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Hannibal por Nero Sparda

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Notas del fanfic:

Bueno, no termino una cosa cuando ya voy comenzando con otra; este fic está ambientado en la serie que acaba de salir, situada antes de Dragón rojo y que se basa en la relación de Will Graham y el doctor Lecter antes de ser atrapado.

 Creo, hasta ahora, que no contiene spoilers.

Notas del capitulo:

Nao-chan, creo que el ultimo capitulo me inspiro, era lo que necesitaba, ese y lo que ocurrio con Da Vinci lograron sacar mis demonios inspiracionales xD

 

Los personajes no me pertenecen y solo fueron usados con fines muy recreativos.

Will Graham se acomodó el alborotado cabello y comprobó su imagen por enésima vez en el espejo de la pared mientras esperaba su turno en el consultorio.

Jugo la camisa entre los nerviosos dedos y volvió a alisarla después de haberla arrugado, sus ojos iban de la puerta cerrada hasta el sillón y volvían a hacer el mismo recorrido una y otra vez, mas ansioso a cada segundo que pasaba y esa puerta continuaba cerrada.

Suspiro, se mordió el labio inferior e intento parecer calmado cuando escucho unos pasos que se dirigían a él con tortuosa calma, espero su turno, procuro una mirada cansada para cuando la puerta se abrió y el Doctor Lecter dejo salir a su paciente.

Apenas si se fijó en el hombre que salía y le recorría curioso con la mirada antes de adentrarse en las profundidades de aquel conocido consultorio, el aroma a madera lo tranquilizo, porque iba impregnado del aroma de su propietario y curiosamente eso le mantenía relajado, le era reconfortante contar con la ayuda de semejante especialista, y charlar con el resultaba mucho más terapéutico estos días que su mente le jugaba malas pasadas.

—Will, pareces estar un poco nervioso, ¿gustas un vaso de algo?

Negó, recorrió la habitación, observando a detalle aquellos volúmenes que descansaban sobre los estantes atiborrados de conocimiento y después volvió sobre sus pasos para tomar asiento frente a su querido psiquiatra.

Los días se le hacían eternos hasta ese momento, en cuanto sus ojos se encontraron sintió el confort y la cercanía de aquel hombre.

—Bueno ¿has tenido pesadillas nuevamente?

Will volvió a negar mientras jugaba sus dedos largos y las uñas mordisqueadas, un mal hábito, se dijo, y posiblemente a Hannibal le disgustaría verlo de aquel modo tan ansioso, pero ya no podía controlarlo, era algo demasiado…profundo en su persona.

Le miro de nuevo, sus ojos se encontraron con los azules que parecían curiosos por su sepulcral silencio, y bajo el rostro.

¿Cómo demonios se lo diría?

¿Qué pensaría?

Seguramente pondría como pretexto su relación de médico-paciente para cortarle las alas sin lastimarlo.

¿Cómo le diría que no había dejado de pensar en el desde su última consulta?

¿Qué esperaba más que ansioso la siguiente?

¿Cómo decirle que gracias a él las pesadillas aminoraban apenas un poco, que su mente se distraía y podía pasar las tardes rememorando el sonido de su voz?

¿Cómo exponer todas esas cursilerías frente a otro hombre?

Nunca se creyó gay, que el supiese siempre le habían gustado las mujeres aunque había salido con muy pocas por su inestable carácter y la forma en que su cerebro trabajaba, pero sentía que Lecter lo entendía, comprendía esos pequeños detalles que a él le asustaban tanto.

— ¿Sucedió algo?

Bueno, tendría que hablar en algún momento, su cabeza debía dejar de trabajar en pensamientos sin sentido y en modos de confesarse, debía planear una estrategia, algo que le confirmara que Hannibal sintiese lo mismo que él, sin delatarse, por supuesto.

—Creo…creo que me gusta alguien.

Sus ojos oscuros se elevaron tímidamente hacia los ojos azules que le observaban inquisitivos, una ceja enarcada lánguidamente, tan delicado el gesto que por un momento creyó que se lo había imaginado. Hannibal no se inmuto ante su declaración y simplemente asintió.

—Bien, ¿puedo preguntar de quien se trata?

Will bajo el rostro y sintió que le ardían las mejillas por la molestia, tenía el ceño fruncido, ¿Por qué no preguntaba otra cosa? ¿Por qué había sido tan tonto de decirle aquello? Suspiro exasperado y llevo la diestra a rascar su nuca.

—No creo que funcione, es decir, mírame…mi forma de ser no encaja con la mayoría de las personas y…dudo que acepte que me gusta de buena gana.

Claro que no, no podría, era difícil que alguien totalmente estable aceptara a un futuro psicópata que se contenía a saber Dios porque.

—No soy bueno para nadie, no soy estable, mi mente trabaja a diferente ritmo que las demás…tú lo sabes, sabes cómo funciona.

Sus ojos se encontraron de nuevo y esta vez encontró algo de comprensión en la mirada azul celeste del doctor, quien bajo el pequeño cuaderno que había situado entre sus largos dedos y ahora contemplaba a Will con suma seriedad.

—No hay ningún problema con tu forma de ser, simplemente es un tipo de perspectiva diferente que tienes del mundo, y eso a menudo es lo que se busca en una relación.

Bien, no creía que estuviese chalado, eso era ya un avance. Will se envalentono y le miro a los ojos con la misma seriedad que veía en el rostro ajeno.

— ¿Qué buscas tú en una relación? Si fueses a salir con alguien… ¿Qué sería lo importante?

Por un momento las facciones tan perfectas y estoicas del doctor parecieron deformarse en una mueca de sorpresa y diversión, Will se quedó observándolo, analizando, tratando de descifrar hasta el último detalle de aquel misterio.

—Supongo que lo que cualquier busca en una relación, la compatibilidad de pensamiento y carácter, alguien capaz de ver a través de mis ojos, si no bien de entenderme y ser como yo, que mantenga una idea de lo que soy.

Will asintió, una idea de lo que Hannibal era, bueno, resultaba fácil pensar en el doctor como un magnifico chef, un buen psiquiatra, pero ¿realmente encajaba en esa descripción?

Estaría dispuesto a averiguarlo.

El doctor Lecter ladeo su rostro y sus ojos parecieron entrecerrarse mientras él pensaba.

— ¿Qué buscas tú, Will? ¿Hay algo en especial que te atraiga de esta persona?

—La estabilidad.

Murmuro y entrelazo sus manos delante de su cuerpo en un intento de protegerse de aquella mirada que le estaba calcinando por dentro.

—Necesito de alguien que pueda mantener esa estabilidad emocional y mental…que aleje un poco las pesadillas…

Susurro y su voz se perdió en el eco de las paredes mientras apartaba la mirada y reflexionaba sobre sus propias palabras, estabilidad, necesitaba estar tranquilo, alejarse cuanto pudiera de todo el terror que lo rodeaba e impedir que este se le impregnara hasta la medula de los huesos, hasta que ya no hubiese ningún remedio, hasta que se convirtiese en aquellos victimarios.

—Quieres alguien que te salve de ti mismo.

Will le observo pero no confirmó ni negó nada, salvarse, estaba muy lejos de aquella palabra y sin embargo anhelaba que Hannibal comprendiese su significado. Tallo sus ojos con pereza y frunció el ceño a la espera de alguna de sus migrañas, pero no llego, solo escuchaba el silencio que los distanciaba y aquella mirada que pretendía encontrarse con la suya.

—Siendo totalmente honestos, ¿Saldrías con alguien como yo?

Le miro, dispuesto a aceptar cualquier respuesta que proviniese de sus labios.

— ¿Saldría conmigo, doctor Lecter?

Intento que se escuchara como un reto, como una advertencia de que nadie saldría con él a menos que estuviese lo suficientemente loco. Hannibal no se inmuto.

—Sí, lo haría.

Will se quedó sin aliento, sus ojos se abrieron y contemplaron totalmente a aquel hombre sentado en el sofá que también le observa con suma atención, como esperando una reacción por su parte aunque se había quedado completamente congelado.

¿Era eso la respuesta que había estado buscando con tanto ímpetu?

¿Hannibal Lecter en verdad estaba aceptando una cita con el o solo le daba la razón como a todo paciente?

—Creo que, debo irme.

Will se incorporó de un salto, la cabeza martillándole tortuosamente con pensamientos acerca de esa respuesta mesclados con todo tipo de experiencias, con cada imagen que intentaba reprimir y mantener a raya pero su inconsciente se lo impedía.  

El doctor le siguió, acomedido como era siempre, hasta la puerta y le detuvo con un jalón en su brazo para hacerlo girar y encararlo, por un momento sus ojos se encontraron y Will sintió el aliento ajeno chocando con el suyo.

—Will, creo que te subestimas a ti mismo, cualquier persona merece una relación sentimental con otra.

Sí, pero él no era cualquier persona ni quería una relación sentimental con otro simple ser, quería salir con su psiquiatra.

Suspiro, asintió y bajo el rostro con una negación, y fue detenido nuevamente mientras pretendía cruzar la puerta, esta vez, una fuerte mano se cernía sobre su mentón con delicadeza y lo levantaba apenas unos centímetros para rozar unos labios delgados, finos, unos que conocía de vista pero no de tacto.

Su aliento choco, cada vez más cerca hasta que no hubo más remedio que fundirse en un contacto prolongado y lento, un beso demandante que empezó con armonía y termino lleno de una pasión desmedida que residía en el interior de ambos, derramándose sobre la comisura en forma de mordiscos y tirones suaves, en forma de un beso profundo que dejo a ambos mirándose desconcertados.

A Will carraspeando y sintiendo que se acaloraba, ahí contra la pared, entre el cuerpo de su psiquiatra y el granito.

 

Notas finales:

Nao, espero te haya gustado, trabaje duro con inspiración llegada de improviso ù.u! 

 

 

Probablemente cuando termine con el otro fic que empece a subir ayer, pueda seguir este, quiero la historia más larga y también uno de Da Vinci x Riario, ese Riario quiere sus nalgadas (?) xD


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