La vida de un adolescente puede llegar a ser tan trágica y difícil de llevar que incluso podría llevarlo al suicidio, claro que eso sería si estuviéramos exagerando, oh... esperen, si comenzamos hablando de Boo Seungkwan pues entonces si estaríamos exagerando y no solo eso, la vida sería mil veces más trágica de como sonaría principalmente porque así es como el drama se desarrolla día a día.

Es difícil expresar lo que sentimos, mucho más difícil decirlos en el momento en que nos gustaría abrir la boca y que las palabras fluyeran por sí solas, no todos pueden hacerlos sin sentir que perderán la cabeza, pero de alguna forma nuestras emociones siempre estarán ahí para hacernos sentir vivos, un último año de cosas nuevas no era lo que Jihoon esperaba en su ya agitado estilo de vida, por favor, solo era un simple adolescente.

Seungcheol aprendió algo cuando era muy pequeño y hasta ahora no dejará de lado esa valiosa enseñanza, "nunca te des por vencido"

Wen Junhui jamás fue alguien con prejuicios, siempre decía lo que pensaba cuando y donde quisiera hacerlo, ¿avergonzarse? Por favor... Esas palabras no existían en su diccionario personal, él podía tomarse de la mano con sus amigos si quería, besarlos si le entraban ganas, hacer bromas, reír y gritar cuando se le antojara, nadie nunca jamás controlaría a Wen Junhui porque él era un espíritu libre como el viento.

La vida tiene planes muy diferentes cuando tienes un sentido mental muy radical, Jun abrirá la caja de pandora de su vida, la cual tiene nombre y apellido, quien no durará ni un segundo en poner su mundo de cabeza.

Chan toda su vida fue alguien pequeño, para sus padres, su hermano mayor Seungcheol y todos sus amigos, siempre bien portado y reconocido por todos sus logros a tan corta edad, ser la manzana brillante es aburrido en su vida, por eso elegirá crecer junto a su otro yo.