El ser portador de un Cosmos agresivo:
Aphrodita
Mi 9º fic... Espero que este si les guste... Dedicado a Agustín y a Aioros ¿? (Yo me entiendo):
No me animaba a hablarle directamente a la Diosa. Tal vez por respeto, miedo, o... ¿Quizás odio?.
Cada día que transcurría era un enorme pesar para mí. Aphrodite cierta ves me dijo: “No debes acumular todo en tu interior, las cosas hay que decirlas... Te lo digo por experiencia. Yo he sufrido lo que nadie a sufrido, incluso mas allá de lo que se aparenta. Por eso, no te silencies, grita si es necesario”.
No solía hablar mucho con Camus, mas de lo necesario, pero a veces las personas sin querer o sin darse cuenta, te dicen cosas que te llegan, y en parte tenia razón... Uno debe tratar de mirar hacia el frente y no hacia atrás, no es correcto aferrarse al pasado. Lo que fue y lo que pudo llegar a ser...
Con Shura me sucedía algo similar, nunca nos prestábamos atención pero en una de esas cortas conversaciones sobre el clima el tema se desvió y termino diciendo algo en la que tenia mucha razón... Es difícil ser fiel a lo que uno cree, a veces uno flaquea.
Yo admiraba a Aioros en secreto, quien no. Sin embargo nunca pude acercarme a hablarle, tal vez por respeto, un respeto similar al de la Diosa. Lo veía lejos, inalcanzable, como un semi-dios. Esa admiración se mezclaba con curiosidad, curiosidad de saber el por que de sus actos ¿Quien es el?... El que le había salvado la vida a la Diosa cuando era un bebe, ¿Era humano?... Su estrella tan secreta para mi. No lograba comprender quien era el, y por que hizo, hacia, y haría todo aquello; no me animaba a indagar, no podía acercarme a el.
Milo para ser sincera, no me caía bien, sin embargo su preocupación por mi, me hizo cambiar un poco de parecer. Era muy notorio mi estado de animo como para que el se diera cuenta, solo me anime a decirle:
--No entiendo muchas cosas. Es eso. Pero estoy bien, gracias por preguntar.
--¿Qué es lo que no entiendes?...
--Hee... Son tonterías...
--Vamos... Confía en mi.
No me animaba a ser tan franca con el
-- No logro comprender algunos actos, y me es difícil mantenerme fiel a lo que creo, es mas trato de engañarme diciendo que aun no todo esta perdido.
--Si no eres mas clara no podré ayudarte.
Frente a mi silencio el siguió hablando:
--No se a que te refieres, pero si es a lo que creo yo, que de seguro es eso... Deberías hablar con Athena... En tal caso ten esperanza, y el espíritu tranquilo. Cierta vez Shaka me dijo: “Sin obscuridad nada nace, de la misma forma que sin luz nada florece”... Es necesario que sucedan determinadas cosas, para dar paso a otras.
Me despedí de el extrañada por todo lo que me dijo. Aquellas palabras casi carecían de sentido en ese momento... ¡Cuanto sentido tuvieron mas adelante!.
Por desgracia el antigua maestro o Douko, no se encontraba... Cuantas ganas tenia de hablar con el. Tal ves con él sí me soltaba y le decía todo.
Quise escapar de Shaka, por que de seguro adivinaría lo que sucedía en mi interior, pero falle.
--Veo en ti mucha tristeza
--Estoy bien.-- No sonó muy convincente
--No puedes engañarme, te conozco.
Silencio unos segundos... Era cierto... Desde hacia 10 años que ellos me acompañaban.
--¿Cómo haces para no odiar todo aquello que te quito lo bueno, lo que te hacia feliz?
Me sonrió dulcemente pues sin que yo le dijera nada concreto había interpretado correctamente mis palabras:
--La vida dura un instante comparado con la vida de las estrellas, de la tierra, y en ese instante...
--Odiamos, amamos, lastimamos, nacemos, crecemos... —Lo interrumpí recordando sus palabras.
--La muerte es solo un cambio
--Un cambio... -- Susurre... Cuanto sentido tenían sus palabras.
--Pero igual por lo que veo tus dudas son mas profundas.
--No puedo controlar mis sentimientos
--Bueno, no los controles entonces. Por que negar lo que sentimos, por que reprimir, o acallar.
--Significaría mi muerte
--¿Eso alguna ves te importo?.
Ambos esbozamos una pequeña sonrisa... Nunca me importó.
--Temo al odio, al abandono... Mas que a la muerte.
--Si tus sentimientos son coherentes, no estarás sola.
--¿Acaso los sentimientos son coherentes?.
--No le temas a la obscuridad, por que solo dura un instante comparado al profundo amor de Athena.
--Si la vida dura un instante... ¿Toda mi vida entera estará sumida a la obscuridad?.
--Eso no lo puedo saber, y tu tampoco. Solo te queda averiguarlo, o quedarte con esa duda, ¿Que es peor?.
--Te aseguro que tener esto en el pecho... Es tan horrible.
Me sonrió tiernamente, yo le correspondí la sonrisa.
--Que te parece que si para despejarnos un poco salimos a dar un paseo.
Asentí y acto seguido bajamos las escalinatas del templo.
Pasamos por la Casa de Aioria y nos detuvimos a hablar, yo estaba callada, por lo que le llamo enormemente la atención. En mi interior mientras veía a Aioria dialogar con Shaka disentí de la mayoría... El joven Leo no se parecía en nada a su hermano, era mas humano, terrenal, como Seiya... ¿Seiya?... Y al recordarlo me pregunte nuevamente: ¿Que los empuja a hacer lo que hacen?: ¿Athena? ¿Saori? ¿Miedo... amor... honor... respeto... destino?. El Destino... Mientras pensaba todo esto le hice la pregunta:
--¿Por que lo haces?
Me miro extrañado
--No te entiendo ¿A que te refieres?
--¿Por qué haces todo lo que haces?
--Ni idea... ¿No logro entenderte?
--¿Por que combates... Por que arriesgaste tu vida un montón de veces... Por que vives. Por que respiras, por que te cepillas los dientes?... Por que haces todo lo que haces... ¡No es tan difícil de entender!.
--Hee... Por que así lo siento—Me respondió visiblemente sorprendido de mi extraña pregunta --Hago lo que quiero hacer en ese momento, lo que me sale del corazón.
Y se me quedo mirando. Seguro pensó que me había vuelto loca de remate. Me quede pensando en su respuesta... Pero si yo hago lo que siento me llamaran blasfema, perderé todo lo que tengo, y no solo mi vida... me sumiré en la obscuridad eterna... Seré abandonada, odiada. Luego de un rato Aioria seguía observándome como tratando de descubrir que me pasaba.
--¿Estas bien?
Solo asentí.
--Estas callada... Bien no te sentís.-- Y comenzó a reír.
--¡Hey! ¿Que quieres decir con eso?.
--¿A que se debe tu extraña pregunta de hace un rato?
Me encogí de hombros.
--Te estas volviendo mas loca que de costumbre.-- Y nuevamente largo una carcajada. Le encantaba molestarme, yo me ofendía a veces, pero el trato que el me daba, no me lo daba ninguno... Es capaz hasta de insultarme en una discusión... Si, discutíamos a veces, creo que era con el único que peleaba. siguió hablando:
--Si que eres rara. Siempre lo dije. Estas... L-O-C-A.
Y le di una zurra, no paraba de reírse y eso me enojaba aun mas. Para colmo me dice
-- Hombrecito.
¡Cómo me enojaba eso! Mis puños no le alcanzaban, obvio y el hecho de no poder pegarle me enfurecía aun mas. Si que me hacia rabiar, por suerte que estaba Shaka, si no, le rompía algo como la ultima vez que me hizo enojar tanto el hecho de no poder hacerle daño que le rompí un adorno. Y para hacerme enojar aun mas me dice: “Igual era feo, no me gustaba”. Cuantas ganas me daban en esos momentos de romperle el alma a patadas. Igual era un buen chico, me divertía mucho con el, me hacia reír tanto como me hacia enojar.
Al pasar por la casa de M.M mire hacia su interior, no lo vi, pero al acordarme de el sentí un gran alivio... Yo no estaba tan perdida. A pesar de las opiniones de todos sobre M.M, era una persona muy inteligente, con sentimientos genuinos de esos que a muchos les hacían falta. Era raro, pero M.M me agradaba, y mucho, ese día temí por eso... ¡¿Seremos iguales?!. No dejaba de ser un tipo jodido, cambiado pero difícil.
Al pasar por el templo de Géminis sentí un escalofrió... No tenia mucho diálogos con los gemelos. Pero ambos eran un claro ejemplo en lo que yo me estaba convirtiendo, eso creía, eso sentía crecer en mi interior. Mis temores estaban ahí. ¡Ah que ganas tenia de entrar corriendo al templo y sentarme a hablar largas horas con Saga y Kanon! A ellos seguro les seria franca, pero obvio que no me anime, no teníamos mucho dialogo, aunque veía los esfuerzos de Saga por acercarse a mi, con curiosidad, descubrir quien soy, que función cumplo en el mundo. El también me inspiraba curiosidad, mas que temor, pero nuevamente ¿Será el respeto lo que nos distanciaba?. En cambio noto a Kanon como que mi presencia le es indiferente, mas adelante me demostró lo contrario.
Aldebarán siempre fue simplón, bonachón. Creo que no se da cuenta de lo que me sucede, pues me pregunta como estoy y cuando le digo bien se queda conforme con la respuesta, cuando soy mas que obvia respecto a mis sentimientos. Quizás lo hace para no incomodarme, esperando a que yo le cuente por voluntad. Me cae bien, pero hay algo... Cuestion de piel supongo. Se que es bueno, pero su presencia me pone incomoda no se de que hablar con el.
Con Mu es distinto, las cosas se dieron de otra manera. Para aclarar un poco todo, ellos me ven como una pequeña intrusa, desprotegida, y no tienen ningún interés hacia mi, como yo no lo tengo hacia ninguno de ellos, seria una locura.
Mu decidió acompañarnos, yo me pase todo el camino de ida y vuelta callada, pensando... Debía hablar con la Diosa, ¿Pero como decirle...?. Shaka le contó a Mu que yo tenia algo guardado para decirle a Saori, pero que por respeto no me animaba a increparle, a lo que Mu exclamo:
--Saori, mas allá de ser una Diosa, no deja de ser un humano... Llena de sentimientos, bondad, amor y comprensión.
Virgo acoto:
--Eso es lo que trato de decirle, pero no quiere escucharme.
Defendiéndome respondo:
--¡Para ustedes es muy sencillo, pero...!
Mu me pregunto como restándole importancia al asunto:
--¿Que es aquello taaaan grave que tienes para decirle?.
--¡¡¡Bien!!!... No es sencillo ¿Saben?.—Conteste eludiendo la pregunta
--Si no hablas con ella no solucionaras nada.-- Me dijo Shaka.
Esas palabras resonaron en mi cabeza toda la noche... A la mañana siguiente, tome la decisión, debía hablar con ella, por mas que me costase horrores, pero debía enfrentar mis sentimientos y aclarar de una buena vez por todas ciertas cosas incomprensibles para mi, y aparentemente comprensibles para ella, si no, no estuviese tan tranquila como lo esta. ¡Que difícil era todo ello!. Mientras subía las escalinatas a su encuentro, pasando por la casa de Piscis pensaba como... ¿Como expresarle el profundo odio que en mi se despertaba por ella, a mi Diosa?... Eso era blasfemia... ¿Como odiar a mi Diosa? Quería evitar convertirme lo que una ves los gemelos... Era conveniente parar todo aquello de una ves y enfrentar las consecuencias de mi ruin sentimiento, con la ira de los Dioses, de mi Diosas y de los Santos protectores de ella... Santos a los que yo estimaba, respetaba y admiraba profundamente.
¿Continuara?... Solo Dionisio lo sabe n_n.
Estos son divagues mentales que me surgieron cuando me paso una determinada situación *_*.
Lo que me diría cada Santo... Pero no es fácil, cuando odias a tu Diosa... No es fácil ir con ese sentimiento a un lugar en donde hay guerreros que la defienden... Pero... ¿La defienden por el Destino o porque realmente quieren hacerlo?... Si voy y le planteo mis dudas a la Diosa... ¿Cómo me responderá?... ¿Seré desterrada de este mundo por sacrílega o me comprenderá?... ¿comprenderá mi odio?. El odio es un sentimiento muy fuerte... Decir que odiamos, es algo muy fuerte...
Si a alguien le da curiosidad háganmelo saber que les paso la continuación...
Si chic@s... Estoy loca de remate... Eso si, lo escribí en enero a pesar de publicarlo ahora... Lo tenia en mi PC y me dije: ¿Por qué no?... Y acá estoy, publicando esta locura mental.
No tengo ni idea de lo que pensaba en ese momento aunque el sentimiento aun perdura... Por eso se, mas o menos, como hacerle la continuación.
Jajajajaja! Y pensar que a mi no me gustan las historias donde se meten los autores dentro del fic... Nuevamente desafiando mis gustos... Luego me queda Mpreg... Puaj!... Pero ya vendra la historia de Aphrodita con Mpreg... Solo esperen... ^_^
Gracias por leer... Rosas
11/08/2005 21:58:29 Hs.
Exclamaciondeathena@hotmail.com