Vivía en la ciudad de Los Ángeles, en el Westburg. Edificio viejo ubicado en las avenidas no transitadas y en uno de los barrios más apartados y con deficiencia en seguridad. Con arte en las paredes en forma de grafitis mal pintados, uno que otro asalto por los callejones a lado del bar “Gogó”, perros huesudos husmeando la basura, drogas y muchos vagos mendigando una que otra moneda. El aire olía a miseria. Y todos sabíamos de antemano que de alguna manera extraña estábamos condenados a vivir aquí.

"Que seríamos y moriríamos con cada amanecer. No había vuelta de hoja después de este cosquilleo en el estómago..."

*Thorki

*Stony

*Entre otras...

Después de detener a mí hijo berrinchudo con su enfermo deseo de destruir el mundo,

Después de saber que Legolas nos ocultaba a toda su familia,

Después de que Pepper y yo dictamináramos nuestro final como pareja,

Llega el primer año del pequeño Nathaniel Pietro Barton.

Y claro está que todos los vengadores iban a estar presente en su fiesta, que por supuesto su tío Tony le iba a pagar.

¿Pretexto para ver al Capi?

Ñe.

One-shot.

El celular comenzó a sonar. Haciendo que me despertara en contra de mi voluntad. Me había vuelto a quedar dormido en el taller y contesté sin fijarme quien llamaba a esas horas.

─ ¿Hola?─ Contesté medio despierto, acostumbrando la vista a la luz del día.

─Pit, soy yo.

─Hola Harry.─ Hice una pausa para poder bostezar.─ que, ¿sabes qué hora es?─ No tenía reloj a la mano pero podía adivinar que el tiempo oscilaba entre las seis o siete de la mañana.

─Amm… tarde, temprano. No lose. No dormí en toda la noche.

Se escuchó un silencio.

─Necesito verte.

Y ahí me pude dar cuenta que su voz estaba entrecortada. Lastimosa. ─ ¿Estas bien?─ Pregunté.

─En realidad no Pit. Estoy muriendo.─ Ahora unos gimoteos se escucharon del otro lado de la línea y me incorporé del sillón en donde había pasado la noche. El cuerpo se me tensó.

─Tengo cáncer.─ Y ahora si pude escuchar a la perfección su dolor. 

Peter x Harry

Peter x Gwen 

Cada quien es libre de encasillarse en un destino que está consciente que no merece. Pero jamás es tarde para modificar el presente y jugársela por un nuevo futuro.

Te quiere, el dueño de tus viernes.

Thor.

One shot.

Thorki.