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En busca de la Felicidad por maxi anime

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Notas del fanfic:

No gano nada monetario con este fic

Los personajes de Rikkai no son de mi pertenencian, son de Takeshi Konomi, salvo los chibis que son de mi creacion.

Kyo y Kami no son mios, son de Shin Black, solo que me gusta la pareja que forman con ciertos Chibis.

 

Notas del capitulo:

Volvio su peor pesadilla, Maxi anime con nuevo fic XDDD, bueno no tanto XD, si ya se que tengo muchos fics por actualizar pero estuve sembrando intriga en facebook y este fic lo he tenido planeado...bueno no salio como queria el primer cap.

 

Un cielo despejado, sin nubes en el horizonte, el sol de un sábado a la tarde bajando lentamente hasta desaparecer en el atardecer, con suaves brizas de viento que apenas llegaban a revolver el cabello de alguno que otro desprevenido. Un clima calmo para un partido de tenis, un partido entre dos niños, uno que tomaba lo mejor y lo peor de aquellos, que aún les faltaba mucho por crecer, mucho por aprender, pero estaban ahí, golpeando repetidamente la única pelota que tenían contra el suelo, siendo observados desde lejos, oculto tras un enorme letrero, estaba el único espectador.

El golpe de la pelota contra la cancha, un golpe seco, un rebote que no sería devuelto marcaba el final de aquel largo y extenuante partido, la pelota reboto contra el suelo, luego contra la red que separaba la cancha de la calle, cayó al suelo donde dio un par de botes y luego rodo hasta donde estaba aquel, quien había perdido. El pelinegro callo de rodillas al suelo, cansado, intentando recuperar el ritmo normal de su respiración. Del otro lado de la cancha estaba el rubio de ojos azules, empujando sus lentes desde el puente de su nariz, bajo la raqueta, ya no volvería a golpear la pelota.

-Juego, Set y Partido- Dijo el rubio acercándose a la red.

El otro muchacho no dijo nada, permaneció estático en el suelo, mirando impotente, soltando su raqueta. El de lentes lo miro, sabía que no se darían la mano, el otro chico era muy orgulloso para hacerlo tras la derrota o quizás porque aún le faltaba mucho por aprender, no dijo más nada, miro a su adversario unos momentos antes de irse y luego se dirigió a la banca donde dejo sus cosas, guardo cuidadosamente su raqueta y luego se dispuso a retirarse.

-Oye, tu pelota- dijo los cabellos negros, ya reincorporado con la pelota en la mano.

-Quédatela, tengo muchas en casa- exclamo sin mirarlo mientras caminaba saliendo de las canchas.

Ya eran las ocho de la noche, el sol se había ocultado, regreso a su casa a toda prisa, era la primera vez que llegaría tarde a casa, que faltaba a sus clases de tenis, que no veía a sus amigos en toda una tarde, la primera vez en dos años y esperaba que no se repetiría. Abrió la puerta de casa lentamente para no hacer ruido y en puntillas de pie fue hasta su cuarto donde se cambió la ropa y dejo sus cosas.

-Chiro- escucho la voz infantil que venía desde la puerta de su recamara.

-Kenji- dijo sorprendido y fue a abrir la puerta, donde estaba el menor de casi dos años mirándolo con cierta ternura, por lo que lo subió a sus brazos- Hola hermanito.

Kenji estaba en el umbral de la puerta, esperando a que le abrieran, sus cabellos negros largos le cubrían las orejas y la frente, los tenía algo revueltos, sus ojos azules se podían notar con facilidad, llevaba puesto una remera roja con un enterito azul, unas medias blancas y un chupete que colgaba como collar en su cuello.

-Chiro- repitió el menor contento.

-Es Seiichirou.

-Chiro.

-Es Seiichirou.

-Chiro.

-Seiichirou.

-Es Chiro y se acabó- replico su padre saliendo del baño con una toalla en el cuello, vestido con una remera blanca y un pantalón largo que hacía juego.

-Es Seiichirou, soy Seiichirou.

-Todavía no cumple los dos años, es normal que hable así.

-Yo no hablaba a si a su edad.

-Ti lo atias- dijo el menor.

-nunca olvidare el cuatro a las cuatro de la mañana- dijo el mayor, tomo a Kenji en brazos y lo miro- ¿Ya te bañaste? Mañana tienes escuela, primer día de clases.

-Sí, si ya voy- dijo entrando a su cuarto por su bata de baño y su toalla.

Seiichirou salió del cuarto momentos después con su bata de color gris y su toalla para encerrarse en el baño. Genichirou  miro la puerta de la habitación abierta y por curiosidad decidió mirar, el cuarto estaba todo ordenado salvo por la mochila de tenis en el suelo y la ropa deportiva, bajo a Kenji y luego tomo la ropa sucia en el suelo para llevarla a lavar.

-Salió a entrenar, pero debió correr un maratón con la sucia que esta.

-muto- exclamo Kenji mirando la ropa sonriente y luego salió corriendo.

-He.

***************************************

Una suave brisa movió las copas de los arboles aquella mañana primaveras. Siendo las seis de la mañana, el sol aun no salía por el horizonte, pero la paz podía sentirse alrededor de la pequeña y acogedora residencia Sanada hasta que un grito termino con la paz y la quietud.

-KAZUYA- grito Genichirou subiendo desde el sótano, donde tenía “Su guarida”- KAZUYA.

Nada, no se escuchó ni un solo sonido a pesar del grito que dio,  por lo que volvió  a gritar esperando una respuesta en alguna de las habitaciones de la casa, por más remota que fuera.

- SANADA KAZUYA.- dijo en su tono firme, pero el silencio fue lo último que escucho antes que la respuesta que provenía de la cocina.

-Genichirou - le interrumpió Yukimura desde la cocina.

-Si- exclamo caminando hasta donde pudo escuchar que provenía la voz de su esposo y allí lo vio.

-No es necesario que grites.

Yukimura estaba haciendo el desayuno para la familia, un desayuno tradicional japonés, la mesa de la cocina ya estaba servida, solo faltaba que los dueños de casa se sentaran  desayunar. Cinco sillas alrededor de la mesa redonda  y una sillita alta donde estaba el más pequeño miembro de la familia tomando su leche en mamadera, aunque cada tantos momentos se detenía y comenzaba a reír muy alegremente mientras su “madre”  le miraba con extrañeza cada vez que hacia eso.

-Buenos días- exclamo el pelinegro al ver a su pareja aun cocinando después que le pidió no gritar, se acercó a donde estaba él bebe tomando su mamadera alegremente y reía como si estuviera viendo a un payaso frente a él, le dio un beso en la frente- buenos días Kenji.

-Abelo- señalo frente a él, delante de la mesa, una pared vacía.

-¿Abuelo?- pregunto el oficial levantando una ceja.

-Al parecer mi abuelo está de visita hoy- aclaro Yukimura mirándolo- ha estado así desde que se levantó.

-Abelo- exclamo contento el menor de un año y seis meses.

-Salúdalo de mi parte Kenji- exclamo sentándose en la mesa.

-Papi dite oa- dijo sonriendo- jajaja.

-Los niños de hoy- acoto al ver la sonrisa del más chico y luego se acercó a Yukimura- Buenos días.

-Buenos días amor- exclamo besándolo.

-¿Viste a Kazuya? No fue a meditar esta mañana y me preocupa.

-El loco está en su cuarto hablando solo- interrumpió Seiichirou entrando mientras se terminaba de alistar.

-Seiichirou no llames loco a tu hermano.

-Yo no hablo solo- acoto mirando con una sonrisa en su rostro- buenos días hermanito.

-Chirou-exclamo el más pequeño al ver a su hermano mayor.

-Si lo haces- dijo Geniichi apareciéndose detrás de su hermano- le gritas a tus cuadernos de matemáticas.

-Nadie me manda a mí, menos unos problemas de matemáticas.

-Ichi.

- Soy Seiichirou, di Seiichirou Kenji.

-Chirou.

-Dilo después de mí…Sei.

-Shei

-Chirou…Seiichirou

-Chirou- dijo contento y luego aplaudió.

-Tiene un año y seis meses, no lo aras hablar solo por que quieras Seiichirou- dijo Sanada terminando la discusión y levantando en brazos al bebe.

-Es verdad, él es bebe- acoto Geniichi sentándose a desayunar.

-Iré a ver a Kazuya en su cuarto.

-MUTOS ABELOS.

-¿albeo?- pregunto Seiichirou mirándolo.

-Así que están de visita todos los abuelos he- exclamo el mayor levantando una ceja y luego se encamino al segundo piso frene a la habitación de su hijo mayor- Kazuya.

-ZUYA abelito quele vete.

-Está abierto- exclamo el de once años abriendo la puerta con timidez.

-Kazuya- exclamo Sanada al entrar- Hoy no fuiste a meditar y sabes que a tu madre no él gusta que no lo hagas ¿Está todo bien?

-Zuya- dijo el de año y medio mirando con sorpresa a su hermano mayor.

-Si- exclamo con algo de vergüenza.

-Zuya.

-Pero miren nada más, tengo que sacarte una foto- exclamo el pelinegro sacando su celular con su mano libre- una foto para el recuerdo.

-No es necesario.

-Lo es, es tu primer día de clases en la secundaria.

-No quería que este día llegara- dijo casi en susurro.

-El uniforme te queda algo grande- acoto el mayor bajando al bebe para que gateara hasta su hermano- déjame arreglarte la corbata… ¿estas emocionado por tu primer día de clases?

-No.

-¿Nervioso?

-No.

-¿Contento?- pregunto haciéndole el nudo de la corbata.

-No.

-¿Ansioso?

-No.

-¿Sientes algo?

-No.

-Kazuya, entrar a la secundaria es un paso muy importante para ti- acoto el de gorra arreglándole la corbata- no pudimos conseguir un uniforme más de tu talla, este era el más pequeño que tenían, aun así te queda muy grande.

-A mí me gusta así.

-Es día de hoy comienzas a transitar el camino que decidirá tu futuro hijo,  así que decide sabiamente a que comité quieres pertenecer y si quieres ir a un club deportivo también…

-¿Tú te inscribiste directamente en el club de tenis no papá?- pregunto sin fijar la mirada.

-Así es, con tu madre ya íbamos al mismo club deportivo en primaria y decidimos juntos comenzar tenis en secundaria- explico arreglándole el saco.

-Quiero crear mi propio comité de asuntos paranormales- dijo sonriendo.

-No creo que a un recién iniciado le permitan crear su propio comité o club hijo- le explico peinándolo con la mano- eso ya es cosa de mayores, quizás cuando estés en último año puedas crearlo ¿Listo para ser el emperador del Rikkai?

Kazuya no respondió, solo se quedó mirando a un punto fijo de la pared, como si viera algo o a alguien allí. Kenji estaba sentando en el suelo mirando con intriga también hacia aquella parte de la pared, sin una razón aparente.

-Kazuya, sé que dominaras la escuela- interrumpió el moreno a sus dos hijos, los cuales desviaron la mirada para verlo, Kazuya sonrió apenas, Kenji sonrió más alegre y se paró para gatear hasta donde estaba Kazuya.

-ZUYA- dijo el menor levantando los brazos.

-Hai- dijo el mayor de los hermanos Sanada y levanto en brazos- el abuelito tiene mucha razón Kenji.

-¿El abuelo? Dejen de jugar, tienes que desayunar Kazuya, se te ha hecho tarde.

-Hai- dijo sin más y bajo hasta la cocina.

**************************************

El tiempo había marcado enormemente aquella esquina de antaño, aquella esquina que era común verla rebosante de la alegría de los niños que en ella se reunían antes de ir a la escuela cuando sus padres les dieron permiso, aunque aún tenían vigilancia de alguno de los que sería guardián de turno en las mañanas para vigilarlos y esa tarea era siempre de alguien elegido al azar, pero casualmente ese día, el primer día de clases, era compartida por todos los padres.

Los primeros en llegar, siempre los puntuales, eran los Nioh, la dichosa familia de cinco integrantes que ahora tenía dos niños en primaria y uno en su último año Kinder. El pequeño Hiroki había crecido poco, aún era el consentido hijo de Masaharu, su porte de elegante y recto chico era aún ese atributo muy típico de él, seguía siendo el chico aislado del resto, que gozaba de leer un libro antes de entablar una charla con cualquier de sus amigos. Hirohito ya había crecido y más en sus dos años, ahora entrando en segundo año de primaria  y llevaba una sonrisa de oreja a oreja, sus lentes de sol ahora eran un poco menos notables, llevaba unos lentes de fantasía muy parecidos a los de su hermano, aunque siempre en su mochila estaban los lentes de sol listos para que los cambiara. Masashi en cambio se había vuelto muy tímido en los últimos tiempos, su cabello plateado, siempre en el Kinder el mismo iba a sentarse solo, casi no se movía de su lugar en todo el día, salvo para ir a almorzar con sus hermanos, su actividad casi única era dibujar solo en su mesita, aunque no dejaba que nadie viera que dibujaba.

Los que seguían en llegar siempre eran los Yanagi, Renji a veces solo dejar a sus hijos a cargo del encargado y se iba, pero en los primeros días siempre se tenía que hablar con los maestros para que estos no se llevaran una primera mala impresión de Akira, más que nada por su hiperactividad y constantes distracciones en clases. Rentarou no había cambiado mucho, su fiel libreta aun lo acompañaba, había dejado crecer su cabellos un poco más, aún mantenía los ojos cerrados y solo los abría cuando estaba realmente impresionado. Akira en cambio se había vuelo hiperactivo, quería hacer todo en un mismo momento, eso fue algo que tenía cansados tanto a sus padres como a sus maestros, un año atrás los profesores le dijeron a Yanagi que su hijo menor podría tener  el famoso Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad o TDAH, pero el elevado coeficiente intelectual de Akira le decía a él lo contrario, por lo cual aún tenía que consultar a varios especialistas para tener un diagnóstico de que le pasaba a su hijo, si era una cosa o la otra o quizás ambas.

  Después de los Sanada los últimos en llegar siempre eran los Kuwuhara, si dependiera a Jackal llegarían mucho antes que los Yanagi o los Nioh, pero siempre, siempre, más que siempre era cosa de rutina, Bunta llevaba a su hijo a comprar dulces y comprar dulces era cosa de horas en la dulcería de en sueño que Marui y Akutagawa habían empezado dos años atrás. Sato no había cambiado en nada en el tiempo, aún seguía siendo el niño amable, alegre y amante delos dulces que siempre sus amigos retaban por especia de adicción por los dulces.

-Seiichi, ¿no han pensado en dejar a Kenji en una guardería?- pregunto el de lentes mirando a peliazul, el cual llevaba el coche con él bebe dormido.

-Lo he pensado, pero no creo que sea momento para dejar a Kenji en una guardería, aun es pequeño y necesita de su madre.

-Se lo que sientes, de separarte de tu bebe, yo lo pase con Hirohito, cuando cumplió dos le dejaba en una guardería porque tenía que trabajar y también lo sentí con Masashi, Seiichi, pero yo creo que ya es hora.

-Yo lo pase mucho con Akira y Ren, pero hay etapas para superar, no podía estar dos años cuidándolos y no trabajando…el quería que comenzara a llevar dinero a casa cuando Akira cumplió los dos- señalo Akaya a Yanagi quien venía con Akira en sus hombros charlando con Genichirou, quien llevaba en brazos a Geniichi.

-Oigan yo nunca me separe de Sato y creció bien- marco Marui a su hijo, el cual estaba comiendo una paleta bastante grande que tenía gusanos de caramelo y confites.

-¿El la hizo?- pregunto sonriendo con sarcasmo Yukimura.

-Al menos está desarrollando su imaginación, no de la manera más sana claro está.

-Yagyuu, sin querer sonar malo pero, te vi en la nómina de médicos del hospital de Kanagawa… ¿Qué no eres abogado?- interrumpió Yanagi.

-Sí, termine hace poco la carrera de medicina, ya la había comenzado cuando Masaharu fue hospitalizado y la retome cuando Hiroki nació, solo que la hice muy lentamente y me aceptaron para tomar unas horas en guardia en el hospital- explico- la casa necesita un ingreso extra con las subidas y bajadas de la tienda- explico- Hirohito sácate esos lentes.

-No, a mí me gustan- bufo el menor.

-Hirohito no necesitas usar lentes, tienes vista perfecta.

-Niichan los usa, yo quiero usar- dijo agarrando posesivamente sus lentes a la cara.

-Seis años, segundo de primaria y ya es todo un problema- dijo Akaya en burla, pero fue callado por un zape de parte de Renji que venía detrás de él.

Todos rieron ante eso, todos parecían felices mientras caminaban primero directo a la primera escuela primaria de Kanagawa, donde dejarían a los niños. Después de dejarlos a cada uno en su salón y Yanagi hablo con el primer maestro de Akira, cada quien se fue a su trabajo, mientras Yukimura y Sanada fueron a su antigua secundaria, la escuela secundaria Rikkai, para dejar a Kazuya.

-No ha cambiado nada- dijo el pelinegro mirándola- recuerdo cuando venía caminando, todos los días.

-La verdad que sigue igual- acoto Yukimura mientras seguía empujando el cochecito, donde Kenji estaba despierto mirando todo sonriendo.

-Hai- exclamo Kazuya mirando a su hermanito contento.

Entraron al colegio, a todos los alumnos les pareció extraño que entrara un alumno con sus padres y mas con un cochecito de bebe, pero estos dos se dirigieron directamente a la sala del director donde Sanada y Yukimura tenían que hablar sobre ciertas situaciones importantes a tener en cuenta sobre Kazuya.

-Sanada Genichirou, Yukimura Seiichi- exclamo el director dándole la mano- ¡Cuánto años han pasado ya!

-Doce, Kazuya es la prueba- exclamo Yukimura- director él es Kazuya, su nuevo alumno.

-Oh si, ya lo veo, se parecen mucho a sus padres- marco haciéndolos pasar a su despacho- me llamaron temprano diciendo que requerían hablar conmigo… ¿sobre qué tema?

-Kazuya, Kazuya por que no llevas a pasear a Kenji por la escuela, hay un dojo de Kendo.

-Hai- dijo el pelinegro sacando a su hermano del cochecito.

-Kazuya es un niño especial director- exclamo Seiichi sentándose- el no sufre de ningún problema psicológico, pero pareciera que sí.

-¿A qué se refiere?- pregunto sentándose en su asiento.

-Kazuya es un niño normal, solo que se distrae mucho y tiene momentos donde aparenta estar loco, pero no lo está- explico Sanada- es un chico muy inteligente.

-¿Momentos de locura? ¿Esta medicado?

Sanada estaba a punto de responder esa pregunta con un No, pero fue Yukimura quien lo detuvo y asintió.

-Kazuya esta medicado, no contra la locura, él no es psicótico, no tiene esquizofrenia, epilepsia o algo parecido.

-¿Entonces?

-Solo queremos que sepa, que pueda hablar con los profesores sobre Kazuya, él es un chico delicado en todo ámbito, no es un peligro para otros pero muchos piensan eso, en su primaria decían eso…quizás este aconsejado por el director de la escuela primaria.

-Fui advertido sobre su caso y el de Seiichirou Sanada, que viene desde Kinder lo que se sabe de él.

-Desde guardería en realidad- dijo Sanada apenado.

-Seiichirou…estamos hablando del niño bueno que siempre está ayudándome en casa, el pequeño buen mozo, educado…

-Era un terremoto antes que llegaras tú- explico Genichirou.

-Volviendo a Kazuya- interrumpió- dicen que está loco pero no lo está.

-Kazuya no está loco- exclamaron a la vez.

-¿Puede ser un peligro para la intitucion?

-No, solo para si mismo, según el psicólogo estatal, Chitose Senri- exclamo Yukimura sacando algunos papeles.

-Él es Psicólogo de Osaka- dijo tomando los papeles- ¿el de Kantou no les dijo nada?

-Chitose es el más solicitado, el más malo entre comillas- explico Genichirou- no de que es mal Psicologo o que es malo como persona, es el más estricto por querer explicarlo.

-Si, conozco algunos casos donde ha actuado… aquí dice que Kazuya posee un don espiritual, nunca oi de eso.

-El entrenamiento exhaustivo Zen permite sentir la presencia de fantasma, mi familia entrena Zen desde hace siglos…Kazuya los ve directamente, no controla su don aun, tiene once años, le falta mucho entrenamiento… que hable solo, se golpe solo, no es que está loco director, es ese Don con el que nació.

 -Kazuya es un hico bueno, a pesar de todo, pero no malinterpreten su forma de ser, por ejemplo nunca vendrá con el uniforme de verano, siempre de saco y los uniformes deportivos, siempre el abrigdo.

-Me encargare entonces de verlo contenido, si eso los alivia, estará bien cuidado en la institución, tal como ustedes lo estuvieron- dijo devolviéndole los papeles- no se preocupen, su hijo está en buenas manos, me encargare personalmente de que este vigilado en clases, en deportes y clases extracurriculares ¿ha dicho si quiere pertenecer a algún club o comité?

-No, pero creemos que entrara al club de tenis.

-Les llamare cuando sepa en qué club o comité se inscriba y los mantendré informados- acoto sonriendo dándoles la mano- les mantendré al tanto de todo…aunque me parece extraño un caso de padres que dicen que su hijo no está loco cuando tiene síntomas…

-Kazuya no está loco- repitieron a la vez.

 

*********************************************

El club de botánica solía reunirse una vez a la semana, siempre los días domingos o sábados, dependiera del humor de sus tres primordiales miembros y de si se unía alguno que otro esporádico, como Akaya que solía pedir consejo para las plantas de su jardín, Kunimitsu Tezuka que hablaba del Bonsai que su esposo e hijos odiaban y hasta el mismo Yagyuu quien en ocasiones hablaba sobre las maravillas que había hecho en su jardín. Siempre se reunían en casa de uno de los tres integrantes, a veces tocaba ir a Tokio al departamento de la familia Tezuka, donde Fuji tenía su hermoso jardín en el balcón del departamento, otras veces en la casa de Shiraishi en Osaka, donde Kuranosuke tenía su jardín rodeando su casa y la farmacia donde trabajaba, el último lugar donde se reinan era la residencia Sanada en Kanagawa, donde Yukimura tenía el más amplio jardín que abarcaba el pateo delantero de su casa de dos plantas y cada ventana tenía su propia maceta que cada integrante de la familia tenía que cuidar.

Aquel sábado le toco a Seiichi ser el anfitrión de la reunión, su casa seria donde se reunirían y como era costumbre siempre los miembros venían acompañados de sus hijos, aunque ese día tenían un integrante para ese día, Yanagi Renji, quien había ido para preguntar algunas cosas sobre botánica y cuidado de las plantas, todo ello tenía que ver con el resiente descuido de Akaya del jardín de la casa.  Normalmente el primero en llegar del club siempre era Shiraishi con sus cuatro hijos, el más pequeño que siempre iba ara jugar con Kenji, Kami quien iba solo porque no quería quedarse en casa a escuchar a Chitose y verlo brillando, Kyo que quería solo hablar y Seisuke el mayor que solo iba por mero interés en las plantas.

Seiichi fue a atender cuando escucho el timbre de la casa, llevo a Kenji para que fuera a recibir a su amiguito, el único que tenía cercano a su edad. Al abrir la puerta encontra a los cuatro niños, el más chico en brazos de Kuranosuke y los demás mirando casi angelicalmente.

-Hola, pasen- invito a entrar.

-Buenas tardes- dijo cortésmente el pequeño Kami y entro.

 -Hola-exclamo Kyo

-Hola Kyo.

-Sabía que  el saludo es una forma cortes en que una persona hace notar a unas u otras, su presencia o a través de la cual comienza una conversación. Se suelen usar, como saludo, expresiones que desean prosperidad como los buenos días, que incluyen alusiones religiosas como a la buena de Dios o sencillamente con la interjección hola y otras expresiones familiares. Adiós significa A Dios o que la persona esté con Dios- exclamo contento.

-Cállate Kyo- Grito Seiichirou viendo corriendo del jardín de atrás donde escuchaban martillazos.

-SEIICHIROU-grito Sanada desde el pateo después de que los martillazos cesaron.

-¿Seiichirou Sanada no estabas ayudando a tu padre con una casa para pájaros?- pregunto Yukimura mirando al pelinegro, el cual precisamente había estado toda la tarde armando cosas con madera junto a Genichirou en el pateo de atrás.

-Vine a saludar, porque demuestra que tengo buenos modales, hola Kamitsuki.

-Solo dime Kami.

-No le grites a Kyo- defendió Rentarou al segundo mayor de los Shiraishi, el cual acababa de recibir un zape de parte de su hermano menor Kami por hablar mucho.

-¿Qué hace Rentarou aquí?

-Yanagi quiere consejo de cómo recuperar su jardín tras un incidente con Akaya y la manguera.

-Akaya no sé si es despistado o…

-Creo que tiene que ver con Akira y su hiperactividad.

-EL SUELO ESTA HECHO DE LAVA- grito Akira saltando con dos raquetas de tenis atadas a sus zapatillas y detrás él venía Geniichi haciendo lo mismos.

-Así comienza el año escolar he- se rio Shiraishi- ha deberías ver mi casa cuando van de visita los hijos de los chicos mi casa se trasforma en un campo de guerra minado.

-jajaja

Continuara 

 

Los Datos de Yanagi Rentarou…dijo Ren (Ren: Soy Ren, Ren Yanagi)

Nombre: Geniichi Yukimura.

Ocupación del padre: Padrastro es policía con capacitación para múltiples tareas irrelevantes para su oficio, su padre ex entrenador de tenis infantil, encargado del mantenimiento de una casa para seis integrantes uno más desordenado que el otro (Ren: son seis integrantes y la casa siempre esta reluciente, dudo que todos sean ordenados)

Lugar común donde encontrarlo: Detrás de uno cuando no te das cuenta de su presencia.

Dato: Los años que paso Geniichi  sin hablar lo hacen fácilmente pasar de desapercibido ya que habla poco, pero usa su habilidad de parecer invisible para asustar a los demás.

Véase a Ren y Akira ambos con sus cuadernos en mano anotando, borrando y hablando sobre los datos que recaudaban sobre Geniichi.

-Es difícil obtener información de Geniichi, es muy cauto- exclamo Akira con su cuaderno- obtuve un nuevo dato.

-Dime.

-Geniichi es muy despistado, no se fijó que le saque esto- marca un sobre que le saco a Geniichi cuando guardaba sus cosas antes de salir de clases- no se dio cuenta que se lo saque.

-Interesante- anota con mucho afán Ren- pueden desaparecerle cosas y él no se da cuenta.

-Ni cuenta me di- exclamo el susodicho que había salido de detrás de ellos, cuando en realidad llevaba buen tiempo escuchándolos hablar sobre el- saben que es de mala educación hablar de los demás a espaldas de uno ¿no?

-HAAAA- gritaron los hermanos asustados, mientras Akira dejo caer el sobre.

-Seré más cuidadoso, gracias por cuidar mi sobre Akira- dijo sonriendo contento mientras tomaba el sobre blanco y luego se fue donde estaba Seiichirou esperándolo.

Nota: Geniichi lo hace siempre, de pararse detrás de uno, quedarse callado y luego asustarte diciendo algo, siempre sonríe cuando hace eso.


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