el cual era pequeño pero suficiente para los dos, sin embargo el menor se negaba excusándose así que primero quería terminar su último año de la preparatoria bien y con un Luhan un tanto provocativo no sería buena idea. Así que este le prometió al mayor que se mudaría con él apenas se graduara, y ese día había llegado al fin.

Sehun se acercó al mayor poniéndose atrás de él para así poder abrazarlo y hundir su cabeza en el cuello de Luhan quien no dejaba de sonreír.

-Tenemos mucho por hacer-le dijo el pelirosa sujetando los brazos del menor apegándolo más a él.

-Es cierto-le contesto el otro- Pero no hay prisa- beso el cuello del mayor, embriagándose por el aroma de este.

Entre risas y besos cariñosos se llevaron toda la tarde tratando de acomodar las cosas, sin embargo les fue difícil terminar con todo así que se dirigieron a la ahora cama de ambos. Apenas Luhan se recostó y Sehun ya lo había envuelto entre sus brazos dándole un beso en la frente.

-Te quiero- le dijo Luhan al otro.

-Te quiero- le contesto.

Su vida si se podía decir ahora "juntos’’, había comenzado y la verdad es que ambos jamás habían experimentado aquellos sentimientos que ahora sentían el uno por el otro. Ambos durmieron con una sonrisa en sus bocas.

 

 

-¡Mierda Luhan, pero ya te dije que ella no es nada mío!- volvió a gritarle exasperado el rubio al pelirosa.

-¿Entonces por qué estabas tan abrazado a ella? ¿¡EH!?- chilló con rabia el mayor abriendo la puerta del departamento fuertemente, seguramente molestando a los vecinos, pero sí era así que importaba, después se disculparía.

-Ella solamente se acercó a mí y me abrazo, yo no le correspondí simplemente trate de sepárala de mí amablemente-volvió a decir el joven- solamente que tu llegaste en mal momento viendo mal las cosas.

El más bajo lo miro con rabia y sin más se retiró de la sala para así encerrarse en su habitación.
Sehun lo siguió con la mirada y una vez que lo perdió de su vista se froto con rabia la cara ¿Por qué no comprendía que para él Luhan era el único en su vida? Sin embargo la cólera que tenía le había nublado la vista, haciendo que se dirigiera hasta la habitación en donde el mayor había entrado hasta hace unos momentos.

-¡LUHAN! ¡ABREME CARAJO!- grito furioso dando golpes con los puños cerrados provocándose así una herida.

-¡LARGATE!- Le grito tanto que sintió que quemaba.

Con un fuerte empujón la puerta por fin pudo abrirse quebrándose un poco, nada que después no pudiera reparar.
Entonces lo vio, estaba hecho un ovillo en un rincón cercano a la ventana llorando fuertemente. Sin embargo eso no lo detuvo, lo tomo bruscamente por los brazos levantándolo y zarandeándolo.

-¿ACASO NO TE BASTA CON ENGAÑARME? ¡TODAVÍA VIENES A MALTRATARME!- le grito con rabia, mientras las lágrimas corrían aún más.

-¿ACASO ERES IDIOTA?

-¡OH PERO MIRA QUIEN HABLA! EL SEÑOR NO ME ACUESTO CONTIGO POR QUE ESTOY MUY OCUPADO ACOSTANDOME CON OTRAS. ME DAS ASCO, TE ODIO- le grito y se dio cuenta de la estupidez que había cometido, pero ya no había vuelta atrás lo había dicho.

Sehun lo miro dolido, aquello le había dolido más que mil cuchillos atravesar su corazón. Soltó a Luhan lentamente y se giró en sus talones tratando de marcharse.

-¿Por qué no me tocas? ¿Por qué no me haces el amor? ¿Acaso no te gusto?- pregunto el mayor casi en susurros, pero lo suficientemente para que el otro pudiera escucharlo.

Se quedó parado allí sin poder moverse, sin poder hablar pero como pudo soltó entrecortadamente.

-Tengo miedo Luhan, solo eso.

-Yo también, pero no quiero ser un cobarde-le dijo acercándose a él- por favor quiéreme como se quieren las otras personas, demuéstrame cuanto me quieres- lo abrazo por detrás y escondió su cabeza en la espalda del alto llenándola de lágrimas.

El menor volteo lentamente para quedar frente a frente con el otro, lo agarro del mentón y le hizo que le mirara. Le limpio con el pulgar las lágrimas que había estado soltando y le beso en los labios, un simple puro y casto beso.

-Es tu día de suerte Lulu- bromeo y lo beso de nueva cuenta pero esta vez un beso más necesitado.

Aquel beso sabía a dolor, rabia, vergüenza, placer pero sobre todo a amor.
Luhan rodeo con sus brazos el cuello del menor mientras este lo tomaba de la cadera acercándolo más a él, sintiéndolo un poco más. Esta vez Sehun era quien tenía el mando y mordió el labio del mayor para así poder introducir su lengua explorando aquella boca que le encantaba.
La temperatura fue aumentando, haciendo que las ropas sobraran y ahí se encontraban los dos en la cama solo en ropa interior, explorándose cada centímetro de piel, lamiendo cada punto placentero, sintiendo como con solo un rose podían llegar más allá del cielo.

-Sehun- gimió el mayor al darse cuenta de que el otro le lamía los pezones con tanto entretenimiento.

Sin darse cuenta los roles habían cambiado, ahora Luhan se encontraba arriba de Sehun lamiendo y mordiendo el cuello de este haciendo que el menor soltara suspiros totalmente excitantes para el otro.
Fue bajando hasta su estómago repartiendo besos, hasta que llego al elástico de la ropa interior de Sehun, jugo un poco con el resorte y después beso el miembro erecto del rubio por encima de los bóxer.

-¡Oh dios mío!- gimió el menor al sentir el aliento caliente de Luhan.

-Hunnie, ¿Te pongo mucho no?-pregunto Luhan inocente- Y eso que todavía no eh comenzado- le sonrío con picardía y retiro la molesta prenda dejando así expuesto el miembro del rubio.

Lamio toda su extensión y después mordió suavemente la punta, tratando de no lastimarlo, después se metió todo lo que le cupo a la boca marcando así un compás.
Sehun por su parte, no dejaba de gemir y decir barbaridades hacía los cuatro vientos y es que Luhan hacía que se sintiera en las nubes. Lo tomo de la cabeza e hizo que el movimiento fuera más rápido a lo que gustoso Luhan accedió.

Por el placer se había vuelto loco, habiendo visto unicornios rodando en la recamara y entonces de repente una explosión se hizo presente. Había tenido su primer orgasmo.
Soltó un gran gemido ronco y delicioso según los  oídos del mayor quien se había tragado la esencia del menor.
Sehun intentaba recuperar el aliento sin embargo se había dado cuenta que para esas cosas Luhan era demasiado coqueto y con mucho aguante, ya que se encontraba comiéndole la boca de nuevo, haciendo que probara de su misma semilla.

-Todavía ni te recuperas de uno y ya se te está parando de nuevo con un beso- bromeo el pelirosa restregando sus miembros.

-Mira quién habla, te vez muy cara de ángel pero eres un demonio- lo beso con pasión de nuevo- uno muy sexy.

Se posiciono entre las piernas de Luhan abriéndolas, después hizo que Luhan lamiera tres dedos los cuales Sehun metió para prepararlo.
Luhan dio un quejido, no había recordado que fuera tan doloroso por que en sí Luhan ya lo había hecho antes pero aún seguía sufriendo por ello.

-Hyung ¿Te duele mucho?-pregunto nervioso Sehun, mientras movía sus dedos dentro del otro.

Luhan solo negó lentamente con la cabeza, haciendo que continuara con aquel trabajo. Al poco tiempo estaba rogando por más.
Antes de penetrar a Luhan, Sehun lo vio a los ojos y lo beso tiernamente en los labios.

-Luhan- lo llamo- Te amo.

Y pareció que el tiempo se había detenido, haciendo que el corazón de Luhan diera un vuelco, unas lágrimas se le escaparon.

-¿Estas bien? ¿Te lastime?-pregunto preocupado Sehun.

Sin embargo el rubio lloro aún más con mayor fuerza. Y sonrío como nunca antes había sonreído en su vida.

-No sabes cuánto tiempo he esperado para esto, no te das ni una idea- le dijo y lo beso con amor- Te amo.

Y entonces después de seis interminables meses, eran uno. Luhan jamás se había sentido tan completo como aquella noche, era feliz y era gracias al destino… por poner a Oh Sehun en su camino.

Notas finales:

Si ven algún error gramatical o queja o comentario lindo djenme reviews se los agradecería mucho :)


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